Ron era su mejor amigo, su hermano del alma, y aun cuando siempre creyó que el joven pelirrojo se casaría con Hermione, pues resulto que después de 7 años juntos en Hogwarts y una año de carrera de Aurologia el pelirrojo les confeso que no le iban las chicas…su amistad no había cambiado al contrario ahora era mas fuerte. A Mione le costó adaptarse en un principio, al parecer ella también se había convencido de que seria la siguiente señora de Weasley. Pero se habían adaptado, no sin sus complicaciones claro, pero lo habían hecho. Y aunque adaptarse a la orientación de su amigo fue complicado, sopesar que su pareja era de hecho un Ex Slytherin eso fue difícil pero esto… lo superaba con creces.
La impresión no abandonaba su rostro y estaba segura que tenia la finta mas estúpida de todas en ese momento, pero al menos Hermione estaba en las mismas. Jamás creyó que ese día daría un giro tan… Inesperado.
Ronald Billius Weasley los había citado en un pequeño bar, muy fino para ser del gusto conocido del pelirrojo. Pero ni Harry ni Hermione cuestionaron nada, a veces el pelirrojo tenia ataques de buen gusto y momentos de refinado placer. Ellos lo adjuntaban a ese cambio y aceptación a los gustos de su pareja que el pelirrojo había tenido en los últimos años.
– ¿Un bar caro?– insistía Harry mientras caminaba al lado de Herm que intentaba por todos los medios arreglarse un poco, tarea difícil considerando que venían saliendo de la reunión del aniversario de la fundación del departamento de Regulación y Correcta Función de la Magia. Fundado aprobado y evaluado para evitar cualquier otro futuro caso de un demente con ansias de poder
– No es un bar, no realmente es un Bistró, aunque si es de sorprender– llegaron a la fina calle donde el nivel de gente disminuyo notablemente, Bares caros, Restaurantes muy Finos, Tiendas departamentales y cientos de cosas mas que a pesar de estar ligeramente al alcance de todos solo eran rondados por la alta sociedad mágica y los curiosamente mas intelectuales amantes de Muggle. Ese era sin duda una zona neutral, de hecho el Bistró a donde se dirigían era la más clara prueba.
– “Neodrach”– leyó Harry la pequeña nota enviada por el pelirrojo el bistró había abierto sus puertas después de la guerra y tal cual su nombre en Irlandés lo decía era una zona “Neutral”, todos los que ahí se congregaban dejaban de lado guerras pasadas, rencores y esas cosas. El punto era ese ser una zona neutral, con el paso de los años, el lugar creció en popularidad y se convirtió en el centro del ahora conocido barrio de Glorius Peace.
– Este lugar es como un sueño– Herm amaba aquel sitio, muchas de sus compañeras y compañeros del ministerio venían aquí para conversar con los nacidos de Muggle y con los Squibs que aquí se congregaban en sus exitosos negocios entre una que otra criatura mágica. Divisaron el Bistró desde una cuadra antes, siempre pareció pequeño pero como la mayoría de los lugares ahí aquello era solo un hechizo de apariencia.
Ron les esperaba en la pequeña cerca que servía de entrada al jardín de Guarda sombras y mesitas que bien parecían estar ahí solo para cualquiera que deseara esperar para pasar ya que muy pocos los usaban, eran mas para… cerrar negocios o tomar él te. Tras saludar al pelirrojo este los guio a una pequeña mesita no entraron al lugar como hacia la mayoría, y eso les hizo notar que aquello iba a ser algo serio, el guarda sombra les daba la comodidad requerida y el sonido de moda que salía del interior solo les protegía del eco y les daba un agradable fondo. Si eso no parecía raro, Ron estaba implacablemente pulcro, al parecer se había vestido para la ocasión. Y aunque ellos se sintieron ligeramente fuera de tono, pero el timbre alegre y entusiasmado del pelirrojo les hizo sentir cómodos.
Platicaron del trabajo de los proyectos futuros de la nueva ruptura de Harry, aunque poco importaba recién y habían durado una semana. Herm esquivo las interrogantes sobre aquel chico de contaduría que le sonreía a diario y que había tomado como rutina llevarle un café.
– ¿Y que hay de ti señor elegante?– inquirió Herm, Ron les sonrió antes de contestar.
– ¿Señor elegante?–
– Si, por que te arreglaste tanto Ron, hasta me sentí desalineado y mira que eso no me pasaba desde 5to– soltó Harry con soltura y logro hacer reír a los otros dos.
– Tuve una cita esta mañana– dijo sonriendo el pelirrojo.
– Ron tu siempre andas de cita– dijo Herm mientras devoraba la pequeña cereza que había estado levitando sobre su bebida.
– Pues si, solo que no siempre es con mis suegros– el tono sonrosado del rostro de Ron les hizo mirarlo con duda, Ron salía seguido con su pareja y la madre del mismo y aunque ellos le hablaban al novio de su amigo, jamás se hicieron íntimos de él o cosas así (Solo cortesía, se decían entre ellos cuando Ron no estaba y el tema salía a flote), agradecían que jamás les hubiera alejado del pelirrojo, y que este no les impusiera su presencia, aunque en ocasiones era muy directo al momento de negarse a reunirse con los viejos amigos u acompañar a la gran familia algún lado. Y ellos habían aprendido aceptarlo, aunque nunca se había negado a salir solo con ellos dos “como en los viejos tiempos” solía decir.
– Sigo sin entender porque tan formal…– aun cuando no fue una pregunta una duda había sido planteada por Herm y el pelirrojo se sonrojo aun más.
– Les llame para una razón importante…– Herm y Harry notaron el nerviosismo, y el temor en el pelirrojo. Así que poniéndose serios le brindaron su atención al cien y su apoyo “incondicional”… “Tal vez termino con la serpiente” fue el pensamiento fugaz que compartieron Harry y Herm al verse de reojo.
– Yo… Ustedes son mis más queridos amigos, son más que eso, son mis hermanos, cuando creí que los perdería, bueno ustedes me dijeron que sin importar que fuera jamás dejaría de ser yo… Cuando les presente a Blaise estuvieron a mi lado, y aun con todas sus dudas y sus recelos, le aceptaron…– Harry le sonrió a Hermione compartiendo otro pensamiento. “Aceptar no era exactamente lo que hicieron… “Adaptarse, superarlo, incluso ignorarlo, cumplían mejor definición que esa otra palabra, pero obvio eso no se lo dirían a Ron”. La castaña le sonrió en confidencia y volvieron su atención al pelirrojo.
– Pero claro Hermano, te lo dijimos si tu eres feliz, nosotros también– dijo Harry y Herm asintió con efusividad.
– Y se los agradezco es por eso que… quiero informarles esto antes que a mi padres, no piensen mal, se los diré hoy mismo, pero no quería que mi valor flaqueara por eso necesito saber que opinan ustedes al respecto–
– Ron, deja de darle vueltas al asunto, por favor– suplico Herm, y Harry asintió.
– Esta mañana fui a presentar mis intenciones a casa de Blaise…– Los otros dos le miraron curiosos, ¿sus intenciones? ¿Acaso fue y les dijo a los padres de la serpiente que le gustaba el sexo con su hijo y la comida cara? Mas no dijeron nada, siguieron mirando al pelirrojo deseando que continuara.
– ¡Voy a enlazarme!– un sopor silencioso cayo sobre la mesa, la música comenzó a sonar mucho mas lejana y frente a Harry James Potter, se encontraba su primer amigo, su mejor amigo, su hermano del alma desde niños… Mirándole anhelante, esperando a que el o Herm dijeran algo, ¡Oh Merlín Santo!
Ron era su mejor amigo, su hermano del alma, y aun cuando siempre creyó que se casaría con Hermione, pues resulto que después de 7 años juntos en Hogwarts y una año de carrera de aurologia “No le iban las chicas”. Pero se habían adaptado, Así como se adaptaron a que el elegido por el pelirrojo era nada más y nada menos que Blaise Zabini, que aclarado sea, es un Ex Slytherin, bueno eso fue difícil pero esto… ¡Esto! lo superaba con creces…