Se habían despertado hacía poco, estaban desnudos porque la noche anterior habían hecho el amor y lo primero que hicieron luego de saludarse por la mañana al despertar fue comerse a besos. Era su rutina de siempre y nunca se cansaban de ella. El desearse los buenos días y probar los labios de su esposo era la mejor manera de desperezarse por las mañanas. Claro que en esta ocasión la mañana había pasado hacía un par de horas; era poco más de medio día, aún así nada les importó…
—Mmm —se despegó del beso—… Amor, anoche soñé algo relacionado contigo— reveló
—mordió su labio inferior— ¿En serio?, ¿Qué fue?— preguntó interesado, robándole pequeños besos
—Soñé que tenías orejitas y cola de gatito y que cuando hacíamos el amor gemías “Miau~”— relató
—Kai rió— ¿Qué clase de sueño fue ese?— preguntó
—Amor —Kai lo miró—, dime un “Miau” orgásmico— pidió
—negó avergonzado—
—hizo puchero— ¡Por favor~!. En el sueño fue excitante— admitió
Para hacerlo desistir de su idea lo tomó del cuello y comenzó a besarlo demandantemente, eso amansó un poco a su marido, sin embargo al cerrar los ojos a Takashi se le venía su sueño a la cabeza y podía visualizar nítidamente a Kai desnudo bajo su cuerpo, con orejitas y cola de gato siendo embestido salvajemente mientras gemía “Miau” insistentemente. Sin proponérselo comenzó a excitarse ante tal recuerdo y Kai lo notó…
—Shushu~— medio gimió separándose mínimamente de sus labios
—Dime— respondió jadeante
—Estás durito— comentó moviendo su cadera
Suspiró y comenzó a hacer presión con su trasero en su entrepierna, logrando que Takashi moviera sus caderas también mientras mordía su cuello, a lo que él sólo presionó más su trasero contra su cadera sintiendo cómo el miembro de su esposo hacía presión contra su entrada mientras mordía uno de sus pezones…
—Mnh~— susurró sonrojado y acarició su espalda
Kai sentía cómo su miembro se erguía poco a poco bajo la presión que ejercía el miembro de su esposo en su entrada y también por la estimulación que ejercía en su cuerpo al apretarle suavemente los pezones entre sus dedos. Suspiro a suspiro su calor corporal subía y todo tipo de roce se estaba haciendo tortuoso ante la necesidad se sentirse ya…
—Ahh~ te necesito dentro, amor— susurró
No le contestó con palabras, sólo lo dejó de espaldas sobre la cama e inmediatamente sintió cómo se abrió de piernas dispuesto a ser penetrado de una vez por todas. Tenía la duda de si prepararlo antes, pero Kai pareció leer su expresión y rodeó sus caderas con las piernas en una muda invitación a que entrara sin más preámbulos…
Sin querer hacerlo esperar más tomó su cadera con una mano y acomodó su miembro en su entrada con la otra, a la vez que besaba su nariz e ingresaba lentamente, Kai cerró los ojos y se contrajo en respuesta. Podía ser que le doliera un poco, por eso terminó de ingresar y se quedó quieto en su interior mientras éste seguía contrayendo sus paredes alrededor de su miembro y rasguñaba su espalda. Esperó un poco más; acarició sus piernas y besó su cuello sin llegar a moverse por miedo a hacerle daño…
—A-amor muévete, muévete— Kai susurró su orden enterrando las uñas en su espalda
—tomó sus caderas y las atrajo a las suyas lenta pero firmemente—
—Mhn~— gimió bajito y apretó sus caderas con las piernas
Comenzó a mover las caderas sacando su miembro casi al tope para volver a introducirlo lentamente de forma constante. No quería ser brusco, después de todo, la noche anterior también habían hecho el amor. Mantuvo en todo momento la delicadeza al penetrarlo luchando contra su propia necesidad de embestirlo cómo le gustaba…
—Ahh~ un poquito más rápido~— susurró gimiendo
Kai le dio un suave beso y volvió a contraerse para motivarlo a embestir más rápido, en respuesta sintió un mordisco sobre sus labios y el incremento considerable en el ritmo en que estaba siendo penetrado. Gimió complacido sobre sus labios y lo acompañó en el movimiento de caderas, hasta que sintió cómo Takashi levantó sus piernas e hizo las embestidas más profundas…
—¡Ahh~! ¡Takashi, m-más rápido~!— gimió más fuerte y arañó su espalda
Sentía los gemidos de Kai en su oído, sus uñas rasgando la piel de su espalda y su miembro ser apretado asfixiantemente entre sus paredes, ante tal estímulo simplemente se movió más rápido sosteniendo firmemente sus caderas, sin querer dejar de sentir una y otra vez la placentera estrechez que lo envolvía cada vez que su miembro tocaba fondo haciendo que se contrajera con cada estocada un poco más…
—¡¡Ahh~, sigue asíh~ no pares~!!— medio gritó y enterró las uñas en su espalda contrayéndose
—separó sus piernas y lo penetró más fuerte—
—arqueó la espalda— ¡Ahh~! Shushu~— lo miró sonrojado
En ese preciso instante Takashi lo miró y se le atravesó la imagen de su sueño, detuvo sus embestidas y se quedó viéndolo un momento mientras Kai seguía mirándolo con ese sonrojo en sus mejillas…
—Mi amor, ¿Estás bien?— le preguntó Kai
Recién ante esa pregunta reaccionó y comenzó a embestirlo otra vez de forma suave mientras lo miraba insistentemente…
—Sí, estoy bien— respondió sin detenerse
—gimió bajito y asintió— ¿Segurito?— susurró cómo pudo
—lo pensó un poco—… Sí— contestó deteniendo las embestidas—. Gime miau~— pidió comenzando a embestir rápida y firmemente
—T-Takashiii- kun~ —le daba vergüenza su petición— ¡Miaaaaau~!— pero igual accedió
Al sentir el ritmo rápido y desenfrenado que tomó Takashi al oírlo decir “Miau” de esa forma hizo que se replanteara la forma de gemir. Mientras él seguía pensando dentro de lo que podía al sentir el placentero roce en su interior, su esposo se abalanzó contra uno de sus pezones y comenzó a succionarlo a la vez que lo seguía embistiendo con fuerza, eso hizo salir a Kai de su letargo y sintió de improviso que el final se avecinaba para él…
—¡Miaau~! ¡N-no puedo más~!— gimió fuerte y eyaculó entre ambos vientres
—dejó de embestir— Yo todavía tengo ganas— declaró
—Sigue~— accedió contrayéndose y moviendo sus caderas
—No, porque después te va a doler— se negó
Al escuchar esa frase Kai cambió de posiciones y dejó a Takashi bajo su cuerpo, lamió sus labios, apoyó las manos en su pecho y comenzó a mover sus caderas…
—No importa, quiero que termines dentro— le dijo
Él también quería terminar en su interior, pero tampoco quería que después se ande quejando del dolor de trasero. Aún así Kai no dejó de moverse sobre su miembro, al contrario, cada vez lo hacía más rápido, hasta que terminó por motivarlo completamente. Al final Takashi tomó su cadera y comenzó a penetrarlo firmemente, haciendo que Kai arqueara la espalda y moviera más rápido sus caderas…
—¡Ahhh~! ¡Qué rico~!— gimió contrayéndose
Ese gemido hizo que todo el temor que sentía Takashi en un principio se esfumara definitivamente, aún más cuando vio que el miembro de Kai seguía erecto igual que el suyo. Simplemente levantó sus caderas y atrajo las de Kai hacía las suyas en busca de otorgarle más placer al llegar más profundo…
—¡Mgh~, más, q-uiero más~!— ordenó
Seguido de eso crispó los dedos sobre su pecho logrando rasgar la piel bajo sus uñas mientras volvía a contraerse. Takashi en un hábil movimiento lo dejó de espaldas sobre el colchón y aumentó el ritmo y la fuerza con que ejercía sus penetraciones haciendo que Kai arquera la espalda y arrugara las mantas formando un puño con ambas manos al apretarlas…
—¡Aah~ miaaau~ Takashi-kun~!— gimió fuerte
Al oírlo volvió a bajar la boca hasta su pecho, tomó uno de sus pezones entre sus dientes, lo mordió suavemente mientras retorcía el otro entre sus dedos y siguió penetrándolo fuerte y rápidamente, ante esto Kai se tapó la boca con ambas manos para evitar gemir a la vez que empezaba a mover las caderas también en ayuda del vaivén que llevaba su esposo…
—Amorcito, gime— pidió disminuyendo un poco el ritmo de las embestidas luego lamió su otro pezón
Apenas sentir la lengua de su esposo sobre su pezón destapó su boca y comenzó a gemir su nombre mientras miraba atenta y sonrojadamente lo que hacía. Takashi notó la mirada sobre él y quedó frente a su rostro, tras mirarlo unos segundos mordió su labio inferior con cuidado mientras aceleraba lo más que podía el ritmo de sus estocadas…
—¡Ahh~ Takashi~ mgh~!— gimió con los ojos cerrados y se contrajo
La constante presión que podía ejercer Kai sobre su miembro al contraerse lo tenía al borde del clímax, por lo que aprovechó sus últimas fuerzas; subió sus piernas sobre sus hombros e hizo las penetraciones más profundas, logrando que Kai arquera su espalda nuevamente contrayéndose más aún. Sólo eso necesitó para que luego de un par de duras embestidas eyaculara en su interior mientras apretaba sus piernas, sin embargo al ver que a Kai le faltaba un poco más, volvió a penetrarlo fuertemente sosteniendo firmemente sus caderas hasta que tras un gran gemido y un especialmente fuerte rasguño a lo largo de su espalda, Kai eyaculó entre ambos vientres…
Luego del orgasmo Takashi bajó las piernas de Kai de sus hombros y se tendió de espaldas en la cama acomodándolo sobre su cuerpo sin llegar a salir de su interior. Sabía que a Kai le gusta sentir su miembro dentro de él hasta que perdiera totalmente su rigidez, por eso siempre le cumplía ese capricho, claro que muchas veces eso desencadenaba una segunda ronda, una tercera, o hasta que el cansancio les impidiera seguir…
—Desde ahora en adelante debes gemir cómo gatito— ordenó mientras acariciaba su espalda
—Lo haré, amor— accedió refugiándose en su cuello mientras se dejaba mimar
Se quedaron un rato en silencio sólo acariciándose en esa posición, no había obligaciones ese día por lo que podían pasar en cama si querían, sin embargo el sistema llamaba y el hambre se hizo presente en ambos. Aún cuando no querían levantarse debían hacerlo…
—Kaichu, tengo hambre— se quejó
—hizo puchero— Pero aún estás durito— reclamó contrayéndose un poco
—lamió su mejilla— Después de comer seguimos si quieres— propuso
—Asintió levantando su cadera, sacando poco a poco el miembro de su interior—
Al ver la expresión tierna e ilusionada de su rostro, Takashi se acercó a besarlo antes de salir definitivamente de las sabanas. Le otorgó un beso corto pero profundo, que dejó a Kai hincado sobre la cama con los ojos cerrados, los labios húmedos entreabiertos y con ganas de más…
—le robó un último beso— Vamos a comer, amor— le dijo tomándolo en brazos
—¿Desnudos?— se asombró colgándose de su cuello
—Los niños no están en casa. Además hace calor cómo para ponerse ropa— expuso
—A bueno, tienes razón— dijo apegándose más a su cuerpo
Lo llevó hasta la cocina sintiendo el calorcito de su cuerpo apegado al suyo y lo dejó sentado sobre la mesa. Mientras Kai jugaba con sus pies él vio por ahí algo con qué saciar su hambre. En la despensa había colorantes, maicena, mostacillas de colores, coco rallado, nada que sirviera para pasar el hambre; buscó también en el refrigerador y menos había nada, al ver su mala suerte el estomago le rugió de forma graciosa, provocándole una ligera risa a su esposo…
—Ay, mi panza… Y tú te ríes de mi desgracia— se quejó
—Tenemos que ir de compras, Takashi— anunció
—¿Y ahora me lo dices?. Kai, no hay nada para comer ¡Moriré de hambre!— exageró
—Hay helado, creo— dudó poniendo un dedo sobre sus labios
Esperanzado y hambriento Takashi abrió la parte superior del refrigerador y encontró un pote de helado, un poco temeroso de que no tuviera nada dentro lo tomó y lo abrió, y sí, tenía helado, estaba lleno y era de piña; eso hizo que sus ojitos brillaran con alivio y ansiedad. Tomó una cuchara y luego se acercó a la mesa adónde estaba Kai comenzando a comer sin invitarle, éste sólo lo quedó viendo mientras comía y seguía jugando con sus pies que colgaban de la mesa…
—¿No piensas darme helado?— mencionó de pronto sin despegar su vista de encima
—lo miró con la cuchara en la boca— ¿Quieres?— preguntó
—asintió sonriendo—
—sacó un poco de helado— Abre la boca— pidió
Sin necesidad de hablar más, Takashi comenzó a compartir con su esposo, repartiendo una cucharada para sí mismo y otra para él. Entre suaves risas, miradas llenas de cariño y pequeños besos con sabor a helado de piña se les empezó a pasar el tiempo y el calor fue aumentando. Estaban en el horario en que el calor pegaba con más fuerza y eso se hacía notorio. Sin pretenderlo, la frialdad del producto que estaban consumiendo se les estaba haciendo tentadora…
Sin meditarlo mucho cómo parte de jugarreta Takashi pasó un poco de helado por el cuello de Kai y luego lo lamió para limpiarlo, recibió una suave risa de su parte la cual lo alentó a seguir insistiendo. Volvió a untar sus dedos con helado y los pasó por su cuello y parte de su clavícula para después retirar el contenido con su lengua, todo sin prisa alguna, saboreando con gusto la mezcla que producía el helado en contraste con el sabor de la piel de su esposo…
—Me siento pegajoso… Pero es refrescante— comentó, sintiendo los dientes de Takashi marcando su cuello
—¿En serio?— cuestionó susurrando en su oído
—Mm…— musitó asintiendo
Poco a poco Kai fue cediendo a la jugarreta de su marido y terminó entregado completamente a sus manos dejándose untar y lamer una y otra vez. Con el pasar de los minutos no era solo su cuello el que estaba siendo consentido por la lengua de Takashi, sino su clavícula, su pecho, sus pezones, su abdomen y su ombligo; sus suspiros pasaron a ser suaves gemidos y ahogados jadeos; su refrescante jugarreta lo estaba excitando sin poder evitarlo; su miembro se estaba irguiendo bajo los caricias de su esposo…
Takashi lo tendió en la mesa y esparció lo que quedaba de helado sobre su cuerpo, vio a Kai sisear al sentir el frío sobre su cuerpo, no solo en su abdomen, sino en su espalda al estar tendido sobre la superficie del mueble…
—¿Está frío?— era demasiado obvia la pregunta
—Sí, esta frío —lo miró— ¿Me vas a echar mas?— preguntó
—Quería echarte más, pero no— se compadeció un poco
Dejó de hablar y pasó la lengua sobre su abdomen, saboreando golosamente el helado que allí había, mientras sentía el cuerpo de Kai estremecerse ante cada caricia que ejercía su lengua sobre su piel…
—rió— Me da algo de cosquillas~— admitió acariciando su cabello
Takashi sólo aguanto la risa al escucharlo y lamió a lo largo de su abdomen de forma ascendente hasta llegar a uno de sus pezones y lo mordió, lo miró de reojo y vio cómo cerró los ojos dando un pequeño gemido, eso lo alentó haciendo que lamiera su otro pezón mientras esparcía un poco más de helado sobre sus piernas; volvió a escuchar un gemido de su parte a la vez que un estremecimiento se apoderaba de cuerpo. Al parecer Kai lo estaba disfrutando, él tampoco podía negarlo, escucharlo gemir era excitante. Jugó con sus pezones y comenzó a masturbarlo teniendo la mano llena de helado…
—Ahh~ Takashi, mgh~— continuó gimiendo y abrió un poquito los ojos
Escuchando atentamente los gemidos cada vez más audibles de su marido, terminó de sacar el helado que había sobre su abdomen con la lengua y mordió suavemente en diferentes zonas mientras seguía masturbándolo. Al sentir sus dientes en diferentes zonas de su cuerpo, Kai gimió aún más fuerte y se dedicó a ver lo que hacía mientras el sonrojo teñía sus mejillas. De pronto Takashi dejó de masturbarlo y tomó una de sus piernas para lamerla, logrando que se estremeciera nuevamente mientras veía atento cada movimiento que realizaba…
Mordió un par de veces la pierna que tenía en alto y siguió lamiendo hasta sacar todo el helado de la superficie, Kai rió bajito y mordió sus labios, seguía dándole cosquillas sentir la lengua de Takashi sobre su piel, sin embargo éste ni se inmutó, dejó su pierna y tomó la otra para lamerla también…
—una suave risita salió de sus labios—
—No te rías~— reclamó mordiendo fuerte su pierna para luego volver a lamerla
—Eso intento pero da cosquillas— se defendió
—terminó de lamer su pierna y la acomodó sobre la mesa— Date la vuelta— ordenó
—Bueno, amor— accedió
Kai se dio vuelta sobre la mesa quedando se guatita sobre ella, comenzó a mover sus pies mientras sentía que Takashi lo observaba, ¿Y cómo no? él siempre quedaba embobado viendo su lindo cuerpo, más cuando lo tenía a su entera disposición. Tardó unos segundos salir de su letargo y quedó observando su trasero; tomó sus piernas, las separó y levantó su trasero de la mesa…
—Me gusta— admitió viéndolo
No era nada que Kai no supiera, Takashi siempre le decía las cosas que le gustaban de su cuerpo, pero eso no quitaba que se avergonzara cada vez que lo escuchaba. Sin poder evitar el impulso Takashi le dio un palmazo en el trasero y luego lo mordió…
—Ahh~ amor— medio gimió riendo
Al escucharlo le dio otro palmazo e introdujo un par de dedos en tu interior con cuidado, en respuesta Kai gimió bajito y se contrajo atrapando esos dedos que luchaban por moverse dentro de ese estrecho pasaje. Una vez pudo moverlos con libertad jugó con ellos en su interior, introduciendo y sacando constantemente en busca de ese lugar que sabía haría gemir de nuevo a su esposo, mientras seguía en su búsqueda lamió alrededor de su entrada logrando que Kai se estremeciera notoriamente y gimiera un poco más fuerte…
Incentivado por el excitante sonido que emitía la boca de Kai introdujo sus dedos profundamente, los separó todo lo que pudo y pasó la lengua entre medio de sus dedos, chocando ésta ligeramente con el interior, logrando que Kai se sonrojara con esa acción. Nunca había intentado algo así antes, pero ese día en especial no estaba pensando lo que hacía, sólo disfrutaba cada cosa que se le ocurría…
—Mgh~ T-Takashi— susurró sorprendido
Con cada sonido que emitía Kai, su esposo sentía cómo su miembro se erguía rápidamente, no sólo al escucharlo, sino al verlo tan entregado a sus manos. Le mordió el trasero una vez más, no con tanta fuerza y siguió jugando con sus dedos en su interior, escuchando cómo Kai gemía su nombre repetidas veces mientras cerraba los ojos. Siguió estimulando su interior separando los dedos e introduciendo y sacando constantemente. Hasta que los gemidos salieron seguidos y fuertes, sacó los dedos y lo dejó de espaldas sobre la mesa nuevamente…
—Amooor— susurró y lo miró sonrojado
—¿Qué pasó?— le preguntó separando sus piernas y volviendo a introducir sus dedos
—¿No puedes entrar tú?— preguntó enderezándose mientras pasaba los brazos por su cuello
—Te queda poco para terminar, ¿Cierto? — cuestionó
—asintió sonrojado—
—A mi también —admitió— ¿Rapidito?— interrogó sacando los dedos de su interior
Kai juntó los labios con los de su esposo en un necesitado beso, sintiendo cómo éste lo bajaba de la mesa y lo dejaba de pie sobre el suelo. Una vez sus bocas se separaron, Takashi lo dio vuelta de cara a la mesa y lo penetró de una sola vez, dejando en evidencia que de verdad le faltaba muy poco para terminar…
—Apriétame— le pidió sosteniendo su cadera
—Ahh~ Takashi— gimió contrayéndose
—Mgh~ que rico— gimió de vuelta impulsándose hacia su interior con fuerza sujetando sus caderas
De buenas a primeras comenzó con estocadas enérgicas y firmes, sosteniendo con fuerza la cadera de Kai para darse el impulso, marcando los dedos sobre su piel, sintiendo cómo éste se contraía estrechamente alrededor de su miembro mientras gemía su nombre repetidas veces…
—¡T-Takashi, sigue asíh~!— ordenó intentando no gemir fuerte
Éste sólo le obedeció manteniendo el ritmo rápido de las embestidas disfrutando la permanente contracción sobre su miembro. Cómo nunca Takashi gimió fuerte haciendo rebotar cada silaba que emitía en el oído de su esposo, mientras éste se movía en sentido contrario a sus caderas para lograr que ingresara cada vez más profundamente. Kai se contraía cada vez que el miembro de Takashi golpeaba su próstata, se afirmaba con todas sus fuerzas de la orilla de mesa cerrando los ojos para poder disfrutar cada certera embestida que se abría paso en su interior. Los gemidos no podían controlarse del todo, menos con tanto placer a cuestas; sintiendo que no podía durar mucho más, Takashi tomó su miembro y lo masturbó al ritmo de las embestidas
—¡Ahh~ m-más~!— pidió moviendo sus caderas y mordiendo sus labios
Sin mediar palabra, Takashi soltó su miembro, subió una de sus piernas sobre la mesa y comenzó a penetrarlo lo más fuerte y rápido que pudo, a los momentos después volvió a tomar su miembro y lo masturbó al ritmo desenfrenado de las embestidas que llevaba…
—¡¡Ahhh~!! ¡Ta-Takashi, no puedo más~!— anunció
A los segundos después Takashi sintió cómo se contrajo y tras un fuerte y prolongado gemido eyaculó en su mano mientras apretaba los puños sobre el borde de la mesa. Él sólo siguió penetrando fuerte y constantemente un par de segundos más hasta que hizo lo propio en su interior sosteniendo con fuerza su cadera para sujetarse…
Se quedaron en esa incomoda posición un momento, Kai con una pierna sobre la mesa y la cabeza gacha, Takashi con la frente sobre su nuca y afirmando sus caderas, ambos respirando agitado sintiendo cómo de a poco el estremecimiento que les provocó el orgasmo abandonaba sus cuerpos…
—Mi Shushu— habló Kai, intentando regular su respiración
—Te amo, corazón— le respondió saliendo con cuidado de su interior
—Miau~ —gimió levemente—. Yo también te amo, mi amor— acotó
—¿Vamos a ducharnos?— propuso dejándolo de frente
—miró hacia abajo y alzó una ceja— Bueno— aceptó haciendo un puchero
—¿Qué pasó?— le preguntó
—apretó su miembro— Lo quiero dentro— exigió
No era su culpa que su miembro no siempre perdiera firmeza tras el orgasmo y no se iba a poner a discutir sobre eso con Kai, sabiendo de ante mano que le había prometido que cumpliría su petición de permanecer dentro hasta que su erección decayera completamente. Simplemente lo besó tomándolo en brazos, lo apoyó ligeramente en la mesa y volvió a introducirse en su interior; luego de eso encaminó sus pasos hasta el cuarto de baño y se metió a la ducha, con un poco de dificultad al estar apegado a Kai, pero lo logró, una vez dentro lo besó y sin aviso alguno abrió la llave del agua fría, logrando que Kai se aferrara a su cuerpo enterrando las uñas en su espalda y contrayéndose fuertemente…
—¡Ah, está fría!— se quejó. El agua le estaba cayendo sobre la espalda
—Hace calor~— se defendió cambiando de lado para que el agua cayera sobre él
Ahí comenzó una batalla campal por quien regulaba el agua; Kai la quería ligeramente tibia, Takashi la quería fría, pero estando en la posición en la que estaban no podían moverse con libertad y sólo lograron un estimulo mayor para ambos al hacer el roce constante y apretado…
—¿Qué tal si nos bañamos por separado?— propuso Takashi
—Bueno— aceptó no tan convencido
Antes de cualquier cosa cerró la llave del agua, luego delicadamente lo levantó de sus caderas y sacó su miembro de su interior para dejarlo de pie sobre la baldosa. Lo besó un momento haciendo que se aferrara a su cuello para corresponder el contacto. Eso le daba a entender que Kai no quería separarse de su cuerpo, ante eso no le quedó más que ceder a lo que él quería y sin despegarse de su boca reguló el agua a gusto de su esposo…
—Te amo, Shushu— dijo separándose de sus labios
—Yo también te amo, Kaichu— le contestó
El agua caía cómo ligera llovizna, eso no les impedía poder besarse bajo el chorro. Pasar momento a momento el uno al lado del otro no era un lujo que pudieran darse siempre, por eso cada vez que podían estar cómo lo estaban en ese preciso instante lo disfrutaban hasta en lo más mínimo. Se despegaron mínimamente de sus labios para poder asearse bajo la atenta mirada y colaboración de su pareja…
—¿Por esto querías ducharte con agüita fría?— le preguntó rozando un par de sus dedos sobre su miembro
—asintió un poco sonrojado—
—¿Me hago cargo?— preguntó
—B-bueno— aceptó
Una vez terminaron mutuamente de quitar el exceso de jabón en sus cuerpos, Kai se posó delante de él enredando los brazos alrededor de su cuello para luego morderlo con fuerza…
—Ay~ que rico... me gusta cuando me muerdes— comentó lamiendo sus labios
—Me gusta morderte— sonrió y volvió a morderlo
—Se siente tan bien~— cerró los ojos sintiendo los dientes en su cuello
Kai bajó las manos a su pecho y lo acarició mientras seguía mordiendo y dejando marquitas sobre la piel de su cuello, pocas veces Takashi se comportaba tan dócil con él y eso le daba entender que de verdad aún tenía ganas…
—Amo tus mordidas, mi vida— susurró con los ojos cerrados
Continuó mordiendo su cuello en silencio, luego de un momento llevo una de sus manos a su miembro y rió sin proponérselo al sentir que aún estaba firme. Podía ser que en un comienzo no estuviera en esas condiciones, pero sabía bien que sus mordidas habían logrado lo que tenía entre su mano…
—Mh~ —se retorció un poco— Te aprovechas de mi desnudez~— intentó quejarse
—Estás durito de nuevo— apretó su miembro y lamió su cuello
—Ahh~ si lo sé —lamió sus labios— tus mordidas me ponen así— comentó
Sonrió y comenzó a masturbar su miembro lentamente escuchando los suaves gemidos que emitía de vez en vez…
—Mgh~— musitó apoyando la frente sobre su hombro
Lo masturbó un poco más rápido, escuchó cómo gimió bajito contra su hombro y luego apretó un poquito el agarre de su mano contra su miembro…
—apretó sus hombros— Ahhh~ Kaichu~— gimió más fuerte lamiendo sus labios y luego mordió su cuello
Kai suspiró al sentir los dientes de su esposo sobre su cuello y pasó suavemente las uñas por su miembro, recibió un notorio estremecimiento de su parte y una mordida ejercida con más fuerza sobre su cuello. Alentado por su acción volvió a pasar las uñas por su miembro y luego lo apretó entre su mano; Takashi lamió su cuello y lo mordió una vez más, haciendo que Kai mordiera su propio labio inferior y lo masturbara más rápido…
—Ahh~ ay~ me vengo, amor~— susurró gimiendo en su oído y luego mordió el lóbulo de su oreja mientras eyaculaba en su mano
—dejó su miembro y lamió su mano— Qué rico— dijo lamiendo sus labios
—lamió su oreja— Te amo, Kaichu~— susurró en su oído
—le dio un besito— Yo también te amo y mucho— contestó
Se besaron un momento más estando bajo el chorro de agua y luego salieron de la ducha, se secaron mutuamente y corrieron a su habitación para poder ponerse ropa…
A esas alturas del día el sol iba decayendo de a poco y con él el calor que antes los estaba sofocando. Se vistieron con prendas ligeras y asearon su habitación y el resto de la casa para pasar el tiempo, estaban cansados, sí, pero querían aprovechar los momentos juntos antes de tener que volver a sus obligaciones cómo padres y cómo músicos en sus respectivas bandas. Se sentaron a descansar de sus labores en el sofá mientras la televisión impartía un programa de concursos al cual no le estaban poniendo atención…
—Kai— lo llamó
—Dime— respondió reposando la cabeza sobre las piernas de su esposo
—¿No te duele el trasero? — preguntó acariciando su cabello
—Un poco— asintió
—¿Podrás trabajar sin problemas mañana?— interrogó preocupado
—No creo, pero…— meditó un poco
—¿Pero?— inquirió
—Siempre uno de nuestros hijos puede enfermarse~— canturreó
—Al parecer no soy el único que ocupa a nuestros bebés cómo excusa para faltar o salir antes del trabajo— rió
—Los hijos son importantes, Shushu. Nunca nos negaran la salida por su causa— dijo seriamente
—Lo sé, amor, pero no debemos abusar— replicó
Sus hijos andaban de paseo con un hermano de Takashi, su pareja, también los hijos de éste, y se suponía que debían volver al día siguiente por la tarde, una vez ambos hayan llegado del trabajo. Pero al parecer el tema que estaban tocando antes ejerció efecto en las circunstancias y un llamado telefónico sacó a la pareja de su somnolencia para atender…
—Tsu, ¿Qué pasó?— le preguntó Takashi
—Hikaru— nombró
—¿Qué le paso a mi bebé?— interrogó asustado
—Nada muy grave… Sólo está quemadito de sol— susurró
—Lo insolaste— dijo con pesadez
—¡No…! O sea yo no fui… fue el sol— se defendió
—¡Estúpido, mi hijo no es un pedazo de charqui!— gritó
—Sabía que reaccionarías así— dijo con miedo
—Tráeme a mi bebé antes de que meta mi mano por este aparato y te ahorque cómo en los dibujos animados— dijo
—Pero Shizu y Seba están bien~— trato de calmarlo
—Ellos son más grandes, saben obedecer ordenes— contraatacó
Al parecer al día siguiente de verdad Kai tendría que quedarse en casa sin necesidad de inventar una excusa, él lo había dicho con anterioridad, “Los hijos son importantes”. Por eso mismo, Takashi aprovechando que faltaban unas horas antes de que llegaran sus hijos fue a hacer las compras mientras Kai descansaba un poco. Ellos ya habían aprovechado su tiempo de pareja, ya luego les tocaba volver a su rol de padres y sobre todo debían cuidar a su pequeñito que había sido victima del sol y del descuido de su tío Tsu.