La promesa
Recién llegaba a casa después de un día agotador. El cuerpo no me daba más y tenía mucho sueño, pero aun así llegaría a cocinar por que se que los chicos están hambrientos. Al entrar al departamento no te vi, me pareció raro ya que se supone que hoy tenías día libre y me dijiste en la mañana antes de que salga que te quedarías todo el día en casa.
Decidí apurarme y me puse a cocinar. Los chicos se alegraron al ver la comida servida y lista para comer, me alegra verlos así, que les guste y se coman lo que preparo. Llegaste, parece que habías estado en tu cuarto, te sentaste y simplemente comiste sin decir palabra alguna o hablar con alguien.
En toda la cena no pude dejar de verte, y es que creo que cada vez me estoy enamorando más de ti. Es un sentimiento que no puedo parar, y aun que nunca se podrá realiza, aunque nunca podremos estar juntos. Aun quiero estar a tu lado, no puedo ser feliz si no estoy junto a ti, disfrutando de tus locuras. Este sentimiento que siento por ti solo lo puedo llamar amor.
Todos terminamos de cenar y los demás se fueron a descansar. Yo iba a hacer lo mismo, ya me dirigía a mi habitación pero sentí tu brazo en mi hombro
“Ryewook por favor acompáñame un momento ¿sí?” Me fue extraño tu voz sonaba triste y apagada, ni siquiera me viste directamente. Me preocupe pensé que te pasaba algo y te seguí.
Entramos en tu habitación, estaba nervioso porque cerraste la puerta tras de mí, no sabía que pensar o que hacer. Tu no decías palabra alguno solo suspirabas en silencio. Me dabas la espalda pero volteaste lentamente, pude ver una profunda tristeza en tus ojos, tu mano sostenía un libro.
No, eso no era un libro, era un cuaderno que me parecía muy familiar, era mi diario. Me sorprendí, qué hacías con mi diario en tus manos. No me digas que lo habías leído. Esto no puede estar pasando.
Todo lo que sentía por ti estaba expresado en ese pequeño cuaderno. Mis más profundos miedos y mis más grandes deseos. Todo en ese diario hablaba de ti, de cómo desearía estar entre tus brazos y que me ames. Estaba demasiado sorprendido no sabía qué hacer, las palabras no salían de mis labios, mi cuerpo no se movía estaba paralizado por el miedo de que hayas descubierto este sentimiento, que me odies, e repugnes, que me alejes completamente de ti.
“Wookie… perdón... fui a tu habitación para recuperar el libro que te preste…. Pero… encontré esto de casualidad… no quise de verdad pero… estaba abierto y vi mi nombre en él y la curiosidad me gano… y bueno…” Decías mirando hacia el piso evitando mi mirada. Mi corazón dolía, y mis lágrimas querían salir. Esto era lo que mas temía, lo que cada noche atormentaba mis sueños, mi pesadilla se estaba haciendo realidad.
“Yo... yo… Yesung hyung yo…” Pero no pude aguantar más, la voz se me quebró. Mi cuerpo temblaba y mi mente no podía hacer a mi cuerpo reaccionar.
Hice lo único que en esos momentos venia a mi mente, huir. Salí corriendo de la habitación y del departamento. Las lágrimas no paraban, ver esa tristeza en tu rostro por enterarte que te amo. Era doloroso, mi corazón duele, siento que se rompe en mil pedazos y no puedo calmar el dolor.
Por un momento guarde la esperanza que corrieras tras de mí, y me digas que todo estaba bien que sentías lo mismo por mí, pero solo era una esperanza estúpida que nunca ocurrió. Como correrías tras de mi si no sientes lo mismo. Es inútil lo piense como lo piense este amor es imposible.
Ya no podía mas había corrido tanto que no sabía dónde estaba, las lagrimas y el llanto no paraba. Nunca en mi vida me había sentido así, nunca me había dolido tanto el corazón como el cuerpo. Las calles estaban oscuras como mi alma. Y aproveche la soledad de las calles para dejarme llevar y llorar hasta no poder más.
Mi cuerpo no me soporto más, caí al piso quedando de rodillas, mis manos fueron a parar a mi rostro.
“haa... Yesung hyung… haa lo siento… perdón por haberme enamorado de ti… perdóname por favor… perdón… no puedo dejar de amarte… haaa hyung… te amo… haaa no me quiero alejar de ti…” Y mi llanto era tan desgarrador que sentía que mi alma se iba para no querer volver a mi cuerpo.
Que hago si no puedo dejar de quererte, que hago si no puedo decirle a mi corazón que te deje de amar. Que hago si no me quiero alejar de ti. Que hago con estos sentimientos que me carcomen por dentro. Si tan solo pudieras amarme. Si tan solo fuera mujer, me verías con otros ojos. Y es en estos momentos en los que odio ser hombre. ¿Por qué no puedo estar contigo?
Siento mi cuerpo cansado, los ojos me arden y creo que se acabaron mis lágrimas de tanto llorar. Me paro con las únicas fuerzas que me quedan e intento regresar a casa. Mi cuero se tambalea mientras camino, todo está borroso, mis ojos se sienten cansadnos de tanto llorar.
Llego pero no quiero entrar al departamento y verte. Ya tengo el corazón y el alma destrozados. Creo que no soportaría más dolor. Aun caminando como cuerpo sin vida me siento en las escaleras de emergencia. Tratando de soportar pero sin poder aguantar y volver a llorar. Me coloco mis audífonos, necesito trasportarme a otro mundo. Enciendo el reproductor pero para mí maldita suerte solo logro escuchar tu voz.
*~Niga Animyeon andwe~*
No puede ser
*~Neo Eobsin nan andwae~*
No puedo estar sin ti
*~Na ireoke haru handareul tto illyeoneul~*
Está bien si estoy herido por un día o un año
*~Na apado joha~*
Está bien aunque me duela
*~Nae mam dachyeodo joha nan~*
Está bien, aun que mi corazón duela
*~Geurae nan neo hanaman saranghanikka~*
Si, por que yo estoy enamorado de ti.
Me quite los audífonos sin poder resistir más. Agarre el reproductor y lo tire con todas mis fuerzas como si así se quitara mi dolor. Pude ver como se destrozó completamente ante mis ojos pero el dolor seguía ahí, eso no se fue ni se calmo.
Soy un maldito estúpido por escuchar tu bella voz expresar exactamente lo que siento. Sé que te amo y aun que me duela quiero estar a tu lado. Que se me destroce aun más el alma y corazón no me importa mientras pueda ser tu sombra y permanecer junto a ti.
“haaa Leeteuk hyung es en estos momentos donde más te necesito, necesito un hombro donde llorar, dijiste que ibas a estar siempre para mí. Tú eres la omma del grupo pero ahora te has ido. No estás con nosotros, te fuiste a servicio miliar y me dejaste solo sin nadie con quien hablar” comencé a gritar y susurrar mi desesperación de no tener a nadie a mi lado que me proteja en esos momentos que mas necesito. Las lágrimas se volvieron mis mejores amigas por qué no se querían apartar de mi lado.
“¿Reywook?.... ¿Estás bien?... ¿Puedo ayudarte en algo?” Me sobresalte. Me sorprendí y trate de limpiar todas mis lagrimas pero fue inútil. Kangin hyung logro ver mi lamentable estado. Me levante de la escalera y trate de caminar normal para ahora si entrar de lo más normal. No quería que me vieran en este estado y bueno no es que tampoco sea muy cercano a Kangin como para contarle mis cosas.
“Si hyung… estoy bien...”dije disimulando mi voz, pero cuando pase por su lado me cogió de brazo y me volteo para que lo vea directamente. Puso una expresión seria.
“No... tú no estás bien... Puedes contar conmigo, si Teukie es como tu omma y no está para apoyarte, entonces tomare su lugar” Y esas palabras hicieron que volviera a llorar que mi cuerpo pierda fuerza y que Kangin tenga que sostenerme.
Abrace a Kangin como abrazaba a mi padre cuando estaba en casa y lloraba. Sentí una mano protectora en mi cabeza diciendo que estaba bien llorar.
“Lo amo… lo amo tanto que duele… él... él… se ha dado cuenta y…. tengo miedo que me odie... no quiero alejarme de él… él es mi primer y gran amor… no quiero dejar de amarlo pero a la vez quiero olvidarlo. ¿Qué hago con este amor que me está matando hyung? ¿Qué hago si no puedo ni quiero dejar de amarlo?” Se sentía tan bien el poder tener a alguien que por más que no diga nada comparta tu dolor, solo eso logro calmarme un poco.
“Wookie, Yesung te está esperando” Fue lo último que dijo Kangin dándome aliento, tratando de decir que todo estaba bien. Seco mis lágrimas y me dio un pequeño empujoncito para entrar al departamento.
Al entrar todo estaba apagado y estabas sentado pensativo en el sofá, siendo uno con la oscuridad. Kangin se fue a su habitación para dejarnos solos. Aún tenías esa tristeza en tus ojos. Tenía miedo como nunca antes lo pude haber sentido. Sin verte al rostro quise ir a mi habitación y evitar esta situación. Te acercaste rápidamente a mí y sostuviste mi brazo
“Esta vez no huyas… sabes que este momento llegaría algún día… que tenemos que hablar de esta situación” dijiste con voz autoritaria. Me jalaste y me sacaste fuera del departamento, nos quedamos en el pasadizo.
“Ryewook… yo... lo siento…” La tristeza volvió a tus ojos y las palabras no te salían. Lo siento… se repetía una y otra vez en mi cabeza. Me miraste e intestaste hablar pero no te deje.
“NO DIGASS... NADAA NO QUIERO ESCUCHAR, NO QUIERO, NO QUIERO….” Grite llorando, cerrando mis ojos fuertemente pensando que era una pesadilla de la cual despertaría. Puse mis manos en mis oídos para no escuchar tus palabras. Sentí tu cercanía, pusiste tus manos sobre las mías, haciendo que te escuchara y te viera.
“WOOKIE QUIERAS O NO ME ESCUCHARAS. ERES MI MAS PRECIADO AMIGO ERES MI PEQUEÑO HERMANO AL CUAL AMO PERO…. Pero... no puedo amarte como tú me amas… no te puedo ver de la misma manera… lo siento” Dijiste gritándome para luego usar una voz totalmente melancólica.
Mi cuerpo no reaccionaba, pensé que había muerto. Fueron tan impactantes esas palabras que no reaccionaban. Las lágrimas salían a mares. ¿Por qué? Siento que ya no tengo corazón. No solo te lo robaste si no que ahora acabas de destruirlo, más de lo que estaba.
“Y QUE QUIERES QUE HAGA SI HE INTENTADO DEJAR DE AMARTE PERO NO PUEDO!!!... ME ES IMPOSIBLE DEJAR DE SENTIR ESTO POR TI!.... ¿Es porque soy hombre verdad? Por eso no puedes amarme… te repugno ¿Verdad? Yo... yo…” Empecé gritándote liberando mi enojo pero mientras más lo hacía más lloraba y mis gritos se convirtieron en puros llantos y grandes sollozos.
“No... la verdad no tiene nada que ver que seas hombre…” Dijiste susurrando levemente alejándote un poco de mí. Esas palabras me hundieron aun más en el sufrimiento
“Entonces... entonces... ¿Por qué… por qué no puedes amarme…” Te dije acercándome a ti mirándote fijamente olvidándome de la vergüenza de mi estado. Golpee tu pecho tratando de que me digas porque ¿Es que acaso son tan despreciables?
“Ya te dije Wookie… solo puedo verte como mi amigo… eres como un hermanito para mi… por favor para... no quiero verte sufrir…” Decías con tu voz casi entrecortada, dolida. Tú también sufrías por esta situación. Y ahí comprendí que el amarte no solo me dañaba a mi si no a ti también.
“Regresa y descansa… hoy me iré a dormir a otro lado…” Dijiste alejándote de mi apunto se subir al ascensor.
“Yesung hyung…. No te vayas… por favor… aunque sea la primera y última vez déjame… déjame poder besarte… por favor... Si lo odias… entenderé…” dije tratando de controlar mis sollozos y viendo tu espalda.
Volteaste, suspiraste y te acercaste a mí, limpiaste mis lágrimas y dejaste que me acercase a ti. Poco a poco sentía que podía sentir tu aliento chocando contra el mío. Cerré mis ojos escuchando los latidos acelerados de mi corazón. La distancia era mínima y levemente roce tus labios con los míos. Mi piel se estremeció, mi cuerpo y mi corazón se entumecieron de la emoción. Y solo fueron dos segundos para que luego me cojas de los hombros y me separes de ti.
“Lo siento… no puedo…” Dijiste sin mirarme, apartándote de mí, dejándome llorando. Lloraba sin parar, fueron los mejores dos segundos de mi vida donde mi corazón dio mil vuelcos de emoción. Un roce de labios que ahora hubiera preferido que no ocurriera por que deseo sentirte más. Porque deseo que me beses, abrases y poder compartir mi vida entera contigo.
Te acercaste al ascensor, las puertas se abrieron, volteaste levemente y sin mirarme pronunciaste esas palabras que me hicieron llorar sin importarme nada más. Esas palabras que hacen que te ame más y no pueda olvidarme de ti.
“Pero… intentaré enamorarme de ti, amarte con la misma intensidad con la que me amas… te lo prometo… prometo que hare lo posible por amarte… por favor espérame…” Dijiste caminando y entrando al ascensor dejándome solo en ese pasadizo. Con mis lagrimas y mis tristezas y ahora con una leve esperanza. Me dejaste susurrando y sollozando para mi mismo lo que te quería decir
“Siempre creo en tus promesas… por eso esperaré por ti la vida entera, Yesung Hyung”
FIN