-Eso no responde mi pregunta. ¿Hay otro motivo para que lo investigue con tanto afán?
-Quiero saber si es de fiar.
-¿Seguro?-pregunto sugerentemente.
-¿Qué tratas de insinuar, Alfred?
-Nada, yo no insinuó nada pero si eso creyó por algo debe ser-el mayor dio media vuelta y se retiró dejando al millonario lidiar con sus confusos pensamientos.
Si bien era cierto que investigaba al dueño de las industrias Stark para vincular o desligar su persona con Joker o Harley, y que quisiera saber que tan de fiar era, había otra razón más personal pero que no podía comentarle ni a Alfred ni a nadie: quería saberlo todo sobre ese excéntrico hombre. Quería adentrarse en su vida, y poco a poco volverse alguien importante para el hombre de hierro.
Pero si él era un criminal… ¿Qué haría?
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-Así que por eso actuaban tan raro-medito Pepper-. No saben disimular ni un poco.
-Sí, The Joker hablo y todos le creen.
-¿Y qué piensas hacer Tony?
-Nada, tan solo dejare que las cosas fluyan. Sobre la marcha iré pensando lo que será la mejor opción.
-Ten cuidado-se acercó y lo abrazo-, no quiero que nos separen otra vez.
-Descuida nena, eso no pasara nunca más…. Fue una promesa que hice y yo siempre cumplo mi palabra… por eso te lo pido, ayúdame con eso, ¿sí?
-Por favor Tony- se separó e hizo una mueca maquiavélica-, no se puede fingir lo que se tiene, es completamente ilógico.
-Lo sé, pero puedes mentirles-explico infantilmente.
-Yo jure que no lo volvería a hacer-se quejó la chica haciendo un puchero.
-Anda, por mí, ¿sí?-hizo su mejor cara inocente, sabía que con Pepper no era necesaria pero estaba acostumbrado a ello.
-…Bueno, solo porque eres tú. Nadie sabrá nada por mí.
-Gracias linda, sabía que podía contar contigo.
-Siempre cariño. Yo jamás te defraudare.
Ambos se miraron fijamente y con afecto para después abrazarse fuertemente, sabían que solo podían contar con ellos mismos. Quizás los demás tuvieran parte de su confianza pero el cariño y seguridad absoluta solo la poseía la persona que tenían entre sus brazos…. Bueno, había alguien más pero esa personita no se encontraba cerca… por ahora.
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Las velas le daban un toque misterioso a la sala, nueve chicos y una mujer joven se encontraban sentados formando un círculo en el suelo de una vieja casa abandonada; todos se veían con sueño… un sueño rojo, sangriento. Un sueño que cumplirían a toda costa, lo harían aunque tuvieran que pasar mil peripecias. ¿Quiénes son estos seres que se mueven entre las sombras? Por el momento no diremos los nombres de todos, eso se ira revelando conforme avance la historia; sin embargo diremos que son nueve niños, todos menores de 18 años, claro, a excepción de la mujer que los “dirige” y acompaña.
-Excelente trabajo querido, se nota que fuiste bien entrenado-la mujer pelinegra acaricio la mejilla del joven ojigris-. Nadie te vio, ¿verdad?
-Creo que no… además, ¿qué importa? Es mejor si nos buscan-retiro delicadamente la mano de la mujer- ¿o no?
-Jajaja, si cariño. Bien mis queridos niños hay otro trabajo, mañana en la noche habrá una reunión donde estará la “crema y nata” de la sociedad. Ustedes ya saben con quién tienen que “trabajar”-rio- ¿Quién quiere ir?
-¡Yo!-un par de gemelos de cabello plateado y negro ojiazules levantaron la mano sonriendo- ¡Yo quiero!
-Bien entonces Yue y Cristhian irán, los acompañaran…
-No-corto rápidamente el niño, Cristhian-. Solo nosotros vamos.
-Pero…
-Un exceso de integrantes podría arruinar la misión.
-Yue es que…
-Sin ofender, pero solo nos estorbarían.
-Altos ejecutivos y herederos de Gotham City y New York estarán ahí, la seguridad será mucha, no solo en la entrada sino también adentro.-repuso un jovencito peliazul que estaba recargado en el hombro de un ojicafe.
-¿Y el punto es?-cuestionaron curiosos los mellizos.
-¡Que es mucho para ustedes dos solos!-gritaron todos.
-No es cierto.
-Sí.
-No.
-Que sí.
-No.
-Que sí.
-…. No lo es, y si no nos creen esperen a mañana-terminaron dándoles una mirada que destilaba ira y locura. Sí que se pondría interesante.
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Pepper y Tony se dirigían a una fiesta “benéfica” (más bien de honor pues las ciudades de Gotham City y New York se habían vuelto ciudades hermanas y eso debía celebrarse con los funcionarios y empresarios, ¿no?), a la cual obviamente Stark debía ir siendo el dueño de Stark Industries y Pepper fue arrastrada por el moreno ya que era la representante legal.
Aunque claro, ¿que había más divertido que ir a semejante celebración?, ¿acaso quedarte en casa y fastidiar a tus amigos?, ¿ir al cine? Si le preguntaban a Tony Stark el respondería que podía mencionar al menos tres centenas de cosas en vez de una fiesta de gala, sin embargo era necesario que fuera.
-No sé porque tenemos que venir, sabes que odio estas cosas-se quejó Anthony jugando con la corbata negra que llevaba.
-Creía que te gusta ser el centro de atención-menciono la pelirroja que lo acompañaba, ella a diferencia de Tony que vestía un traje y corbata negros y camisa color vino, llevaba puesto un vestido largo color chocolate.
-Sí, pero no donde pululan zorras hipócritas y buitres carroñeros.
-Tony no vamos al zoológico-dijo Pepper prestando más atención a su celular.
-Sabes a lo que me refiero. Va a ser taaan aburrido.
-Mmm… no, no creo, mira la lista de invitados-le mostro la pantalla de su celular y Tony rio-. Como veras, será entretenido.
-Tienes razón, ahora sí quiero ir. Voy a jugar un rato con Bruce Wayne, veamos que tanto soporta la presión.
-No seas tan malo, recuerda que él no te ha hecho nada… aun. Solo desconfía de ti, al igual que los demás y a ellos no les haces nada.
-Oh, Pepper. No seas aguafiestas, solo quiero divertirme con Wayne, no lo dañare… permanentemente. Si te tranquiliza, juro que la integridad física, psicológica y moral de Wayne no sufrirá daños por mi parte... esta noche- señalo con una mano sobre el reactor.
-Tony…-el tono que utilizo al mencionar su nombre sonaba mucho a regaño.
-¡Hey! Es lo más que puedo prometer. ¿Qué quieres? ¿Qué no le haga nada? Sabes bien que no puede hacer eso; Bruce Wayne debe aprender que a mí no tiene por qué investigarme como si fuera un criminal y que mucho menos tiene el derecho de hackear mis bases de datos-replico molesto el moreno.
-Espera, ¿qué? ¿Cómo que hackeo…?
-Lo intento pero no lo logro, desde aquel encuentro con The Joker ha intentado entrar a los archivos de la compañía además de que me ha estado investigando.
-Vaya, sí que le causaste impresión Tony, me pregunto que pensara Steve sobre esto-se preguntó mirando picara a su amigo.
-¿Steve?, ¿el que vela tiene en este entierro?
-Entierro es lo que quiere-Tony la miro con gesto de no entender-. Oh, vamos no me digas que las miraditas de borrego anestesiado y de fiera en celo que te dirige no las has notado.
-Te mentiría si te dijera que sí.
-suspiro- A veces eres tan distraído. Pero bueno, volviendo al tema de Wayne, ¿Qué piensas hacer esta noche?
-Solo espera y ya verás-susurro mirando por la ventana, la luna estaba llena y hermosa. “Así que le intereso al capi, este juego se pone cada vez más interesante”
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“No esperaba verlo tan pronto, aunque mientras más me relacione con él y cuanto más sepa mejor; si poder entender con quien esto tratando además de mantenerlo vigilado no vaya a ser que en la menor oportunidad cause una desgracia en compañía de esos payasos psicópatas”
Bruce Wayne se dirigía, al igual que muchos políticos y empresarios a la fiesta que se haría en honor de Gotham City y New York y como últimamente le estaba pasando solo una persona invadía su pensamiento: Anthony Edward Stark. Por más que lo intentaba no podía sacarlo de su mente, indago todo lo que pudo y cada referencia que obtenía le parecía más interesante que la anterior… excepto sus conquistas; por alguna razón enterarse con quien tuvo un amorío le hacía hervir la sangre aunque no supiera-más bien no quisiera reconocerlo- porque.
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-¿Lista hermana?
-Lista hermano.
Los mellizos bicolores se encontraban escondidos en el techo de un edificio colindante al salón donde sería la fiesta, ya todo estaba preparado solo era cuestión de tiempo para que la función comenzara.