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Cosas de chicos por lezti akira

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Notas del capitulo:

Hola gente bonita, disculpen la tardanza pero ya entre a la uni y pues hay que estudiar mucho, más porque no aprobe el primer parcial de Anatomia (y por un acierto, si vieran como me regañaron mis amigos -puros hombres). Como sea, ya supere eso y ahora hay que echarle todas las ganas.

Me di una escapadita y les traigo el siguiente capitulo de Cosas de Chicos. Sinceramente este me encanto.

Esta ubicado después de que Naruto y Sasuke duermen juntos, así que es Lunes, y antes de que Naruto y Sasuke vayan a la playa, que es un Domingo, creo.

Este capitulo tendra continuación, es decir que esta dividido en dos. La proxima parte ya la estoy escribiendo para así no tardar tanto, espero estarlo subiendo el proximo viernes. Claro, que su apoyo es indispensable, me animan mucho sus comentarios.

Sin más disfruten.

Cosas de chicos

 

¿Por qué su vida tenía que estar llena de “porqués”?...

 

Solo existía una palabra que pudiera describir su estado: exhausto. Y por más que le costara admitirlo así era. Si se tratase de cualquier otro, entonces podría alegar que su entrenador no era otro más que Kakashi y no era ninguna excusa pobre. Kakashi podía ser muy  efusivo cuando de ponerlos a entrenar se trataba, pero sin duda alguna era peor cuando Mizuki, el profesor de aritmética, se ponía en modo Casanova, ya que su pobre víctima era nada más y nada menos que Umino Iruka, el adorado – tanto por alumnos como por el personal – profesor de Literatura. Si, aquel hombre por el que muchos babeaban. Era una lástima, para ellos, que él solo tuviera ojos para sus pequeños pupilos.

Así que su completo agotamiento, el sudor que empapaba su camiseta alguna vez blanca, su cuerpo caliente y el que estuviera tirado sobre el pasto, tenía una buena justificación. Claro que la tenia.

Naruto aun seguía corriendo, con la mayoría del equipo siguiéndole los talones, ya fuera porque no completaban las excesivas vueltas impuestas o porque la energía radioactiva aun recorría sus sistemas, inclúyase en esa única categoría a Rock Lee.

Como fuera, y Sasuke ya no deseaba recordar el porqué, ahora tenía tiempo para perder. Y no había nada de entretenido en mirar a sus compañeros de equipo correr en círculos, probablemente hasta observar el pasto crecer era más interesante y provechoso. Por otra parte estaba Naruto, y vaya que a Sasuke le gustaba mirarlo. Sus torneadas piernas, su pecho trabajado y perlado en sudor, sus tiernas mejillas arreboladas, el cabello dorado meciéndose con soltura. Era precioso… y tremendamente sexual, algo no muy bueno para su salud, física y mental.

Sin más remedio se giro sobre su propio eje, quedando acostado sobre su abdomen, con vista hacia las porristas. A un hombre le debían  gustar las chicas bonitas con poca ropa y movimientos que auguraban un buen momento. Sasuke solo tenía un ligero problema… ligerísimo. Llevaba ya varios meses dándole vueltas al asunto y por más que pensaba no llegaba a ninguna conclusión satisfactoria. Porque aquellas piernas lampiñas y torneadas no se comparaban a las sutilmente velludas de Naruto; porque esos vientres planos se le antojaban frágiles y el odiaba tratar con delicadeza, le gustaba lo duro; porque aquella bonita sonrisa y coloridas miradas iban acompañadas de labial y sombras, al contrario de Naruto, que irradiaba luz y alegría… y cuando empezaba a ser consciente del rumbo de sus pensamientos no podía evitar fruncir el celo y desquitarse con lo primero que viera – casi siempre Itachi –.

Se sentía frustrado, el simplemente no aceptaba el hecho de que solo pudiera apreciar cualidades en Naruto (y eso que defectos eran variados) o que comparara – sin percatarse inmediatamente de ello – a cualquier chica con Naruto. Era, quizás, demasiado para él. También podía deberse a que se bloqueaba con facilidad. Y se enfadaba al ser consciente de que admitir que Deidara era bonito y le atraía no había supuesto ningún problema.

Pero siendo sincero consigo mismo, aquello se lo atribuía a la apariencia andrógina de Deidara, aquella que no le gustaba tanto, y al fuerte y explosivo temperamento del blondo de cabello largo, podía ser también a su parecido con Naruto, pero de ello no estaba al cien por ciento seguro.

Si al menos una chica llamara su atención, si pudiera fijarse en los senos y no pensar en pectorales – solo un par de pectorales, para ser más precisos, porque pensándolo con detenimiento, jamás le había gustado un hombre y Deidara no contaba, para Sasuke Deidara era alguien sin sexo, solo nacido hermoso – entonces su vida sería más sencilla. Su chica ideal no llegaba y de cualquier manera no tenía un tipo en mente, de hecho nunca pensaba en que le gustaba de una mujer y su camino hacia un retorno al preguntarse algo aun más importante que el tipo de mujer ¿Realmente le gustaban? ¿Mínimamente le atraían? ¿Alguna vez se había excitado viendo a una? Si lo analizaba con aun más detenimiento podía resumir que su vida se limitaba a sus estudios, su familia y Naruto. Gimió horrorizado al ver que de nuevo, todos sus pensamientos giraban en torno al Uzumaki. Quería echarse a llorar y que alguien le mandase a su chica ideal de una buena vez. O alguna señal divina, de cualquier índole, de cualquier Dios, simplemente que se apiadara de su pobre y sufrida alma que se atormentaba pensando en su dudosa, si, dudosa preferencia sexual.

¿Y porque justamente estas cuestiones tan vitales se aparecían como aves de rapiña sobre su cerebro? ¿No pudieron haberlo hecho antes? Oh, pero antes su vida seguía siendo igual, y sus amigos también, y el jamás pensó que el hecho de que nunca aceptara salir con sus tantas admiradoras estaba mal, o que era raro, aceptaba que algunas chicas eran bonitas, pero nuevamente le llegaban miles de “peros” para no aceptar nada con ellas, para excusarse y salir prácticamente huyendo – prácticamente, porque los Uchiha no huyen de nada – a refugiarse y contárselo a quien más confianza le tenía. Naruto.

Elevo los ojos ónix al cielo, lo contemplo con pesar y suspiro su suplica.

 

— ¡Sasuke! ¡Por fin termine! Diablos, estoy muerto de cansancio

 

Sasuke miro sobre su hombro. La silueta de Naruto se recortaba contra el azul del cielo, y su encorvado cuerpo arrojaba una sombra reconfortante sobre su él. Un brillo místico, rodeaba la cabeza de cabellos alborotados, el dorado manaba cual cascada refulgente. Naruto parecía un ángel, un ser divino, el pecado hecho realidad, lo que jodidamente su cerebro pudiera procesar, punto.

 

—Sasuke ¿Ese no es Itachi? — Sasuke aparto, no sin cierta reticencia, la vista de Naruto, dirigiéndola hacia donde la mano del blondo apuntaba. Efectivamente se trataba de su hermano mayor, pero no iba solo, rodeándolo y haciendo barullo a su alrededor estaban sus amigos. Ese grupo de universitarios que en antaño fueron llamados Akatsuki (¿Por qué? el no tenía idea y tampoco tenía interés en saber) y sobresaliendo entre ellos estaba Deidara.

¿Acaso eso era una señal? ¿Por qué Deidara también destellaba como Naruto? ¿Qué infiernos le pasaba a sus ojos? Gimió, el karma del sábado aun lo acosaba.

 

¿Por qué su vida tenía que estar llena de “porqués”? Porque, irremediablemente –y era algo que no deseaba cambiar por nada en el mundo – estaba llena de Naruto.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Gracias por los reviews pasados. Ya conteste todos.

Espero sus opiniones y criticas y de todo. 

La llegada de Itachi y compañia esta muy ligada al siguiente capítulo.

Como de costumbre mi autopromoción para mis fics: Blood y Leyendas Urbanas y pues también las demás historias.

Nos leemos en el siguiente capítulo, esperando sea el proximo viernes. 

Animense a comentar :)


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