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Colina melancólica por Tierna Kikyo

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Notas del capitulo:

:( Creo que es de los más tristes, hasta yo me deprimí con todo y mi 2D...

Alec se sentó en la cama ya cuando terminó de destruir a patadas la silla, luego siguió con el tocador, destruyó de una patada el espejo...no se detuvo hasta que la habitación quedó hecha añicos. Luego se desplomó sentado en la cama, dando un hondo suspiro, encogido, con la cabeza caída y la mirada al suelo, aunque tenía los ojos fuertemente cerrados. Seguía respirando agitado pero de cansancio, no de ira, ya había logrado recobrar el control de si mismo aunque sea un poco. -Puta madre...dame un maldito cigarro- Casi le imploró a la chica, con la voz baja, malhumorada; aunque no pudo ni voltear a mirarla. Ni se imaginaba que había caído redondo en la trampa del maldito, que ahora estaba llevándose a Dam, pero es que cuando se trataba del jueguito de tolerancia a enojarse, siempre perdía. Se sentía defraudado consigo mismo y a la vez estaba tan molesto con Damon, no podía pensar con claridad, tampoco reaccionar, Noodle era quien debía mirar a la ventana o todo estaría perdido.

Noodle miró todo algo asustada, con sinceridad jamás pensó que Damon le interesara tanto, era de esas personas que hubieran apostado sin problemas por lo opuesto, estaba distraída pensando en las palabras ajenas, al ver la cerradura de la puerta arqueó una ceja -Nos siguió...- Aseveró mientras sacaba un cigarro y se lo daba tomando ella misma uno para encenderlo -Piensa que si regresa a Plastic Beach con Russ estará más seguro que en la ciudad- Le dijo intentando ver el lado positivo -Creo que tú y yo tenemos problemas con Damon, no quiero que siga creyendo que me interesa algo contigo, eres despreciable, tiene que haber algo más por lo que piense tales cosas...- Dijo intentando analizarlo, al recargarse en la ventana vio un auto negro partiendo desde el hotel, ¿Habría pedido un aventón? Damon... era un idiota confiado. -Tendremos que ir a buscarlo, si quieres puedo ir a ver yo el departamento y tú puedes regresar a Plastic beach, no es seguro que nos despeguemos de él ni siquiera ahora que nos detesta...- Le aconsejó caminando a tomar la maleta de Alec y dársela -Anda "galán", tienes toda la noche, no se te olvide el rifle...-

La escuchaba sin inmutarse demasiado, pero en verdad deseó besarla de nuevo en cuanto la nicotina empezó a correr en su sangre, la mente se le despejó casi en automático, era esclavo de esa basura. A la segunda calada ya pudo responderle -Obviamente hay que ir a buscarlo...- Y sí, había más pero no se lo habá dicho aún, aunque en ese momento entendió que no tenía caso ocultarle a ella también la verdad, al contrario tenía que saberla. Cuando le ofreció la maleta la miró seriamente, la tomó y la dejó en el piso -Antes debo hablarte de algo que debes saber pero descuida, yo tampoco querría nada contigo, jamás, aunque no tuviera opciones, se trata de... que sí, tienes razón, hay más...yo sé quien está detrás de esto y es quien le calentó la cabeza a Damon con "lo nuestro"- Murdoc le contó la historia de Demetri a la chica, todo lo que sabía de principio a fin, hasta lo que acababa de ocurrir. Luego prosiguió a contarle lo que ya tenía planeado -Voy a volver ahora...date prisa, encuentra lo que sea y vuelve, tenemos que hacernos cargo del malparido...- Siseó aquello con una tenebrosa mirada de rencor, como que recordaba a sus épocas en las que matar con crueldad o sin ella, a quien fuera, le daba igual. Salió de la habitación con rumbo al aeropuerto, mientras llamaba a Larry, incesantemente a Damon, no sabía como planeaba volver a Plastic Beach sin el avión pero jamás le contestó así que pensó que usaría el molino o que volaría por su cuenta, por lo que se rindió en llamarlo y volvió solo.

Estaba convencida de que se iría tras Damon y ella ya comenzaba a aceptarlo mejor al darse cuenta que al otro en verdad le interesaba el vocalista, cuando la detuvo para "hablarle algo" se asustó y temió lo peor, al empezar a escucharlo y se asustó mucho al término del relato. Lo miró fijamente intentando asimilar toda la información de modo coherente con lo que ellos ya habían hecho y entonces hizo una mueca -¿Nos ocultaste que un psicópata perseguía a 2D y no lo dejaste largarse lejos? Eres un torpe, pudimos ayudarlo mejor, debí rastrear a dónde llegaba la señal de las cámaras que encontré...- Dijo sentándose en la cama algo decepcionada -Soy una tonta, ese día que encontramos todo destrozado él pareció enfermar de la nada y yo no le di importancia...- Comentó triste y se levantó con decisión -Tengo que apresurarme mañana para regresar a trabajar- Dijo finalmente dándole la maleta de nuevo -Largo de aquí- Le dijo tan "tierna" como pudo y salió de la habitación...

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Damon había perdido el conocimiento no supo por cuanto tiempo, lo único que supo es que despertó en una habitación blanca y vacía con una cámara justo frente a su rostro a un metro de él o un poco más, veía borroso al principio, al parpadear mejor se dio cuenta de que en efecto la habitación estaba sola y tan blanca que le daba miedo, ese color no era el suyo, verlo a su al rededor tan brillante y enjuicioso, era algo que le hacía sentir mal. Y esa cámara... Ahora recordaba, esa voz antes de quedar inconsciente -¡Hah!...- Jadeó entrecortado, era Demetri, al fin lo había encontrado, recuperó poco a poco el sentido del tacto y al intentar moverse entonces se dio cuenta que estaba completamente inmovilizado, se agitó un poco descubriendo que estaba atado a una especie de camilla soldada al piso para mantenerlo de pie, con cinturones de cuero a su al rededor y una camisa de fuerza para que no pudiera liberarse de ningún modo, un par de grilletes de metal aferraban sus tobillos para mantenerlo en el piso y que no pudiera defenderse de ningún modo, intentó mover la cabeza pero una correa de cuero se aferraba a su cuello, bajó la mirada poco a poco, todo lo que pudo, notando otra que le aferraba el torso, una aferraba su cintura, un par aferrando a 2D contra la camilla, en forma de "x" desde sus hombros a los extremos de su cintura y otras en "v" que iban de su cintura a las ingles. Recargó la cabeza contra la almohada que tenía tras su cabeza intentando moverse violento adelante y atrás pero nada... esas cosas no cedían ni un milímetro -No... no, ¡no!... ¡DEMETRI!- Gritó aterrado, completamente horrorizado de cómo le tenía -¡mngh! ¡Por favor, por favor! ¡SÁCAME DE AQUÍ!-
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Murdoc regresó a Plastic Beach lo más rápido que pudo y comenzó a buscarlo por todos lados de la casa, ni siquiera volteó a ver a Russel cuando el pobre preguntó algo así como "¿Quién es?" cuando el bajista abrió azotando la puerta y se fue directo a las escaleras. En cuanto no lo vio en la habitación se alarmó por completo.
-¡Damon!- Registró toda la casa en una carrera, entrando y saliendo de todas las habitaciones como desquiciado hasta que se dio por vencido -No, no, no...- Maldijo encogiéndose ahí junto al sofá donde estaba sentado Russel mientras este lo veía con cara de susto.

Russ había estado muy tranquilo ahí, pensó que tendría que defender la isla de otro ataque terrorista o algo peor, en ausencia de sus compañeros, pero no hubo ninguna novedad; hasta que de pronto entró así el bajista, haciéndole dar un salto en el sillón, mientras estaba mirando la tele pacíficamente. Spoky saltó asustado de sus piernas al suelo y el golpeteo rápido de sus pezuñas se escuchó en el piso mientras huía a ocultarse a la cocina.

-¡Ah! ¿Quién es? ¿Murdoc?...- Preguntó mientras lo veía pasar por las escaleras y luego escuchó las puertas azotándose, ya después volteó hacia el respaldo del sillón y lo vio ahí encogido

-¿Buscas a 2D? Él no está aquí, no ha vuelto nadie desde que se fueron ustedes...-
El bajista se incorporó y lo tomó de las ropas, mirándolo fuera de si y hablando atropelladamente

-¡¿Qué?! ¿¡En serio?! ¿Ha llamado alguien? ¿¡Ha pasado algo?!-
Russ abrió enormes los ojos y luego frunció el ceño con molestia, quitándose de encima las manos de Alec

-¡Qué no! No ha pasado absolutamente nada, solamente llamó Larry por lo de los contratos y le dije que estaban viendo el departamento...nada más...-

-¡Eso no importa ahorita!- Le espetó, deteniendo su explicación mientras se daba la vuelta y se dejaba caer sentado en el sofá que estaba a lado de Russ -Es que no lo entiendes...Russ...es Demetri...su hermano...lo tiene...¡Carajo!- Le dijo suspirando mientras agachado trataba de controlarse, apretando sus cabellos con ambas manos en gesto desesperado

Russ parpadeó varias veces sin entender nada, comenzando a asustarse -¿Quién? ¿Damon tiene...hermanos?...-

-¡No tengo tiempo de explicarte ahora! Tengo que ir a buscarlo...- Se levantó como resorte y ya se iba hacia la puerta pero Russel lo capturó a tiempo, atrapando su camisa

-¡Ah no, no, no! Tú no te largas a ningún lado, jamás tienes tiempo de explicar nada y por eso pasan estas cosas, por tus secretos...te vas a sentar aquí...- Lo sentó a la fuerza en el sillón junto a él -Y me vas a contar lo que está pasando ¡y no te estoy preguntando!- Agregó levantándose y cruzándose de brazos frente a él para que no se le ocurriera tratar de irse.

El bajista no tuvo otra opción más que contarle, todo, incluído lo sucedido en el hotel y acabó casi llorando ahí tirado en el sofá, mientras le contaba que terminaron, ya no se le entendía muy bien lo que decía a esa altura, se oía muy desesperado, como que estaba entrando en una crisis nerviosa o algo parecido

-¡Y luego él me dejó!...pero...pero yo no hice nada...y se fue...se fue por mi culpa, ese pendejo lo va a matar...por mi culpa...maldita sea...ya debe haberlo atrapado...- Se revolcó un poco ahí en el sillón casi en posición fetal.

Mientras Russel lo escuchaba, tuvo que sentarse en el sofá de enfrente al empezar a asimilar esas barbaridades -dios mío...-Atinó a jadear de la impresión -¿Noodle ya lo sabe? ¿Por qué no volvió ella contigo?...-

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2D estaba ahí agitándose aterrado, de repente se abrió una puerta, no podía verlo pero lo supo por el sonido del rechinido.

-Al fin te tengo aquí...- Comentó Demetri con un tono de voz tan parecido al suyo que pareciera su misma conciencia, pero el tono que éste utilizaba, uno maligno y cruel definitivamente nunca podría ser el suyo. Escuchó pasos severos hacia él y al fin sus ojos negros se encontraron con los celestes. -Y tú mismo mandaste al diablo a tu noviecito- Comenzó a reírse bajo -Ya no va a venir por ti ese hijo de puta... porque tú mismo le dijiste que se fuera al diablo ¿Es increíble lo que se logra con un mensaje de texto, verdad hermanito? Ya a nadie le interesas…-

-Por favor...- Musitó suspirando, el estar en esa posición lo hacía empezar a sentirse mal, con claustrofobia y si tenía que sumar algo más a su lista de traumas estaría en el manicomio. -¿Mensaje? ¿Tú lo enviaste?... Pero... Demetri, de verdad no sé qué es lo que te molesta tanto, yo...- De repente una fuerte bofetada le hizo callar.

-¿¡Qué no sabes?! ¡¡Cuánta hipocresía!!- Le gritó enloqueciendo de repente tomándolo con brusquedad de la barbilla obligándolo a mirarlo. -¿No sabes?- Preguntó de nuevo -¡Claro que lo sabes! Respóndeme una cosa y procura no llorar, así eres de idiota...-

-Basta...- Le pidió bajo.

-¿Porqué no peleas por tu vida?-

-Estoy agotado... Si vas a matarme hazlo de una vez, el juego terminó, no tengo porqué vivir, tú... mismo lo has dicho, anda corta mi cuello y luego haz lo que sea que quieres hacer con mi cuerpo. Ya no me importa-
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-¡No!...se quedó allá...viendo el departamento...dijo que cuando volviera...descifraría los códigos de las cámaras...averiguaría a donde mandaban la señal...para saber donde está escondido ese imbécil...de otro modo...no podemos saberlo...no tenemos ninguna otra pista...- Le explicaba ahí encogido -Pero ya no tiene caso...- Se lamentó derrotado -¡Para qué salvarlo si me odia!...eso si todavía está vivo...-

Russel lo escuchaba con una ceja arqueada y rodó los ojos con cara de fastidio ante sus lloriqueos -¡Basta!- Le espetó.

Murdoc detuvo su demencia un poco, para mirarlo atento, con un sólo ojo, porque tenía la cara pegada contra el sillón.

-Alec Murdoch...- Comenzó a decirle con solemnidad y firmeza. Fue hacia él y lo tomó de la ropa para hacerlo sentarse bien en el sillón, como si se tratara de un niño pequeño -tú podrás ser muchas cosas...pero nunca haz sido un cobarde llorón y mucho menos te haz dado por vencido cuando quieres algo, ¡Y no puedes hacerlo ahora! No puedes renunciar... ¡Esta banda te necesita!...Dam te necesita- Le dijo seriamente cruzándose de brazos y mirándolo a los ojos molesto.

Murdoc pareció ir entendiendo lentamente. Poco a poco cambió esa cara de susto, por una de decisión. Frunció el ceño y se levantó del sillón de repente. Había recuperado su seriedad. -En ese caso...vamos a necesitar más pistas...- Fue hacia la mesa y tomó su rifle - Voy a buscarlas...- Salió por la puerta con un sólo objetivo: iba a encontrar alguno de sus aliados, esos que los habían estado persiguiendo todo el tiempo y obtendría la información, tenían que seguir estando cerca, seguramente todavía para poder vigilarlos en esa isla.

Russel salió entonces a la puerta y miró como se perdía en el horizonte, sentado sobre el hombro de BigRuss con el rifle en las manos.

-Cielos...Noodle lo va a matar cuando sepa que se fue solo...- Regresó a la casa, no le quedaba de otra, estaba preocupado por 2D, pero esperaría a la chica, luego se iría junto con ella una vez que hubiera conseguido descifrar los códigos de las cámaras, porque sinceramente no le tenía tanta fe a Murdoc como lo había hecho parecer cuando le devolvió los ánimos. Sin embargo, lo que sí tenía que aceptar, era que aunque estaba loco, al parecer sí quería a Damon y entender eso lo asustó en el fondo...nunca pensó que tuviera sentimientos, esa era la verdad.

Noodle estaba revisando en su laptop qué otras posibilidades tenían y cerrar algo pronto para largarse de una buena vez, hacer llamadas a la media noche no podía ser agradable a menos de decir la identidad despues de que contestara la voz adormilada, igual a veces no funcionaba y la gente no le creía... Finalmente había logrado algo serio a esa hora con un chico despistado que hablaba rápido. Al día siguiente revisó el lugar, era una casa pequeñita en un lugar modesto, era perfecta para cuatro personas independientes, 4 habitaciones con bañito propio, uno general en el pasillo, el piso intermedio era con sala y biblioteca, vaya... ya hasta había visto dónde meter el submarino.
Hasta abajo estaba la cocina y un pequeño estudio, incluso tenía un desván intermedio en las escaleritas que en realidad eran amplias, ¡era perfecto! Inmediatamente cerró el trato, pero al salir notó que ya nadie la seguía... eso era extraño ¿Lo habrán atrapado antes de llegar a Plastic Beach? Inmediatamente sacó su celular, redactó un mensaje "Murdoc, ayer vi un auto negro partiendo del hotel... no pensé que fuera malo pero ya nadie parece seguirme."

Inmediatamente subió al molino flotante y lo condujo a la Plastic beach lo más rápido que pudo mientras sobrevolando el lugar analizaba la zona, no había nadie... comenzó a temer lo peor. Al llegar al mar pidió a BigRuss que le diera un gran empujón para estar allá e investigar cuanto antes. Necesitaba una señal. Mientras llegaba programó el molino y se adentró a reunir sus herramientas. Se alistó para trabajar y justo al llegar estaba lista para ello. Bajó con sus herramientas y ancló la isla saludando a Russel -Amigo, al fin te veo de nuevo ¿Todo bien, cierto? Es hora de trabajar, dile a Murdoc que tendré la investigación lista- Le dijo sin esperar muchas respuestas, suponía que Murdoc seguía allí. Aunque en realidad había algo que no cuadraba... BigRuss ya le esperaba allí desde antes que ella llegara y ejecutó la orden como a mitad de camino, por muy rápido no pudo llegar allí antes que ella... Esperaba de verdad no escuchar lo que inmediatamente se cruzó por su mente "Se largó solo"

-¡Noodle! sí, qué gusto...- Le contestó Russ con una sonrisa nerviosa, al verla llegar -Ham...bueno...es que...¿Murdoc? como te explico...- Le dijo Russel rascándose la nuca sin cabello mientras veía la puerta -Él...Ok, se acaba de ir- al ver su cara entendió que no le estaban divirtiendo sus rodeos -tomó el rifle y dijo que iba a "buscar pistas"-Le confesó encogiéndose de hombros -Seguramente volverá pronto...es decir... probablemente no encontrará nada y regresará...- Trató de mantener calmada a la chica -Nosotros hay que descifrar lo que esconden estas cosas...es el único camino seguro que tenemos...- Agregó.
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Murdoc tuvo que llamar el submarino para poder seguir investigando, pues BigRuss emitió de pronto una orden que Noodle le había dado de regresar para darle un empujón, pero ya no podía esperarla, debía hacer eso por su cuenta, sentía que era su deber salvarlo ahora, pues él lo había dejado ir...y era mejor que ella se dedicara a descifrar las cámaras.

No lograba encontrar nada en absoluto, anocheció y ya estaba perdiendo la cabeza, si lo tenía secuestrado... ¿Por qué no llamaba entonces? ¿Lo habría matado ya? Esos pensamientos lo atormentaban sin permitirle si quiera recordar que ya eran demasiadas las horas que llevaba sin comer ni dormir.

Cuando ya estaba a punto de regresar a la isla, porque pensó que ya no encontraría nada, el radar superior detectó un avión...¡Un avión pequeño! Como el jet que había visto la primera vez que el láser lo acosó. Por la mira, pudo verlo bien, estaba volviendo a la ciudad con mucha lentitud, como si estuviera buscando algo en el mar, por lo que se apresuró a sumergir lo más posible el submarino, para no ser detectado. Una vez que el avión aceleró la marcha, supo que no lo había visto y ahora podía seguirlo. Eso hizo, pero estaban a punto de llegar a la costa y si rebasaba el mar lo perdería: tenía que atacar. Disparó el primer tiro y se dio cuenta de que el pequeño jet no contraatacaba, no era un avión de pelea. Un sujeto salió de un "asiento trasero" que traía el avión y comenzó a buscar el submarino para dispararle, ¡por favor! Le fue muy fácil derribar el avión pero procuró sólo derribarlo, no quería matar a los que iban adentro, los necesitaba. El copiloto, quien había intentado dispararle, fue el que se arrojó al mar primero, mientras el avión se iba en picada al agua.

Al final le fue sencillo capturarlos, a los dos tipos, ese submarino tenía muchísimas cosas, hasta una cosa que disparaba redes, que resultó muy funcional para la ocasión. Noodle era una chica muy, muy lista.

(…)
-Es la última vez que te pregunto...con gentileza...es decir, si no me dices ahora dónde está ese hijoputa de tu "jefe"...te voy a cortar los dedos uno a uno con esta daguita...- Le dijo al tipo aterrorizado, aunque los tenía a ambos atados a los asientos del submarino. Ya tenía mucho que no hacía ese tipo de cosas, pero en serio estaba disfrutando, en esa sonrisa macabra se podía ver.
-¿Gentileza?... ¡Eres un monstruo!...- Le reclamó el tipo que ya estaba ensangrentado igual que el otro, al que había golpeado tanto que ya estaba inconsciente.
-¡Cállate! ¡No me obligues!- Lo amenazó empuñando su daga.
-¡NO! ¡Está bien, está bien! ¿Me dejarás ir si te digo?...-
Una sucia sonrisa de satisfacción se extendió en sus labios.
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Demetri había desnudado a medias a 2D desgarrándole la ropa en medio de ofensas y reclamos, algunos sin mucho sentido otros con el suficiente para querer hacerlo llorar pero no, no lo conseguiría tan fácil. -¿Haces que me metan a la cárcel por intentar violarte y luego te buscas un maldito novio? ¿¡Después de todo lo que viví?! ¡¡Nunca fuiste a visitarme!!... Pudimos arreglar bien y voluntariamente este asunto-

-Por favor Demetri… lo tuyo es… locura, no, no por favor deja de quitarme la ropa…-

-¿Ahora no quieres? ¡Pero si se te veía tan divertido con ese idiota! ¡Eres una puta y aparte un maldito hipócrita!- Dijo finalmente terminando de rasgar su ropa interior con las tijeras sin importarle si le hacía daño con las tijeras en el proceso. Ya tenía varias heridas de cierta profundidad por los tijeretazos desconsiderados; a la camisa de fuerza le hizo hoyos con las tijeras en los hombros, seguro que planeaba algo terrible.

-¡Por favor no! ¡Demetri entiende, estás mal!-

-¿Y qué está mal? ¿Qué no terminé de ver cómo te acostabas con ese hombre? ¿Murdoc Niccals, cierto? No te preocupes, seguro que ahora está más contento de no tener que lidiar contigo- Le aseguró ampliando una gran sonrisa malévola –Mientras tendré que darte lo que ya no tendrás de él ¿No crees?...-

-¡No, no! ¡Por favor Demetri! ¡Mátame! ¡Será más divertido!… mátame… por favor mátame…- Suplicó.

Demetri se acercó una vez que le sacó los tenis al peliazul, liberó los grilletes y las correas en “v” para tener el campo libre y lo miró a los ojos con una leve risa por sus palabras -¿Divertido? Lo que es divertido es que no concibo… ¿Cómo recuperaste los ojos? Antes eras tan precioso… Con ese rostro angular, pálido y esos abismos profundos e indescifrables como la misma muerte…- Le decía susurrando cerca de él con un tono más “apasionado” por lo que estaba haciendo –Demonios… me pone verte tan asustado, creo que lo único bueno es que puedo ver tu pánico a través de ellos- Le mordió el maxilar con tanta fuerza que le hizo daño, no se detuvo hasta saborear su sangre. Después le tomó de la cintura con vil brusquedad pegando su miembro al ajeno, estaba muy duro y se podía sentir a través de su ropa.

2D se horrorizó y dejó escuchar un quejido de pánico –¡No!… Dios mío, no… Por favor… haré lo que sea, ¿Quieres que me saque los ojos? E-eso puede divertirte…- Le ofertaba intentando sonar tentador.

-Eres adorable cuando intentas seguirme el juego pero no tenemos prisa…- Le dijo en un tono desquiciado, se bajó el cierre del pantalón y sacó su miembro erecto, tomó sus piernas con brusquedad para ponerlas en su cintura y el peliazul pataleó asustado logrando patearlo lejos haciéndolo caer -¡Maldita sea! ¡Mi gentileza se acabó!- Exclamó molesto levantándose para tomarlo con mucha brusquedad clavándole las uñas en los muslos, las tenía muy largas y al resbalar por su piel iban hiriéndolo dolorosamente, lo intentó penetrar con brusquedad y este se arqueó con dolor retorciéndose y soltando un quejido que intentó contener por orgullo poniendo toda la resistencia de su ser para no dejarlo entrar haciéndose daño –¡¡MNGH!!- Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas y un jadeó de impotencia de parte de Demetri se hizo presente.

-¡No lo hagas más difícil! ¡Déjame entrar!- Le ordenó volviendo a embestir sintiendo esa negación, vio entonces algo que al fin obtuvo de parte del otro lo que tanto quería, una mirada decidida y de odio que jamás había dirigido a nadie –Ah… entiendo, ¿No vas a ceder? ¡Eres un estúpido, si cooperaras sufrirías menos!- Le dijo bajando las manos y abriendo la entrada de Damon a la fuerza, le hizo daño con esas uñas largas y con la sangre le fue más fácil pasar, 2D dejó escuchar un grito de dolor al sentirse desgarrar por dentro, y el captor dejó escuchar un par de gemidos ahogados, era obvio que le ponía verlo sufrir, comenzó a moverse sin piedad alguna a pesar de que 2D intentó poner resistencia aún en esa situación, que no pudiera moverse dentro pero eso sólo le causaba más placer al otro y lo hacía lastimarlo más, le mordió el cuello con brusquedad dejándole una marca espeluznante y después le robó un beso a la fuerza, Damon lo mordió -¡Maldito!- Exclamó el otro limpiándose con coraje la sangre de la boca y atizándole un golpe en el rostro para volver a obligarlo a besarlo para repetir la misma situación, jamás dejaría que lo besara del todo aunque lo matara a golpes, los sonidos desgarradores que salían de la garganta ajena no podían satisfacerlo mejor…

El peliazul escupió sangre ya no sabía si propia o ajena al rostro del otro -¡Eres un maldito!- Le gritó mirándolo lleno de rencor.
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-¡Es que no me acuerdo! ¡Te lo juro!- Lloriqueó el sujeto de forma lastimera mientras Murdoc iba y venía en el submarino como un león enjaulado ya se le estaba terminando la paciencia, comenzaba a ponerse demasiado ansioso, muchísimo más que antes, tenía una sensación horrible de que algo espantoso le hubiera ocurrido a Damon...o le estuviera ocurriendo.

-¡Cállate!- Le gritó fuera de si, clavándole la daga en el dedo anular (tenía acceso a sus dedos porque le había atado los brazos a las coderas de los asientos de cuero). Un aullido desgarrado de dolor inundo el aire, mientras el bajista atizaba otros cortes despiadados contra ese dedo y el meñique, restregando la daga con saña hasta que los pedazos ensangrentados se cayeron al suelo y los gritos del tipo llenaban el submarino.
-¡Que te calles!- Lo amenazó otra vez, en un siseo, poniéndole la daga con sangre contra el cuello, dejándolo que sintiera el filo, mirándolo con esos ojos de asesino diabólico que antes se le veían más a menudo. -Dilo...dilo o será toda la mano esta vez...- Dejó el filo resbalar sutilmente de su garganta, por su brazo hasta llegar a la muñeca y la empuñó más firmemente en un puño, haciendo presión suficiente para espantarlo pero no como para clavársela.

-¡No!...- Suplicó el sujeto en un tono más lastimero que el anterior -¡Sí lo sé! te...te diré...- Eso se escuchó como un delirio y el tipo entornó los ojos de forma temeraria: parecía que iba a desmayarse.

-¡No! ¡No te atrevas a desmayarte! ¡Oye!- Lo golpeó fuertemente en la cara para hacerlo reaccionar pero el tipo perdió el conocimiento -¡Mierda!- Maldijo aventando la daga con todas sus fuerzas al suelo y luego la pateó lejos, estaba temblando de la rabia, tuvo que fumar de nuevo mientras se sentaba lentamente en el banquito más al fondo, que era de Russel. Si no hubiera hecho eso habría acabado desollándolos a los dos con esa misma daga y ese no era el plan. Luego hasta tuvo que detener el sangrado del tipo mutilado para evitar que se desangrara por completo y acabara muerto antes de poder contarle donde estaba ese...maldito. Ya le había extrañado que Noodle no llamara, así que la llamó él. Cuando cogió el teléfono, rápidamente empezó a atropellar sus palabras
-¿Ya sabes algo? ¿Ha llamado? ¿¡Ya desarmaste los códigos?!- Era una situación que ya empezaba a sobrepasar los límites de lo que podía soportar, le era muy difícil dominarse, esa horrible sensación de que Dam estaba en peligro, ese hueco en el estómago, hasta ya comenzaba a dificultarle la respiración.

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Noodle estaba con unos sexys lentes de lectura intentando en la maldita computadora una y otra vez descifrar los códigos, al parecer tenía a alguien a su cargo para estar batallando con ella virtualmente, no podía ingresar y las claves cambiaban una y otra vez, le llegaban mensajes a la computadora por vía MS-DOS de burlas hacia ella por no poder hacerlo, intentó una última vez y ¡Algo pareció liberarse!... un momento, eso era un hackeo -¡MALDITO!- Gritó desesperada logrando frenar aquello con un par de claves escritas a una velocidad poco creíble, una de las teclas salió volando por los aires y cayó dramáticamente en el piso. -¡JA! ¡Hijo de perra! ¡Ahí tienes!- Dijo alegre, pero al ver la transferencia del archivo que hizo casi le da un infarto -¡NO! ¡NO!- Se paró a brincar por ahí como desesperada. Tenía la clave para comunicarse con el submarino ahora…
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Terminó la violación y 2D estaba allí ensangrentado e inconsciente. Al fin había terminado el video, una vez que el hacker lo editó y borró el rostro de Demetri de las imágenes del video pudo dar la orden de enviarlo al submarino ahora que tenían la clave. Volvió a la habitación donde su hermanito “descansaba” con una manguera de agua en la mano, le echó agua en la cara haciéndolo despertar de golpe por el líquido helado deslizándose por su mallugado cuerpo -¡AH!- Exclamó respirando a bocanadas de aire, había vuelto a su realidad y a ese maldito dolor que ahora estaba propagándose en todo su cuerpo, gimoteó un poco entre una especie de llanto nervioso en cuanto las desagradables sensaciones se propagaban en espiral por su cuerpo.
-¿Ya mejor hermanito?- Le preguntó divertido tomándole de la barbilla que ya estaba amoratada por esa clase de agarres –Nos espera más diversión- Le aseguró mientras enjuagaba su cuerpo de la sangre para contemplar mejor las heridas –Estas hecho para la tortura…- Le dijo en un tono fascinado, como si estuviera contemplando una obra de arte. Sacó de su bolsillo un aparato de choques eléctricos y sonrió –Vamos a divertirnos un rato, te hago preguntas y contestas quieras o no…-
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Noodle contesto porque Russel le puso al oído el teléfono -¿Qué? ¡Sí! Ya estoy obteniendo la dirección sólo que este hijo de puta que está al otro lado del monitor es bueno, no te preocupes, me encargaré de ello… Tengo malas noticias, obtuvo cómo comunicarse con el submarino, fue mi culpa- Admitió en un tono apagado –¡AGH! Este hijo de perra… Lo siento debo irme, si logro algo más te llamaré-

Murdoc la escuchaba esforzándose en poner atención mientras se frotaba las sienes y el rostro tratando de conservar la calma. Pero eso se fue al demonio cuando de repente se encendió a pantalla del comunicador que tenía esa cosa y comenzó a proyectar algo que...hizo que se le cayera el teléfono al piso, ya ni siquiera pudo contestarle nada a Noodle. Con los ojos cada vez más abiertos y horrorizados, ¡Era Damon! Damon, estaba con ese infeliz, sí, lo tenía ahí secuestrado...al menos seguía vivo todavía, pero el pobre estaba indefenso totalmente, aunque aún así, nunca lo había visto mirar a alguien con tanto odio, ni siquiera a él mismo. -¡NO!- Le rugió a la pantalla como si a través de esta pudiera oírlo -¡Suéltalo! ¡Hijo de puta! ¡¡Suéltalo!!- Se aferró a la pantalla con violencia, comenzando a temblar de rabia mientras observaba como el otro trataba de rehusarse "¡Para! ¡¿Por qué te resistes?!" Pensó en una súplica que lamentablemente no podía llegar a los oídos del peliazul "sólo lograrás que te mate..." Cada fibra de su cuerpo se enfureció tremendamente, como jamás en su vida la ira lo había inundado. Tuvo que apagar de un puñetazo, el botón de la pantalla, no podía seguir viendo aquello -¡HIJO DE PERRA!- Rugió al aire teniendo que agacharse ahí en el piso unos segundos para calmarse -¡Te voy a matar! ¡TE VOY A MATAR TE LO JURO!- Golpeó con sus puños el piso y luego se levantó de un salto y pateó con todas sus fuerzas la silla del sujeto desmayado, haciendo que esta crujiera un poco pero afortunadamente, ésta aguantó, no se desprendió de su base metálica, pero se cimbró fuertemente.
-¡Despiértate malparido!- Le ordenó al tipo, tomando una botella de alcohol etílico que tenía ahí cerca (con la que lo había cauterizado) y arrojándosela a la cara. Le golpeó la mano herida por si eso no hubiera sido suficiente para despertarlo. Los gritos le avisaron que sí, efectivamente, ya estaba más que despierto.

-¡Ahh! ¡Para, para! ¡Por favor! ¡Ya detente! ¡Es...es en Nueva York! en un sótano...de un edificio abandonado...la...la dirección...-

-¡No quiero la puta dirección! Las coordenadas... ¡dame las putas coordenas!- Le ordenó tomándolo de la ropa y sacudiéndolo con violencia.

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La chica jadeó asustada de todo lo que ese tipo amenazaba, todo lo que profetizaba para su amigo era horrible, haciendo ver su claro miedo respecto a sus palabras logró distraerlo y así como así logró colarse a obtener la dirección. En cuanto tuvo la dirección IP y se levantó como un resorte de donde estaba -¡Lo tengo! ¡Tengo al malparido!- Gritó tomando sus armas y corriendo a la salida -¡RUSSEL! ¡Vamonos!- Le ordenó emocionada mandando un mensaje a Murdoc “¡Tengo la dirección IP!” –Este hombre no sabe usar el celular…- Musitó rodando los ojos mientras BigRuss la ayudaba a subir a la isla flotante.
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-¡¿Porqué amas a ese hombre?!- Le gritaba la pregunta mientras acercaba esa cosa a su cintura dejando que le diera ligeros choques eléctricos, 2D se retorcía ante el contacto de esa cosa en su piel mojada y soltaba quejidos degarradores, el estar mojado le hacía tener una sensación todavía más horrenda a aquello.

-¡No te importah!- Le gritó pataleando para intentar alejarlo de él, entonces Demetri soltó el instrumento de tortura para asegurar los grilletes metálicos a sus tobillos a la fuerza.

-¿No me importa?... Pronto cuando tenga que matarlo y el video del motivo no llegue antes de su muerte entonces sí que te sentirás mal…- Le dijo divertido.

Un sollozo más audible que todos los anteriores se hizo presente -¡Malnacido! ¡Psicópata degenerado! ¿¡Está viendo esto… mi Alec?!- Le preguntó muy molesto esta vez, volvió a sentir un choque eléctrico en el otro extremo de su cintura haciéndolo soltar un quejido agudo mientras se arqueaba, le ardía la piel donde ese aparato horroroso rozaba, seguro que ya tendría quemaduras, miró decidido a la cámara –Lo amo porque… él es mi medicina… puedo sentirme bien a su lado, puedo sentirme… eso es lo importante, me hace saber que existo para bien… porque el me ama también…- Contestó sintiendo un nuevo choque eléctrico que lo dejó convulso y luego inconsciente. La furia de Demetri al escuchar esas palabras era clara.

Giró como león enjaulado por el lugar y después envió a uno de sus hombres a ponerle algo de vestir a su hermano, en este caso un pantalón de mezclilla que le pertenecía y que asegurara mejor sus ataduras. Tenía que ir a presenciar que Noodle se equivocara en la dirección para dar la orden de que la atacara, sabía que esa mujer era peligrosa por lo que tenía preparado para ella un juego variado y entretenido. Se asomó a la ventana a esperar que le dieran la señal.

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Luego de que consiguió sacarles, a los dos, toda la información posible, teniendo que mutilarlos y golpearlos otro poco. Los dejó inconscientes, desató los bultos, los tiró frente a la compuerta, luego abrió ésta y los pateó al mar; realmente le daba igual si sobrevivían o no. Lo que hacía en ese momento, era ir hacia allá, a toda la velocidad que tenía esa porquería, hacia las coordenadas que le habían dado; las había rectificado con la dirección y eran correctas, sólo esperaba que no fuera tarde cuando lograra llegar...
Fue cuando vio el mensaje de Noodle -¡Perfecto! Ella también ya va para allá...vamos a terminar contigo...malnacido... ¡Malnacido!- Repetía fuera de sí golpeando el volante, que afortunadamente era muy resistente y soportó bien que el bajista descargara su ira sobre él durante todo el trayecto.

Russel escuchó a Noodle y dio un suspiro resignado, ya estaba listo, pues en cuanto se puso hacer aquello fue a alistarse, sabía que la chica era veloz y sumamente eficiente para esas cosas.

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Demetri mandó un nuevo pequeño video, el de la pregunta… seguro que eso lo haría llegar más rápido. Estaba divertidísimo con eso, ya tenía mucho que no estaba tan entretenido con su hermano que ahora tenía una vida más interesante y podía divertirlo mucho más. Entró de nuevo a la habitación tranquilamente, ató una mordaza en la boca ajena y esta vez traía una vela en la mano con un encendedor. -¡Hey! ¡Casi llegan tus amigos y si no me apresuro… ya no podré escuchar esos quejidos- Le dijo golpeando su rostro para que lo mirara –Vamos a divertirnos como en los viejos tiempos…- Le aseguró mientras jalaba un banco alto para sentarse tranquilamente. El sujeto que lo había preparado para lo siguiente había quitado los trozos de camisa de fuerza y había atado con grilletes las muñecas ajenas en los costados de los tubos de metal dejando su torso desnudo al descubierto, aquello sería una tarde deliciosa.

Dejó caer la primer gota de cera en uno de los botones rosas y 2D se retorció con dolor que no pudo ser muy audible, pero Demetri podía ver ese dolor, escuchar esos gemidos ahogados, sus orbes negras registraban cada detalle con deleite macabro. El celular de Demetri hizo un sonidito que era en definitiva la señal –Tu amiguita llegó temprano, lastima… está en el edificio de enfrente y no te va a encontrar- Le dijo en un tono cantarín.
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Noodle iba en camino con toda la artillería pesada dentro del molino, Nood-0 esperaba órdenes también, estaba con el rifle en mano esperando con ansias llegar, en cuanto se detuvo la isla flotante bajó colgándose de la cuerda del ancla con sus guantes de “cacería”, estaba decidida en terminar con los malditos que habían secuestrado a su amigo por mero gusto de joderles la existencia…

Alec recibió el video de ese hijoputa y aunque incendió todavía más su rabia (si es que eso era posible), lo confortaron las palabras de Damon, no podía soportar un segundo más, necesitaba ayudarlo, necesitaba recuperarlo...y definitivamente, necesitaba matar a ese puto o jamás se lo perdonaría a sí mismo. Cruzó el mar hasta llegar a la costa pero no paró ahí, el submarino súbitamente se transformó en un auto clásico... ¡sí! ¡Se transformó! A 120km/hr cruzó la ciudad, guiado por un pequeño GPS que estaba sobre la radio. Rebasó todos los altos que se interpusieron en su camino, hasta cruzó una gran avenida en sentido contrario, no le interesó nada, afortunadamente no lo detuvo la policía y pudo llegar al lugar. Estacionó el auto violentamente en la acera, medio subiéndose encima y se bajó, de una patada en la portezuela. Estaba armado con el rifle y otro par de armas. Miró de abajo hacia arriba el edificio: "en el sótano" recordaba que le había dicho el sujeto, tenía que encontrar una forma de entrar con sigilo, probablemente no fuera tan fácil, pues le daba igual, haría lo que sea y mataría a cuantos fueran necesarios; con tal de salvarlo. Rodeó el lugar y por la parte de atrás encontró una pequeña reja, se asomó y parecía dar a un cuarto oscuro, lucía abandonado. El piso estaba muy abajo, pero no le importó. Tiró a patadas la reja y se deslizó dentro.

Con las botas deslizándose por la pared y las manos aferradas a los ladrillos húmedos, llegó hasta el piso sin hacerse mucho daño, ni provocar mucho ruido tampoco. Escuchó atentamente los sonidos, eran pasos y susurros preventivos, lo habían escuchado. Sacó el arma y la cargó, yendo a pegarse a la pared del cuarto, pues ahí no había nada, sólo unas cuantas cajas en los rincones, con cosas olvidadas y deterioradas en su interior, además de uno que otro mueble desvencijado y unos cuantos adornos que solían estar en la pared, tirados en el suelo. Cuando entraron y comenzaron a buscarlo, uno de ellos pasó frente a él, sin verlo. Con sigilo se le lanzó encima, y le rompió la traquea en un movimiento rápido para que no gritara y al otro le sacó el aire de una patada. Luego le fue sencillo deshacerse de ellos con otros golpes, pues estaba muy enojado. Cuidadosamente se asomó por la puerta. Daba a otra habitación donde parecía habitar alguien, estaba un sofá, una tele y una computadora pero todo estaba apagado y las paredes estaban pintadas de un color blanco escalofriante. Al fondo se oían ruidos, su cuerpo volvió a vibrar de ira, era la voz de Demetri, la recordaba perfecto por el teléfono cuando le había marcado esa vez (por mucho que se pareciera a la de Dam, obviamente jamás podría confundirlos).

Después de la cera de vela se había terminado su repertorio "amistoso", tenía muchas más cosas pensadas y "proyectos a futuro pero la verdad es que si esos idiotas lograban pasar su seguridad tendría que prepararse, ya llevaba un arma larga en la espalda. Haciendo que pasaran dos de sus hombres lo desataron y le esposaron las muñecas en la espalda, también ataron sus piernas y luego lo hicieron ponerse de rodillas a base de golpes debido a que el peliazul era persistente en resistirse a las atrocidades de ese maldito. Desataron la mordaza de su boca y jadeó adolorido pegando la frente al piso.
-Detente... por favor... sólo mátame, no tiene caso que hagas todo esto...- Le suplicó entre sollozos, ya le dolía la garganta de tanto llorar, de tanto implorar, sufrir de algún modo. Le miró implorante y entonces Demetri se arrodilló frente a él fingiendo piedad y acariciando los cabellos azules.

-Muy bien, voy a darte gusto y al fin terminaré con tu existencia después de que hagas algo más por mí...- Comenzó por levantarse y bajar el cierre de su pantalón lentamente, entonces 2D intentó retroceder con las rodillas en el piso, aterrorizado de nuevo -¡Noh! ¡BASTA! ¡Por favor!- Sus hombres lo arrastraron frente a él con brusquedad entre risas y burlas, el peliazul se rehusó.

Demetri lo tomó de la garganta en un movimiento brusco y le azotó contra el piso utilizando su otra mano también mirándolo con gran odio -¡Escucha hijo de puta! ¡No se te está preguntando! ¡Es una maldita orden! NO PIENSES QUE TIENES OPCIÓN- Le gritaba mientras el otro se retorcía bajo él comenzando a asfixiarse, le soltó de repente dejando que el otro diera un par de bocanadas de aire y le incorporó de los cabellos acercando su miembro a la boca ajena, él apartaba la cara a un lado y otro, entonces uno de sus hombres lo golpeó en la cabeza con su arma gritando cosas que no pudo entender por lo aturdido que comenzaba a sentirse, imploraba con todas sus fuerzas a Alec y se arrepentía tanto de haber peleado con él en ese momento, su corazón le llamaba con todas sus fuerzas, se resistía a pesar de la golpiza que comenzaron a darle para obligarlo a hacer aquello tan mostruoso, varias veces mordió a Demetri hiriéndolo con saña pero sólo provocaba más su ira, después de saber que no podría soportarlo más cedió al fin comenzando a hacer lo que le ordenaban. En su mente sólo lo tenía a él, si moría después de todas esas atrocidades lo haría feliz pues su cuerpo sucio por aquellas manos que no eran las de Alec ya no era indicado para él, eso estaba mal... Damon sólo estaba hecho para una persona en específico y ahora que eso se había roto no sabía cómo podría manejarlo si sobrevivía... cómo darle la cara al bajista si en serio lo había visto todo.

Pegándose a las paredes, el bajista empezó a caminar hacia allá, tuvo que eliminar a otros cuantos tipos que se le interpusieron en el camino, que lo retardaban a propósito, ¡esas voces! los gimoteos de Damon en el fondo del pasillo estaban atormentándolo demasiado, más de lo que aguantaría cualquiera. Acabó golpeándolos y disparándoles abiertamente ya sin importarle que lo escucharan, le daba igual, lo iba a matar pasara lo que pasara y a pesar de lo que sea que tuviera planeando en su contra si descubría que estaba ahí.

Era lo más horrible y asqueroso que había hecho en toda su vida, contando todas las veces que Murdoc le había hecho malas bromas en la comida, en cuanto eyaculó en su boca se precipitó a escupir y toser con asco de sus propios actos, no pudo volver el estómago porque lo tenía vacío pero seguro que si no fuera así lo hubiera hecho. De repente Demetri comenzó a hablar al parecer más satisfecho cerrando su pantalón -Ahora como han sido tan buenos amigos dejaré que mi hermano les de la misma felicidad amigos, ya saben, lo he traído aquí para complacernos- Les decía divertido, justo cuando ese par de hombres ya comenzaban a decidir cómo iban a tomarlo y este se retorcía entre sus agarres con toda la fuerza que le quedaba entre sus risas y sus comentarios obscenos... Demetri lo tomó de los cabellos y le hizo mirarlo -No es una pregunta lo que he dicho y vas a tener que cumplir hasta los últimos minutos de tu asquerosa vida...- Le sentenció mirándole severo.

Llegó hasta la habitación del fondo donde estaban ellos, la cual estaba custodiada por dos hombres que no alcanzaron a apuntarle, pues los mató antes. Abrió la puerta, pateando con tremenda fuerza uno de los cadáveres custodios, hacia el interior de la habitación, prácticamente arrojándolo sobre Demetri. De un tiro certero fulminó a uno de los tipos que estaba sujetando a Damon pero el otro alcanzó a dispararle en el brazo, haciéndole tirar el arma. Lo maldijo y gracias a que tenía cerca la camilla en la que antes habían tenido a 2D atado; pudo cubrirse con ella mientras buscaba su otra arma en el pantalón y se armó un tiroteo breve entre ambos. Murdoc se asomaba, disparaba y volvía a resguardarse, igual que el tipo quien también se cubría con un repisero en la esquina del cuarto.

-¡Aléjate de él, pendejo!- Le ordenó a Demetri, matando finalmente al sujeto quien dio buena batalla, casi le hizo pensar que le daría, pero no fue así. Salió de ahí y le apuntó directamente, estaba jadeante y cubierto de sangre, con una severa mirada negra, envenenada en odio y rabia, jamás en toda su vida había sentido un odio tal. Ni siquiera había volteado a ver a Damon, pues no quería procesar aquello en nivel emocional todavía, tenía esos mismos ojos clavados en Demetri desde que irrumpió así en la habitación, como un poseso de esa infernal sed de venganza.

De repente la puerta se abrió de golpe y un hombre salió volando por los aires quitando a Demetri de frente a él. Sólo vio sus cabellos oscuros y azulados caer por ahí. Ambos hombres que se disputaban su posición sobre su cuerpo, cayeron fulminados... Normalmente se hubiera asustado, pero nunca había sentido tanto alivio por la muerte de alguien. A pesar de lo que Demetri le había hecho lo buscó preocupado con la mirada sin saber exactamente qué esperaba ver. Pero entonces lo vio acercarse y retrocedió en el piso con miedo, logró tomarlo del tobillo, arrastrarlo hacia él y tomarlo del cuello como un muñeco casi cargándolo, tuvo que pararse de puntas, Demetri era ligeramente más alto y con las botas de casquillo que traía era aún más alto, lo pegó a su cuerpo y le apuntó en la cabeza pegando la pistola a su sien con fuerza -¡Ah! ¡Me haces daño! ¡ALEC!- Le llamó al otro mientras se aferraba a la mano ajena que le apretaba del cuello como queriéndolo estrangular, lo iba a lograr si apretaba más fuerte, comenzó a impedirle la respiración de nuevo.

-¡Un paso más y le vuelo los sesos!- Lo amenazó temblando de miedo, de rabia, comenzó a caminar hacia la puerta con Damon sujeto con gran fuerza, esa no podía fallar o estaba muerto.

Alec suavizó su expresión de ira, cambiándola a una seria pero implorante al ver cómo le sumía en la sien el cañón de la pistola, sintió su corazón pendiendo de un hilo ante el terror que le dio el hecho de que pudiera dispararle -¡No! No...está bien...lo haremos a tu modo...sólo...suéltalo- Le decía mientras bajaba el arma con el que le apuntaba -Deja que se vaya...y arreglaremos esto...entre tú y yo...- Le decía mientras lo miraba con la misma severidad y desprecio, pero tratando de relajar esa actitud amenazante para que no tirara del gatillo. Dejó de caminar hacia él, pero empezó a desplazarse hacia la ventana lentamente. En un movimiento discreto y muy lento, con su mano libre tanteó su celular que se asomaba a través del bolsillo trasero de su pantalón y presionó un botón que enviaría una señal de alerta a Noodle ¡¿Dónde demonios estaba esa niña?! Dudaba mucho que si una docena de matones japoneses no habían logrado asesinarla, esos vándalos de quinta hubieran podido…debía seguir quitándoselos de encima, pero si no se aparecía rápido lo lamentarían.

Demetri soltó una carcajada al escucharlo -¡Te mandó al demonio! ¿¡Qué diablos haces aquí?!- Le gritó ya cerca de la puerta, sólo restaba salir para llamar a los hombres que le quedaran vivos y escapar.

Damon le miraba intentando no perderlo de vista, si le disparaban y moría quería que fuera lo último que tuviera en mente, lo único importante. Cerró los ojos con fuerza al escuchar que preparaba el arma para disparar y dejó escuchar un gemidito de angustia aferrándose con fuerza al brazo ajeno por la tensión, jadeó y volvió a mirarlo.
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Noodle había llegado como era lo planeado al lugar de enfrente que estaba minado y con hombres más experimentados en la pelea, ella era una mujer ampliamente conocedora de las artes marciales y aquello no la detuvo, para eso había sido entrenada en el proyecto AKIRA y era una maestra en eso. Tardó un poco más en golpearlos y sacar la información necesaria. Dejó una bomba en el lugar y salió corriendo con Russ antes de que esa cosa destruyera el lugar. Corrió como una loca al edificio de enfrente, dejó que Russel se encargara de los hombres que custodiaban el lugar y entró corriendo sin mirar atrás, tenía un presentimiento que no podía ignorar, estaban en peligro ese par de tontos y lo confirmó el mensaje de Murdoc que pudo mirar en la pantalla, guardarlo con rapidez y disparar en la cabeza a uno de los sobrevivientes, brincó un par de cadáveres y supo que Murdoc ya había llegado a la escena y que si había ese camino de muertos sólo debía seguirlo para encontrarlos, vio a un sujeto de cabello negro azulado sujetando del cuello a 2D con la pistola en la cabeza del mencionado, le dio tanta rabia que de inmediato supo lo que haría, pero la ventana estaba de su lado, no en esa habitación blanca y cerrada. Primero disparó en la mano del sujeto con increíble presición para que soltara el arma, luego en una pierna, ¡Al fin! Había soltado a Damon que cayó al piso jadeando. -¡Murdoc hacia acá!- Le gritó obviamente para que sacara al sujeto del alcance de 2D.

Casi pensó que no le quedaría opción más que dispararle al ver que estaba llegando a la puerta de la habitación, pero de repente unos disparos como provenientes del cielo, le hicieron temblar de susto, pues pensó que habían salido del arma de Demetri, pero reaccionó cuando vio doblarse de dolor a Demetri y como se calló Damon al piso. Escuchó la voz de Noodle y no tardó en adelantarse hacia él, con un tremendo revés con la pistola le rompió la boca y luego de una salvaje patada en la entrepierna lo mandó hacia la habitación donde estaba Noodle, sacándolo de la otra donde estaba Damon -¡Tú cúbreme!- Le rugió a Noodle como una orden sin siquiera voltear a verla, devolviendo su mirada hacia Demetri, no le quitaba los ojos de encima, pues hasta que concretara su venganza no se detendría, no respiraría. -¿Eso te gustó, pendejo?...- Le espetó en un tono mortífero, acercándose a él con pasos rotundos, tirando la pistola en el trayecto. -No necesito esto...no soy un cobarde como tú...- Esos abismos negros sin piedad alguna miraban fijamente a ese cerdo, que se removía en el suelo tratando de incorporarse para huir. Lo pateó entonces, en las costillas, con la mayor fuerza que pudo reunir y fue tanta, que el hombre se deslizó por el piso un buen tramo -Te voy a matar...¡Pero con mis propias manos!...- Comenzó a patearlo enfermamente otro par de veces, gruñendo con furia y lo pisoteó con rudeza, luego se le avalanzó encima, sujetándolo de las ropas y comenzó a golpearle la cara con sus puños repetidamente, con una saña asesina como nunca antes lo habían dominado los deseos de moler a alguien a golpes. Cada vez que lo golpeaba descargaba esa rabia incontenible que le había dado el verlo haciéndole esas atrocidades a Damon, a SU Damon; las escenas lo atacaban, bombardeando su cabeza como flashes una y otra vez sin que pudiera resistirlo más. Con un rugido más salvaje, se levantó entonces, tomándolo de las ropas como un guiñapo y lo azotó contra la ventana que estaba en el fondo de la habitación, del lado contrario donde estaba Noodle, (resaltándose que lo había llevado hasta allá a punta de patadas y golpes desmedidos) el cristal se hizo añicos y estos se perdieron en el agua. Aquel edificio estaba en los confines de la ciudad, daba al mar abierto que se alborotaba debajo de ellos, agitándose en olas inquietas como si estuviera exigiendo tragarse a ese malnacido de Demetri, ansiosas de que Murdoc lo arrojara sobre él y ya nunca más tuvieran que volver a ver su puto rostro.

Ensangrentado y agonizante como estaba Demetri, Alec lo sostenía firmemente de las ropas, dejando que colgara sobre el mar, el desgraciado ya no podía sostenerse por si mismo, pero Murdoc lo miraba firmemente a los ojos, con la muerte presagiada en ellos
-Ahora te vas a pudrir en el infierno...pero ni así dejarás de ser sólo un bastardo de mierda- Siseó esas palabras afiladas y crueles, paladeando eso de que era un bastardo. Sonrió entonces con satisfacción dejando que se le resbalaran las ropas de los puños, con lentitud hasta que finalmente se cayó en el agua con un chapuzón sordo, llevándose con él también toda esa pesada carga de los horrores que habían pasado. Dejándolo respirar de nuevo mientras observaba como se hundía hasta que lo perdió de vista.

2D estaba muy aturdido, no podía moverse mucho pues en realidad todo le dolía, sólo podía escuchar golpes en la otra habitación pero la verdad es que no tenía las fuerzas suficientes para asomarse rápido a ver lo que sucedía. Se arrastró con dificultad a la pared y sosteniéndose de ella se aferró poco a poco para ponerse en pie con sus pies descalzos y ese pantalón que le quedaba algo grande en realidad, al lograrlo se aferró al marco de la puerta pero al lograr mirarlos Demetri ya no estaba allí. Golpeado y lastimado como estaba... apenas si los miró unos segundos desde donde estaba y dedicó una sonrisa a su Alec, había vuelto por él.

Noodle estaba cubriendo a Murdoc más que contenta con las agresiones que recibía ese sujeto que tanto se parecía a Damon, pero al ver a 2D asomarse de aquella habitación ahogó un gemido, su cuerpo estaba lleno de moretones y heridas, sangre, quemaduras y rasguños, sin mencionar las marcas que los grilletes en tobillos y muñecas habían dejado en su piel de forma tan alarmante. Ella no era sentimental y siempre tenía la cabeza fría pero al verlo así ahogó un sollozo cubriendo su boca con la mano e intentar controlarse para acercarse a ayudarlo. No concebía cómo podía mantenerse en pie, caminó hacia él y lo tomó de la cintura con cuidado para que se sostuviera de ella -Vamos Dam... Ti-enes que soportar...- Le suplicó agradeciendo que el fleco cubriera sus ojos en ese momento. En cuanto lo tomó para despegarlo de la pared se desvaneció y Noodle apenas si podía sostenerlo, lo sentó en el piso con cuidado -¡Murdoc!- Le llamó nerviosa.

Volteó hacia ella cuando lo llamó y corrió hacia allá arrodillándose en el piso junto a Dam -¡Damon! No, no te desmayes, resiste...- Lo asió un poco de los hombros pero verlo así, le sugería que no era buena idea hacer eso, así que dejó de hacerlo -¿Dónde está Russ?- Le preguntó a Noodle volteando a mirarla con suma angustia.
Como si hubiera escuchado, entró Russel en la habitación, caminando de espaldas y empuñando dos armas en ambas manos, cubriendo todavía a sus amigos, pero ya no venía nadie así que se volvió hacia ellos -¿Lo tienen? Genial, ahora larguémonos de aquí antes de que venga la policía...- Sugirió, como siempre, tan franco y directo. -¡Tráiganlo! Vámonos en el auto, Murdoc, ¿¡Qué esperan?!- Los apresuró, paranoico.
Murdoc lo levantó entonces en sus brazos como si se tratara de una frágil chica y lo pegó a su pecho, le aterraba verlo inconsciente, no sabía cuanta sangre habría perdido...decir que lucía fatal, era decir poco. -¡Bien! Ya te oímos, síganme- Con pasos rápidos se dirigió a la puerta principal por donde Russ y Nood habían entrado. Mientras corrían por el corredor activó una bomba y la pegó en la pared. -Tenemos 5 minutos para huir, luego todo el lugar volará, así que ¡rápido!- Llegó al auto y abrió la portezuela de atrás, descubriendo que lo había dejado abierto, vaya, suerte que seguía ahí. Colocó a Dam con cuidado en el asiento y corrió a sentarse en el asiento del piloto.
-¡Cuídalo!- Le dijo a Noodle mientras encendía el auto. En cuanto sus dos compañeros cerraron las puertas, arrancó rechinando las ruedas de forma estridente y mientras el auto se alejaba un par de cuadras, el edificio explotó en un resplandor estruendoso, derrumbándose entre llamas y humo a lo lejos.

-Iremos a...un hospital...-Les informó, resistiéndose a mirar por el retrovisor a Damon, pues sentía que si lo miraba detalladamente y analizaba su aspecto se desmoronaría ahí mismo, estaba soportando con todo lo que le quedaba, para no desintegrarse por lo mal que estaba.

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El hospital más cercano que encontraron fue uno del gobierno en el que entraron corriendo a urgencias. Las enfermeras insensibles los enviaron a la fila de espera, lamentablemente no había uno cerca de allí, tendrían que esperar, Noodle muy obediente fue a formarse con Damon, que había acomodado en una silla de ruedas del hospital. Estaba allí con cara de molestia, dejaría que Murdoc se encargara de ellos en cuanto entrara a ver la situación, si ella se ponía agresiva mataría a esa maldita mujer, mala enfermera y pésima persona. Se sentó en el piso a llorar como una niña cubriéndose el rostro con las manos, Damon aún no reaccionaba desde que se desvaneció y había dejado un rastro de sangre en el auto, una mancha de sangre preocupante en sus pantalones que hacía evidente la violación que había sufrido...

Ya que el pelinegro encontró un lugar y le dio dinero suficiente al tipo que vigilaba el estacionamiento, como para que se comprara la tienda entera; fue a alcanzarlos junto con Russel. Había tenido que quitarse la chamarra porque estaba cubierta de sangre, a decir verdad no sólo él, todos tenían una pinta de lo más evidente, de que venían de haber hecho un genocidio o algo parecido. Vio a Noodle llorando y fue hacia ella -¿¡Y ahora qué pasó?! ¿Dónde está Damon?...- Se alarmó muchísimo, casi se le doblan las rodillas cuando la vio así, pensó que le habían dicho que estaba muerto o algo parecido, pero cuando volteó y lo vio ahí se alivió un poco, aunque obviamente estaba más muerto por dentro, de la preocupación por él, que cualquiera de sus compañeros.
Con decisión y una cara de enojo que daba mucho miedo; se adelantó hasta la tipa que estaba atendiendo a los que llegaban, quitando de su camino a todos los que estaban estorbando

-Escúcheme, señorita...- No supo de donde le salió la amabilidad, pues casi se corta la lengua mordiéndosela para no insultarla- Sé que es su trabajo mandar al carajo a todos los que se paran aquí, pero yo no puedo pudrirme esperando mientras mi amigo se muere...- Mientras le decía aquello en un tono bajo y discreto, vigilando sus espaldas con el rabillo del ojo, deslizó bajo la ventanilla unos cuantos billetes de alta denominación.

-Así que dime... ¿Nos atenderás? Hay más de donde vino eso...hablaré con quien sea necesario, déjemelo a mí...-

La tipa al principio, se quedó con cara de ofensa absoluta, e iba a comenzar a ahuyentarlo como lo hacía con todos, pero se calló y se quedó quieta poniendo atención al mirar lo que hacía y tomó los billetes sin poder creerlo. Se los guardó disimuladamente y le hizo una seña con la cabeza a un enfermero que estaba junto a ella
-Usted y el herido...sigan al enfermero, los voy a trasladar unos minutos al corredor de allá, es una sala de espera interna, al fondo están los quirófanos de emergencia, sólo serán unos minutos...enseguida lo alcanzará el director...disculpe la tardanza-
Murdoc le sonrió satisfecho y eternamente agradecido a la mujer
-Descuide...pero no tarden más o me pondré de mal humor...- A regañadientes siguió al enfermero quien se llevó la silla de Damon al corredor mencionado. Los dejaron ahí solos, aislados de la gente y el ruido, estaba muy silencioso todo allá adentro. Fue cuando Alec se precipitó hacia Damon y se arodilló a su altura, sujetando su rostro
-¿Dam? ¡Dam!...- Lo llamó con algo de desesperación, palmeando su mejilla. -por favor...despierta...- Musitó con una súplica que se quebró, mientras se dejó caer rendido sobre el regazo del mencionado, de modo preocupante, estaba temblando. -Dam...- Repitió aferrado a su ropa, respirando esforzadamente mientras frotaba su rostro contra su pierna, rogándole aún en silencio; ya estaba peleando demasiado por contenerse, quería echarse a llorar, no podía seguir viéndolo así.

Noodle observó desde lejos conteniendo sus hipeos al llorar, cuando lo vio acercarse se levantó -Estaré en el auto...- Dijo intentando sonar seria mientras se retiraba. Podía ver el dolor en las orbes ajenas y era mejor darle un poco de intimidad, si ella había perdido la compostura era obvio que el otro también lo hiciera.

Damon no supo nada más después de las voces difusas en el corredor donde se desvaneció en cuanto Noodle le había tomado entre sus brazos. Escuchó quizá un motor, no sabía en dónde iba, después un extraño murmullo constante, sollozos femeninos... eso le preocupó, quería despertar pero su cerebro no podía concederle aquello, se encendía como una señal intermitente, no sabía nada y de repente escuchaba algo, era extraño... Era traumático de algún modo, sólo había que recordar que ya había quedado en estado vegetativo una vez. Al escuchar los ruegos de Murdoc vagamente luchó consigo mismo para no "apagarse" de nuevo. Jadeó esforzándose por abrir los ojos, sus parpados los sentía tan pesados, el problema de despertar es que todas sus dolencias regresaban y era insoportable. Dejó escuchar un quejido al levantar ligeramente la cabeza -...Alec...- Pronunció débil, y en un tono apenas audible. Posó en un movimiento dificultoso una mano en la cabeza ajena, lo peor que pudieron hacerle fue acomodarle sentado en esa maldita silla.

Murdoc sintió que colocaba su mano encima de él y de un saltito se incorporó levantando la cabeza para verlo -Damon...- Lo llamó de nuevo con la voz quebrada, arrojándose a abrazarlo -Oh...lo siento...lo siento tanto...- Frotó su rostro contra el espacio que había entre el cuello del menor y su hombro -yo sólo quería...protegerte...y ahora...mírateh...oh dios...- El bajista jamás se permitía verse así de débil o vulnerable ante nadie, pero ya no le quedaba más orgullo para Damon, esos momentos espantosos de incertidumbre que había vivido; en los que pensó que ya jamás volvería a verlo, que se moriría y lo perdería para siempre...le habían arrancado por completo esa resistencia que tenía hacia los sentimientos que poseía por el vocalista, al cual amaba intensamente y ahora lo sabía...y ya no le importaba la opinión de nada ni nadie al respecto. No se había atrevido a verlo a la cara hasta ese momento, pero entonces buscó su mirada sosteniendo su rostro entre sus manos, subiendo su mirada hacia la suya lentamente -perdóname...- Le rogó con una mirada destrozada, acariciando empeñadamente su mejilla con su mano, pues se sentía completamente responsable por lo que le había sucedido...tal vez si se lo hubiera dicho, si hubiera sido realmente capaz de protegerlo...devolvió la mirada al piso entonces, sintiendo los ojos anegados de impotencia.

-es mi culpa...siempre lo es...- Se lamentó, podría haberlo hecho una y mil veces más pero dio un hondo suspiro para dominarse un poco -no tengo ningún derecho...de pedirte que me perdones...- Determinó después mirándolo de nuevo -pero...sólo quiero que sepas que te amo...- Le dijo aquello con firmeza -te amo muchísimo Dam y si te hubiera ocurrido algo yo...estaría muerto...también- Era repentino que le dijera todas esas cosas pero era que simplemente ya no podía guardárselas, era inevitable su necesidad de que las supiera -sigo siendo alguien horrendo...en todos los aspectos...lo sé...-Dijo aquello con una risilla amarga -pero ya no me importa nada más...tú, tú eres lo único...no tienes idea como...te amo- Se acercó a un palmo de su boca pero no consumó aquel beso, no quería herirlo, pues de verdad estaba muy lastimado, tanto física como emocionalmente, era más que obvio y estaba consciente de ello -yo... sólo necesitaba decírtelo...aunque sé que ahora te sientes mal...debes...sentirte pésimo...perdón por agobiarte...qué idiota- Se llevó una mano a la frente suspirando de nuevo, apoyando su cabeza en ella, era divertido como se frustraba, de pronto estaba triste, luego se enojaba, después volvía a estar triste, hasta en esas situaciones, no dejaba de ser él...tan voluble e impredecible.

Como un muñeco roto dejó que le tomara entre sus brazos recordando que le dolía hasta la parte más remota del cuerpo, la parte donde Alec se había recargado era donde Demetri le había mordido hasta cansarse, ya ni mencionar que ccasi lo extrangula en dos ocasiones y estaba amoratado, le había hecho daño dejando rastros rojizos, púrpuras y azulados para variar las numerosas marcas de dientes en su piel. Contuvo un gemido, cuando le tomó del rostro, aunque lo hiciera con cuidado le dolía, su mentón estaba con marcas amoratadas por lo violento que le tomaba el otro para obligarlo a mirarlo. Una gran mancha purpúrea en su mejilla, la mordida en su maxilar, un ojo amoratado por uno de los golpes de esos hombres malditos que afortunadamente murieron antes de hacerle más daño. Seguro tenía un par de heridas graves en la cabeza debido a los golpes de las armas contra su cabeza. Ahora que lo había movido de posición sintió la tensión de su piel ante una herida a medio cicatrizar en su cintura.

Su dolor quería impedirle concentrarse pero se esforzaba terriblemente por no tomar en cuenta todas sus dolencias -Yo... también te amo...- Le musitó bajo, intentó analizar sus palabras sin poder escucharlo muy bien, leyendo sus labios podía tener conclusiones mejores de sus palabras -Tú perdóname a mí... fui muy malo contigo... no es tu culpa...- Le dijo con un pesar espantoso en su alma, si hubiera muerto jamás hubiera vuelto a verlo y nunca le hubiera visto pronunciar aquellas palabras para él, le dedicó una sonrisa débil -Estoy... bien ahora- De repente al verlo acercarse a sus labios comenzó a sentir miedo, no supo explicarlo, su corazón se aceleró con furia y le hizo retroceder en un movimiento brusco temiendo que aquello fuera una ilusión y que en realidad estuviera moribundo allí entre los amigos de Demetri.

Jadeó cerrando los ojos con fuerza y aferrándose con una mano temblorosa a sus ropas para asegurarse que se mantenía lejos, la otra mano se la llevó a la boca intentando contener las lágrimas, incluso si no fuera una ilusión, si ese maldito de Demetri lo había besado a la fuerza tantas veces no quería que Alec se manchara con su mismo pecado, con su dolor y la mala energía que ahora tenía, ya no era digno de nada, se sentía sucio, una suciedad de esas que no se quitan con un maldito baño. -Lo sientoh...- Se disculpó bajando el rostro para ocultarlo de él -¡mgh! Alec...- Era un desgraciado que sólo pensaba en él, pensaría que no le estaba poniendo atención pero necesitaba pedírselo. -Levántame de esta silla... por favor...- Se abrazó a él con cuidadito, le dolía todo pero nunca lo suficiente para impedirle aferrarse y refugiarse en el otro.

-Está bien...tranquilo...- Le dijo con calidez sintiendo que el calor le volvía al cuerpo cuando le dijo que también lo amaba, y que no era su culpa, aunque por mucho que le asegurara eso, aquel remordimiento no desaparecería...jamás, tal vez.

Lo rodeó con cuidado en sus brazos y lo levantó -¿Así? ¿Quieres que te cargue?...- Lo acomodó en sus brazos otra vez como si se tratara de una jóven desmayada. Miró que había algo de sangre en la silla y el estómago le dolió de forma horrible -¿Todavía estás sangrando?...- Quería recorrerlo con su mirada para saber de donde estaba herido de más gravedad, pero no podía moverlo demasiado, ya no quería seguirlo lastimando, así que otra vez contuvo el aliento para calmarse y estarse quieto. ¡¿Dónde demonios estaba ese hijoputa del director?!. Recordó que tenía que llamar a Larry, lo bueno de que no pesara mucho el menor era que podía sostenerlo con un brazo. Rápido sacó su teléfono de su ropa y le llamó a Larry, le explicó lo sucedido y que era vital que mantuviera a la prensa alejada del lugar, que nadie supiera que estaban ahí y que llamara al hospital de parte de EMI-Music para que los tomaran en serio. Larry le dijo que ya había hablado con Noodle y ya estaba todo eso arreglado, que no se preocupara, inclusive ya se había comunicado con el director y dijo que parecía una persona accesible. Alec le colgó entonces sintiéndose levemente más aliviado y fue cuando entró por la puerta un hombre trajeado acompañado por varias enfermeras y un camillero.
-Perdón por la demora...señor Niccals, vamos a atender ahora mismo a su amigo, ¿Puede ponerlo en la camilla?-

Murdoc buscó la mirada del menor pero éste parecía haberse desmayado por lo que se asustó muchísimo -¡Por dios! S-se desmayó...es que perdió mucha sangre...- Explicó atropelladamente, mientras las enfermeras se acercaban cuidadosamente y lo guiaban para que lo dejara en la camilla mientras el director le decía.

-Está bien, traquilícese, nosotros nos vamos a encargar...acompáñeme...- Lo tomó del brazo y con delicadeza lo guió al lado contrario de donde se llevaban a Damon pero él insistió en mirar sobre su hombro con preocupación hasta que la camilla desapareció por las puertas blancas.

Se quedó hablando con él y arreglaron todo, Damon iba a estar en la zona privilegiada del hospital y lo atenderían lo mejor posible, a cambio de unos autógrafos y una cuantiosa "donación".

Damon estuvo en recuperación durante 15 días, tuvieron que suministrarle calmantes debido a que experimentaba ataques de pánico por estar en la camilla, ver desconocidos de repente lo enloquecía, ninguna herida fue de gravedad. Sin embargo no se podía ignorar que el daño más grave era el psicológico. Tenía graves problemas con tratar con gente, ése era el problema principal, todo lo aterraba. Una vez que estuvo mucho mejor le dejaron de suministrar las medicinas y pidieron que alguien conocido estuviera cuando despertara. En realidad el hospital había recomendado primero que lo llevaran a un psiquiatrico pero la ofensa de Murdoc fue tan grande que no se volvió a mencionar el tema y dejaron que procedieran como mejor les pareciera con Damon.

Durante los quince días que estuvo internado el menor, Murdoc se la pasaba en el hospital junto a la camilla contemplandolo; solamente cuando Noodle mandaba a Russel a llevárselo a la fuerza al pequeño departamento que rentaron, era como lograban que se cambiara o que durmiera un rato.

Cuando le dijeron que lo iban a despertar se alegro bastante aunque en el fondo le daba temor que lo rechazara aún así se quedo a su lado mirándolo espectante, acariciando su mano -¿Dam?...- musitó con cuidado sin acerarse mucho.

Despertó poco a poco, esa sustancia parecía devolverle uno a uno sus sentidos, miró a su alrededor comenzando a temer empezando por ese maldito color blanco en las paredes, su corazón pareció agitarse un poco y el aparato que marcaba su palpitar lo indicó rápidamente. Un toque en su mano le hizo voltear poco a poco y entonces vio a Murdoc, por lo menos ya no eran desconocidos que lo asustaban con sus tratos extraños y, hasta cierto modo, amenazantes. ¿Cuántos días tenía sin tener conciencia de sí mismo? Se trazó la duda en su rostro por un instante y alejó su mano de la ajena al comenzar a volver los recuerdos a su cabeza como poderosas ráfagas que le hacían retener recuerdos extraños y dolorosos hasta cierto punto... ¿Pero porqué seguía allí? ¡Debía dejarlo y mandarlo al demonio! Se supone que había terminado con él y ya le había buscado problemas y había tenido que ir a rescatarlo. -Alec...- Le musitó confundido -¿Cuánto llevas aquí? ¿Cuánto tengo yo aquí?...- Le preguntó sin siquiera intentar sentarse, pero al removerse en la camilla se dio cuenta que ya nada le dolía tanto como cuando perdió la conciencia en los brazos ajenos, entonces ese recuerdo le calmó, recordó sus palabras y le miró serio buscando su mirada -Tú... dijiste algo cuando yo... ah... ¿Alec, aún me amas?...- No pudo formular la pregunta de otro modo. Al bajar la mirada se dio cuenta que en la mesa de a lado estaba esperando una bandeja con comida, esperaba que no fuera para él, estaba triste aún y la verdad eso le suprimía el apetito.

Alec apartó la mirada de él unos instantes. Dio un suspiro cuando le preguntó eso y apartó su mano de la camilla. -Bueno...no ha sido tanto...sólo un...par de semanas- Le dijo agachando la mirada, pero entonces se dio cuenta de que le buscaba la mirada luego de haberle preguntado aquello y lo miró del mismo modo cabizbajo. -Sí...obviamente Damon...¿Por qué dejaría de hacerlo?...- Notó que miraba la comida -y... ham... sí... escucha... me dijeron que debías comer algo... por todos los días que llevas sin comer pero...no te forzaré si no quieres- Al pelinegro, siempre le costaba trabajo portarse así con la gente en general, aceptar que de algún modo se rehusaran a hacer algo por razones que difirieran de su opinión o de sus deseos...definitivamente nunca tuvo paciencia ni comprensión para nadie, mucho menos para Damon...pero ahora se notaba tan cambiado, más aún que antes, aunque todavía pusiera esa expresión reacia en su rostro, luciera levemente incómodo, lo hacía por Dam, solamente por él; eso era de reconocerse hasta para Noodle que ahora ya lo toleraba y se llevaban bastante mejor que antes por eso.

Damon desvió la mirada algo resentido por esa aparente frialdad que tenía con él, quizá en verdad lo había ofendido con alguna de las cosas terribles que habían sucedido antes o después de Demetri... Bajó la mirada algo triste y se dio la vuelta con cuidado en la camilla para darle la espalda -Gracias, Alec...- Tal vez sólo era demasiado amable por verlo allí, pero era obvio que algo sucedía. Se sentía terrible cada que pensaba en su situación, lo que le había pasado le había anulado completamente la poquita autoestima que había logrado y ahora se odiaba y se repudiaba más que nunca. El pensar que Alec vio lo que le había sucedido le hacía sentirse aún peor. Ahora que lo pensaba aún no comenzaba a sufrir por ello, dejó escuchar un quejidito mientras levantaba la sabana para mirarse, ya casi no se notaban los daños en su cuerpo, las heridas y moretones casi desaparecían y las más graves ya apenas si tenían una gasa o una venda, se miró los brazos y no podía estar tan mal físicamente ahora... Lo que realmente le preocupaba era lo que ahora Alec pudiera pensar realmente, parecía ser cortante. Quizá sólo era una loca impresión suya pero esa opción no entraba ahora en su cabeza trastornada, golpeada y con un par de puntadas.

-Los doctores dicen que...las heridas graves están casi sanadas en su totalidad...y que estarás como nuevo a lo mucho en una semana más...- Le aseguró, mientras se atrevía a acercarse de nuevo a la camilla entonces, guardando silencio por unos segundos hasta que de pronto dijo -Damon...tú...todavía me amas...¿a mí?- Tal vez estaba siendo demasiado extremista al pensar que ya no lo amara por lo sucedido pero es que él también tenía metida esa idea en su cabezota, de que él era el culpable de todo. -escucha...me dijeron que todavía no era...tiempo, de hablar mucho...de lo sucedido...pero yo...te amo Dam- Ya no le costaba tanto trabajo como antes decírselo porque ahora en verdad quería que lo supiera, que lo tuviera muy presente...siempre -y voy a ser tan paciente como tú...lo necesites...me refiero a que...si tú no te sientes...bien como para estar conmigo ahora...yo lo entiendo...te lo aseguro- Quería extender su mano y acariciar su brazo de modo confortante, su cabello...su cintura, ni hablar de las ganas que tenía de abrazarlo, pero le habían dicho que guardara su distancia en cuanto a lo físico, que aún no era buena idea que lo tocara demasiado, que no era conveniente...tendría que vivir con ello el tiempo que se requiriera; pues realmente, sólo deseaba que se "curara" por completo de lo sucedido, en todos los aspectos. Aunque también estaba bastante consciente de que no había sido nada simple ni sencillo lo que había pasado y que muy probablemente, en el vocalista quedaran huellas que fueran imborrables hasta para él mismo y eso...le rompía el alma en pedazos...si había algo en la vida que lo jodía absolutamente era el hecho de saber que Damon sufría y él no podía hacer nada para remediarlo.

-Pero yo voy a cuidarte Dam...lo haré por eso...porque te amo...y porque quiero...sólo quiero...que te pongas bien...y vuelvas a sonreírme como lo hacías antes...eso es...lo único que quiero...- Se encogió un poco en su silla al decirle esas palabras, que sonaron lastimeras. Volvió a apoyar su codo en la camilla, para a su vez, apoyar su frente en su brazo, dominando otra vez ese impulso de llorar que ya no era tan abrumador como antes porque había procurado desahogarse algunas noches antes de verlo para precisamente, no quebrarse frente a él, pero le resultaba tan difícil...le dolía muchísimo, su dolor, lo sentía tan profundamente como si fuera suyo...así era, porque ambos eran uno, se adoraban como no era concebible para nadie más que para ellos, podía resumirse sencillamente en eso.

Escuchó sus palabras y sonrió tenuemente, al parecer había estado poniendo más atención en su caso de lo que hubiera creído. Le gustaba escuchar que había puesto atención, los días que tardaría en sanar, de lo que debería y no debería hacer, de cómo pronunciaba el par de palabras que se moría por escuchar con esa soltura. Para ser él estaba luciéndose como nunca... entonces tal vez, sólo tal vez no era compasión lo que sucedía en ese lugar "Voy a ser tan paciente como tú lo necesites" Le gustaban esas palabras, extrañamente le hacían sentir bien, a pesar de tener sucio el corazón con la idea de que lo hacía por mera culpa o incluso lastima. "Voy a cuidarte porque te amo, sólo quiero que te pongas bien" El tono que utilizó en eso último lo hizo reaccionar, sonaba tan herido como él mismo ahora, se identificó tan rápido...

Jadeó y cerró los ojos por un momento mordiéndose el labio inferior para intentar controlar el llanto que quiso traicionarlo y liberarse de su pecho, pareciera como un ave atrapada en una jaula de vidrio muy pequeña, queriendo salir una y otra vez, revoloteando y golpeándose incontables veces contra el cristal haciendo cada vez más grandes las ansias por salir, justo así eran sus ganas de llorar, entre más las contenía más luchaban por salir de su interior. No iba a llorar, no quería preocuparlo pero sabía que justo ahora él mismo pasaba por algo difícil que era el verlo así y que probablemente era egoísta sentirse tan terriblemente mal, pero ahora no podía evitarlo aunque quisiera, se sentía humillado como nadie, sucio y culpable de lo que le había pasado, tenía miedo y coraje, las ganas de tocarse con alguien habían desaparecido para siempre y el ver al hombre que amaba sufriendo por ello era algo que no podía permitir. Intentaría hacer algo que nunca había considerado del todo por la desidia pero que ahora le parecía la solución más clara.

Por ahora haría de tripas corazón y fingiría que estaba bien cuando no lo estaba. -Gracias de verdad... yo... tal vez no sé nada ahora, ni quiero saberlo... no quiero pensar, pero lo que puede quedarme claro y sin ninguna duda, nunca... es que te amo Alec. Jamás lo preguntes, tenlo por sabido...- Le aseguró con firmeza levantando su rostro apenas con un dedo en el mentón ajeno volteándose en la camilla de nuevo, con mucho cuidado.
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Tenía en mente lo que sucedería... se rehusó a comer, se cubrió bajo la sábana al ver doctores o enfermeras entrar a la habitación, opuso resistencia con un extraño miedo irracional a que lo miraran o tocaran, cuando sólo querían ver "el avance que había en sus heridas". Tal vez lloró involuntariamente al mirar el sol ocultándose poco a poco...
Esperó ver dormido a Alec, con el que apenas habló... no podía poner atención por más que quería a cualquier plática que intentaran, estaba roto y esta vez seguro que sin reparación, no quería seguir así toda la vida. Se dio cuenta que estaban en un piso alto en el hospital al ver la vista del cielo desde su ventana tan perfectamente y tuvo una idea que llenó de neblina nostálgica su corazón, aparentemente decidido. Se levantó con sus pies descalzos sobre el piso frío, desconectándose todo intentando no hacer ruido, se quitó el suero que hería su muñeca conteniéndose de quejarse y entonces caminó a la ventana a asomarse para asegurarse de tener caída libre, tuvo "suerte" estaban como en un séptimo piso. Caminó al cancel que tenía vista a un balcón con una gruesa delimitación en la que bien podía estar alguien de pie antes de... lo que planeaba. Abrió con cuidado y subió a la bardita poniéndose de pie con cuidado sosteniéndose de la pared del balconsito por un momento, miró hacia abajo y lo supo, iba a saltar, no había alternativa, no había otra respuesta que lo aliviara más. Entonces recordó algo que resonó en su cabeza. "Te amo muchísimo Dam y si te hubiera ocurrido algo, yo estaría muerto también"

-Lo siento Alec, lo siento mucho...- Musitó para sí mismo, sólo lamentándose por eso, nada más importaba entre lo que dejaría en la tierra. Se sentía tan triste que incluso asomado desde esa altura su depresión le impedía sentir algún tipo de vértigo, sintió una deliciosa brisa nocturna, la luna se admiraba perfecta para la ocasión, un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas al comenzar a mover su pierna con cuidado por las puntadas en uno de sus muslos para dar el paso que lo llevaría a la muerte.

Los cables que se había desconectado el ojiazul poco a poco se deslizaron por las sabanas para rozar contra la muñeca de Alec, finalmente cayeron todos de golpe sobre su mano haciéndolo despertar, sólo el hueco de donde estaba Damon recostado era lo que quedaba de su presencia en esa camilla y eso era claro...

Notas finales:

¡¡Reviews, sé que nos los merecemos!! *-*


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