8 de diciembre de 2012
Hotel, 2 horas antes.
Se miró durante un momento al espejo, notando las profundas ojeras en sus ojos; una muestra más de aquel cansancio que sentía y que lo dominaba. Ahogo un suspiro mientras revolvía su cabello y practicaba una suave sonrisa; que incluso lucía como una natural. Había terminado por perfeccionar las sonrisas falsas, los sentimientos de emoción e incluso de gratitud cuando estaba en público.
Nadie quería ver un idol derrumbarse, ver como terminaba por romperse. No, nadie quería ser testigo de algo así.
.- Bien, puedes hacer esto – murmuro para sí mismo, siendo consciente de que realmente lo necesitaba – Puedes y debes hacerlo, Lee Taemin.
Y entonces se dio la vuelta, clavando sus ojos en la pantalla de su portátil; sus ojos escrudiñaron la foto y devorando las letras. ¿Por qué lo hacía?
Acababa de darse ánimos a sí mismo para terminar destruyéndose con aquellas palabras, con aquellos puñales… Que él mismo terminaba por clavar más hondo dentro de sí mismo.
Tomo aire y alejo las lágrimas mientras pasaba sus dedos delgados por el sobre junto al computador. Su boleto de salida pero el seguro de que no regresaría.
Suspiro mientras caminaba hacia la puerta, debía dar un concierto para sus fans… Las que le quedaban.
Y nadie quería ver a un idol terminar de derrumbarse.
Backstage SHINee World II Singapur, 5 minutos antes.
.- Estamos listos para iniciar – indico el encargado mientras todos a su alrededor comenzaba a dar vueltas.
Retocando esto y lo otro. Perfeccionando el maquillaje y arreglando los últimos detalles del vestuario. El maknae en cambio permaneció en su lugar del sillón, observando a sus compañeros correr por toda la habitación dando gracias y reverencias. Debía de estar haciendo lo mismo, dando todo de sí para que el concierto saliese como se debía, sin embargo; se limitó a cerrar los ojos y dejar caer su cabeza hacia un lado, en una pose incomoda.
.- Taemin, muévete – le inundo la voz de Key mientras este lo zarandeaba con más fuerza de la debida – Acaso quieres meternos en más problemas…
Y fue como un golpe, de esos que te quitan el aire y te dejan sin poder enfocarte. Lo había sentido en todo su pecho y lo martilleo en su mente.
“Taemin solo le está trayendo problemas al grupo, es quien estanca el estilo”, la frase retumbo como si acabase de leerla aunque eso hubiese pasado hace pocas dos horas. Ahogo el sollozo y sin decir nada se levantó.
Key le miro entre ofuscado y resignado, llevaban semanas sin poder comunicarse correctamente como grupo; él maknae siempre frenaba cualquier contacto y él no era el único al que la paciencia estaba por acabársele.
.- ¿Está todo bien? – se adelantó Minho cuando les dieron alcance a los otros, Key se alzó de hombros sin saber que agregar y Taemin simplemente les paso por el lado, sin mirarlos - ¿Taemin? ¡Ven acá! – y el rapero salió tras él menor, que lo ignoro olímpicamente.
Onew se pasó la mano por el cabello y Jonghyun resoplo mientras caminaba hacia su lugar. Minho parecía el único que todavía estaba haciendo esfuerzos en vanos, él maknae había terminado por salirse de sus manos.
Y ya no sabían que hacer.
Minho le dio alcance unos metros más allá mientras el bailarín tomaba su lugar: .- ¿Estás bien, Minnie? – le pregunto preocupado, sin poder entender el comportamiento de su amigo durante los últimos días, semanas y meses.
.- Por supuesto, hyung - fue todo lo que dijo y con una sonrisa falsa, dio por terminada la conversación que nunca inicio.
Tenía que dar un concierto, sonreír para sus fans… Las que le quedaban, si es que había alguna.
Nadie deseaba ver como un idol se caía sin tener fuerzas para levantarse.
Backstage SHINee World II Singapur, 15 minutos después.
Todo el staff parecía disfrutar del descanso tras el arduo trabajo mientras ellos se dejaban caer contra el sillón, completamente exhaustos por el largo concierto e incluso un poco aturdidos por los gritos de las fans. Pero después de todo, como idols, ya estaban acostumbrados al desgaste físico y emocional.
Taemin cerró los ojos y ladeo la cabeza, encerrándose nuevamente en sí mismo y torturándose una y otra vez con palabras e imagines, como si fuese casi necesario. Se sorprendía a si mismo cuan masoquista resultaba ser.
.- Lo de los pasteles ha resultado magnifico, muchas gracias chicos – comenzó el líder con una sonrisa tranquila mientras rodeaba los hombros del rapero con su brazo - ¿A que ha sido una sorpresa magnifica, Minho – ssi?
.- Por supuesto, muchas gracias, hyungs – fue todo lo que él alto dijo con la voz emocionada – Aun cuando termine más pegajoso que…
.- No te preocupes, Keroro – le corto Key con un además despreocupado – Es solo un pequeño gesto para demostrarles cuanto los queremos.
.- ¿No es así, Taemin? – Jonghyun trato de que se uniera a la conversación que era como un ritual, mencionar cosas y reírse era parte fundamental de su rutina, les hacía sentir unidos… Vivos.
Pero para él eso se había esfumado como si hubiese sido humo. Ya no había ilusión ni siquiera un pequeño sentimiento de conformidad. Así que solo se limitó a alzar los hombros y dejarlos caer, sin abrir siquiera los ojos.
Y entonces, Key explotó.
.- ¡¿Qué rayos es lo que te pasa?! – la diva se lanzó sobre él, tomándole por los hombros y logrando que abriese los ojos asustado - ¿Qué hemos hecho para ganarnos tu desprecio? ¿Acaso te crees mejor? No eres más que un niño, no eres más que…
.- Key, detente – ordeno el líder mientras Jonghyun le tomaba por la cintura y separaba sus cuerpos, Kibum respiraba ofuscado mientras él maknae repasaba las palabras de su hyung dentro de su cabeza. Ahí estaba de nuevo, el reproche, la culpa…
Se tragó las lágrimas y se levantó, no queriendo que sus compañeros le viesen llorar.
.- ¿A dónde vas? – Minho le tomo por la muñeca, impidiendo su escape – Key hyung tiene razón, últimamente no pareces tú es como si…
Taemin no le dio tiempo a continuar y se zafo del agarre con fuerza, con una fuerza que ni el mismo sabía que tenía.
Minho le miro entonces molesto por aquella falta de respeto pero sobre todo por la falta de confianza, como si de un momento a otro, el Taemin que quería hubiese desaparecido: .- ¡Maldita sea! – gruño el rapero, agarrando de nuevo su muñeca – Dinos de una vez que es lo que hemos hecho, que es lo que esta pasando.
Taemin negó sin poder articular palabra, sintiendo el agarre perforar su piel. Dolía pero no tanto como su corazón.
.- Parece como si hubiésemos vuelto a los entrenamientos, a cuando no éramos capaces de conectarnos – le empujo Minho, soltándolo - ¿Quién eres? ¿Dónde está nuestro maknae?
.- Eso no te importa – ni siquiera supo de donde salió su voz pero lo dijo y no se arrepentía de decirlo, aun viendo los rostros sorprendidos y dolidos de sus hyungs, no importo porque por ese segundo se sintió aliviado – Ahora déjame pasar.
.- Eres solo un maldito niño engreído – soltó Minho molesto también – Pero ten presente Taemin, todos son reemplazables en esta vida.
Y eso… Eso fue como si miles de puñales se clavasen en su corazón.
.- Pues bien puedes ir cambiándome – gruño molesto también mientras cerraba sus manos en puños – Por mí puedes hacerlo, al fin y al cabo, ustedes no son más que personas con las que me ha tocado convivir... Nada más.
Y para el alto eso fue como un golpe en el estómago.
.- Pues voy a decirle al manager que lo piense. Cualquier persona es mejor que tú.
.- Bien, hazlo. Prefiero cualquier lugar a estar con ustedes… contigo.
Ambos hablaron al mismo tiempo y para ambos, las palabras del otro fueron como si hubiesen arrancado su corazón de su pecho.
Hotel, 1 hora después.
Taemin le dirigió una mirada más al deplorable reflejo del espejo, su mejilla comenzaba a hincharse tras el puñetazo que Minho le había propinado y las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas, haciendo que el maquillaje se desvaneciese por su rostro.
“SHINee está perdiendo popularidad y no podemos permitirlo. Así que pensamos en refrescar su ambiente. Eso significa que te reubicaremos.”
Estaba harto de todo, de todos. Hasta de sí mismo. De no ser fuerte y poder soportarlo, de sentirse inferior y culpable. Las palabras de Minho lo habían hecho reaccionar, se lo había negado así mismo durante esos meses pero ya no podía seguir haciéndolo.
“Sentimos que eres el miembro con menor progreso y se ha hecho notorio que estas retrasando al grupo con su desarrollo.”
Se dejó caer en la cama, con aquel sobre en su mano. Un suspiro escapó de sus labios. Había tomado una decisión y mientras abría el pequeño contenedor y observaba los boletos, supo que era lo mejor.
“Necesitamos que te despidas de tus compañeros.”
(...)