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Cautivo por Akihiko Harashi

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Capitulo 4 "Paz temporal"

Estaba muy cómodo, hacia tiempo que no se sentía de esa manera que había olvidado lo que era estar en paz. Despertó pero no abrió los ojos, quería sentir un poco mas esa tranquilidad que le dejaba haber dormido tan bien, por fin después de unas largas semanas en lo que había parecido un infierno podía estar en paz.
No tenia que preocuparse por las pesadillas, no tenia que preocuparse por las humillaciones, ni por ser despertado por las acciones de otro hombre sobre su cuerpo.

Y entonces los recuerdos de todas y casa una de las veces que el capitán lo había tocado se hicieron presentes en sus memorias, no podía controlar su respiración, su corazón empezó a latir muy fuerte y parecía que le faltaba el aire; de pronto tenia demasiado miedo, le daba pánico abrir los ojos y ver que se encontraba en el barco y que su "fuga" había sido producto de su imaginación.

Entonces cuando pensaba que estaba a punto de sufrir un ataque de ansiedad una suave mano se poso sobre su hombro y lo agito ligeramente sin lastimarlo, junto con aquello escucho una voz que nunca antes había escuchado, esa voz era dulce y cálida que logro tranquilizarlo.

Abrió los ojos despacio, sientiendose aliviado de no encontrarse en el barco, su mirar se dirigió a la dueña de aquella voz que lo había tranquilizado y se encontró con una chica alta, de cabello rubio un poco ondulado, llevaba puesto una diadema de color negro sujetando su cabello y en sus ojos oliva reflejaban una genuina preocupación, una que no había visto en los ojos de nadie mas que su hermano al mirarlo.

-Hola, por fin despiertas.... -susurro la joven con una sonrisa dibujándose en sus labios.

-¿Donde estoy? ¿Que hago aquí? .... -se llevo una mano a la cabeza, ahora que lo pensaba tenia un dolor punzante en la frente y no noto que tenia un vendaje sobre la frente.

-Bueno pues.... -la voz de la joven fue interrumpida por el fuerte sonido de la puerta al abrirse de golpe. Lovino por reflejo dio un salto fuera de la cama y fue a refugiarse a la esquina mas cercana.

-No quería asustarte.... -respondió la persona que acababa de entrar a la habitación. Lovino lo vio mejor una vez que el susto inicial paso, era un hombre alto con el cabello rubio peinado en punta, sus ojos eran verdes al igual que los de la muchacha que había visto primero.

-¿Que es este lugar? -pregunto el mas joven de los tres sin despegar su espalda de la esquina, de alguna manera se sentía protegido en esa posición.

-Esta es nuestra casa, te encontré hace dos días en nuestra propiedad. Te desmayaste en sima de mis tulipanes. Mi hermana ha estadio cuidando de ti desde entonces- respondió el mayor mientras encendía una pipa.

-El doctor dijo que tenias varios golpes y una ligera insolación. Estábamos realmente preocupados de que no te pusieras bien, pero despertaste y ahora parece que te mejoraras! iré a traerte algo de comer de inmediato! -dijo la muchacha poniéndose de pie para salir de la habitación, el rubio tomo el asiento que antes ocupaba su hermana al lado de la cama y le hizo una seña al italiano para que regresara a la cama.

Lovino obedeció regresando a la cama, se metió entre las sabanas mientras captaba con su vista periférica al rubio mayor el cual parecía haberse puesto serio a penas salio la rubia de la habitación.

-Oye... el doctor dijo, que tienes muestras de... ¿Alguien te ha estado haciendo daño? -se quedo callado al ver la expresión de el menor,

Lovino se sentía humillado por darse cuenta que alguien mas sabia lo que habían hecho con el. por suerte el rubio no pregunto mas.

-Mi nombre es Vincent, y mi hermana es Bella. Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras... -dijo llevando su mano al cabello ajeno revolviendo lo un poco mientras el menor se encogía de hombros por el toque a su cabello.

-Grazie... -susurro como respuesta con la vista fija en la sabanas que lo cubrían, en ese momento la puerta se abrió dejando ver a Bella la cual llevaba una bandeja llena de comida.

-Aquí esta! Come todo lo que quieras!! -Dijo en tono amable mientras acercaba la comida al menor. Lovino probo un poco de todo, aunque fue solo en pequeñas porciones, después de un tiempo su estomago ya no aguantaba mucho debido a las largas ausencia de alimentos.

Mientras tomaba un poco de agua el mayor de los de los tres se paro cerca de la puerta cruzándose de brazos.

-Por cierto, tienes que pagar lo que le pagamos al doctor y el precio de los tulipanes que arruinaste cuando te desmayaste. -lovino miro de inmediato al rubio ¿hablaba en serio?.

-Lo siento, yo no tengo dinero por el momento.... Ah, pero... -lovino busco en su muñeca y izquierda se quito el brazalete de diamantes que lo marcaba como "pertenencia del capitán" cuando estaba en el barco, estiro la mano hacia el rubio mayor y este se acerco tomando el brazalete, inspeccionándolo de cerca.

-¿Es real esta cosa? -pregunto sin separar la mirada de el objeto que brillaba con pequeños destellos plateados cada vez que lo movía en sus dedos.

-No lo sé, lo mas probable es que si.... -respondió lovino no sabiendo dar otra respuesta. Al parecer con ese objeto había captado aun mas la atención de el rubio el cual solamente puso el brazalete, en una pequeña mesa al lado de la puerta, pero al momento de hacerlo uno de los diamantes se cayó, Vincent se agacho y lo tomo mientras se echaba una bolsa de manta al hombro.

-Tomare esto como un adelanto... -dijo mostrando el diamante. -lo llevare con el joyero del pueblo y preguntare sobre su valor.

-Esta bien....

-Bella, iré al pueblo... cuida al muchacho.

-Esta bien, hermano. Ve con cuidado.... -respondió la rubia con una gran sonrisa despidiéndose de su hermano mayor.

 

Vincent era muy conocido en el pueblo por su forma de hacer tratos, la mayoría de las personas lo respetaba y casi hasta temían debido a su particular forma de negociar. Aun si era algo avaro y un poco chantajista, todos en el pueblo sabían que era un muchacho muy trabajador y sus tulipanes eran las flores mas vendidas y solicitadas para toda ocasión en todo el pueblo.

Esto mismo le había hecho ganarse algunos enemigos que también vendían flores pero en menor cantidad debido a que todos preferían los tulipanes del rubio.

-Hey, chico... Escuche que te atrasaste en un pedido de tus tulipanes. ¿Es eso cierto? -pregunto uno de sus principales enemigos comerciales, un hombre regordete de cabello color zanahoria.

-...

-Pues claro que es cierto, gracias a eso me pidieron a mi que cumpliera el pedido que tu no pudiste. -dijo en tono burlón mas el rubio ni se inmuto.- Escuche el rumor de que eres un buen samaritano y estas cuidando de un muchacho que llego de quien sabe donde....

-...¿y? ¿Ya eres mas rico que yo? -pregunto Vincent echándole el humo en la cara al hombre frente a él, este solo frunció el ceño viendo al muchacho pasarle por un lado y largarse ignorándolo por completo.

Cuando llego a donde el joyero se evito las formalidades de saludarlo primero y solo le dio el diamante que tenia.

-¿Cuanto vale eso? -pregunto de inmediato.

-No lo sé, déjame ver si es real primero... -lo tomo con cuidado y empezó a analizarlo con una lupa y viéndolo contra luz mientras el rubio no le quitaba la vista de encima.-Dios mio¿Donde obtuviste esto? -pregunto asombrado el hombre.

-Fue el pago de unas cosas que le vendí a una gente con dinero.... -respondió sin dudarlo, después de todo si decía que lo había encontrado lo podían acusar de ladrón.

-Pues fue demasiado generoso de su parte, porque al menos de que te hayan comprado toda tu casa este diamante sobrepasa el presupuesto de cualquier cosa.

-¿Que quiere decir?

-Quiero decir que este solo diamante vale mas que toda tu casa!! -dijo emocionado el hombre, el cual ya no quería soltar el diamante.

-oh, fue un golpe de suerte.... -dijo Vincent tomando el diamante y lo guardo yéndose.

"Si esta cosa vale mas que mi casa... ¿cuanto valdrá el brazalete completo?....¿Quien ese en realidad ese niño?"

Cuando llego a su casa un olor peculiar lo invadió, camino hacia la cocina y se encontró con lovino el cual estaba ayudando a cocinar.

-Bienvenido Hermano... ¿Que tal estuvo el negocio hoy? -pregunto su hermana volviéndose hacia el.

-Productivo... ¿Que haces de pie muchacho? Deberías estar descansando.

-Creo que ya he descansado lo suficiente, muchas gracias por dejarme descansar ....

-... -Vincent no dijo nada, simplemente se sentó viendo como el menor cocinaba, seguramente ese muchacho había pasado por cosas horribles.

¿Que acaso no tenia a nadie que cuidara de él?

-Oye...

-¿Si? -Lovino se volteo hacia el rubio mientras Bella empezaba a servir los platos.

-¿No tienes padres?¿Familia?

-No, ellos desaparecieron hace muchos años.... Vivía con mi Nonno... pero. T-tengo un hermano!! Feliciano!! oh por dios, tengo que buscarlo!! -empezó a respirar de manera agitada.

-¿Lovi? Lovi calmate.... -dijo Bella acercándose al italiano, el cual parecía a punto de el colapso.

-Mi hermano yo... tengo que buscarlo, es lo único que me queda....

-Podemos encontrarlo y traerlo aquí.... -sugirió de pronto el rubio para sorpresa de su hermana.

-¿he? P-pero... ¿en serio? -pregunto emocionado el italiano. -¿puedo? ¿de verdad?

-Claro... Escribe una carta, yo personalmente me encargare de que le llegue. -dijo dándole una fumada a su pipa. -.Pero... tendrás que darme otra de esas piedras.

-E-esta bien... -no había problema por su parte, después de todo el brazalete nunca le había gustado.

Lovino escribió una carta para Felciano y le dio explico a vincent donde podría estar ahora su hermano. Idas después Vincen partió para ir con en busca de el hermano de lovino.

-Mi hermano seguro que encontrara a tu hermano... -Dijo con una sonrisa la joven rubia, el italiano le regreso la sonrisa y de pronto la puerta de la casa se abrió de golpe. Vincent entro y se puso contra la puerta.

-¿Hermano? ¿Que pasa?

-Los piratas están aquí... -dijo con la mirada clavada en el suelo.

-Romano~ he venido por ti, mi gatito perdido...-dijo la voz ya muy conocida de el capitán desde afuera, se asomo y vio no solo al capitán si no también a todos sus piratas rodear la casa.

 

El pánico se vio reflejado en los ojos de Bella, según había escuchado Lovino sus padres habían muerto a manos de unos piratas y desde entonces les tenia pánico, lovino se acerco a la mesa y escribió una nueva carta para su hermano.

 


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