Me tope contigo.
Oscuro, oscuro… mi día se transformó en noche.
Vagando por las calles… perdido.
Y el alcohol, inunda mis sentidos;
despertando en la cama de algún desconocido.
Me perdí a mi mismo…
Y el dolor me mortificaba cada día.
Persiguiendo fantasías;
se abría en mi pecho una herida.
Y nunca dije nada por maldita cobardía.
Explote, toque fondo y ahora me arrepiento;
Por amor yo entregue mi cuerpo.
Y pude sentir la frialdad de sus manos en mi pelo,
En la habitación solo él y yo, sin remordimientos.
El placer, su cuerpo y mi cuerpo;
El amor, solo deje fluir mis sentimientos;
El dolor, otro nombre en sus labios…
No me pertenecían sus besos.
Explica… explica corazón ¿Cómo no pudiste prever esto?
¿Y si el mar se juntara con el sol al atardecer?
¿y si el amor fuese solo un juego?
¿Por qué me toca perder?
Y escapé, corrí tanto como me lo permitió el aire,
mis pasos me condujeron a un parque.
Me senté apartado de toda la civilización,
¡Grite, llore!, ¡deje salir el dolor!,
Enfrascado en mi coraje, por mi patética situación.
Entonces del cielo un destello y un ángel apareció;
De ojos azules y cabellos negros.
El me encontró deshecho y en sus brazos me acogió.
Me devolvió la fe y me hiso de nuevo creer.
Y en sus manos deposite lo que quedaba de mi corazón,
Como rompecabezas el lo arreglo,
y me otorgo una nueva ilusión.
Cálido, ¿Qué es esta sensación tan reconfortante?
Yo que buscaba sentir frio me tope con el calor;
yo que buscaba ser amado me tope con el amor.
Pero no es de quien esperaba, no es de quien yo deseaba…
Yo que buscaba la amatista en sus ojos, me tope con el cobalto;
y la semejanza en sus manos, me tope con la calidez.
Y yo que no conocía más que la indiferencia y altanería;
me tope con la inocencia de sus actos egoístas,
y lo agradable que éstos pueden llegar a ser.
Y me enseñaste cosas que yo solo no hubiese conocido.
Tú me salvaste de sucumbir ante la desesperación y el miedo de no ser querido,
Tomaste mi mano y me llevaste por buen camino.
Y me tope contigo cuando me encontraba perdido.
Abrázame y lastímame, quiero sentirlo.
Y bésame… lento, quiero disfrutarlo.
Que amor se vuelve más fuerte con el paso de los años,
¿Describirlo? No se puede describir un amor como el que siento por ti....
Sublime, loco, romántico, egoísta y exquisito.
Es no poder pensar en algo más que en ti,
es tocar, besar, sentir, oler;
porque incluso tu perfume lo llevo en la piel.
¿Prohibido? quizá eso sea porque pocos comprenden como tú y yo nos sentimos.
Y si amarte se volvió ilegal me convertiré en un criminal.
Enfrentaremos juntos a esta sociedad; como fugitivos.
Y que juzguen si quieren juzgar,
nosotros no estamos para darles gusto a los demás.
¿Que por qué no te lo digo? En parte es mi orgullo inquebrantable,
En parte es la vergüenza, no me malentiendas;
no es pena por salir contigo, es el miedo a ser herido.
Sé que no me lastimarías, no necesitas decirlo,
Pero tengo un corazón con un sexto sentido;
que dice que no, que no quiere más daño,
Sin embargo, no dudes que te amo.
Sé que no es justo que no te diga lo que siento.
Sé que es egoísta de mi parte querer monopolizarte.
Pero trato de expresar lo que siento cada que puedo;
cuando te digo que tengo frio, cuando pretendes amarme,
cuando creo que estar dormido y te beso,
aunque sepa que en realidad estas despierto.
Y tú lo sabes, no necesito decirlo,
Interpretas mi lenguaje, también tienes sexto sentido.
Lees entre líneas, observas mis gestos y mis movimientos,
Conoces mis expresiones incluso mejor que yo,
que cuando quiero decir “si” digo “no”,
sabes que “baka” es un “te quiero”
y que cuanto más forcejeo es porque más te deseo.
Y me tope contigo, sin haberlo pedido,
Ohh ángel, gracias por haber venido.
Y bésame… lento, que aun queda tiempo
para amarnos otra vez, ¿es que a caso no lo entiendes?
Nowaki, tu eres mi nuevo amanecer.
Pero debo decírtelo para que no tengas dudas,
tú que me has dado tanto amor y ternura,
que me has cuidado y que me has acogido.
TE AMO…. Dilo y repítelo fuerte y claro.
Y nunca dudes de cuanto lo hago.
Te lo escribo porque de frente me apena decirlo.
Sé que para cuando lo leas yo al trabajo ya me habré ido.
Y quizá por la vergüenza trabaje horas extra.
Y cuando llegue a casa si sigues despierto,
ten por seguro que me encerraré en el cuarto.
Te lo digo para que por lo menos antes de eso,
alcances a darme un beso.