Miyagi fumaba su cigarrillo bastante molesto por cierto rubito de ojos grises llamado Takatsuki Shinobu. De un arrebato de ira tiro todos los libros de la mesa al suelo sobresaltando a su compañero de departamento, Kamijou Hiroki.
- ¡Ah! ¿Qué hace profesor?
- Lo siento Kamijou, pero estoy muy nervioso.
Hiroki levanto una ceja mientras miraba el cenicero lleno de cigarrillos enteros.
- No me mires asi, my sweet honey, tu sabes que fumo cuando estoy nervioso.
- Si lo se pero siempre me pregunto como hace con su sueldo para tener para vivir y comprar los cigarrillos que casi ni se fuma.
- Creo que eso no es de tu incumpencia- dijo Miyagi acercandose al escritorio de su compañero de trabajo- aissh, como te veo tan preocupado por mi te contare mi problema.
- ¿Qué? Yo no estoy preocupado por usted me da igual lo que le ocurra como si decide suicidarse en el metro.
- No es una mala idea eso que has dicho pero nunca podría morirme en paz ese niño me seguiría con sus repollos hasta el infierno.
- O sea que su problema tiene que ver con el hijo del director, ¿no?
- Si veras hoy me he levantado y cuando he entrado a la cocina me ha tirado un montón de repollo a la cara.
- Jajajajajajaja…
- Cuidado no te vayas a ahogar- dijo Miyagi secamente.
- Lo siento, siga profesor.
- Y después de bañarme en repollo me grito que si no me gustaba que me hiciera yo la comida y no entiendo por que hizo eso si siempre me como la comida y le sonrió diciendo que está muy buena.
- Bueno ayer vino aquí buscándote yo le dije que estabas dando clase entonces después de mirar en todo el departamento se fue, a lo mejor creía que te tenia escondido, jump, por favor.
- ¡Que! ¿Cómo que miro por todo el departamento?- grito Miyagi mas palido que un muerto.
- Si rebusco por todos sitios.
- ¡Oh, no! Ya lo entiendo debió de haber visto en la papelera el almuerzo que me preparo.
- ¿Y por que lo tiro a la basura, profesor?- dijo Hiroki riéndose internamente por saber que sus almuerzos estaban constituidos por un ingrediente en general.
- Lo tire por que a mí, mi novio no me hace un almuerzo tan bueno como el que te hace a ti tu querido medico.
Alrededor del apodado, demonio Kamijou, apareció una oscura aura y sus ojos mostraron un brillo asesino.
- ¿Qué dijo, profesor?
- Etto… n-nada, no he dicho nada, my sweet honey, jeje- dijo nervioso Miyagi al ver el aura asesina que emanaba su amigo sentado a su lado y trabajando en su ordenador- será mejor que me vaya a casa a intentar arreglarlo con mi Shinobu-chin.
Al abrir la puerta de su departamento se aparto para esquivar un repollo congelado que iba directo a su cara.
- ¡Shinobu-chin! ¿Qué te crees que haces?- dijo Miyagi levantándose del suelo.
- ¡No es obvio, tirarte un repollo de esos que odias tanto!
- Si eso ya lo veo pero este esta congelado me podrías haber roto la cabeza.
- Acaso erre mi tiro, tranquilo que aquí tengo mas.
-¿A qué te refie…?- You no pudo terminar la pregunta ya que Shinobu cogió una pistola y empezó a dispararle proyectiles de repollo.
Miyagi solo alcanzo a apartarse y esconderse tras el sofá mientras pensaba en que hacer.
Shinobu siguió disparando cuando vio como su amante se escondía tras el sofá.
- ¿Tienes miedo, viejo? Pues toma defiéndete como el hombre se supone debes de ser- al decirlo le arrojo una pistola cargada con proyectiles de repollo.
- No voy a dispararte Shinobu-chin- dijo Miyagi mirando la pistola sin cogerla.
- ¿Ah, no? Pues yo si.
Shinobu salió de donde estaba y corrió hasta detrás del sofá donde un pobre profesor de universidad fue disparado en todas las partes de su cuerpo incluso en la boca donde Shinobu le hizo comerse el repollo que le disparaba.
Al acabar con todos sus proyectiles un pequeño angelito salía del cuerpo de Miyagi, Shinobu le pego una patada en toda su hombría lo cual hizo que Miyagi reviviese envuelto en un horrible dolor.
- Eso por tirar mi comida a la basura y no pedirme perdón, maldito viejo.
- Entiéndeme Shinobu-chin, no puedo vivir siempre a base de repollo necesito otro alimento, en realidad me gusta tu comida pero esque ayer no tenia hambre entonces lo tire a la basura para que no te enfadases conmigo y pensases que odiaba tu comida por que si la haces tu te digo que me encanta.
- ¿De verdad piensas eso?- sonrio feliz Shinobu.
- Por supuesto,¿eh, podrías taerme un poco de hielo?
- Claro, ¿para que?- pregunto aun sonriendo como pocas veces lo hacia, Shinobu.
- Para mi ``amiguito´´ de aquí abajo.
Shinobu comprendiendo se levanto a por un poco de hielo.
- Preparare la cena: Pure de repollo y patata.
-…- de Miyagi volvió a salir un pequeño angelito mientras este caia muerto y palido al suelo.
Shinobu en vez de colocarle la bolsa de hielo, cogió un puñado de hielo y se lo metió por dentro del pantalón y ropa interior.
-¡AHHHHHH!- grito el profesor sintiendo la Antartida entre sus piernas.
- Vuelve a morirte y quitare las patatas del pure.
Miyagi solo atino a asentir la cabeza mientras dos lagrimillas salian de sus ojos, al sentir como el hielo se derretía lentamente haciéndole sufrir ya que Shinobu le estaba impidiendo sacárselos de los pantalones hasta que no hubiese aprendido la lección del contraataque repollo.