Hacia bastante sol así que como muchas de las personas que se encontraban en aquel parque dos niños disfrutaban tranquilamente de un helado bajo la sombra de un frondoso árbol. Miraban como los otros chiquillos jugaban con sus padres; y a la vez recordaban que ellos nunca pudieron hacer eso con los suyos…
-Deberíamos reportarnos-comento el niño a la otra.
-¿Qué hora es?
-Las cuatro de la tarde-respondió checando la hora en su celular.
-La noticia debió correr como pólvora así que ya deben saber que cumplimos con nuestra misión-le dijo antes de probar nuevamente su helado-… además; están al corriente de que solemos dispersarnos después del trabajo y que si no nos reportamos en al menos treinta horas es momento de buscarnos, antes no. Aún nos quedan un par de horas antes de que se infarten por la preocupación. No sé porque te preocupas tanto.
-¿Acaso no recuerdas lo que paso hace unos meses? El mandilón que tienes por novio estuvo a punto de informar al jefe que no aparecíamos y…
-¡No le digas mandilón!-replico un poco molesta-Si, si me acuerdo. Pero esa vez fue cuando decidimos aumentar el plazo para volver a la base, no le avisamos a nadie lo cual fue tu idea ¿recuerdas? Era lógico que se preocupara. Además… no es como si Alex no hubiera intentado hacer lo mismo.
-Ejem… bueno es que el…
-Nada, los dos actuaron impulsivamente.
-Sera mejor que vayamos antes de que pase mismo-dijo levantándose del banco en el que estaban.
-suspiro-Si, no queremos que a Blade le dé un ataque de pánico…otra vez.
Ambos comenzaron a dirigirse donde el resto de su “unidad” se encontraba, no deseaban que los sermonearan nuevamente.
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-…como hemos estado reportando a lo largo del día de hoy, anoche ocurrió una terrible tragedia…-un reportero relataba una versión censurada sobre lo que había pasado en la gran fiesta.
-¿No creen que ya deberían haber aparecido?-pregunto la única mayor en esa sala.
-Aún les queda una hora-respondió un chico de cabello gris y ojos verdes mirando el reloj de pared-. Apuesto que en cualquier momento aparecerán.
Siete jóvenes y una mujer miraban atentos las noticias en la televisión, sabían que podían confiar en esos dos pero la preocupación nunca está de más. Después de todo ese par de gemelos eran los más pequeños del grupo. De pronto la puerta se abrió abruptamente.
-¿Dónde quedo el sigilo?-pregunto cómo saludo el joven de ojos grises.
-En el armario de la abuela junto a la inteligencia de Quintilo Varo-dijeron sarcásticos.
-Bueno, ¿van a contarnos como lo hicieron o qué?
-En realidad no hay mucho que contar…-dijeron sumiéndose en los recuerdos de los hechos recientes…
Flash Back
Una sola bala fue suficiente para acabar con su repugnante existencia; el cuerpo cayo hacia atrás mientras ella miraba fijamente a los demás y preguntaba inocente: “¿Quién sigue?”
Un grito horrorizado fue el detonante perfecto para que los que estaban consientes comenzaran a correr desesperados tratando de escapar, sin embargo la única opción era saltar por el balcón lo cual no era factible si lo que querían era conservar la vida ya que se encontraban a diez pisos del suelo. Los nervios de los asistentes se crisparon al oír las demenciales risas que daban los arlequines.
-Salten si eso es lo que quieren, nosotros no se los impediremos ya que no nos molestaría si lo hicieran-dijo burlona la chica sacando otra pistola y empuñándola con la mano izquierda.
-Al contrario, nos aligerarían el trabajo que debemos realizar-el chico blandió dos katanas.
-¡Están locos!-grito una joven rubia.
-Ja, como si fueras la primera que nos lo dice-musitaron alegres.
-Ya basta, no permitiré que continúen con este insano juego-un hombre se acercó a la chica y le arrebato la máscara.- ¿Pero qué…? Eres tan solo una niña… y realmente hermosa.
-Había olvidado que este lugar está lleno de pedófilos pervertidos-se quejó hastiada. Apunto al hombre pero sintió a alguien detrás suyo así que se volteó rápidamente y disparo, aprovechando su distracción dos sujetos intentaron atacar a traición sin embargo sus reflejos eran muy rápidos, lo cual dejo asombrados a todos.
-¿Sorprendido?-susurro el chico cerca del tipo que desenmascaro a la otra- Déjeme decirle algo, no importa que tan bella sea la rosa, ni que tan dulce sea su aroma ya que todas tienen espinas. Por cierto, ella es mi hermana y no quiero que te le vuelvas a acercar.-con un rápido movimiento utilizo ambas katanas para cercenar la cabeza de aquel desafortunado.
Así comenzó la terrible hecatombe, los hermanos atacaban despiadadamente con pistolas y sus katanas a todo el que se movía, no importaba que imploraran piedad, lloraran o se arrodillaran a sus pies. Todos fueron asesinados.
Tampoco funciono el plan que unos cuantos intentaron: hacerse los desmayados pues comprendieron que no dañarían a los que se encontraban inconscientes; al parecer los arlequines sabían perfectamente a quienes debían eliminar.
-Sí que te luciste Chris-comento la chica a su hermano mientras guardaba sus pistolas-. No dejaste a ninguno entero.
-Se lo merecían-contesto indiferente limpiando la sangre que manchaba a sus preciadas espadas-. Gracias por dejarme a la mayoría Yue, necesitaba sacar toda mi ira-agradeció besando tiernamente la mejilla de su gemela.
-De nada hermanito-sonrió cariñosa-. Bueno hay que irnos, pero antes…-se acercó a una pared y comenzó a escribir algo con sangre de las víctimas.
Fin Flash Back
-…solo burlamos la seguridad, entramos y los acabamos-dijo como si nada Christian.
-¿Por qué nunca nos cuentan cómo trabajan?-interrogo curiosa una chica castaña.
-Porque no nos gusta presumir, Adonei-comento desinteresada Yue.
-De todas maneras, si quieren saberlo solo tienen que mirar los registros periciales-añadió el ojiazul antes de tomar la mano de su reflejo y salir de aquella casa donde estaban reunidos. El resto solo volteo a ver al chico de cabello gris que suspiraba cansado.
-¿Por qué son tan raros tus hermanos?-le pregunto la mujer.
-Ninguno de los presentes es quien para nombrarlos anormales-replico serio-. Además, tan solo es su forma de trabajar-aclaro antes de salir también. Camino escasos diez minutos antes de encontrar a los menores sentados uno junto al otro sobre el pasto de un parque cercano.- ¿Están bien?-pregunto sentándose entre ellos.
-¿Por qué no habríamos de estarlo?-musitaron recargándose en los hombros del mayor.
-Porque contrario a lo que todos piensen o ustedes quieran hacer creer, yo sé que ustedes queridos hermanitos aun sienten algo de remordimiento cuando hacen eso-con ternura acaricio las bicolores cabelleras-. Saben que pueden contarme lo que sea, ¿verdad? Soy su hermano mayor y estoy aquí para apoyarlos.
-Lo sabemos Blade-dijo Chris-. Solo estamos cansados.
-¿No durmieron después de la fiesta?
-Niet, nos la pasamos jugando KOF-aclaro Yue recargándose más en el ojiverde.
-Vamos a casa para que descansen-se levantaron y les tomo de la mano para irse, si quizás fueran asesinos pero aun así conservaban un trozo de corazón puro y noble.