Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

A Letter for XX por Kiki__Nice

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disclaimer: Ni las personas mencionadas aquí, ni esta historia son mías. Solo me acredito la traducción.

Notas del capitulo:

Uno de mis fanfics favoritos de mi vida de mí <3

Espero que les guste.

Querido XX,

 

 

 

Nunca he sabido tu nombre, nunca me lo permitieron.

 

Pero te amo.

 

 

 

¿Tiene eso sentido?

 

 

 

Tal vez nunca me conozcas, y es posible que nunca leas esto, pero está bien, porque me he divertido pasando  la última década contigo. La sola idea de no poder verte crecer adecuadamente y de casarte, tener hijos – ese solo pensamiento, me mata.

 

Pero supongo que es mejor así. Pero, ¿sabes qué trataría a esos  niños como míos, también, porque te amo, y les daría el amor que se merecen.  A pesar de que no me hubiera gustado la idea de que amarás mucho a  alguien, a pesar de que nunca me hubieras conocido, pero está bien, porque eres tú.

 

XX, ¿sabes las muchas cosas que he hecho por ti?

 

Yo crecí contigo. El día en que naciste, yo nací también. En realidad, no ‘nací’, pero fui creado en este mundo para proteger y cuidar de ti. Irónico, ¿no? Pero esto es sólo cómo el sistema funciona para los ángeles de la guarda. Tanto un nuevo bebé y un ángel especialmente para ellos se crea al mismo tiempo. Especialmente para ti, XX. ¿Sabes  lo que esto significa?

 

Fui creado en este mundo por tí, para tí y solo para tí.

 

 

Deberías sentirte honrado, XX, porque yo lo estoy. Yo estuve  a tu lado cuando llorabas y gritabas en tu pequeña cuna. Estuve jugando y riendo contigo,  junto a tus orbes negros soñadores que me regresaban la mirada intensamente. En ese momento te debías estar probablemente preguntándote quién era yo, pero no importa, porque en ese momento yo tampoco lo sabía, y ambos jugamos incontables días después de ese.

 

 

 

Eras tan adorable como bebé.

 

 

 

Sabía que harías un hombre muy guapo cuando crecieras, al igual cómo eres ahora, XX. Justo como  el hombre del que estoy irremediablemente enamorado. Es un error, lo sé, y he tratado de ocultarlo, tratado de apartarlo, lo he intentado todo, pero todos mis intentos han sido en vano.

 

 

 

Y ahora pagaré por este enorme, enorme error.

 

Todavía recuerdo cuando tenías cinco años. Joven, pequeño, tan puro e inocente, tambaleándote y tropezando por todas partes. Tus padres estaban preocupados porque no habías aprendido a caminar correctamente todavía -–   pero si supieran que la verdadera razón para eso, es que habías estado demasiado ocupado jugando conmigo, siempre, en esa pequeña habitación tuya. Tus padres pensaron que tal vez tenías un problema, porque reías y pellizcabas siempre mis mejillas al azar, pero lo que ellos veían era solo a su pequeño bebé pellizcar la nada, y yo debería haber sabido que esa sería la primera de las pocas etapas problemáticas que pronto llevarían al gran error en que se había convertido. Si hubiera sabido que había estado violando las reglas -–  que había entendido mal el significado de ‘actuar como un compañero de juego normal para el ser humano al que ha sido asignado’  -–  me habría detenido, XX, no habría continuado desviándote de tu camino predeterminado, como el humano que eres.

 

Así que rápidamente te enseñé a dejar de gatear y a tomar pasos de bebé, tus regordetas manitos adaptándose a las mías, manteniendo el equilibrio y apoyándote en mí, y en el tiempo de algunos días lo tenías dominado. Siempre fuiste un estudiante rápido XX, y estoy tan orgulloso de ti.

 

Más tarde, ingresaste a la escuela primaria y te negaste a hablar con nadie más que el aire.

 

Ese era yo.

 

A veces me pregunto si alguna vez reflexionaste sobre los días de tu infancia y reíste, porque te habría parecido tan tonto entonces, hablar con ninguna persona en particular en lo absoluto. A veces me pregunto si  pensabas que habías tenido problemas mentales en ese entonces, y a veces me pregunto si alguna vez quisiste saber si tu compañero de juegos  había sido real todo el tiempo.

 

Porque lo soy, y necesito que lo sepas.

 

Antes de que poco a poco me desvanezca...       

 

 

 

Tus profesores todos pensaban que estabas loco, y oí sus conversaciones en la sala de profesores, mientras revisaban tus dibujos digno de una A. – “El chico es tan talentoso.”  - Uno hizo el comentario, pero  otra replicó-  “Es una pena que esté loco ..."-

 

Y me molesté tanto que a propósito derramé café caliente en la falda justo en el momento de ese comentario. Se quemó gravemente, pero ella te insultó, XX, y no me gustó eso. Nadie podía insultar a mi chico perfecto.

 

Pude ser tu único amigo en ese entonces, pero eras feliz, y me hacías tan, tan feliz a mi también. Me encantaba ver como tu sonrisa iluminaba tu rostro, tus deslumbrantes ojos riendo junto con mi inexistente persona. Te acurrucabas y dormías conmigo en la noche, y me abrazabas debajo de las mantas, preguntándome si en ese momento en particular podría no terminarse nunca.

 

 

 

Entraste a la escuela media.

 

Este era el momento en que muchos ángeles de la guarda perdían su presencia hacia sus ‘tareas’ asignadas (en otras palabras, humanos). Este fue el momento que más temía, el momento en que me despertaba por la noche preguntándome si tal vez podría ser un caso especial, que tal vez todavía serías capaz de verme, a mí y  sólo a mí ...

 

Al principio me dirías palabras incomprensibles al mirarme (no podías hablar todavía, y yo era parte de la culpa, pero esa es otra historia.)  -– Palabras que traduje en '¿Por qué estás desapareciendo? -–   Y sabía que pronto desaparecería por completo de tu vista, a pesar de que evidentemente todavía estaría a tu lado todos los días,  aún protegiendo de todo peligro, ayudándote y cuidando de tí.

 

Me aferré a cada día desde entonces, hasta el día en que de repente dejaste de hablarme.

 

Hasta el día en que pareciste olvidar completamente todo sobre mí.

 

El día que me hizo sentir tan miserablemente entre sollozos, las lágrimas brotando por mis mejillas cuando traté de hablar con nuevamente contigo, sólo para ver mi mano transparente pasar por a través de tu cuerpo.

 

No podía tocarte más.

 

Echaba de menos tu tacto, XX, y todavía lo hago. Pero poco a poco me he resignado al hecho de que no puedo sentirte más, y que con cada minuto una parte de mí está desapareciendo. Es por eso que estoy terminando rápidamente esta carta, a pesar de que nunca  sabré si esta carta llegará al otro mundo  -– a tu mundo, específicamente. Conociendo lo cruel que podía ser el cielo, no lo permitiría, pero estoy haciendo todo, sólo para hacerte saber que nunca  has  sido amado tan profundamente antes.

 

Que no habías estado loco todo esto hace tiempo. Y lo más importante,

 

Quiero que sepas que yo existía, más que todo.

 

Pensé que los tiempos en la escuela intermedia fueron malos, pero al entrar en la escuela secundaria se puso peor. En la escuela secundaria, mis tareas de trabajo comenzaron a hacerse cada vez menos. Comenzaste a aprender cómo cuidar de tí mismo, aunque no de manera eficiente, pero-–  no era preciso que me necesitaras  tanto como antes, y  odiaba esa sensación, ese sentimiento de no ser querido, necesitado, ni siquiera pensado.

 

Si tan solo supieras...

 

En la escuela secundaria,  comenzaste a pensar en las chicas, los enamoramientos y todo lo demás. Sabías sobre el amor. Y me dolía cada vez que te hacías la idea de una novia nueva o cuándo te ruborizabas cada vez que alguien que te gustaba te prestaba atención.

 

Te di atención mi vida entera, XX, así que ¿por qué me merezco esto?

 

¿Recuerde el día que la chica que te gustaba te  dio un beso? XX, ¿Supiste alguna vez  como se hizo esos moretones y cortes en la cara después de ese fatídico día? Soy culpable de empujarla a un desagüe en su camino a casa. Las cosas nunca se sabrás, aunque me parece que es necesario que lo hagas.

 

Lo siento, XX. Debí haber sido muy maduro entonces. Hacer ese tipo de cosas malas y horribles a  niños pequeños. Me castigaron fuertemente posteriormente sin poder verte durante tres días seguidos, y después de esos días de abstinencia, aprendí mi lección y nunca me atreví a ir en contra de la voluntad del cielo otra vez. En todo caso, simplemente me era imposible no verte.

 

Tú eras mi cada respiración.

 

En la escuela secundaria, comenzaste a dejarte crecer el cabello  largo, y te juntaste con los chicos ‘malos’, empezando a peinar tu cabello en exceso. Te veías muy cool, y te hiciste mucho más guapo y frío, cosas que yo nunca podría ser (cosas que eran lo opuesto a mí) porque yo era un ángel de la guarda. Aunque no me gustaba la persona en que poco a poco te transformaste, todavía te amaba incondicionalmente de todos modos, porque te conocía por dentro y por afuera, desde la cabeza a la punta de tus pies, porque nadie más te conocería más que yo.

 

Merezco amarte así, entonces ¿por qué es que estoy siendo castigado de esta manera? ¿Por qué Dios me castiga? Me enviaron a amarte. ¿Y qué si yo había cruzado la línea?

 

Tocabas la guitarra y atraías mucha atención no deseada de los demás. Realmente no me gustaba, pero no tampoco podía controlarlo, porque la última vez que lo hice - mira ¿donde me dejó? Entrabas y salías de relaciones oficiales, y empezaste a besar -– cosas que  ángeles como yo nunca tendríamos la oportunidad de intentar... Pero cuanto más lo quería hacer contigo.

 

Quería hacer tantas, tantas cosas contigo, XX. Ir a un parque de diversiones contigo, comer helado contigo, estudiar contigo, abrazarte de nuevo como antes, cocinar tu comida favorita, y la lista sigue -– cosas que los humanos ordinarios hacían con sus amantes. Solía soñar despierto sobre el día de nuestra boda, y los muchos acontecimientos fructíferos que seguirían después. Sé que no podíamos tener hijos, pero igual pensaba en ello de todos modos, porque XX, nuestros hijos serían perfectos. Tú eres perfecto, por lo que, naturalmente,  ellos lo serían también. Tan inteligentes, talentosos, hermosos, todos ellos igual a tí.

 

¿Sabes que cada noche cuándo te acostabas en la cama, contando las estrellas  desde tu ventana, tratando de conciliar el sueño -–yo estaba allí junto a ti también? Cada día, cada momento, cada estela del tiempo. Yo estaba allí contando contigo, sosteniendo t mano y sonriendo para tí. Hablando contigo, aunque no tuviera ninguna respuesta de vuelta. Siempre estaba allí, así que no estabas solo, y quería que supieras que no estabas tan solo como te sentías entonces, quiero que sepas que nunca  lo has estado.

 

A veces, cuando por fin te quedabas dormido – esa obstinada, terca naturaleza  tuya te impedía descansar hasta altas horas de la noche -– me volvería para darte un beso en los labios, en las mejillas, y esos eran los tiempos vulnerables que mi cuerpo sentía que realmente podía ser tuyo . Sólo cuando el cuerpo humano finalmente descansaba es que nosotros, los ángeles,  tenemos la oportunidad de sentir, tocar de nuevo. Y aproveché todas las oportunidades que pude.

 

Porque cuando despertabas, todo se había ido.

 

Yo estaría contento con cualquier cosa.

 

... Pero entonces sucedió.

 

Yo estaba tan arrepentido de ello entonces, pero yo. ..realmente no pude controlarme.

 

XX, ¿sabes lo que pasó? ¿Todavía te acuerdas? Por lo que he entendido, han borrado todos los recuerdos de aquello de tu mente. Pero creo que todavía están ahí.

 

No es posible olvidar.

 

Había sido una noche tranquila y oscura.

 

Estabas borracho. Andabas por el callejón de un club tranquilo,  estabas tan vulnerable y solo. Se acababas de pasar por un rompimiento, uno muy, muy malo, y estabas tan molesto. Yo estaba molesto también, me dolía verte así.

 

 

 

Esos hombres te siguieron.

 

¿Sabes lo que querían hacerte, XX? Lo vi en sus cabezas. Era tan sucio, tan sucio, y me enfurecí demasiado. Tenía tantas ganas de golpear, pero cuando me acerqué a ellos y traté de ponerles la mano encima, esta se deslizó a través de ellos, como siempre.

 

 Pero me recordó que a pesar de que no podía tocar los seres humanos, podía tocar objetos inanimados...

 

 ... Y eso es exactamente lo que hice, cuando te acorralaron y trataron de obligarte a hacer cosas que no querías, cosas prohibidas y demasiado horribles para un alma tan pura y hermosa, cosas que tú no debías experimentar jamás. Yo nunca podría dejar que nada te pasara.

 

Los maté.

 

Y cuándo cayeron derribados, uno por uno, se sintió  tan, tan bien.  Estaba sonriendo, orgulloso de mi trabajo – yacían inertes, maltratados y golpeados en el suelo, la sangre fluyendo hacia fuera de sus cuerpos como arroyos interminables, fueron golpeados hasta que ellos ni siquiera pudieron ser reconocidos ya ... Estaban muertos.

 

Obtuvieron lo que se merecían, por incluso pensar en tratar de hacerte daño.

 

Pero entonces tus horribles gritos de asombro escaparon de tus labios entreabiertos y supe que algo andaba mal.

 

Me viste.

 

La sangre manchaba tanto mi cara y mis angelicales, blancas ropas. Al igual que mis alas, también, más claras que el agua, a la vista de cualquiera. Te me quedaste mirando, ojos como platos, tu mano sobre tu boca para parar de vomitar al ver los cuerpos ensangrentado, y esas emociones en esos orbes oscuros e intensos que solían mirarme con amor cuando eras un niño pequeño … Te veías tan asustado, tan cansado, tan atemorizado de mí.

 

"No voy a hacerte daño.” -–-te susurré, y mi mano se acercó para acariciar tu rostro, pero te alejaste de mí.

 

Mi corazón... se rompió, entonces. Toda mi vida había estado protegiéndote.

 

Ahora, la persona que había amado y protegido toda mi existencia tenía miedo de mí.

 

"¡Te amo!" -Grité, pero mi garganta estaba demasiado seca par hablar, como si algo me lo  impidiese, restringiendo la cantidad de palabras que podía decir. Pero aun así salió - sólo en lo que parecía un susurro pequeño, una pequeña cantidad audible de voz ...

 

¿Me oíste, XX?

 

 

 

Me miré nuevamente, y me di cuenta de que mis manos estaban ya desapareciendo, trascendiendo lentamente en el aire, y me di cuenta de la cantidad de tiempo que me quedaba poco a poco iba acabando.

 

 

 

Te diste la vuelta y querías correr. Podía oír tus pensamientos gritando todo el camino desde mi posición, pidiéndote que corrieras y  que no miraras nunca atrás, que este hombre era probablemente un acosador loco o borracho, alguien que era claramente peligroso, alguien de quién tal vez debía huir.

 

Si supieras, XX, que yo no era nada de eso.

 

Yo sólo estaba haciendo lo que había echo toda mi vida.

 

Sólo estaba amándote.

 

Pero no tomaste velocidad. No caminaste hacia mí y me diste una bofetada en la cara, tampoco. Sólo hiciste lo que siempre: ser el chico bueno, el hombre educado, refinado, que siempre habías sido.

 

El hermoso hombre que había llegado a amar.

 

“Gracias.” Tu voz ronca voz ahogada, en medio de todo tu silencioso llanto.

 

Y sonreí sonrió entonces, una gran, gran y amplia sonrisa .

 

Y después, te habías ido.

 

No -–más específicamente, yo me había ido.

 

Estaba envuelto en una vacía oscuridad, hasta que mis ojos revolotearon abiertos y me encontré en la celda de la negra prisión. En lo más profundo del cielo, la más oscura celda de la prisión.

 

Había roto la regla final.

 

Había matado a seres humanos innecesariamente, tu bien. Había mal utilizado mis poderes.

 

Y te había amado. El poder fue tan intenso entonces que me hice visible para tí en ese momento en ese callejón,  que fuiste capaz de verme.

 

Pero XX, nunca me arrepentí de nada de eso entonces, ¿me crees?

 

Hice todo esto porque te amaba.

 

Tanto, tanto.

 

Pensé día y noche en tí. Todos los días. Constantemente. No podía hacer nada más. Sabía que iba a pasar mi próxima década aquí, solo, hasta que finalmente me arrepintiera, hasta que admitera mi error.

 

Pero nunca lo haré, porque eras especial. Lo hice por  ti, a pesar de que no estoy orgulloso de ello, pero estoy orgulloso de los medios hasta los que había ido para protegerte.

 

Te amo.

 

Me escapé de esa celda de la prisión hoy. Sólo después de dos semanas de encerramiento. Me sentí tan miserable, tan solo … y supe que tenía que volver a verte.

 

Sabía que escapar de su castigo era una ofensa tremenda.

 

Sabía que el castigo para esto sería la muerte.

 

Sería borrado por completo de este mundo, como si nunca hubiera existido. Te asignarían un nuevo ángel mientras tanto.

 

Pero está bien, porque no estaba dispuesto a pasar la próxima década sin ti. Porqué para entonces,  estarías muerto, y ya no tendría nada porqué seguir viviendo.

 

Yo te amaba.

 

Para mí, el verte sólo una última vez fue incluso mejor que estar solo. Está bien si me voy.

 

Porqué había logrado la misión imposible.

 

Te había hablado.

 

Sólo habían sido dos palabras – “Muchas gracias” -– pero recordé el momento exacto, la hora exacta y todo estaba tan claro en mi mente, y lo repetí en mi cabeza cada segundo del día. Tus emociones exactas, voz, tono ... sonaron en mis oídos todos los días.

 

Había sido lo que siempre había querido.

 

 

 

Puede que nunca sabrás quién era yo, pero tenía por lo menos el conocimiento de que que alguien, allá afuera -–alguien te amó tanto que como para salvarte. Tanto como para matar, por tí. Todo por ti, XX ...

 

Ahora, me acuesto a tu lado. Estás durmiendo, y tu respiración es irregular, pero yo sé que es sólo a causa del shock que sufriste después de ese incidente. Pero no tiene que preocuparte más.

 

Estoy aquí.

 

Tal vez realmente te has olvidado de mí, al igual como dijo el cielo. Tal vez realmente han borrado tu memoria, pero creo nada de eso. XX, nunca harías tal cosa. Tú me recordarías.

 

Porque yo siempre lo haré.

 

Me inclino y te beso por última vez.

 

Estoy llegando al final de mi muy larga carta, XX, y no sé si esta carta  llegará a ti. Yo espero que sí, y espero que el cielo no me arrebate esta oportunidad, porque yo quiero que sepas todo lo que he hecho por ti, quiero que tengas este último regalo de mi parte. Si algo sucede, siempre sabes que siempre he estado y seguiré estando allí para tí.

 

El cielo me puede borrar, pero me mantendré encendido como la estrella más brillante en el cielo oscuro cada noche por ti. Cuando te sientas triste, por favor, tan sólo mira por la ventana y búscame.

 

Tú me reconocerás, porque yo te guiaré. Por favor, abrázame cerca de tu corazón y nunca olvides.

 

Te amo.

 

Firmado,

Tu Ángel de la Guarda,

Kouyou.

 

~ ~ ~

 

Yuu miró por la ventana en busca de la estrella más brillante esa noche.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado,

gracias por leer y no olviden comentar.

Tiene secuela, por si a alguien le interesa, la puedo traducir también C: está titulada 'One Step Closer'

Nos vemos <3

 -Kiki


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).