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Imán por Carito_d

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Notas del capitulo:

AY ESTOY TAN EMOCIONADA ;O; SHINee is back u.u. Como han estado? les han gustado los teaser? a mi me han encantado sobre todo la de key -locketmodeon-.

No puedo creer que ya estemos en el capítulo 7, pero lamento anunciar que nos tendremos ke ausentar por unos dias, asi que para ello y hacerlo mas rapido todo este asunto y para las que tengan ganas de mas pedire reviews.

30 REVIEWS Y SUBO EL SIGUIENTE, DE LO CONTRARIO ESPEREN HASTA EL PROXIMO MARTES.


Y si es que podemos ya que nos iremos de vacaciones luego, yo me ire el lunes, aunque tendre internet asi ke no tengo muchos problemas al conectarme, pero mi amiga canu se ira el 23 y no tendra internet ya que se va fuera del pais por 10 dias :C

Dedicacion especial: circeshawol, neyotaku, lucywar, las amamos ♥

Minho saca con cuidado el brazo debajo del cuello de la chica, tomándose la precaución de no despertarla y de poder moverse más a la orilla, sin intenciones de rozar su cuerpo.Le mira por unos segundos, dormir plácidamente, hasta alcanzar su celular sin moverla en lo más mínimo a pesar de haber pasado sobre ella.

11:23 p.m.

Era demasiado temprano como para seguir ahí. Como para seguir en la casa de Yuri y dormir junto a ella después de una extraña jornada de sexo en su casa.

Se sentía extraño, y no por el hecho de que estén ahí los dos mientras se desarrollaba una fiesta en el piso inferior, sino qué mientras lo hacían no podía parar de pensar en Taemin.

Mierda, esto no está bien. No está para nada bien.

Se baja con un cuidado excesivo de la cama, recogiendo su ropa interior y colocándosela de inmediato, mientras buscaba una cajetilla de cigarros entre todas las prendas esparcidas por el lugar.

Odiaba esa casa. Nunca le había parecido agradable, al igual que la de su madre.

Ni los muebles, ni el ambiente ni la cantidad exagerada de empleados.

Apenas el padre de Yuri le simpatizaba, que a veces le invitaba a ver partidos de fútbol o le llamaba para beber una cerveza en algún bar del que su mujer no estaría orgullosa.

Minho observa a toda la gente desde un balcón de la habitación, viéndolos fanfarronear unos con otros, seguramente sobre quién tenía el auto más lujoso o quién tendría las vacaciones más alejadas de Corea en alguna isla paradisiaca privada.

Todos unos millonarios, pero si le preguntaban a él, todos unos completos estúpidos sin cerebro.

Se apoya en la baranda, dejando sus brazos sobre ella y encendiendo un cigarrillo, mientras comenzaba a marcar un número lentamente.

No podía negar que era un impulsivo, porque lo era, pero por alguna razón necesitaba tener una explicación para lo que estaba a punto de hacer.

O que estaba haciendo en ese mismo instante.

Escucha el sonido de la línea, esperando, mientras se fijaba en su madre que paseaba junto a la de Yuri, ambas con una copa de champagne en la mano, hablando seguramente, de alguna desafortunada elección de vestido en alguna mujer que se encontraba por ahí.

Ambas sin ninguna entretención clara en su vida. Ambas atestadas en tanto dinero que ya no era necesario usar el cerebro para pensar.

-       ¿Aló?

Mierda. No pensó que contestaría tan rápido.

De hecho pensó que ni siquiera le contestaría.

Minho apaga rápido el cigarrillo en la pared, mientras analiza que mierda debe decirle.

¿Taemin te extraño?

¿Taemin quiero tener sexo contigo ahora?

Y una mierda. Qué mierda había hecho. Era un idiota. No debió haberlo llamado por nada del mundo.

-       ¿Aló, Minho?

-       Hola.

Esto realmente era tan tonto, que por un segundo pensó en cortarle y quedar como el doble de estúpido, pero al menos podría encontrar una razón convincente para hacer eso y no para seguir callado como estaba haciendo ahora.

¿Qué mierda pretendía?

-       ¿Minho?

-       ¿Cómo estás?

-       Bien…¿pasa algo?

¿Que si pasa algo?

Muchas cosas.

Especialmente contigo.

-       No, no pasa nada.

-       ¿Seguro?

-       ¿Estás haciendo algo?

-       ¿Qué? Estoy viendo un programa y me iba a dormir pronto…

-       ¿Nos podemos juntar? ¿Ahora?

Ni el mismo sabía porqué.

-       ¿Ahora, Minho? Es muy tarde.

-       Por favor.

El alto esconde la cabeza entre sus brazos, apoyándose de lleno en el barandal, rogando que nadie lo viera desde abajo.

Escucha a Taemin soltar un suspiro, casi rindiéndose.

-       ¿Dónde estás?

-       ¿Eso importa?

-       Sí, me importa.

-       En casa de Yuri.

Le hubiese gustado escuchar otro suspiro, pero solo consigue escuchar algo así casi como un dejo de decepción.

Le parece raro. Extraño.

-       ¿Qué haces allá?

¿Desde cuándo a Taemin le importaba eso?

-       Hay una reunión y están nuestros padres y más…

-       ¿Te acostaste con ella?- le interrumpe, haciéndolo levantarse de golpe.

¿De verdad le estaba preguntando eso o era parte de una dimensión desconocida?

-       Eh… sí- le cuesta ser sincero y no sabe porqué-.

Le escucha soltar un bufido, mientras se toma su tiempo en retomar la conversación. Minho creyó por unos instantes que se había cortado la llamada hasta que le escucha hablar.

-       Minho es jueves, mañana tengo clases temprano y no creo que sea conveniente juntarnos.

-       Quiero verte- pero un nuevo silencio largo de parte de Taemin le da algo de valor-. Te espero en el parque que queda cerca de la facultad en media hora.

Y le corta de una sola vez.

No se despide y tampoco analiza la situación.

No analiza ni sus palabras ni la de Taemin. Solo camina rápido hacia la habitación y se viste en cosa de segundos, sin siquiera tomarse el tiempo para despedirse de Yuri o dejarle una nota aunque fuese. Nada de nada.

A Minho le gustaría no verse tan desesperado, pero le es imposible cuando se cruza con su madre y ella quiere hablarle y él solo camina, yéndose lejos de ahí.

¿Qué tan lejos?

Lo suficiente como para rozar su rostro una y otra vez con el de Taemin.

**

No iré. No iré porque soy lo suficientemente fuerte como para preferir mi cama que un par de besos y caricias robadas con restos de olor a zorra de clase alta.

No iré. Definitivamente no. Que se quede esperando toda la noche si quiere, pero no me apareceré por allá ni aunque me paguen. Ni por muy cerca que me quede ni por nada.

Mi cama es mejor, mucho mejor, a ese.

Taemin se tapa la cabeza con la almohada, buscando alguna forma en la que ahogarse no fuera tan doloroso. Quiere sacar todos esos pensamientos de su mente o unirlos de alguna forma y hacerlos entrar en razón, pero solo consigue desesperarse más con cada segundo que pasa.

Cinco minutos de su llamada y Taemin ya quería pegarse cabezazos contra la pared por ser tan estúpido y creer aún en la posibilidad de poder ir.

Soy un idiota. Soy un idiota. Soy un idiota.

Soy un idiota caliente.

Se lo repite una y otra vez mientras busca una chaqueta lo suficientemente abrigadora para no tener que morir de frío apenas pusiera un pie afuera. Y solo se cambia los pantalones porque no tiene tiempo para maldecirse a si mismo y buscar algo decente que ponerse bajo su chaqueta.

Solo tiene tiempo para odiarse a si mismo y para caminar.

Nada más.

-       ¿Dónde vas?

Mierda. Había olvidado a Key.

Le mira por unos segundos, sosteniendo un par de cartas en su mano, mientras Onew le sonreía desde el asiento de en frente, en la misma posición.

-       Vuelvo pronto.

Ve como rueda los ojos y suelta un bufido.

-       ¿Vas con “él”?

-       Sí.

-       Omitiré comentarios.

Se lo agradece. Aunque en ese momento no hubiese estado mal escuchar un par de palabras aburridas que le obligaran a quedarse ahí y a dejar de ser tan fácil y de ir cuando a Minho se le diera la gana, pero eso no sucede, porque Taemin camina con seguridad y con un frío que se le cuela por las rendijas de la chaqueta y por entre su pijama. Intenta colocarse el gorro de chaqueta mientras comienza a ver a lo lejos el parque en el que se encontrarían.

Le hubiese gustado que hubiese quedado más lejos y no le hubiesen dado ganas de ir, pero no, tampoco pudo resistirse a eso, solo estaba ahí, llegando y sin encontrar la figura de Minho por ningún lado, haciéndolo quedarse de pie porque estaba seguro que si se sentaba se quedaría congelado ahí.

Y le dan ganas de irse por unos segundos, de verdad que sí, piensa en ideas fantásticas que no le hubiesen dejado ir, pero se siente un estúpido por estar buscando una excusa a algo que simplemente debió decir que no.

Pero cuando ve a Minho acercarse a lo lejos, con las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta y las solapas levantadas para guarecerse del frío, asume que ya no hay vuelta atrás.

Que de verdad era un idiota.

Un idiota sin remedio y sin vuelta atrás.

 Los pasos de Minho parecen ser lentos y pesados, tomándose un tiempo demasiado largo para llegar hasta él.

Casi le desespera.

Y cuando lo tiene en frente, no se saludan, solo se miran. Taemin lo mira con el máximo odio posible, mientras él lo miraba casi de una forma extraña, como si lo estuviera estudiando.

O conociendo por primera vez.

¿Era normal que ya se le hubiesen ido las ganas de devolverse a su casa al tenerlo así de cerca?

Eres más caliente de lo que pensabas, Lee Taemin.

-       Sinceramente si quieres saber porqué te llamé ni siquiera yo sé. Me lo he preguntado desde que venía hacia acá y aún no encuentro la respuesta.

Su voz le saca de sus pensamientos, despertándole su odio de golpe.

-       No hagas cosas sin pensarlo, Minho. Estaba acostado y tengo frío.

-       Lo siento- parece bajar un poco la mirada, algo avergonzado-. No pensé que te molestaría tanto.

-       No me molesta, pero si estabas con Yuri solo quédate con ella y ya.

-       ¿Eso significa que te molesta el hecho de que esté con Yuri o que haya venido a molestarte a ti?

-       Me molesta…me molesta que me molestes.

Una ráfaga de viento hace que el cabello de Minho parezca desordenado, mientras Taemin soltaba uno que otro escalofrío.

El alto se arrepiente de haberlo llamado. Ciento por ciento.

Taemin ya no.

-       Lo siento, es mejor que te vayas a tu casa entonces; no quiero que te enfermes por mi culpa. Yo… nada, da igual, que estés bien, prometo no molestarte más.

-       Minho- Taemin rueda los ojos y mete las manos dentro de sus bolsillos. Ya sentía que sus piernas comenzaban a tiritar-. Ya estoy aquí, ¿querías verme? No me iré.

-       Sí, pero no tenía idea de que te molestaba, hubiese sabido eso antes y ni siquiera te hubiese llamado.

-       Minho- vuelve a repetir su nombre y el aludido le mira, ya casi enojado-. Idiota, hay cosas que no deberías decir a la ligera.

-       ¿Cosas como qué? ¿cómo que tenía ganas de verte?

-       Cosas como que lo hiciste con Yuri, tonto.

A Minho le gustaría no parecer tan sorprendido, pero sus ojos le delatan antes de tiempo, cosa que casi logra avergonzar a Taemin.

-       Oh, yo…yo solo respondí lo que me preguntaste. No creí que te fuera a molestar. Tampoco es como si fuera la gran cosa.

-       ¿No podías mentir? Por primera vez me siento culpable por engañar a esa pobre chica.

Le gustaría que Yuri escuchara el adjetivo de pobre antes de su nombre. Excepto que no le gustaría ver su reacción con Taemin.

-       ¿Qué tiene de diferente ahora con antes? Antes no te sentiste culpable y de repente sí.

-       No quiero hacerlo- Minho supone que se refiere a lo de sentirse culpable-. Me gusta que me toques y yo tocarte.

Uh. Oh.

Demasiada información.

Minho tiene frío en las manos y se acerca de golpe, sorprendiéndose a si mismo de que Taemin no retrocediera tenaz ante la actitud que parecía tener.

Y saca las manos de los bolsillos y sin pensarlo más, las mete a los de la chaqueta de Taemin, encontrándose con sus tibias manos en el camino. Le gustaría que no le pusiera tanta resistencia en entrelazar sus dedos, pero finalmente cede, haciéndolo feliz.

Solo que el resto de su cuerpo no parece querer ceder ante él porque cuando se acerca a besarlo, el castaño mueve el rostro hacia un lado, rechazándolo.

Esta noche no sería como todas. Probablemente eso quería decirle.

-       Taemin-ahhh… solo quiero un beso.

-       Eso no estaba en los planes, solo querías verme.

-       ¿Tanto te molesta el hecho de que lo haya hecho con Yuri? Es injusto que me vayas a odiar de por vida por eso.

-       No estoy hablando de eso, y ya no quiero hablar de Yuri.

-       No sé de cuando te riges por los planes, Taemin.

-       No me conoces, Minho. Solo nos acostamos una vez y nos tocamos hace unos días; eso no te da derecho a hablar de mi.

Increíblemente él aún no se lograba enojar.

Solo le daban ganas de besarlo más que antes.

Y se aprovecha de la cercanía en la que estaban, atrapando más fuerte sus manos y acercándolo de golpe para intentar besarlo una vez más, pero el menor vuelve a voltear el rostro, enfurecido.

-       Déjame hacerlo por la mierda.

Cuando Taemin le mira sin el ceño fruncido y directamente a los ojos, Minho sabe que es su oportunidad, acercándose rápidamente antes de que pudiera escapar.

Y cuando toca sus labios, dios, se da cuenta de cuanto le encantaba besarlo.

Taemin parece resistirse, pero no por mucho porque finalmente comienza a besarlo de una forma mucho más intensa que él. Sus dedos entrelazados, parecen apretarse más, dándole fuerzas para colocarse un poco de puntitas y tener un ángulo mejor y sin dejarle escapatoria a Minho.

De repente el frío comienza a desaparecer, al igual que sus ganas de irse lejos de ahí.

-       ¿Suena muy pervertido si digo que me calientas cuando te pones antipático, pendejo de mierda?

Ve a Taemin sonreír y le es imposible contenerse de comenzar a besar lentamente su cuello. El menor levanta la cabeza, facilitándole el trabajo.

-       Eres un pervertido, Choi. Un pervertido de mierda que piensa en mi cuando lo haces con ella.

Minho se levanta de golpe, de una forma casi brusca, mirándolo sospechoso.

-       Dime que es mentira y te creeré.

-       Yo no he dicho que es mentira.

-       ¿Entonces si lo hiciste?

Era el momento de aprovecharse de la situación. Era injusto que siempre él quedara como el pervertido sexual ahí.

-       ¿Te calienta el hecho de que te diga que lo hice con ella pensando en ti?

-       No te hagas el santo, sabes la respuesta.

La mirada de Taemin parece quemar, pero él no se rinde tan fácilmente.

-       Soy un santo, te tendrás que quedar con la incógnita, lamentablemente.

Taemin parece asumir que no le responderá de la manera que quiere, pensando en una segunda opción para que cayera bajo sus redes. Y él tiene frío aún y se aprovecha de eso, acercándose y desenredando sus dedos con los de Minho para colgarse desde su cuello y simplemente, tocarlo.

El alto parece estremecerse un poco con el contacto, pero dejándose abrazar de todas formas casi como si necesitara eso.

-       Hueles a perfume caro- Taemin pega más su nariz a su cuello, mientras Minho sonríe inconscientemente-. Hueles a ella.

-       Me gustaría oler a otra persona, pero ya es muy tarde y se ha quejado bastante porque lo hice levantarse, así que, será para otro día.

-       ¿Así eres siempre, Choi?- deja sus manos detrás de su cuello, mirándolo-. ¿Calientas la sopa y te vas?

-       No, solo estoy tomando parte de una venganza que alguien me debía.

Ve como Taemin deshace el abrazo y le saca la lengua de forma infantil, mientras buscaba una cajetilla de cigarrillos en sus bolsillos.

Minho estudia cada uno de sus movimientos, incluso hasta cuando le ve sentarse y le mira para que lo imite, pero él no lo hace, solo se queda de pie, siendo atrapado entre las piernas del menor.

Ve como suelta el humo del tabaco de forma seductora y le mira, esperando que interrumpiera ese silencio que ya casi comenzaría a ser incómodo.

-       ¿No te hace mal bailar y fumar?

-       Sí, pero lo hago porque me gusta- una calada más y Minho cree desesperarse un poco al ver la forma en que expulsaba el humo-. Siempre hago las cosas porque me gustan.

Taemin no le da tiempo para pensar cuando estira su mano, entregándole el cigarrillo. Pero cuando Minho lo toma, siente casi como una descarga eléctrica con ese simple roce.

El castaño le mira extrañado, mientras él lo coloca rápidamente en sus labios como si no hubiera sentido nada.

¿Qué mierda le estaba pasando?

-       ¿Cuándo esa zorra te va a dejar libre?

Le gustaría no sonreír al escuchar el apodo hacia su novia, pero de todas formas lo hace.

-       Es complicado, Taemin.

-       ¿Entonces quieres dejarla?

Minho bota el humo y se toma su tiempo antes de devolverle el cigarrillo, pero Taemin ya no parece interesado en fumar, sino que solo en saber más y más información.

-       Algún día sabrás el gran caos de mi vida, Lee- suspira-. La historia jamás contada de Choi Minho.

-       Quiero saberla. ¿Cómo la conociste?-insiste-. ¿Me vas a decir o no?

-       Todo a su tiempo.

-       No me gusta el tiempo.

-       Y a mi no me gustan muchas cosas, pero tengo que hacerlas de todas formas.

-       ¿Eso incluye a Yuri?

Taemin insiste e insiste y él se pone nervioso porque se siente extraño y no sabe como reaccionar. Solo se sienta a su lado, apoyando los brazos en sus piernas y escondiendo la cabeza entre sus manos.

Sabe que él lo mira porque lo siente. Le hace sentir incómodo, como expuesto.

-       ¿Por qué quieres saber tantas cosas de Yuri?

Ahí es cuando Taemin se toma su tiempo. Parece analizar sus preguntas y la forma en que estaba siendo.

Casi avasallador.

-       ¿Sabes por qué me molestas?- susurra-. Porque hay demasiadas cosas que me intrigan de ti, Minho. Pasa un minuto y hay algo nuevo que me dan ganas de saber… no pensé que te molestaría tanto, lo siento.

-       No estoy molesto- enreda los dedos en su cabello, sin mirarlo-. Solo es extraño.

-       Lo siento por hacer tu vida más extraña.

-       No tienes porqué pedir tanto perdón. No hay nada que me haya molestado…solo es extraño que alguien me pregunte sobre mi, eso es todo.

Minho tiene la intención de moverse, pero cuando siente una pequeña mano pasando por su espalda, acariciándolo sobre la chaqueta, se da cuenta que prefiere quedarse así.

-       ¿Nadie lo hace, Minho?- susurra de repente-. Tú me importas de verdad, aunque sea un caliente de mierda por ti.

Y eso, eso es la gota que colma al vaso.

Eso es lo que provoca que Minho reaccione de forma estúpida y nerviosa, levantándose de golpe y dejando caer bruscamente la mano de Taemin, que le miraba extrañado.

-       ¿Qué pasa?

-       Es tarde- es lo primero que se le ocurre y Minho se odia a si mismo por ser tan estúpido y no saber como reaccionar-. Mermelada no tiene comida y…no quiero que te resfríes.

-       Estoy bien.

Taemin se levanta con el ceño fruncido y se queda de brazos cruzados frente a él, esperando una reacción de su parte. Por suerte Minho se le acerca de inmediato sin más rodeos, comenzando en ese mismo instante un beso más que apasionado.

A Taemin le cuesta respirar, pero le es imposible detenerse si se presentaba esa maldita bipolaridad del alto de un momento a otro, dejándolo ver más salvaje que nunca.

Y la mano de Minho comienza a bajar lentamente el cierre de su chaqueta, sin dejar de besarlo, y sin dejarle pensar que por su propia reputación no podía permitir eso. Pero mierda, el alto le besaba el cuello y le era imposible usar el cerebro en esas situaciones.

Besos, lamidas, y más saliva.

¿Desde cuándo el frío se fue tan repentinamente?

Siente una de sus manos sosteniéndolos del cuello, mientras le besaba hasta un poco más abajo del cuello, casi en el inicio de su pecho, hasta que se detuvo de repente y Taemin pudo entender porqué.

Mierda.

-       ¿Qué mierda?- y si no fuera suficiente, Minho se separa y le baja más el cierre de la chaqueta, observándolo mejor-. ¿Taemin este es tu pijama?

¿Esa camiseta púrpura con dinosaurios por todos lados?

Sí. Fue un regalo de Key que no pudo rechazar.

Ni devolver.

Siente como sus mejillas comienzan a enrojecer, mientras las carcajadas de Minho parecían oírse más fuertes, casi provocando que lágrimas cayeran por sus ojos.

-       Tenía frío- se queja entre sus risas-. Y no me quería cambiar, porque si no quieres que te recuerde, Choi, estaba acostado, casi durmiendo.

Las manos de Taemin comienzan a subir el cierre, concentrado en parar las risas del moreno como fueran, pero las manos de Minho se lo impiden, bajando el cierre nuevamente.

-       Pero que sensual, Taemin.

-       Ya basta, Choi.

Le da un palmetazo en las manos, frunciendo más el ceño y subiéndose por completo el cierre y colocándose nuevamente el gorro.

Ni un índice de pijama de dinosaurios.

-       ¿Tú no que te ibas?

-       Sí- suspira, sonriendo aún.

Y se acerca una vez más a besarlo porque simplemente no se contiene, pero Taemin apenas le deja empezar cuando ya había dado un paso atrás.

-       Mucho, no te mereces más.

Y se va.

Simplemente comienza a caminar, sonriéndole y mirando de vez en cuando hacia atrás, riéndose cada vez más de Minho que no se movía como si él fuese a retroceder en cualquier momento a besarlo.

Pasan los segundos y Taemin sigue avanzando y él sigue ahí.

-       ¡Siempre me haces lo mismo!

Un estremecimiento de su cuerpo y el alto comienza a sonreír.

-       ¡Nos vemos mañana!

Sonríe porque tiene frío y porque no le importa.

Porque tiene ganas de besar a Taemin y solo observa como se alejaba cada vez más de él.

Uno, dos y tres segundos.

Minho no sabe si sonríe por Taemin o porque de pronto la noche comenzó a tener sentido.

**

Minho deja a un lado los cubiertos cuando ve como el rostro de Jonghyun comienza a desfigurarse poco a poco.

Primero nota como le cuesta mascar y digerir, para luego pasar a sus ojos, viéndose incapacitado de poder cerrarlos. Le gustaría que no diera esa imagen tan tétrica, pero con cada segundo que pasa esto parece empeorar.

Jonghyun aprieta los puños por debajo de la mesa, emblanqueciendo sus nudillos solo por fuerza y Minho tiene miedo de que pegue un puñetazo a lo que se le pase por el frente.

Lamentablemente su propio padre era el que estaba ahí, justo al lado del suyo.

-       ¿Padrino de bodas?- la voz de Minho parece fuera de lugar y probablemente es por lo mismo-. ¿Yo?

-       Me parece una excelente noticia, hijo.

No. A él no le parecía una excelente noticia.

Ni para él ni para Jonghyun.

Él entendía lo que pasaba, solo que nunca era capaz de comentar algo porque se aburría y no le gustaba meterse en la vida de su amigo. Pero tenía más que claro que Jonghyun estaba con alguien hace bastante tiempo. No es que lo hubiese visto, sino que… lo intuía.

Ve al moreno terminar su copa de vino y bajar la cabeza sin querer mirar ni a su propio padre ni a él, dejando en claro lo desesperado que estaba por irse de ahí.

-       ¿Qué opinas de la boda de este muchacho, Minho? ¿No crees que ya deberías seguir sus pasos? Ambos ya están grandecitos como para seguir jugando.

¿Jugando? ¿Qué tenía de malo jugar?

-       Eh… estoy bastante sorprendido a decir verdad. No sabía de esto ni que todo estaba listo.

-       ¿Cuándo vas a parar de hacer lo que quieras con mi vida? Porque sinceramente no te soporto más.

Jonghyun tiene la intención de levantarse, pero Minho alcanza a sostenerlo desde un brazo, impidiéndoselo, haciéndole entender que le pasaba lo mismo día tras día y que no conseguiría otra cosa aparte de empeorarlas.

Ambos igual de restringidos. Ambos con una familia de mierda.

-       ¿Qué mierda quieres entonces?- el padre de Jonghyun parece contenerse para no dar un espectáculo, pero no logra lo suficiente-. No me digas que querías a ese maricón de Kibum como tu padrino.

Eso le dolió. Incluso más de que si lo hubiesen ofendido a él.

Se levanta en un solo movimiento, llevándose la preocupada mirada de Minho y su padre que apenas había probado bocado en toda la cena.

Él siempre había sido un hombre noble, de pocas palabras, pero las necesarias.

Minho siempre lo entendió por haberse ido de su casa. Nadie sería capaz de soportar a una loca como su madre.

-       Basta, padre. Basta.

-       Te acompaño. Discúlpenme.

El alto lo sigue por bondad y por miedo a que haga algo solo por la furia que se lo está carcomiendo. Le cuesta seguir sus pasos torpes hasta el auto e intentar ordenar sus pensamientos para darle una frase de apoyo que en vez de lástima, le sirviera de algo. Ve como sus ojos comienzan a aguarse mientras conduce, interrumpiéndole la vista y sin dejarlo pensar.

-       Jjong, para el auto.

Lo ignora. Y lo hace porque no le importa nada y lo único que quiere es ver a Kibum y que le diga algo por muy estúpido que sea, pero que provenga de él.

Las lágrimas comienzan a bajar más rápido cuando Minho le pega un nuevo grito, ya convenciéndolo de que se detuviese.

Y para moviéndose a un lado de la calle, apoyando su cabeza en el volante y comenzando a llorar con mucha más fuerza que antes. Sus sollozos hacían sentir incómodo e inútil a Minho, que solo le miraba de reojo sin saber qué decirle exactamente.

-       ¿Te llevo a tu casa?

El moreno niega y se limpia los ojos con la manga de su chaqueta.

-       No, llévame donde Kibum, mi padre no irá a buscarme allá.

Y le cuesta darle indicaciones hasta el lugar. Le cuesta limpiarse la nariz e internar calmarse ante un torpe Minho que le daba palmaditas en cada semáforo que se detenían.

Nuestras familias son una mierda, Jonghyun. No podemos hacer nada contra eso por mucho que queramos.

Le hubiese gustado que le hubiese mentido, quizás un poco, pero finalmente asume la triste realidad. Incluso se pregunta si Minho está con Yuri por voluntad propia o por obligación de su madre.

Nunca le ha preguntado directamente. Nunca han sido de hablar mucho ni de extrañarse. Solo se veían cuando tenían ganas y se contaban lo que querían. Negaban sus apellidos y esas personas que lo manejaban.

Ambos con el mismo destino que solo los hundía en vez de hacerlos felices.

Solo que Minho siempre aparecía aguantar un poco más.

-       ¿Seguro que está cerca de acá?

-       Sí, tengo que caminar solo una cuadra y llego- Jonghyun abre la puerta del auto y mira a Minho por unos instantes sin saber que decirle exactamente-. Oye Choi.

-       ¿Qué?

-       Gracias.

Minho se encoge de hombros sonriendo y susurrando algo que él no alcanza a oír. Ve como se aleja por la calle, mientras él se queda de pie ahí, respirando el gélido aire y comenzando a tiritar a causa del frío. Y camina con pasos pesados y dejando de pensar en todo de una sola vez o Kibum se preocuparía y notaría que estaba llorando.

Te ves tan feo llorando, mi amor.

Jonghyun sonríe solo de recordar su voz cuando entra al edificio del rubio y sube sin dudar a donde se dirigía. Golpea un par de veces, soltando un largo suspiro y encontrándose con un adormilado Taemin que le miraba con el ceño fruncido.

Para variar tenía ese estúpido pijama que le había regalado Key y que no había sido capaz de devolverle.

Y cuando entra y el rubio le ve, mientras se secaba el cabello salvajemente, sabe que se dio cuenta que algo malo había pasado. Le mira con cara de preocupación y sosteniendo el secador de pelo sin dirigirlo exactamente a su cabeza.

-       Hola Kibum.

Se planta frente a él en un intento de sonrisa, mientras el aludido le miraba ceñudo y apagando el secador.

-       Tae, ¿puedes ir a comprar un poco de ramen, por favor?

-       ¿Ramen? Pero si…

Lo entendió de inmediato. Solo con la cara de su amigo y Jonghyun que se sentaba a su lado, apoyando la cabeza sobre sus brazos, supo que solo debía salir de ahí como fuese. Por muy doloroso y friolento que fuera, tenía que dejarles conversar sobre algo probablemente grave que le había sucedido. ¿Dónde iría? Probablemente a jugar en esas máquinas que Kibum le tenía prohibido.

-       ¿Qué pasó?

Key sube las piernas al sillón, acomodándose ante la atenta mirada de Jonghyun que le sonreía algo adormilado.

-       Nada.

-       ¿Seguro?

(No te creo.)

Taemin se coloca su chaqueta y sale del lugar apenas despidiéndose y dejándolos al fin solos, que era lo que tanto necesitaba Jonghyun.

-       Seguro. ¿Por qué habría de pasar algo?

-       Porque

Y un beso lo interrumpe. Llega de golpe y apenas Taemin cierra la puerta. Jonghyun tiene los labios salados y a Key le cuesta seguirle el ritmo porque parece fuera de sí y como si estuviera desesperado por llegar a algo, a algo más de lo que estaban teniendo ahora.

-       Hey- cortos besos le interrumpen, mientras era acorralado contra un borde del sillón-. Jonghyun, espera. Acá no.

Cierto. Taemin.

Caminan a tropezones y pasos difíciles, chocando con las paredes hasta que llegan a la habitación de Key, en donde Jonghyun sin dudar ni un momento, deja caer el cuerpo del rubio sobre la cama, para sentarse sobre él y comenzar a quitarse la chaqueta y la polera a tirones.

-       ¿Qué pasa, Jonghyun?

-       Nada, ¿acaso no puedo hacerte el amor?

Key se preocupa por unos momentos hasta que el moreno se le acerca y comienza a besarlo lenta y apasionadamente mientras va retirando prenda por prenda de su cuerpo. Primero la camiseta del pijama hasta terminar con los pantalones, comenzando a besarle lentamente a través de un recorrido por su abdomen hasta llegar al cuello. El rubio suelta un gemido desde lo más profundo de la garganta cuando siente que Jonghyun le muerde un poco justo ahí.

Dios, ese maldito punto débil.

Pero el moreno insistía y estaba siendo torpe y ya no estaba siendo placentero. A Key le dolía y Jonghyun era bruto con él.

Estaba fuera de sí, no era como siempre.

-       Jonghyun- susurra empujándolo un poco-. Con cuidado.

Ve como le mira casi desorientado, sintiéndose mal y acercándose a depositarle cortos besos en los labios.

-       Perdóname. Lo siento.

Algo pasaba. Key ya estaba seguro de eso.

La forma en que lo miraba, en que lo besaba como si fuera a pasar algo o como si alguien hubiese dicho algo malo sobre él.

De pronto Key tiene miedo y no sabe porqué.

Siente las manos torpes de Jonghyun bajándole lentamente la ropa interior, mientras él levantaba las caderas inconscientemente, ayudándolo. El moreno le besa ya desnudo, mientras él se aferraba a su espalda y a esos músculos demasiado bien formados.

Jonghyun no era de expresar sus sentimientos. Nunca había sido así y probablemente tampoco lo sería, pero Key le conocía. Conocía su cara de cuando estaba mal y necesitaba solo estar con él como si eso fuera suficiente para sanar las heridas.

Pero la primera embestida fue dolorosa. Key no se la esperaba y le hizo cerrar los ojos, apretándolos y conteniéndose de esa descarga eléctrica que sintió recorrer todo su cuerpo.

Y de repente siente angustia y sabe perfectamente que no es por dolor físico, es por Jonghyun, porque sabe que está sufriendo y de una u otra forma se lo está negando.

Una nueva embestida y Key se aferra al final de su columna, masajeándole de forma circular, mientras las caderas de Jonghyun no paraban de chocar contra los huesos de su trasero. Y el moreno queda cerca de él, golpeándole el rostro con su aliento entre cortado y regalándole una falsa sonrisa antes de volver a besarlo desesperado y angustiado.

-       Te amo, Kibum. Te amo tanto tanto.

Y Key no recuerda ninguna  vez que lo hubiesen hecho así. De una forma tan extraña y descontrolada, como si no fueran ellos.

Jonghyun le come la boca cuando está a punto de terminar, cuando Key suelta un fuerte gemido dentro de él, respirando su mismo oxígeno. Le cuesta retomar su respiración regular, al igual que el moreno que cae como colapsado a su lado.

Jonghyun ahoga un fuerte gemido en la almohada, mientras Key se tapaba el rostro con una mano para que no lo viese. Para que no notara que de la nada sus ojos se habían comenzado a aguar porque él ya presentía lo que pasaba.

Siente una de sus manos, afirmándose de su cintura, mientras comenzaba a cerrar los ojos inevitablemente tras el cansancio. Key respira profundamente para no llorar hasta que siente como los suspiros de Jonghyun comienzan a ser más distantes, dejándole claro que ya estaba dormido.

Y Kibum se sienta en la cama. Se despega lentamente de su cuerpo y afirma su cabeza con sus manos, dejando caer ya sin miedo las lágrimas. Llora por miedo, por angustia y porque siente que no soporta más esta relación enfermiza que tienen, con esa obsesión de necesitarse el uno al otro como si hubiesen sido separados al nacer. Key tiene miedo de que se tengan que distanciar y sobrevivir como si fueran hermanos y verse entre sí, viviendo una falsa relación heterosexual.

-       ¿Key hyung?

Siente unos pequeños golpecitos en la puerta y Key se levanta de inmediato, vistiéndose y tapando con su cubrecamas al moreno.

-       Ya tengo el ramen.

Ve la pequeña cabeza de Taemin asomándose un poco por la puerta y sonriéndole.

-       Gracias, cariño.

-       Key hyung, acá hay un teléfono que no para de sonar. Creo que deberías verlo.

-       Está bien. Voy de inmediato.

Mentira. Se toma su tiempo y espera que el menor se acueste y no tenga ganas de salir a hurguetear como tanto le gustaba.

Toma su celular desde la mesa, mirando la gran cantidad de llamadas perdidas que tenía tanto como de su madre como del padre de Jonghyun. Aunque claramente prefiere llamar a la primera y ser sincero con ella antes que mentirle a su padrastro.

Dos tonos y su madre ya había contestado.

-       Cariño, dios mío, ¿por qué no me contestabas?

Porque estaba teniendo sexo con mi hermano.

-       Estaba ocupado, lo siento ¿pasa algo?

-       ¿Sabes dónde está Jonghyun? Estamos demasiado preocu

-       Está conmigo- le interrumpe-. Tranquilos. Está bien.

-       ¿Más calmado?

Mierda. Lo sabía.

-       Sí-miente-. ¿Pero qué pasó? no le entendí muy bien lo que me quiso decir.

-       Es sobre su relación, cariño, ya sabes, lo de su matrimonio y la fecha y esas cosas que no le gusta oír.

Fue demasiada información como para que Key siguiera en pie. Demasiada como para digerirla y decir que estaba bien.

-       ¿Fecha?- dice apenas con un hilo de voz.

-       Sí, ya está todo listo, cariño. Bueno, solo falta que el novio lo asuma y todo debería estar en orden.

A Key le cuesta quedarse dormido esa noche. Se pasea por toda la casa y se sienta en el piso porque todo le parece incómodo. Piensa en fugas y en planes que nunca creyó que pasarían por su mente. Incluso en escapar de su casa y de su familia y que Jonghyun se fuera con él.

Pero cuando siente unos pequeños pasos arrastrándose, levanta la cabeza y ve a Taemin que le observa con los ojos entrecerrados y con más sueño que nunca. Probablemente acababa de despertar y eso que con suerte eran las tres de la mañana.

-       ¿Hyung?

-       ¿Qué?- su voz suena débil y sin fuerzas, pero se concentra en no demostrárselo.

-       ¿Jonghyun hyung está bien?

-       ¿Te despertaste para eso?

-       Sí, es que había olvidado preguntártelo.

A veces Key pelea con Taemin porque es infantil y porque se hace el rudo y el hombre grande cuando le conviene, cuando quiere besos robados y problemas en los que no se debería meter; pero cuando le ve bostezar y sonreírle a pesar del sueño, le es imposible no levantarse y abrazarlo efusivamente porque lo necesitaba.

Porque Taemin siempre estaba ahí cuando lo necesitaba, por problemas amorosos o por muy grandes que fuesen, Taemin siempre estaría ahí.

**

Siente un par de golpes en la puerta, despertándolo desorientado, sin saber exactamente dónde estaba. Un nuevo golpe le hace levantarse del sillón y darse cuenta que una vez más se había quedado dormido de forma incómoda esperando la visita de alguien del departamento vecino.

4:07 de la mañana.

Mierda y al otro día entraba a las ocho de la mañana a clases.

Abre con pereza la puerta, encontrándose con Key que se mordía los dedos nerviosos, apenas alcanzando a susurrarle un suave hola cuando el rubio ya se encontraba sentado en el sillón en el que dormía hace un rato.

Seguro había pasado algo. Era imposible que estuviera despierto a esa hora solo porque sí.

-       Onew, le diré a mi madre, ya no aguanto más.

Tenía demasiado sueño como para tener que suponer frases inconclusas. Intenta abrir un poco más los ojos, pero le pesaban y con la luz parecían cerrarse más.

-       Lo siento, ¿te desperté?

-       Da igual- bosteza.

(Ya está acostumbrado.)

-       Onew le diré a mi madre- comienza de repente el rubio-. Hablaré con ella y le diré la verdad. Me ha costado mucho y he pensado todo tipo de ideas idiotas, pero le diré, no hay otra forma de detener esto.

La primera vez que Onew vio a Key fue subiendo una pesada caja al departamento contiguo. Recién se estaba cambiando a ese edificio y ya parecía tener un aura distinta, con mayores lujos y una personalidad destellante.

Onew no recuerda cuando fue que comenzó a gustarle, en qué momento exacto o porqué, solo lo supo porque un día se dio cuenta que le gustaba verlo sonreír. Le gustaba cuando le contaba historias con el amorío de su hermano, teniendo la confianza necesaria como si hubiesen sido amigos de todas la vida.

Caricias, golpes y carcajadas eran lo que compartían, pero nunca nada más. Onew nunca se sobrepasó y nunca lo hará, por respeto a él mismo y porque no quiere ver a Key en una imagen comprometedora junto a él. No quiere verlo incómodo ni que deje de contarle sus infidencias y tampoco es como si fuese a pasar porque él nunca le dirá sus sentimientos.

Onew a veces se pregunta como aguanta.

Nunca ha sabido responderse.

-       ¿Y qué ganas, Key?- un nuevo bostezo y se tapa la boca con la mano antes de continuar-. Tu madre no impedirá que el papá de Jonghyun desista de su idea.

A veces le costaba ser objetivo. No podía exigirse tanto a si mismo.

-       Yo creo que sí, confío en que sí- le ve desesperado con el cabello alborotado como nunca antes. Está preocupado y desesperado y él puede notarlo. No le gusta verlo así-. Onew, solo necesito tu apoyo, necesito convencerme de que haré bien.

-       Lo harás bien, pero no entiendo, son las cuatro de la mañana y vienes de pronto aquí a decirme esto. ¿Pasó algo con Jonghyun?

Él sabía que sí, solo que quería confirmarlo y ser más masoquista que lo usual porque tenía que haber una forma que se desenamorara.

-       Algo como demasiado- se sincera-. Llegó a mi casa de la nada y empezó a besarme como si le pasara algo, cosa que yo supe de inmediato que era así y bueno…eh…terminamos haciéndolo. ¿Por qué?

Era demasiado información para él. A veces le dolía asumir hasta donde llegaba Jonghyun con Key y hasta donde podía llegar él.

Ni a un cuarto de lo que hacían.

-       ¿Le preguntaste algo?

-       Decía que no pasaba nada, pero yo sabía que sí…hasta que hablé con mi madre y lo confirmé.

-       ¿Qué te contó?

Onew a veces se siente malo. Siente que Key no debería permitirle ser su amigo cuando él piensa cosas malas con su relación de Jonghyun. A veces inventa tragedias imaginarias en las que se tenían que separar y él llegaría al rescate del rubio, pero eso nunca pasaría.

Por mucho que soñara, Onew no tenía demasiadas posibilidades y él lo sabía.

Desde siempre.

-       Que la fecha del matrimonio ya está lista- susurra-. Incluso los padrinos y el lugar de la fiesta. Todo está listo, excepto que el novio asuma eso. Es terrible Onew, debo detener esto de alguna forma.

-       Y que el otro novio lo asuma…

Onew a veces inventa una vida imaginaria junto a Key. Se ve a si mismo junto a él consintiéndole todos los lujos habidos y por haber con tal de verle sonreír.

-       ¿Qué estás queriendo decir?

-       ¿Nunca has pensado que todo eso no es solo culpa de Jonghyun?

Le ve fruncir el ceño y no le gusta la manera en que lo observa.

Se siente un idiota, no quiere hacerlo sufrir más de lo que ya sufre.

-       Creo que no te estoy entendiendo o no quiero creer lo que me quieres decir.

-       No me hagas caso.

Onew da pasos torpes hacia él y se inclina quedando hasta su altura y le toma el rostro con cuidado, mientras Key le miraba casi asustado.

Y mierda, cuánto lo amaba. Era desesperante.

Desde su cabello rubio exagerado y sus ojos felinos que lo atrapaban.

A Onew le cuesta mirarlo  y no perderse en él.

-       Ve y dile- suspira- Dile a tu mamá que te gusta Jonghyun, quizás tengas razón y ella si pueda hacer algo.

-       ¿Pasa algo? Siento que también estás extraño- le mira preocupado y él intenta sonreírle lo más que puede.

-       Es el sueño.

-       Lo siento, soy un idiota, debí esperar hasta mañana.

-       Da igual, es mejor que te desahogues y duermas bien.

Siente los brazos de Key colgándose de su cuello, sumiéndose en un profundo abrazo y haciéndolo aspirar su propio perfume tan invasivo.

Onew deja de sonreír, pero se deja abrazar porque es imposible que niegue que no le gusta estar así.

-       Gracias por ser mi amigo, Onew. Te quiero mucho.

Amigo.

Dios, cuanto le gustaría que esa maldita palabra no le doliera tanto.

-       Es mejor que me vaya- se separa y Key le sonríe-. No quiero que Jonghyun despierte y esté solo.

-       Claro. Seguro.

Deja a Key en la puerta mientras el rubio sigue sonriéndole, sintiéndose mucho mejor y más desahogado. Le ve abrir la puerta de su departamento y despedirse con la mano, aún con una sonrisa en sus labios.

Mierda, cuánto le gustaba.

Notas finales:

30 REVIEWS Y SUBO EL SIGUIENTE.


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