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Crying Rain por aoishii_natsumishiroyama

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Notas del fanfic:

Hola a todos, mucho tiempo que no pasaba por aquí :')

bueno, después de muuuucho tiempo sin publicar por fin les traigo una nueva historia, ahora ultra editada y revisada, sin errores de continuidad u ortográficos XD 

ojalá sea de su agrado, porque debo de reconocer que me gusta muchi el ItaDei *-----* 

AVISO: LAS ACTUALIZACIONES SE HARAN SEMANALMENTE, ESPECÍFICAMENTE LOS FINES DE SEMANA :D 

Notas del capitulo:

Holi :D

aquí les traigo mi nuevo Fic, un ItaDei

ojalá sea  de su gusto, y esta dedicado a Nita, una amiga a la cual le debo un Fic SasuNaru XD, pero lo escribire mientras publique este c: 

así que disfruten de la lectura c: 

aquí les dejo mi facebook personal: http//:www.facebook.com/aoishii.rame

 

I

 

La noche había caído sobre la ciudad de Tokio, el reloj marcaba específicamente las 8:12 pm, muchas personas se dirigían a sus hogares después de un agotador día laboral. En unos de los barrios más concurridos de la ciudad las personas se reunían para ir a comer algo a algún restaurante o simplemente acudían a estos para alguna junta entre ejecutivos y/o empresarios.  Unos de los restaurantes más codiciados entre los ejecutivos era el restaurante “Konohagakure”, ya que en aquel lugar trabajan jóvenes muy guapos y poco comunes en la ciudad, específicamente jóvenes rubios, los cuales atendían en el local como garzones, diariamente recibían a una gran cantidad de clientes de etiqueta, o en simple palabras personas con el dinero suficiente para poder degustar el costoso menú que ellos ofrecían. Ese día no era ninguna excepción, como siempre en las noches llegaban grandes empresarios a disfrutar de una muy completa cena preparada por uno de los chefs más populares de Tokio, no era el mejor sujeto físicamente, pero sus recetas eran las mejores, por lo que Konohagakure no solo era reconocido por sus atractivos garzones, sino también por la exquisita comida que daban a ofrecer a todos sus clientes, su nombre era Chouji Akimichi, un sujeto un tanto glotón, pero muy buena persona, llevaba varios años trabajando en el restaurante que era liderado por Jiraiya y Tsunade, un matrimonio un tanto especial, ya que discutían diariamente a causa del fuerte carácter que tenía ella y del característico comportamiento pervertido que tenía él.

El ambiente era totalmente tranquilo, en las últimas mesas del restaurante había una importante comida entre ejecutivos, mientras en el resto del restaurante había todo tipo de clientes, entre abogados, médicos, algunos con sus familias o una y que otra cita.

La puerta se abrió sin siquiera ser notado por clientes o trabajadores del lugar, un joven aparentemente de unos 27 años hacia ingreso con el fin de disfrutar una merecida cena después de un, tan agotador, día de trabajo, donde prácticamente se había sacado los sesos averiguando cosas sobre una supuesta banda de asesinos en serie que había en la ciudad, pero ya no era momento para pensar en ello, lo único que quería era cenar y luego irse a su hogar para descansar, ese día cenaría solo ya que su hermano menor saldría con su novio para celebrar su aniversario número 6 de noviazgo con aquel joven tan extrovertido como lo catalogaba él abiertamente, aun le costaba trabajo creer que su hermano se enamoraría de alguien totalmente opuesto a él, tanto física como mentalmente, pero bueno, al fin y al cabo adoraba a su cuñado, siempre le sacaba varías sonrisas a su amargado hermano y hacia de la vida de su familia una completa alegría, era un sol, si eso era. Miró el local por tan solo unos segundos para luego encaminarse hasta una mesa desocupada y acomodarse allí, dejando antes su abrigo en el respaldo de la fina silla de madera de Nogal, en la mesa ya reposaba el libro del menú, que era de un cuero color rojo opaco, lo tomó entre sus manos y le hecho una ojeada, no sabía que escoger,  aparte había decidido ir a ese restaurante por las recomendaciones que le daban sus colegas sobre la comida del local, ya que poco le interesaba el hecho de que allí trabajaran jóvenes guapos, solo deseaba probar la comida, luego de varios minutos en que batallaba mentalmente sobre que escoger para comer, un joven garzón se acercó a la mesa junto con una libreta en manos, traía puesto el uniforme característico de los hombres del local, los que trabajaban como garzones, que constaba de una camisa blanca con los primeros tres botones desabrochados dejando ver su blanco torso, sobre la camisa traía una chaqueta sin mangas negra y también traía unos pantalones de tela negros los cuales él mismo había ajustado para su propia comodidad, el moreno desvío su mirada hacia el joven garzón que estaba parado a su lado sonriente, era un rubio muy joven a simple vista, su cabello era largo y brilloso, lo traía amarrado con una coleta que solo agarraba parte de su cabello dejando caer el resto sobre su fina espalda, le llegaba hasta un poco más debajo de los hombros , parte de su cabello caía sobre la zona surda de su rostro dejando así visible su azulado ojo derecho, un azul pálido, pero hermoso, el moreno se quedo embobado ante tal vista, era un completo ángel, aparte su sonrisa era magnifica, el joven garzón sonrió un poco más al ver la reacción del mayor, ya que estaba totalmente acostumbrado a eso.

 

-          Disculpe señor,  ¿desea ordenar algo? – dijo con su cálida voz para así llamar la atención del cliente que seguía embobado

 

-          Bueno, sí, pero…, es primera vez que vengo a este restaurante y me gustaría que me recomendaras algo del menú – sonrío sinceramente

 

-          No hay problema, ¿desea algo sencillo o desea, según mi punto de vista, lo mejor del menú?

 

-          Lo mejor del menú, no por algo dicen que aquí tienen al mejor chef – volvió a sonreír provocándole al joven garzón un leve sonrojo

 

-          Si me permite – dijo dándole vueltas a las hojas del menú - ¿quiere una cena completa?

 

-          Si, por supuesto

 

-          Perfecto – susurro mientras ponía las primeras hojas del menú a la vista – en ese caso le recomiendo como plato de entrada una Ensalada de Langosta, le digo que es bastante buena, como plato de fondo le recomiendo –dijo mientras cambiaba las hojas – una Lasaña, que es parte de la gastronomía Italiana, muy conocida en el continente Americano y obviamente Europeo – sonrió – como postre le recomiendo  un postre muy popular en Latinoamérica, específicamente de un país llamado Perú, es el Suspiro Limeño, y con respecto a lo que desea tomar, ¿también quiere que le recomiendo algo? – el moreno asintió – bien, en ese caso, para hacerle compañía a la Lasaña le recomiendo un Chadwick, vino Chileno, que consiguió uno de los mejores puntajes a nivel mundial, es un Cabernet Sauvignon, el cual le será perfecto para Lasaña, ya que este vino es perfecto para las carnes rojas, la Lasaña trae carne roja y a grande escala, así que será una perfecta combinación aparte de que quedara con un buen gusto luego de probarlo y se dará cuenta que los mejores vinos son los que vendemos aquí, los cuales son traídos de las mejores Viñas a nivel mundial, como por ejemplo Chile, Francia, etc., otra recomendación que le daré es de un jugo natural el cual también es muy popular en el norte de Chile  y en los países limítrofes como lo son Perú y Bolivia, es un jugo de Guayaba con Naranja, es muy refrescante y perfecto para acompañar el menú en general –terminó por decir con una radiante sonrisa, si se trataba de recomendar platos del menú, él era el más indicado del restaurante para hacerlo 

 

-          Entonces confiare en usted – lo miró a los ojos – tráigame lo que me recomendó

 

-          Claro, será un placer – dijo contento mientras anotaba todo en su libreta – entonces le traigo su pedido en unos minutos, con su permiso – dijo mientras retiraba el menú y hacia una pequeña reverencia para luego dirigirse a la cocina y entregarle al chef el pedido –  Chouji, un nuevo pedido – le sonrió a su compañero dejándole la hoja en una mesa con el resto de los pedidos – es para la mesa número 6, esta anotado en todo caso

 

-          No hay problema, Deidara – dijo con una sonrisa el castaño mientras leía la hoja y comenzaba a preparar lo pedido – te avisó cuando esté listo

 

-          Ok, gracias – se retiro con una bandeja de plata donde traía un vaso con agua para dejarle al cliente, una vez estuvo frente al moreno le dejó el vaso con agua sobre la mesa y ordeno los cubiertos – en unos minutos su pedido estará listo, lamentablemente hoy tenemos muchos clientes a causa de la reunión de ejecutivos que hay allí al fondo – dijo apuntando –así que su pedido tal vez demore un poco más de lo normal

 

-          No te preocupes – le sonrió – es normal que un restaurante tan bueno como este tenga tanta demanda, pero aun así muchas gracias

 

-          No hay de que señor – hizo una reverencia, al ponerse nuevamente derecho una joven rubia apareció a su lado - ¿ocurrió algo, Ino?

 

-          Si, osea nada malo, solo quería decirte que mires la hora –el rubio miró – tu turno está por terminar, así que quédate con este cliente y yo me encargo del resto

 

-          Pero…, esa reunión terminara en un buen rato, mejor te ayudo…

 

-          ¿seguro?, Dei, yo sé que tienes que ir a tu otro trabajo, así que no te preocupes, aparte Temari se quedará ayudándome, así que nosotras cubriremos el restaurante, estaremos abiertos hasta que ellos se vayan, pero no podrán entrar más clientes

 

-          ¿a qué hora pondrán el cartel de cerrado?

 

-          A las 10 pm

 

-          Ok, entonces me quedare con este cliente y después me voy, no quiero que mi otro jefe se enoje – se rió

 

-          Bueno, una cosa más, me puedes traer el Transbank por favor

 

-          Hai, al tiro te lo traigo – dijo para luego dirigirse al mostrador retirando así el aparato y llevárselo a su colega – aquí tienes, ¿Quiénes están pagando con Red Compra?

 

-          Mesa número 10, odio este aparatito – dijo mirándolo con odio

 

-          ¿aun no aprendes a usarlo? – ella negó – oh vamos, yo hago la transacción

 

-          Gracias Dei-niisan – dijo alegre mientras lo guiaba a dichosa mesa para hacer la transacción, el moreno miraba atento cada movimiento que hacia el rubio, era demasiado guapo, ahora entendía el por qué sus colegas venían a comer no solo por los exquisitos platos que hacia el chef, sino también por los garzones que habían allí, luego de unos minutos el rubio volvió a aparecer con el Transbank entre sus manos, dejándolo nuevamente en la mesa del mostrador para luego entrar por una puerta que había al lado de esta saliendo de allí a los pocos minutos con una bandeja en sus manos en el cual aparentemente traía su pedido

 

-          Aquí tiene señor – dijo dejando sobre la mesa la ensalada y la copa de vino junto con el vaso dejugo – disfrute su comida – hizo una reverencia y se retiro dejándolo nuevamente solo pero esta vez disfrutando de la ensalada que le había dejado, al poco rato ingresó al local un joven pelirrojo que se acercó a la rubia, que si no mal recordaba se llamaba Ino

 

-          Ino, ¿está Deidara? – preguntó el pelirrojo

 

-          Eeeh, si, si esta, voy a buscarlo, espera allí, ¿quieres que te traiga algo?

 

-          Un Cappuccino estará bien – dijo para luego sentarse en la mesa que estaba detrás del moreno, al rato apareció el joven rubio que lo había atendido junto con el Cappuccino en manos dejándolo frente al pelirrojo para después sentarse frente a él – Deidara

 

-          Sasori no Danna (1) –le contesto este, así que se llamaba Deidara – viene a…

 

-          Si, ¿lo tienes listo?

 

-          Si…, pero, lamentablemente no quedo apropiado como para hacerlo de madera…, le traeré el bosquejo mejor- dijo levantándose

 

-          Claro, te espero – vio como el rubio se perdía por la misma puerta que al parecer conectaba con la cocina y el lugar donde dejaban sus cosas los empleados a los pocos minutos apareció con una croquera de dibujos en sus manos y se volvió a sentar frente al pelirrojo de nombre Sasori

 

-          Aquí tiene – le entregó la croquera abierta – esta muñeca está diseñada como para hacerla de porcelana…

 

-          Tienes razón, de madera no funcionaría… ¿qué piensas hacer?

 

-          Bueno, pensaba que tal vez sería mejor que yo me encargará de ella completamente, usted me entiende…, pero necesito los materiales, ¿para cuándo necesitamos la muñeca?

 

-          Para pasado mañana… ¿qué materiales necesitas?

 

-          Al reverso están los materiales – Sasori dio vuelta la hoja – yo lo podría tener listo de aquí a mañana…

 

-          Perfecto, entonces cuando termines tu turno ve a mi departamento y trabajamos en la muñeca, me llevare el bosquejo para así comprarte los materiales, tú no te preocupes, yo me haré responsable de los gastos que esta conlleva

 

-          Muchas gracias, Sasori-San, entonces apenas termine me voy a su casa, me queda solo un cliente y listo – le sonrió

-          Deidara…, una última cosa antes de irme, solo tienes una semana para renunciar…, sabes que para estar en este trabajo hay que renunciar a la sociedad como todos lo hicimos, solo faltas tú, así que una semana plazo te dio el jefe, lamento tener que decirte eso, se que llevas dos años trabajando aquí y que te gusta, pero con el dinero que ganas con nosotros es más que suficiente para poder vivir, así que no cometas errores, cualquier cosa yo te cubro

 

-          Hai, Sasori-Sempai, tengo más que claro que debó renunciar, pero déjeme disfrutar esta última semana mientras escribo la carta de renuncia…, aparte, alejarme de mis colegas es tan difícil, después del vinculo que formamos entre nosotros

 

-          Te comprendo a la perfección, yo tampoco quería renunciar del resto, pero…, lo tuve que hacer, bueno, nos vemos – dijo incorporándose –toma – le entregó un billete – como tomé un cappuccino, quédate con el cambio 

 

-          Hai, nos vemos, Sasori no Danna

 

-          Nos vemos, Dei –y salió del restaurante, Deidara suspiro mientras se levantaba y se dirigía al mesón de pagos, para luego dirigirse a la cocina a retirar el plato de fondo del moreno, se encaminó hasta la mesa de este y retiró el plato de la ensalada para así poder cambiarlo por la Lasaña, el moreno giro levemente el rostro enfocando su mirada en los azules ojos del menor

 

-          Gracias- le sonrió con mucha sinceridad sacándole nuevamente un leve sonrojo al rubio

 

-          No, de nada señor, disfrute de su comida – le devolvió la sonrisa - ¿desea que le traiga más jugo? – pregunto mirando el vaso vació

 

-          Si, por favor

 

-          Ok, en unos minutos le traigo su jugo – sonrió retirando el vaso para llevarlo a la cocina y cambiarlo por otro, el moreno veía esto atentamente, era un joven muy apuesto y jamás se aburriría de reconocerlo, tenía ganas de hablar con él, ¿pero como lo haría sin parecer desesperado por querer tener una conversación?, no tenía ni la menor idea pero no sacaba nada con intentarlo, cuando el rubio volvió a parecer para dejarle el nuevo vaso con jugo el moreno respiró hondo y se dispuso a hablarle – aquí tiene su jugo señor – le sonrió nuevamente Deidara, oh diablos, era muy adorable, no podía llegar y hablarle, pero antes de que alcanzara articular una palabra, la joven rubia hizo nuevamente aparición – Ino

 

-          Deidara, me ayudas con unos pedidos, Temari está ocupada en el segundo piso

 

-          Claro, déjame adivinar… ¿pedidos para la mesa con ejecutivos? – ella se rió y asintió – ya veo, entonces no hay problema, te ayudare mientras hago la hora para terminar mi turno

 

-          Oh, muchas gracias, Deidara, tu siempre estás dispuesto para todo, no sabes lo cuanto que te agradezco todo lo que haces por nosotros y por mi

 

-          No te preocupes, vamos  - ambos rubios se adentraron a la cocina de donde salieron a los pocos minutos cargados con dos bandejas en sus manos con copas de vinos, se dirigieron a la dichosa mesa donde todos los ejecutivos devoraban con la mirada a ambos rubios, cosa que los hacía sentir muy incómodos, uno de ellos comenzó a tocar de forma descarada los glúteos de Deidara, quien al sentir el contacto tiro las dos bandejas con vinos al piso, haciendo que se sintiera un gran estruendo en el restaurante y quedara el perfecto piso de cerámica blanca manchado con un liquido color rojo sangre, el restaurante quedo completamente en silencio mirando la escena, Deidara desesperado se agachó comenzando a recoger los pedazos de copas del piso con sus desnudas manos, unas finas lágrimas comenzaban a descender por sus ojos hasta llegar al mentón y de allí tocar el piso, tenía miedo de ser regañado por su torpeza, pero a los pocos minutos apareció un señor con terno y cabello blanco quien se detuvo delante de Deidara

 

-          Levántate, muchacho – Deidara se levanto de inmediato e hizo automáticamente una reverencia ante el señor que parecía ser su jefe por el respeto que daba - ¿¡qué ocurrió aquí, Deidara!?

 

-          Yo, señor, tire las bandejas sin querer, fue un accidente, yo lo siento mucho – se disculpaba comenzando a llorar

 

-          Tu sabes muy bien que estas copas son de cristales y son bastantes costosas, aparte acabas de tirar unos de los mejores vinos de nuestra  reserva, ¿sabes lo costoso que será recuperar toda esta pérdida?, obviamente todo este desastre será descontado de tu suelto

 

-          Yo, los siento, comprendo a la perfección que será descontado de mi sueldo, pero aun así, lo lamento Jiraiya-sama, no fue mi intención

 

-          ¡disculpe! –intervino el moreno incorporándose de su asiento y caminando hasta quedar frente a Deidara y Jiraiya –yo vi todo lo que ocurrió y lo único que le puedo decir es que este joven – dijo apuntando levemente al rubio ­­­– no tuvo culpa de nada, él estaba de lo más bien atendiendo a los de esta mesa, hasta que ese señor – lo apuntó directamente – se le ocurrió la brillante idea de manosear a su garzón, por lo que él ante vulgares caricias obviamente se vio nervioso y tiró al piso las bandejas – dijo seriamente

 

-          ¿es eso verdad, Deidara?, no me mientas

 

-          Si, Jiraiya-sama, eso fue lo que ocurrió – agachó la mirada apenado

 

-          Perfecto, no te cobraré nada, en cambio usted, señor – desvió su vista hacia el ejecutivo –está totalmente prohibido que le corran manos a mis trabajadores, en especial si este joven – miro a Deidara – es uno de mis preferidos, es uno de mis mejores garzones y confió en que él no me está mintiendo, aparte si este joven – apunto al moreno – decidió defender a Deidara, es porque está hablando con la verdad, no creo que un cliente sea capaz de mentir para defenderá un garzón, así que si me permite, debe pagar por los daños causados  con los materiales del restaurante, estamos hablando de un total de veinte copas de cristales y de dos botellas de nuestro mejor vinos traído directamente desde Chile, así que lo espero en la mesa de pagos para que pueda hacerse cargo de los gastos y así poder restaurar todo lo dañado recientemente – dicho esto se fue del lugar para así esperar al ejecutivo en la mesa de pagos, este a regañadientes se levantó y fue hasta donde estaba el dueño esperándolo para cobrarle por todo lo perdido, Deidara suspiro y se volvió a agachar para terminar de limpiar el desastre, estaba muy nervioso y más por la defensa que le había dado el moreno, su corazón latía a mil por horas, se había fijado en él desde que había ingresado al restaurante, con razón había decidido atenderlo él, el moreno miraba atento los movimientos del rubio, podía notar su nerviosismo, ya que sus movimientos eran bastantes torpes a lo que eran antes, en un momento el rubio se quejo cuando agarró un pedazo de cristal, se había cortado un dedo, el moreno agarró una servilleta y se agacho para así tomar la mano del menor y enrollar la servilleta en la herida

 

-          Ten más cuidado – le sonrió el moreno

 

-          Muchas gracias, señor, no era necesario que me defendiera, al fin y al cabo fue mi culpa

 

-          No fue tu culpa – lo miró directamente a los ojos – ese viejo descarado se atrevió a tocarte, y no podía quedarme de brazos cruzados viendo cómo te culpaban a ti, siendo que la culpa la tuvo él – un cómodo silencio se hizo entre ellos dos, sus miradas seguían cruzadas, se miraban directamente, azul, negro, se encontraban, todo a su alrededor desapareció, solo eran ellos dos y nadie más, Deidara estaba completamente rojo ante tal belleza, era un hombre muy guapo, luego de varios segundos ambos se dejaron de mirar y se incorporaron quedando solo a unos centímetros del otro

 

-          Me llamo Deidara – se presentó tímidamente el garzón

 

-          Soy Itachi, mucho gusto – agarró su mano herida con mucha delicadeza y le implanto un leve beso en esta dejando a Deidara sin aire alguno, ¡le  había besado la mano!, oh dios, tenía unos labios muy cálidos y suaves, el ambiente que los envolvía a ambos fue roto por el jefe del restaurante

 

-          Deidara, no te preocupes por este desastre – se quedo callado – te cortaste un dedo…  - el rubio asintió – vamos chiquillo, le diré a Tsunade que te desinfecte la herida y te ponga un parche – le sonrió – muchas gracias joven por defender a este muchacho, no me gusta que los clientes le corran manos a mis niños – dijo refiriéndose a sus garzones – ahora si nos permite, llevare a este rubio a que lo curen

 

-          Si claro, no hay problema señor – dijo haciendo una reverencia para luego volver a su mesa y ver como el viejo se llevaba a su adoración rubia, a los pocos minutos Deidara hizo nuevamente aparición ahora con un parche en el dedo, se acercó a su mesa y se sentó frente a él

 

-          Muchas gracias nuevamente – le sonrió – nunca antes un cliente me había defendido

 

-          ¿no es primera vez que te ocurre?

 

-          No, muchas veces me han corrido mano, pero siempre me terminan descontando los daños y perdidas a mí y gracias a ti no me descontaron absolutamente nada, de hecho mi jefe me dijo que si volvía a ocurrir algo parecido le dijera la verdad en vez de quedarme callado y yo quedarme con la responsabilidad de pagar los daños

 

-          Ya veo, y dime, ¿te gusta trabajar como garzón?

 

-          Si, es entretenido y vestir estos tipos de trajes – apunto su uniforme – es muy cómodo, aparte me veo todo un profesional con él – sonrió tiernamente - ¿en qué trabaja usted?

 

-          Yo, bueno soy profesor de universidad – mintió, aunque si buscaba en los registros universitarios encontraría su nombre, ya que los ANBUS tenían un método para esconder sus identidades, nadie podía saber, aparte de sus colegas, que pertenecía a ANBU

 

-          ¿enserió?, pero te vez muy joven, ¿qué edad tienes? – pregunto interesado junto con una hermosa sonrisa en sus labios

 

-          Tengo 27 años, ¿y tú?

 

-          Tengo 21 – sonrió, Itachi se le quedó mirando por unos segundos en silencio, tenía un años más que su hermano y cuñado, vaya que era joven

 

-          ¿cuánto tiempo llevas trabajando aquí?

 

-          Llevo dos años, ingresé apenas cumplí los 19 años, y ¿profesor de qué eres?

 

-          Soy profesor de Ingeniería Civil Biomédica, hago clases de matemáticas, estadísticas y todo relacionado con los números – se rió

 

-          Para ser tan joven se ve que eres muy inteligente – lo alagó – bueno – miró su plato casi vació – iré a buscar el postre, con su permiso –dijo incorporándose hiendo hacia la cocina y volviendo al instante junto con el postre y un vaso de bebida, dejo el postre frente al moreno y retiró la copa de vino que ya estaba vacía junto con el plato de fondo, dejo el vaso de bebida donde se sentaría después de ir a dejar las cosas ocupadas en la cocina, fue y al volver se sentó nuevamente frente al moreno, tomó entre sus manos el vaso y comenzó a tomar del líquido – así que nunca habías venido al restaurante – pensó en voz alta recordando lo que le había dicho el moreno al momento de pedir la cena

 

-          Mis colegas me hablaban mucho del restaurante y decidí venir, aparte, si no escuche mal, tú y tu colega nombraron a una tal ¿Temari?

 

-          Si, tenemos una colega llamada Temari, ella esta atendiendo al segundo piso – apuntó al techo - ¿la conoces?

 

-          Sabaku no Temari, es hermana mayor de un amigo –dijo intentando de bajarle importancia al asunto 

 

-          ¿del hermano menor, menor o del menor medio? – se rió

 

-          Menor, menor – lo acompañó con la risa – conozco al otro, pero poco lo he visto, en cambió el rojito es mi amigo, aunque sea bastante menor que yo

 

-          ¿qué tanto?

 

-          8 años menor

 

-          Oh, tienes razón –se rió nuevamente – bueno por lo menos yo no soy tan menor que tu, jajaja

 

-          Son 6  años – lo miró a los ojos

 

-          Naa, me gustan los mayores – dijo sin medir sus palabras, ambos  se quedaron callados mirándose directamente a los ojos, Deidara estaba muy avergonzado, había sido muy directo y sin darse cuenta, ahora no había vuelta atrás – osea, yo etto, digo, que no me molesta relacionarme con los mayores, Temari es mi amiga y tiene tu misma edad – dijo intentando corregirse  - ¿me entiendes?

 

-          Eeh, si, si te entiendo – le respondió sin creerle mucho, aunque tampoco podía darse falsas ilusiones

 

-          ¿te ha gustado lo que te recomendé?

 

-          Si, por supuesto, muy buenos platos  - le respondió, Deidara solo sonrió y continuó bebiendo de su vaso, por primera vez en la noche se detenía unos minutos a contemplar al moreno, cuando lo vio de pie se fijo de que era bastante más alto que él, bueno, nunca fue el más alto y aun no entendía el porqué, aquel azabache parecía medir aproximadamente 1,80, era de tez clara, tenía unos profundos ojos negros, unas notables ojeras, unos labios carnosos, llevaba un terno negro puesto con camisa roja, su cabellos era negro y largo, el cual traía amarrado con una coleta baja, era guapo, aparte su aroma, olía a vainilla. Luego de varios minutos Itachi terminó por completo su cena, por lo que Deidara tuvo que ir a buscar la cuenta – gracias por la cena – le dijo Itachi ya de pie colocándose su abrigo, Deidara estaba frente él mirándolo directamente a los ojos

 

-          No hay de que, gracias a ti por defenderme y ojalá nos podamos ver de nuevo, será bienvenido las veces que quiera venir – le sonrió

 

-          ¿quieres que te vaya  a dejar a tu casa? Di que si, di que si, por favor – rogaba mentalmente el mayor

 

-          No, no te preocupes, aun tengo que hacer unas cosas más antes de irme, aun así muchas gracias por la invitación, nos vemos – se puso de puntitas para poder darle así un beso en la mejilla como despedida, dejando al moreno shockeado – adiós

 

-          Eeh, si, adiós – le sonrió nervioso para luego darse la media vuelta y salir del restaurante, Deidara se quedo mirando como el moreno se subía a su auto y se iba, su corazón no dejaba de palpitar, luego de estar varios minutos parado allí sin hacer nada, se fue hasta el cuarto que tenían los garzones y empleados para el descanso y dejar sus cosas, allí habían bloques para guardar las pertenencias de forma segura, fue hasta el bloque que tenía su nombre abriéndolo, sacó su bolso y abrigo el cual se puso, luego se colgó el bolso y salió del cuarto directo a la salida del restaurante, afuera estaba muy helado y oscuro, bueno, no era de extrañarse, estaban entrando a la época invernal , faltan dos semanas para la navidad, una festividad que no celebraba de que tenía diez años, que fue cuando sus padres fueron brutalmente asesinados, lo único que recordaba de los asesinos era que tenían unos ojos rojos como la sangre, eran fríos y causaban gran temor, aun no entendía el por que habían asesinados a sus padres, pero se vengaría como fuera, no por eso era conocido como Deidara, el genio de las bombas a grande escalas de Akatsuki, era el integrante más joven, pero era uno de los asesinos más a sangre fría del grupo, era capaz de hacer estallar toda una cuadra matando a más de cincuenta personas  en una noche, y ese día no sería de excepción, esa muñeca de porcelana que debía hacer junto con Sasori sería llevada una niña, hija del comandante en jefe de la armada, esa muñeca tendrá una bomba de tiempo, la cual explotará en la noche de navidad cuando todos estén reunidos para la cena, todos sus hijos, él y su esposa, será una bella noche

 

-          Feliz Navidad para ellos…

 

 

 

 

 

(1) Sasori no Danna: es como Deidara le dice a Sasori tanto en el manga como en el anime, que significa “Maestro Sasori”, ya que todos sabemos que le tenía un gran respeto a Sasori

 

 

Notas finales:

¿les gusto?

¿merece un review?

recuerden que para una autora son importante los review, porque la animan a seguir :D 

se cuidan y cualquier duda y sujerencia me la hacen saber :) 

 


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