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Te sigo amando por pandita_chan

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Notas del fanfic:

Fic resubido y no beteado :c 

Notas del capitulo:

Me pregunto si alguien recordará este fic 0: 

Te lo prometí... jamás te dejaría solo... aunque por un tiempo estuve lejos de ti

 

Durante todo ese tiempo que fuimos pareja, jamás imaginé que esto nos sucedería, pero las cosas pasan por algo, ahora lo tengo claro...

 

Miya, me hiciste el hombre más feliz sobre la faz de la tierra y te agradezco desde lo más profundo de mi corazón, tú me ayudaste siempre, fuiste un amigo y un compañero incondicional, estuviste en las buenas, en las malas, y en las horribles conmigo, dándome siempre ánimo, y fortaleza...

 

Aun así siento que te fallé, fui un cobarde contigo, y conmigo también, pero tú me entendiste a pesar de todo, es que no fue fácil asimilar las cosas que el doctor me dijo aquella vez, justo aquella vez que tú no pudiste ir conmigo...

 

—"Le tengo dos noticias... una mala, y la otra es peor"— anunció

 

¿Cómo rayos podía elegir entre cuál primero?, cuando me miró con cara interrogante. ¿Una mala y otra peor?, pues yo preferí que me las diga en orden...

 

—"No sé como llego a suceder esto... pero usted está embarazado"— comunicó

 

Ok, en ese instante algo raro sucedió en mí, sabía que esa no era la noticia mala ni la peor, el doctor esperó a que despertara de mi trance, y prosiguió...

 

—"Pero... a la vez tienes un tumor cerebral, demasiado avanzado..."— informó

 

Eso si era una mala noticia, y ahora venia la peor...

 

—"Lo mas probable es que ese niño, no alcance a nacer, o que quede huérfano... lo que le queda de gestación es también lo que le queda de vida, señor Yutaka"— sentenció

 

En esa ocasión, me enteré que eso que tanto nos preocupaba; mis constantes, dolores de cabeza, mis nauseas, los cambios de humor, y todas esas cosas, eran a raíz del milagroso embarazo y del tumor que tenía en el cerebro. ¿Demasiado tarde?, claro que sí; la vida se me iba de las manos y a pesar de que siempre me insististe en que me preocupara más por mi mismo, jamás te hice caso, pero ya es tarde para remediarlo...

 

Cuando me vi frente al espejo esa misma noche pude notar que se estaba haciendo notorio ese embarazo, esa noticia te habría hecho tan feliz, lo sé, pero ese mismo descubrimiento me llenó de miedo, y no solo mi vientre, sino también el maldito dolor de cabeza que me invadió de un momento a otro y entonces tomé esa decisión... marcharme para no verte sufrir

 

No quería que supieras de mi enfermedad, aun así, me moría por contarte que dentro mío estaba creciendo el fruto de nuestro amor, pero tampoco era justo ilusionarte con algo que seguramente no alcanzarías a conocer, por eso me fui, preferí mil veces que pensaras que te había abandonado porqué ya no te quería, a que tengas que cargar tan dolorosas noticias en tu espalda, yo sé que habrías tratado de remediar todo de una u otra forma, pero el dinero estaba demás en ese veredicto... ya no había nada que pudiera hacer, mis días estaban contados....

 

Me fui lejos de ti, lejos de todo lo que conocí, dejé también mi banda, mi familia, a todos y todo el mundo tirado, lo único que quería era vivir lo que me quedaba en paz... paz que jamás pude lograr porqué no te tenía a mi lado, te eché tanto de menos, quería tenerte conmigo, pero ya era tarde para volver, mis fuerzas se iban con los días, lo único que me daba un poquito de ánimo era ver lo abultado que estaba mi vientre, ahí dentro alguien crecía, y deseaba con todas mis fuerzas que ese bebé pudiera vivir, vivir la vida que yo ya no podría....

 

Después de irme jamás volví a ir a controlar mi enfermedad, ¿Para qué?, ya estaba sentenciado a morir, no quería que me dieran falsas esperanzas con un tratamiento que agotaría mis fuerzas antes de tiempo sin resultados satisfactorios, mi embarazo tampoco lo controlé, nunca supe que sería ese bebé, pero mi intuición me decía que seria una niña, una niñita sonriente como yo e hiperactiva como su otro padre, ese era mi sueño, pero los días se iban rápido y tenia miedo de que jamás se pudiera cumplir....

 

Según mis cálculos estaba a pocas semanas de que se cumpliera mi periodo de gestación, yo rogué con todas mis fuerzas esas noches para que ese bebé viviera, yo quería sobrevivir hasta el ultimo día que me quedaba de existencia para que ese bebé pudiera algún día hacerte compañía... y una noche entre lágrimas y ruegos me llegaron las contracciones, en ese momento alabé a mi madre por soportar ese dolor de tenerme, sin duda era un dolor molesto, pero si quería que nuestro hijo naciera debía soportarlo, soportar ese último esfuerzo que no seria en vano...

 

Al escuchar mis gritos de suplica. alguien que iba pasando por fuera del lugar donde me refugié todo ese tiempo, se acercó a hasta allí, y me llevó al hospital, ni siquiera recuerdo bien lo que sucedió en el camino, porque un fuerte dolor de cabeza, combinado con las contracciones me dejaron fuera de combate, al menos hasta después que el bebé nació. Desperté en una habitación de hospital blanca, y mi única compañía era el tubo de suero que estaba puesto en mi brazo derecho, luego de darme cuenta que mi abultado vientre ya no estaba y por más que traté de moverme no pude hacerlo del todo, me quedé dormido otra vez... y al otro día fue un llanto lo que me despertó...

 

Al despertar con un llanto insistente me removí en la cama, y frente a mis ojos estaba mi bebé sostenido por una simpática enfermera, me recosté en la cama y me lo pasó...

 

—¿Qué fue?— le pregunté al ver el color neutro en sus vestimentas

—fue una niña. Felicidades, señor Yutaka— dijo

—Gracias— respondí

—¿Y cómo la llamará?— preguntó

—Aiko— respondí

—Lindo nombre— luego de eso, se fue...

 

Más feliz no podía estar, mi intuición no falló, era padre de una linda niña, tal como la imaginaba, tenia mi sonrisa y algunos rasgos de ti, su otro padre, la disfruté por unos momentos hasta que se la llevaron de nuevo, pero antes de que la enfermera se vaya le pedí un favor y así me lo concedió...

 

Luego de que me llevara el lápiz y el papel que le pedí, por fin se llevó a Aiko, y yo me dispuse a escribir, escribí y lloré como no lo había echo en mucho tiempo, y después de un largo rato, le pedí a la enfermera otro favor, pero ese era un enorme favor, hacer llegar mis cartas a sus destinatarios, una de esas cartas era para mis padres, la otra para los chicos de The Gazette, y la otra era para ti, Miyavi...

 

Después ese mismo día, en la tarde volvieron a llevarme a Aiko para que esté con ella, y me enseñaron como cambiarle los pañales, según la enfermera no lo hice tan mal para ser primera vez, pero me divertí mucho, la enfermera confesó, que por ser hombre me dejaban estar mas tiempo con mi hija, además porque se habían enterado de mi enfermedad, de una forma u otra lo sabrían si tenían mis datos, pero le agradecí el gesto, y antes de retirarse dijo que las cartas ya habían llegado a su destino....

 

Esa noche me dormí con una sensación enorme de paz, esa paz que había perdido todos esos meses lejos de ti, nuestra hija logro dármelas en ese día que compartí con ella, esa noche cerré los ojos, en paz y para siempre...

 

Sé que al otro día llegaste al hospital luego de un largo camino, en la sala ya estaban los chicos de mi banda, y a ninguno de ellos se les había dicho nada aun, tropezaste con las sillas y te dirigiste hacia ellos luego del maldecir al aire por tu mala suerte...

 

—¿Han sabido algo de Kai?— preguntaste, pero ellos solo negaron con la cabeza

—Maldición, quiero que alguien me diga algo— alegaste

—Tranquilo, Miya, el medico ya nos dirá algo— trató de consolarte Ruki

 

Siguieron esperando a que el medico aparezca y fue entonces cuando les dio la noticia...

 

—Hay algo que debo decirles, pero antes quiero saber, si ustedes están al tanto de la enfermedad— habló el doctor

—Solo nos dijo que estaba enfermo, no de qué— dijo contrariado Uruha

—Pues, él tenía un tumor cerebral— indicó

—Un momento, ¿Por que habla en pasado?— interrumpiste

—Él ha muerto señor Ishihara. Kai falleció en el transcurso de la madrugada, mientras dormía— informó

 

Así fue como te enteraste de la peor forma de lo que yo celosamente guardé por tanto tiempo, pero aun faltaba algo más...

 

—Él me pidió el favor de que se comuniquen con la señorita Ayase, es una enfermera del sector de pediatría. Fue lo último que me dijo— dijo

 

Sin más corriste a buscar a la enfermera, y ella por toda respuesta te dio una última carta de mi parte...

 

"Miya:

 

Lo más probable es que cuando leas esto yo ya no esté vivo…

 

Solo escribo para decirte que te he dejado un regalo, algo que siempre quisiste, pero que se veía imposible. Me imagino que cosas estarán pasando por tu mente con esas palabras, pero ese regalo quiero que lo cuides como si de tu propia vida se tratara, es algo muy lindo y tierno, por eso te pido que lo protejas con todo tu ser, yo desde donde esté, te estaré viendo y asegurándome de que cuides lo que te he dejado...

 

Se despide con cariño

 

Uke Yutaka... Kai"

 

Al despegar la vista de la hoja, abordaste a la enfermera, ella se asustó un poco, pero te dijo que la esperaras, que en seguida vendría con lo que te prometí en la carta...

 

Paseaste nervioso en círculos mientras esperabas, mordías tus uñas con desesperación, hasta que de pronto la voz de la enfermera te sacó de tus pensamientos...

 

—Señor, aquí esta su regalo— dijo  

—¿Un bebe?— preguntaste

—Sí, un bebe, hijo de Kai y suyo— respondió

—¿Cómo?— volviste a preguntar

—Véala usted mismo, se parece a su otro padre— indicó

 

La tomaste en brazos y lloraste como jamás te había visto, en ese momento entendiste a qué se refería la enfermera, y a lo que me refería yo en esa carta, quien sostenías en tus brazos era nuestra hija Aiko Ishihara...

 

Después de que la enfermera te dijera todo, te fuiste con tu hija en brazos hasta donde estaban los demás chicos llorando por la noticia, les contaste todo, y a pesar de que estabas triste no dejabas de sonreír con Aiko en brazos...

 

Los chicos te prometieron ayudarte con la niña, ellos. Los cuatro serian los padrinos de Aiko, ellos también son tus amigos, y son quienes más te han apoyado después de mi muerte...

 

Han pasado algunos meses desde que lo que sucedió, y yo desde donde estoy te sigo viendo todos los días, observo como cuidas a nuestra hija como si de un tesoro se tratara, eso me alegra, yo solo quiero que tú seas feliz, que busques alguien que te ame como yo lo hice...

 

Algún día te prometí no dejarte solo, más cuando enfermé me aleje de ti, pero Aiko esta contigo, para que tu no estés solo, y seas siempre feliz...

 

Notas finales:

Eso fue  >:3 


Gracias por leer~ 


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