N. Anna
Mis ojos se cubren de ese brillo lejano de amor, de ternura y nostalgia a la vez, pero no puedo mostrarlo, tan solo no me atrevo, por temor, por enojo, por haberme sentido herida hace tanto tiempo, se que eso a la única que le afecta es a mi, por que no soy sincera en lo que mi corazón siente, en lo que quise…era humana, me equivoque…, no estaba librada de ese mal que alguna vez todos sufríamos, amar, querer, ser correspondido, y me siento impotente al saber que la única que causo esto fui yo, fue mi error, aprieto mis dedos al separarme de ella, le ladeo el rostro para que no note mis sentimientos, no puedo…son 5 años, 5 años en los que no eh podido olvidar lo que siento por ella, por esas veces en las que reíamos, en las pasábamos charlando horas de horas sin cansarnos, en las cuales su felicidad era lo único que buscaba…pero se que eso cambio, y yo lo vi venir, fui una vil espectadora de mi propia tragedia y deje que sucedería, deje que la hirieran por mi…por que yo no me atrevía a decirle un simple.
Te quiero.
Te amo.
Permití que otras personas estuvieran a su lado como yo hubiera querido estar con ella, tan solo por no tener el coraje para decirle cuanto la amaba, a su tiempo…a su espacio, y fueron tantas las veces…que pude haber dicho esas palabras que siendo tan cortas decían todo lo que jamás podría mencionar con palabras, que eran todo lo que quería que ella supiera de mi.
Que estaría ahí para ella.
Deje que alguien entrara en su vida y se quedara, deje que Allen se sintiera dueño de ella…y la alejara de mi, cuando estaban en las vísperas del matrimonio casi nunca la veíamos, hasta antes de eso ella ya se había vuelto distante con nosotras, conmigo, me deje ir en llanto el día que supe que se casaría…, el día en que sonriendo me dijo que encontró a la persona que realmente amaba.
-¡¡Anna!!-le sonríe con suavidad al ser abrazada por ella, le acaricie un poco la cabeza, todas iban atrás de mi por lo que soltaron una ligera risita.
-No saben como quería verlas-dijo emocionada, estábamos en una hermosa cafetería, al aire libre, el viento ligero nos movía un poco los cabellos, Carmen y las demás nos sentamos, Maribel me miro con un resplandor en los ojos lo cual me hizo sonrojar, ladee el rostro para que no notara ese detalle.
-bueno…quería…contarles algo, es importante para mi-se acomodo nerviosa el cabello, le mire unos instantes, tenia esa sonrisa cálida, feliz, las demás le escuchamos atentamente, después de todo nos había llamado para darnos un anuncio importante.
-Saben que eh pasado 3 años con Allen, se que es un poco pronto pero creo que no puedo aguantar mas tiempo-rio en baja voz, Carmen y Alein empezaron a murmurar, yo les mire un tanto ansiosa, eso no me agradaba mucho…, vi que Maribel tomo un respiro, sus mejillas se sonrojaron un poco y murmuro formando en sus labios esa línea de felicidad que tanto la embellecía.
-me casare con el-
4 palabras que fueron la tortura de mi vida, las demás no dudaron en sonreírle.
-tienes razón…es un poco pronto…-dijo Alein no tan convencida.
-…ju ju…seguramente ya esperas con ansias la luna de miel, ¡picarona!-Carmen le codeo mirándole de manera pervertida, Maribel rio nerviosa ante es.
-¿lo amas?-menciono Lorena con seriedad, todas notaron que Maribel miraba su mano y señalaba el hermoso anillo que estaba colocado en su dedo anular.
-si acepte casarme con el es porque realmente lo amo-
Y mi corazón, palpitante, se desgarraba…fuertemente, mis ojos se humedecieron al salir de mi estupefacción, parecía alejada de todo ese ambiente, no podía creerlo, que acababa de perderla
Algunas de nuestras amigas sonrieron, la llenaron de risas y halagos…me sentí desconcertada, confusa, claramente era la única que no encajaba ahí.
Como no escucharon mi voz comentando alguna trivialidad sobre eso me regresaron a ver, Alein fue quien me noto, me hizo levantar el mentón, Maribel se cercioro de eso.
-¿estás bien Annie?-se levanto preocupada a observarme, fui rápida al pararme y mostrarle una sonrisa falsa.
-no te preocupes, es solo…-apreté mis labios un poco-la emoción del momento…me siento feliz por ti-me acerque como pude a ella levantando la vista, para que nadie sospechase el estado en el que me encontraba.
La sujete de los hombros y la abrace.
-me siento feliz por ti-susurre cerca de su oído, Carmen se paro entusiasmada, luego las demás, Lorena, Samanta, todas, se acercaron a nosotras para darle un gentil abrazo a Maribel que no paraba de estar ruborizada, jovial.
En el momento de confusión de todo aquello me retire un momento hacia los baños, me quede ahí esperando a que nadie entrase y que poco después pudiera yo irme, pero no fue así, Alein cruzo la puerta notando que me sostenía temblorosa al lavabo.
-no te gusto la noticia verdad…-me dijo mientras ponía su mano sobre mi hombro, como un consuelo, negué con la cabeza tratando de confundirla, de que no creyese eso.
-ya se los dije…fue la emoción…-pero antes de que concluyera esa frase sentí sus brazos alrededor de mi cuerpo, como un soporte, como un apoyo que necesitaba con desesperación.
-Anna…se que te duele, no lo ocultes, lo acabo de ver…pero ya lo sabía, lo siento-apoyo su cabeza en mi hombro-que tu amas a….Maribel-
Las lagrimas se fueron de lleno en mis ojos, mis parpados se humedecieron, los ligeros temblores llenaban mi piel, me estaba desmoronando y no podía hacer nada para evitarlo, sentirme así de desolada, de torpe, creí que podía esperar un poco más, que podría llegar a su corazón antes de que alguien me la arrebatase, que ingenia fui…que ilusa me vi.
Me voltee hacia Alein apoyando mi cabeza en su cuello, aferrándome a ella mientras las lagrimas apenas caían por mis ojos, no podía mostrarme así ante ella, no quería arruinar su felicidad.
Esa fue mi prioridad al amarla, verla feliz, hacerla feliz aun así a mi se me desgarrara el pecho.
Apretaba mis labios, hipando tenuemente, debía calmarme, debía hacerlo, tenia que mostrarle un sonrisa a ella, de apoyo, de afecto, no sabia que decir ante lo que me confeso Alein, tal vez que fui obvia, tal vez que no pude decirle a Maribel, cuanto la necesitaba, cuando me hervía la sangre al verla feliz con alguien que no fuera yo.
Porque yo quería su atención.
Porque mi amor también era egoísta, porque aunque no pudiera expresarlo en palabras cada acción que tenia con ella mostraba eso.
De lo que se hizo mi amor, de su luz, de su fe, de sus sueños, de todo lo que ella hacia por mi y que con recelo guardaba mi corazón.
Quería pensar que éramos unas crías, que el hecho de casarnos estaba lejos, que mi pesadilla de verla ir lejos de mi no era posible.
Pero lo único que fragmento eso fue la verdad.
Su amable y dulce verdad que no podía romper.
Salí como pude de ahí, le pedí a Alein que me alejara si veía que no podría soportarlo más, intente ser fuerte, por lo que quedaba de mi, por mi aprecio hacia ella, al regresar vi que me buscaba con la mirada, esperaba que mis ojos no estuviesen rojos e hinchados, había hecho lo posible para aguantar llanto y el nudo no se iba de mi garganta, a penas y podía mencionar palabras, Alein me miraba de reojo, Maribel se acerco a mi esquivando saludos de ahora amigos que también habían venido a verla.
-pensé que estabas bien-me dijo molesta mirando mi rostro, Rei con suavidad para calmarla.
-si lo estoy…te dije que fue la emoción del momento, no puedo creer que te cases-suspire viendo que trataba de acercarse más a mi aun así retrocedí.
-es solo que…, me sorprendió como pasa el tiempo, hace 4 años creíamos que no sucedería y ahora…-tome sus manos con cariño, me miro un tanto sorprendida, vi su anillo, Allen me gano.
El si podía quererla.
El si podía gritar a los cuatro vientos que la amaba.
Yo…, yo no.
-estoy feliz al saber que al fin encontraste a ese alguien especial-agache levemente la mirada, sorprendiéndola más, a ella, a mi misma, vi la sombra de un chico a nuestro alrededor, me separe de ella con suavidad.
-ve…tienes que atender a tus invitados-sonreí como pude.
Mostrando una sonrisa falsa que solo delata todo lo que tengo guardado.
Mentiría si dijera que sin ti mi vida sigue igual.
Que te eh olvidado y que no me afecta verte con alguien más, alguien que no soy yo.
Es tan solo un engaño mío, un engaño que no le sirve para nada a mi corazón.
Veo que ella se aleja de mi aun un poco desconfiada, al verla charlar y distraerse con los demás me alejo, esto ah sido suficiente para mí.
Voy saliendo cuando siento el agarre de Alein en mi muñeca, aprieto mis ojos al sentir ese ardor que quiere brotar…y como ese nudo trata de zafarse, de gritar con fuerza y ahogarme en esta tristeza que me quiere carcomer en vida, que me está matando…abro mis ojos apenas un poco notando que ya están humedecidos, suspiro apenas tratando de controlar mi respiración para no llorar.
-¿Qué sucede?-dije aun sin regresar a verla, no quiero que me vean de ese modo, tan, tan débil.
-Anna…dime la verdad que sucede-esa voz, temblé un poco secándome los ojos un poco, no , no puedo llorar, no ahora.
-Maribel…-ladeo el rostro hacia ella, sonrió apenas-no..no pensé que me seguirías-casi tartamudee, ella me miro con ese deje de preocupación impregnado en los ojos.
-vamos…no me quería quedar mucho tiempo aquí-me jalo de la mano hacia su auto, agache la mirada hasta llegar allí-entra-abrió el carro, me quede parada mirándola nerviosa-tus invitados…-susurre.
-pueden esperar-me senté de copiloto a su lado, no sabía qué hacer con exactitud, miraba la ventana para tratar de no delatarme ante ella, aun así…en el reflejo del vidrio…podían ver las lagrimas de mis ojos al caer…
Llegamos a un parque…como estaba un poco lejos me quede un rato dormida hasta que sentí su agarre moviéndome un poco.
-Anna, despierta, ya llegamos…-susurro suave, le mire un poco adormilada, hacia frio afuera, ella me extendió una chaqueta que tome rápidamente-vamos…sal, te gustara-sonrió.
Asentí tomándola de la mano, tenía la mirada clavada al piso, no sabía ni siquiera que debía pensar, aun no puedo ni entenderme, mucho menos comprender cuánto va a cambiar mi vida, ¿por qué no fui valiente?, ¡¡¿Por qué no pude dejar eso a un lado?!
Mire a mi alrededor, un lugar bellamente frio, en el piso había pequeños rastro de nieve, la luz tenue le daba una vista hermosa al estanque…y allí alrededor de él los hermosos arboles primavera, enmudecí al saber en dónde estábamos, una fina línea, tímida, se acomodo en mis labios, suave.
Maribel me miro por unos momentos-¿te gusta?-sus ojos centellaron con los míos, ladee el rostro, no, aun no puedo verla a los ojos, apreté mis puños un poco y asentí.
Quédate un momento aquí
no mires hacia mi
que no podré aguantar
si clavas tu mirada
que me hiela el cuerpo
me a pasado antes
que no puedo hablar
Nos sentamos en un lugar bajo aquellos arboles, alzaba mi vista viendo como caían pocos pétalos por mi cabello, mi mirada se perdió por unos instantes.
-¿ahora si me dirás…?-me tomo del mentón haciendo que la mirara, trataba de esquivarle la mirada pero no me lo permitió-mírame…, no te pido mucho-acerco su rostro al mío su frente se rozo con la mía, su aliento cálido estaba sobre mis labios, sus ojos me traspasaban tanto, el sentirme así, el estar de este modo con ella, ¿Por qué tiene que ser tan doloroso?....tal vez porque fui cobarde, eso nunca se quitara de mi cabeza, que no fui capaz de decir esas palabras.
Tal vez pienses que estoy loco
y es verdad un poco
tengo que aceptar
pero si no te explico
lo que siento dentro
no vas a entender
cuando me veas llorar.
-te dije que no es nada…-mencione en baja voz cerrando mis ojos, sentí que se alejaba de mi, le mire confusa, ella observo las flores.
Me quede callada solo pensando eso, que tal vez…aunque sea podría mencionárselo, decir un te quiero que nada me daba y nada me quitaba pero…no era así, esas palabras que con fuego solo querían salir, que no podía decir, que con tristeza se aglomeraban como gritos, que no quería alejarla de mi, que ella no me quisiera, mis ojos se humedecieron, me odiaba por llorar con aquella maldita facilidad, pero eso era lo que merecía.
Solo una cobarde
Nunca me sentí tan solo
como cuando ayer
de pronto lo entendí
mientras callaba
la vida me dijo a gritos
que nunca te tuve y nunca te perdí
y me explicaba que
el amor es una cosa
que se da de pronto
en forma natural
lleno de fuego
si lo fuerzas se marchita
sin tener principio
llega a su final.
.
-sabes…-oí su voz-quería traer a Allen aquí…-las suaves gotas se escurrieron por mis ojos repasaron mis mejillas, los apreté, no quiero oírlo, no quiero…
-pensé que este era nuestro lugar especial-dije, casi distante y fría, pero ella no lo noto.
-¿eh?....lo sé…pero, quería mostrárselo a él, quería que el también viera lo hermoso que era…, estar así-me quito unos pétalos de la cabeza, no, eso no era lo que quería, y esas palabras, esas estúpidas palabras.
-si…supongo-sonreí falsamente, era solo eso, una máscara que le quería mostrar.
Nunca le pude dar mi amor, no pude demostrárselo, no le di un inicio a nada, porque para ella siempre fui su amiga, nada más que eso, como pude ser tan ciega, como pude…creer que ella lo notaria, si no lo decía, si no tenía ese coraje para decirle que la amaba, no se ni siquiera de qué diablos estoy llorando, ella nunca fue mía, nunca la perdí.
Tal vez porque me conformaba con esa masoquista muestra de cariño.
Ahora tal vez lo puedas entender
que si me tocas se quema mi piel
ahora tal vez lo puedas entender
y no te vuelvas si no quieres ver
-sabes…quiero recordar esto siempre, cuando tenga una familia quisiera decirle que aquí era el lugar en el que molestaba a una de mis mejores amigas-rio, le sostuve la mirada unos momentos, ella se sobresalto viendo las lagrimas en mis ojos.
-¡¿…?!-su expresión cambio, no podía comprenderme, la abrace contra mi cuerpo escondiendo mi rostro, sabía que mis lagrimas la confundían, pero no podía permitirle que sintiera mi dolor.
-te quiero…te…-amo, una palabra que no saldría nunca, nunca sin sonar desgarradora.
-¡¿Qué sucede?! , ¡¡Anna, Anna, mírame!!-trataba de alejarme de ella al ver mi estado pero no se lo permití.
-sabes...me sentiré feliz de verte casada, porque sabré que tendrás la sonrisa pintada en el rostro…y…y…-ya no pude mas, solloce contra su cuello apretando los ojos, sus manos me acariciaron la espalda, suavemente de forma cálida.
-quiero que seas feliz…quiero verte feliz…yo…ngh…-sollozaba mas audiblemente.
-¿Qué te sucede…Anna…?no me preocupes así…por favor…no quiero verte llorar-me apretó tan fuerte, y el sentir suave de su respirar en mi cabello, no quiero que esto acabe, pero se que no es eterno…
Que lloro por ti
que lloro sin ti
que ya lo entendí
que no eres para mí
y lloro
-te quiero…y quiero verte feliz…, ya te dije…que…-me separe de ella aun cohibida, sus manos acariciaron mis mejillas, alce la vista-…es solo la emoción, aun no puedo creer que te cases, eso es todo…-mi sonrisa no le dio esa confianza, sabía que se lo estaba diciendo todo en esas palabras pero que no lo entendería.
¿Por qué espere tanto?¿por que espere a perderte para poder decirte algo como eso?
-eres una de las personas más importantes en mi vida, aun no puedo creer que vayas a completar tu vida así…pero sé que si él es el indicado tu serás feliz, cuando tengas una hijo…o una hija me sentiré alegre de saber que le dirás las idioteces que hacíamos de pequeñas…-reí, ella me miro cálidamente, acariciando mi rostro-se que serás feliz estando con el…así que..-le tome del rostro con cuidado besándole la mejilla-te deseo la mejor de las suertes…te quiero-esas palabras que no entenderías del modo que yo quisiera, sonreíste nostálgica.
-bien…gracias…pero sabes…-me levanto la mirada-no quiero que me digas eso con los ojos empapados en lagrimas…por favor…no sientas que te voy a abandonar así…,ni que me fuera a ir lejos de ti o de nuestras amigas, las seguiré viendo…-sonrió.
Agache un poco la mirada-lo sé…pero no será lo mismo, sabes…un matrimonio necesita de tiempo, Allen y tu deberán saber tomárselo…-
Frunció su seño ante mi comentario-si…eso lo tengo en cuenta pero no pienses de ese modo, no cambiare, te lo prometo…-su mano se poso sobre la mía, sus dedos se deslizaron sobre los míos hasta estar entre lazados.
-eso espero…-sonreí limpiando mis ojos, un frio viento soplo helándome la piel.
Alzamos la vista, tal parecía que iba a llover.
-creo que deberíamos irnos-asentí siguiéndola, viendo nuestro agarre, como quisiera detener el tiempo, como lo anhelo.
Al llegar a mi departamento Salí lo más rápido que pude de su auto pero ella me tomo de la mano, le regrese serenamente la mirada.
-prométeme que no lloraras…-susurro, le bese la frente con cuidado.
-te lo prometo-
Al cruzar la puerta de mi cuarto, al estar allí, sola, sentí que podía hacerlo, sentí que toda ese dolor se podía ir, que los temblores de mi cuerpo solo me hicieron arrodillarme en el piso cubriéndome el rostro, me sentía tan sola, tan desesperada, porque ese amor me lastimaba, deje que se me clavara cuando no lo deje ir, cuando no supe darle un alto a esos sentimientos y me sumergí más hondamente en ellos.
Nunca me sentí tan solo
como cuando ayer
de pronto lo entendí
mientras callaba
la vida me dijo a gritos
que nunca te tuve y nunca te perdí
y me explicaba que
el amor es una cosa
que se da de pronto
en forma natural
lleno de fuego
si lo fuerzas se marchita
sin tener principio
llega a su final.
Y apenas comprendía que jamás seria, que yo no era la que su corazón escogió.
-te amo..ngh…te amo hng…-sollozaba fuertemente, las lagrimas no pararían, no hasta que me quedase dormida, porque recién entendía que te deje partir, que no eras para mí.
Y me aborrecía a mí y la madre de los miedos que era la cobardía, el no saber qué decir, el estar ahí y no poder abrir la boca y decir lo mucho que te necesitaba, que quería tus miradas, tus brazos y tu calor como una entrega solo para mi, solo para cuidar mis sentimientos, mis necesidades.
Ahora tal vez lo puedas entender
que si me tocas se quema mi piel
ahora tal vez lo puedas entender
y no te vuelvas si no quieres ver.
-uhnn…ahn…-me pare temblorosa hasta llegar a la cama, abrazaba con fuerza las sabanas mientras hundía mi rostro en las almohadas-no me dejes por…uhn…favor…Maribel..ngh…-
-Maribel..uhn…-solo tengo los recuerdos que con el tiempo se borraran de mi memoria.
Que lloro por ti
que lloro sin ti
que ya lo entendí
que no eres para mí
y lloro…
N. Alein.
-Bien…-salió de su consultorio revisando los nombres en la lista-la siguiente por favor…señorita…¡¿Anna?!-alce la vista notando a Anna enfrente mío, con su turno a la mano y las indicaciones del médico general.
-¿Qué haces aquí…?-le mire confusa, ella me sonrió apenas-Hola…, Susan quería que me hiciera revisar, creo que te lo menciono…-asentí-claro, claro, pasa…-me hice a un lado, cerré la puerta y le hice acomodarse en el haciendo frente a mi escritorio.
-revisemos…-tome los exámenes de sangre, también unas cuantas anotaciones del médico general, mire curiosamente las hojas, mnn...al parecer había algo curioso en estas, demasiado curioso.
-mnn…¿has pensado darle hermanitos a Eli…?-murmure, viendo el visto positivo en el examen de sangre, junto a la descripción de síntomas en la del médico, sus mejillas se colorearon ante mi comentario, así que era cierto…
N. Maribel.
-Bien…¿me dirás que te sucede?-murmuro mi hermana viéndome con seriedad mientras Estefanía nos servía la comida, me quede callada pensando en otras cosas a lo que sentí que le lanzaba un trozo de pan a la cara.
-dime….-me miro directamente.
-¿Qué rayos quieres saber?-le dije mal humorada, limpiándome la cara-y no, no lances la comida…no está para despreciarse Vanesa-
-¡bien!-dijo molesta haciendo el plato a un lado, frunci la entre ceja nuevamente, ¿Qué se creía…?
-te lo diré si comes…así que por favor…sírvete-dije lenta y fríamente viendo un ligero temblor de nervios en ella.
-tch…sabes…-se puso de buena forma en la mesa, tomando la cuchara nuevamente para comer-a veces suenas como papá….-tembló nuevamente.
-eso es bueno-aclare.
-¡no!-negó reiteradamente con la cabeza -es…aterrador-dijo con voz fúnebre a lo que reí ante eso, ella me sonrió.
-¿me dirás?-volvió a preguntar pero ya más calmada, asentí un poco, lo más seguro era que se molestaría por el tema de conversación.
-más tarde, ahora..-señale-come-dije, ya me iban al servir el plato fuerte, estaba realmente cansada, no tiene ganas de ir a trabajar, por hoy…, apenas y hace unos días había besado a Anna y eso no se me quitaba de la cabeza, tal vez no fue buena idea el hecho de precipitarme hacia ella, tratar de exigirle, ella también estaba abstraída por los nervios, suspire un poco viendo mi celular un momento, tendría una cita de negocios así que no podría faltar.
Vanesa movió su cuchara un momento en la sopa, levante una ceja interrogándola-y ¿Cómo está Kay?-me pregunto, observándome unos minutos, suspire de lado.
-no la eh visto…no se a que viene esa pregunta-susurre sin tomarle mucha importancia.
-deberías…agradecerle, la otra vez vino a traerte ebria…-menciono casi reprochándome.
-mira, reconozco que tengo que agradecerle por eso pero por nada más, no quisiera verla…de nuevo-
-¡¿se han visto?!-me grito alarmada de polo a polo en la mesa, Estefanía casi suelta nerviosa el plato de comida, debía admitir que tiene un silbido potente de voz.
Me tape los oídos apenas-pues…si, hace poco…-mencione ayudando a Estefanía con los platos-¿estás bien?-pregunte, ella asintió sirviendo correctamente la comida.
Se acerco a mí con sutileza-¿ya arreglo su situación..?-me susurro, negué levemente.
-luego te lo dijo…no eh tenido tiempo para contártelo-Vanesa nos miraba curiosa.
-¿y qué tal la universidad?-dijo alzando la voz llamando su atención.
-¿ah…?...pues…-ríe nerviosa a lo que yo suspire-¿Qué sucedió?-ella inflo sus mejillas haciendo pucheros.
-si tu no me dices tus cosas…yo tampoco debe...-antes de que continúe niego con la cabeza.
-tienes que decírmelo-exigí-mamá no hubiera querido que estuvieras mal…recuérdalo por favor-su semblante cambio a una triste.
-Vanesa…no me ocultes nada por favor-volví a replicar inquietada.
-no…no lo hare…-asintió-me ah ido bien…aunque…-parecía un poco desilusionada, debía suponer que si no era por estudio tenía que ser por otra razón…
-¿y tu novio?-al decir eso se sonrojo un poco, aunque tenía el mismo semblante molesto en ese momento.
-…se fue hace una semana a unos cursos, no eh hablado con él, peleamos la ultima vez lo que lo vi…-
-¿Qué sucedió…?-nos sirvieron la comida a lo que vi sus ojos iluminarse, estaba igual de hambrienta que yo en ese momento.
-espero que les agrade-intervino la voz de Estefanía-es Filete de res con salsa de cebollas caramelizada y Jamaica-sonrió, nos quedamos embobadas viendo la comida, oí la risa de Estefanía-sírvanse-asentimos a la misma vez, dejamos ese tema para ultimo cuando ya tuviéramos el delicioso postre de Tiramisú en las manos.
-¿y bien…?-mencione mirándola mientras probaba de aquella delicia de postre.
-mnn…-agacho un poco la mirada-discutimos por tonterías…-
-¿Qué tipo de ‘tonterías’?-quise saber a fondo, por ese semblante no tenía muy buena espina de la situación.
-…le vi con otra chica en la facultad…y-apoyo su cabeza a la mesa-me puse molesta por eso, discutimos…y aunque sé que no paso nada me sentí…insegura-bendita palabra, pensé apoyando los codos en la mesa al terminar de comer.
-es normal…son jóvenes, no tendría que preocuparse por eso-sus ojos me miraron con tristeza, eso me hizo pensar lo peor.
-lo sé pero… ¡ash!, ya no quiero hablar de eso-negó con la cabeza ladeando el rostro, hizo un mohín con los labios, reí por lo bajo.
-anda…dímelo, creo que te sentirás mas tranquila si por lo menos te desahogas conmigo-una pequeña sonrisa asomo en sus labios.
-gracias hermana-me dice, se que tal vez a veces no podemos decirnos todo pero…siempre tratare de ayudarla cuando este en problemas, quiero saber darle el consuelo y la ayuda que ya no podrá tener por parte de mi madre, se que ella lo quería así.
-bueno…pues…-
N. Anna.
-de-debes estar bromeando-tartamudee confusa mirándola, no…eso no…, me quede atónita esperando alguna expresión suya que me contradijera.
-estas embarazada Anna-me corta con seriedad, mirándome penetrantemente.
-¡¡no me vengas con eso Alein!!-le dijo ya exasperada sin verla inmutarse, eso…eso me aterra.
-¿mentiría?-pronuncio fríamente, la mire perpleja-tu ya deberías saberlo…puedes concebir bebés por parte de un hombre o de una mujer, Susan debe sentirse dichos..-le corte la palabra cuando me pare abruptamente de la silla.
-¡eso lo sé a la perfección!-le mire con rabia contenida apretando mis labios temblorosos-lo que odio…es que me mientas así…yo nunca…-
-¿nunca?, ¡ja!, por Dios Anna…has estado con ella por cinco años, no me vengas con el cuentecito de que nunca habéis follado que yo no te lo creo-mis mejillas se encendieron cuando ella dije aquello.
-es que yo…es que yo n-nunca…-la voz se me quebró súbitamente, agache la mirada sin entender porque demonios me sentía así.-no sé porque rayos tengo esos síntomas pero…pero…-la voz se me atrancaba vilmente sin poder decir con claridad lo que deseaba.
-¿Qué?-me dijo con sarcasmo mientras se cruzaba de brazos-no me digas que te has mantenido fiel a Maribel por todo este tiempo…-dudo en decir.
Levante la mirada mirándola fríamente-eso a ti no te importa…-
-¿en serio?-se levanto-bien, entonces felicidades, será niña…-me miro molesta.
-¡¡Con un demonio Alein y si te lo dijera a ti te vale un carajo porque no me crees….que…que..yo…!!-las lagrimas se resbalaron sin medirlo, me las limpie con ira.
-que….eh sido una idiota al no poder olvidar a la madre…de mi hija…-solloce-que por ella no le eh dado ni una oportunidad a…Susan…que….-mi corazón palpito al decir aquello en medio de mis quejidos-que no sé como…demonios salió positivo…yo no eh estado con Susan….con nadie…por..que..-
-Anna…dime la verdad…, Susan, ¿te ah irrespetado?-me observo con una mirada un tanto extraña, alegre, como si en mis palabras hubiera notado algo más, como si en ellas hubiera encontrado lo que deseaba.
-no es una pervertida ni mucho menos…., nunca lo haría…-le dije seria.
-¿entonces?-levanto los documentos en sus manos.
-¡te dijo que no se…!-
-¡bien, bien!, solo una cosa más…-se acerco a mi rostro al punto de que si una de las dos cedíamos al paso de la maldita gravedad o nos caíamos al piso o terminábamos besándonos…por lo cual preferiría caerme de bruces al piso.
-no creo…que hayas respetado la memoria de Maribel por Eli…eso no me cuadra-me miro suspicaz-¿la sigues amando verdad?-le miro tan penetrantemente que solo sentí que el alma se me iba al piso con esa pregunta, sentía mi cara arder y mis pupilas temblorosas.
-yo…yo…la amo-
Aquellas palabras solo cruzaron mi mente, oyendo el murmullo de una voz suave que poseía en antaño.
N. Alein.
Podría jurar que sudaba frio…, cuando mi pregunta se lanzo al aire como una bala a su pecho vi sus pupilas temblar y ese color intenso surcar sus mejillas, en sus ojos…opacados por esa niebla que nadie podía separar pude ver algo reflejado en ellos, una tenue luz, una cálida y bella luz que no veía en años…, la misma que vi tantos años…y percibía en silencio, en ese agradable tiempo en el cual solo los sentimientos puros se reflejaban, en estos ojos aun puedo verlo, al igual que la vi destrozada hace años, como si nunca fuera a desaparecer.
Verdad, amor…dos cosas tan sinceras en un corazón, cosas que no se pueden ocultar para nadie.
-Bien-sonreí, tome los documentos observándolos nuevamente-¡Felicidades Anna, no estás embarazada!-