Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Amor? Sí Minho, tú lo amas. Tú lo amas. por lu30

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Annyon!!

¿Cómo han estado? ¿Bien? ¡Me alegro!

Bueno, me inspiré para hacer este two shot a partir de este video

http://www.youtube.com/watch?v=tqAeMlgDOQI&feature=related

Les recomiendo que lo miren para hacerse un contexto (babas...)

Increíblemente, no me inspiró para hacer un jongtae, sino que se me vino a la cabeza ¿qué pensará minho de todo esto?

Advertencias: contiene dulce, mucho dulce!!!

(estaba lloviendo y yo estaba viendo My girlfriend is a gomiho y estaba cantando dubbi dubbi du rafa, así que bueno...)

Les advierto, no vayan a vomitar caramelos después...

 

(Minho’s)

Me encontraba ebrio.

Habíamos estado jugando ya por dos horas, y estuvimos bebiendo incluso desde antes. Miré el reloj, y tuve que entrecerrar los ojos un poco para darme cuenta de la hora que era. 2 a.m. en punto.  Estaba cansado y molesto, sólo quería ir a dormir, pero no podía decirle a los demás que lo que me impedía ponerme de buen humor no era el cansancio, sino el fanservice que Jonghyun había hecho con mi Taeminnie hace unas horas.

La verdad es que no era mío, ya lo sé, y eso es lo que más carcomía mi corazón. Hace mucho que estaba enamorado de él, y aunque al principio me costó mucho aceptarlo, ahora estaba completamente seguro que era él era el dueño de mi corazón. Y hasta ahora no me atrevía a confesárselo. Pensé que lo mejor sería alejarme de él pero no puedo hacerlo, si no lo tengo cerca siento, literalmente,  un gran dolor en mi pecho. Es por eso que el fanservice me había molestado tanto, porque me recordó que aunque él es dueño de mi alma y mis pensamientos, yo no soy dueño de nada. Y por eso quería irme de aquí.

-          Chicos, ya me voy…  la cabeza no me da para más. –gracias a mi resistencia al alcohol fui capaz de decir esas palabras con un mínimo rastro de mi borrachera.

-          Pero Minho-oooo…  apenas estamos empezando-ooo… –por desgracia, a Key sí se le notaba todo lo que había bebido, y cuando se pone de ese humor, nadie puede calmarlo.

-          Ya Bummie, yo también me quiero ir. –le dijo Jonghyun con los ojos adormilados. Aún así, cogió a Key por la cintura y lo acercó a su cuerpo para susurrarle en el oído -…porque no vamos a nuestro cuarto y seguimos la fiesta ahí si todavía tienes ganas…

Levanté mi ceja ante el indecoroso comentario. Jonghhyun nunca cambia. Key se sonrojó y volteó a verlo, se quedaron mirando por un momento, entonces Key  puso sus manos en los hombros de Jonghyun, le sonrió  y se le fue acercando lentamente, abrió los labios ligeramente, como si fuera a besarlo, y cuando  puppy cerró sus ojos y quiso acercarse más, Key lo empujó riéndose.

-          No Jonggie, hoy no. Todavía estoy molesto por el fanservice. –se giró y se apoyó en la mesa con un brazo, sosteniendo su rostro con su palma, dándole la espalda a Jonghyun  y escondiendo su risa socarrona. 

Al ver la cara de sorpresa de hyung casi me dio pena. Casi.

-          Pero Bummie, ¿cómo puedes decirme eso? ¡Sabes que yo sólo te quiero a ti! Y ¡lo hice por las fans! Acaso…

-          ¡Pero fue con mi Taemin! Su inocencia, su imagen de niño pequeño, tirada a la basura por tu tosquedad, ¿tenías que jalarle su cabellito como a una puta barata? –Key empezó a dramatizar, con su típico tono de madre  preocupada.

Mientras Kibum empezaba a hablar de cómo había crecido su hijo, decidí escapar despacio, sin que me notaran. Y es que seguir escuchando cómo ahora las fans veían el lado sexy y masculino de Taemin, traía a mi mente imágenes prohibidas de sueños no cumplidos que sólo se quedan en mis pensamientos más sucios. Dios, Taemin ¿porqué me haces esto? No quería seguir con el tormento, así que me fui a la habitación que comparto con mi pequeño ladrón de corazones. ¿Estaría durmiendo? ¿Tendré que hablar con él? ¿Cómo puedo verlo después de lo que pasó esta noche? Pero él no tiene la culpa de nada más que de ser perfectamente enloquecedor, y no quiero hacerle daño ni responderle cosas de las que sé que luego me arrepentiré. De repente la pelea entre Key y Jonghyun parecía más atrayente.

Llegué a la puerta del cuarto y pegué mi oído para ver si había algún ruido que me prevenga. Pero nada. Silencio total. Suspiré y abrí lentamente la puerta, asomando a penas la cabeza para encontrarme con una imagen de Taemin dormido en su cama, acurrucado como un bebé y con una expresión de inmensa calma. La luz de la lámpara que estaba en la mesita de noche que separaba ambas camas iluminaba su rostro dándole la sensación de un angelito resplandeciente. No pude evitar quedarme observándolo, sólo un momento, para guardarme esa imagen en la cabeza. Es verdad, Taeminnie había crecido, tenía una figura más masculina y ligeros músculos en un cuerpo bien torneado, pero siempre sería mi angelito, un chico con mente y corazón de niño capaz de cautivar hasta al más tonto de todos, y ese era yo.

Le di la espalda pensando en qué momento mi simple gusto por Teminnie se había jodido tanto al punto de traerme desesperado. Suspiré nuevamente y empecé a cambiarme. Luego volteé y me estiré para apagar la luz de la lámpara mientras levantaba mis colchas. Dios, me dolía la cabeza, tenía ganas de gritar y llorar, de decir lo que siento y quitarme el peso de encima, no sólo porque sabía que en otros conciertos pasaría lo mismo, sino porque siempre habrían otros ojos posados en la belleza de Minnie. Dios, ¿qué hago?¿qué hago? Ya no puedo fingir, se me acaban las sonrisas y los buenos comentarios, ya no, ya no, ¿cómo vamos a terminar? ¿Es que acaso…

-          Hyung... –me congelé allí mismo. -¿Hyung?-

Hazte el dormido, no muevas ni un músculo. Trataba de calmarme, deja de temblar. No se escuchó nada más, por lo que supuse que Taemin habría pensado que estaba dormido, di un suspiro de alivio interno. Pero no se puede cantar victoria antes de tiempo. De repente sentí movimiento en mi cama, el rozarse de las colchas y un olor inconfundible a mi lado.

-          Hyung, háblame… –su voz parecía angustiada, quería voltear y verlo, sólo un ratito, un ratito nada más.

-          Minnie, ¿qué quieres? –traté de sonar serio

-          Hyung, ¿qué tienes? ¿por qué has estado así toda la tarde? –aunque fue un susurro me atravesó como un cuchillo de 20 cm.

-          No sé de que hablas…

-          Minho hyung, por favor… –claro que sabía de que hablaba, había estado distante, refunfuñando, ladrando a todo el que se me acercara y alejándome cada vez que Taeminnie quería hablar. Pero, ¿qué podía hacer? Estaba molesto, sobre todo conmigo, por ser tan imbécil y no atreverme a confesar mis sentimientos y preferir sufrir en silencio.

Su voz tenía un matiz de súplica, uno que quería calmar con un abrazo para decirle que todo era mi culpa, pero no podía moverme, era un maldito cobarde porque ni siquiera me atrevía a darme la vuelta y encararlo. Sentí sus brazos pasar por mi cintura, pegándose a mi espalda, y mi angustia se cuadriplicó.

-          Hyung… ¿hice algo malo? –me dijo en una voz apenas audible.

-          Nada Taemin, sólo estoy cansado –mentira, yo soy el que hice algo malo.

-          Estás molesto, dime qué pasa –me estaba desesperando, ¿por qué no me dejaba tranquilo? Iba a terminar explotando, haciéndole daño, el sólo me quería como un hermano, soy su hyung.

-          Dije que nada, sólo quiero dormir –dije casi bruscamente. Mis temores amenazaban con salirse de control, y yo estaba luchando por mantenerlos ocultos.

-          Pero hyung, háblame, sí te pasa algo –por favor, por favor, vete. Sollozaba por dentro, porque no quería dejarlo salir, esa parte de mi consciencia que me decía que sea valiente, la amenazaba y le decía que se quede callada. No seas tonto Minho, quieres que se quede y que ese abrazo dure para siempre, y no va a pasar si no dices nada.

-          Na… –tenía que intentarlo, no estaba listo para enfrentar mis sentimientos. Pero Temin era persistente, miraba profundamente de mi alma con un pequeño vistazo.

-          No hyung, me mientes, ¿por qué? ¿qué pasa? –ya no podía, el sollozo que había ocultado se escapó de mi pecho, con furia y resentimiento. Me volteé bruscamente sintiendo su sorpresa, me coloqué rudamente encima de él cogiendo sus muñecas y apresándolas al lado de su cabeza. A la mierda todo, a la mierda las reglas.

-          ¡¿Sabes qué pasa?! ¡¿Sabes qué pasa?! Soy un imbécil, eso pasa, y tú no me dejas solo, sigues torturándome, y  yo sigo aquí como imbécil. ¡Soy un gran imbécil y un cobarde! ¡Eso pasa! –mis lágrimas mostraban mi dolor, y caían sobre el rostro de Taemin contagiando su mirada con mi temor.

-          ¿Po-por qué hyung? Si tú eres la persona más valiente que conozco… –ese fue mi baldazo de agua fría. Yo no lo merecía, no merecía ni siquiera  mirarlo  a los ojos. Su constante confianza, su admiración, su ternura y preocupación, su nulo miedo incluso siendo tan tosco, todo desbordando de sus ojos castaños. Sólo sirvió para convencerme que lo amaba tanto, tanto, que mi amor hacia él valía más que las consecuencias. Si no era ahora era nunca. Hazlo.

-          Minnie, perdóname, perdóname, por ser un tonto, por no querer enfrentar las cosas, por… por... –cerré mis ojos- por haberme enamorado de ti. –el silencio que siguió mi confesión me obligó a mantener mis ojos cerrados. –Sé que no se puede, que… que tú no sientes lo mismo, pero quiero que sepas que te amo, mucho, mucho, no te imaginas cuánto, es que yo… yo…

Me sorprendí cuando sentí sus labios sobre los míos. Abrí los ojos abruptamente y lo vi, con sus ojos cerrados, con lágrimas saliendo de ellos. Qué sensación, ¿esto es vida o muerte? ¿salvación o condena? No me importó, sólo me entregué al sabor de sus labios y sus lágrimas, matizadas con desesperación y pasión. Solté sus manos que aún sostenía, y a penas las vio libres, levantó los brazos y los enredó en mi cuello, mientras yo me aferraba a su cintura para no irme de este mundo pecador. El beso seguía, y yo escuchaba sus sollozos a través de este, y aunque sentía que me transmitía amor, no quería ilusionarme. Ya los probaste, al menos una vez antes de morir, y haciendo acopio de todas mis fuerzas, me separé de él. Cuando lo vi mi respiración se entrecortó, él es mi ángel, y nunca sentí tirón tan fuerte en mi corazón como cuando vi sus ojos cerrados, sus pestañas mojadas, sus mejillas rosadas y con lágrimas surcándolas, sus labios mojados y entreabiertos que dejaban escapar pequeños lloriqueos. Lentamente abrió los ojos. Su alma derretida en chocolate.

-          Yo ta-también –me dijo tembloroso –yo también te amo hyung.

-          ¿Qué? –mi consciencia suspiró. Sigues siendo un imbécil, ¡¿quién pregunta eso?!

-          Desde hace tiempo, yo…yo me di cuenta que no ya no te quería como hyung y que ya no te tenía en mi corazón,  sino que te había comenzado a amar y que te habías convertido en mi corazón. En mi vida.

Mi mente en blanco, y mis palpitaciones a mil por hora. Me abalancé sobre él enterrando mi cara en su cuello, llorando y agradeciendo, diciéndole que era lo mejor que me había pasado, que lo amaba, y un sinfín de palabras dulces que no sabía conocer. Él también lloraba, y reía, me respondía con pequeños “hyung, te amo” y con cortos besos en la mejilla.

De repente el olor de su cuello no fue suficiente, necesitaba sentir su calor entrañándome, por lo que giré mi cabeza y empecé un beso tierno, dulce pero demoledor, mientras sentía como nos fusionábamos.

Fuimos girando en la cama hasta que él quedó encima de mí. Nos separamos un momento, y nos miramos pegando nuestras frentes, me dio un corto beso en los labios, y otro y otro… Luego me dio un tercero, bajando lentamente, más largo, más calmado, más sensual. Entonces mis brazos reaccionaron y subieron hasta su rostro tomando sus mejillas en intensificando el beso, sentía que nuestras almas se conectaban y no podía dejarlo ir, necesitaba desentrañar todos sus secretos, alcanzar el fondo de su cuerpo y quedarme ahí por siempre.

Y mi cuerpo sentía lo mismo.

En un movimiento rápido que me sorprendió incluso a mí, giré y lo puse debajo de mí, besándolo apasionadamente. Te quiero hoy. Bajé mis manos de sus mejillas recorriendo su cuello y llegando a sus hombros, acariciando sus antebrazos hasta sus muñecas, para tomarlas con mis manos y subir sus brazos a la altura de su cabeza, teniéndolo a mi merced. Crucificándolo sobre la cama. Besé su cuello, con desesperación y hambre, hambre de más, obligando que su cara gire a un costado. Mientras me entretenía con su dulce piel, y escuchaba sus pequeños gemidos. Me estoy quemando.

-          Hy-hyung… hyung…

-          Á-ámame

-          Ya lo hago Minnie, con toda mi existencia –respondí aún con mis labios acariciando su cuello como si la vida se me fuera en ello. Se me va la vida.

-          No hyung… –se separó de mí y me miró a los ojos. –ámame, no sólo son esto –y puso una mano en mi pecho, justo en mi corazón –sino con esto también –y posó sus manos en mis hombros, acariciándome y enviando electricidad a mis más bajos instintos, bajando sus manos por mis omóplatos y recorriendo mi espalda mientras me miraba a los ojos. Desbordando amor.

 ¿Ahora? ¿Cómo? ¿Le haré daño? ¿Lo lastimaría?

 Lo miré intensamente haciéndola todas esas preguntas de mierda con mi mirada, y el sonrió y me atrajo hacia sí, y me dijo al oído, despacito “es hacer el amor”, y luego se separó con una gran sonrisa.

¿Es hacer el amor? ¿Amor? Sí Minho, tú lo amas. Tú lo amas.

.-°-.-°- .-°-.-°- .-°-.-°- .-°-.-°- .-°-.-°- .-°-.-°- .-°-.-°- .-°-.-°- .-°-.-°- .-°-.-°- .-°-.-°-.

Notas finales:

Bueno, no sé si quedó bueno o no, pero estaba inspirada por el romance y la cursilería... y he aquí el resultado...

Subiré luego la segunda parte

Y sí, hay lemon Wiiiuuuuu!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).