No había nadie que no hubiera escuchado el nombre Mblaq al menos alguna vez en su vida en el mundo y estos chicos lo sabían, aunque ninguno se sentía como una verdadera celebridad. Todos eran humildes y les gustaba mantener el bajo perfil, exceptuando a uno; Joon.
Joon era el “cuerpo perfecto” de Mblaq, por lo que tenía razones para sentirse un poco superior al resto, siendo que a nadie le importaban mayormente sus perfectos abdominales. Le gustaba rasgarse la camisa en cada presentación o demostrar sus capacidades elásticas en cada programa al que asistía, definitivamente esto le divertía aun cuando por las noches hubieran represalias.
Aunque Joon se mostraba extrovertido, el egocéntrico era bastante timido cuando las situaciones se tornaban serias de alguna forma con las mujeres que lo acosaban sin descanzo todos los días. ¿O sucedía porque eran mujeres?
Había una razón que sólo una persona sabía por la cual nuestro Joonie se sacaba la polera con tanta recurrencia. Este era el líder, Seungho.
Seungho era lejos la seriedad ambulante, con unos sensuales labios carnosos y una sonrisa totalmente despampanante cautivaba incluso a mujeres de edad, pero en el fondo era posesivo y le gustaba mantener al rebaño contento. Aunque sólo quería mantener el control sobre una persona, Joon.
- ¿Tanto querías esto? – Seungho tenía afirmado a Joon de ambas manos contra la pared
- No… No sé de qué hablas – Joon si lo sabía, pero le gustaban estos juegos.
El líder no tardó en atacar los labios del menor con voracidad, introduciendo su lengua en la cavidad bucal del menor, buscando la contraria casi con desesperación. Al encontrarla comenzaron una especie de danza entre ambas, aumentando el ritmo del beso.
- Seu..ngho – decía Joon soltando un leve gemido, aun se encontraban en los vestidores del concierto – Ra..pido –
- No, el resto en la casa – El líder besó cortamente en los labios al egocéntrico y se fue dedicándole una sonrisa, Joon lo siguió con la mirada hasta que desapareció, mordiéndose los labios.
Esta situación venía repitiéndose desde la primera vez que Joon rasgó su polera en el comeback de Y, al posesivo de Seungho no le agradó esto y lo acorraló por primera vez. Así, Joon se dio cuenta de que cada vez que la rasgaba, un castigo le esperaba; y para ser sinceros, el lo deseaba cada noche.
Todo iba bien, pero ambos no contaron con un expectador de la escena que acaba de suceder; Mir.
Mir, era el maknae del grupo. Considerado uno de los artistas mas adorables dentro del medio, quien tenía una fuente eterna de Aegyos que hacían caer a todo el mundo. Como no, si era un niño de apenas 20 años que al parecer, provenía de una granja. Él era EL personaje de la casa, siempre hacía locuras y hacía reir a los mayores.
Ese día, el maknae se había perdido como era costumbre y no podía encontrar el vestidor que le correspondía y Joon no contestaba el teléfono así que fue al suyo. Al ver la puerta se dio cuenta de que lo compartían por lo que iba a entrar y se percató de que la puerta estaba entreabierta, asique decidió mirar un poco. Ahí, se encontró al líder besando fuertemente a Joon y se sorprendió al ver que el rey musculo no oponía resistencia alguna. Por alguna razón el maknae no podía despegar la vista de aquella escena, que sin duda le parecía bastante incitadora.
Al ver que el líder iba saliendo, Mir se metió a la primera puerta que encontró e intentó controlar su respiración.
En la van a casa todo era normal, G.O se preocupaba por su poderoso bigote, Thunder sólo miraba sin expresión alguna hacia afuera y de vez en cuando el peludito le agarraba sus inmensos cachetes (Mejillas) provocando el enojo del visual maknae.
Por otro lado, Mir tenía pegada la vista en Joon. Al maknae siempre le había gustado el señor estomago perfecto, pero de cierta forma también le llamaba la atención el líder. Así, su cabeza comenzó a imaginar una serie de escenas y algo más que su imaginación también despertaba.
Al llegar Mir literalmente corrió al departamento y se encerró en el baño. Se sentó en el piso y apoyado en la puerta comenzó a autocomplacerse pensando… en lo que vió en el vestidor horas atrás. De repente sintió unas voces familiares que entraban a la habitación contigua al baño y por un segundo se detuvo a mirar donde estaba…
- Mierda, todo por meterme apurado –pensó el maknae. Había entrado al baño del líder, que estaba en su pieza en vez de ocupar el del pasillo.
Entreabrió la puerta un poco y se dio cuenta de que el líder no estaba totalmente solo, ahí estaba Joon totalmente desnudo apoyado contra la pared, besando desesperadamente al líder. El maknae, no aguantó más y se corrió apenas vió la escena dando un pequeño gemido, el cual rogó que no se hubiera escuchado. Pero no.
Casi al instante, el líder abrió la puerta del baño y encontró al maknae ahí, sentado en piso y con la cara colorada. Al segundo después apareció Joon quien se acercó al maknae con una mirada bastante sugerente.
- ¿Te gustó lo que viste no?
- ¿Quieres… venir? – Joon le susurraba al oído mientras le acariciaba del cuello, sin más Mir no habló y lo besó fuertemente en los labios.
El maknae se levantó y Seungho lo dirigió a su pieza. En cosa de minutos Mir se encontraba desnudo frente a sus dos “amores”. Definitivamente esto era lo que siempre había soñado.
Seungho tiró a ambos chicos en la cama y comenzó a dar ordenes.
- Joon, bésalo – acto seguido, Joon comenzó a besar al maknae agresivamente, rozando sus erecciones fuertemente.
- Mir, tocalo – Mir también obedeció al instante y además cruzó sus piernas en las caderas del mayor. El líder no estando conforme con esta situación alejó a Joon del cuerpo del maknae y se puso él encima del menor.
- No te dije que cruzaras las piernas – le susurró al oído mientras metía un dedo en la entrada del maknae. El chico gimió de placer al sentir el dedo jugando en su interior.
- Met…métemelo… entero – pedía el chico entre gemidos. El líder acogió su petición y sin decir nada más sacó su dedo y comenzó a penetrar al maknae al ritmo que Joon lo masturbaba. Eso sin duda era la gloria para el granjero, quien no paraba de gritar de placer.
No pasó mucho tiempo y el menor se corrió dando un fuerte grito que fue ahogado por un beso de Joon. El líder, quien aun estaba listo y dispuesto para seguir se salió del menor y atacó a Joon.
Lo besó agresivamente contra la pared mientras Joon se colgaba de su cuello para profundizar el contacto.
- Cuelgate – ordenó el mayor y Joon inmediatamente cruzó sus piernas alrededor de las caderas del líder, quien lo penetró sin avisar. El menor comenzó a cabalgar encima del miembro del mayor al ritmo de las embestidas. Subia y bajaba y a medida que el climax iba llegando la habitación se convertía en un mar de gritos de placer. Joon se corrió casi al instante y el líder se salió del cuerpo del menor y, aun con su miembro erecto se sentó al lado de la cama.
- Ahora… los dos – Ordenó el líder comenzando a masturbarse admirando el panorama.
Los chicos se miraron y acataron la orden. Joon comenzó a besar el cuello del maknae dejando unas pequeñas marcas rojas en él, bajó hasta los pezones del chico y comenzó a mordisquearlos con fuerza. El maknae se encontraba totalmente absorto de toda realidad mientras sentía las caricias del mayor en su cuerpo y su compañero no tardó en reaccionar.
Joon siguió bajando y comenzó a chupar y lamer la erección del mas chico hasta que estuvo completamente duro. En ese momento Mir tomó a Joon por los hombros y se puso él encima de Joon. El menor comenzó a besarlo agarrándose de sus cabellos y comenzó a penetrarse a sí mismo. El mayor lo tomó de las caderas e hizo que las embestidas fueran más profundas, llegando al punto clave del maknae. A medida que el climax llegaba el ritmo iba a acelerando y así ambos llegaron al orgasmo al mismo tiempo, incluido el líder.
Al terminar los tres se recostaron en la cama hasta que sus respiraciones se regularizaron y fue ahí donde Mir entendió todo lo que había pasado. Se sentía avergonzado, pero sin duda estaba contento.
- Ahora, cada vez que Joon se saque la polera y Mir haga alguna tontería… esto será lo vendrá – ordenó el líder, aunque esta vez sonreía. Sin duda le gustaba esto.
Y claramente, Joon se rasgaría la polera más seguido y Mir, haría más tonterías que de costumbre.
Lo que había pasado, debía repetirse.