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Imán por Carito_d

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Notas del capitulo:

Hola gente coqueta del mundo yaoi ♥ vengo a actualizar vuestro imancito. Lo se, lo se nos ausentamos por mucho tiempo, espero que no se repita, trataremos de actualizar mas seguido :3

Para las que leian solcito quiero agradecer a la gente que dejo esos reviews ENORMES y llenos de amor ♥

PD: Pronto comenzare a pedir reviews para subir capitulo, estamos en marcha blanca todavia uwhasdg

PD2: El capitulo va dedicado a Aileen ♥ te amamos con nuestro cochino ser u.u

ESPERO QUE LES GUSTE PREGUNTAS, SUGERENCIAS, CUALQUIER COSITA RESPONDERE REVIEWS  ♥

Capitulo 4

¿Sexo de una noche que conllevaba a enamoramiento? ¿De qué mierda hablaban?

 

Taemin voltea la hoja del libro, aún con el ceño fruncido y una sensación amarga en la boca. Desde que se había traído escondido un libro de la librería de sus padres sobre sexualidad gay, sentía que más que ayudarle conseguía solo asustarlo más con el paso del tiempo. Especialmente las imágenes.

 

-       ¿Qué estás leyendo tan concentrado?

-       Danza Contemporánea.

 

Minho le mira de pie en el peldaño que se encontraba sentado, expulsando el humo del cigarrillo lentamente y mirándolo de una manera casi estudiosa, como si se hubiese dado cuenta de lo que estaba haciendo.

Taemin había alcanzado a cerrar el libro de golpe, pero no estaba del todo seguro de si todos se creían esa técnica que había aprendido de su hermano, en la que escondía un libro prohibido dentro de otro que tenía una portada más normal y sin cuerpos contorsionándose de manera grotesca.

Él nunca había sido buen actor.

-       ¿Ya saliste de clases?

-       ¿Me vas a invitar a salir?

-       No salgo con gente que tiene novia.

 

El alto sonríe sin dejar de mirarlo, mientras Taemin se tapaba la vista con la mano para poder observarlo mejor sin ese sol de mierda que no se lo permitía.

-       ¿Tienes algo que hacer en la tarde, Lee?

-       ¿Necesitas más ayuda con tu abuelo?

 

Ambos sonríen y le dan ganas de dejar plantado a su amigo y de que necesite ayuda con su abuelo. Incluso le gustaría verlo, de verdad que sí.

-       ¿Eso significa que estás aceptando que salgamos ahora?

-       No puedo, estoy esperando a alguien.

-       Oh.

 

Ve como apaga el cigarrillo y susurra un suave hasta pronto, Taemin, dejándolo con más ganas de conversar y de preguntarle cómo estaba su abuelo, que si todo estaba bien.

-       Para de coquetear con Minho.

 

Ahí estaba el porqué de su desaparición. Cuando Key aparecía, era como si hubiese aparecido su propia madre (o peor) a ahuyentar las malas influencias.

A Taemin le dan ganas de fumar y de irse y no hablar de Minho ni de homosexualidad. A veces se pregunta cómo hubiese sido ser heterosexual.

-       No estábamos haciendo nada. Solo me saludó.

-       No sabía que estaban tan amigos.

 

(Key no sabía muchas cosas. La mayoría, Taemin creyó que eran mejor guardárselas para él mismo y seguir disfrutándolas cuando estaba aburrido.)

-       Tengo una cena familiar hoy- le explica el rubio, arreglando su cabello con una mano, hasta que nota como el alto aún les miraba desde lejos-. ¿Y ese por qué sigue mirándonos?

 

(Mirándote).

-       ¿Por qué debería saber eso?

-       Porquesiento que hay cosas que no me has contado.

-       ¿Cómo qué por ejemplo?- se burla, levantándose y sacudiéndose el trasero.

-       ¿Qué paso con Minho?

 

Era algo que sinceramente no se creía capaz de responder y menos quedándose ahí sentado frente a él, en una escalinata dura y fría. Comienza a caminar, sonriendo internamente e intentando ordenar de alguna forma las ideas para que no sonaran tan fuertes.

Solo que el tacto, nunca había sido lo suyo.

-       No sé a qué te refieres.

-       Te conozco.

 

A Taemin le dan ganas de caminar por el parque cercano y Key lo sigue sin regañar y sin dejar de mirarlo y estudiarlo y darse cuenta que en verdad sí le ocultaba información, algo de lo que le gustaba disfrutar solo y de lo que no quería compartir con nadie más.

Ve como saca su cajetilla de cigarros y apenas alcanza a colocarse uno sobre los labios cuando él frunce el ceño y se lo niega de inmediato.

-       Te estoy hablando y no quiero que fumes ahora, Taemin.

-       Dudo que haya mucho que saber.

-       Lo quiero saber de todas formas.

 

El castaño juega con sus manos y decide sentarse para parecer más cómodo y no verse obligado a mirar a su amigo que con cada segundo que pasaba, creía hacerlo enojar más.

-       ¿Y? ¿Me vas a contar o no?

-       Tuve sexo con Minho.

 

Rápido, claro y conciso. A Taemin le cuesta mirarlo después de un rato y a Key le cuesta no imaginarse escenas atroces de violación y rapto y tortura en la que su amigo formaba parte de cada una de ellas.

Minho las pagaría como fuese.

-       ¿Hablas en serio?- era demasiado hollywoodense para que lo fuera, necesitaba asegurarse-. Mírame, Taemin.

 

Le cuesta hacerlo, pero lo hace de todas formas.

-       ¿Él te obligó?

-       ¿Lo crees capaz?- abre los ojos entre ofendido y sorprendido-. No, por supuesto que no, yo quería hacerlo.

-       Pero tu nunca antes…

 

No era necesario que terminara la oración para que supiera de que hablaba.

Sí. Virgen de tomo y lomo hasta que llegó Minho a romper su burbuja de “inocencia”.

-       No- asume, prendiendo el cigarrillo de todas formas-. Nunca.

 

A Key le dan ganas de jalarse el cabello y que de esa forma Minho apareciera mágicamente en el lugar para poder pegarle de una sola vez, pero ver a Taemin tan despreocupado, fumando un cigarrillo y mirando hacia el vacío, le enfurece más.

-       ¿A ti nada te preocupa, Taemin?

 

Recalca su nombre solo por el hecho de que se entere de que está enojado. Pero el aludido apenas lo mira y expulsa el humo con calma.

-       No. ¿Qué tendría que preocuparme?

-       ¿¡Tus pulmones!? ¿¡Tu virginidad!?

 

Taemin suelta un bufido y se ríe.

-       Como si existiera un príncipe azul que tuvieras que entregarle tu tan preciada virginidad- a Key le dan ganas de levantarse y dejarlo solo, pero se aguanta y termina por escucharlo-. Me da igual la virginidad, hyung, solo fue y listo. La pasé bien y me gustó y me saqué las ganas que tanto te tenían aburrido.

-       ¿Estás diciéndome eso para enojarme más o para calmarme?

-       No sé que te enoja.

-       El hecho de que te hayas acostado con él porque es guapo y es agradable de vista. ¿Acaso tuvieron el cuidado de usar protección al menos?

-       No soy un idiota- le responde, sin decirle que Minho había sido el de la precaución y no él-. Hyung, ¿tú le diste la virginidad a alguien que amabas y estás con esa persona ahora? Así que no entiendo porqué debería tenerle tanto respeto a algo que no tiene mayor importancia.

 

A Key le hubiese gustado no haber quedado mudo con esa pregunta y haber encontrado una excusa lo suficientemente buena para rebatirle, pero solo le mira silencioso y le quita el cigarrillo, lanzándolo lejos de ahí.

Jonghyun había sido el primero. Tenía diecisiete años y Jonghyun dieciocho. Aún lo recuerda y aún se cree capaz de sentir ese maldito nerviosismo que lo absorbió esa noche.  Le sudan las manos y le dan ganas de decirle que sí, que sí seguía con la misma persona que le entregó su virginidad porque le amaba y no por otra cosa.

Y porque aún le sigue amando incluso más.

-       Supongo que fin Minho- le vuelve a hablar después de pasado unos minutos-. Chao a esa noche de fantasía y chao toqueteos. Nada más con él.

-       La semana pasada salimos juntos- le interrumpe.

-       ¿¡Qué!?

-       No hicimos nada, ó sea nada malo.

-       ¿Y qué pasa si ahora te pide salir de nuevo o que lo hagan de nuevo? ¿Te pondrás tonto y no le negarás nada?- ve como Taemin le mira con furia, pero no la suficiente como para interrumpir su discurso de madre preocupada-. Si sigues diciéndole que sí a todo, vas a caer en su jueguito y tú vas a terminar perdiendo, Taemin, porque Minho siempre tendrá a Yuri y tú, solo terminarás siendo el que más pierde ahí.

-       Estás hablando estupideces, no me gustará. Ya se acabó todo con Minho. Y vámonos, no quiero seguir aquí.

 

Taemin llega más enojado de lo que estuvo alguna vez en el día, mientras que Key no tuvo ganas de conversar en el camino porque le parecía más interesante recordar lo que era una vida mucho más afortunada con Jonghyun. El rubio apoya la cabeza en la ventana del autobús y recuerda pocas cosas de su escapada fugaz y de unos besos que llevaron a más y de los cuales no se pudieron detener.

Key recuerda las palabras sobre un supuesto príncipe azul y sonríe.

Y cuando llega a su casa y revisa un nuevo mensaje en su celular, sigue sonriendo a pesar de todo.

**

El secreto, o más bien, hobbie escondido de Taemin era leer. Lo que fuese; una revista, el diario o un libro que se encontró perdido, quizás por la costumbre de que sus padres fueran dueños de una librería o solo porque sí y se le daba la gana.

-       Tienes que cuidar la casa, dudo que llegue temprano.

 

Key se pasea de un lado a otro con una toalla sacudiendo su cabello y mirando hacia todos lados intentando descifrar dónde estaba un reloj que se le había perdido, pero Taemin le ignora y continúa leyendo un libro de no sé qué que parece más entretenido que escucharlo a él.

-       Te estoy hablando, ¿qué lees tanto?

-       Nada- lo ve levantarse y caminar con pereza hacia su habitación-. Saluda a Jonghyun de mi parte.

 

Un cierre de puerta y un Key boquiabierto es lo que consigue con Taemin. El rubio deja de sacudirse el cabello y mira hacia la habitación del menor, intentando adivinar que era lo que le había dejado tan pensativo.

¿Había sido la conversación sobre Minho?

Unos golpecitos en la puerta le interrumpen, colocándolo alerta y advirtiéndole que una vez más, Jonghyun lo retaría por no estar listo y una vez más lo miraría con la misma cara de odio de siempre.

-       No puedo creer que aún no estés listo. Te di media hora más.

 

El moreno se sienta enojado en el sillón, mientras Key lo seguía rápido y se sentaba junto a él, colocándose unos llamativos bototos oscuros que iban a juego con su tenida. Ve a su novio/hermano cambiar la televisión y mirarlo de reojo como si quisiera decirle algo, pero no se atreviera.

-       ¿Qué?

-       No, nada- apoya la cabeza en el respaldo y bufa-. ¿Y Taemin?

-       Está durmiendo.

 

Bingo. Eso era lo que necesitaba.

Se le acerca con cuidado y sonriéndole, antes de besarlo con desesperación y con ayuda de su mano que lo afirmaba desde la nuca. Key sabe a rosas y Jonghyun juraría que es por culpa de cierto brillo labial. Y el rubio se deja besar hasta que siente como la puerta de la habitación de Taemin se abre de golpe, separándose rápidamente y terminando de abrochar sus zapatos como si no hubiese pasado nada.

-       Hola hyung.

-       ¿No estabas durmiendo?- le pregunta casi enojado, Key.

-       Olvidé lavarme los dientes.

 

Siempre era lo mismo. Siempre Taemin los interrumpía y Jonghyun se reía porque Key se enfurecía por mucho que no quisiera e intentara no hacerlo.

Bajan sin hablar y apenas sin mirarse en el ascensor a causa de las cámaras. El rubio termina por ordenar su cabello antes de subir al auto de Jonghyun, que lo miraba entre risueño y burlesco por su excesiva pretensión consigo mismo.

-       ¿Para que quieren nuestros padres que vayamos a cenar con ellos? No me gustan estas cenas familiares repentinas.

-       Para presentarme a mi prometida.

 

Key le pega un manotazo apenas termina de responderle.

-       Eres tan divertido, Jonghyun.

 

Caminan ya de manera no tan junta y entran saludando a un par de personas que conocían dentro del restaurant y dirigiéndose de inmediato a la misma mesa de siempre, la misma en al que se habían conocido y la misma en la que tenían que actuar una y otra vez como si fueran simple hermanos.

Pero ahora había alguien más.

Era una chica.

Key juraba conocerla, Jonghyun supo de inmediato de quién se trataba.

Y la cena fue horrible desde que comenzó. Desde que Key se sentó junto a su madre por pedido de ella, dejando que la chica que apenas creía haber visto, se sentara al lado de Jonghyun. De SU Jonghyun.

La carne estuvo pésima, el vino asqueroso y el ambiente gélido y pesado. A Key le hubiese gustado irse apenas entró, sin haberse enterado de quién se trataba esa chica ni porqué estaba ahí.

Habían sido compañeros con Jonghyun en el colegio. Él apenas recordaba como era, pero ella recordaba cada detalle a la perfección. Detalles que le molestaron a Key, haciéndole ganas codazos por debajo de la mesa, pidiéndole que se comportara.

Pero cuando llegó la hora del brindis, fue lo peor. Fue la gota que colmó el vaso en todo sentido.

Key se quería ir de ahí. Solo. Como diera lugar. Pero Jonghyun lo miraba un asiento más allá, intentando decirle que todo lo que pretendían era falso, que no conseguirían nada, que él no se enamoraría ni estaría con ella como estaba diciendo su padre en ese instante, pero el rubio parecía hipnotizado en un lugar más allá donde no existía ni ella ni él y ni siquiera su persona.

A veces Key consigue asustarlo.

Esta era una de ellas.

Les costó terminar la cena. Los postres seguían llegando y la conversación parecía no tener fin cuando Jonghyun era lo único que pedía. Key jugaba con su cuchara dentro del flan y el moreno parecía desesperarse más y la chica parecía querer entretenerlo más con su brillante belleza.

Key no lo miró ni una sola vez cuando su padre anunció que ella sería una excelente esposa para él.

Ni una sola vez.

Y el camino fue lo peor. Fue mil veces más horrible de lo que imaginó. Tuvo que atrapar a Key desde el brazo y decirle que no se fuera porque quería hablar con él e intentar convencerlo de que lo que había pasado era una real estupidez.

Key lo esperó a regañadientes y no le habló en todo el camino. Al parecer el paisaje nocturno era mucho más interesante de lo que podrían hablar en el auto.

Y entraron al departamento de Jonghyun. Entraron en silencio y por inercia Key se sacó la chaqueta dejándola a un lado de donde se había sentado, en el mismo sillón de siempre. El mismo que tenía los mejores secretos y suspiros guardados.

Jonghyun lo mira de pie frente a él y a Key no le dan ganas de hacer lo mismo.

Simplemente no quiere mirarlo.

-       Key.

 

No le responde. Tampoco es como si hubiese esperado algo a la primera.

-       ¿No me vas a hablar?

-       Encuentro que no es necesario.

-       Key cariño- nunca le dice así, pero a veces encuentra que es necesario-. Nunca pasará nada con ella, estás enojándote por nada, lo prometo.

 

Escucha su respiración alterada y como las palabras parecen enredarse y no dejarle respirar. Está enojado.

No, ni siquiera eso.

Está enfurecido.

-       ¿Enojándome por nada? ¿Estás hablando en serio?

-       ¿Me crees capaz de hacerle caso en todo a mi padre?

-       No se trata de eso, Jonghyun- remarca su nombre para que le duela-. Lo que pasa es que estoy harto de esto. De esta relación de mierda, de estar escondido, de verte y que no te pueda besar porque alguien nos puede ver. ¡Estoy harto de que ni siquiera Taemin sepa lo nuestro!

-       ¡Y qué te impide decírselo!

-       ¿¡Crees que es normal decirle que estoy saliendo con mi hermano hace años!? ¿¡Que me acuesto con mi hermano!?

 

Ve como sus ojos parecen aguarse, pero sin impedirle que siguiera odiándolo. De hecho, quería que siguiera escupiendo todo, era injusto que se guardara cosas y siguiera sufriendo por su culpa. Se lo merecía. Se merecía su dolor y resentimiento.

Jonghyun quiere acercarse, pero se da cuenta que sería una mala idea.

-       Key, no somos hermanos.

-       ¡Sí lo somos, Jonghyun!- una lágrima cae y eso le da más rabia-. ¿¡Por qué nos tenía que pasar esto a nosotros!? Justo a nosotros. ¡Y lo peor es que tú sabías de esto! Por eso la bromita de tu prometida, eres un hijo de puta.

 

Lo ve levantarse y dejarlo sin palabras. Sin poder defenderse a si mismo y sin contradecir todo lo que decía, porque una parte de él si admitía que tenía verdad.

Observa como se desordena el cabello con una mano y como las lágrimas comienzan a caer más rápido, despedazándolo más y provocando que le lanzase la chaqueta sobre él, maldiciéndolo.

-       ¡Y estoy harto de que me compres con ropa, Jonghyun! ¿¡Crees que siempre me conformaré con esto!?

 

Un portazo y un corazón a punto de morir es lo que consigue Key dejándolo de pie en el medio del lugar, sin dejarle rechistar y sin permitir siquiera que le dijera algo.

A Jonghyun le cuesta entrar en razón y salir de su ensimismamiento. Solo se queda de pie largos minutos, mirando la puerta y creyendo que el rubio entraría y le diría que saldrían de estas juntas, porque siempre era así.

Uno complementaba al otro.

Porque Jonghyun sin Key, realmente no valía nada.

**

-       Onew hyung, ¿qué estás haciendo aquí?

 

Taemin le pincha un dedo en la cara y espera su respuesta luego de verlo removerse incómodo.

El mayor aprieta los ojos e intenta enfocarlo.

-       Me debí haber quedado dormido aquí- bosteza-. Estaba con Key.

-       Él ya no está.

-       Oh, lo siento.

 

Onew era su vecino desde que ellos llegaron a vivir a ese edificio. Les habló apenas los vio y se amistó en cosa de segundos con ellos, especialmente de Key, que más que como amigo, lo utilizaba como diario de vida.

Taemin siempre lo miraba sospechoso cuando se trataba de relación con Key, pero el rubio no entendía porqué.

-       Yo me iré a clases, toma desayuno si quieres.

-       ¿Key está bien?- le interrumpe.

-       ¿Key? ¿Le pasó algo?

 

Onew era la única persona en el mundo que sabía de la relación con su hermano, algo que le confió en un estado deplorable con hálito alcohólico y con exceso de lágrimas.

Key nunca se arrepintió. Onew nunca supo si fue bueno que hubiese sabido eso.

-       No- miente-. Solo no podía dormir.

 

Se despiden en cosa de segundos y Taemin vuelve a reafirmar internamente que Onew sabía algo de lo que Key no había sido capaz de decirle. Pensaba en cosas paranormales o cosas que le avergonzarían, pero ninguna lo excesiva como para ocultárselo a él.

Y le cuesta concentrarse cuando entra al salón de clases. Le cuesta trotar al principio y escuchar las órdenes que les da su profesor. Apenas se sienta en el piso a elongar cuando siente unos murmullos fuertes y la puerta cerrándose, provocando que todos se miraran entre sí; pero Taemin seguía doblándose a tal punto de tocar su frente con su pierna derecha y quedarse largos segundos ahí.

Siente a su profesor conversar con alguien y aún no le llama la atención los murmullos de las chicas, que parecían locas. Continúa con la otra pierna cuando siente un par de aplausos que le indicaban que tenía que comenzar la sesión de los abdominales.

Y cuando se sienta en el piso, cree que entiende todo. Las piezas comienzan a calzar y los murmullos parecen tener lógica.

Minho hablaba enfrascado con su profesor que los observaba sin dejar de prestarle atención al alto que parecía explicarle algo. A Taemin le dan ganas de saber que le dice y se le olvida que tiene que acostarse y ponerse a precalentar, cuando siente un par de aplausos llamando su atención.

-       Hey, Lee. Trabaja.

 

Y justo en ese instante, se encuentra con la mirada de Minho frente a frente. El alto sonreía de medio lado, mientras su profesor le respondía sin recibir la misma atención que le había dedicado anteriormente. A Taemin le cuesta concentrarse en los abdominales y Minho nunca creyó que hacer ejercicio fuera tan divertido.

-       Sin interrumpir demasiado, Choi. Y quiero una copia de las fotografías.

 

Minho asiente agradecido con su respuesta y caminando hacia el final de la sala, pasando justo entre un par de cuerpos, siendo uno de ellos de Taemin.

Un par de aplausos más y todos se sientan en el piso, mirando hacia al frente, a excepción de Taemin que se dio el lujo una vez más de encontrarse con la misma mirada un par de metros más atrás.

-       Hoy tenemos un invitado que tomará un par de fotografías para la facultad, así que no es necesario que se desconcentren demasiado. Hagan como si simplemente no estuviera.

 

(Claro, como si fuera muy fácil.)

Apenas la música comienza todos se levantan de forma ágil, incluido Taemin que parecía haber salido de su ensimismamiento.  Y Minho saca un lente gigante, ubicándose sentado en el piso y comenzando a fotografiar sin interrumpir en lo más mínimo.

Él no sabía que Taemin era bailarín. Nunca siquiera lo había pensado.

Diez tomas y sin querer la última había sido hacia el castaño que parecía tan concentrado en la precisión de los movimientos que ni siquiera su repentino acercamiento le había echo reaccionar. Pero Minho insiste y le saca una fotografía más, impresionándose de que el castaño apenas pestañara y que fuera capaz de hacer semejantes movimientos que solo estaban consiguiendo ponerlo incómodo.

Minho siente una gota de sudor caer lentamente por su espalda y avanza un par de metros, obligándose a fijar el lente en otra persona.

Pero una vez más cuando comienza a sacar las fotografías, Taemin continúa destacándose sobre las chicas que casi posaban para él. Era casi como si Taemin fuera parte de una maldición.

¿Desde cuándo las clases de baile habían comenzado a ser tan entretenidas?

Minho se sube a una silla, tomando mayor altura en el lugar y viendo desde una perspectiva mucho mejor, como los cuerpos se contorneaban al ritmo de la música, dando golpes duros y sin dudar casi como si se tratara de vida o muerte.

Y Taemin siempre estaba a la cabecera. Por lo poco que entendía, era alguien que merecía respeto dentro del lugar.

Una foto más y se maldice a si mismo por estar enfocando el lente siempre en el mismo punto.

-       ¿Cómo vas, Choi?

 

Siente la voz del profesor bajo él, dándole un golpecito en la pierna para que lo mirase.

-       Estoy bien- duda.

-       Deberías colocarte en frente, verás mucho mejor.

 

Sí, era cierto. Pero colocarse en frente, a un par de metros de la primera fila, siendo mirado fijamente por Taemin, ya no era tan bueno.

A Minho le hubiese gustado no comenzar a sudar tanto y no comenzar a recordar si el cuerpo de Taemin mientras tenían sexo era igual al que veía ahora. Así de ágil y eficaz con los movimientos.

A Minho le dan ganas de ser esa toalla que se pasa en el cuello y entre el pecho, preguntándose a si mismo si estaba bien lo que pensaba. De si quería más sexo del que tuvieron y de qué diría Taemin si supiera eso. Si supiera que en ese momento sus pantalones hervían.

Y lo que más le enfurece es cuando escucha el sonido de su celular, interrumpiéndolo y llamando la atención de Taemin. Le da rabia haberlo desconcentrado y que tenga que salir de ahí sin poder seguir con su deleite de movimiento de cuerpos.

-       Minho.

-       Abuelo, ¿qué pasa?

 

Junta la puerta y deja un poco abierto, viendo justo lo que necesitaba.

-       ¿Cómo van las cosas?

-       ¿Con qué?

-       ¿No ha pasado nada más con Taemin?

 

Minho se ríe y deja de mirar.

-       ¿De verdad me estás llamando por esto?

-       Ya que no eres capaz de contarme, tuve que hacerlo.

 

Minho le había contado al día siguiente sobre su aventura con el menor. Lo supo desde antes que viera a Taemin, sabiendo de inmediato de quién se trataba cuando le vio llegar al asilo.

Le costó actuar como si no supiera nada, pero lo logró.

Por Minho y por esa estúpida obsesión de seguir con Yuri.

-       No ha pasado nada.

-       ¿Y qué esperas? ¿Acaso no quieres que siga pasando algo?

 

A veces el abuelo reza para que Minho tenga que dejar de vivir esa tortura falsa y pueda ser feliz de verdad. Que bese a su pareja porque quiere y no porque su madre le obligue.

-       No lo sé.

-       Yo creo que lo sabes.

 

A él no le importaría si fuera gay.

Ni mucho menos, si fuese gay por culpa de Taemin.


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