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If only tears could bring you back to me por Kandashiro

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Notas del fanfic:

Este fanfic es un tributo a una de mis parejas favoritas de Pokémon. Cuando jugué al capítulo especial mis yaois-sentidos se activaron e////e. Espero que les guste

    Ya hacía cosa de una hora que habíamos emprendido el viaje. El cuerpo me dolía aún por las magulladuras del combate en la Torre del Tiempo y la reciente contra los Sableye que una vez estuvieron bajo mi subordinación. ¡Agh! Cómo agradecía ser un pokémon sin piernas porque las rodillas las tendría destrozadas. Iba unos metros por detrás de Grovyle el cual no estaba mucho mejor que yo, pero ninguno de los dos parecíamos desear mostrar flaqueza ante el otro.Ninguno de los dos hablábamos,tan sólo avanzábamos con pesar sobre un paisaje que no presentaba cambios desde tiempos que ya ni recuerdo.

    Las mismas gotas de rocío sin brillo ni movimiento, las hojas de otoño suspendidas en el aire para siempre, las nubes plasmadas como simples estampados en un cielo grisáceo en el que nunca brillaba el sol. Hasta que viajé al pasado yo ni siquiera conocía lo que era la caricia del viento ni el sonido de la corriente de agua de un pequeño arroyo o el aroma de una flor. El simple pensamiento de que esas nuevas sensaciones pudieran resultar agradables y gratificantes para mí podrían ser signo de debilidad por el cual el gran Dialga Primario hubiera decidido sustituirme por otra segunda mano.Sí,debía eliminar de mi mente cualquier pensamiento que pudiera debilitarme emocionalmente. Si quería recuperar mi puesto al lado de mi señor debía adoptar mi postura más fría en lo referente a mis sentimientos del pasado y sobretodo ... no perder de vista a Grovyle.

    Con la pérdida del paso del tiempo no podría decir con exactitud cuánto hace que somos enemigos, ni siquiera sabría decir si alguna vez fuimos amigos. Él era uno de los mayores enemigos de mi señor y yo era algo así como su mano derecha. No,estoy seguro de que nunca existió entre nosotros mucho más que una enemistad.Y pensar que estuve a punto de haber acabado con él de no ser por esos dos pokémon mocosos entrometidos.... Deseaba que ese pensamiento de victoria arrebatada y planes frustrados me envenenara la mente y el corazón,creando así un odio irracional hacia mi enemigo ahora compañero y de esta forma no perder el Norte. 

    Pero en aquellos momentos me fue imposible.Estaba completamente agotado, no tenía fuerzas siquiera para encaminar la frustración que en aquel momento sentía por mi fracaso. Además ¿De qué serviría ahora pelear con Grovyle? Aunque odiase admitirlo yo le necesitaba y él me necesitaba a mí. Solamente juntos llegaríamos hacia la Torre del Tiempo. Luego.... Bueno,como él dijo, Ya veremos qué sucede después.

   Mis pensamientos se vieron interrumpidos con el pequeño estruendo de la caída aparatosa de Grovyle contra el suelo. La verdad,no me extrañó en absoluto que el cansancio hubiera ganado aquella batalla.Hacía rato que le estaba viendo arrastrar con pesadez los pies,y mi antena de radio ya había marcado un ritmo para sus jadeos de agotamiento.

-Ya ha sido suficiente por hoy-dije en voz alta deteniéndome a su lado.Si me hubiera visto obligado a avanzar un metro más probablemente hubiera acabado como él-Busquemos un lugar en el que descansar unas horas.

-Sí...tienes razón-coincidió él mientras recuperaba el aliento.Con la testarudez que le caracterizaba volvió a ponerse en pie con un resoplido e irguió la cabeza hacia arriba,con sus ojos verdes entrecerrados- No nos servirá de nada llegar hasta Dialga sin fuerzas.

   Asentí con la cabeza sin más. Casi arrastrándonos por los suelos llegamos hasta un pequeño recoveco entre una cordillera rocosa.Era algo pequeño,pero serviría para descansar.Yo entré primero y después Grovyle. Una vez acomodados ambos nos miramos a los ojos directamente. Tanto él como yo temíamos quedarnos dormidos el uno antes que el otro.Pero los dos estábamos prácticamente destrozados tanto física como mentalmente. No sé quién de los dos se durmió primero.

    Y allí estábamos. Mi enemigo acérrimo y yo compartiendo cubículo de descanso y el comienzo del que podría ser el último viaje de los dos.


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