Era viernes por la tarde. El timbre para la salida ya había sonado. Ava y demás se habían despedido de Pete con la frase “nos vemos en Hong Kong Buffet”. Llegó con la mitad de ganas que días pasados. Se metió a duchar, se lavó los dientes, se puso sus mejores ropas; un pantalón negro, unos tennis blancos y una camisa roja con detalles en azul. Listo para salir, iba a despedirse de su Tía cuando leyó una nota pegada al refrigerador:
“Peter; suerte con tu cita. Perdona pero me tuve que ir, vuelvo el Domingo”
El chico tenía una cara de póquer. Pensó por un momento, y recordó que eso pasó justo en la puerta de esa casa. Se encogió de hombros y respiró. Faltaban 20 minutos para ir, decidió irse ya antes de que pasara algún inconveniente.
Logró llegar con 5 minutos de anticipación, eso corriendo. Tuvo que ayudar a una anciana con sus bolsas de mandado e insistió en darle un par de dólares, su vista fallaba, los contaba una y otra vez perdiendo la cuenta. Igual tuvo ganancia, soltó el aire que retenía para entrar tranquilamente al lugar, vio a Matt y se ahorró la conversación con la chica pelirroja que le coqueteaba.
— Matt… Hola. Llegué a tiempo — saludó alegre Peter.
—Me sorprende que seas tú— le dedicó una sonrisa maliciosa.
— ¡Oye! Es mi mejor intento… Ah… verás, hay algo que quiero decirte… — El joven Parker estaba próximo a hablar, pero ciertas personas lo interrumpieron.
— ¡Parker! ¡Al fin te encontramos! — Peter escuchó esa voz tan familiar acercarse. El moreno más bajo del grupo Sam.
—Sam… Ava, Danny… Luke… les presento a Matt, Matt ellos son compañeros de mi escuela— Dijo un poco irritado el cerebrito. Sam Alexander se sentó en medio de Matt y Peter, está bien… puedo decirle en un momento a solas. El momento dejó de ser incómodo, la plática sí se daba, al parecer a Matt le agradaban sus amigos –y Sam-.
—WOOOOAAHHH party here, y nadie nos invitó… — Llegaba una mujer de cabello morado, y detrás de ella un mercenario.
—Kenan— fue lo único que pronunció Matt — pude distinguir el olor de esa extraña peluca que le compraste a ese hombre de Rusia.
— ¡Es exquisita! — Kenan comenzó a mecer su cabello como comercial de champú— como sea, ¿qué celebramos? — ella y su acompañante se sentaron en los últimos lugares que quedaban.
—Nada realmente— susurró Peter. La camarera llegó, cada quién ordenó lo que apeteció comer. Kenan parecía muy contenta platicando con su alumno favorito; Sam, apoyando su brazo por detrás de la espalda del más joven, los demás teniendo una conversación normal, aunque Peter se veía distraído, Matt pudo no notar eso a pesar de que hablaba con Wade –algo muy extraño es que tenían una conversación amena y agradable- igual Matt se preocupó un poco — Pete, ¿ocurre algo malo? — eso logró despertarlo.
—Ah, yo, nada malo…—y eso fue lo último que se escuchó, para que después llegara la mesera con las órdenes de todos. Se disponían a comer pero una caída estruendosa de un sujeto gordo hizo voltear a todos, Peter peleó con su lado bueno y malo, el malo ganó; tomó el chile y la pimienta y la esparció por todos los platos, menos el de Matt y el suyo.
Sam seguía de burlón pero un cállate o te beso por parte de su maestra lo calló de inmediato poniendo ligeramente –triste- a Kenan. Comenzaron a probar su comida, parecían contentos no saben lo que se aproxima, todos cambiaron sus caras a unas de terror, cuando la lengua te pica. Casi todos los de la mesa salieron corriendo a los respectivos baños, menos Kenan, Matt y Peter. El más joven miró extrañado a su maestra. — ¿qué? Vengo de un lugar dónde el picante es parte de vivir… espera… nadie pidió chile y pimienta… hum… OH, damn it! Tú… tú…— señaló a Peter, él sólo asentía con la cabeza, Kenan entendió al instante, y fue al baño de hombres —Cómo están campeones—
—Bueno, Pete pequeño terrorista. Conseguiste tu momento, ¿qué querías decirme? — Matt volteó hacía Peter para escucharlo mejor.
— ¿Cómo sabes que lo planeé? Bueno, no es que… lo admita—se delató, pero ni modo, YOLO. — yo quería decirte que… desde hace tiempo yo siento algo por alguien…— Peter se comenzó a sonrojar.
— ¿Tú amiga Ava? —
— ¿Qué? ¡No! — contestó el castaño más nervioso.
—Es broma— Peter vio como Matt se acercaba a él, y lentamente juntaban sus labios, no le importó que estuvieran en un lugar público. El beso duró unos segundos antes de que la pandilla Alfa llegara.
—Nadie quiere escuchar que tomar leche quita lo enchilado… —Kenan se acercaba a la mesa con los brazos cruzados, le guiñó un ojo a Pete, haciéndolo sonreír más de lo que ya sonreía.
—Kenny Menny, ¿me darías leche?— pum, Wade recibió un fuerte golpe por parte de su novia. — ¡Yo decía vaso! — la mujer lo ignoró y tomó asiento a un lado de Sam.
Lo demás fue tranquilo, pidieron nuevamente su comida, poniendo de pretexto que la comida estaba mala. Lograron comer agusto, Kenan dándole de comer en la boca a Sam, Wade asesinando con la mirada a Sam, Peter sonriéndole a Matt, Ava y Danny platicando sobre el origen del Universo, Luke comiendo todo lo que puede.
Terminando la comida, Wade no encontraba a Kenan, por su mente pasaba la imagen de ella montada en una chimichanga gigante, y él siendo un fauno. Mientras que la mujer se besaba con Sam, nada de qué preocuparse.
Matt y Peter se despidieron de su compañía y tomaron rumbo hacia la casa de Parker. —Yo, eh, gracias por acompañarme, y… bueno… nos quedamos en un beso… entonces—
Se acercaron de nuevo para besarse — Eso significa que somos novios, Pete— le dijo Matt más que pregunta como afirmación.
—No está Tía May, ¿te gustaría pasar?... —preguntó coquetamente Peter.
—Claro— Ambos entraron y tuvieron una linda noche.