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Boda (Au). por aoi nicole

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Notas del capitulo:

me inspire en la cancion de reik- te fuiste de aqui.

http://www.youtube.com/watch?v=IHmEJVwH094

 

 

Narra Maribel.

-¿A…Anna?-retrocedí un poco y sin percatarme…, había empezado a llorar.

-¿Maribel?-sus pequeñas manitos acariciaron mi rostro, limpiaron con suavidad y yo solo lo ladee.

Solo dime que no eres tú…Anna.

-d…disculpa no sé lo que me ah pasado,…e..en serio perdón-la voz se me quebró en la ultima parte, la volví a tomar de la mano  y luego salimos del ascensor, caminamos a mi oficina, no sabía que me pasaba, me quede como ida, no tenia conciencia en ese momento, solo…solo un terrible dolor, creí no respirar, las lagrimas querían hacerse cúmulos en mis ojos que disperse.

Dime…que no…Anna.

Dime que no eres tu… que solo es un juego.

¿Esta niña es tuya…?

Narra Anna.

Me dirigí a la oficina de Maribel, me habían dicho que vieron cerca de aquí a Elizabeth, entre sin tocar pues sabía que Maribel había salido, oí un suave quejido y al abrir completamente la puerta solo enmudecí.

-¿E…Elizabeth?-no…, por favor dime que no, mi pequeña salto a mis brazos enseguida al momento de verme, una leve sonrisa se formo en mis labios pero rápidamente desapareció al tener en cuenta su presencia.

…Maribel…

Sus ojos no se despejaban de Elizabeth ni de mí, me estremecí con ligereza aferrándome a mi hija.

No la veas…no poses tus ojos en ella, no es nada tuyo…¡no lo es!

-creo que ya encontraste a tu…mamá-su voz tan distante y fría, su mirada con esa expresión que mas que molesta era deprimente…camino lentamente hacia nosotras, se agacho casi a la altura de Eli, me pare en ese instante y presione el hombro de Elizabeth como impulso.

¡Solo aléjate de ella!

-¡mami, ella me…!-

-¡no quiero que te acerques a ella!-le di un fuerte jalón a Elizabeth, haciendo que Maribel me mirara con sorpresa y confusión, no pude evitar sentir un nerviosismo tremendo, Elizabeth gimoteo por mi brusquedad.

-¡pero mami…!-la mire furiosa, no quería que me diera la contra por nada del mundo, ¡ella no sabe nada!, ¡no tiene por que  enterarse cuando ya decidió!, le escogió a él antes que a mi…más que un dolor era una rabia que no cesaba, no por ello mi hija tenía que conocerla, no quiero que lo haga,  Maribel no es nada mío y mi familia no es nada de ella.

-¡Anna!, ¡¿encontraste a…?!-por la puerta cruzo Susan, regrese la mirada atemorizada, ella al notar la situación cambio su expresión, se coloco a mi lado tomando de la mano a Eli que se alejo de mi un poco sollozante, Susan la cargo en sus brazos.

-no deberías ser tan brusca con ella…-murmuro Maribel con la mirada rendida mientras se levantaba a mi altura.

-Susan y yo sabemos cómo tratarla-

Narra Maribel.

Si…sin duda ella logro ser feliz, de mis ojos solo trataban de escapar lagrimas que intente retener, al ver a esa pequeña en los brazos de aquella mujer lo entendí…

Te fuiste de aquí, sin pensarlo.
Dijiste que no me amabas más.
Yo te supliqué, quédate aquí.
Yo no sé que haría sin tí, no creo soportarlo.

Ella es la otra madre, ella es la...pareja de Anna, tan   solo, ¡tan solo no me olvides!, fue lo único que te rogo mi alma en silencio, intente buscarte, intente luchar por ti pero tu...solo te alejaste, se que fui la que arruino todo pero no pensé que tu, que tu ya me hubieras borrado, y en esos ojos tan hermosos solo se reflejaban tu hija y ella…yo no, yo no.

Te fuiste de aquí, todo ha acabado.
Y llora mi alma en soledad.
La vida me puso junto a tí
Nunca pude predecir.
Me convertiría en tu pasado…

Trague en silencio ahogándome todo, mis penas, el dolor, la maldita incertidumbre, y ahora que lo notaba esa pequeña tan solo es el reflejo de ella y tuyo, ¿ya no ocupo nada en tu corazón?, ¿era eso…?

Te fuiste de aquí, encontraste otra vida.
Te fuiste de aquí, enterraste la mía.
Aunque no estés, yo sigo respirando
aquel amor.

Aun te amo Anna, suspire a medida que me alejaba de ti…

-tienes razón, después de todo ustedes son las únicas que pueden criarle-no deseaba hacer nada, no me mires de esa manera que no e lastimado a tu niña, no sería capaz de herir a algo que vino de ti Anna.

-espero que me disculpes si te molesto verme cerca de Elizabeth…-me acerque con suavidad a la pequeña que me miraba expectante a Anna y a mí, veo a tu amante atemorizada ante mis ojos, la odio con solo saber que estuvo contigo, ¿es normal que cele a algo que no es mío?

-adiós Elizabeth-sonrió cariñosamente pues no quiero que tenga un mal recuerdo de mi, la otra madre de la pequeña me aleja un poco molesta, sus ojos son iguales a los de la pequeña,  no menciono nada y solo me salgo, creo que hoy no tengo ganas de trabajar…ya e sabido demasiado por hoy.

Te fuiste de aquí, descubriste otros brazos.
Borraste mis besos, me hiciste pedazos.
Y duele ver que le entregaste a otro
el corazón.

Uh uh.

 

¿Fui la única que no pudo olvidar este estúpido amor?

Narra Anna.

No supe porque pero solo sentí un fuerte vacio al verla salir…, ¿acaso era la culpa?, oímos el sonido de la puerta cerrándose, termine sollozando entrecortadamente, en ese momento Elizabeth me miro consternada.

-¡mami estas mal!-Susan la miro sorprendida, yo le sostuve la mirada con miedo, ¿acaso…?

-¡Maribel no hizo nada malo para que le dijeras eso!-enmudecí ante lo dicho por mi pequeña,  solo  me deje llevar por mis instintos…deje que mi boca hablara lo que hipócritamente creía, le lastime a cuenta propia por dolor, por temor.

-Elizabeth no nos hagas mol...-trato de decir Susan para hacerla callar de momento.

-¡pero es la verdad, Maribel me ayudo e hizo que ese señor feo no me lastimara, son injustas!-chillo molesta mientras se bajaba de los brazos de Susan en un brusco empujón.

-¡mal!-nos regaño mientras sus ojos se tornaban vidriosos, y yo le recrimine por ello, pero no sabía qué hacer, el verla tan cerca de Maribel, ¡simplemente no quería salir lastimada!, ¡no quería que Elizabeth supiera cosas que solo la perjudicarían!...que la harían alejarse de mí.

Narra Maribel.

Sin rumbo fijo por las calles me perdí toda la tarde, solo quería despejarme, aunque realmente eso fue lo único que no obtuve, de mis ojos no paraban de caer pequeñas lágrimas que limpiaba con rapidez sin que nadie lo notase, me sentía tan perdida como antaño, y ese cruel dolor que me encasillaba solo me llevo a una cosa…

Te fuiste de aquí, todo en silencio.
Quedaron las huellas de nuestro amor, noo.
Sueño que te abrazo una vez más.
Me despierto y ya no estás.
Me estoy ahogando en el vacío.


Podía verlo como un hermoso sueño, solo como eso, algo que solo podía guardarse en mi mente.

Como copa a copa podía sentirlo más nítido y claro…tu bella sonrisa sin pisca de molestia o sarcasmo, tu bello cuerpo bajo mis caricias que solo nos estremecían, en risas de amor y besos profundos que llenaban mis pulmones…

-M…Maribel…mn ah..-tus largos y finos dedos acariciaban mi rostro que se a perlaba por el sudor que apegaba a nuestros cuerpos, delineaba mis manos por tus caderas, por tus suaves muslos, tu boca acariciaba la mía como la primera vez…

Y aún siento en el aire, me acaricia tu voz.
Me robaste la luna, el cielo y las estrellas.

-…Anna..mn..-

Narra Kay.

Ya era de noche, como fue costumbre todas las bailarinas nos arreglamos, estar en mi profesión no era de agrado para mucha gente…era una simple estríper,  ¿que podía decir con ello?, tuve necesidades para tener ese trabajo, lo bueno es que no había terminado en un prostíbulo, en la sencillez de mi trabajo debía bailar, hacer movimiento que fascinaran al publico…sea masculino como femenino, suspire con cansancio, la maquilladora nos dejo listas, cada quien se fue a sus posiciones, decidí  beber algo antes de comenzar a trabajar, el club era de amplitud y muy elegante, muebles finos, invitados exclusivos…, a esta hora la gente empezar a llegar, me acerque a la barra sin ningún apuro pues aun no había mucha gente llenando el club.

-Hola, Germán…-salude de soslayo al barman, este me miro y sonrió levemente.

-Hola kay, necesito decirte algo…-murmuro serio mirando con profundidad, di un leve sorbo al trago y luego le mire con atención-¿sí?-

-¿recuerdas a tu querida amante?-palidecí de repente y luego solo enrojecí un poco, bien…debo admitir que no me he acostado con nadie más que no sea…ella.

-claro… ¿está aquí?-cuestione  un poco impaciente y nerviosa, Maribel debía mantener su imagen y estando en un lugar como este…

-sí, no sé lo que le sucedió pero vino muy acontecida, se puso a beber toda la tarde…ya sabes, como en los viejos tiempos…-no creí…que, ¿a quién engañaba?, en esas condiciones fui suya, ¿se abra divorciado?, hace más de un año que no la veo…

-¿su hermana llamo?-

-lo dudo, tengo su celular…-me lo extendió y lo revise, tenía razón, no había ni un mensaje, seguramente su hermana no estaba al tanto.

-¿esta atrás?-

-por supuesto…-se hizo a un lado y me metí por una puerta que estaba tras de él, no tenia que perder el tiempo, ¿en qué condiciones estaría?

 Cruce la puerta divisándola, estaba acostaba en la cama que había allí, me acerque con lentitud.

-¿Maribel?- sus ojos estaban entre abiertos y sollozaba, me acomode a su lado…y ella se sentó abrazándome contra su cuerpo, un grato consuelo para cualquiera, acaricie su suave cabello y sentía como sus lagrimas mojaban mi hombro.

 Muchas veces me entregue a ella por dinero…creí que eso no era necesario porque al final simplemente me enamore de ella pero sabía que para Maribel solo representaba su consuelo, su dolor, amor e ira…

-Anna…-su aliento  se  percibía a alcohol, apretó tenuemente sus labios contra los míos.

-tonta…-reí un poco melancólica-…¿Cuántas veces debo decirte que no soy ella?...-

Y aún siento en el aire, me acaricia tu voz.
Me robaste la luna, el cielo y las estrellas.

Ahogo su llanto toda la noche, gemía con dolor…mis caricias solo eran para tranquilizarla, gemía débilmente el nombre de su amante pasada.

-Anna..Anna…mnn-

¿Quién fue esa persona que te robo el sueño y las lagrimas?

Al terminar de corrernos la deje rendida en la cama, recogí la ropa de ambas que estaba en el piso y la acomode en una pequeña silla que había alado, ya eran las 7 de la noche, debía cubrir mi turno por lo que me arregle lo mejor que pude y Salí dejando a Maribel ahí, había bebido demasiado por lo que dormiría para largo rato.

Al terminar mi turno llegue de nuevo a la habitación, al entrar vi a Maribel vestida y sentada en la cama, se sostenía la cabeza con dolor, seguramente por la jaqueca…me acerque a ella, silenciosa y lentamente como la primera vez.

-¿Cuánto te debo?-su voz  congelante me dejo petrificada en mi lugar.

-sabes que no…-

-lo..l…lo siento…-se levanto un poco agitada y pude mirar en sus ojos esa incertidumbre y dolor.

¿Quién le lastimo tanto…?

Esa fue la pregunta que no pudo Salir de mis labios, Maribel casi cae mareada al piso, la ayude como pude y salimos del club, Germán me ayudo cubriéndonos para que mi jefa no notara mi ausencia.

-la iré a dejar…gracias por todo Germán-

-no te preocupes, si es que te necesitan yo le explicare a la señora-se ofreció gentilmente como siempre.

-de nuevo gracias-con Maribel en la parte trasera de mi auto empecé a conducirlo para llevarla a su casa, en ese momento su celular empezaba a notar y como estaba conduciendo y Maribel casi inconsciente nadie contesto, cuando pude llegar a su casa tome el celular y respondí a las llamadas perdidas de su hermanita.

-¿hola?-

-¿Dónde estás?, ¡estoy preocupada por ti y no contestas!-oí su voz llena de temor, no era la primera vez que Maribel estaba así y yo más que nadie lo sabía.

-Vanesa…soy Kay, Maribel está conmigo, ¿podrías abrirnos la puerta?, tu hermana está muy ebria para caminar y necesito ayuda…-la llamada se corto en tanto timbre.

Regrese la mirada a la parte trasera del auto, parecía dócil estando así dormida, aun no lograba entender cómo es que había sufrido tanto, ¿Por qué lo hacía?

Jamás pude saberlo, fui su amante por 3 años y nunca logre entender su sufrimiento, su melancolía que tantas veces la llenaba y la hacia  susceptible a todo, lloraba entre mis brazos por algo que yo jamás entendí, porque ella nunca me lo dijo, pase mi mano por su cabeza acomodándole un poco los cabellos, ella suspiro en sueños.

Te fuiste de aquí, encontraste otra vida.
Te fuiste de aquí, enterraste la mía.
Aunque no estés, yo sigo respirando
aquel amor.

Siempre decía el nombre de Anna cuando estaba conmigo, siempre me veía con otros ojos al estar ebria, parecía feliz al decir ese nombre, pero luego solo lloraba como si estuviera pérdida y acongojada

Oí el ruido de la puerta al abrirse, Vanesa me miro y yo Salí del auto, entre ambas llevamos a Maribel a dentro.

No dijimos nada en el trayecto, entre a la gran mansión, mi vista se perdía en los grandes portones y jardines que había en la primera estancia.

-ayúdame a acomodarla en la sala…-asentí calladamente.

Al dejarla Vanesa la termino de acomodar y cubrió con una manta, la menor se acercaba a mí, me separe un poco para ver unas cuantas fotografías que había en una mesa cercana, eran fotos familiares y de amigos seguramente…

Seguí observando hasta que un pequeño cuadro de un marco plateado llamo mi atención, me acerque a él y lo note con bastante claridad, ahora era obvio porque Maribel me buscaba…

Te fuiste de aquí, descubriste otros brazos.
Borraste mis besos, me hiciste pedazos.
Y duele ver que le entregaste a otro
el corazón.

Ohh ohh. Le entregaste, a otro el corazón.

Yo solo era el recuerdo de esta chica…Anna

-Kay…-en baja voz Vanesa se acerco a mí, le regrese la mirada un poco entristecida.

-¿Por qué lloro Maribel?-indague.

Vanesa bajo la mirada, seguramente ella conocía la razón…

-dímelo…-pedí gentilmente.

Se acerco a mí y tomo con cuidado el cuadro que estaba en sus manos.

-este es el tesoro más grande de Maribel…el único recuerdo de Anna…-su voz fue tan melancólica como la de Maribel.

-hoy tuvo una recaída…-mencione.

-…es que, Anna regreso…-tal vez todo empezaba a cuadrar.

-¿soy igual a ella?-cuestione mirando la foto.

La veía ahí…una Maribel de tan solo unos 16 años junto a una chica de su misma edad, Maribel sonreía luminosamente mientras estrechaba en sus brazos a…Anna, esta ultima miraba a Maribel con profundidad y un brillo delicado un sus ojos…

Un brillo que delataba amor puro.

-…si-


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