Capitulo 2: Enséñame tu mundo
-¡Suéltame, no puedes hacer esto!… Si vuelves a estar cerca de mí te lanzaré hechizos secretos y te encantaré. ¡¡Oh!! ¡Sí, te convertiré en sapo o algo peor! - Me dijiste, pero no me importaba, me volví a acercar a ti esta vez te agarré con fuerza de tus delgados brazos, te quejaste pero no hice caso yo sólo quería perderme en ese aroma aspiré de tu cuello esa esencia que me volvía demente, pasé mi lengua por este tan suave, tan codiciable
-¡¡SUELTAME!!- Me dijiste con una voz muy apagada y agitada, de nuevo yo alcé mi mirada y me encontré de nuevo con esas orbes que tanto amaba…
-Si quieres que te suelte… ¿Porqué tu cuerpo me dice todo lo contrario?... - Mi bello príncipe cayó en cuenta que él también tenía puesto sus brazos sobre mí, aferrándose a mi espalda.
-Ah… dime… ¿por qué pides que te suelte… Si ambos sabemos lo que realmente quieres?- Y sin darle tiempo a que me respondiera, hice lo que hace tanto deseaba…
Me deleite de esos sabrosos y apetitosos par de labios, el contacto era mil veces mejor de lo que me lo imaginé, tan delgados, tan enviciables, los mordía y lamía como un perro desesperado por ese pedazo de carne, podría quedarme besándote por horas, y aunque al principio pusiste resistencia al final me abriste paso a esa seductora cavidad que recibía con anhelo a mi lengua y me entregaba la suya para pasar de un beso nada casto a una batalla entre lenguas desbordadas de lujuria y pasión, la temperatura aumentó sorprendentemente de intensidad y sentía quemarme en vida, una de mis manos que sostenían tus brazos bajo por tu cuerpo moldeando tu silueta hasta quedar en tus caderas luego se dirigió a tu espalda y te apegué más a mí …si es que eso se podía hacer, mi otra mano fue a parar en tu fino cuello para hacer más profundo nuestra fricción de labios.
No sé cuanto pasó, el tiempo se detuvo o simplemente siguió su rumbo sin nosotros, dejándome ahí en mi pequeño mundo feliz contigo, a mis pulmones no llegaba el aire suficiente, jadeábamos por la falte de oxígeno y tuvimos que distanciarnos, un hilo de saliva era lo que nos unía, lentamente abriste tus párpados y un brillo sin igual observé en tus ojos, un sonrojo en tus mejillas, tu respiración agitada y esos rojos labios eritematizados, hinchados gracias a mi y brillantes por la mezcla de nuestra saliva, tu cuerpo desconcertado fue la última imagen que me distes antes de salir corriendo a toda prisa dejándome a mí con toda la razón.
-¡Sí, vez como no me eres indiferente!-Dije en un tono normal a una persona inexistente pues ya que te habías ido, después de unos segundos me sentí débil, corrientes eléctricas en mi cuerpo amenazaron con hacerme caer, lentamente llegué a un asiento de los alrededores una vez que me acomodé en él, mis ojos fueron nublados por aquella oscuridad la misma que me englobó antes de conocer a Kibum, aquellas tinieblas que tanto temía y de las que llevaba huyendo desde hace mucho tiempo.
-¡¡¿QUE MIERDA ME HA PASADO, PORQUE NO LO HE DETENIDO… MALDICION PORQUE HE ACTUADO ASI?!!-Seguía corriendo sin un rumbo fijo un pelirrubio que aún conservaba sus mejillas carmesí y su corazón agitado de vez en cuando se restregaba los labios con su manos como queriendo desaparecer ese beso que jamás se borraría.
[KIBUM]
-Me envolviste, me dejé llevar por ese toque por aquel roce de tus labios que me llevaron a un lugar que jamás había ido, retorcijones en mi barriga sentía, desesperación en mis brazos queriéndose aferrarse a la espalda de ese desconocido, ¡¡Mierda que tonto!!Cómo he dejado que eso pasase, a nadie se lo he permitido, entonces porque él, porque con sólo sus caricias puede desmoronarse mis pensamientos, se desbalancea mis ideas, y mi cuerpo toma el control sobre todo, sus palabras logran abatirme de tal manera que pierdo el equilibrio y sólo quiero perecer en sus labios, ¿Cuándo se intercambiaron los papeles?…
[KIBUM]
La situación anterior que sólo debería incluir a estas dos personas besándose desenfrenadamente no fue así, era observada detenidamente por varios ojos llenos de envidia, de celos, orbes homicidas que no separaron nunca la vista de aquella apasionada circunstancia… los dueños de esas orbes habían sido cauteloso, tan sigiloso y reservado a esconderse tras unas paredes para pasar desapercibido, algo que habían obtenido victoriosamente.
-"ERES MÍO…. JAMÁS PERMITIRÉ QUE SEAS DE ALGUIEN MÁS"- Era una nota dejada en el casillero de cierto pelirrubio quien miraba con horror aquel pedazo de papel, no sabía de quien se podía tratar, por eso un miedo inundó su ser hasta que las palabra de su hermano lo sacaron de su mundo.
-¿Key omma, que lees?- Decíaun pelinegro delgado de finas facciones y un poco más bajo que Kibum.
-nada Baby…- Y volvió a guardar aquella nota en su casillero para luego volverlo a cerrar, donde guardo esa nota habían otras tantas igual de acosadoras, igual de hirientes, igual de anónimas.
Era un hecho para todos que Key no era bien visto para el resto de estudiantes, llamaba mucho la atención y creaba celos por parte de las personas que lo miraban como rival a pesar que él nunca había hecho nada en contra de ellos, personas envidiosas que se llenaban la boca de decir miles de mentiras en su contra, no sería un caso diferente de bullying, pero Kibum siempre se mantuvo al margen a pesar de que hubieron veces en las que salió agredido físicamente pero siempre fue salvado por diversas circunstancias, hubo un tiempo en que atentaron con agredir a su hermano pero dicho hecho nunca pasó. A veces las mentes de las personas son tan obstinadas y guardan rencor a personas solo por éstas ser hermosas, despertar sentimientos, pasiones en otros individuos, seres como él y su hermano jamás serian bien vistos antes las personas normales, ¿Y qué exactamente son?... podríamos llamarlos seres mágicos, seres de luz, ángeles, hadas, hechiceros, o como quieran llamarles después de todo en este mundo lleno de cosas mitológicas y raras ellos no deberían pasar mucho desapercibido si no fuera por el hecho de que ahora abundaban más los humanos normales, comunes y corrientes y éstas criaturas se habían reducido a una minoría muy insignificante.
Unos sonidos de campanas indicaban que las clases estaban a punto de iniciar ya había pasado un par de semanas desde el incidente con JongHyun y no lo iba a negar lo había estado evitando, a pesar de ser el siempre acosado y saber perfectamente cómo actuar frente a los "admiradores" de forma indiferente, con ese sujeto todo era raro ante él no podía pensar correctamente, había algo en él que hacía que sus aires de diva se vayan, tal vez era esa mirada que podía ver a través de la suya y lo desnudaba, lo hacían ver como realmente era una persona que sufre y goza como todos y no solo un maniquí o una muñeca para la atracción sexual. Gracias a Dios no compartía clases con Jjong, ya que éste era mayor que él, dejó a Taemin en su curso y se aproximó al suyo, no sin antes recibir un sin número de comentarios obscenos hacia su persona, rodando los ojos y haciendo muescas hastiantes alejaba a cualquiera que quisiera sobrepasarse, llegó a su curso y casi siempre estaba solo, no confiaba en nadie, ni tampoco quería hacerlo, su única familia era Taemin y él la suya, así que mientras Tae este bien todo estaría bien, el más joven también era abucheado por muchos y a veces era objeto de burlas por su delgada complejidad y rostro andrógenico pero hasta ahora no había sido agredido físicamente por ello.
[POV TAEMIN]
Otra vez el sonido de campanas indicaba un cambio de hora pero esta vez no era el cambio de una materia, sino el inicio del receso así que preferí ir caminando al sitio donde solía comer con mi hermano, usualmente esperaba a que saliera Key y me venga a buscar, pero esta vez elegí salir primero… Algo en mi camino me hizo caer directo en el suelo, luego unos zapatos estaban rodeándome quise levantarme para poder ver quiénes eran pero no lo pude hacerlo porque alguien me tenía agarrado del cuello y ahora me posicionaba de rodillas con la cabeza gacha; mis cabellos aun eran presos de su agarre, con su otra mano mi agresor tomaba con fuerza mi mentón quería que virara mi cabeza hacia su dirección cosa que no quería hacer, muchas personas a mi alrededor nublaban mi vista, tenía mucho miedo , demasiado de ser ultrajado, golpeado por ellos al no hacer caso omiso a sus arrebatados impulsos pegó una bofetada en mi cara,me levantó sin mucha fuerza ya que no la necesitaba por ser yo muy delgado y me arrinconó sobre la pared, tapó mi boca con su mano para que no siguiera gritando, comencé a llorar por la desesperación de no poder hacer nada y ese sujeto empezó a manosear todo de mí, rozaba constantemente su miembro sobre mí entrepierna hay al frente de todos, avergonzándome de esa manera tan bochornosa, nadie me ayudaba todos se burlaban de mi, aquel hombre decía cosas asquerosas en mi oídos, tal vez de esto mi oumma quería protegerme viniendo a verme siempre, no dejándome solo en ningún momento, me sentía sucio, mugriento un ser repugnante ante cada vocablo de ese ser ante mí.
-Uno solo es indefenso,… No te vamos a negar que nos encantaría revolcarnos con los dos pero primeros lo haremos contigo… Para enseñarle a la diva que es mejor que coopere y deje de evitarnos –
-Pareces ser más fácil, y débil que tu hermano… Veamos si te mueves tan bien con él-
Lamían incesantementemi oreja, me sentía asqueroso, usado, mi camisa fue arrancada de mi tórax, esos sujetos se iban prendiendo más de éxtasis con mi cuerpo mientras yo me sentía a morir, jamás pensé que el ser tocado por alguien podría ser tan doloroso, cada vez que ese hombre me tocaba con sus repulsivas manos sentía como si mil agujas se incrustaban en mi piel e iban desgarrándomela a medida que este hombre bajaba por ella, cada vez que su saliva recorría sobre mí, era como si un acido o un liquido caliente callera de golpe en mi epidermis provocándome el dolor másatroz que jamás había sentido, cuando estaba a punto de caer rendido en ese mar de sufrimiento,aquel sujeto que me sostenía y buscaba arrebatarme mis demás prendas fue apartado de mi, aquel asqueroso hombre fue apartado de mi cuerpo…
Mi vista se nubló, mis piernas nos respondían, resbalé sobre esa fría pared hasta quedar sentado en el piso con lágrimas en mis ojos todo el panorama se empezaba a nublar, me dolía, me quemaba. Un joven alto de cabellos ondulados golpeaba sin piedad a ese abusador ¿quién era ese sujeto que me había ayudado? no lo sabía pero gracias a él, aquellas personas no habían logrado sus objetivos, caí dormido plácidamente en sus brazos, al despertar me encontraba en la enfermería del instituto. Lo primero que vi fue a mi hermano estaba sobre mí al parecer había estado llorando ya que sus párpados estaba hinchados, cuando comencé a tocar su cabello él abrió sus ojos llenos de felicidad, al verme se abalanzó sobre mí, luego me reprendió por no haber captado su orden, entendía que no éramos normales, lo que yo había pasado mi hermano lo había vivido ya muchas veces, él solo quería protegerme y evitarme ese dolor, no somos humanos comunes y corrientes, somos seres que despilfarramos lujuria y pasión para los ojos de otras personas, pero cuando somos tocados por esas manos, cuando nuestro organismo es profanado por roces de otras personas duele, sufrimos, padecemos, es nuestra virtud y nuestro castigo podríamos brindar pasión pero nunca sentirla, o por lo menos eso era en teoría lo que nuestros ancestros nos habían dicho, pero siempre había una parte de esa historia que no nos era contada que debíamos descubrirla por nuestra cuenta.
-¿Quien me ha salvado?- Pregunté
-¿Ah?- Dijo mi hermano desconcertado pero luego respondió - Te refieres al muchacho que te trajo hasta aquí… Está afuera ¿Quieres verlo?-
-Si… Tengo que agradecerle- Dije riéndome, tú saliste de la habitación y luego entraste con aquel hombre.
-Los dejo solos, esperare afuera baby- Te marchaste y me dejaste ahí con ese chico.
Aquel sujeto hizo que algo dentro de mí saltara ¿Sería sorpresa, miedo?...no lo sabía pero oprimía mucho mi pecho y enerva mis sentidos, él me quedo viendo preocupado con esos grandes y rasgados ojos yo me sonrojé, nadie antes aparte de mi hermano mostraba esa mirada ante mí, aquella de tranquilidad y cuidado.
-¿Estás bien?- Me dijiste y el sonido de esas palabras retumbaron en mi cabeza, tu voz tan varonil, moví mi cabeza en señal de un "sí" y luego volví a mirarte, te admiré hasta el más mínimo detalle tuyo, cabellos ondulados, piel un poco oscura, cejas gruesas, cara redondeada, labios gruesos y carnosos, tienes una gran altura, delgado con un cuerpo definido;tragué saliva al seguir mi camino, parecías un príncipe de aquellos que salvan a las doncellas de las garras del enemigo.
-G...Gracias- Dije y luego bajé mi cabeza tu tomaste mi mentón con tu mano y te acercaste más a mí,me brindaste una hermosa sonrisa.
-No tienes de qué… No podía quedarme de brazos cruzado viendo como jodían la vida a un ser tan hermoso- "Hermoso" Él me había halagado, mi corazón volvió a ponerse desenfrenado dentro de mi pecho sentía caliente mis mejillas ¿Qué me estaba pasando? No sabía que responder, me quedé callado viéndote, ahí embelesado en tu mirar.
-Me llamo Choi MinHo, mucho gusto- Y fue después de escuchar tu nombre que supe que mi vida no volvería a ser igual.
-yo soy Taemin… Lee Taemin, el gusto es mío-
Una vez que se terminó de corroborar que estaba completamente bien, te marchaste, pero "algo" siempre estuvo uniendo nuestro camino, ¿casualidades? ¿Coincidencias? ¿Suerte? llámenle como gusten pero cuando me recuperé de todas las heridas tú aún seguías cuidándome, con esa dulce sonrisa me hacías olvidar amargos momentos, todo siempre a tu lado fue mejor, ya no volví a tener esos encuentros con otras personas, aunque siempre me mantuve en guardia, descubrí que eras pariente de JongHyun, el muchacho que conocí la otra vez en el castillo y que creo era amigo de Key. Ambos eran muy nobles, cada que pasaba cerca de tu regazo no quería que se terminara porque con tu mirada y tu dulzura llenaron mi vida de alegría ,creo que caí en el más dulce sentimiento de amor, no había que ser ciegos para querer negar que lo que sentía por él iba más allá de un simple gusto, Por otro lado desde aquel incidente no podía evitar el sentirme acosado por miles de incógnitas, veía a mi hermano más preocupado por mí, más de lo que usualmente era, mil preguntas se me formaron en la cabeza, y a pesar de lo angustiado que se veía nunca me dijo nada por mas que le preguntaba, no sabía si era de alertarse pero algo no andaba bien y podía sentirlo aunque me lo ocultase.
[END TAEMIN POV]
Hincones en mi cabeza no me dejaban en paz llevaba días teniendo intensas cefaleas que bloqueaban mi andar diario, tan frecuentes tan presentes como eso desmayos en los que a veces me atrapaba aquella oscuridad en la que no encontraba nada, aquella negrura que tanto temía porque solo me encontraba desprotegido, frio y callado sin poder escapar, no sabría explicar que exactamente poseo pero esos males se iban cuando podría ver aquel ser, y fue en ese constante pensar en tí que a lo lejos aprecié tu encantadora silueta caminando por algunos prados de esa gran arquitectura en donde estudiábamos, ibas caminando moviendo tus caderas al ritmo de una melodía lenta e inexistente, no sabía si lo hacía apropósito o ese era tu encanto natural, pero en definitiva me volvía loco, corrí un poco para alcanzarte, si me preguntaban si era tu acosador o algo por el estilo, ya que desde nuestro último encuentro no había cesado en buscarte aunque sin éxito ya que no fue hasta hoy que te encontré, no negaría ser tu asediador, estaba tan seguro que tu habías hecho algo en mí, mil noches pasaba pensando en ti haciéndose eterna cada una de ellas y hoy estabas aquí por eso, en definitiva no te dejaría ir tan fácilmente, no sin aprovecharme un poco de esta maravillosa situación.
Tomé fuerza… avanzando paso a paso siguiendo a esa figura blanca como la muerte que llevabas como cuerpo y con cada avance podía inhalar esa fragancia tan exquisita, tan adictiva simplemente tan tuya, al alcanzarte tomé de tu mano tu paraste en seco, te volteaste me observabas con aquella fogosa mirada llena de deseo, dirigiste tu mirar a mi agarre con tu mano, sonreíste tan coquetamente de medio lado, mordiste un poco tu labio inferior, volviste tus orbes hacia mí sin dejar de reír con autosuficiencia, me quedé paralizado ante tanta divinidad que relajé el agarre de tu mano y tú te soltaste fácilmente y mientras me observabas, me das la espalda presumidamente, caminaste unos cuantos pasos de forma libidinosa no es que sea un morboso, pero no pude evitar observar esa dos cumbres que poseías en tu parte posterior que me llamaban, me incitaban a que las palpe, las toque aunque sea un liguero roce sólo para comprobar lo maravillosas que podían ser, puede sonar carnal mi manía por ti, pero es que no lo podía negar te me hacías tan irresistible , antes de contemplar tus esbeltas piernas, te viraste hacia a mí y posaste tus seductores ojos avellana sobre los míos.
-¿Te quedaras parado ahí viéndome como tonto… O vendrás a hacerme compañía?- Tus palabras sonaron tan creídas , ya no era dueño de mis sentidos, nada de mí me pertenecía todo era de ese engreído y bello ángel al frente mío.
Sin pensarlo dos veces caminé los escasos metros de distancia que tenia contigo y te seguí ¿A dónde?, no me importaba después de todo eras tú, aquella persona con la que batallo con mi mente para no pensar, al final eran tus negros ojos quienes atrapan mi alma y me atraen hacia ti y era tu sonrisa pintada en tu cara, cara que veo cada vez que miro al techo, o a cualquier dirección de mi cuarto que me convertían en la persona más obsesiva posible.
Por aquel sendero íbamos recorriendo cada parte… Solo éramos tú y yo… Frondosos árboles hacían de límites en el camino de piedras por el cual iban caminando dos jóvenes alejándose cada vez más de la academia en la cual estudiaban, el sol en todo su esplendor,el cielo despejado, el cantar de alguna aves que merodeaban por los alrededores, algunos animales silvestres paseándose entre las ramas, el clima era perfecto para aquella expedición en la que se había adentrado un muchacho junto con su "bello ángel", no habían palabras solo el completo silencio de dos cuerpos que caminaban juntos, oyendo solamente sus respectivas respiraciones planeando mentalmente qué rutas hacer y cómo conseguir todo el tiempo que fuera necesario para que aquella mágica mañana se haga eterna, el corazón de JongHyun comenzó a latir frenéticamente en su pecho ¿Estaría embrujado? Y qué si lo estaba, la verdad no le importaba ya que sentía un profundo amor por aquel ser que le había impresionado desde que lo vió por primera vez cuando despertó de aquella bruma en la que se encontraba.
Aquel rostro tan deslumbrante, sus ojos y su mirada… ¡lo habían cautivado! Entre paso y paso la plática comenzó a formarse cambiando la paz y mudez del lugar en ligeras risas proveniente de ambos, la tierra, los árboles, el aroma frutal de ellos, las hierbas y hojas hacían juego y daban un exquisito panorama.
-¿Conoces las plantas, querido Jjong?- Me preguntaste aún caminando dejándome atónito ya que mi mente se encontraba en otro nivel de admiración hacia tu persona.
-¿Ah?- Cuestioné su pregunta y él se detuvo, tomó una hoja de uno de eso exuberantes arbustos mientras movías la cabeza lento y ligeramente de un lado hacia otro lado, cerciorándote de algo, luego tomaste mi mano con la tuya y la llevaste a dicha hoja.
-¿Lo sientes?- Me preguntaste a nueva cuenta. Esa calidez y tibieza que provenía de tu palma se sentía realmente bien me hubiera gustado quedarme así, a tu lado, tan cerca de ti, respirando cautelosamente de tu aroma sin que tú te percates de mis acciones , pero como si de magia se tratase una luz salió de aquella hojita eso me sorprendió nunca había visto algo igual, aquella luz ahora tenía forma y si mi memoria no me fallaba y los cuentos que mi mamá me contaba de pequeño eran reales, eso ante mis ojos parecía una hada, tu viraste tu rostro hacia el mío me quedaste viendo y al ver mi expresión sonreíste, con aquel gesto tan confortable que tan hipnotizado me tenia, luego volviste tu mirada hacia la pequeña criatura y me dijiste:
- Si tan solo te lo propusieras tendrías en tus manos toda la magia del reino vegetal y los espíritus que contienen - Luego de aquello separaste mi mano y la tuya de aquella hoja e inmediatamente se esfumó aquel ser luminoso, yo más allá de quedar asustado, quede impresionado, ¡más que eso!… estaba deslumbrado por esa extraña persona que tenia junto a mí, si antes me parecías deliciosamente interesante ahora eso se había ampliado hacia otros niveles.
-¿Y cómo se llama aquel árbol? No recuerdo su nombre.- Le pregunté queriendo sacar más conocimientos de mi diva, con mi dedo señale un árbol realmente hermoso, Key entre la naturaleza, entre las demás personas, entre cualquier cosa incluso los astros, siempre estaba sobresaliendo más de la cuenta, más brillante o por lo menos para mí era así.
-Aquel es un Roble- Me dijiste guiándome hacia el objeto
-Sabias que las personas dicen que frente a este árbol pueden ocurrir fenómenos sorprendentes - Movías las manos exagerando tu relato aquello me sacó una pequeña risa - manifiestan que si un caballero llegase a traer a su amada doncella al frente de este árbol, su espíritu ancestral despertaría y si el amor que ambos profesan es verdadero, mandaría una bendición eterna para la pareja y de ser lo contrario los desaparecía sin más - Terminó de hablar mi pelirrubio y en el mínimo descuido de él al ver hacia el tronco de dicho árbol, hice un movimiento que moría de la ganas de hacer, mis brazos fueron llamados por su delgada cintura y en cuestión de segundos abrazaba a su delgado cuerpo, tan adictivo tan necesario era ese contacto para mí.
Sentí un sobresalto de tu parte al tomarte de esa manera, tu de espaldas a mí y yo abrazado a tu cintura, mi boca cerca de tu cuello dejando escapar el aire de mi respiración sobre la superficie de éste, estremeciéndote bajo mi agarre, inhalé y me deleité con ese aroma muy indispensable, enfermizo e ineludible que tu desprendías, eres demasiado irresistible que con solo ese roce íntimo apenas podía respirar, débil del deseo por la espera, sin controlar mi hormonas deposité un casto beso en tu piel y un gemido casi imperceptible salió de tu boquita sin resistencia te dejaste voltear y una vez de frente a ti y con las ganas que me cargaba de comerte lo labios me abalancé sobre ti, mi destino era esa rosada entrada de labios carnosos pero no fue cumplido mi objetivo, porque te apartaste de mi agarre, ya que yo no había hecho mucha fuerza para sujetarte , me volviste a entregar esa picara sonrisa, sabias como me ponías, sabias lo que yo quería y jugabas con malicia conmigo te adelantaste a caminar pero inmediatamente fuiste seguido por mí, hay estaba yo tan fiel a ti, una vez que retornamos el camino de piedras donde estábamos antes de desviarnos hacia aquel árbol me volviste a mirar con esos cristales preciosos.
" Quisiera decirte que no me mires así, que no lo hagas, que no ves que aquellos ojos me dan tanto miedo por la influencia que tienen sobre mí por lo dominante que pueden ser, insistentes a juguetear conmigo a tu antojo."-[JongHyun].
-¿Quieres que te vaya señalando los diferentes árboles y contándote algo de ellos? - Le preguntaste amablemente a tu forastero admirador.
-Eso sería una maravilla porque además de lo que aprenderé a tu lado, podré admirarte más- No aparté mi vista de esos pequeños ojos gatunos que te cargabas, podría pasar horas viéndote y jamás me cansaría…
"Tu mirada me traspasa, aún te temo, temo a lo que podría sentir por ti, quisiera huir, escapar de ese agarre tuyo pero se me hace imposible soltarme."-[Kibum].
CONTINUARÁ…