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Boda (Au). por aoi nicole

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Notas del capitulo:

espero que les guste y espero comentarios, las adoro mis fans queridas y aqui les dejo mi pagina de facebook para que le den like, aqui subire imagenes de mis fics, el dibujo de la hija de Maribel y Anna es muy bonita

http://www.facebook.com/pages/Yuri-aoi-nicole/321567217960580?ref=hl

Narra Anna.

Ese día, en el que ambas estuvimos juntas, divirtiéndonos tanto, cuando Maribel me dejo en casa…algo cambio.

Sus labios atraparon los míos con pasión, sus manos se deslizaban por mi entre pierna al igual que la mía, la ropa estorbaba por sobre nuestro cuerpos, no fuimos delicadas al quitarnos las prendas, parecíamos celosas la una de la otra y en actos de pura lujuria nos besábamos, con pasión y amor…oh eso fue lo que mi mente me hizo creer.

Mis piernas se abrían y mis labios se unían a los de ella, temblaba en gozo y armonía, nos arqueábamos en ondas de placer que traspasaban nuestros cuerpos, sentía como sus manos acariciaban mi vagina y separaban mis nalgas.

-¡mnn, ah..m-maribel..ahh!-

-¡Ann..a..ahh.m!-sus pechos se tocaban con los míos, mis manos recorrían su espalda y podía sentir sus dedos tocando incesantemente mi entrada en gemidos ahogados mientras  proclamaba su nombre, mis lagrimas eran de felicidad en aquel momento, realmente creí que me iba a amar.

Ella lo estaba haciendo con conciencia, ella…, ella me amaba.

Me abrió las piernas, un temblor me recorrió la espina dorsal y el sudor me cubría como gotas saladas.

-¡ahh!-agache la mirada y vi como ella lubricaba mi entrada, me mordí el dorso de la mano para no gemir tan fuerte.

-¡nn..!-solo con unir nuestros labios mi corazón latía fuertemente.

Mis ojos se posaron en el dilo doble que tenia, me moví incomoda en la cama.

-¡Maribel…n-no..quiero..!-dije con temor mientras cerrabas las piernas.

Ella beso mis labios para calmarme, sus manos acariciaban mis muslos y mis piernas temblorosamente cedían, abriéndole paso

-¡aahh..mm!-el sonrojo cubría mis mejillas.

Mi respiración agitada daba contra sus labios y su cuerpo.

Podía ver el esplendor de su cuerpo, sobre el mío, sus pechos, redondos y suaves, su cadera, y su cintura, finos y firmeza, la tersura de su piel, la belleza del mismo.

-¡..te..quiero..!-no obtuve mas que una sonrisa complaciente a lo que dije.

-…tu cuerpo es tan bello…-me quede pasmada al oír eso.

-el tuyo mas…-lamí  su mejilla, y mis piernas rodearon su cadera, nuestros húmedos cuerpos nos permitían mas flexibilidad al momento de hacerlo.

-¡nnnm!-un dolor me lleno y agache la mirada nuevamente mientras me sostenía de los brazos de Maribel.

-tranquila…luego te gustara…-una parte del dildo estaba en su entrada y la otra en el mío, mientras ella mas se contorneara mas entraría eso en mi.

-¡d-duele!-ahogue un sollozo contra sus oídos mientras me arqueaba en una danza placentera y dolorosa.

Maribel se erguía mientras movía su cadera y gemía continuamente.

-¡aaah…mna!-

El placer fue tomando terreno y me hacia exaltar, ambas lo estábamos disfrutando, mis labios se entre abrían constantemente mientras mi lengua se repasaba con lentitud sobre mis labios, ella al verlo hizo lo mismo, nuestros rostros se acercaban mientras nuestros miramientos dejaban poco que decir, su lengua se rozo con la mía débilmente y mis brazos la rodearon con genuino afecto hasta encontrarse en un beso que jamás olvidaría.

Mientras sus estocadas eran mas fuertes nuestros cuerpos producían sonidos guturales, mis manos acariciaron sus senos y las de ella apretaban mi trasero al momento de corrernos.

-¡¡t-te amo..aaaHhh!!-su voz quedo grabada en mi mente, y mi piel fue marcada por la suya, mientras el placer me llenaba pude sentir como un liquido entraba en mi cuerpo y me producía mas placer, un poco de ese liquido blanquecino resalaba por mi entre pierna.

-¡Anna..aahh!-su cuerpo cayo exhausto sobre el mío y caímos en el sueño profundo.

Al despertar la luz nos cubría, me acurruque contra su cuerpo sin notar su presencia, me desperté y ella no estaba en el cuarto, eso me puso nerviosa, me pare y al momento de hacerlo temblé y caí de rodillas, me dolía la cadera y la parte baja de mi columna, mis manos se dirigieron a mi entrada y vi sangre con un poco de liquido blanco.

Me pare débilmente y tome una camiseta larga que tenia ahí.

Me la puse y Salí a la sala.

Vi a Maribel parada junto a la ventana, estaba de espaldas a mi.

Sonreí un poco aliviada y me acerque por atrás abrazándola con pereza.

-Maribel-me sentía tan feliz de verla ahí.

Ella no me dijo nada, eso me incomodo y me pare enfrente de ella.

-¿sucede algo?-

-Anna, lo …lamento mucho-¿a-a que se refiere?

-¿Qué?-retrocedí para encararla, ella tenía la cabeza bajada y sus cabellos cubrían parte de su rostro.

-no puedo, perdón-la vi girarse e ir a la puerta.

-¡¿a que te refieres?!-mi corazón por alguna razón empezó a saltar…pero no por amor y alegría sino por…una terrible angustia.

-no puedo estar contigo…no puedo abandonar mi compromiso por ti…-pude ver sus lagrimas, apreté mis puños y con rapidez la empuje contra la puerta en un duro golpe.

-¡¿Por qué juegas así conmigo?!-solloce mientras las lagrimas empezaban a resbalar por mis mejillas.

Y ese agobiante sufrimiento llenaba todo mi ser y lo cubría de dolor y oscuridad.

-¡¡no puedo, no quiero estar contigo, perdóname!!-su voz sonó tan fría, solo había sido su maldito juguete, no era nada mas que eso, ella ni siquiera me apreciaba.

-¡¡¿entonces porque te acostaste conmigo?!!-quería, necesitaba saber eso, si yo no era nada para ella…¿entonces por que sentí que me amo aquella noche?, eso era muy doloroso, era como ver mi mundo quebrarse ante mis ojos, no había podido amar a nadie más porque solo ella me había cubierto de su esplendor, y era tan triste y lamentable la posición en la que me encontraba que lo único que debía ser yo ahí era un vil estorbo, pero no por eso…ella…ella debía jugar así con mis sentimientos, con mi amor….yo la amo tanto y ella…solo…solo me a herido y no puedo hacer nada ahora.

-¡¡es que no sabia lo que sentía por ti, necesitaba saberlo y por eso hice esto, era solo por probarme a mi misma que no puedo amar a una mujer!!-yo solo era una prueba estúpida de su sexualidad, dos veces lo habíamos hecho y de esas dos veces yo era la más estúpida por haberle seguido el juego, la primera vez fue por su inconsciencia, y la segunda…fue el impulso de ambas, ¡y soy una idiota por creer que fue real!, ¡por imaginar que ella gemía por mi y porque me amaba, pero eso no era verdad!, seguramente mientras lo hacíamos ella debió pensar…pensar…en…el.

-¡te dije que no jugara así conmigo y tu..tu!-no podía respirar por el llanto que soltaba entre quejidos de dolor.

Caí de rodillas mientras me cubría el rostro y lloraba.

-Anna…per..-

-¡lárgate!-dije mientras con la mano temblorosa tomaba un plato.

Maribel salió corriendo y al cerrar la puerta yo lance el plato contra la puerta.

Me quede ahí, llorando y temblando en el frio y desolado departamento.

Sin poder contenerme, sin dejar de sentir que estaba sola.

Luego de eso yo me fui a argentina, vivía en un departamento compartido, la chica que vivía conmigo era lesbiana, eso no me incomodo, nos hicimos grandes amigas y aun así…mi estado de depresión era preocupante, casi no comía y a cada rato pensaba en Maribel, ella ya se había casado y yo…otra vez, estaba sola, Susan me recriminaba ese hecho, me hacia comer a obligación, en ese corto periodo de mes me había sentido muy mal, realmente mal, cosas como el suicidio y cosas de ese tipo me llegaban a la cabeza, obviamente yo las descarte, era patético empezar a morirme por alguien que no me amo, pero que yo si ame.

Lo interesante de vivir con Susan fue que ella se había pasado de la facultad de empresas a la de medicina, eso era un cambio muy fuerte, cuando yo llegue ella realmente fue muy gentil conmigo, podía ver el esmero que puso al ingresar con mayor rapidez a esa facultad, ¡y vaya que era un genio!, en pocas semanas se había merecido el reconocimiento de muchos licenciados en su facultad, me sentía bien por ella, su actitud tan serena y alegre me sacaba sonrisas, tenia una personalidad muy dulce y protectora, sus padres habían muerto y ella dependía solo de ella, un día le llegue a decir que no estaba sola, que tenia a muchas personas a su lado, y que yo a pesar de conocerla tan poco tiempo realmente le había cogido un cariño muy puro.

Era temprano a la mañana, Susan estaba en la cocina y yo me levante con pereza, entre a la ducha y el calor me sofoco, sentía mucho mareo y tambalee hasta caerme de rodillas en la ducha, un fuerte dolor me sacudió, varias imágenes me vinieron a la cabeza…todas eran tan dolorosas, las palabras de Maribel…sus gestos y sus ultimas palabras, me pare como pude y Salí de ahí, Susan me ofreció el desayuno pero como todos esos días yo lo rechace, no comía nada y si seguía así entraría en un estado anoréxico, aunque en la figura que me mantenía estaba bien, mi cuerpo no soportaba la comida, oh eso era lo que yo pensaba.

-¡debes comer!-

-realmente no quiero…perdón Susan-me retire enseguida a la universidad.

Caminaba entre mis compañeros cuando de pronto, me desplome contra el piso inconsciente.

Al abrir los ojos todo se me hacia borroso, no entendía nada a mi alrededor, susan estaba a mi lado, seguramente la habían llamado a ella.

-¡¿te sientes bien?!-

-¿Dónde estoy?-

-¡tonta, te desmayaste en la facultad por no desayunar!-pude ver el enojo en sus ojos.

-…perdón…-dije con arrepentimiento al ver su cara de preocupación.

-ya está bien, el doctor dijo que era por no desayunaste, de ahora en adelante yo mismo controlare tus alimentos-me miro con severidad, yo asentí, a los días siguientes comía de todo un poco, el apetito parecía querer regresarme de a poco pero aun así no dejaba de llorar por las noches, en silencio, con los recuerdos a flor de piel y…algo mas, en todos esos sueños yo veía a una niña pequeña, y la voz tan dulce que portaba era lo que me hacia reaccionar de tan tristes pesadillas.

Era como si esa pequeña me estuviera dando apoyo y yo ni siquiera sabia quien era.

Pero su voz, su dulcecita voz era lo que me mantenía a flote luego de mi llanto.

En las siguientes semanas ya comía con normalidad aunque debes en cuando simplemente devolvía la comida, Susan se llego a preocupar mucho por mi, yo negaba mi estado, no quería preocuparla mas.

Era de noche, ambas regresamos de la universidad, susan se ofreció para cocinar la comida, yo acepte y dije que yo arreglaría la sala y el dormitorio pero antes de eso me metería a bañar.

El agua limpio mi cuerpo y mientras lo hacía, era como si…sintiera las manos de Maribel por mi cuerpo, su cálido aliento sobre mi cuello y luego sobre mi boca, ese amor no se iría…y me dolía tanto tener que soportar su recuerdo mientras ella seguramente se estaba acostando complacientemente con su marido, pero la amo tanto..yo…yo…Maribel.

Las lagrimas caen una sobre otra mientras la opresión en el pecho hace que solo sienta dolor y mas dolor, ¿Por qué eso no se iba?,¡¡¿¿Por qué no podía olvidarla??!!.

…mamá…

La misma voz de aquella niña me hizo reaccionar.

La imagen de Maribel se esfumo de mi mente, el dolor de antes de disipaba poco a poco y, caí de rodillas con un dolor fuerte en el vientre, era desgarrador por lo que grite pidiendo ayuda.

-¡¡ARGHH!!-era como si mi piel se estuviera doblegando y cortando.

La sangre empezó a escurrir por mis piernas abundantemente hasta que el piso estaba cubierto por este.

El temor me lleno y me volví a desmayar.

-¡¡Anna!!-el grito de Susan fue lo último que oí.

Mi cuerpo se sentía pesado, no podía sentir las piernas y la cadera me dolía horriblemente.

-¿su…susan?-mi voz era un hilillo

-tranquila…debes descansar…-su mirada no me decía nada bueno.

-¿Qué…sucedió?-dije tratando de incorporarme pero ella me detuvo.

-¡no te muevas por favor!-

-¡¿Por qué ?!-dije preocupada.

-¡estuviste a punto de perder a tu bebe, estas delicada!-

…be..be…

…bebe...

¡¿Bebe?!

-¡¿Qué?!-grite.

La doctora paso y nos miro.

-¿te sientes mejor?-me dijo a mi, yo la mire angustiada.

-¡¿de que bebe hablan?!,¡yo no estoy embarazada!-susan movió la cabeza en forma de negación.

-estas equivocada….tuviste un sangrado severo, creo que fue por la alimentación y el estrés, cuando te trague aquí te hicieron unos análisis y resulto que estabas embarazada-no lo entendía, eso era imposible.

-¡es mentira, eso no es cierto, yo no e tenido relaciones sexuales con ningún hombre!-

Ambas me miraron pasmadas.

-si claro…-dijo con sarcasmo la doctora.

El enojo me lleno y le grite.

-¡es cierto, la única persona con la que eh estado es una mujer!-

Mis mejillas se sonrojaron y las punzadas de dolor hicieron que soltara unas pocas lagrimas, Susan miro de mala gana a su maestra y se acerco a mi mientras me abrazaba, me aferre a ella mientras sollozaba.

-tranquila Anna…-

La doctora salió resignada y mientras caminaba por los pasillos un chico se le acerco.

-¡doctora, espere!-esta regreso a ver a su estudiante.

-¿Qué sucede?-

-¡tiene que ver esto!-le mostro mi análisis.

-…este tipo de sangre…-se quedo sorprendida.

-si, hay pocos en el mundo, ¡es un milagro!-

-ese tipo de sangre solo pertenece a…-

-a las donceles…¿no es extraño?-dijo alegre el chico.

-si, necesito que han mas pruebas con esa sangre y ahora si me disculpa debo investigar algo.

Los días pasaron y me retuvieron en el hospital por el descanso que debía seguir, era el ultimo día de mi estancia en el hospital, no podía asimilar nada, eso era imposible, debía haber un enorme error en esas pruebas, me cambie en la habitación Susan me vendría a ver, me senté con incomodidad y acaricie mi vientre, mi mirada estaba perdida, eso no era posible, yo no podía haber concebido, ¡no había estado con ningún hombre, solo con Maribel y ella no era hombre!.

La cabeza me daba vueltas con ese asunto, los doctores eran ineptos, si eso era.

Vi a la doctora entrar, suspire y me trate de salir de la habitación pero ella me retuvo.

-por favor, necesito decirle algo importante-

-¿Qué?-dije fría y rápidamente.

-es sobre sus exámenes-

-era obvio, usted estuvo equivocada-

-no, no del todo, le pido disculpas-

-entonces no estoy embarazada-dije con decepción.

-no, eso si es verdad-

-¿Qué?-al mire atónita.

-en lo que yo me equivoque fue en decir que ese bebe era de un hombre, ese fue mi error y sus exámenes lo comprueban-

No entiendo absolutamente nada.

Tome la hoja y la leí sin entender mucho.

-¿c-como…?, se lo suplico, explíqueme-

-usted dijo que no se había acostado con un hombre, ese mismo día me mostraron los análisis completos de su sangre, usted porta un gen poco común en la humanidad, hay muy pocos pero extraordinarios casos sobre hombre y mujeres que pueden concebir hijos de otras personas que son su mismo sexo-

¡eso quería decir…!

-este tipo de casos se suelen dar en variaciones de tipo genético, los niños que nacen de hombre o mujeres donceles son niños muy fuertes e inteligentes, pero los partos de sus madres o padres es un poco riesgoso aun así los 3 casos que yo conozco han salido con éxito-

-pe…pero eso es imposible-la doctora negó con la cabeza, mi corazón podía cobrar vida, latía con  tanta intensidad que oía los latidos de mi corazón.

-no, desde la época medieval se han dado este tipo de casos, tanto en hombre como en mujeres, al pasar de los años han variado y se han dado con poca o mucha frecuencia, aun así son cazos restringidos que los médicos aprendemos pero que no podemos decir, es por eso que a simple vista con imposibles y es porque guardamos ese secreto para que los donceles no sean lastimados, los protegemos porque para nosotros los médicos eso es algo realmente magnificente y aparte ya a habido muchas personas hace muchos años que han querido encontrar el secreto de la genética de estas personas, por eso mismo nosotros no decimos nunca quienes son donceles y quienes no, mejor dicho, negamos la existencia de este tipo de personas,  en el mundo solo ha habido 47 casos y con el suyo serian 48-

-..yo…-

Este bebe…es mío…y de…y de…Maribel.

Pude sentir algo cálido bajar por mi rostro.

-¡¿se siente bien?!-

-…-me topo la cara, estoy llorando.

Sin darme cuenta habían pasado meses y meses, estaba en el 7 mes de embarazo, Susan no dejaba de estar feliz, siempre me miraba con mucha alegría y emoción, sus acercamientos a mí solo me hacían sentir feliz, me sentía renovada, desde el día que supe sobre la pequeña criaturita que cargaba en mi interior no dejaba de sonreír, esa bebe en mi interior me había dado la vida nuevo, me sentía tan feliz,  y aunque a ratos triste por el recuerdo de Maribel no me dejaba ver mal, mi bebe se había convertido en la vida por la cual yo viviría.

Catherine y Amelia, ambas amigas de Susan nos venían a visitar continuamente, me miraban con asombro y conversaban mucho, ellas al igual que Susan tenían una personalidad encantadora, nos habíamos hecho buenas amigas en corto tiempo, un día me sentí muy incómoda con ellas, y fue porque delataron a Susan ante mi, pero eso ya era evidente, me había empezado a dar cuenta de sus sentimientos hacia mí, y aunque no lo admita del todo, eso en algún momento me llego a hacer feliz, pero, la felicidad no dura para siempre, mi estado empeoro y en esos días lo único en lo que pensaba era en el recuerdo de mi amor no correspondido.

De la madre de mi hija

Las complicaciones en ese mes fueron tremendas y devastadoras para mi cuerpo, el parto adelanto dos meses debido a lo que me paso en los primeros meses de embarazo, el desgarro que sufrí hace tiempo influyo en la venida temprana de mi bebe al mundo.

Pero mas que preocuparme por mi yo estaba preocupada por la bebe, por esa criaturita, tenia miedo de perderla, perder a lo único que me mantenía firme en el suelo, a lo único que provocaba la cordura y la alegría en mi pecho.

Entre de emergencia al hospital y todo comenzó, lo recuerdo borrosamente…

Los gritos de las enfermeras, la preocupación de Susan que estaba gritando con la doctora Claudia, el dolor que sufrí, mis lagrimas y mis propios gritos, a mi lado siempre se mantuvo Susan.

Mis alaridos de dolor eran lo que llenaba la sala de parto, el frio de la muerte que parecía querer llevarme a la mínima oportunidad.

-¡vamos solo un poco mas!-no quiero perder a mi hija.

…mamá…

Era como si su vocecita me estuviera rogando que parara, fue mi imprudencia quien causo esto, mis piernas temblaron  y solloce antes de terminar de pujar por ultima vez, mi respiración era corta…y sentía como las fuerzas se me iban, levante la mirada solo para ver a mi hija…a mi pequeña

Elizabeth

Como su madre.

Su suave llanto fue lo que me causo una pequeña sonrisa antes de…

-¡el pulso le bajo de golpe, hagan algo!-Susan, los ojos de Susan tenían mucho dolor y miedo al momento de verme

-perdón…-sonreí por última vez.

 

-¡Maribel!-empecé a correr hasta estar a su lado, el lugar estaba cubierto de blanco, llegue a su lado y vi que estaba dormida con la bebe en los brazos.

-mi amor…-la oír murmurar, ella se despertó y me miro con atención, su sonrisa apareció luminosamente

-Anna..mi amor-se paro-que bueno que ya estás aquí-su alegre voz…era cálida a mis sentidos.

-Maribel…p-puedo…-dude en decir, ella lo entendió y  me entrego a laca bebe mientras nuestras manos se rozaban, su cabello estaba un poco desordenado, una brisa muy tenue nos recorrió y mis ojos se encontraron con los de ella, solo ella puede ser quien me mantenga en pie.

Sus ojos brillaron con los míos mientras mis labios se curvaban de manera delicada en una suave sonrisa.

Mi corazón se llenaba con su presencia

Podía sentir sus cálidos labios sobre los míos mientras la luz tras de ella se intensificaba.

-por favor…Anna…despierta, por mi…,por nuestra hija…-el beso dulce termino y…

 

-Anna…por favor…despierta..tu hija..te necesita-oía los sollozos de Susan a mi lado, regrese la mirada, tenia una maquina que me daba oxigeno.

-…Maribel…-una cálida lagrima se borro en mi rostro.

-¡Anna, al fin despertaste!-dijo alegre Susan.

-¿Cuántos días..?-

-no te preocupes, solo han sido 3 días…-sonreí..

-¡¿y la bebe?!-casi salgo corriendo cuando pensé en mi bebe.

-¡cálmate, ella está bien, esta en una termo cuna!, no te preocupes, ahora debes descansar, mi maestra es la que esta cuidando de la bebe, no sucederá nada-

-¡n-necesito verla Susan, por favor!-me sentía desesperada, ella me sostuvo para no caer de la cama, las piernas me temblaron.

Necesito verla con mis propios ojos,

Necesito tener a mi bebe cerca.

-¡Anna, no estas muy débil aun, tu casi mueres!-me quede quieta.

-¿Cómo?-

-siéntate, ¡por favor, aun estas mal, no me preocupes mas!-dijo aguantándose el llanto, solo pude sentir sus labios sobre los míos mientras mi corazón parecía paralizarse por el sorpresivo beso.

-l-lo lamento..pero creo que no hubiera…-susurro antes de volver a besarme, me estremecí por el suave contacto y me calme.

Me mantuve como ensoñada y la escuche.

-discúlpame yo…-le evite la mirada, ella entendió y mejor dijo.

-cuando el parto termino tu moriste…-la mire incrédula.

-es cierto, tu corazón dejo de latir y perdiste mucha sangre, justo cuando nos habían dicho eso una enfermera te administro un medicamento en el cuerpo pero no reaccionaste con ello y pasados unos pocos minutos la doctora al examinar tu cuerpo vio que abrías los ojos y que murmurabas algo-

-eso debe ser un chiste…-

-no lo fue, cuando reaccionaste entraste en coma, me preocupe mucho, pensé que no despertarías-

Y así había sucedido, me mantuve como un mes allí en el servicio de cuidados intensivos, pude tener a Elizabeth cerca, la cuna de mi bebe la trasladaron a mi cuarto, un día antes de salir la doctora entro a felicitarme.

-me alegra saber que ya esta mejor-

-gracias por cuidar de mi y de mi hija…realmente no se como agradecérselo-

-no se preocupe, es nuestra labor-antes de que se retirara le pregunte.

-disculpe, me podría decir….¿que dije el día que entre en coma?-ella me miro y cerros sus ojos recordando.

-usted…pronuncio el nombre de una tal…Maribel-mi corazón se apretujo en mi pecho.

-¿me podría prestar su teléfono?-ella lo saco de bolsillo y me lo paso.

No se si eh tomado la decisión correcta pero se que…por algo estoy viva.

Y no solo es por mi hija.

Llame a Maribel, mis dedos se movían con nerviosismo, necesito saber de ti…Maribel

¡necesito decirte…!

-buenos días…-la voz de un  hombre me contesto, podía oír unas risas tras de ello, una dulce risa que conocía a la perfección.

-¿Qué sucede amor?, ¿Quién llamo?-esa es la voz de Maribel

-…-colgué enseguida

Agache la cabeza y la hundí en la almohada ahogando un grito.

¡¿Por qué mi amor por ti me está lastimando?!

Solloce continuamente hasta que mis ojos terminaron de derramar hasta la ultima lagrima.

Y pensar que yo…que yo…

Creí..

En su amor

….pero sabia que era una vil mentira…

-por favor…Anna…despierta, por mi…,por nuestra hija…-el beso dulce termino y…

Todo siempre fue mentira

Solo en mi mente

Solo en mis sueños podías amarme Maribel.

Lo único que me preocupo después de eso fue mi pequeña, la acunaba en mis brazos al momento de darle de lactar, la contemplaba día y noche sin poder descansar hasta verla recuperada, hasta ver a mi linda bebe completamente bien.

La doctora dijo que fue un milagro el que ambas hayamos sobrevivido, lo único que quería era que ahora Elizabeth estuviera bien, obviamente mis padres también se enteraron sobre ella, son ahora los que mas adoran a Elizabeth y mi hermana Margaret es dichosa de ser tía.

Pasaron dos años desde aquel día, había decidido hace mucho tiempo dejar de querer a Maribel, había mejorado en mi carrera y ya estaba trabajando, Susan a sido la mejor persona que eh tenido a mi lado, todo este tiempo a cuidado de mi y Elizabeth, siento que mi pequeña adora a Susan por su manera de ser.

Mi hija porta el apellido de susan, es nuestra hija legítimamente, las personas que nos conocen creen que Elizabeth es hija de un hombre y que como somos pareja lesbiana supuestamente  yo me hice la inseminación artificial y por eso ella nació, solo nuestros mas allegados saben la verdad, y obviamente tenemos que mentir con esas personas por el pacto que tiene la doctora y por la misma protección de nuestra hija.

Aunque a Elizabeth también le e mentido, no sobre su origen , ella sabe a la perfección que no tiene papá si no que tienes dos mamás, lo que le eh ocultado y mentido es  sobre su verdadera madre, a ella le hago creer que Susan es su madre biológica, el día que ella accedió a ser la madre suplente realmente me dejo sorprendida y muy dolida.

Ella me ama y yo no puedo corresponder a sus sentimientos, porque aunque me trate de engañar a mi misma…yo aun amo a Maribel.

Y me siento basura al no poder corresponderle a tan maravillosa persona, porque ella a hecho tanto por mi y yo simplemente me e negado a su cariño, a su amor.

Un día me quede pensativa, había hablado mucho con Susan sobre Maribel, sobre si era correcto decirle pero, yo hace muchos años le negué ese derecho, no podía permitirme ser débil de nuevo ante ella.

Alein hablo conmigo, me a dicho que Maribel esta desesperada por contactarme, no quiero oírla, no quiero oír de nuevo sus mentiras   con apariencia de cariño.

No quería volver a caer en los juegos tontos de antes.

Me quede en la sala con Elizabeth alado, dormía con placidez con la misma expresión de…

Eso ahora ya no tiene importancia, prendí la televisión y me quede pasmada viendo lo que vi.

-¡ahora nos encontramos con la exitosa pareja de empresarios Maribel Serrat y Allen Martínez!-ambos rieron ante la introducción de la reportera.

Y Alein decía que ella me extrañaba…no era verdad.

Sentí coraje y a la vez celos.

-¿Cómo se siente estar en su segunda luna de miel?-Maribel enrojeció y sonrió con coquetería mientras abrazaba a Allen.

-estos han sido los mejores años…de mi vida-la ultima parte parecía un susurro y por un momento llegue a pensar que dijo eso con un tono de voz frio pero en su mirada solo había calidez para el hombre que amaba.

-¡ustedes realmente son una pareja ejemplar!-

Apague la televisión, me sentía tan tensa, apreté la mandíbula y me cubrí el rostro con frustración cuando de pronto una gotitas cayeron de mis ojos…

Siempre te ame tanto Maribel, siempre tuve la ilusión de que tu me corresponderías pero el día en que nuestros cuerpos se fundieron en uno tu solo quebrantaste mi fe y mis esperanzas, me hiciste pedazos y me usaste, me culpaste por amarte y no fuiste capaz de ver que tu también cometiste el error de caer en mi mismo lecho.

Pero aun así, con todo ese dolor que siento, los buenos momentos que pasamos no se me borran de la cabeza y es por eso y por…, la sonrisa de Elizabeth que yo aun te amo, porque a pesar de haberme lastimado tanto tu me diste una luz que me salvo la vida, me diste a nuestra hija.

-¡Elizabeth!-me desperté de golpe y dirigí mi mirada a los lados, estaba en mi cuarto, Salí corriendo a la sala gritando su nombre y el de Susan.

-¡Susan, Elizabeth!-al llegar allí, ambas me miraron sorprendidas, me quede pasmada, mis ojos se humedecieron con mucha rapidez.

-Elizabeth-dijo con preocupación Susan que se mantenía en el piso alrededor de unos juguetes con Elizabeth alado.

Me arrodille ante ellas y abrace fuertemente a mi hija.

-mi …bebe…-la voz se me quebró en llanto.

-¿mami…?, ¿Por qué lloras?-mi pequeña parecía igual de preocupada que Susan.

-abrácenme…-suplique.

Susan me abrazo por la cintura eh hizo fuerte su agarre mientras me escondió en el cuello de mi hija.

-mami…no llores…-Elizabeth me separo de ella con suavidad, Eli tomo mi mano y le dio un suave besito-dolor, dolor vete-susurro antes de darme un suave beso en la mejilla y colgarse de mi cuello.

¡no quiero perder a mi familia!


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