Red.
No podía creerlo.
No podía ver nada.
Solamente escuchar sus gritos y gemidos mezclarse con los suyos,en un solo chillido de placer.
Se estremecía de sólo tratar de recordar cómo habían terminado sudando.
Él había ido a reclamarle un no sé qué,pidiendo que le dijera la verdad,pero en vez de el otro contestar sus gritos,...se le fue encima.
Era por eso que gritaba.
Gemía.
Jadeaba.
Sollozaba.
Sudaba.
Mordía.
Moría.
Su caliente lengua la tenía en la garganta,luego de que le vistara en lugares más oscuros y apretados.
-Ahh Jonghyun...-
Era lo que más le salía de la boca,del alma en esos momentos.Y tampoco recordaba cuantas veces le había pedido por más,abriéndole más las piernas en busca de una nueva postura y más profundida.
Joder.Joder.Joder.
-Ki-Kibum...-
Sonrió aún cuando trataba de parecer molesto,ya que la mayoría del tiempo el de piel tostada le llamaba como el resto,"Key",reservando para momentos de pelea y para cuando le tenía loco,sudando,jadeando y en la cama,"Kibum".
Esta vez no hubo lubricante,sino saliva.
Saliva que pasó a Jonghyun en un beso,y que éste luego de empotrarle de cara con la pared abriéndole las nalgas y apretándolas y arañándolas de paso,dejó ir en un hilillo a ese rincón sonrosado,que pretendía ultrajar.
Se sentía Ahhh tan jodidamente bien.
Estaban sin aire.
Hacían días que por tener que promociar en el país del sol naciente,sin contar que estaban rodeados de gente todo el día,de que él compartía habitación con Taemin,ellos no tenían su minuto a solas,su tiempo de sonreír y...bueno,follar.
-Ahhh más ahh sí,ahí...-
-¿Ahí?-
Dolía,pero se sentía...maravilloso.
Sí,follar.Porque ese era el problema;que él aún no aceptaba tener una relación,depender y dar cuentas a otra persona,estár con Jonghyun.Así llevaban desde que se conocían y por su parte,no quería que eso cambiara.Pero al parecer...
Kim Jonghyun,quien había aceptado todas su condiciones al,según él,ambos tener la misma línea de pensamiento sobre el amor,ya no pensaba igual.
-Ahhh Jo-Jonghyun ahhh...-se aferró a la cama,estando en el suelo y con el mencionado,atrás,chocando su pelvis contra su piel como un salvaje.
El peso del cuerpo detrás suyo lo sentía en cada embate que le daba,de seguro marcando ese tostado torso,el cual había llenado de chupetones mientras le masturbaba,de rodillas,poniendo tensos sus abdominales mientras concentraba la fuerza y rabia en su vientre bajo bajando juntas por esa dureza que le laceraba en esa posición;utilizándolas como venganza contra sus desplantes,a su enorme ego,y como bálsamo para su propio y roto corazón.
A sexo adicto y sucio, era lo que percibía en el poco aire que el llevaba,ahora con la cara enterrada a la almohada,mezclado con el mejor perfume que podía Jonghyun portar,su propio olor corporal;erizándole así los sentidos.
-No sé a dón-dónde prentes llegar c-con todo ahh esto...-le mintió,cuando quedaron cara a cara.
Ahora encima suyo,montándole pero guiado por su propio ritmo,tragando sus gemidos.
Ahora entendía su enojo,el brillo molesto e irritado en su mirada cuando entró en la habitación gritando y pidiendo ridículas explicaciones;Jonghyun se había cansado de que sólo le buscara cuando quisiera que le revolcaran por paredes,piso,cama.
Quería una respuesta ya.
Suya.
Un sí.
O un no.
Que contestara a sus sentimientos,que crearan un hilo rojo.
Pero ahh,...se sentía tan bueno tenerle así,dominado,molesto,irritado y,sobretodo,esperanzado.
Sonriendo con burla mientras sentía su semilla brotar desde la entrada recien regada,regándose por sus muslos y manchando las típicas sábanas de blanco con logo de ese obstentoso Hotel en Shibuya,recordó a la perfección de lo que se había dado cuenta cuando meses atrás Jonghyun se había enfadado con él por primera vez:
Un Jonghyun molesto, igual al sexo perfecto.
Una ecuación sencilla.
-Ya sabes lo que quiero escuchar.Dilo.Ahora-le escuchó decirle,cortando con su ronca voz el aire a sexo que los rodeaba,siendo su demanda más ruidosa que las concurridas calles de la ciudad Tokiota,a todas horas.
Escuchar su voz jadeante por haber gemido,gruñido y maldecido mucho,solamente le hacía sonreír mejor y morderse los labios.
-Di que me amas,Kibum.Dilo.
Cerró los felinos ojos y le atrajó hacia su boca,saboreando el sabor a alcohol en su lengua,lamiendo su labio interior,derritiéndose por saberle a gloria la mezcla de la personalidad fuerte y decidida de Jonghyun,con la caliente y ruda del sake.
Rabia.
Furia.
Enojo.
Pudo leer eso en su mirada.
Pero aún así,no le contestó.
¿Tan díficil era para Jonghyun entender que así era su forma de amarle?
Si Jonghyun esperaba una declaración de su parte,pues iba a tener que sentarse a esperar con botella de Sake o Soju a mano,porque simple y sencillamente nunca llegaría.
A él le excitaba y enamoraba el sentirlo enojado...
...infeliz,...
...sumiso,
... humillado,eso era todo.