Narra Maribel.
Cada día que mi corazón llora nace una flor de esperanza, pierdo y gano algo a la vez, es tan incomprensible para mí…, han pasado muchos años y aun así no me logro acostumbrar a tu ausencia Anna, por mucho que el orgullo me siegue, es inevitable que yo aun…, me miro en el espejo por un momento, mis ojos brillan de manera diferente, no tiene caso volver a pensar en eso.
-¡oh Dios, miren es Maribel Serrat!-grita una reportera mientras la pelinegra sale de una limosina, todas las cámaras apuntan hacia ella, miles de flashes se disparan, su presencia impone respeto y la vez deja ante la vista su hermosa belleza, solo comparable al de una diosa, traía consigo unas gafas negras para que el flash de las cámaras no lastimara sus ojos, se los quito al ver que todos esperaban tomarle una foto, traía un vestido que delineaba su bien formada figura, su cintura y su cadera, se le veía simplemente bella, era una figura con torneante que incitaba a cualquiera, el elegante vestido era de color azul zafiro, el vestido era de un modelo muy hermoso, tenia el hombro derecho cubierto por parte del vestido que caía desde allí, su escote era en V mientras que su otro hombro estaba descubierto, se podía apreciar todo su cuerpo, caminaba a paso firme con los tacos color plata que tenia, su cabello se encontraba con unos finos rizos que caían por su hombro derecho mientras que un corto flequillo jugueteaba en su frente, sonrió falsamente, como siempre, pensó mientras se dejaba tomar las fotos al pasar hasta la entrada.
-¡hoy a sido una sorpresa que usted fuera la organizadora de este evento!, ¡¿Cómo se siente?!-le cuestiono una periodista.
- feliz pues es un honor realmente al tener tantas empresas hoteleras bajo mi cuidado –sus labios delineaban una sonrisa carismática, ese color rosa pálido de sus labios tan suaves y carnosos eran envidiables ante la vista de la bola de personas que se sonrojaban al tenerla tan cerca.
-¿Por qué no quiso avisar nada sobre ser la patrocinadora del evento?-la reportera se quedo anonada viendo el color de ojos de Maribel, grises puros y preciosos, sus ojos tenían una sombra del mismo color de su vestido con un poco de plateado y dorado luminoso que le hacia ver espectacular.
-por el recato querida – no dijo más, le dio una sonrisa un poco seductora y se fue mientras posaba para las diversas cámaras.
Richard otra vez la hiso ser la diva de la noche, al entrar al lugar todos le aplaudieron de pie y ella camino mientras Maria se posicionaba a su lado, traía un vestido mas materno de color purpura, se veía encantadora, pensó Maribel.
Realmente la maternidad a algunas personas les sienta de Maravilla, no se si a mi me hubiera sentado, me paso una mano por el cabello, mis ojos se mantienen entre abiertos viendo a toda la gente a mi alrededor, aunque no quisiera estar ahí lastimosamente yo era la organizadora y no podía ausentarme.
-¡buenas noches señorita Serrat!-
-buenas, ¿Por qué ya no me llamas señora?-le cuestiono mientras pasaba a lado de muchos caballero que le miraban con cortesía y ella de igual modo.
-por que le tengo una excelente noticia, ¡Allen acaba de firmar el divorcio!-Maribel detuvo su andar completamente sorprendida, ¿era eso cierto?, la miro como sin poder creerlo.
-¡claro, mire!-le extendió una tablet que siempre portaba cuando estaba alado de su jefa.
Me quede helada, no sabia que decir, creí que eso era una mentira pero era verdad, ya no estaba con el, el había cedido, me había dado la libertad que tanto añoraba, ya no soy su esposa.( quiero aclarar que cuando ella se caso solo lo hizo por el civil, no por el eclesiástico).
Quise gritar de alegría pero me controle pues no seria correcto que mis invitados me vieran de esa manera.
-gracias- le extendió la tablet a su secretaria la cual estaba feliz por su jefa, Maria vio una sonrisa extraña en Maribel.
-¿sucede algo mi señora?- y luego de ello solo vio como Maribel reía suavemente mientras le decía.
-hoy a sido un buen día, eso es todo-su sonrisa seria volvió y camino por todo el lugar, las decoraciones, las mesas, las luces, las presentaciones, todo saldría de lo mejor.
Extrañamente tengo el presentimiento de que algo me sucederá, pero no es lo de siempre, no es algo malo, ahora es algo…cálido, bueno, no lo puedo explicar, es solo un pre sentimiento.
Narra Anna.
Para mi tercer trabajo tengo que hacer mi mejor presentación, las chicas decidieron ayudarme, ¡hasta me consiguieron una limusina!, las regaño al saber eso, no es necesario que llegue en semejante carrocería, ellas me miran y dicen.
-es como una manera de que inicies tu trabajo de manera espectacular-dicen remarcando la ultima palabra, yo rio con resignación.
-apenas tenga trabajo y me paguen les daré el dinero de la luminosa- Carmen niega efusivamente con la cabeza.
-¡no es necesario, tómalo como un regalo!-se que no es solo por mi, mi pequeña niña siempre a querido ir en ese tipo de auto, dice que son para las estrellas, la miro con cariño, se esconde en mis faldas aun cohibida por la energía de mis amigas, estas la miran con cariño, Samanta le extiende los brazos para a marcarla y yo le doy un suave empujoncito-anda mi amor, no pasa nada-
-¿segura mami?-dice viendo aun con cuidado a las que serán sus cuidadoras esa noche, Susan a salido a su turno en el hospital por lo cual les pedí que cuidaran de mi hija solo por esta noche.
-si, parecen loquitas pero son buenas-le acaricio el cabello.
-¡oye!-oigo sus quejas y mi pequeña se asoma mas donde ellas, las inspecciona de pie a cabeza.
-¿recuerdas sus nombres?-dijo mientras me coloco un collar de diamantes.
-tía Carmen, tía Samanta, tía Alein, tía Alejandra…-toma un gran respiro y continua-tía Isabel y tía Lorena-dice moviendo sus pies alegremente mientras sonríe con dulzura, todos se quedan mirándola con cariño por su hermosa expresión.
-woo, ni yo recuerdo el nombre de estas estúpidas y la niña si-dice Alein recibiendo un codazo de Isabel que le mira con reproche.
-¡no le enseñes malas palabras a la niña!-Alein la miro con altanería y se acerco a mi hija sin que yo me diera cuenta.
-di puta, puta, puta, puta-todas le quieren caer a coscorrones y mi niña no la imita, me toma de la mano y pregunta.
-¿Qué es puta mami?-yo las regreso a ver como perro enjaulado mientras todas ellas se apartan y señalan a Alein que me pide piedad con la mirada.
-yo no le enseñe eso-niega un poco aterrada por mi mirada.
-no sean mal habladas, no quiero que mi hija aprenda de eso-
-ahh…como si tu no hubieras soltado un insulto jamás-la miro mas enojada y tiembla de pavor, al hacerme madre me a salido una cara que ni yo conocía, fiera enjaulada a la que le quitan sus crías, hasta Susan se aterra de la mirada que pongo cuando me enojo si le hacen o le enseñan algo mal a Eli, me acomodo el cabello un poco y las regreso a ver.
-¿Cómo estoy?-se quedan con la boca abierta y luego dicen…
-¡pero si estas una chulada….!-
-¡mamacita!-dice Alein en tono molestan y juguetón, yo me sonrojo y le recrimino con la mirada.
-¿Qué es mamacita mami?-me mira con curiosidad mi pequeña, no le respondo.
-veras pequeña mamacita es una persona que….-antes de que Alein siga queriendo ensuciar la mente de mi hija le tapo la boca y dijo.
-mañana te lo explico amor, ¿Cómo me veo?-la mirada gris de mi hija se fija en mi rostro.
-¡bonita, estas como mi muñeca barbie!-
- muñeca puta-dice Alein, se que lo dijo para molestar en son de broma, yo me cubro el rostro de la vergüenza, arruino lo que hubiera sido un bonito recuerdo, me pregunto a quien se le pego ese vocabulario, Lorena le mira enfadada y al igual que Isabel le da otro codazo sacándole el aire y dejándola medio ahogada.
-cof, cof-se queja, con suerte mi hija no la oyó, todas hemos cambiado tanto, y aunque algunas hayamos tenido cambios drásticos aun puedo ver en los ojos de ellas a las amigas de tantos años atrás, hubiera querido estar a su lado pero eso no fue posible.
-bien hermosa doncella, su carruaje la espera…-dice Alein y Lorena.
-gracias por todo y también por cuidar a Eli, no le den muchos dulces en la noche que luego no duerme y si no duerme necesita de….-
-ya, ya, ya…ni que fuéramos malas niñeras…-dice empujándome Carmen con esa sonrisa de dientes blancos tan de ella.
-¡pero por si acaso…!-
-¡no te preocupes, si pasa algo te llamamos!-nos dirigimos a la limusina y ellas me acompañan, Eli ve fascinaba al interior del auto, yo veo por la ventana perdiéndome en la vista de la ciudad que a esas horas ya esta iluminada, todas están felices, yo igual, llegamos a un cruce y hay un filón de carros que no se mueven por el transito, suspiro y las miro un poco inquietada.
-ya debo estar ahí…-
-mejor relájate pues parece que se tardaran-señalo enfrente, abrí un poco la ventana y asome la cabeza viendo que había un choque.
Narra Maribel.
-Señorita Serrat-me llamo mi secretaria-¿hum?-
-los accionistas ya esperan su discurso, la mayoría de invitados esta presente-dijo mientras miraba por el rabillo del ojo a los hombres que se encontraban en una esquina.
-de acuerdo, iniciemos esta farsa-la verdad es que me empezaba a cansar por estar ahí, odiaba oír las bulliciosas risas de la gente a mi alrededor y el olor a tabaco que emanaban los cigarrillos.
-no debería decir eso tan a la ligera…-me miro con severidad y luego cuando un mesero paso a su lado con unos bocadillos me perdió la atención, mire graciosamente esa escena.
-¿antojos eh?-le miro con diversión mientras bebía una copa de vino tinto. Maria enrojeció y tocio diciendo.
-es algo muy natural-se defendió.
-mnnn, ¿ y como esta su esposo?-empezó a caminar al escenario.
-muy bien-sonrió enamoradizamente, este tipo de sonrisa jamás volvería a mi rostro, ella tenia tanta suerte, era envidiable.
Llegue al escenario y di la bienvenida.
-buenas noches, damas y caballeros, es un honor para mi recibirlos en este agradable encuentro, como ustedes ya saben en este día lo que revisaremos estará ampliado a las finanzas por lo cual nuevas propuestas innovadoras será puestas a prueba debido a un…-
Narra Anna.
Llegamos después de una hora….si pudiera me arrancaría la cabeza de la vergüenza, ¡una hora!, ese estúpido choque atraso a casi a la mitad de la ciudad, y para dar el colmo ni siquiera había sido nada de gravedad, era una discusión sin sentido que se daba entre dos primates que no querían ceder a quien les pagaría el auto dañado, malditos…, pensó exasperada.
Llegaron y grande fue su sorpresa al ver que a esa hora estaban arribando algunos invitados, seguramente también se retrasaron.
-bueno creo que yo ya me quedo-sus amigas jugaban con Eli un juego de manos cual niñas pequeñas.
-chau mami, suerte-dijo mi hija dándome un suave piquito en la mejilla.
-¡cuídate y no te preocupes que Elizabeth estará de maravilla con nosotras!-dijo Lorena.
-eso espero…-dije acariciando la mejilla de mi hija.
-duerme temprano, ¿si?-
-si mami, lo prometo-
-vete mujer que se te hace mas tarde-dijo Carmen poniendo en su regazo a mi niña.
-pobre de ustedes que no la cuiden…-advirtió y luego volvió a sonreír con cariño-porque dudo que me quieran conocer molesta, ¿verdad?-dijo mandándole una mirada significante a Alein que palideció y rio nerviosa mirando a otro lado.
-claro, claro anda ya-
Al bajar de el transporte en que llegamos, miles de cámaras se pusieron encima de mi, casi me voy para atrás de la impresión, no creí que fueran a recibir de semejante manera a los invitados.
Camino con porte y elegancia siendo captada por la prensa que enseguida se pregunto quien era tan bella joven, parecía una modelo decían unos mientras que otros enseguida notaron a la joven y sin duda sacaron su celular buscando a alguien con semejante parecido
-¡tómale una foto enseguida, es Anna Arcain Hildegart!-todos parecían pasmados al oír su nombre, en el país en el que ella estaba era conocido por otro nombre, por la cual no la reconocieron con mucha claridad, pero después de que uno de los reporteros le tomara una foto y la subiera a internet salió varios datos de esa emblemática mujer, era una de las mas reconocidas empresarias que trabajo en proyectos ingeniosos e innovadores en argentina llegando a ser reconocida mucho por ese país, graduada con la mayor puntuación de la universidad central de argentina y siendo una de las que impulso la iniciación del mejor complejo hotelero en el mar de la plata, Elizabeth, así se llamaba una de las grandes obras en las cuales trabajo llagando a ser la mas prometedora de estos tiempos.
-¡señorita Arcain, por favor una foto!-
-¡¿Qué hace aquí la señorita Arcain?!-las preguntas y los flashes parecían quererme jugar una mala pasada aun así reaccione favorablemente.
No dejaban de tomarle fotos y de murmurar entre la gente lo bella que era, su vestido era uno que apretaba su cintura y caía de manera elegante por sus piernas, el color de aquella prenda era de un rojo llamativo y precioso, se podía apreciar las incrustaciones de diamantes de esa prenda, el escote que tenia dejaba a muchos con corta imaginación, no estaba vestida vulgarmente aun así imponía sensualidad por todos lados donde miraran, muchos de los presentes le vieron las piernas y su bien formado…, bueno, ya se deben imaginar que, no podían creer que lo dirían, pero era igual de bella que Maribel Serrat o tal vez mas, la manera de su caminar parecía dejar en las nubes a las chicas y chicos que la miraban, su maquillaje era de unos hermosos ojos ahumados, su estilizada figura provocaba mas de una incitante mirada por parte de los hombres, sus labios se curvaban en una sonrisa delicada y fina, sus labios eran simplemente deseables para cualquiera que los viera.
-¡¿señorita Arcain responda?!-
-¡¿Qué proyectos nuevos tiene?!, ¡¿Por qué decidió dejar argentina?!, ¡¿Cuáles son sus nuevos proyectos?!-regreso la mirada fastidiada, ella por mucho que quisiera mantener esa mirada tan calmada que tenia no pudo evitar fruncir la ceja y suspirar sin que nadie lo notara, solamente entre abriendo sus labios.
-bueno, mis proyectos serán presentados esta noche, no les puedo comentar nada de ante mano pero lo que les puedo decir es que son dignos de la representación de las mejores industrias hoteleras como lo fueron en argentina, e regresado porque simplemente e tenido que auspiciar y promover las nuevas entregas financieras del puesto que compartí en argentina con Camile de Brant con la conducción y manejo de las 8 primeras entregas de la cadena hotelera Elizabeth- sonrió con hermosura al pronunciar el nombre de su adorada niña.
-¿algo mas?- dijo con gentileza aunque por dentro estuviera ahorcando a medio mundo por haberla retrasado mas con su presentación.
-¿a pensado con que cadena afiliarse?-negué con la cabeza.
-depende de las propuestas que pongan ellos de su parte, por ahora nada-sonrió con amabilidad despidiéndose e ignorando a los demás que al parecer querían sacarle mas preguntas, no estoy de humor.
-¿ es cierto que usted vive con la doctora Susan Philips?-dijo otra reportera mirándome con fingido encanto, me negué a responder de ello, ellas no tenían que meterse en mi vida privada.
Los flashes siguieron hasta que llego a la puerta, parecía que se habían incrementado al momento en que bajo de la limusina, dio un respiro con alivio al estar dentro, muchas personas empezaron a mirarle, no le quitaban los ojos de encima, una que otra persona le desnudaba con la mirada, cosa que ni le sorprendió ni le molesto, allá en argentina había sido lo mismo, siempre había quien te miraba con recato y siempre quien que poco mas y te violaban con la mirada, pero como no hacerlo con tan deseable cuerpo a la edad de 27 años, parecía no haber envejecido nada en el transcurso del tiempo, bueno con suerte ella y Susan se mantenían, seguramente por la salud que ambas llevaban por la conyugue de la primera.
Espero que le vaya bien en su primera velada, pensó Anna sin regresar a ver a nadie, discretamente se topo los labios, los labios que habían sido besados por Susan.
Muchos hombre se percataron de ese acto tan incitador, me sentía tan inversa en mis pensamientos que ni me di cuenta cuando choque con alguien.
-¿Anna Arcain?-dijo un hombre de edad, la mujer miro bien al hombre sorprendiéndose al ver que era su maestro de la universidad.
-¡buenas noches!, ¿Qué hace usted aquí?-cuestiono realmente sorprendida.
-lo mismo me pregunto de usted, de viaje con mi familia señorita Arcain, recibí la invitación para este evento debido a mi trabajo allá en argentina al igual que usted, ¿verdad?-asentí notablemente feliz.
-claramente Juan Carlos, poniendo en prueba todo lo que usted me enseño, ¿Quién no?-el hombre soltó una carcajada limpia y puso un la mano sobre el hombro de su antigua alumna.
-muchas gracias, a sido placentero verla por acá y si me disculpa voy a ver a mi esposa, espero poder presentarlas mas entrada la noche-dijo manteniendo esa mirada sabia que poseía.
-seria un honor-dije asciendo una reverencia, realmente aquel hombre me enseño todo de el, por eso ahora yo estaba donde estaba.
-¿presentara algún proyecto?-asentí.
-estaré feliz de darle mi visto-me anuncio y se retiro con un ademan de mano.
-gracias-
Narra Maribel.
La mayor parte de la cena y del evento paso con normal parsimonia, quise salirme de ese lugar pero Marie me lo impidió diciendo que como buena anfitriona que era no podía irme así como así.
Me maldije por no negármele, realmente estaba cansada, toda esa noche parecía ser eterna y aburrida, le pedí a Maria que llamara a las personas mas prestigiosas para la presentación de los proyectos, aun así note que algunos de esos proyectos eran mediocres y basura, ninguno capto mi atención en absoluto, la próxima vez reviso quienes son los postulantes, pensé frotándome las sienes, le había encargado eso a Maria y no resulto como lo deseaba aunque también había sido mi falta no revisar quienes vendrían a las presentaciones, aun así los patrocinadores parecían interesados en esos proyectos, vaya…, no tienen ni la mínima idea de que se embaucarán tremendamente con esos mediocres, realmente sus propuestas pasaron de darme asco a pena, no estaban bien preparados para acumular un peso como el de las cadenas hoteleras mas famosas del país en sus hombros, no todos pero si la mayoría.
-bien, el siguiente proyecto es el de la cadena hotelera Elizabeth, esta iniciativa será expuesta por su creadora, Anna Arcain Hildegart…-
-¡¿pero que?!-casi me atranco con el vino, regreso la mirada y mis ojos centellan ante lo que veo, no puede ser, tantos años…y ahora yo…
…Anna…