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Una Broma para Hyung por GameKyuFer

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Notas del capitulo:

¡Soy una pésima persona!

 

 

Pero, lo prometido es deuda y aquí les traigo el capitulo. :c

 

-.- Debería de morir, pero bueno. 

 

¡Lean y sean felices! :3

 

 

-¿Minnie?- escuchó que lo llamaban y esto lo sacó de su ensimismamiento. Se levantó rápidamente encontrándose con los chicos que habían escrito las cartas.

 

-¿Qué?–. Esto desencajó el rostro de los jóvenes. Por el Dios de SiWon,  no había funcionado.

 

-Nosotros, bueno… Hyung-. Balbuceó Henry al ver dudar a RyeoWook quien daba un paso atrás tomando el brazo de Kyuhyun, cosa que no paso desapercibida por el Conejo. –La carta…

 

No recibió respuesta. SungMin suspiró de nuevo y se acerco a la entrada. Henry se quitó automáticamente abriendo paso para que su Hyung pasara mientras que SungMin ya estaba a nada de dejar el comedor, aun no era el momento, cuando de pronto sintió la mano de KyuHyun cerrándose entrono a su muñeca. Lo miró y se encontró con sus ojos suplicantes,  también con el rostro frustrado de RyeoWook quien aún abrazaba el brazo del bebé de Super Junior.                              

 

-SungMin-Hyung, por favor…- Murmuró Cho, pero el chico de cabellos negros se dedicaba a mirar a  Wook, se veía realmente mal. Soltó el agarre de Kyuhyun y  este le dedicó una mirada naufraga.

 

-Déjalo Kyuhyun, ya se nos tendrá que ocurrir otra cosa…- Decía Henry con la mirada perdida. Hasta que sintió los brazos de su Hyung alrededor de él.  Sonrió, acompañado de una risa nerviosa de RyeoWook. –Gracias Hyung

 

-Está bien.- Murmuró SungMin mientras observaba cuidadosamente a KyuHyun quien sonreía al ver a su querido Conejo abrazar al de mejillas prominentes

 

-Esto me hace feliz, tanto como a ustedes. Pero si Zhou Mi ve esto… se pondrá a gritar como loco-. Murmuró Donghae quien entraba junto a Hyukjae al comedor y veían esa conmovedora escena.

 

Donghae y Hyukjae también se unieron al abrazo para inconformismo de Henry mientras que Kyuhyun y Wook se dedicaban a reír al escuchar las exclamaciones de odio que les dedicaba el menor  a sus Hyung.  Sungmin se alejó de ellos dejando al Maknae de SJ-M entre los brazos de los otros dos tan extraños compañeros, para ver como Fishy se colgaba de la espalda de Henry, y este lanzaba insultos en su idioma natal.

 

Miró a los otros dos. Kyuhyun pasó su lánguido brazo por los hombros de RyeoWook el de este rodeando la cintura del más joven. Una punzada inundó el estómago de Min. Hasta que el Insomnio  se percató de aquella intensa mirada que SungMin les dedicaba, soltó automáticamente al Evil Maknae, para darle un débil golpe en el costado, cosa que Kyuhyun entendió muy bien.

 

Henry se llevaba a Donghae al ver la expresión de su dongsaeng castaño, indicando que los chicos necesitaban un poco de privacidad para “aclarar” todo lo que había sucedido, y Hyukjae salió detrás de ellos para que el Mochi no intentara asesinar a su Pez. RyeoWook salió inmediatamente después, sonriendo para él. Definitivamente ese Evil Maknae jamás cambiaría.

 

 Se acercó a Sungmin y esté subió la mirada puesto que la altura de KyuHyun siempre le intimidaba. Sintió cómo las manos del Gamer tomaban cuidadosamente su rostro, sin perder la dirección de sus ojos, esos intensos ojos negros que le causaban cierto temor. Se vio reflejado en ellos, distinguiendo después, algo que jamás había visto precisamente en esos orbes ónix; Aprensión, un temor casi inexplicable por parte del más chico. Desvió la mirada unos instantes pues no entendía nada su actitud, provocando que KyuHyun soltara una de esas sonrisas malvadas tan características de él.  Sintió cómo los ojos del Cho, recorrían su rostro intensamente y las mejillas le ardían debido al sonrojo. Rogaba a Dios porque el menor no lo notara puesto que eso lo metería en graves problemas. Colocó sus manos en las de Kyu,  estrujándolas débilmente, observándole de nuevo, intentando leer lo que sus ojos destilaban, pero como siempre, solo lograba absorber toda la calidez que emitían.  El Gamer sonrió de medio lado, acarició delicadamente los pómulos de su Hyung, exactamente donde esas manzanas rojas que tanta ternura le daban se habían formado, acercó su rostro al del mayor, provocando que este cerrara los ojos de golpe, presionándolos con fuerza.

 

-Vamos, Hyung-. Murmuró Kyu y Minnie sintió como el cálido aliento del más chico golpeaba su rostro, embriagándole, provocando que se estremeciera bajo sus largas manos. –Quiero que me mires, extraño el negro de tus ojos.

-Deja de jugar, KyuHyun-. SungMin acató la orden pero esta vez, enfrentando la imponente mirada del Maknae, quien seguía atentamente la línea de los labios de su Hyung. –Ya estas perdonado. Que no se repita solamente.

 

 

-Prometo que no se va a repetir-. Contestó el más chico, entre suspiros, aspirando el aroma que desprendía el más bajo, manteniendo los ojos cerrados. Sintió como su Hyung se estremecía bajo él cosa que amaba en sobremanera; realmente la semana había sido difícil. Estaba seguro que no podría aguantar otro día sin el Rey del Aegyo. SungMin sintió como la punta de los labios de Kyuhyun recorrían su cuello, rozando cual pétalo de rosa, logrando temblar una vez más. –Te extrañé mucho, Hyung.

 

-Kyu-ah…-. Logró soltar el Conejo con esfuerzo puesto que, cuando el Evil Maknae se comportaba así, le costaba concentrarse. Soltó las manos del más chico, lo tomó por la barbilla y subió su rostro que aun vagaba por la línea de su cuello.  Lo miró de manera intensa, casi reprendiéndole. Observó como la comisura de los labios del Maknae se deformaba para formar una sonrisa sarcástica. –Deja de hacer eso. También te extrañé, pero deja esto ya. ¿Qué pasa si alguien nos ve?

 

-¿Desde cuándo te importa que alguien nos vea?-. Ahora el rostro de Evil Kyu se mostraba confuso. ¿Estaba bromeando? Él había besado y manoseado a SungMin enfrente de todos y nadie decía nada. Jamás le había importado, jamás. ¿Ahora era pudoroso? Claro que no, en infinidad de ocasiones el conejo iniciaba las muestras de cariño. –No juegues conmigo Lee SungMin.

 

-No estoy jugando, Cho Kyuhyun-. Exclamó Minnie alejando su rostro de el de Kyu, y esté lo tomó por la quijada, observando esos labios rosas que eran su adicción, acercándose peligrosamente. Sintió como la mano libre del más chico lo rodeaba por la cintura, estrujándolo contra sí. –Kyu-ah, aun hay tiempo para eso. Por favor suéltame.

 

-No-. Espetó el aludido rozando el labio inferior de su Hyung con los suyos. Un simple roce, casi inocente, pero que provocaba que miles de descargas eléctricas recorrieran la espina dorsal del más grande, quien cerró los ojos casi automáticamente. –Necesito hacerlo.

 

¿Necesitar? Aunque no debía admitirlo también necesitaba sentir los labios del querido bebé sobre los suyos… sentir sus manos. La semana para él también fue difícil sin la compañía de su hermoso Maknae.

Y ciertamente Kyuhyun leyó la línea de pensamiento que seguía Minnie. Bajó las manos hasta el trasero del mayor, este agachó la mirada, escondiendo el rostro en el cuello del Maknae, evitando que lo besara. Abrazó al mayor depositando un dulce beso en la coronilla.

 

-Sungmin, por favor. Déjame hacerlo-. El aludido subió el rostro y se encontró con la súplica tácita en los orbes de obsidiana del más chico. Agarró la barbilla del joven con delicadeza y depositó un simple y casto besos en sus carnosos labios. No importaba cuantas veces besara a Kyuhyun, ni cuantas veces le acariciara, jamás tendría suficiente de él. – ¿Puedo hacerlo yo?

 

-Tú eres muy brusco. No tienes ni un ápice de respeto por mí hermosa persona.- El Evil Maknae rió nerviosamente, y SungMin acarició el pecho del pelicastaño, suspiró audiblemente. De pronto su rostro se deformó en uno más sensible, más tierno. Clásico Aegyo, el punto débil de Cho. – ¿Realmente vas a lastimarme? Duele cuando muerdes.

 

Y como algo se hubiera encendido dentro,  KyuHyun se sintió enfermo de deseo por él, caminó con SungMin entre sus brazos y lo acorraló en una de las columnas de la cocina, tomándolo por la cadera, oliendo de nuevo el aroma del cuello de Min, mientras que una de sus manos se colaba por la entrepierna del pelinegro.

 

-¿Duele cuando muerdo? Si tus labios no fueran tan deliciosos, juro que no los mordería. No me pidas imposibles, SungMin-. Aprisionó los labios del mayor de forma brusca, empujándolo contra la pared con su propio cuerpo, presionando la cérvix del joven que tenía debajo de él. Introdujo su lengua con desesperación, enredándola con la pequeña de Minnie en una danza en la que él mantenía la supremacía del beso. Lee atinó a colocar sus brazos alrededor del cuello de Kyuhyun, acercándolo desesperadamente pues, su sentido se había ido a la mierda cuando sintió los labios del más chico en los suyos. Y antes de que pudiese hacer otra cosa, Kyu mordió el labio inferior del mayor provocando que soltará un jadeo de inconformismo, sintió el líquido caliente de la sangre en su lengua, y también la del menor limpiándola, saboreando la sustancia vital que emanaba de Min.

 

SungMin haló del cabello de Cho, separando sus bocas, en busca de aire. Kyuhyun suspiró inconforme con la respiración agitada, buscando, iracundo, los labios hinchados de Minnie.

 

-Te dije que no me mordieras-. Espetó SungMin mientras lamia los labios de Kyuhyun, provocándole, pero sin profundizar el beso. – ¿Tienes idea de que se siente?

 

Sungmin mordió el labio inferior del menor, y esté lo acercó por las caderas, Minnie haló el labio que mantenía entre sus dientes, tomando ahora el control de la situación… Bueno al menos eso creía, pues Kyu peleaba sin dar tregua por ser el dominante, cosa que siempre lograba pues sometía, impetuoso, al hermoso mayor, guiándolo de forma permanente. Nuevamente, el Rey del Aegyo se separó de Kyuhyun. El más chico sonrió victorioso, hasta que sintió un líquido caliente caer de su boca. Al parecer, SungMin había hecho con profundidad la herida, pero él estaba tan concentrado en besarlo que no se había dado cuenta de cuando lo había hecho.

 

-Supongo que es tu venganza-. Musitó el Maknae acercándose de nuevo a Min, éste sonrió arrogante. –No es tan malo cuando es tu sangre, Hyung.

 

-Wha, ¿podrían dejar de manosearse en el comedor?-. No supieron con exactitud cuándo Heechul, había entrado a la habitación, y mucho menos si los había visto. Al ver su expresión, notaron que efectivamente los habían pescado en plena “reconciliación”.

 

Heechul observaba a sus Dongsaengs de manera reprobatoria, mientras que Min bajaba la mirada, Kyu reía nerviosamente.  Ganándose un golpe por parte de KimChul.

 

-No estoy en contra de que se amen, ni que se besen, o que se manoseen-. Explicaba Heechul mientras que el Gamer aun sobaba el lugar afectado por el golpe de su Hyung. –Pero no estoy de acuerdo con que anden besuqueándose en el lugar  donde comemos.

 

Observó al otro, y no se sorprendió al ver el rostro solemne de Sungmin, hasta que se percató de la sangre que restaba de sus labios. Frunció el ceño con profundidad y golpeó nuevamente a Kyuhyun.

 

-Por Dios, Cho Kyuhyun. Trataste de Violar a SungMin ¡¿otra vez?! ¿Qué es esa sangre? ¿Eres un caníbal o algo así? El hecho que a SungMin le digamos Conejo, no significa que tiene que follar como si lo fuera. Dejen de hacer esto. O le diré a LeeTeuk.

 

 Ambos lo miraron sorprendidos. Bueno, era HeeChul, siempre les hablaba de esa manera pero era demasiado. Evil Kyu miró desafiante al Hyung que tenía enfrente, volteó hacía SungMin y comenzó a besarlo paseando las manos sobre su trasero, una vez más. Todo esto presenciado por los grandes y sorprendidos orbes del de ojos almendrados. Se vieron interrumpidos por las bellas manos de Rella, quien trataba de separarlos, golpeando continuamente al menor de los tres.

 

-¡Suéltalo! ¡Jung Soo, KyuHyun y SungMin están intimando en la mesa! ¡Maldito Maknae pervertido!-. Si, ese era Heenim acusándolos con el líder de Super Junior, provocando que los jóvenes se separaran, en un vano intento de evitar un regaño de la omma. Pero de un momento a otro, LeeTeuk, Kang In y ShinDong se hicieron presentes en la marquesina, los tres con cara de pocos amigos.

 

-Oh por Dios, no profanen la comida-. Murmuró Shindong moviendo a HeeChul para que SungMin y KyuHyun fuesen reprendidos. –El comedor es SAGRADO.

 

La risa escandalosa del Ángel resonó en la habitación.

 

-¿Qué les sucede? ¿Tienen que hacer esto aquí? ¡Comemos en este lugar, mierda!-. Intervino Young Woon, interponiéndose entre los dos. –Tú, KyuHyun, deja en paz a SungMin.

 

-Se supone que soy el más chico, al que debes de regañar es a SungMin, él es mi ejemplo-. Se defendió Kyu,  Min al escuchar esto, golpeó al Maknae en la cabeza.

 

-Ambos tienen la culpa, pero tú eres un pervertido sin control-. Exclamó LeeTeuk meneando la cabeza de forma negativa. –SungMin, debiste de haber detenido a KyuHyun, mantenlo controlado, no hay problema que estén besándose y eso… pero aquí, no es correcto.

 

-Yo traté de pararlo. Pero ya sabes cómo es-. SungMin se excusaba bajo la mirada reprobatoria de HeeChul.

 

-Saben, el hecho de imaginar que Kyu mete a su amigo en SungMin en la mesa del comedor… Me da escalofríos-. Murmuró Kang In. SungMin y KyuHyun se ruborizaron violentamente, mientras que Leeteuk reía y Heechul y Shindong hacían muecas de asco. Realmente era problemático.

 

-¿Qué te pasa, tienes un problema sobre los traumas? Dios, jamás volveré a comer aquí-. Exclamó ShinDong saliendo de la habitación con las manos cubriendo sus ojos y el otro se encogió de hombros. 

 

-No he metido a mi pequeño Kyu en Sungmin, Hyung-. No era posible que el maknae defendiera su postura de Seme. Definitivamente era un insolente. –Que por cierto, de pequeño. No tiene nada.

 

HeeChul observó incrédulo al pequeño Cho, Kang In murmuró varías peladeces casi inentendibles. KyuHyun retaba a KimChul con la mirada, sin darse cuenta del estado en el que SungMin se encontraba. 

 

Este idiota” Pensó Sungmin mientras cubría su rostro  y halaba alguno de los mechones que caían sobre su frente. “Ahora HeeChul –Hyung va a matarnos. Como nos diga algo… se va a enterar de quien es Lee SungMin”

 

-Deja de alardear tu hombría, que estoy seguro que no puedes tener un “amigo” tan grande-. LeeTeuk, Kang In y SungMin observaron muy sorprendidos a Heechul quien despotricaba contra el bebé. ¿Qué mierda estaba diciendo? Oh, ese imbécil y su estúpido ego.

 

-Que vas saber, Kim HeeChul. Solamente te tiras a HanGeng Hyung, No puedes tener tanta experiencia en ello.

 

-Y tú, ¿Que tan seguro estas? ¿Ya haz echo comparaciones? Te estás olvidando de con quién estás hablando. Oh Acaso como fuiste el último en incorporarte a Super Junior como novatada, ¿Pasaste por  todos?? ¿Por qué nadie me aviso? Realmente me hubiera gustado estrenarte.

 

Para ese entonces, las palabras de Cinderella descolocaron por completo a los 4 restantes.

 

-No soy tú, Hyung-.

 

 Uh, golpe bajo. Certero.

 

Leeteuk pensó que en cualquier momento Heechul arremetería a golpes sobre Cho, eso le pasaba por meterse con el de mente malvada. Era consciente de que Kyuhyun los quería mucho, pero HeeChul se estaba sobrepasando. Pero, era el dueño de las Petal, era normal que se comportara de esa manera

 

-Hey, realmente no quiero saber que tan grande es su “paquete”, el único que sabe es Sungmin y ya, HeeChul. Déjalo por la paz-. Genial, ahora LeeTeuk tomaba su papel de Omma y defendía al más chico. –Y tú Cho, mantén respeto por Heechul, es tu Hyung.

 

-Sí, pero él está dudando de mi hombría.

 

-Solo dije que no puede ser tan grande como alardeas.

 

-¿Quieres ver?-. Exclamó Kyuhyun ya un poco cabreado, desabrochándose el cinturón. Realmente esto estaba fuera de control. Sungmin y Kang In trataban de detener al idiota de Maknae, y este se empeñaba en bajarse los pantalones. -¡Suéltenme! ¡Si tanto duda, que lo vea! Quiere ser humillado por mí, el que  de tanto presume, es lo que carece.

 

¡Imbécil! ¡No tengo nada que envidiarte!-. Escupió sarnoso Heechul y acto seguido, también intentaba bajarse los pantalones. Cosa que Leeteuk trataba de evitar.

 

 

-¡Por Dios, contrólense, a nadie le importa!-. Decía Kang In entre forcejeos con el Maknae. Como era posible de que fueran tan idiotas.

 

-¡KyuHyun-ah, no te bajes los pantalones!-. Exclamaba Sungmin evitando que el bebé mostrara su “amigo” a Heechul. –No es tan importante, todos sabemos que el que lo tiene más grande es YeSung.

 

Un silencio sepulcral inundó el salón. Todos pararon y miraron a SungMin. Aunque doliera, era verdad. No por nada había roto con el mito de los asiáticos y le llamaban Yeye-conda. HeeChul y KyuHyun acomodaron su ropa de manera estricta. Los 5 se miraban casi deprimidos.

 

-Esto es humillante-. Exclamó Kang In encogiéndose en la mesa.

 

-Pero es cierto, Hyung-. Repuso SungMin dándole palmaditas en la espalda, en señal de apoyo.

 

-¿Y tú como sabes que es el más grande de todos eh, SungMin? Ya sabía yo que esa apariencia tierna y de “no rompo un plato” es pura fachada. – Ahora HeeChul arremetía contra el querido Minnie, el Rey del Aegyo lo miró Sorprendido.

 

-Es cierto, Min. ¿A caso tú y él…? Por Dios, ¿me engañas con el de los philtrum?-. Kyuhyun le seguía la corriente.

 

-¿Qué? ¿Son estúpidos? Todos lo saben, ¡se ve incluso a simple vista!

 

-¿Y tú qué haces mirando la entrepierna de YeSung?-. Exclamó Heechul poniéndole un poco de sal a la herida.

 

-¡Yah! ¡Dejen en paz! -. Murmuró Kang In aun depresivo, si seguían, seguramente los golpearía. –Lo que me preocupa es, cómo es que “eso” quepa en Wookie. ¿Cómo cuantos días lo dejará sin caminar?

 

Leeteuk, Heechul, Sungmin y Kyuhyun miraron al muy imbécil de Young Woo. Santo Dios, ¿cómo podía cuestionarse algo así?

 

-Agg, realmente no quiero saber-. Exclamó Heechul para después, levantarse y abandonar el comedor. Definitivamente eso le pasaba por entrar sin avisar. –Realmente es perturbarte el saber cómo Ryeowook es violado por el gran amigo de YeSung.

 

-¡Anda! Mejor ve a mostrarle tu hombría a Hangeng, seguramente con él si puedes.

 

Heechul dio media vuelta y subió en la mesa, tratando de golpear al menor. Leeteuk y Sungmin le detuvieron, mientras que Kyuhyun se inclinaba hacia atrás, evadiendo los golpes del menor.

 

-Kyuhyun, deja a Heechul-sshi-. Exclamó Jung Soo tratando de controlar al mayor.

 

HeeChul deshizo el agarre y arremetió con todo su peso en contra del menor, provocando que ambos cayeran de la silla. Colocó su mano entre la entrepierna del maknae, cerrando con fuerza inhumana, provocando los gritos incontrolables del otro.

 

-¡Te dejaré sin descendencia, maknae del demonio!

 

El resto se dedicó a mirar, sabían que cuando las manos del de lengua viperina tomaban algo, era imposible que lo soltara. De cualquier forma, el menor se lo merecía, nadie provocaba a HeeChul y se salía con la suya.

 

-¡Suelta! ¡Suelta!-. Gritaba Cho con lágrimas en los ojos, esto era peor que esas llaves que SungMin Hyung hacía cuando se comportaba peor de lo debido… bueno, se asemejaba.

 

-¡Implora! ¡No te soltaré hasta que llores, bastardo! ¡Llora o te las arranco!- Escupió el de ojos almendrados, haciendo más fuerte su agarre.

 

LeeTeuk pudo jurar ver como el demonio hacía posesión del  cuerpo de Heenim, suspiró.

 

-Creo que es mejor que los dejemos solos…- Exclamó el líder. Kang In asintió divertido y SungMin se limitó a abrir los ojos en sobremanera. Bien podría poner en práctica sus artes marciales en el más viejo… Pero no encontraba una mejor venganza hacía el Maknae.

 

-¡Perdóname, Hyung! Te prometo no volver a decir nada. ¡Perdón! ¡Perdón! – Farfullaba el agredido, moqueando, dolía bastante.

 

HeeChul soltó al Gamer, acomodó su cabello, maldijo al menor y a su estupidez, saliendo de la cocina seguido de Young Woon.

 

El menor se mantenía en posición fetal, con las manos sobre los testículos, llorando de arrepentimiento y escupiendo peladeces hacia Kim HeeChul.

 

SungMin lo observó unos instantes, negó y de improvisto, pateó las piernas del menor, haciendo que su cuerpo temblara ante un espasmo del dolor.

-Eso te pasa por hacer bromas estúpidas, “bebé”- canturreó al oído de KyuHyun, para levantarse y salir de la pieza con una gran sonrisa en el rostro.

 

Nota mental para KyuHyun: Jamás hacer bromas pesadas a SungMin Hyung… y no olvidar usar suspensorios al insultar a HeeChul.

 

 

Fin

 

Notas finales:

 

No me odien, traté de hacer esto más largo pero surgió otro que ._. me comió el tiempo igual que la escuela. 

 

¡Gracias a todos por leer! Prometo ser más constante con los Fan Fics que suba. 

 

¡Recuerden que los review son amor! 

 

 

*Kitsu si lees esto, :c no pude bullear tanto a Kyu como esperaba, soy mala en eso* *llora* 

 

 


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