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Colina melancólica por Tierna Kikyo

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Notas del capitulo:

Y con ustedes... ¡Hannibal Niccals!

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¡Disfruten el capítulo! ;3

 

Espero que me comenten qué tanto les gustó la pareja de Hannibal x Noodle, creo en lo personal que hacen una linda pareja, Sou-chan y yo amamos la idea ♥

Suspiró con alivio cuando al fin estuvo mejor y entonces un deseo enfermizo y loco cruzó por su cabeza, la verdad es que había tenido la horrible sensación de no sentir nada a partir del momento horrible que había pasado entre esa multitud que a decir verdad no recordaba demasiado, sólo lo principal, lo jalaron a lo lejos vio a Noodle caer en el escenario, luego medio escuchó a Alec cuando estaba en el piso y había descubierto la sangre en su cabeza. No sabía más... pero recordaba perfectamente las imágenes por las cuales comenzó a debatirse y tener miedo... Aquellas imágenes de Demetri, eran cosas que había enterrado en su mente, pero ahora lo entendía todo, la ira de Alec, el porqué ambos habían ido a querer matarlo afortunadamente sin éxito. Lo entendió tan claramente que ni siquiera pudo llorar, no sentía nada pero lo comprendía, por lo menos con un trauma había logrado recordar otro, y muchas imágenes más llegaron a su cabeza, cosas de las que se había desconectado en el mero momento y ahora podía ver con claridad, ese hombre había actuado horrible y lo peor era que de algún modo estaba emparentado con él. Lo asustó saber de nuevo que no estaba sintiendo nada, ¿Qué estaba pasándole? Se llevó una mano a la boca mientras lo asimilaba y finalmente lo dejó de lado, tenía ganas de hacer algo... pero... la idea había sido tan repentina que le dio miedo la brusquedad con la que sus pensamientos lo golpeaban.

 

Se levantó y acomodó un par de almohadas en la parte media de la cama y sin más se desnudó, sabía que los otros estaban comiendo, él también tenía hambre pero comería cuando ya no estuvieran ellos en la cocina, sacó la estúpida vaselina del cajón y entonces desvió la mirada, no se podía creer ni él mismo lo que estaba por hacer, estaba loco y necesitaba ayuda, ya vería qué hacer después de lo que se le había antojado, quizá después de eso se sentiría mejor, normalmente se lo hubiera pedido a Alec pero... ni cómo intentarlo la verdad. Puso su celular sobre el buró en modo de grabación, tenía curiosidad y al fin se recostó con un deseo interno que le carcomió las entrañas, bueno, ahora sabía que por lo menos era capaz de sentir esas cosas todavía, sólo era un bastardo insensible a todo lo demás ¡Genial! Tomó vaselina con dos de sus dedos y no le importó, con sus caderas sobre ambas almohadas tenía más alcance para lo que haría, jadeó aire caliente un par de veces, y abrió las piernas mientras respiraba hondo y comenzaba a masajear su entrada muy lentamente arqueándose de inmediato -¡Uhn!- Sólo un rostro vino a su cabeza haciendo que su sangre hirviera al punto de ebullición, Alec Murdoc ocupaba su pensamiento, él y cada escena que le arrebataba el aliento cada que lo tomaba, imaginó sus manos en esa zona, ya no eran las suyas sino las de Alec las que le estimulaban, decidió comenzar a presionar para adentrarse y su miembro dio un respingo comenzando a endurecerse poco a poco, levantándose para demandar atención, su respiración primero agitada por ansiedad ahora lo estaba por excitación y eso era mucho mejor, seguro que se sentiría mejor intentaba pensar en ello para por lo menos si no era así lograr conciliar el sueño después de eso.

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Noodle terminó rápido su comida y se levantó tomando su chamarra de piel y poniéndosela frente a ellos -Voy a salir, necesito tomar aire fresco... amm Russ ¿Quieres venir conmigo?- Anunció ampliándoles una sonrisa y caminando a la entrada de la cocina esperando respuesta, necesitaba despejarse y además si iba con él podrían conversar un rato. Esas paredes la asfixiarían si seguía allí.

 

Alec desvió la mirada con recelo ante lo que le reclamó Noodle pero, luego sus ojos se tornaron preocupados otra vez mientras analizaba ello, mirando el piso. Luego volvió a mirarla a ella con enfado

-¿Estás...sugiriendo que lo internemos en un manicomio, o algo así?...no exageres...creo que...no es tan extraño su comportamiento es decir...estás consciente de toodo lo que le ha pasado últimamente... ¿y aún así esperas que actúe como si nada? él no tiene nuestra fortaleza...era un criajo mimado hasta que me encargué de...disminuir su inocencia- Dijo descaradamente cubriéndose la boca con el revés de la mano para disimular su risilla. -Como sea, estará bien, relájate...- Esquivó el asunto.

 

Cuando Nood le propuso eso a Russ este de inmediato accedió encantado-¡Sí! sí, sí...vamos- No pensaba quedarse él solo con esos dos, además de que le vendría bien algo de aire -¿No te importa quedarte solo verdad Murdoc?...- Le preguntó como por cortesía nada más porque después de todo ya había tomado su decisión.

 

-Ah no, no, no...Mi querido amigo Russ...es decir no pasa de que me caiga en esas escaleras y ruede un poco hasta acá abajo...pero nada de lo que deban preocuparse...sólo debo rodar un poco hasta lograr levantarme y subir de nuevo...- Dijo en un tono tan serio que le causó risa espontánea a Russ.

 

-¡Hay por favor! no seas dramático, no es tu estilo...está bien, si quieres yo te subo...-

 

-¡No te molestes! adelántense, me entretendré en esto...- Les dijo, corriéndolos con un gesto de su mano mientras se iba hacia las escaleras.

 

-Bueno, como tú quieras...aunque voy a subir por mi chamarra...-

-¡Bien, bien! No insistas más, te voy a dejar ayudar...- Se fingió el digno y sólo hizo reír a Russ que se lo colgó a la espalda con todo y la muleta con facilidad sorprendente y lo subió los tres pisos hasta su habitación, luego fue a su cuarto por su chamarra.

 

-Bueno...si pasa algo márcale a Noodle, ¿está bien?...-

 

-Sí, sí, sí...- Dijo solamente Murdoc restándole importancia, cojeando con la muleta hacia su recámara a la par que Russel se desaparecía bajando las escaleras.

 

Cuando abrió se encontró con Damon así y pensó que ya estaba siendo víctima de alucinaciones o algo por el estilo. Era demasiado perfecto para ser verdad...pero lo era, lo cual era extremadamente bueno. Cuidó que no estuviera nadie detrás de él pero los demás ya se habían ido. Primero tuvo el impulso de salirse y dejarlo solo, pero esa escena lo atrapó, habiéndolo tomado tan desprevenido, que se quedó pasmado en la puerta, incluso con la chapa en la mano. Tragó en seco mientras su mirada oscura se deslizaba por su cuerpo grabándose bien esa imagen, que lo torturaba tanto como lo complacía. No pudo irse. El calor se agolpó de pronto en sus mejillas y en su entrepierna, mareándolo tanto que casi le hizo perder el equilibrio. Se metió y cerró la puerta, quedándose recargado contra ella, sin quitarle la mirada de encima, sin respirar, pero ni cuenta se había dado de ello.

 

Noodle negó con la cabeza cuando el otro le preguntó, por favor, si sí quería ir la vida sería triste, pues no podría desahogar sus frustraciones, afortunadamente no quiso y se limitó a esperar a Russel en la puerta, en cuanto bajara podrían marcharse.

 

Damon estaba aún haciéndose cosas, todo había subido de tono cuando su mente logró viajar lejos de la habitación y meterlo en un sopor increíble entre recuerdos e imágenes mentales agradables, adentró al fin un dedo en su interior conteniendo un gemido agudo mordiendo sus labios, lo movió un poco, en ligeros círculos hasta acostumbrarse del todo a la intromisión y después coló un segundo dedo sin cuidado alguno -¡Ahh!- Se retorció ligeramente, y un temblor rico le abarcó trepando por su columna vertebral, jadeó más violento cuando comenzó a embestir con ambos dedos con mucha fuerza en su interior peleando por llegar a ese punto que palpitaba esperando ser presionado, para llevar su mente lejos de todo lo que le aquejaba, su mano libre primero estaba aferrada a las sábanas y después se animó a irla pasando por su torso tomando entre sus dedos sus botones rosas y jugándolos, pero entonces la puerta, no le interesó, ¿Había puesto el seguro? Desvió la mirada por un momento, completamente sonrojado y con la respiración agitada y entonces le miró, le dio muchísima vergüenza por lo que se puso rojísimo y se quedó estático tal y como estaba -¡Oh no!- Se cubrió la cara con una mano mientras intentaba controlarse, sí, también tenía que sacarse los dedos pero al parecer no le obedecían.

 

Con ese pensamiento de "Está mirándote" Algo pareció arder incandescente dentro de él y jadeó con fuerza -¿Vas... a quedarte a ver?...- Preguntó avergonzado mientras no podía evitar seguir moviendo los dedos en su interior en pequeños círculos, pronto rozó apenas con el punto que había estado buscando y se retorció un poco al fin quitándose la mano del rostro para llevarla a aferrar las sábanas de nuevo -¡MGH!- Levantó el mentón hundiendo su cabeza en la almohada, en un momento normal seguro que hubiera salido corriendo de allí pero justo ahora estaba tan excitado y necesitado de eso que no podía detenerse ni siquiera por quien ahora lo miraba evidentemente pensando que estaba loco.

 

De pronto le volvió el aliento al cuerpo (y él mismo volvió a la realidad) cuando notó que le hablaba a él -Hem yo...si...no te molesta... ¡nnh!- Un leve gemido como un suspiro entrecortado, escapó a su garganta cuando lo miró retorcerse así y sus dedos se hundieron tan profundo en su interior. Se aproximó a la cama como hipnotizado por él y botó la muleta para sentarse en la orilla de ésta, dejando su pierna mala arriba, pues era la derecha; pero el hecho de que la otra estuviera abajo le dio libertad para que su otra mano se fuera casi por si sola a bajar la bragueta de su pantalón y liberar un poco su miembro semierecto -Sigue Dam...- Le pidió sin aliento, sin poder dejar de mirar lo perfecto que se veía haciendo aquello...es que no había otra palabra para describirlo, su cuerpo...todo él era tan hermoso, sumado a esa locura llena de deseo que lo poseía en ese momento y parecía estar controlando el movimiento de sus manos que no paraban de acariciar esa piel blanca, sonrosada, perlada de un leve sudor...en verdad estaba loco pero tal vez eso fuera lo que tanto le encantaba de él. -mnhh...- Empezó a masturbarse con mayor descaro cuando el otro empezó a acelerar también lo que hacía. Desabrochó su pantalón y se lo bajó hasta las rodillas luego metió su mano bajo su ropa interior y siguió auto complaciéndose con rudeza, empezando a perder el control de su respiración. Era más sexy cuando se imaginaba que Damon no sabía que estaba ahí, que estaba espiándolo de manera clandestina mientras se daba placer con su sensualidad nata, ¡Es que...! Damon parecía haber sido diseñado para hacer esas cosas, era su perdición encarnada. -ahh- Jadeó evidentemente, agachando un poco la cabeza cuando una deliciosa punzada de placer se esparció en su cuerpo, recordándole la tremenda falta que le habían hecho esos encuentros, aunque por el momento no pudieran follar como quisieran...el simple hecho de darse placer mutuo, aunque sólo fuera visual, era suficiente. -eres...tan...perfecto... ¡Dam!...teh amo...- Empezó a delirar como solía ocurrirle cuando la excitación se le subía a la cabeza, aunque jamás decía cosas inciertas, era verdad que el peliazul lo tenía desquiciado por él.

 

Le siguió con la mirada y se sonrojó al ver el buen lugar que había elegido para seguirlo observando, mientras fuera Alec quien lo hacía no se avergonzaba tanto en realidad, pues la verdad era ya como una parte de él por lo que estaba acostumbrado, claro que no por eso era un sinvergüenza -¡Ngh-ahh!- Gimió audible y agudo cuando le escuchó y comenzó a presionar con rapidez sin sacar mucho los dedos de su interior una y otra vez, abrió bien las piernas para que el otro pudiera ver lo que hacía y plantó bien los pies en la cama, jadeaba y respiraba agitado mientras seguía con aquello, era una locura pero sabiendo que el otro le observaba si mantenía un ritmo muy rápido se correría sin demora por lo que de vez en vez movía más lentos sus dedos presionando ese punto que le causaba una excitación que recorría su vientre como un bálsamo, su miembro dio un respingo endureciéndose hasta dolerle cuando escuchó ese sonido morboso y cómo lo disfrutaba, tembló mientras una febril locura se apoderaba de él, dobló la muñeca un poco, hacia adelante para frotar un poco su miembro y poder darse ese gusto, después siguió presionando mientras melodiosos gorjeos abandonaban sus labios, temblaba cada que presionaba de más ese punto y parecía que la fuerza de las piernas se le iba cada que punzadas más intensas de placer inundaban su cuerpo, en cuanto escuchó los delirios de Alec se retorció de nuevo presionando con fuerza sin sacar los dedos sólo aplicando presión seguida una y otra vez hasta que se corrió violentamente mojando su vientre con su semilla. -¡Ahh! ¡Alec!- Gimió fuerte y después gemiditos más breves acompañaron sus violentas respiraciones. -mh...ngh...-

 

-¡AH!...¡Damon!- Tiró la cabeza hacia atrás movido por su placer, que empezó a esparcirse con mayor velocidad en su cuerpo cuando lo vio pretendiendo lucir más sexy ante él, empezando a hacer aquello más a conciencia, con las piernas más abiertas, dejando que sus dedos se quedaran dentro suyo y sólo moviéndolos levemente para seguir presionando en ese punto en el que disfrutaba con tal plenitud. Hacía mucho que no había tenido que masturbarse gracias a que estaba con Damon y ya no hacía falta. Pero ese momento le recordó a esas épocas en las que solamente podía fantasear con tenerlo, y cuando ya estaba demasiado ebrio o drogado, lograba alucinar que estaba con él y entonces podía llegar más rápido a su orgasmo. Escuchando sus gemidos y como lo llamaba, su líquido pre seminal se derramó sobre su propia mano, estremeciéndolo completamente, luego vio como el menor se corría y seguía gimoteando complacido...eso hubiera disparado la excitación de cualquiera. Un rico espasmo de placer punzó en su glande, y luego recorrió toda su columna vertebral. -Ahh síh...síh... ¡Dam!...- Gimió al borde de correrse, pero no quería hacerlo todavía, quería seguirlo mirando así. Aunque sólo estuviera masturbándose, eso se sentía demasiado bien, por un instante podía disfrutar de su mejor droga que era estar sexualmente con Damon, de la forma que fuera, últimamente, gracias a todo lo que pasaba, habían tenido la oportunidad de experimentar variaciones e innovar sus encuentros.

 

Sacó los dedos de su interior y se incorporó sentándose para mirarlo mejor, pintando una sonrisa, se le ocurrieron muchas cosas para ayudarlo pero finalmente no pudo resistirlo, ya sabía que no podía recargarse del todo sobre él así que intentaría tener mucho cuidado, se puso sobre él y le besó el maxilar después el cuello y le acarició apartando su mano para que fuera la suya la que lo masturbara, sí, esa mano que tenía llena de vaselina, comenzó con un movimiento frenético que le facilitaba aquella cosa en su mano, le robó un beso que demandaba profundidad cuando supo que iba a correrse y lo guió dentro suyo sentándose sobre esa dura erección para recibir aquella semilla como el otro realmente quería, y él mismo deseaba, entró con tal facilidad que se arqueó abrazándose a él sensualmente, cuidando no lastimar el brazo ajeno, claro, una cosa era querer hacerlo gozar y otra muy diferente no fijarse en lo que estaba haciendo, incluso estaba sosteniendo su peso sobre sus propias piernas para no lastimar la pierna ajena, tal vez su teoría mental de nacer para Murdoc no estaba tan descabellada...

 

-¡Ahh! D...Damon...- Trató de impedirle que lo masturbara así, pues estaba tan al límite que sabía que no lo resistiría. Pero lo hizo, soportó esas caricias mientras le correspondía ese beso con un hambre increíblemente feroz por su pequeña boca. Había estado anhelando tanto el poder besarlo, que lo hizo perder la razón en cuanto tocó sus labios. Sostuvo su rostro con la mano buena, con fuerza, mientras continuaba besándolo con ansiedad incontrolable, mordisqueando sus labios con deleite infinito...Pero una vez que terminó en su interior tan inesperadamente, ya no pudo contenerse y se corrió exquisitamente dentro de él. Rompió el beso de repente y se ocultó contra en su fino cuello blanco, mordiéndolo con tanta fuerza que le clavó esos sensuales colmillos -¡¡NGHH!!...- Luego se separó poco a poco de su piel y dejó caer la cabeza en su hombro mientras jadeaba, recuperándose. Vio unos hilillos de sangre correr por su piel, desde las pequeñas heridas y se acercó a lamerlos, degustando ese curioso sabor metálico. Luego lo miró fijamente a los ojos -Te amo...- Musitó contra sus labios antes de reírse levemente con ironía, a veces olvidaba la suerte que tenía. Luego volvió a besarlo, profundizando lentamente ese contacto.

 

Jadeó profundo cuando le mordió así, eso le excitaba muchísimo por lo que tembló mientras se arqueaba dejando escuchar un par de gemidos ahogados -¡Hah!... ¡Mgh-NAHH! ¡Ah!- Tembló lleno de placer, el sentir su semilla derramándose en su interior fue todavía más excitante y derramó líquido pre seminal contra el torso ajeno sin siquiera poder controlarlo, ahora estaba tan duro de nuevo, era imposible. Respiró agitado pintando una sonrisa y depositó un beso en la sien de Alec mientras lamía su hombro.

 

Al escuchar esas palabras bajó la mirada sonrojándose ligeramente -Y sabes perfectamente que yo a ti... te amo tanto...- Le musitó bajo besando su oído y después depositando un casto beso sobre sus labios -Me encantas...- Dijo finalmente mientras le miraba a los ojos, después le empujó contra la cama para que se acostara y se recargó contra su torso mientras le besaba el mentón.

 

-Sólo relájate- Le indicó divertido, y entonces pensó que era increíble que no tuviera que darle explicaciones a ese hombre que amaba, que no importa lo mal que se sintiera en vez de preguntar lo que le pasaba intentaba ayudar comportándose bien para él, lo amaba tanto.

 

Comenzó a besar su cuello y después se detuvo a dejar una marquita en su clavícula, siguió bajando por la línea que marcaban sus pectorales, la siguió incluso sobre su vientre y dejó que su aliento cálido rozara en su ombligo, rozó con sus dedos la hombría ajena mientras se incorporaba a dejar una marca más en su cuello y pegaba su erección al miembro ajeno para comenzar a frotar ambas -¡Mghh! Necesito... correrme de nuevo... espero que no… te moleste...- Bromeó con él entre su agitada respiración dejando escuchar una risita -No, claro que no te molesta...- Comentó finalmente -Eres un pervertido... ¿Crees que no me di cuenta de cómo me mirabas el trasero en el concierto? Siempre tan discreto...- No dejaba de frotar lentamente con su nívea mano las dos hombrías, ya podía sentir cómo recuperaba su erección el otro.

 

Cuando lo miró así a los ojos y le dijo que le encantaba, un leve rubor asomó a sus mejillas de forma adorable, luego se alarmó un poco cuando lo empujó, la pierna le punzó en señal de advertencia -¡Eh...! Espeh-ra...- Aún así se dejó hacer, pues su excitación era mucho mayor que lo que preocupaba lastimarse. Cuando cerró los ojos y se concentró en las sensaciones, le pareció como si hubiera tenido una eternidad que no sentía su piel sobre la suya, sus caricias delicadas y dulces...solamente con él disfrutaba que lo tratara así, porque esa era su forma de amarlo. -nhhh...- Ronroneó un gemido forzado, medio arqueándose cuando su aliento rozó su miembro, otra vez la excitación punzó en su estómago volviendo a sumergirlo en ese placer que nublaba todos sus sentidos. -Ohh...¡noh!...creo queh...no me molesta- Le siguió el juego con una leve risa, era frustrante estar imposibilitado en ese momento, quería moverse aunque el menor no lo dejaba extrañar demasiado ello, la manera en la que estaba acariciando ambas erecciones le sacaba leves suspiros -¡nh!...eso...no es cierto...tú...me levantas falsos...- Se rió con la voz entrecortada -Ven...- Medio se incorporó estirando la mano buena para acariciarle la cara y cuando se acercó a él lo besó profundamente, acariciando su cadera y su espalda muy lentamente. Con cuidado, le separó más las piernas al menor para que se acomodara mejor encima de él, tratando de modular su respiración forzada por las sensaciones electrizantes de su erección casi completa, rozándose directamente con la del peliazul -mnhh...ahh...Dam...- Empezó a agitarse más su respiración cuando aquel beso empezó a tornarse más intenso entre ambos, ahora él también necesitaba correrse.

 

No se daría cuenta de sus actos seguro hasta después de toda esa locura, incluso cuando el otro le pidió que esperara no podía hacerlo, eso no podía oírlo -Loh siento... no puedo esperar...- Contestó perdido cuando le atrajo así, se le perdió la mirada en el otro y le pintó una sonrisa que se borró en aquel contacto, se movió en cuanto los toques ajenos le indicaron lo que debía hacer y pudo acomodarse mejor sobre él, cuando se separaron a recuperar el aliento 2D volvió a mirarle perdido en todo lo que miraba del otro -¡AHH!...- Jadeó cuando percibió su agitación y comenzó a frotarse contra él moviendo sus caderas rápido mientras no dejaba de mover aquella mano intrusa en ambas erecciones, no pudo contestar, ya no pudo hablar, sólo respiraba agitado y de vez en cuando arrebataba besos voraces de la boca ajena, lo adoraba tanto... -Teh...amo... ¡Alec!...¡Gnh!- Pegó su frente contra el hombro bueno del bajista, depositó un breve beso justo allí, no podía dejar de moverse sobre éste arqueando su espalda contra él una y otra vez volviendo hipnótica su delgada figura, era un frenesí que le impulsaba a seguir como si estuviera desquiciado y gracias a la vaselina ambas erecciones se frotaban sin problemas, aquella sensación era aún mucho más excitante -¡Mngh!... voy a... corrermeh...- Le gimió audible, sabía que los otros dos no estaban en casa, pues no había ningún otro ruido más que el eco de lo que hacían.

 

-¡Ahh síh!...Damon...córrete...- Su mano se deslizó más abajo de su cadera y más abajo...hasta que alcanzó una de sus piernas y la jaló más arriba para que las caderas del menor quedaran más expuestas. Luego su mano se fue hacia su trasero y siguió acariciándolo salvajemente, apretujándolo y medio enterrándole las uñas en medio de ese vaivén desesperado que 2D mantenía con sus caderas. Luego con dos de sus dedos empezó a tantear furtivamente su entrada y su perineo, delineándolos con precisión para darle más placer todavía. Cuando empezó a mordisquear otra vez su boca, era porque ya estaba llegando al borde de su clímax por segunda ocasión consecutiva. Ahora le costaba más trabajo retener el aliento para poder seguir correspondiéndole en ese beso que cada vez era más frenético y violento. De pronto esos dedos que jugaban a deslizarse por ese surco en su cuerpo, terminaron hundiéndose dentro de él, haciéndolo a él mismo derramar algo de su líquido pre seminal, pues gracias a su propia semilla que antes recibió el peliazul...pudo llegar muy fácilmente a rozar ese punto dentro de él, ese que lo ponía a alucinar -¡AH!...- Un rico estremecimiento lo sacudió de los pies a la cabeza. Respirando de forma más agonizante, tratando de retrasar todo lo posible su orgasmo, para poder prolongar el placer que estaba compartiendo con el peliazul, empezó a meter y sacar sus dedos a un ritmo opuesto al que Damon estaba llevando con sus caderas, así, el mismo apoyaba a penetrarse más profundamente cada vez que balanceaba hacia atrás su cadera. -¡mnfhhh! ahhh... ¡nghh...!- De repente se tensó, una oleada de calor invadió todo su cuerpo lentamente, sabía que iba a venirse en cualquier momento.

 

-¡Ngh-ahh!- Besó su cuello y lo mordió esforzándose por marcar sus dientes allí, ahora la marca era de centro morado con líneas rojizas de sus dientes al rededor, por lo menos se entretendría en algo más el otro que estar maldiciendo por lo que le había pasado, jadeó hondo cuando sintió aquella mano traviesa deslizarse por su cuerpo, y cuando el par de dedos pasaron por ese punto erógeno se estremeció arrebatándole un contacto húmedo que apenas duró debido a su falta de aliento. Pero aún así dejó que el otro hiciera lo que quisiera con sus labios, después de todo le pertenecían, cuando sus dedos avanzaron para penetrarle aceleró su mano que masturbaba ambas erecciones haciendo que su vaivén fuera más forzado y estrepitoso, la velocidad que llevó fue al límite para correrse, líquido pre seminal escapó mientras su paredes se contraían presionando aquellos intrusos -Ohh esperah... ¡AHH! ¡Ah-lec! mnh...- Sostuvo aquel ritmo hipnótico con sus caderas disfrutando de cómo rozaba con tanta facilidad ese punto en su interior que lo ponía loco de placer, sólo un poco más y ya no podría resistirlo, ese sonido morboso que provocaba la humedad en su interior y tal sensación bastaron para que en un par de movimientos temblara tensando sus caderas hacia adelante sin poder moverse más, corriéndose violenta y abundantemente sobre el miembro y vientre ajeno -¡MGH!... ¡nahh!... ahh ¡síh!... nnh...- Sus gemidos que al principio de su orgasmo fueron muy audibles fueron aminorándose hasta ser una especia de ronroneos, balanceó sus caderas lentamente sobre las ajenas después de eso y le besó intensamente sin dejar de masturbarlo lento, al parecer se había detenido en un momento poco indicado por lo que para lograr que también se corriera tan intensamente sin dejar de mover su mano bajó por su cuerpo hasta hincarse en el piso junto a la cama y se llevó aquella erección a la boca succionando la extensión entera y después chupó el glande con un sonidito obsceno cada que regresaba a chupar y succionar la punta del miembro ajeno masturbándolo con ambas manos, succionó uno de los testículos ajenos como si fuera un postre delicado y se paseó con la lengua hasta la punta a recibir la semilla ajena esforzándose por beberla toda, lamentablemente por su agitada respiración nunca lo lograba y siempre terminaba con residuos en sus labios. Era un total pervertido, estaba muy cansado ahora, pero debía ayudar a Alec para que se acostara debidamente en la cama por lo que hizo un esfuerzo y se levantó trastabillando un poco, rayos, le dolían los muslos como si hubiera hecho miles de sentadillas pero probablemente lo que habían hecho para él equivalía a algo parecido. -¿Estás bien?...- Le preguntó al fin sonrojándose al mirarlo, le gustaba mucho ese hombre, era tan apuesto y ahora que estaba así de vulnerable por alguna enferma razón lo excitaba más, obviamente eso tampoco lo comentaría ahora pero ese último orgasmo había sido glorioso y aún lo tenía atontado.

 

Alec volvió a sentir que lo recorría de arriba a abajo otro de esos ricos espasmos placenteros, cuando sintió por fin que el menor se corría, mojando su vientre, su propio miembro que dio un respingo más, mareándolo...luego todo fue quietud, mientras escuchaba los suaves ronroneos de Dam, gozando de su orgasmo. Le correspondió ese beso con la misma lentitud mientras lograba recobrar un poco el aliento y hacer a un lado momentáneamente ese abrumador deseo que tenía de correrse...aunque no le duró mucho esa pausa, pues el peliazul volvió a descender por su cuerpo y el bajista pudo adivinar justo lo que haría -¡NH! ¡n-no! Da...mon...me...voy a correr...- Quiso prevenirlo a él, a si mismo...en cuanto esa humedad tibia de su boca, tan endemoniadamente sexy; recibió su dura erección. Luchó contra sí mismo por dominarse, es que le gustaba tanto como lo hacía -Ohh síh...qué talento...ahhh... ¡Mmhm!- Deliraba con la respiración descontrolada y medio se retorcía. Luego de que el vocalista empezó a jugar con sus testículos ya no pudo aguantar más y se vino en su boca, completamente, de forma tan extraordinaria. Luego se esforzó en incorporarse a medias para poder contemplar al tecladista tratando de beberse toda esa abundante semilla, que escurrió por la comisura de sus labios, haciendo vibrar su cuerpo entero con esa escena. Se relamió los labios, encantado mirándolo con amplia satisfacción mientras sostenía una maliciosa sonrisa en sus labios. Luego, al fin dejó caer su cabeza en las almohadas, jadeando, recordando que tenía que respirar, bueno, o al menos intentarlo. Entreabrió los ojos al escuchar a Damon preguntarle eso y otra vez le sonrió poco a poco -Es...lo más seguro- Le dijo desvergonzado antes de reírse ligeramente -Ah...- Suspiró -no hables y estate quieto un momento...- Lo jaló para que se acostara a su lado y volvió a cerrar los ojos, tratando de disfrutar con plenitud ese sopor inmenso de su clímax. Su brazo enyesado e inmovilizado, descansaba tirado encima de su pecho mientras el otro estaba rodeando la fina cintura del menor. Respiraba lentamente con el fleco desordenado en su frente, pero ello le hacía lucir atractivo, también esos colmillos que siempre asomaban entre sus labios. Había una luz muy tenue en la habitación, como en un tono naranja, que favorecía al tono de su piel morena; la hacía lucir dorada, en esa imagen de su perfil a contra luz.

 

Se abrazó a él cuando lo atrajo y le miró con preocupación -¿Seguro que estás bien?... si no lo estuvieras me sentiría muy mal... yo sé que fue egoísta de mi parte empezar sin ti pero... lo necesitaba- Le musitó desviando la mirada mientras se sonrojaba -Pero la verdad es que me vuelves loco- Le confesó después buscando sus labios mientras acariciaba el torso ajeno con una de sus manos, el contacto fue poco profundo pero con toda la intensión de que el otro saboreara su propia semilla que aún quedaba en sus labios -Te amo...- Repitió de nuevo, lo mejor de todo es que no sólo lo decía sino que lo demostraba día con día, ya sea de esa manera o si no se podía algo así con otras múltiples acciones. Frotó su cabecita contra el hombro ajeno y miró fijamente la pared por un momento. Tenía mucha hambre ahora que lo recordaba, se sentó en la cama con cierto pesar y se puso la ropa interior -Alec, me muero de hambre así que iré por algo de comida ¿vale? no tardo- Se asomó para asegurarse de que no había nadie en casa y bajó así a robar comida china, le habían dejado un par de cajas por lo que las tomó todas y lo puso todo en un gran recipiente, se llevó un tenedor y una botella de jugo, subió las escaleras sufriendo un poco ya que tenía adoloridas las piernas pero finalmente logró subir los dos pisos para abrir la habitación y sentarse a comer en ese gran recipiente la comida china que había revuelto allí, se le veía chistoso comiendo tanto ya que generalmente no comía casi nada. Al tomar un espacio volteó a mirarlo y le sonrió divertido por su expresión -¿Pasa algo?...- Le preguntó con tono bromista.

 

-jaja...hay Dam...- Lo hizo reír como se disculpaba hasta por masturbarse en su ausencia -eres tan idiota...- era su modo cariñoso de hablarle. Después lo besó sin problemas, disfrutando plenamente del sabor que ahora tenía su boca, le ponía muchísimo que hiciera esas cosas y lo peor era que el peliazul lo sabía. Luego lo vio incorporarse -Claro...- Le dijo solamente mientras lo observaba escaparse al comedor -Dejemos al estúpido inválido ahí tirado...- Masculló con sarcasmo, refunfuñando. Luego empezó a luchar por incorporarse hasta que lo logró, pese a lo atontado que estaba y lo mucho que le dolía el abdomen, a ese paso desarrollaría esos cuadritos presuntuosos en esa zona; pues ahora solamente con el estómago podía hacer fuerza para sentarse, levantarse, acostarse, ¡hasta para caminar!. Se acomodó mejor contra las almohadas y empezó a rebuscar en el cajón hasta que encontró un porro de esa marihuana que lo relajaba -Pff espero no quedarme dormido...-

 

Lo encendió silenciosamente, hasta que el humo empezó a flotar por la habitación.

 

Luego cerró los ojos, toodos los sucesos horribles del día seguían rondándolo, así que ya sólo quería olvidarse de todo...esa cosa era efectiva para eso, lo ponía optimista...realmente no había sido una presentación tan asquerosa, el desenlace si lo fue, pero antes estuvieron bárbaros; todas esas zorras fanáticas habían mojado sus bragas cuando escucharon el nuevo sencillo...aunque no pudieron oírlo completo, vaya que sufrieron de multi-orgasmos...más aún cuando pudieron ponerle las manos encima a SU 2D -Perras...- Gruñó estrujando su cigarro en la mano. En ese momento regresó el menor y empezó a atragantarse como si no hubiera un mañana a su lado. -¿Hambriento no? Sólo no te excedas...ya estás gordo- Bromeó con él picando su costilla que se asomaba sobre su cadera de lo flaco que estaba. Sonrió entonces como un tonto, burlón, se ponía algo malvado cuando se drogaba, pero no era más que odioso e inmaduro, ya no hacía más daño a nadie y eso ya era un progreso.

 

Al escucharlo bajó las cejas y se miró seriamente -¿Lo crees? Tal vez es verdad...- Comentó realmente reconsiderándolo -Hace un mes flotaba y ahora creo que ya no floto tanto- Comentó seriamente mientras acomodaba su comida en el centro del plato para seguir comiendo, después miró el cigarro que traía al incorporarse a tomar jugo -Vuelve a tocar mis porros y voy a morder a “tus hijos”...- Le "amenazó" en un tono serio ampliando una sonrisa, unos bocados más y terminó con el gran tazón dejándolo en una orilla para dedicarse a tomar el jugo daba un par de tragos largos y luego respiraba agitado -Estúpido concierto... no debí presentarme- Comentó al final desviando la mirada -¿Sabes qué es lo peor?... Que pensé que todo iría bien- Comentó serio para levantarse con una expresión seria -¿Te vas a bañar?...- Le preguntó dando unos tragos más y terminándoselo, lo lanzó a la basura con una bonita puntería y esperó su respuesta mientras se quitaba de nuevo la ropa interior y tomaba toda la ropa sucia del piso para lanzarla al cesto o Noodle lo mataría, incluso le quitó el pantalón que colgaba de los tobillos del otro para ponerlo donde iba también. -Anda, ya, vamos a bañarnos que me restan unas cuantas horas para revolcarme en mi miseria- Le dijo divertido y entonces tuvo un recuerdo, solía decirle eso a Paula cuando no quería regresar a la cama con él para dormir... su rostro le vino a la cabeza y tuvo que darle la espalda al otro fingiendo que buscaba sus sandalias, sentía como si tuviera muy poco de haberla visto, lamentablemente no sabía porqué... -¿Listo?- Le preguntó mientras evitaba su mirada, de repente todo se había hecho interesantísimo.

 

-Bromeo, torpe...si enflacas más ya no sabré dónde estás...además, así te ves bueno...- Completó aunque sus ojos lo miraron atemorizado cuando lo amenazó -Qué bueno que no tengo...- Volvió a juguetear como bobo, riéndose simplón, pero de alguna forma, también se ponía lindo cuando hacía sus bromas de mal gusto que nada más a él le divertían. Aunque después, también se puso serio mientras lo escuchaba sacar otra vez del tema que le hacía doler la cabeza. -Yo...estúpidamente también, lo creí...pero a la mierda ya- Le musitó entornando los ojos con molestia, aunque luego empezó con eso de querer bañarlo; si de por sí antes, cuando podía hacerlo por sí mismo, lo odiaba...ahora menos le gustaba la idea. -Pues... ¿Es muy necesario? digo...igual y otro par de días...- Pero si se dio cuenta de que estaba raro -¿Qué te pasa, tonto?- Le preguntó mientras seguía fumando. Finalmente se terminó el cigarro y dejó a la colilla extinguirse mientras lo observaba, estaba raro, y no era sólo lo del concierto, escondía algo más, pero por el momento no lo abrumaría demasiado. Su cabeza parecía estar estable otra vez, por el momento...así que no quería echar a perder eso tan rápido.

 

-Nada, yo... no lo sé, creo que estoy jodido de la cabeza es todo- Contestó serio para después mirarlo -¿Entonces no? Pero recuerda que ya no regreso después y mucho menos habrá diversión querido~- Le dijo lo más amable posible mientras sacaba su toalla del armario y caminaba a la puerta del baño -Hablo en serio... ohh o puedo pedirle a Russ que te ayude con eso- Le dijo pintando una sonrisa divertida intentando ignorar sus tonterías por ahora.

 

-Ah...menos mal- Contestó con sarcasmo, se hubiera cruzado de brazos de haber podido, no le gustaba esa actitud en él -¿Por qué ya no vas a regresar?...sé que sabes que no puedes resistirte a mí...- Dijo de modo juguetón, reluciendo su narcisismo. Pero entonces, otra vez lo miró con temor silencioso, ya sabía que sí era capaz ese negro de obedecerle a Dam -¡Bueno! calma...no tienes que irte al extremo, creí que me amabas, no que quisieras dejarme solo en el baño con...Russel...- Tragó en seco y ahora sí que tuvo miedo, lo malo de tener esa imaginación vívida, era cuando le pasaban ese tipo de tragedias -nndhh iaghh!- Se estremeció entero sacudiendo la cabeza. En un descuido de Damon, había alcanzado la muleta -El último es un inválido miserable...- Le dijo mientras lo rebasaba cojeando hacia el baño.

 

-Muy bien- Contestó divertido mientras se reía melodiosamente y cerraba la puerta.

Le ayudó en todo tan cooperativo que era adorable, ni siquiera se quejó cuando el otro aprovechaba para tocarlo de más o cuando le decía sus cosas por olvidar cosas. Pero le daba igual, había sido útil y ahora que ya le había puesto el pantalón del pijama podría restregarse en él como gato hasta dormir, le ayudó a recostarse y se acostó a su lado sólo en ropa interior para proceder a molestarlo un poco, besó su cuello y su oído en contactos chiquitos disfrutando de su aroma a jabón y después se recargó en su hombro para dormir -Si necesitas algo háblame ¿vale?...- Alcanzó a musitarle ya bizqueando de sueño y finalmente se dejó vencer por él aferrándose al cuerpo ajeno.

 

Quizá al día siguiente se divirtiera más que ahora con el estado de Alec, tal vez era malo al pensarlo pero era lo más divertido que había sucedido últimamente.

 

-Sí, sí, sí...-Le dijo flojamente para que ya se callara. Había sido una odisea interesante eso del baño, que tuviera que ayudarlo tan seguido, no lo tenía muy conforme, pero era lo que había y no le quedaba más remedio que resignarse a su realidad. -Demonios...- Musitó perdiendo la mirada en el techo. Le costó mucho trabajo conciliar el sueño, odiaba estar así, simplemente estaba incómodo y ahora que se le estaba pasando el efecto de la droga, se veía obligado a pensar en todo lo que evitaba analizar siempre. Odiaba esa sensación de impotencia, le parecía que por mucho que amara a Damon, la mayoría de las veces no lograba protegerlo, sin embargo él volvía una y otra vez a su lado, era tan tonto...a veces de verdad se ponía a analizar por qué era que se quedaba, que regresaba... Lo miró por un largo rato, su cuerpo finito, esbelto, blanco... Acarició su pelo en silencio -Lo siento Dam...siento no ser lo que necesitas...- Le murmuró en medio del silencio de esas penumbras a medias. Luego no supo en qué momento lo sorprendió el sueño, pero se quedó dormido aferrando su cuerpo pequeñito contra el suyo.

 

Damon a decir verdad durmió a pierna suelta la mayoría de la noche, pero en la madrugada escuchó que algo se había caído y pensando que había sido alguna cosa de Alec abrió los ojos pero el otro dormía tan profundamente como él, desvió la mirada a la puerta y con cuidado se levantó de la cama, entonces vio a Noodle salir de su habitación mientras se ponía la chamarra de cuero y… ¿Esa era su ropa? Vaya, se le veía tal y como un niño muy delgado, sí, parecido a él. Se le hizo muy raro pero prefirió no decir nada y volver a la cama ya que moría de sueño, tal vez al día siguiente les comentara algo ¿Estaría saliendo con el doctor? Ella y Simon parecían platicar muy seguido últimamente…

 

Noodle iba corriendo escaleras abajo, se había quedado dormida y la carrera era en 10 minutos ¿De dónde creían que sacaba dinero para pagar todo lo que gastaban para vivir? ¿De sus regalías inexistentes últimamente? Apenas habían vuelto a presentarse en un lugar público y la cosa no había salido muy bien, a pesar de recibir la paga la habían recibido apenas y lo de Dam y lo de Muddy y los gastos de la casa, bueno eran demasiado dinero porque finalmente haciendo sus cálculos salía mejor comprar ese lugarcito que rentarlo, pero eso por supuesto no lo había hablado con ellos para no presionarlos, ahora debía ganar esa carrera para traer más dinero a su cuenta bancaria. Subió a su motocicleta poniéndose el casco y conduciendo con su locura habitual llegó a la cuadra cercana de casa donde era la carrera. Lanzó unos billetes enrollados al organizador para pagar su participación y se formó en su posición.

 

Esa noche había mucha gente y muchos motociclistas fanáticos de alguno de los corredores, algunos iban a presumir su motocicleta con arreglos vistosos y motores de ensueño pero ella sencillamente quería ganar. Había muchas luces de neón por el lugar, alumbrado de cortesía de las motocicletas y los autos que allí esperaban por si venía la policía, ese ambiente le gustaba, le recordaba a Tokio en la noche, cuando estuvo allí investigando sus orígenes tuvo que hacer muchas cosas para vivir, entre ellas aprender el negocio de las carreras, las motocicletas eran mucho más peligrosas que los autos pero más baratas en todo y algo fácil para alguien de abundancia de neuronas.

 

-Neko, no me jodas te tardaste muchísimo, pensamos que no llegarías hoy amigo- Le dijo a Noodle uno de los corredores levantándose el casco un poco para poder verla. Sí, se hacía pasar por chico para ahorrarse bromas estúpidas, proposiciones incómodas y sobre todo para proteger bien su identidad.

 

Noodle se limitó a hacerle una seña con la mano de que se calmara y volvió la vista al camino, no tenía mucho desde su regreso pero se había hecho bien “conocido” por ser un buen corredor, con un modificador de voz en el casco y pretendiendo no hablar mucho se había hecho la identidad del corredor japonés “Neko” y a decir verdad era mucho más genial que creyeran que era un chico ya que para los hombres la cosa era mucho más sencillo en todo, incluso en relaciones personales.

 

-¡Corredores listos!- Gritó una chica de curvas envidiables que se paró en medio de las motocicletas, le guiñó el ojo a Noodle y esta sonrió debajo del casco muy divertida, al parecer “Neko” era atractivo entre las chicas. -3, 2…1… ¡Fuera!-

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Como siempre, los rumores sobre carreras se corrían como pan caliente en el barrio donde Hannibal y su grupo, solían vagar. Sí, el hermano de Murdoc era adicto a las apuestas cuando se trataba de carreras ilegales en motocicletas. Pero ya ni siquiera se preocupaba por apartar su lugar o por anunciarse: él siempre estaba invitado, pues ya llevaba 6 carreras invicto; lo cual hería el orgullo de los corredores más pretenciosos y por ello, nadie encendía motores hasta que él llegaba a la línea.

 

Así fue también esa noche, llegó casi a la par con "Neko", pero obviamente le hicieron muchas más ovaciones y alabanzas que al oriental. Se abrió camino entre el gentío, todo presumido, haciendo rugir ferozmente los múltiples caballos de fuerza de su máquina. Era una Harley clásica que por poco y podía volar, estaba modificada hasta los tornillos. Levantó la llanta delantera en medio de una estela de humo blanco y los gritos fascinados de sus fans. Así llegó justo hasta la línea y se estacionó con un derrape perfecto. Escogió su puesto junto al nuevo corredor, últimamente todos murmuraban que era bueno, pero él no había corrido contra él y no había nada que le emocionara más que eso.

 

Se levantó el casco y saludó a la multitud. Sus amigos se fueron hacia él para desearle suerte. La chica gótica con la que siempre se le veía, se le colgó al cuello mientras Gee le masajeaba los hombros y le murmuraba consejos de concentración máxima, como si se tratara de un entrenador de box.

 

-Oigan, ¡Tranquilos! Esta carrera no tiene que ser diferente a las otras... ¿O sí?... ¿Tú qué opinas, viejo? ¡Hey!- Le empezó a hablar a "Neko", quitándose de encima a la chica y a su amigo, porque ya estaba por iniciar el conteo de salida. Se bajó el casco nuevamente y sólo se veían sus labios hablándole, tenía una enorme sonrisa rebosante de auto-confianza.

 

-Mucho gusto...espero que cómo enfrentar la derrota...aunque eres un crío nada más...aprenderás de esto- Le recomendó mientras el ruidoso motor de su máquina opacaba su voz, hablando por él.

 

Fijó los ojos en el camino, todo lo demás desapareció a su alrededor. Esos ojos negros, sólo miraban con intenso desafío a la mujer en el camino y en cuanto sus brazos bajaron, salió como una ráfaga, a una velocidad impresionante, que rebasó por mucho al resto de los competidores. El corazón le latía en las sienes mientras el camino pasaba por sus lados como un difuso manchón de colores que corría como en velocidad cósmica. Era esa concentración envidiable lo que lo hacía destacar tanto entre los corredores. Se transformaba en un robot que no tenía ningún otro propósito ni objetivo a parte de ganar, a toda costa, sin piedad ni miramientos...tenía talento pero no hubiera contado jamás con que alguien más ahí también lo tenía...y de gran manera.

 

Neko comenzó a hacer ruido con el motor a las palabras de la chica y al decir fuera si había un cerebro entrenado para ser robotizado ese era el suyo, y funcionaba mucho mejor que el de cualquiera cuando se trataba de fijar metas. Salió disparado el pequeño hombre delgadito aferrado a la motocicleta, de repente una ráfaga más o menos a su altura hacía ruido detrás, se fijó en el retrovisor y sonrió, al fin un competidor decente, no había tenido ninguno desde su llegada. Jugó un poco y se puso a su altura mientras daban una violenta vuelta que manejó con elegancia, a como lo hacía parecía lo más sencillo del mundo pero muchos competidores quedaban fuera en tal curva, aquel sujeto a como lo escuchaba lo había manejado bien, no volvió a mirarlo, cosas difusas de diluían a su alrededor, pero no tenían la mayor importancia. Aquel hizo muy buen esfuerzo pero ella siempre había estado al frente, cruzó la meta sin problemas y dio una vuelta con drift de festejo, se detuvo junto a las chicas y las tomó de la cintura para presionar un botón en la motocicleta que les tomó una fotografía -Es obvio el resultado, ahora... el dinero onegai- Les pidió a las chicas que se rieron ante su acento japonés, era obvio que lo fingía para cubrirse aún más con ello. Le pagaron las chicas y guardó el dinero en el bolsillo de su gruesa chamarra de cuero tranquilamente, afortunadamente su pueblo era famoso por su seriedad inmutable así que no tenía por qué dar explicaciones de lo seco que se comportaba.

 

Hannibal se bajó todo agresivo de la moto, la estacionó como un segundo después de la suya, pero la pateó al piso enojado. Luego igual se arrancó el casco y lo aventó contra la máquina.

 

Había sido una carrera muy reñida, pero jamás imaginó que le ganara. Iban parejos hasta que de pronto se le perdió de vista y luego, de repente salió por otro camino enfrente suyo y ya no logró rebasarlo, aunque se terminó todo el nitrógeno con el que equipó la moto que sacó unas chispas peligrosas cuando le piso a fondo el acelerador, pero no le importó más nada y la otra moto cruzó por milésimas antes que la suya -¡OYE! ¡Tú! Regresa acá, ¡Es muy pronto para festejar, enano infeliz! ¡Hiciste trampa!- Sus colegas y otros sujetos fueron a ponerse en medio de su camino cuando se fue hacia el oriental de forma muy amenazante, realmente quería bajarlo de la moto y molerlo a golpes. Estaba a nada de su rostro, aunque el otro tuviera puesto el casco, pese a que su amigo Gee y otro de los organizadores se le colgaron a los fuertes brazos para tratar de impedir que avanzara, el otro los arrastró junto con él hasta allá.

 

-¡Te saliste del camino, eso es contra las reglas!...¡¡Quiero la revancha!! Tú y yo, ¡ahora! ¡En las motos o sin ellas!- Hizo ademán de quererse quitar la chamarra arrebatando sus brazos de los pares de manos que trataban de detenerlo; pero los otros dos ya lo tenían mejor controlado, porque más gente se le metió en medio.

 

-¡Cálmate Hannibal! ¡Te ganó! Es mejor que tú, así que vete a llorar a otra parte...- Le siseó con saña un sujeto y luego lo empujó. Era otro imbécil con los que tenía pleito desde que llegó él y le quitó los primeros lugares.

 

-¡Tú no te metas pendejo o te voy a madrear a ti en su lugar!- Le espetó furioso Hannibal devolviéndole el empujón al doble de fuerza, mandándolo al piso. Se le quería ir encima pero sus amigos acabaron por jalonearlo entre todos y arrastrarlo lejos de la multitud, porque el resto de los motoneros ya estaba alborotándose también y aquello acabaría mal.

 

-¡Vámonos Hannibal! ¡Vámonos!- Le exigió Geremy (Gee), mientras que la chica, su "novia", ni se atrevió a ponérsele enfrente al furioso hombre, ya que siempre que se ponía agresivo la rechazaba.

 

-¡Esto no se va a quedar así!- Sentenció apuntando con el dedo al oriental antes de sacudirse de encima a sus camaradas con violencia y regresar a su moto. Se subió encima y ni siquiera levantó el casco. Justo antes de que arrancara Geremy alcanzó a montarse detrás para que no fuera a irse a hacer alguna pendejada imprudente por su enojo...y ya no regresara. Luego nada más se convirtió en un punto oscuro dejando detrás un largo rastro de humo blanco y el gruñido estridente de su motor.

 

-¡Oe! ¡Matte baka!...- Le dijo rápido e iba a quitarse su agarre ya que se había molestado muchísimo por cómo lo había agarrado, iba a golpearlo definitivamente, hacer que le lamiera la suela de los zapatos después y hacerlo añicos de no ser que los separaron -¡Quien te va a dejar frito soy yo si vuelves a tocarme!- Exclamó con ese tono masculino que se le escuchaba por el casco que le modulaba la voz. Pero entonces a pesar de que se impulsaba hacia adelante para que lo dejaran pasar a golpear a ese idiota creído todo pareció alborotarse más, segundos después de que ese idiota arrancó con su motocicleta sirenas comenzaron a escucharse por lo que abordó en la motocicleta -¡Arigato!- Le dijo a las chicas que sonrieron.

 

-¡Adiós Neko! Con cuidado-

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Tenía que volver a ver a ese idiota, a la madrugada siguiente era el primero esperando allí a que comenzaran las carreras, jugaba con un PSP sin mirar a nadie pasando niveles locamente mientras esperaba a que los llamaran a sus posiciones formalmente, algunas chicas se acercaban a ver lo que hacía pero al verlo tan concentrado no se atrevían a más, era tan enigmático que eso parecía ser un afrodisíaco en esas mujeres llenas se silicón, a veces se preguntaba si esa cosa se les metía en el cerebro también...

 

-Mira...es tan menudito...-

 

-¡Es un encanto!...-

 

-¿Es raro no?...-

 

-¡Es súper misterioso! Debe ser guapísimo...- Cuchicheaban dos chicas sobre "Neko", justo cuando Hannibal iba llegando.

 

-¡No es más que un pobre críajo que se cree bueno!- Las calló agresivamente, tratando de abrirse paso hacia el mencionado, seguido por Gee que se le ponía en frente para tratar de detenerlo y su "novia", Violeta era su nombre, le suplicaba que no siguiera, tratando de jalarlo hacia atrás.

 

-Me debes algo... ¡Que no se te olvide!- Le aclaró mientras se acercaban los organizadores y sus colegas a advertirle que si seguía armando alboroto, harían que se largara y ya no lo dejarían competir. Hicieron que tomara el puesto en la orilla contraria al oriental y luego, los pusieron a encender motores.

 

-¿En sus marcas?...- Preguntó la rubia curveada, mirando en turnos a Hannibal y a "Neko", sonriéndoles a ambos, pues ahora la victoria ya no la tenía precisamente asegurada el mayor de ambos.

 

-¡Listos!...¡Fuera!- En cuanto ella dijo fuera, otra vez se enajenó el moreno, ahora sí que era en serio, ¡Era personal! Era todo, le tenía que ganar y no le importaba nada más. En esa ocasión, Gee también quiso competir, pero nada más para seguirle las espaldas al moreno, porque ya lo conocía cuando se obsesionaba con ganar, era peligroso dejarlo solo.

 

Aún así, el moreno se las arregló para rebasar a todos hasta llegar a seguir muy de cerca al chico misterioso. Hizo jugadas sucias como darle un "cerrón" a uno de los corredores que le estorbaban a un lado para llegar hasta "Neko". Éste se fue de lado contra un poste y quedó fuera. Así se fueron varios más, se los quitó de encima en las curvas, derrapó para pasar entre los espacios más pequeños para ganar ventaja, ¡Hizo de todo!, hasta que otra vez lo emparejó y se le cerró con la moto.

 

-¿Me extrañaste?- Le preguntó con una amplia sonrisa al oriental, levantando la careta del casco para que lo viera. -¡Vamos a ajustar cuentas!- Le dijo mientras metía el cambio de la velocidad con una habilidad impresionante. Lo rebasó a penas por un poco, empeñado en pasarlo. Volvió a cerrarse contra su moto mientras iban llegando a un camino que estaba cada vez más estrecho, al final, sólo uno saldría, o ambos se quedarían atorados, eso dependía de quien lograra rebasar a quien antes de llegar al final del callejón.

 

Neko observó seriamente cómo iba quitando uno a uno de los pobres competidores y se preocupó, afortunadamente traía su arma en los bolsillos si intentaba atentar contra su vida no lo iba a pensar dos veces, dejó escuchar una risilla burlona cuando le habló, negó ligeramente con la cabeza -¡Enojándote no vas a ganar baka!- Le aclaró pasando sobre una piedra dentro de su camino para pasar sobre ella se impulsó para brincar alto y poder pasar ese estrecho lugar sin problemas, aceleró aún más fuerte al fin metiendo el nitrógeno que tenía para ese día en cuanto cayó al suelo de nuevo y sus llantas rechinaron en el pavimento haciendo un sonido que le hacía sentir gran adrenalina. Salió disparado a la meta de nuevo y no pudo evitar reírse mientras invitaba a esa chica, Violeta a subir a su motocicleta frenando brusco a su lado obviamente sólo para molestar, las chicas dieron un suspiro, a nadie había invitado a subir con él nunca.

De pronto salió del callejón de algún modo y se fue frente a él, en cuanto volvió a rebasarlo volvió a meter el cambio junto con el nitrógeno y estuvo a punto, a punto otra vez -¡HIJO DE PUTA!- Bramó pateando la moto otra vez, pero en cuanto lo vieron llegar, uno de sus amigos corrió hacia él -¿Dónde está Geremy, Hannibal?- Le preguntó preocupado. Entonces de inmediato se le fue el coraje, el alma, ¡Hasta el color de la cara! No podía recordar si había visto su moto, aunque obviamente la reconocía, él no lo habría sacado del camino, pero se le ocurrió que pudo haberse estrellado contra algún otro que se hubiera quedado varado -Ohhh... ¡MIERDA! ¡Mierda, mierda! ¿¡Lo dejaron correr?!- Le preguntó agresivamente a su amigo sujetándolo de la ropa y luego se subió otra vez a la moto para ir a buscarlo, aunque justo en ese momento vio a Violeta a punto de subirse a la otra moto y su mente hizo como que corto circuito.

 

-¿Hannibal?...- Le preguntó con temor su colega, al ver como se le había transformado la cara otra vez.

 

Se fue hacia la chica con seriedad rotunda y la bajó tironeándola del brazo -¡Suéltame! Tú ya no eres...- Empezó a decir con un tono burlón la muchacha mientras el mayor la alejaba de la gente para decirle muy cerca.

 

-Eres una puta zorra...- Le siseó, con un tono de odio, que heló hasta los huesos a la mujer, paralizándola -Anda, súbete con él, pero más te vale que no regreses...- La hizo dar medio vuelta y la empujó de vuelta.

 

-!Celebren!... hijos de perra- Les animó con sarcasmo, fijó su mirada negra con profundo recelo en el corredor oriental, dejando una amenaza silenciosa flotar en el aire; antes de regresar a montarse a la moto y volver en el camino. ¡Maldita sea! No debía haberlo perdido de vista, ahora sí que estaba tan cabreado...no podía ni pensar con claridad donde podría empezar a buscar.

 

No avanzó mucho, hasta que encontró la moto de su amigo tirada en la última curva pero él no estaba. Empezó a mirar a todos lados con pánico hasta que lo vio detrás de unos arbustos más atrás -¡¡Gee!!...- Corrió y lo levantó, en ese momento llegaron detrás de él, el resto de sus camaradas.

 

-Gee...hay no...- Tembloroso le dio la vuelta, pero no veía sangre por ningún lado, sólo estaba como inconsciente.

 

-Seguro que la moto se derrapó de más y lo dejó varado...-

 

-Debió golpearse en la cabeza al caer...no hay que moverlo mucho...- Los alertó uno de ellos cuando vieron a Hannibal tratando de levantarlo.

 

-¡Ya vámonos!- Alegó Hannibal cuando empezó a escuchar sirenas, no le quedó más remedio que subirse a la moto con su amigo sentado delante de él, pero de frente, lo recargó en su pecho para que no se cayera.

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El accidente no pasó a mayores, Gee no tenía más que una contusión leve cuando lo llevó a un hospital, pero eso no era lo más importante, lo que de verdad lo tenía obsesionado era ese estúpido oriental.

 

-¡Hannibal!- Le llamó la atención su amigo ojiazul al verlo perdido en el limbo al moreno.

 

-¿Eh...?...-Reaccionó Hannibal. Había pasado ya diez minutos sentado a su lado en silencio, con un vaso de té que solía estar caliente, lo había llevado para el rubio. Estaban en casa de Ger, porque les habían dicho que tenía que guardar reposo un par de días. El rubio ahora estaba acostado en su cama y el moreno había ido a verlo.

 

-¿Qué te pasa? ¿Sigues obsesionado con ese crío?- Se mofó de él el rubio mientras se estiraba para quitarle el té.

 

-Es que no entiendes Ger... ¡No fallé en nada!, no tardé ni una milésima en ningún cambio, luego el callejón... ¡Yo iba adelante!... ¡Y luego el puto nitrógeno lo accioné justo al acabar!...-

 

-Pero te pasó por delante...sí...y te bajó a Vi... ¡Ya ni siquiera te la tirabas!-

 

-Es que eso no es lo importante, tú no estás dándote cuenta...- Le alegó el moreno a su amigo ojiazul mientras éste sonreía con ironía, mirándolo casi enternecido por su empeño con el misterioso corredor -Llega así, ¡Tan altanero! Sale de la nada y luego piensa que puede adueñarse de mi gente, ¡De mi territorio! ¡Hasta de mi puta "novia"!- Hasta él mismo hizo esas comillas desconsideradas con sus dedos en el último adjetivo, pues realmente jamás la tomó en serio y todos sabían eso, que era lo más lamentable.

 

-¡Hannibal! Estás exagerando demasiado esto y lo sabes...te puedes conseguir una mejor zorra, una mejor moto... ¡Hasta puedes practicar! Hace tiempo que ya no "entrenas" para tus carreras...quizá sea eso- Agregó el ojiazul en tono cauteloso.

 

-Que no, ¡Ya te dije! No hice nada mal, más bien...hay algo muy raro en ese tipo... ¡Es que no es normal! Tengo averiguar...-

 

-Hay Han... ¿Sabes qué? ¡Haz lo que quieras! Ya no pienso oponerme...sólo recuerda que yo, no seré el maldito idiota que gaste su valioso dinero en flores y en un pedazo de roca con tu nombre...-

 

-¿Sí? ¡Pues tampoco te lo pedí! Tal vez tú también quieras subirte en la moto del criajo, ¡Anda! Deberías tratar...-

 

-¡Jajajaja! ¡Alguien está celoso!- Empezó a desbaratarse de risa su amigo.

 

-¿Es gracioso no? ¡Yo te voy a mostrar algo más divertido!- Le advirtió mientras le quitaba el té para irse encima suyo y comenzar a hacerle maldades.

 

-¡Para! ¡Para que te voy a denunciar por...violador! ¡Jajajaja! ¡¡Han, para!!-

Parecían dos niños jugando y no dejaba de decir que el oriental era un criajo.

 

Noodle necesitaba un par de piezas para la motocicleta, lamentablemente se había averiado en la caída después de la roca pero lo divertido es que había ganado aún así, apenas había arrimado a la chica con "él" en la motocicleta y todas las mujeres la envidiaban y se reían de Hannibal tanto como ella, claro estaba, su "novia" ni siquiera estaba tan buena, debería buscarse una chica mejor. En fin, fue a pedir las piezas y el idiota del taller insistió en ver la motocicleta ¿Qué diablos le pasaba? fingir no tener las piezas para verle el trasero de nuevo le daría unas patadas gratis eso era seguro, si comprobaba que la había timado con lo del número de serie incorrecto, claro. Llevaba la motocicleta muy seriamente, con su playera de baloncito de básquetbol y un pantalón blanco entubado que le iba muy bien. Llegó de nuevo al taller -Aquí estoy de nuevo- Le informó al idiota que atendía.

 

Hannibal era el que estaba a cargo del taller, casualmente, era su trabajo de medio tiempo. Pero cuando la chica llegó, estaba debajo de una moto, tirado con una camiseta sin mangas verde militar, que ya se había ensuciado de grasa...aunque eso no era inconveniente en su apariencia. Cuando se deslizó fuera tenía una llave en la mano y su pelo, que generalmente llevaba alborotado, había tomado esa forma despeinada por sí solo, pero...realmente le quedaba estar desaliñado.

 

-Sí nena...- Le dijo mientras se levantaba con esfuerzo y se limpiaba las manos en un trapo, aún no la miraba directamente hasta ese momento y se quedó pasmado observándola, con el trapo en las manos. Luego la recorrió con la mirada inconscientemente y no pudo evitar preguntar -Las piezas son... ¿Para ti?- Tuvo que tragar en seco y estirarse un poco el cuello de la camiseta, pues en verdad aquellas...piernas tan bien torneadas, la cinturita, el cabello tan negro...y esa mirada rasgada, de color verde penetrante; lo habían tomado desprevenido. Era la primera vez que una chica tan atractiva iba al taller, ¡Buscando arreglar su propia moto!... ¡y tenía que encontrarlo así!, se lamentó por dentro.

 

-Mjm, no tengo tu tiempo genio. En serio necesito las piezas- Le dijo recargándose en la pared con su seriedad habitual y al notar que le observaba así arqueó una ceja -Mira sólo necesito las piezas, no quiero tus servicios así que mueve tus pies lejos de aquí y tráeme las piezas- Le ordenó finalmente revisando su celular, pues había comenzado a sonar, era el tonto de 2D.

 

-¿Qué pasa?... ay por favor D', claro que no está muerto, toca más fuerte a su puerta seguro se durmió con los audífonos puestos el muy idiota... see ya voy para allá, contrólate. No, mira D', en serio Muddy se va a arrepentir pronto de decir eso ¿Vale? Seguro no quiso ofenderte... ahh ya, no tardo en serio, no, no llores, seguro que sí le gusta tu comida sólo que pues se siente mal, ya tranquilo, voy para allá... ¿D'?- Colgó el teléfono al fin suspirando, ese idiota de Murdoc tirando el desayuno y diciendo que no quería más basura orgánica había hecho llorar a D', lo golpearía muy fuerte. Le mandó una amenaza escrita al celular y se despeinó un poco. -Agh estos idiotas...- Se quejó al aire mirando feo al tipo, entonces al mirarlo mejor lo supo, era él, esperaba que no reconociera la motocicleta, se le heló la sangre de sólo pensarlo y le dio la espalda intentando pensar rápido.

 

Hannibal arqueó una ceja con indignación pero luego sonrió de forma felina y complacida, aparte de todo era ruda, le agradaban más así; nada que ver con el montón de zorras que le habrían lamido hasta las botas, de habérselos pedido -Como quieras princesa...- Le murmuró burlón. Luego regresó cargando las piezas. Era una grande que iba en el chasis, esa la traía sobre uno de sus hombros y bajo el otro brazo, traía unas más pequeñas en sus bolsas de plástico. -Son éstas...- Aunque, cuando vio la moto, otra vez su mente hizo esa especie de corto circuito, de inmediato su mente se transportó a la escena del callejón de nuevo y recordó haber visto los mismos dibujos estilo oriental en un costado, y la combinación de rojo y negro. Bajó las piezas al piso y caminó hacia ella

-Tú...- Sonó intrigante su tono, por un momento pareció que se había dado cuenta de la identidad de "Neko". Aunque más bien, no pensaba ponerse agresivo con esa chica que acababa de conocer y aún no averiguaba porqué tenía la moto de ese pendejo, le funcionaría más actuar con inteligencia -¿Esta moto no es tuya, verdad?...- Probó así, fingiendo demencia -Me...resulta familiar...- Fingió estar distraído agachándose para revisarla pero la realidad era todo lo contrario, estaba bastante atento a sus reacciones y respuestas.

 

La chica arqueó una ceja comprendiendo enseguida su reacción, juraba que la expresión le recordaba a... Murdoc. Qué horror, en fin, sonrió y respondió rápido -Escucha, yo sólo estoy reparando esta motocicleta, soy mecánica personal de alguien, el problema es que me quedé sin proveedor y necesito las piezas, pero obviamente me merezco un descuento por portarme tan "amable" contigo ¿no?- Le respondió ampliándole una sonrisa -¿Todos tus clientes deben contar su historia?...- Le preguntó ampliando una felina sonrisa de las que no fallaban. Había sonado tan convincente que hasta ella misma lo creyó. ¡Bien! Definitivamente era buena actriz, además se aprovechaba del embobamiento del otro por ella.

 

-Pues...no necesariamente...sólo cuando hay un muy buen relato detrás de sus máquinas...Ésta por ejemplo, se ve que es toda una fiera...-Mientras decía eso se incorporó poco a poco, disimuladamente y caminó alrededor de la chica, aunque pretendía estar admirando la moto, estaba hablando en doble sentido -¿Así que tú igual eres mecánica, no?- Ahora que lo pensaba, no sonaba tan descabellado eso que le explicó, pero... ¿Un mecánico personal? ¿Y una chica? ¿Quién era ese tipo como para tener algo así? ¿¡De dónde demonios había salido?! Definitivamente, esa mujer, era ahora su única opción de obtener respuestas que tenía por el momento, así que no debía dejar que se le escabullera. -¿Por qué? ¿Te gusta ensuciarte esas pequeñas manos?...- Empezó a desarmar la moto y parecía estar concentrado en eso, pero todavía no le quitaba la atención de encima a la joven. De repente le enseñó un cable roto de los que conducían la energía al motor. -Está haciendo corto este cable... ¿Lo habías notado? Tu ¿jefe?...pudo volar en mil pedazos con ese tanque de nitrógeno...- Probó a ver si era cierto que sabía de mecánica.

 

-Sé que es difícil de creer para tu pequeño cerebro- Le dijo mientras se llevaba las manos a la espalda con una expresión de suficiencia, arqueó una ceja al verle pasearse tan descaradamente y frunció el ceño -Oye no vine a que me cuestionaras, dame las piezas y deja de revolotear a mí al rededor, por favor- Le exigió molesta, pero al escuchar lo demás no pudo evitar sonreír -¿Estás consciente de que lo que acabas de decir es una sandez, verdad? El tanque no está de ese lado, no me jodas- Respondió mientras le tomaba del rostro y le empujaba para atrás para que se cayera -Anda ya, no vine a jugar, todavía tengo mucho trabajo. Por si no escuchaste, me esperan en casa-

 

Sonrió con suficiencia al comprobar que de verdad sabía y además, tenía un estilo único para evadirlo y mandarlo a la mierda. El moreno pensaba, que probablemente era el único hombre al que le habían atraído esas cosas de ella hasta el momento -Ou...jaja...con calma...¿Muñeca, nena? no creo que quieras que te llame así ¿Por qué no me dices tu nombre?... y está bien...te daré las piezas, pero podemos tomarlo con calma...reiniciar...¿Qué tal eso?- Se incorporó mejor ante ella y procuró tomar un porte más decente y reservado, ya le había quedado claro que le gustaba que respetaran su espacio personal. También él podía jugar al misterioso, todavía tenía la mayor parte de sus cartas bajo la manga -Me llamo Hannibal...es un inmenso, regodeante, placer...- Le tendió la mano con una sutil sonrisa ladeada, luciendo ese particular estilo atractivo que había en esos hoyuelos que se formaban en sus mejillas; además de esos dientes bien blancos, alineaditos y puntiagudos; simulaban tener filo, aunque no fuera así realmente.

-No definitivamente odiaría que me llamaras así...- Le respondió secamente y lo escuchó atenta -Haruka- Contestó seria, dándole la mano manteniendo distancia pues ya se sabía los trucos tontos de los hombres, si intentaba alguna estupidez iba a golpearlo muy fuerte. Pero algo en su sonrisa rompió su coraza de hierro, algo que no pudo ignorar, algo que la embobo, se pasmó por un momento mirándolo sería con el ojo que se había dejado libre del fleco con un pasador, se notaban claras sus orbes verdes sólo con eso. Al soltarlo desvió la mirada algo avergonzada de sus propias reacciones. -Hannibal... no olvidaré tu nombre, espero- Dijo bromeando mientras sonreía traviesa -Bueno, ahora dame las piezas- Le pidió poniéndose seria. Hannibal y Haruka... ambos nombres juntos se veían muy bonitos en su mente, era algo infantil al pensarlo pero sólo por un minuto quería darse un espacio para tontear un poco, no todo podía ser rectitud en la vida, y mucho menos para ella, ya era tarde.

 

-Haruka... ¡Con "H"! son los mejores nombres... ¿qué no? los de los ganadores, se dice que son abrumadoramente atractivos...- Bromeó con ella como un torpe, iba a guiñarle el ojo y a tocar su rostro con coquetería, tal y como acostumbraba flirtear con mujeres, generalmente; pero se contuvo y se obligó a reaccionar internamente, ¿Qué pasaba con él? tenía que esforzarse en concentrarse. Se aclaró un poco la garganta, desviando la mirada para dejar de observar su sonrisa. Aquella era una sonrisa singular, tenía un estilo felino que le gustó, como de traviesa pero, peligrosa, sí, ¡Sabía! Sabía que no podía hacerlo y quizá fuera esa sensación de peligro en su interior, lo que hacía que no lograra hacer a un lado la atracción que sentía -¿Cómo podrías olvidarlo? sólo recuerda la "H"...- Le dijo con una sonrisa más cordial, que procuraba ser menos evidente. Tomó las piezas y empezó a colocarlas la moto a modo que pudiera llevárselas pero se dio cuenta de que eran varias y se le podrían caer, sobre todo por la más pesada. Retrocedió deteniéndose y volvió a devolver al piso la pieza -¿Sabes? no tienes que irte...es decir...podemos arreglarla ahora, los dos...te ayudaré y será más rápido así...luego podemos probarla y comprobarás que no soy un estafador, tú sabes...que son refacciones buenas y no piezas chinas...- Agregó volviendo a sonreírle con un aire más suspicaz. Le gustaba también como miraba con esa reserva, parecía que esa mirada escondía los misterios más insólitos, más imposibles...y a la vez parecía ser tan inocente. Sólo de una cosa estaba seguro: ella no era otra simple chica cualquiera...y no solamente se refería a que fuera mecánica, tenía una aguda sospecha de que había más, mucho más...

 

Noodle le miró ilusionada ante su proposición, era su oportunidad de comprobar qué tan interesante era el sujeto, lamentablemente venía vestida de blanco pero... como si no pudiera reemplazar esa ropa. -Está bien, pero no pienso pagarte ni un poco más, que hayas querido ayudar es cosa tuya- Le dijo mientras caminaba hacia la motocicleta y se ponía en cuclillas para revisar las piezas de la caja. -Vamos a ver eso de que no eres estafador...-

Notas finales:

¬w¬ Tú sabes que quieres comentar... 


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