¿Qué demonios pensaba Se7en? … ¡ Aish! –El pelinegro mayor estaba malhumorado, arrastraba sus pies mientras caminaba en círculos por la inmensa sala- ¿Qué hare ahora?... No puedo dejarlos en la calle, después de todo él fue un gran Hyung. Pero, él sabe más que nadie, que no soy bueno en estos casos… -Frotaba ambas cienes con sus manos, preocupado por lo que vendría a partir de ese momento-
Un momento… ¿Dónde están esos enanos? –Pregunto a sus dongsaengs que lo observaban parados desde la puerta hace ya un buen rato. Todos alzaron sus hombros y se miraron entre si- ¡Ah~! Vamos, todos busquen a esos pequeños traviesos… -Ordeno con solo un movimiento de su mano. Tomo su móvil y las llaves de uno de sus autos, saliendo así también a buscar a los pequeñines-
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Ya~ ya~ Pequeños ¿Por qué lloran? ¿Sucedió algo? –Pregunto un joven con el cabello como Cruella de Vil. En mitad de su día de búsqueda de empleo, se topó con un par de niños similares que lloraban en un solitario parque. Tomo las manos de ambos niños, esperando algo afligido que estos se calmaran- Esto… ¿Y sus padres?
La niña comenzó a llorar más fuerte, mientras que el niño limpiaba sus lágrimas. El mayor de ese par tosió suavemente y se dispuso a hablar. – U-umma y Appa se fueron… Creímos que estarían en el parque, siempre veníamos aquí con ellos… Pero… Pero… -No pudo continuar y rompió en llanto nuevamente. La menor tomo su turno de hablar, entre lágrimas y suspiros acoto- ¡Dijeron que no nos veríamos nunca más!... ¡Tengo Frio y q-quiero a mi Appa!...
El joven abrazo a ambos niños, se sentía muy mal al respecto. ¿Quién abandonaría a un par de pequeños? ¿Qué habrán pensado esos padres? Seguramente estaban locos, no habría otra explicación para eso. El cielo no ayudo a la escena, la lluvia comenzó a caer sin piedad. Jalo leve a los gemelos a una tienda, pensó en alimentarlos y mantenerlos bajo techo mientras esperaban a que dejara de diluviar. Les dio Ramen y jugo, logrando así que sonrieran. Pero no espero que un grupo de subordinados de Big Bang los encontraran, estos se dispusieron a mantenerlos vigilados sin que se enteraran, hasta que llegase su líder.
¿En dónde están? –Pregunto el pelinegro líder a dos de sus subordinados que reconoció a lo lejos, acababa de llegar y aún estaba nervioso por tanto buscar a los niños. Uno de los aludidos señalo a la tienda, logrando así que el mayor mirase por la vidriera. Podía ver a los Gemelos comer sonrientes, pero le llamo la atención el joven que acariciaba sus cabezas. ¿Sera un pervertido?, Esa pensamiento paso por su mente, Apresuro el paso y entro al local seguido de varios muchachos de aspecto pandillero. Se paró desafiante frente al delgado muchacho, carraspeo su garganta y suspiro- Ji Hye, Yoo Dong… ¿Qué les he dicho de salir sin que uno de mis dongsaengs los acompañe? –Acoto enarcando una ceja y cruzándose de brazos-
¡TOP-nim! –Gritaron los niños, sorprendiendo al joven Ji Yong. –Top- nim~ Queremos que queseas nuestro Appa! –Dijeron los Gemelos al tiempo en que abrasaban al aludido. Ese alzo a la niña con un brazo y le dio la otra al niño, Con una amplia sonrisa de felicidad asintió-
Claro, mis pequeños. A partir de ahora seré TOP Appa! … ¡Y tú! –Agrego mirando a Ji Yong, sin soltar a los niños- Serás el nuevo niñero… -Río desafiante-
Los gemelos corrieron en dirección al joven más bajo y lo jalaron de las manos.- Esperen… ¿Qué? ¿Yo, su niñero?
El Pelinegro asintió sonriente, era la única persona que lograba tenerlos tranquilos y quietos por tanto tiempo. TOP no sería tan tonto como para dejarlo ir así de fácil.- Te compensare, además tendrás comida, abrigo y techo gratis… Pero, debes comenzar hoy mismo. -Dicho esto, ordeno con simples movimientos de manos a que todos salieran del lugar y se preparasen para regresar-
Ji Yong dudo por unos segundos, tal vez no sería tan malo cuidar a ese par de tiernos pequeños. No tendría que pagar alquiler, no se preocuparía por la comida ni el frio y además tendría dinero para lo que quisiera. – Acepto, seré su niñero.
Los niños chillaron de felicidad y corrieron a la gran limusina que los esperaba fuera. TOP se dispuso a abrirles la puerta, a lo que los niños entraron rápidamente. Ji Yong observo la cantidad de automóviles y personas de aspecto mafiosos que ahora rodeaban el lugar. ¿En qué me habré metido? , Eso rondaba en su cabeza ahora, pero la lluvia lo saco del trance. Miro al pelinegro alto de reojo, las gotas de lluvia bajaban por su frente y rodaban hasta su cuello, no pudo evitar el sonrojarse. TOP lo tomo desprevenidamente de la cintura, sobresaltando a más joven, el mayor lo empujo levemente dentro del carro.- Vamos, entra de una vez que estoy empapándome!... –Acoto el mayor. El menor se avergonzó por su reacción anterior y observo a los niños dibujar en las ventanillas empañadas.
El viaje fue un poco largo. Los gemelos se encontraban dormidos en sus asientos, el mayor paso la mayoría del tiempo al móvil y Ji yong llevaba tiempo observándolo de reojo. Realmente se veía bien. Su cuerpo a simple vista se veía bien formado, su forma de vestir era bastante sexy, aunque no mostraba casi nada de piel desnuda. Pero su voz, esa gruesa voz que poseía, al igual que su mirada, lograban que el joven sintiera escalofríos. No sabía el porqué, pero esa sensación en verdad le gustaba.
Una vez llegaron, el mayor tomo al niño en sus brazos al tiempo en que le indicaba a Ji Yong que hiciera lo mismo con la niña. Bajaron del automóvil, El joven quedo asombrado por el gran terreno y la enorme mansión en la que entrarían. Cuando ingresaron, vio a todas las empleadas, guardias, mayordomos. Una infinidad de Estatuas y cuadros, Todo parecía de ensueño. ¿Viviré en un museo? Pensó; Siguió al mayor a un cuarto, Al de los niños dejándolos recostados y cubriéndolos. Cuando salieron del cuarto el mayor se encamino al contiguo y le indico que ese sería el suyo. En ese momento el más delgado vio una puerta tallada, con un estilo victoriano y hermoso. El mayor se percató de la mirada del más joven. –Ese es mi cuarto, Todos tienen terminantemente prohibido el ingreso. Todo aquel que se atreva entrar, no sale sano y salvo de allí. –Dicho esto ingreso a aquella habitación prohibida, dejándolo libre al más bajo para descansar. Tomo una ducha, se vistió con un pijama que encontró sobre su cama, supuso que algún empleado lo dejo allí. Se dispuso a dormir creyendo que mañana sería un día agitado. Aún tenía que verificar, que tan confiable era el empleo que acababa de aceptar.