“…Pero después, cuando tenía 10 años… descubrí… algo que me hizo odiar definitivamente la vida”
Flash back:
No sabía porque pero no podía dormir. Haru flotaba a mi lado preocupada. Me levante, fui hasta la cocina y tome un vaso de agua. Antes de pasar por la sala vi a mis tíos discutiendo. Escondiéndome detrás de la pared me dispuse a escuchar su conversación.
-¡Te dije que era mejor que lo mataras! – le grito Jazmín.
-¡¿Y qué sospecharan inmediatamente de nosotros?!
-¡Es que te juro que no soporto al niño!
-¡¡Yo tampoco, pero ahora la juguetería es nuestra!!
-¿¡Y qué esperas para matarlo!? ¡¡Ya lo hiciste con Robert Rice!! ¿¡O acaso ya lo olvidaste!?
¿Robert…Rice? ¿Mi… mi padre? ¿Ellos…ellos lo habían matado? ¿Ellos…ellos arruinaron mi futuro? Aun no salía de mi impresión cuando sentí la mano de amiga pelinegra sobre mi hombro. Su rostro lucia preocupado pero a mí no me importo, sentía odio, y no sabía contra quien. Era lógico que con aquellos demonios que se hacen llamarse mis tíos, pero también sentía odio contra mí. Por no haberlos asesinado antes, porque aún no había vengado a aquel hombre que me quiso como su hijo.
-Timmy… Timmy, ¿estás bien? – pregunto preocupada Haru mirándome con sus ojos verde esmeralda. No le respondí. Solo camine hacia el mueble donde guardábamos los cubiertos. Haru solo pudo preocuparse más al ver que introducía mi mano en el cajón de los cuchillos y sacaba uno de carnicero. Acabaría con sus mentiras. Acabaría con mi dolor y confusión. No me importaba ir a la cárcel. Era mejor que estar ahí; mil veces mejor.
Sigilosamente me acerque a aquellas cosas que según ellos eran humanos…
Y después de eso no tuve control de mí mismo, solo podía pensar en una cosa, o más bien acción: matar. Me manche las manos de su sucia y asquerosa sangre, pero se lo merecían. Eso y más… y yo también.
Fin Flash Back
POV Timmy
-¿Otra vez recuerdas lo que paso con tus Jazmín y Brad?-me susurro mi amiga.
-…-no necesito responderle, ella sabe perfectamente cuál es la respuesta. Escucho como suspira levemente para no despertar a Ian con quien comparto habitación, no necesito de iluminación para saber que se ha deslizado de la puerta hacia mi izquierda pasando por sobre él.
-Ya deberías olvidarlo, después de todo no fue…
-Fue mi culpa, yo los asesine-le contesto en voz baja el hecho de que este triste y enojado por mis recuerdos no significa que quiera mortificar a mi compañero con ello.
-Y ellos marcaron tu vida… de cierta forma… se lo merecían.
Sonrió internamente al oír las palabras de Haru, ella nunca estuvo de acuerdo con lo que hice pero sabe que no estuvo tan mal. O al menos eso quiero creer.
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Se revolvió inquieto entre las sabanas, pero eso no alejaría los tortuosos recuerdos que su subconsciente se empeñaba en mostrarle cada que le placía. Esos traumas infantiles que ahora lo abrumaban eran culpa de sus padres, si tan solo le hubieran creído en aquel momento… o quizás lo que debió hacer fue callar, nunca debió decírselo a nadie.
Estaba en una habitación enteramente blanca, como odiaba ese color, le dañaba la vista y le hacía recordar su alma que ya no era de esa tonalidad sino que se estaba cubriendo de un negro tan profundo que dudaba pudiera despintarse y recuperar su pureza original. Unas gruesas sogas que le carcomían la piel lo mantenían amarrado a la fría silla de metal, todo el piso estaba mojado y el agua estaba helada, como él estaba descalzo el líquido le calaba mucho y lo hacía estremecer pero eso no le importaba a su “doctor”.
-Sé que me escuchas y me entiendes, vamos dime lo que quiero escuchar.
-…
-No me hagas lastimarte otra vez-un sujeto con bata blanca miraba desaprobatoriamente a un pequeño niño de ojos cafés mientras jugaba con una fusta entre sus manos- ¿acaso no quieres ver a tu papi y a tu mami?-con la fusta retiro un mechón de cabello del ojo rodeado de sangre molida del chiquillo.- Yo puedo hacer que estés con ellos otra vez pero necesito que hagas lo que te digo.
-¿Por qué quisiera estar con esas personas?-un susurro débil y muerto salió de los labios rotos del ojicafe-. Si por su culpa estoy aquí.
-¿En serio no los extrañas?
-¿Eso te importa?
-Oh vamos pequeño, si lo único que tienes que hacer es admitir que todas esas cosas que dices ver no son reales, que solo es tu imaginación.
-¿Por qué quieres que te mienta?
-No es mentir, es decir la verdad.
-Di lo que quieras pero yo no pienso mentir-una mirada desafiante se vislumbró en sus ojitos cosa que para nada le agrado al doctor frente a él. Y se lo hizo saber con un fuerte golpe en su mejilla.
Se sentó completamente exaltado en la cama, suspirando se pasó una mano por su rostro bañado en sudor; creyó que con el tiempo esas “pesadillas” se desvanecerían pero al parecer necesitaba más que eso para olvidarlas. Un fuerte escalofrió recorrió su cuerpo entero al recordar su sueño, quizás caminar un poco le ayudara a despejar su mente.
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-¿Qué es eso hermanita?-pregunto curioso Kuk a su reflejo que leía atenta una hoja blanca. Esa noche le había cambiado su cama a Yue para poder dormir con su hermana como en ocasiones lo hacían, después de todo el compartía habitación con Cris.
-Una carta de Dami,-respondió Adonei viéndolo fijamente a los ojos -al parecer su madre por fin le permitirá conocer a su padre; me pregunto cómo será eso.
-Yo creo que raro, imagínate conocer a tu padre después de diez años-hizo un gesto de desaprobación- eso no es muy común pero esperemos que le vaya bien. Oí, ¿y los demás?
-Supongo que dormidos como hace rato que deberíamos estar nosotros, no nos toca la guardia sino a Alex y Shion.
-Lo sé pero no tengo sueño, ¿jugamos videojuegos?
-Bueno.
Ambos salieron de la alcoba para dirigirse a la sala y jugar un rato hasta que el sueño los venciera… o Sakura los enviara a la cama, lo que pasara primero.