¿Qué es mejor que estar al lado de la persona que amas?
La respuesta es fácil: estar al lado de la persona que amas mientras te comes a tu vecino.
Ellos eran una pareja homosexual de hippies nómadas que viajaban por todo el país en una mini van adornada con motivos de flores, lo único diferente en ellos era que en lugar de promover la paz y fumar mariguana, ellos eran necrófilos y comían carne humana.
Sus nombres eran Akira Suzuki y su novio Uke Yutaka. Ambos chicos que escaparon de sus casas y decidieron vivir su vida a lo grande. Con poco dinero compraron un vehículo y emprendieron su viaje por el mundo. Ambos eran los asesinos más buscados por la policía.
Todas las noches visitaban un pueblo diferente, atraían a algún incauto y lo asesinaban para saciar sus necesidades. Solo mataban cuando la comida se les acababa pues su platillo preferido eran personas a la plancha. Escogían a sus víctimas muy minuciosamente pues también debía ser atractivo pues no solo eran caníbales, también eran necrófilos. Sus gustos eran claros, debían ser hombres, jóvenes de preferencia, no muy altos y con rasgos finos y amaban el pelo lacio, no importaba mucho el color, solo que fuese lacio.
-Aki-chan- llamo el castaño desde la parte de atrás de la camioneta, su pareja estaba manejando la misma.
-¿Qué paso?
-la comida se acabo.
-¿Qué? Pero si matamos a este tipo hace unas semanas, normalmente nos duran un mes entero.
-cualquiera que nos escuchase hablar vomitaría, hablamos de un cuerpo humano como si fuera un pedazo de carne de res.
-no Uke, las personas tienen un mejor sabor.
Ambos se echaron a reír pues ellos no eran ninguna clase de locos con problemas mentales, ellos eran bastante consientes de sus actos y sabían perfectamente que estaba mal pero el sabor de la carne humana era lo mejor y lo mas delicioso que jamás habían probado.
Pronto llegaron a un pequeño pueblo, pararon para cargar gasolina y encontrar comida. El sistema era sencillo, Uke atraía a la presa y Akira lo asesinaba y entonces tenían un mes completo de diversión y comida.
El pequeño pueblo era pintoresco, se respiraba un ambiente de amabilidad y tranquilidad, hasta el par de asesinos se sintieron en paz por un instante. Mientras Akira estaba en la gasolinera, Uke se aproximo al bar más cercano, un lugar común y corriente. Se acerco a la barra y pidió un trago, dio un vistazo al lugar que estaba prácticamente vacío, no había nadie que cumpliera con sus requisitos. Tomo su vaso y se lo llevo a la boca, casi se atraganta cuando lo vio entrar. Un muchacho menudo de pelo rubio delgado no muy alto. Uke quedo encantado con él. El muchacho se sentó dos banquillos después del castaño y pidió un trago.
-hola-le dijo Uke mientras se sentaba a su lado.
-Ho…hola- era algo tímido, intentaba no mirar al extraño a los ojos.
-soy nuevo aquí, bueno estoy de paso, soy un viajero- al oír la última palabra, el pequeño rubio lo miro a los ojos asombrado pues el siempre había sido un chico de pueblo y no conocía nada mas allá de donde terminaba el pueblo- mi nombre es Uke Yutaka.
-yo soy Takanori Matsumoto.
Ambos se dieron un gran apretón de manos y comenzaron a conversar, se dieron cuenta de todo lo que tenían en común. Uke ya tenía mucha practica haciendo esa clase de cosas pues hacia que el muchacho bebiera y bebiera copa tras copa mientras el no bebía absolutamente nada. Cuando Takanori estuvo tan ebrio que le costaba trabajo siquiera hablar, Uke supo que ya era hora.
-Taka, ¿Qué te parece si pasas la noche conmigo?
-¿me estas proponiendo tener sexo?- aun hablaba un tanto lento.
-claro que si tonto, solo que sería un trío.
-pero…-Takanori hizo una mueca de confusión que le dio mucha risa a Uke- solo somos nosotros dos.
-tengo a mi chico esperándome en mi camioneta muy caliente- se acerco al rostro del rubio- y creo que le encantaría recibirte- lo beso suavemente en los labios mientras que con su mano acariciaba disimuladamente la pierna de este.
-muy bien, muy bien, tu ganas.
Los jóvenes se levantaron y se fueron del lugar, Uke tomo de la mano a Takanori y lo guio en la obscuridad de la noche hasta el bosque, él sabía muy bien en donde Akira había aparcado la camioneta o tenía una idea, siempre la aparcaba a la mitad de algún bosque. Pronto vio a lo lejos la pintoresca camioneta con flores pintadas en sima. A este punto la borrachera ya se le había pasado un poco al rubio que iba de la mano de aquel extraño llamado Uke.
A un lado de la camionera había un campamento improvisado y sentado frente a la fogata estaba Akira quien al notar la llegada de su pareja y su nuevo amigo se puso de pie y saludo educadamente.
-hola- le dijo dándole la mano al medio atontado Takanori- mi nombre es Akira Suzuki y es un gusto conocerte
-su nombre es Takanori- dijo emocionado Uke.
-¡qué lindo nombre!
Ninguno de los dos le dio tiempo de hablar, comenzaron a besarlo, Akira en la boca y Uke en la nuca. Takanori solo podía gemir levemente pues sentía como lo manoseaban por todos lados, creyó haber encontrado un par de chicos para pasar el rato y regresar a casa al dia siguiente. Que equivocado estaba.
Entre Uke y Akira lo desnudaron y los tres estaban sentados en una alfombra que Akira había puesto previamente en el pasto. Takanori seguía perdido entre los labios de Akira en su pecho y los de Uke en su espalda que no se había percatado que la alfombra estaba manchada de sangre seca.
Pusieron a Takanori en cuatro y en una sola envestida Akira lo penetro y comenzó a envestirlo. Uke tomo su rostro y lo beso bruscamente, después tomo su miembro y lo introdujo en la boca del pequeño para obligarlo a hacerle una felación.
Ambos se movían a un ritmo un tanto disparejo pero a Takanori le encantaba, tenía el trasero y la boca ocupados ¿Cómo poder quejarse de eso? Se sentía de maravilla. Estaba tan embobado con todo ese sentimiento que no vio venir la afilada hoja del cuchillo.
Uke hundió un cuchillo de carnicero en la espalda de su invitado quien murió al instante pues por el golpe, el susto y la herida sufrió un paro cardiaco y su corazón dejo de latir.
-está muerto… que rápido fue eso- dijo Uke mientras retiraba su virilidad del cadáver de aquel joven.
-¿estás loco? La diversión apenas comienza.
Ambos se separaron del cuerpo muerto y se besaron, matar era su actividad favorita en pareja. A Akira le excitaba mucho que lo bañaran en sangre así que Uke corto el cuello de Takanori a cuchilladas hasta desprender la cabeza del cuerpo, la sangre comenzó a brotar, Uke paso sus manos por el cuerpo ensangrentado de su víctima y se froto el cuerpo entero excitándose, después con esa misma sangre paso sus manos por el cuerpo de su amante. Akira comenzó a lamer el cuello de Uke saboreando la sangre de Takanori, bajo sus besos a su pecho hasta llegar a su pelvis y finalmente el miembro de su pareja.
-¿tienes hambre?- le dijo Uke a Akira de una manera provocativa.
-bastante
-entonces agasájate- tomo la cabeza de Akira y lo obligo a meterse su miembro a la boca, el rubio no se negó ni protesto y comenzó a mamarle el pene y se lo trago enterito pero cuando Uke menciono la palabra “hambre” se refería de verdad a hambre.
El rubio se separo del cuerpo de su amante y se dirigió al cadáver de Takanori, realmente lo que más disfrutaba era poder penetrar ese cuerpo sin vida. Separo las piernas del difunto y comenzó a hacerle sexo anal. Uke por su parte comenzó a lamer el agujero lleno de sangre y piel desprendida donde antes estuvo la cabeza de Takanori saboreando la sangre. En ese momento sintieron que llegaban al clímax, los dos comenzaron a masturbarse hasta terminar en el abdomen del difunto permitiendo que su semen se mesclase con la sangre.
Los dos necrófilos se vieron a los ojos, era una señal de que el momento de la necrofilia había terminado y era momento para el canibalismo.
Akira fue el primero, dio una enorme mordida en el pecho de Takanori y jalo hacia atrás con todas sus fuerzas arrancándole un pezón al difunto, lo mastico con algo de dificultad pero finalmente pudo tragarlo. Uke prefirió comenzar arrancando pedazos de carne del cuello mutilado pues era más fácil de morder.
-ven aquí cariño, comamos esto juntos- le dijo Akira a Uke que levanto la cabeza y tenía la boca y los dientes llenos de sangre humana. El castaño fue donde Akira y se besaron compartiendo fluidos variados, luego Akira tomo entre sus manos el pene de Takanori y comenzó a morderlo arrancando cuero y piel, Uke comenzó a imitarlo.
-estoy exhausto y satisfecho- Uke se paró a limpiarse la sangre.
-aun no descanses, debemos limpiar el desorden y guardar la comida.
-odio hacer eso.
Akira busco en la camioneta un hacha grande y como si de un tronco de árbol se tratase comenzó a lanzar hachazos destrozando el cuerpo de Takanori. Uke se masturbaba mientras veía esta escena, le excitaba muchísimo ver a su novio hacer eso, se veía tan sexy todo cubierto de sangre y sudor que simplemente era perfecto y ya.
Se sentaron junto a la fogata y se abrazaron, Akira corto un buen pedazo del estomago del joven y lo corto en pedazos más pequeños y los ensarto en un palo de madera y comenzó a cocinarlos en el fuego. Mientras las brochetas se cocinaban, ellos dos se seguían besando y acariciando, matar era lo que los unía y se sentía bien.
Detrás de ellos estaba un cadáver mordisqueado y desmembrado y para ellos era el sitio mas romántico del universo. Incluso en ese momento recordaron cuando se conocieron en la escuela, a ambos les gustaban mucho las películas sobre asesinos y se agradaron de inmediato. Su primer beso fue en uno de esos festivales de películas. La primera vez que mataron a alguien fue en el último año en que estudiaron cuando se comieron al rector mientras tenían sexo.
La carne ya estaba cocinada. Ambos tomaron sus brochetas y comenzaron a comer Takanori asado. Ellos solían hacer esa clase de bromas macabras que hablaban de sus víctimas, incluso guardaban algunos huesos en su camioneta.
Al terminar de comer Akira y Uke comenzaron a levantar el campamento pues ya estaba a punto de amanecer y necesitaban salir de ese sitio antes de que alguien notara la ausencia de Takanori. Cuando comenzaron a levantar el cuerpo y guardarlo en su camioneta, Uke recordó que el mayor sueño de Takanori era recorrer el mundo tal y como él lo hacía. Tomo la cabeza del difunto y beso suavemente sus labios.
-¿Qué te parece? Ahora harás tu sueño realidad, lástima que tuvieras que morir para poder lograrlo- le decía a la cabeza manchada en sangre.
-Uke deja esa cosa- le dijo Akira guardando el torso en una gran hielera en la parte de atrás de la camioneta- deja de hablar con esa cabeza.
-¿podemos conservarla?
-¿para qué? Creí que te gustaban los ojos y la lengua.
-digamos que me gusta el rostro de este chico.
-muy bien haz lo que quieras.
Ambos subieron al auto y arrancaron para irse y no regresar jamás.
Eventualmente los familiares de Takanori reportaron su desaparición. Las autoridades buscaron como locos por todos lados pero jamás pudieron encontrar nada. Mientras tanto el par de hippies seguían recorriendo el mundo como solo ellos sabían hacerlo.