ndo. En verdad me molestaba la actitud de Changjo. Me molestaba que abrazara a CNU, me molestaba que dijera el apodo que YO le había puesta y que solo YO podía decirle, llegué a pensar que incluso me molestaba que lo mirara.
Cuando Changjo se acercaba, yo me llevaba a CNU conmigo, no los dejaba hablar tranquilo, me había pegado a CNU mucho más que antes.
Un día Changjo apareció con un peinado totalmente distinto, se había hecho reflejos azules en el pelo. Le contó a CNU que era porque bailaba y había tenido que ir a un concurso. ¿Con qué bailaba?
-Oye, Changjo ¿Por qué no nos muestras algo? Oí que bailas.- grité en medio de la hora libre, en menos de 10 segundos todo el curso estaba amontonado alrededor de él.
-¿A-ahora? Pero…
-¿Es qué a caso mentiste?- no se qué me impulsaba a ser así. A mí no me gusta lastimar a la gente, es más, siempre hago lo imposible para que mis amigos rían, pero con él era distinto. Cada vez que lo veía tenía ganas de golpearlo y hacerlo llorar.
-¡Sí que bailo!
-Pues demuéstralo…
-¡Que baile! ¡Que baile!-comenzaron a gritar todos. Changjo comenzó a temblar, y el llanto no se hizo esperar. Claro que cuando comenzó a llorar ni uno solo quedó al lado de él.
-¿Changjo? ¿Changjo, por qué lloras?- Era CNU… mi corazón dio un vuelco. Abrazó al enano de circo, consolándolo. ¿Y yo? Yo salí corriendo. Sentía un dolor muy grande en el pecho, como si tuviera mil ladrillos, no me dejaba respirar y sentía muchas ganas de llorar. Me sentía traicionado, como si fuera el juguete viejo al que ya nadie quiere. CNU solo era así conmigo, y así debía quedarse. Sólo yo podía conocer ese CNU.
Me escondí en la biblioteca, nunca nadie va a allí, solo CNU y yo en ocasiones, cuando no queremos ser molestados. No sé porque, pero comencé a llorar.
-¿I-oh? ¿Estás bien?- esa voz… esa dulce voz solo podía ser de ella. Alcé mi vista y me encontré con Sulli, una de mis mejores amigas. Era raro verla allí.- ¿Qué te pasa? – pausó su consola de videojuegos portátil. Claro, no estaba allí para leer.
-No me pasa nada- me sequé las lágrimas e intenté dar mi mejor sonrisa. No salió para nada bien.-Rayos, qué vergüenza- murmuré. Nuevas lágrimas comenzaron a caer, yo ya no intentaba pararlas.
-¿Qué pasó, por qué lloras?- se acercó a mí.
Todo el mundo tiene que desahogarse alguna vez, y yo me desahogué con Sulli. Ella es mi mejor amiga desde niños y no creo que le cuente nada a nadie. Le conté absolutamente todo, como me sentía, que me pasaba con Changjo y CNU.
-Aaah… eso se llaman celos querido Kiokie- me acarició la cabeza.
-¿Celos?- Claro, era muy posible. Ahora que recuerdo sentí lo mismo cuando mi hermano menor nació y mi hermano mayor jugaba más con él que conmigo.
-Sí, celos- me sonrió. Siempre he creído que Sulli es la chica más bonita del mundo, incluso en la primaria la besé, me gané un gran puñetazo en la cara- Tal vez sea porque CNU y tú son muy unidos. ¿Te cuento algo? Lo mismo sentí yo cuando CNU llegó a nuestras vidas. Ustedes dos tenían tanto en común que me daban envidia. Pero después me hice amiga de Amber y Victoria, y luego conocí a Cristal, por lo que nuestra separación no fue tan dolorosa y la acepté rápidamente. Pero tú no tienes a nadie más. He visto que tienes buena relación con todos los chicos del curso ¿Por qué no intentas relacionarte más?
-Sí… es… una gran idea- Levanté mi cabeza, mucho más animado. Sulli siempre me animaba.-¡Es una maravillosa idea!- Me levanté y salimos juntos de la biblioteca, charlando animadamente.
Como estábamos de hora libre y en mi colegio cuando un profesor no viene nos dejan salir al patio, estaban todos en pequeños grupos charlando o tonteando. Busqué con la mirada a CNU y lo encontré riendo con Changjo en un rincón.
Desvié la mirada, el pecho comenzó a dolerme de nuevo. Sulli me tocó el hombro y me sonrió, le devolví la sonrisa. Su sonrisa siempre me hacía sentir bien.
En un rincón estaban los gemelos de la clase, era un poco raro pero me caían bien. Tuve que hacer un par de veces grupo con ellos. ¿Cómo se llamaban? ¡Ah, sí! Kwangmin y Youngmin. Ellos siempre estaban apartados con sus consolas portátiles y sus comics. Era difícil distinguirlos, pero poco a poco aprendí a hacerlo: El que parecía ser mayor pero en realidad es el menor es Kwangmin, y el que parece ser menor pero en realidad es el mayor es Youngmin.
Me acerqué a ellos, competí una vez en un concurso de modelaje que realizaba la escuela con Kwangmin, ambos llegamos a finalistas pero por mayoría de votos yo gané. A veces charlábamos pero no era mucho nuestra conversación. Cuando llegué hasta donde estaban ellos, ambos estaban leyendo Batman. ¡Qué bien! ¡A mi me encanta Batman! Tengo toda la colección. Soy algo friki así que también tengo montones de mangas.
-¿Están leyendo Batman?- les pregunté. Ambos asintieron si ni siquiera mirarme. Ok, ya sé por qué les dicen raros.
Leí la tapa de uno de los comics: ‘’La caída del Murciélago. ’’ ¡Era mi parte favorita de Batman!
-¡Vaya! ¿Ya llegaron la parte en que Azrael se vuelve loco?- ambos bajaron sus comics y me miraron asombrados.
-¿Te gustan los comics?- me preguntaron. ¡Cuánta coordinación! A pesar de que se peleaban muy a menudo y por las cosas más triviales.
Asentí sonriendo- Tengo la colección completa de Batman, Superman y Spiderman. También tengo algunos de los X-man, Aunque prefiero los mangas.
-¿De veras?- Youngmin me sonrió- ¿Qué mangas tienes?
-Tengo muchos, y tengo más en una biblioteca virtual en mi computadora- comenzamos a charlar de comics, personajes de los mangas y esas cosas. La verdad es que me sentía mucho mejor.
-End Pov’s I-oh-
CNU miró de reojo a I-oh, últimamente estaba muy raro. No lo hablaba, lo evitaba, y antes había que amordazarlo para que se callara y atarle las manos para que se quedara quieto. Pero en cuanto se iba con alguien más sonreía de nuevo como si nada. Ese momento era el ejemplo claro, I-oh se veía muy contento charlando con los gemelos, y por un momento CNU se perdió en la sonrisa de I-oh.
-Oso, oso ¿Oso, me escuchas?- Changjo lo zamarreó. Oso… solo I-oh lo llamaba así.
-¿Ah? Sí, lo siento.
-Bueno, como te iba diciendo…- Changjo se pegó a CNU. Este solo sonrió forzadamente. El pequeño a veces resultaba ser un poco molesto. ¿Pero qué podía decirle? Volvió la vista nuevamente hacia I-oh, seguía con los gemelos y lo que era peor, el rubio reía, reía de veras, reía como solo a veces lo conseguía hacer reír CNU.
-Hey, CNU ¿Qué haces? ¡Qué raro que no está con I-oh!- dijo Sunny, la sonrisitas de la clase y amiga de ambos chicos-
-¿Y eso qué importa?- contestó Changjo- Está conmigo ahora.
-No hablaba contigo- Sunny le sonrió de una manera escalofriante- ¿Se han peleado CNU?
-No, no es eso- el mayor negó con la cabeza- No sé que le pasa, no quiere hablarme. Pero ya se le pasará. Si esto sigue así, le regalo un chocolate y ya. Seguro olvidé algo. Ya sabes, es uno de los períodos de I-oh.
-Estoy al tanto de los periodos de I-oh, pero esto es como… es diferente.- CNU suspiró- ¿Ves? Tú también sabes que es diferente. ¿No sabes que le pasa?
-No, no lo sé- ¿Por qué le afectaba tanto que I-oh lo ignorara? Si hubiera sido otra persona le hubiera restado importancia.
-¿No le has preguntado? ¿Por qué no hablas con él?- La verdad es que no se lo había preguntado porque al principio creyó que I-oh no quería ser molestado, así que decidió dejarlo en paz. Pero los períodos del chico solo duraban como mucho dos días, y eso ya llevaba más de una semana.
-No, no le he preguntado. Pero hablaré con él a la salida, hoy me voy solo porque mi hermano no ha venido. De seguro me acompaña.- Sunny le sonrió.
-Espero que se arreglen las cosas entre ustedes. Es muy feo ver a dos buenos amigos pelear.- CNU le devolvió la sonrisa, pero no se daba cuenta el odio con que Changjo miró a Sunny y después a I-oh.