Narra Maribel.
No….no puede ser verdad, debo estar alucinando, camine torpemente entre los invitados hasta acercarme a ella, no me veía pues estaba exponiendo su propuesta, la detalle con la mirada, Dios no puedo creerlo…, se ve realmente hermosa, deseable, se ve radiante, no puedo dejar de mirarla, aun creo que es una ilusión de mi mente pero es verdad, ella esta ahí, la respiración se me corto de golpe, realmente se ve…, su cuerpo su manera de caminar, su postura y la elegancia en ese andar, ¿es realmente Anna?, ahora que la vuelvo a ver no se que hacer, no se como tengo que reaccionar, las piernas me tiemblan y siento como mis ojos empiezan a picar, ¿acaso voy a llorar?, corro rápidamente a los baños sin que nadie me mire, llego con la respiración acelerada junto con mi corazón, empiezo a reír a carcajadas sin saber el por que, me tomo de la cabeza y rio mas fuerte…., es como una manera de calmarme pero mi risa se quiebra y comienza mi llanto, cierro mis ojos dejando caer las lagrimas, mi corazón duele tanto…
-uh…uhm…-me mantengo sentada en el piso, siento un frio que me rodea tenuemente y sollozo mas, esa soledad me llena, ella esta ahí…y yo no se que hacer, tantas imágenes pasan por mi cabeza…
Ella se fue, ella me dejo…pero fue porque yo no la retuve, porque no supe afrontar mi amor por ella.
-¿amor?-susurro aun con esa angustia en mi pecho que cada vez me hiere más y mas, quebranta mi alma y rompe mi fe, creí que jamás la volvería a ver…fue mi error y por eso la perdí, creí que lo había olvidado y desterrado de mi pecho pero ella era la conciencia viva de mi alma y de mi ser…
Me seco las lagrimas y veo que el maquillaje se me corrió, me acerco a los lavabos y me limpio el rostro con agua, mi cabello se moja y puedo ver mi reflejo en el espejo, me veo lamentable, mirada antes impasible ahora esta turbia….apenas veo a Anna y ya siento que me desmorono ante ella, por ella, necesito hablarle.
Salgo ocultándome un poco pues no quiero que me vean la cara.
Me acerco a Maria con la cabeza gacha.
-¿sucede algo señorita Serrat?-me mira con preocupación y levanto la mirada disimulando inútilmente.
-n…nada-antes de que me diga algo intervengo y le menciono.
-necesito saber…, ¿Qué propuesta te a parecido la mejor en esta noche?-ella calla por un momento y me mira dudosa, Maria sabe que estoy mal aun así decide no picarme con el tema.
-todos son prometedores, uno mejor que otro pero el que llamo mi atención fue el de la señorita Anna Arcain….-y tenia que mencionarla, palidecí por un momento y miraba nerviosa a todas partes, ¿Qué hago?, la mire de lejos, no había imagen mas perfecta que ella pero aun así yo…,¡¿Cómo sucedió esto?!, quiero arrancarme la cabeza me empezaba a dar migraña, 5 años no son algo sencillo, me siento lastimada y se que la herí pero yo…
-Maria-murmuro, ella me mira con atención y mueve su cabeza.
-¿si?-
-quiero que la contrates por un año para ser tu remplazo en el tiempo que estés descansando por el parto, y también quiero que su proyecto sea realizado por nuestra empresa, dale las mejores comodidades para que se vea obligada a firmar el contrato, ¿entiendes?-ella haciendo empezando a anotarlo en su tabled viendo algunos contratos que estaban guardados allí.
-lo que diga-dijo empezando a caminar a la dirección en la que se encontraba Anna.
-espera -Maria me miro con atención- quiero que no le mencione mi nombre y que yo mismo eh mandado por ella, ¿mañana se ira al hospital?-
-si, claro, en estos días ya debo ingresar para mis controles-
-en ese cazo quiero que ella empiece a trabajar desde el lunes a primera hora, debe decirle que la presidenta la espera en su despacho para hablar de las innovaciones del proyecto-camine hacia la salida.
-espero que le vaya bien en el control-
-gracias, no se preocupe yo arreglare todo para que la señorita Arcain trabaje con nosotros-sonrió de medio lado un poco melancolía, quería y necesitaba hablarle, el verle me había caído como un balde de agua fría, no podía permitirme que eso me afectara pero realmente no la e olvidado y se que eso no se puede quedar así.
Narra Anna.
Al terminar la noche llegue rendida a mi casa, todo estaba un poco desordenado, había peluches y juguetes por todas partes, sonreí al ver a Carmen acurrucada en el sofá con Eli encima de ella dormida mientras abrazaba a su peluche de oso blanco, las demás estaban acomodadas en el piso mientras dormían a pierna suelta, las deje ahí, me senté en el sillón y tome con cuidado a mi hija la cual balbuceo dormida, reí suavemente y le quite un suave mechón que le cubría la carita, la atraje a mi pecho y me acomode en el gran mueble, cogí una cobija que estaba a mi lado y me cubrí con mi niña, las pequeñas manitas de Eli se sujetaban a mi cuerpo mientras su rostro se escondía en mi cuello con su suave y pausado respirar cerca de el, le di un suave beso en la frente y dormí con cansancio.
A la mañana siguiente todo fue un ajetreo, era domingo por lo cual me di el lujo de no despertar hasta las 10 de la mañana hasta que los murmullos de mi hija me despertaron, abrí los ojos con pereza apenas y viéndola alado mío acariciándome el cabello con sus manitas mientras me miraba feliz.
-hola mami-
-hola nena-le acaricie la mejilla-ella se ruborizo dulcemente y siguió jugando con mi cabello.
-al parecer la bella durmiente se digna en despertar-dijo Alein mientras comía una tostada y salía de la cocina aun con una toalla que le cubría el cuerpo.
-buenos días-me levante aun con cansancio mientras me estiraba, Alejandra estaba recogiendo los juguetes de Eli, mi niña comía palomitas que al parecer eran de la noche anterior.
-gracias por cuidar a Eli-les dije mientras las ayudaba a limpiar el desastre, a Susan le daría un infarto al ver al casa así.
-¿te dijo algo Anna?-dijo Carmen acercándose a mi.
-¿Qué?-
-¿Cómo la controlas?-miro de reojo a Eli.
-pues…conmigo siempre termina siendo un desastre pero con Susan no, ella se da sus maniobras para que Eli no se cargue la casa por la ventana-rio al recordar las miles de veces que a mi me hace ese chiste, Susan realmente es una madre ejemplar para Eli, es buena, responsable, sabe como no hacer que la casa quede patas arriba…me a ayudado tanto y aun así me duele saber que no le puedo corresponder como ella quisiera.
-y dime, ¿Cómo te fue anoche?-
-mm bien, excelente, ya tengo empleo-
-¡¿ya?!-dijeron realmente sorprendidas.
-si, empiezo a trabajar el lunes-dijo retirándome a mi cuarto.
Narra Alein.
Me senté en el sofá, ¿será acaso…?, mire por el lado en que se fue Anna, ayer olvidamos decirle aun así no creo que se hayan encontrado.
Samanta me mira con preocupación al igual que las demás…, espero que no tengan ningún mal augurio.
-¿se lo decimos?-
-no lo se, no creo que se hayan visto, es imposible, aparte hable con Maribel y dijo que no tenia planes de ir a esa fiesta-
-pero ella es que lo organizo-
-recuerden que eso recién nos enteramos ayer-les menciono mirándoles seriamente mientras miro a la cocina donde esta Eli…su hija.
Suspiro y me muevo en el sofá.
-lo se, pero si ella esta bien es porque seguramente ni se vieron, dejemos el tema a un lado, no podemos ponerle nerviosa-me refiero a Anna, ellas asienten y seguimos ordenando el desastre de anoche, me acerco a Eli y ella me regresa la mirada, tiene el rostro un poco sucio por las palomitas que acaba de comer, me agacho a su altura y le extiendo un pañuelo.
-gracias-dice sonriendo de una manera…, realmente se parece a Maribel, no hay duda de que esta es su hija, esa sonrisa, esa manera carismática de curvar los labios y hacer esos gestos tan altaneros, me pregunto si Anna algún día se atrévela a decirle a Maribel sobre Eli.
Miro con detenimiento a Elizabeth, estornuda un poco, su nariz se arruga de manera graciosa, hasta eso heredo de su bendita madre, rio por lo bajo y ella lo nota, me mira con atención y frunce sus cejas.
-¿sucede algo Eliza…?-pero antes de que pudiera decir nada la pequeña me pega una cachetada que me deja sentada en el piso pues yo estaba agachada a su altura.
-¡¿Por qué diab…?!-estuve apunto de maldecir cuando vi como la pequeña despegaba de su mano un bichejo que se había pegado minutos antes a mi cara.
-que asco-toma el pañuelo y se limpia la mano.
-¿por eso me pegaste?-señalo al bichejo.
-es que si le dejaba en tu cara te picaba feo y te hinchaba la cara enoormeeee-dice haciendo gestos mientras mueve sus manos a mi cara.
Me rio, esa pequeña que conocí cuando tenia 2 años de edad realmente es una ternura, la a marco y le piñizco la mejilla recibiendo una queja y un pataleo.
-¡vamos, vamos que tenemos que meterte a la ducha!-ella sigue haciendo intentos inútiles por liberarse cosa que no solo me divierte a mi sino también a las demás.
Narra Anna.
Salimos de paseo un rato, Eli no se despega de mi lado y de Susan, las 3 vamos a tomar un helado.
-que bueno que ya tengas empleo-dice Susan escogiendo un helado de coco, mi pequeña como siempre comparte conmigo su helado doble, para ella la mora y para mi el chocolate.
Elizabeth mira con curiosidad todo lo que esta a su lado, le muestro lugares y calles para que entienda donde estamos.
-si, ayer las chicas se portaron muy bien, realmente no han cambiado-sonrió mientras lamo la parte de chocolate del helado y Eli lame la de mora.
-me alegra saber eso-
-¿y como te fue a ti en el turno?-nos sentamos en una banqueta del parque.
-mm bien, la noche no estuvo muy cansada por lo que pude dormir un par de horas-bosteza cerrando uno de sus ojos azules, Eli le topa la mejilla y Susan abre sus ojos y extendió sus brazos hacia Eli, mi pequeña se acurruca en sus brazos mientras Susan pone su barbilla sobre la cabeza de Eli.
-seria mejor irnos a descansar-termino de comerme el helado, Susan vuelve a bostezar y la tomo de la mano mientras ella un carga a Eli.
-si…¿verdad?-vuelve a bostezar y la miro un poco enojada.
-si no te encuentras en óptimas condiciones para deambular deberías quedarte durmiendo-
-mmm si tienes razón-se apoya en mi hombro y siento como besa mi mejilla.
-gracias por preocuparte-
-¿ya tomaste tu medicación?-
-siii mama-dicen a coro con Eli, luego de eso ambas ríen.
-vamos, al llegar a casa les doy un chocolate caliente con papas a la francesa y nos ponemos a ver una peli, ¿va?-ambas asienten.
-va-dice Susan apretando mi mano y mirándome con cariño, me sonrojo con suavidad y esta vez soy yo la que la beso con rapidez evitándole la mirada y empezando a caminar.
Mi pequeña nos mira y sonríe riendo un poquito más.
-gracias amor-dice alegre Susan.
-mmnnm si-dijo mirando los arboles.
Narra Maribel.
Era lunes temprano en la mañana, caminaba de un lado a otro por la oficina, faltaba media hora para que Anna entrara por esa puerta y yo estaba hecho un manojo de nervios a punto de estallar con la mínima incitación.
Todo el día anterior me puse a pensar en una serie de preguntas que ella me podría hacer aun así…no paraba de transpirar con el mínimo hecho de que la tendría enfrente y esta vez seria por un largo tiempo, la convivencia ante todo, no mescles trabajo y placer, al diablo todo ello yo ya no podía con eso de solo mirarla, no era como si el trabajo y el placer se fuera a liar en mi contra, no, todo lo contrario, haría de eso un beneficio pero antes que nada debía saber que había sido de su vida, hablarlo con ella misma, como personas civilizadas y no como una desesperada que quería besarla a penas al tenerla enfrente.
Mi corazón había latido tan fuerte que no puedo evitar pensar que seguramente si nos encontrábamos ella notaria eso.
Simplemente quiero saber que fue de ella, tenerla por lo menos a mi lado y saber que es feliz…, no, no es eso, hay otro motivo…y por mucho que trate de evadirlo quiero volver a tenerla solo para mi, quiero creer que ella luego de 5 años me ama igual que antes de estos pero se que eso no será verdad, aun así mi corazón tiene esa ilusión muy fuerte apegada a mi mente, creo que me estoy alterando y necesito relajarme, me siento en mi puesto y cruzo mi pierna sobre la otro, me mantengo pensativa hasta que la puerta se abre.
Narra Anna.
Llego temprano a la empresa, entro y voy directamente al despacho de la que será mi jefa, me apoyo contra la pared hasta que la puerta se abre y salgo caminando unos pocos pasos hasta llegar a la oficina indicada.
Estoy un poco nerviosa, eso debe ser normal para cualquiera, e manejado peores situaciones pero lo que me venia era poco o nada de lo que yo mismo me esperaría.
Entre a paso firme e hice una reverencia a pasar la puerta.
-Bueno días, mi nombre es Anna Arcain y soy su nueva secretaria-
-no has cambiado en nada mi querida Anna-esa voz…
Mierda, mierda y mas mierda…esto debe ser una horrible broma.
Levanto el rostro aterrorizada y casi tropezando al retroceder.
-¡¿TU?!-mi grito casi se ahoga en mi garganta.