La nieve no ha dejado de caer, pintando las calles de color blanco. Mi solitaria figura opaca el ambiente navideño; doy un suspiro que deja ver mi cálido pero triste aliento. Puedo sentir el frio en mi nariz, acomodo mi vieja bufanda naranja y retorno mi camino a casa mientras la fría noche lentamente comienza a caer.
El árbol que decora una esquina de la calle principal
La gente que viene y va, se ve divertida
En otro lugar la atmosfera alegre
Estando solo, me apresuro camino a casa
¿Por qué no estas a mi lado? No puedo dejar de preguntármelo. ¿Por qué te tuviste que marchar? Quiero que todo vuelva a ser como en los días pasados, cuando juntos solíamos volver. Aún recuerdo lo presumido que te ponías y la sonrisa prepotente que acostumbrabas hacer.
“volveremos a casa juntos”
murmuraste esas palabras
Me animo el maullido
De un pequeño gato negro
No es que me importe estar solo, en estas fechas siempre es así. Nunca espero recibir nada en este día, para mi no hay nada especial. Sin embargo esta vez algo es distinto, algo cambio dentro de mí.
No lo entiendo aún
El significado de hoy para mí.
¿Por qué será que se me oprime el pecho?
Vi la luz de neón desdibujarse
Las celebraciones en las calles rápidamente comienzan a surgir como las luces navideñas al oscurecer. Con cuidado doy mis pasos por la congelada acera, puedo ver como pequeños copos bailan con el viento.
“Feliz Navidad”
Las palabras que murmuré
Solo se fundieron en blanco
Tranquilamente estoy de pie
Bajo un cielo gris.
Llego a mi departamento con tranquilidad, cuelgo mi húmedo abrigo en el perchero cerca de la puerta. Observo unos minutos el solitario lugar; no tiene adornos ni decoraciones, ya que nunca celebro esta fecha, todo esta con habitual desorden que tanto te solía irritar. Sonrió levemente al recordar tu cara de desagrado y tus regaños. Veo nuestras fotos juntos en mural una silenciosa y traicionera lagrima recorre mi mejilla, antes de entrar a mi cuarto.
Sin Nadie en la habitación
Te busqué por encima de la cama
Dejando sobre las sabanas ligeramente
Abracé esa imagen con fuerza
Con la leve ilusión de que vendrás, me puse mi mejor pijama antes de acostarme con el teléfono junto a mí. ”¿Me extrañas tanto como yo a ti?” esa pregunta no me deja de inquietar, entierro mi rostro en la enorme almohada. “¿Te habrás olvidado de mí?” Muchos pensamientos y conclusiones me comienzan a atormentar.
“Un poco más, sigue haciéndose tarde… Lo siento”
En cuanto vi el e-mail
Las letras escritas se desdibujan en la pantalla
Santa Claus ¿En dónde estas?
Las palabras que murmura se fundieron en blanco
Le entregue de regalo
A esa persona unos calcetines grandes.
Me remuevo en la cama en busca de comodidad, trato de dormirme sin poderlo lograr. ”Creo que no vendrás” murmuro intentando contener el llanto. Miro en mi teléfono un contacto con tu nombre, sintiéndome cobarde por no atreverme a llamarte. En un impulso arrojo el teléfono fuertemente contra la pared. Estaba mirando los trocitos del aparato en la alfombra cuando escuche la perilla de mi apartamento girar.
Oí el inusual sonido
De unos zapatos al abrirse la puerta de entrada
Antes de pensarlo comencé a correr.
-¡Sasuke!- grite desesperado al ver tu silueta en la puerta de espalda quitándote los mojados zapatos, te volteaste a verme “¡Sí! ¡Realmente eres tú!” Sin darte tiempo de reaccionar salte sobre ti tirándonos a ambos al suelo.- si volviste…-murmure en un sollozo abrazándote fuertemente, mientras mis lagrimas, la cuales ya no pude contener, mojaban tu frio abrigo. Me correspondiste el abrazo y me besaste.
-Te prometí que lo haría ¿no?- me dijiste luego sonriendo con ternura. Recordé que lo prometiste el día de tu partida en el aeropuerto.
-Creí que me habías olvidado- solloce restregando mis ojos mientras las lagrimas no dejaban de caer. Suspiraste con pesadez, te quitaste los congelados guantes y acariciaste mis rubios cabellos como si fuera un niño pequeño.
-Dobe, ¿realmente creíste que podría olvidarte?- dijiste mirándome con tus profundos ojos color ónix.-no te avise cuando llegué hoy por que quería que fuera una sorpresa, nunca creí que te angustiarías tanto-dijiste sonriendo con prepotencia.- No llores..-quitaste mis lagrimas con tus blancos dedos.
-uh.. eres de lo peor... te odio–le dije sin dejar de llorar
-y yo te amo- dijiste mirándome a los ojos y rodeando mi cintura, acariciando suavemente mi espalda-no sabes cuanto te extrañe Naruto, Te amo.
Mis ojos se llenaron nuevamente de lagrimas listas para colapsar, como extrañaba oírte decir eso.
-¡Te amo!- grite aferrándome nuevamente a ti y besándote dulcemente en los labios, al parecer tú querías más ya que tomaste mi barbilla profundizándolo haciendo durar un largo rato para luego seguir besando todo mi rostro. Pasando completamente por alto que la puerta seguía abierta y nosotros seguíamos en el suelo.
Seguramente se transmita
Un calor agradable sobre tu frio abrigo
Incluso si te digo que te odio
Nunca me dejes ir.
-¿Puedo pasar?- preguntaste riendo una vez que deje de besarte
-Jeje vale- dije levantándome, tú hiciste igual y cerré la puerta. Terminaste de quitarte la ropa mojada dejándola en el perchero.
-Realmente eres un desordenado- me regañaste, como lo extrañaba, solté una risita mientras lo miraba con dulzura.
-Lo sient…-Me interrumpiste con una apasionado beso al mismo tiempo que me abrazaste posesivamente.
-Sé que solo fueron seis meses, pero parecieron años. No tienes idea de cuanto te extrañe-dijiste en mi hombro- extrañaba tu sonrisa, tus ojos, tus cabellos, tus marquitas- sonreíste piñizcando una de mis mejillas levemente- extrañaba todo de ti, no sabes cuanto ansiaba verte, escucharte…tocarte- susurraste eso ultimo en mi oído con malicia, haciendo que me sonrojará
-Yo también …- dije sin mirarte por la vergüenza- va-vamos a… mi habitación.- me miraste sorprendido, al parecer no te lo esperabas, sonreíste satisfecho y sin previo aviso me cargaste en tus brazos.
“Feliz Navidad”
Débilmente se enciende
La vela alumbrando solo a nosotros dos
Crece con calma
La noche solo para nosotros
No se como lo haces tan rápido pero ya no tengo mi pijama y te has quitado tu camisa. Mi ansiosa mano recorre tu pecho, tu rostro, tu cabello y todo sin dejar de besarnos. Me empujas para que me recueste mientras tu te posicionas sobre mi. Algo te distrae.
-¿Qué le paso a tu teléfono? –preguntas divertido. Mirado los restos del pobre aparato.
-cállate- me limito a contestar desviando la mirada algo avergonzado y molesto, ya que te has detenido. Sueltas una risa y atacas mi cuello.
Ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez, ambos estamos deseosos y llenos de necesidad. Tus cálidas manos, que recorren mi cuerpo y me llenan de placer. El tiempo pasa entre caricia y caricia doy un fuerte gemido cuando porfin nos hacemos uno, el tiempo se detiene para ambos. No dejas de observar mi rostro mientras esperas que me acostumbre a tu intromisión. Observo tu preocupado rostro con dulzura para luego besarte y asentir, dando inicio a las envestidas.
Me aferro a tu cuello susurrando tu nombre con voz extasiada de placer, has encontrado mi punto… otra vez. tú sigues en lo tuyo mientras me dices cosas dulces. Sentimos que el final viene me aferro a tu espalda como si mi vida dependiera de ello, derramando al fin nuestras esencias.
-Te amo- me dices con la respiración agitada, recostándote a mi lado. Te iba a contestar pero el ruido de las campanas indicando la media noche resuena por los alrededores.
“Feliz Navidad”
-Feliz Navidad, Sasuke.- te digo algo agotado y luego te beso. Tú sonríes y te levantas de la cama dejándome algo desconcertado.
“Feliz Navidad”
-Creí que odiabas esta fecha- dices buscando algo en tu bolso.me siento en la cama para poder verte.
-Eso era antes de esta noche- te contesto, mirándote atentamente.
-Hump. Dobe- dices acercándote- cierra los ojos- te obedezco- Feliz Navidad, Naruto. Ya puedes abrirlos
Así lo hago encontrándome contigo de rodillas sosteniendo una caja con un bello anillo plateado con un zafiro azul.
“Feliz Navidad”
-te amo, ¿te gustaría casarte conmigo?- preguntas
Mis oídos no pueden creer lo que escuchan, nuevamente salto sobre tí.
-¡Claro que si!- grito emocionado. Con una sonrisa me colocas el anillo y me besas.
Vaya regalo de navidad… ¿no lo creen? Nada mal para ser el primero. Creo que de ahora en adelante estas fechas comenzaran a agradarme. Siempre y cuando él este conmigo, cosa que ha prometido.
-Te amo Sasuke, Gracias
-¿Gracias? ¿Porque? – preguntas algo confundido. Yo me limito a sonreír.
-Por darme mi “Primera Navidad”.
“Feliz Navidad…”