Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Combination of the two por bibi

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es la primera vez que hay un ChenLay, so, tenedme piedad, querido público. ¡Espero que lo disfruten ♥!

 -¿Otra vez? ¡Estoy harto de que ese tipo venga a casa!- grité con todas mis fuerzas desde mi habitación.

-Para ya, Chen, sabes que es mi mejor amigo de toda la vida- contraatacó mi hermano desde la cocina, ya acostumbrado a mis comunes berrinches.

-¡Pero Baozi…! ¡Sabes que siempre me molesta y no me deja en paz!- pataleé aunque no me haya visto. Odiaba a ese tipo como a ningún otro. Cada vez que venía a casa para estudiar con mi hermano o solo a visitar, se empeñaba duramente en arruinarme el día de una forma muy divertida para él.

-¡Por favor, Chen, tienes 18 años! ¡Deja de portarte tan infantilmente!

  Bufé y cerré la puerta con fuerza y frustración, siempre había sido lo mismo cuando hablábamos de Zhang Yixing. Era una persona pesada y engreída, sarcásticamente irritante y abusador; todavía me costaba entender por qué era amigo de mi hermano, si él era tan quedo y amable. Eran dos personas completamente opuestas como el agua y el aceite, pero aún así, parecían llevarse de maravilla tanto en la casa como fuera, y eso me daba, en cierta forma, un poco de envidia. Ya saben, nunca tuve amigos de verdad, en el colegio me adoraban como un “idol”, o como “Chen, el-rompe-corazones-y-algo-más”; pero solo eso. Nunca me preocupé en concretar algún tipo de relación con alguien, menos aún una relación amorosa, por lo que sí, estaba celoso de que mi hermano tuviera alguien al que pudiera llamar “mejor amigo de toda la vida”, y confiarle todos sus secretos, ideas, bla, bla, bla. Esta historia también se repitió cuando entré a la universidad de diseño gráfico, a la que también asistían mi hermano y este tipo. No me malinterpreten, no lo hice porque estaban ellos, sino porque, al igual que MinSeok, la informática siempre fue mi pasión.

 -Hice panqueques, ven si no estás demasiado ocupado haciéndote el rebelde- gritaba Baozi desde el comedor.

  Me puse de pie rápidamente y me calcé las pantuflas con flojera, salí de la habitación e intenté acostumbrarme al calor ambiental fuera el alcance del aire acondicionado, con el que fui bendecido en mi habitación, privando al resto de la casa de su frescura.

 -Ya vuelvo nena, no me extrañes- le susurré a “Lizzy”, sobrenombre de una de mis primeras ex-novias, y que ahora pertenecía a mi aire acondicionado.

 Caminé por el pasillo mientras el aroma de los panqueques con chocolate se colaba por mis fosas nasales, me producían un agradable gruñido en mi estómago y que la boca se me hiciera agua. Los panqueques de mi hermano MinSeok eran los mejores que podrías probar en toda tu vida, eran irresistibles y demasiado deliciosos como para que cualquiera tuviera el lujo de deleitarse con ellos. Y hoy era el caso. Mi felicidad y mi paz se esfumaron instantáneamente cuando entré al comedor y lo vi junto, a Baozi, sentado en MI asiento, comiéndose MIS panqueques, en MI casa, respirando MI aire, mientras masticaba y me miraba con rostro burlón y engreído. Me quedé ahí pasmado, mirando con rabia la presencia de Zhang Yixing, mientras que él no hacía ademán de presenciar mi hostilidad hacia él.

 -¿Qué hace este acá?- me dirigí a mi hermano mientras le apuntaba con el dedo al “invitado”. Baozi suspiró cansadamente y se estrujó el puente de la nariz, seguramente pensando “ya comenzamos otra vez”.

-Hola bonita, yo también te extrañé- murmuró burlón el otro, mi enemigo, el innombrable. Si los libros que leo se hicieran realidad y el Señor Tenebroso estuviera suelto por ahí, diría gustoso ochorrocientas veces el nombre de “Voldemort” en lugar del suyo. Era como la mala peste: si la nombras, aparece. Lástima que este aparece aún sin la necesidad de ser nombrado.

-No me digas “bonita”, imbécil- contraataqué, mientras me acercaba y me zampaba rápidamente unos cuantos panqueques y me servía una taza de leche.

-¿Por qué no? Te queda muy bien el apodo.

-Deberías preocuparte en apodos para ti mismo, idiota.

-Me encantan los que tú me pones.

-Yo no te pongo nada, te los ganas solo.

-Oh, ¿me ganaré entonces que me la pong-...?

-¡Basta!- nos interrumpió súbitamente mi hermano- Por dios, son dos idiotas incapaces de callarse por un momento, ¿creen que desperdicié toda mi bella tarde haciendo estos panqueques para escucharlos a ustedes pelearse? ¿Eh? ¡Pues váyanse afuera a joder con los perros!

  Nos miramos atónitos y dirigimos la mirada hacia él. Muy pocas veces perdía los estribos, pero eso siempre había sido presenciando nuestras peleas. Siempre, durante 18 años, había sido lo mismo. Claro, como era un año mayor, podía molestarme lo que quisiera, ¿no? Menos mal que Baozi era un año mayor que él y lo tenía que respetar.

 -No te pongas así, MinSeok, sabes que estamos jugando- le palmeó el hombro mientras masticaba otro panqueque. Rodé mis ojos y tomé un plato, cargándolo de algunos más para mí y tomé mi taza con mi leche para retirarme de ahí, con la excusa de que tenía demasiada tarea por hacer.

  Volteé una vez antes de salir del comedor, y lo último que vi fue a ese irritante tipo, mirándome con esos ojos típicamente atrevidos de él.

 

-¡No lo soporto, Lizzy!- exclamé al tiempo que entraba de un portazo a mi habitación y dejaba mi leche y mis panqueques sobre el escritorio -¡Dios! ¿Por qué tiene que venir él? ¿Por qué MinSeok no va a visitarlo a su casa?- me arrojé sobre la cama y suspiré enojado varias veces. Me volteé para mirar hacia arriba, relajándome un poco- Menos mal que te tengo a ti nena, por lo menos, me das tu frescura.

 Tomé rápidamente el control remoto y subí la temperatura del aire acondicionado, a ver si con eso se me bajaba un poco los humos y la calentura por culpa del idiota de Yixing.

 

 

 

 Oí el timbre del fin de la tercera hora justo cuando estaba llegando al final. Por fin. Apuré las embestidas, llegando más profundo para así poder venirme de una vez; tenía que apurarme porque en cualquier momento el baño se atestaría de hombres y sería muy problemático si me vieran ahí dándole a esa chica. La empujé aún más contra la pared, de la cual intentaba aferrarse vanamente mientras gemía descontroladamente y gritaba mi nombre, seguido de unos cuantos balbuceos entremezclados con los jadeos en busca de aire.

-¡Ah, sí! ¡Más!- apretó su agarre contra mis antebrazos y me clavó las uñas, arañándome. Gruñí del dolor y la aparté bruscamente para venirme fuera de ella.

 Ambos gemimos y jadeamos al momento que el clímax se nos vino encima. Me lanzó una mirada coqueta mientras se limpiaba la entrepierna para acomodarse la ropa, al tiempo que abrochaba mis pantalones y me arreglaba el cabello. Cruzamos dos o tres palabras más antes de que me largue el típico “llámame” y se fuera, imitándola al cabo de unos segundos.

 Afuera, los estudiantes salían apresurados de las aulas, con destino a distintas zonas del establecimiento; pasando de mí en el camino, mientras yo me integraba en el barullo de gente, con la intención de ir hasta el salón de mi próxima clase.

-¡Chen!

 Me volteé perezosamente con un suspiro de irritación al tiempo que oí el griterío de un par de chicas de mi clase persiguiéndome por el pasillo principal de la universidad. Eran tres, y solo porque le había dado cabida a dos de ellas, de las cuales no me acordaba ni los nombres, se creían que podían ir por ahí pegoteadas a mí. Pesadas.

-¿Qué pasa?

-¿Haces algo hoy a la noche?- preguntó una de ellas, la más alta, Sulli creo que se llamaba. Las otras dos me miraban como a una presa indefensa en un nido de víboras, asintiendo a las palabras de la jirafa y esbozándome fugaces sonrisas atrevidas. Bufé para mis adentros, con cierto desdén y asco, y enarqué una ceja. Abrí la boca para responder, pero alguien a mis espaldas me la tapó súbitamente y respondió por mí.

-Sí, irá a ver una película conmigo- oí la asquerosa voz de Yixing sobre mi hombro.

 Las tres chicas dieron un sonoro respingo por la sorpresa y se mordieron el labio inferior mirando al molesto de Lay, como si fuera un reemplazo mío que apareció de la nada para complacerlas. Reaccioné, un poco tarde, y me aparté rápidamente de su agarre, mirándolo consternado sin haber entendido lo que dijo; mi mirada lo dijo todo, y él esbozó una sonrisa burlona, pasando un brazo por mis hombros y alejándome de ahí, a la vista de todo el mundo.

-Suéltame- le escupí las palabras una vez que giramos la esquina, adentrándonos a un pasillo vacío, alejado del barullo de gente.

-Deberías darme las gracias por sacarte de encima a esas latosas- ladeó el rostro, mirándome burlón. Me enfureció al instante su estúpida y habitual actitud altanera y divertida sobre los demás, por lo que me solté con brusquedad.

-Nadie te pidió ayuda- me volteé y comencé a caminar, para alejarme de ahí y de la presencia de ese insoportable tipo.

 No entendía por qué se empeñaba tanto en hacerme enojar, por qué era así solo conmigo. Lo odiaba desde hacía años, pero nunca logro recordar cuándo y cómo fue que comenzó todo esto. Solo sabía, que muy en el fondo, no es que me molestaba, sino que me dolía el hecho de que me tratara tan... como… si fuera un idiota fácil. Como si fuera una puta a la que menospreciar después de acostarte con ella. Mi hermano siempre me remarcaba: “Yixing es un buen tipo”, “te cae mal porque en realidad no lo conoces”, “solo está bromeando, Chen”. Es tan jodidamente fácil decir aquello cuando tú no eres el blanco de sus bromas y cargadas, cuando cada vez que te ve te esboza una de esas irritantes y golpeables sonrisas burlonas.

 Antes de girar por donde vinimos, logré oír un “nos vemos a la noche, Chen”. Pero no logré descifrar si lo había dicho de verdad, o solo había sido producto de mi imaginación.

 

 

 

-¡Chen! ¡Abre la puerta, que yo no puedo, me estoy bañando!- oí a Baozi gritar desde el baño.

 Bufé irritado y eché mi cabeza hacia atrás, al tiempo que empujaba mi silla así me daba espacio de ponerme de pie para ir a hacer aquello. El cambio de temperatura entre mi habitación y el pasillo me dio de lleno, irritándome aún más. Bajé las escaleras perezosamente, mientras oía cómo seguían golpeando la puerta insistentemente.

-¡Chen!- gritó nuevamente mi hermano desde el baño

-¡Estoy yendo, mierda! –respondí por igual, mientras bajaba el picaporte con fuerza y abría con brutalidad la puerta. Si hacía dos segundos estaba irritado, ahora estaba verdaderamente furioso. Y todo gracias a la presencia de Zhang Yixing en mi preciosa puerta. Fruncí el ceño con fiereza, realmente frustrado y no hice más que escrutarlo con una mirada amenazante y violenta, contrarrestando la suya burlona y divertida.

-Hola, querida- dio un paso dentro de la casa, muy a mi pesar y me dio un beso en la mejilla como si nada- ¿Me extrañaste? –me aparté hecho una furia y lo empujé para que me soltara.

-¿Otra vez aquí? ¿Qué tanto quieres? –escupí mis palabras, mirándolo con asco. Se limitó a pasar a mi lado como si nada, como si fuera su casa.

-Traje una película para que la veamos juntos, ¿ya te olvidaste que te dije hoy?- su risotada burlona resonó por mi cabeza y me hirvió más de furia. Le hubiera gritado ahí mismo de no ser que Baozi apareció por las escaleras.

-¡Hasta que apareciste! ¿Trajiste la película?- preguntó el mayor emocionado. El idiota alzó unas bolsas mientras sonreía, provocando que mi hermano aplaudiera y se emocionara como si tuviera cinco años. Bufé molesto y me dispuse a retirarme de ahí, caminando pesadamente hasta mi habitación.

-¡Chen! ¿No vendrás a ver la película con nosotros?- Baozi me tomó del brazo, frenándome a mitad de camino. Sé que notó mi cara de molestia- Vamos, haré panqueques para ti- me sonrió cariñosamente. Rodé mis ojos, irritado y de mala gana, pero vaya a saber Dios porqué mierda acepté; sobre todo bajo la mirada burlona de nuestro querido invitado.

 

 

 

-¿Estás asustada, linda?- susurró pesadamente contra mi oído. Estaba sentado a mi lado, molestamente arrimado hacia mí con uno de sus brazos por sobre mis hombros, mientras yo me encontraba acurrucado en la esquina del sillón, con las piernas flexionadas contra mi pecho e intentando cubrirme el rosto con un almohadón.

 Soy un marica, lo admito, las películas de terror sangriento no son lo mío, y más si se trataban de películas como “Hostel”. Estúpido Chen, no tendrías que haber aceptado. Es más que obvio que este tipo trajo esa película a propósito.

 Todavía era lo suficientemente hombre como para no ocultar la vista, por más de que trataba de ver lo menos posible de aquella película; desvié disimuladamente mi mirada hacia otro punto de atención que no fuera la pantalla del televisor y me enfoqué en mi hermano, quien estaba sentado en el sillón individual un poco más adelante nuestro, totalmente inmerso en la película y siguiéndola a pie. No entendía que le encontraban de emociónate ver cómo le cortaban los talones a un tipo, pero él siempre fue bastante… raro.

-D-Déjame…- susurré por lo bajo, mientras lo apartaba de mí y me acurrucaba más contra la esquina de mi lugar. Si tenerlo tan cerca me ponía nervioso, con la película yo estaba de los pelos; me quería ir cuanto antes pero era demasiado obvio y quedaría como un miedoso, y no le daría el gusto a mi enemigo para que me viera de esa forma.

 Volvió a acercarse a mí, aplicando presión en el brazo con el que me rodeaba y estrechándome más hacia él, mientras dejaba escapar unas risitas divertidas. Giré la vista hacia él, furioso y lo miré con el ceño fruncido, tratando de transmitirle mi obvia y palpable incomodidad e irritación por su cercanía., mientras que él me escrutaba con una sonrisa burlona.

 Pero… era diferente.

 Esta vez era diferente, y aún con la tenue luz del televisor entre la oscuridad, pude notar un brillo diferente en sus ojos. Pude notar también cuando se acercó lentamente a mí, sosteniéndome de atrás con su brazo y posó sus labios sobre los míos, primero suavemente, y después aplicándole fuerza, moviendo su boca lentamente contra la mía e incitándome a imitarlo. Me quedé estupefacto, tampoco me pareció del todo desagradable, pero no me aparté; no sé por qué. Cerré mis ojos con fuerza mientras me dejaba llevar por aquello. Sabía que estaba mal, cada partícula de mi piel me lo decía: te estás besando con tu enemigo, Zhang Yixing, ¡el tipo que más odias! Pero mi mente y mi corazón no parecían estar de acuerdo, ya que me llevaron inconscientemente a tomarlo del rostro y profundizar el beso, moviendo mis labios frenéticamente contra los suyos. Llevó su mano libre hasta mi rostro por igual, dejando en su camino ligeras caricias que me estremecían de pies a cabeza; se sentía tan bien…

-¡Paxton, no!

 Ambos nos separamos súbitamente, asustados por el repentino grito de Baozi. Giramos la cabeza al mismo tiempo con los ojos como platos solo para verlo más que inmerso en la película, sin haberse percatado siquiera de lo que pasó a sus espaldas segundos atrás. Volvimos a mirarnos aún estupefactos y fue cuando me cayó la ficha. ¡Mierda santísima y recontra puta, me besé con Zhang Yixing! Mi expresión cambió de estupefacción a susto cuando reaccioné. Alzó ambas cejas al ver mi expresión y abrió la boca para hablar; no le di tiempo y me puse de pie rápidamente, dejando caer el control remoto al piso sonoramente, había olvidado que lo tenía en mi regazo. Noté que Baozi se volteaba para verme sorprendido y me miraba, Yixing también me miraba, y yo no sabía qué hacer: solo se me ocurrió huir de ahí urgente.

-¿Qué pasa, Chen?- preguntó mi hermano, enarcando una ceja.

-Espe-… - habló el tercero, pero lo interrumpí.

-Tengo que irme- logré decir y salí de ahí casi corriendo, con la mente en blanco.

 Giré para meterme por el pasillo y subir por las escaleras, al tiempo que oía a Baozi estallar en risas y decir que era un miedoso, que la película no era para tanto.

 

 

 

-¡Ah!- aceleré el movimiento de mi mano sobre mi miembro, aplicando más fuerza y velocidad. Eché la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos con fuerza al momento que sentía un cosquilleo en mi vientre, el cual se extendía por todo mi cuerpo, hasta taladrándome la cabeza.

 Tenía que descargarme, lo necesitaba. No sabía por qué, pero después de lo que había pasado horas atrás, sentía el miembro dolorosamente palpitante en las represalias de mi pantalón; ni bien subí las escaleras y me encerré en mi habitación estuve así, masturbándome pensando en alguien a quien no tenía que tener en mi mente en esos momentos. No quería aceptarlo, pero tampoco podía negarlo: me estaba masturbando pensando en Zhang Yixing. Y si me ponía a analizarlo, últimamente todos mis pensamientos y sentimientos giraban en torno a él, en sus sonrisas burlones, en sus chistes pesados, en sus risas, en sus constantes molestias… Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Y mega mierda. ¿Era posible? No, imposible. No puede ser, Chen, no. No es lo que piensas, no… ¿o sí? ¡No! ¡Mierda, no! ¡No puede ser así! Carajo… ¡no puedo haberme enamorado de Zhang Yixing!

 Solo para probar y confirmar, no se me ocurrió idea más idiota que gemir su nombre mientras me tocaba. Era difícil, había que admitirlo. Oír su nombre salir de mis labios en otra situación que no fuera durante peleas y con tono deliberante lo hacía aún más difícil, ya que sonaba demasiado raro y ajeno para mí… Demasiado… excitante.

 -Ngh… Ah… Yixing…- gemí suavemente, mientras que deslizaba mi mano libre, tanteando la cama en busca de algo a lo que aferrarme, lo cual fueron las sábanas. Tiré de ellas al momento que sentía el clímax llegar a mí; efectivamente, gemir su nombre había servido, y mucho.

-¿Es enserio? –oí desde la puerta.

  Abrí los ojos súbitamente y me tapé con las sábanas la entrepierna, no se me ocurrió otra cosa. Desvié la mirada rápidamente al oír la voz y escruté la puerta de mi habitación, la cual estaba ahora cerrada, pero dejando a Zhang Yixing totalmente visible dentro de mi habitación.

 Me asusté.

 Abrí la boca para hablar pero no me salían las palabras, y tampoco sabía qué decir; simplemente, dejaba que la vergüenza me tragara y me hundiera en un pozo de humillación profundo.

 -¿¡Q-Qué…!?- tartamudeé como un imbécil, humillándome aún más frente a mi enemigo. Me alteré demasiado y no sabía qué hacer, el pánico me atacó como nunca antes, y más aún cuando lo vi reír ente dientes.

-Me quedé a dormir. Estaba yendo al baño hasta que escuché mi nombre suavemente- dio unos pasos hacia donde estaba, sobre la cama, mientras me miraba con ojos fijos y burlones, con una sonrisa ladina. A pesar de que estaban las luces apagadas, podía ver sus expresiones y sus movimientos gracias a la tenue luz de luna que se filtraba por mi ventana- ¿Necesitas ayuda con eso? –dijo, señalando mi entrepierna cubierta.

  Algo dentro de mí se activó al momento de oír aquello. No podía despegar mis ojos de él, de su cuerpo, el cual estaba solamente tapado por unos joggings negros, dejando su torso al desnudo, y descalzo. Su piel era hermosa, tersa y su cuerpo bien marcado. Era demasiado para mí. Primero descubría que me gustaba besar a un tipo que supuestamente me caía horrendo, luego me masturbaba pensando en él, y ahora me descubro mirándolo embobado. ¿Qué me estaba pasando? ¡Yo odio a ese tipo! Salí de mi ensoñación y volví a la realidad, fruncí el ceño mientras la ira me invadía. ¿Quién se creía ese?

 -¿¡Quién mierda te dijo que podías entrar!? –me acomodé la ropa interior y me subí los pantalones hecho una furia. Temblaba de la rabia, más por el simple hecho de que me haya descubierto en aquella situación tan vergonzosa, a que haya pasado a mi habitación sin permiso.

-¿Te tocabas pensando en mí? –evadió mi pregunta burlonamente mientras seguía acercándose a donde me encontraba de forma descarada. Los nervios me atacaron, desesperadamente, y mi máscara de frialdad se quebró, dando paso a una expresión de temor y vergüenza.

-Yo… no… ¡No!- me puse de pie súbitamente, al tiempo que él terminó de acortar el espacio entre nosotros. Me tomó del brazo para evitar que me alejara y tiró de mí, acercándome más a él.

-¿Por qué te masturbabas pensando en mí?- susurró contra mi oído. Me estremecí de pies a cabeza, y cerré los ojos con fuerza al momento que sentí mi miembro endurecerse nueva y dolorosamente.

-N-No estaba… haciendo eso…

-Te oí. Te oí gemir mi nombre- deslizó su mano libre por mi mejilla, acariciándome con suavidad, provocándome un estremecimiento mayor aún, mientras sentía su mirada clavarse en mi rostro.

-No quise… B-Basta, Yixing… -intenté soltarme de su agarre, pero él aplicó más fuerza aún, pegándome contra su cuerpo, peligrosamente cerca de mi rostro.

-Lay. Dime Lay.

 

 Abrí los ojos momentáneamente, haciendo que por ende mi mirada se cruzara con la suya. Fue un instante, pero de lo más intenso, hasta que volví a cerrarlos con fuerza en cuanto sus labios se acercaron a los míos rápidamente y los atraparon con fiereza. Yo me quedé inmóvil, debatiéndome qué hacer, totalmente pasmado. ¿Debía corresponderle? ¿Debía empujarlo y huir? Ninguna de las dos opciones me satisfacía totalmente: en parte quería huir de él, claro, era mi enemigo; pero la otra parte de mí quería saber a qué se debía aquel beso, aquellas burlas, por qué me sentía tan atraído a alguien a quien supuestamente debería odiar con todo mi corazón. Estaba confuso, y odiaba sentirme así.

 Se abrió paso por mi boca con su lengua descaradamente, recorriendo cada rincón de esta y saboreándome hasta la última pizca. Succionaba mis labios de una forma sorprendente, nunca en la vida me había pasado de besar a alguien de esa forma tan apasionada, y voy a declarar que me estaba encantando. Sus caricias en mi mejilla fueron rápidamente reemplazadas por una presión en mi nuca, atrayéndome hacia él para profundizar más el beso, mientras que su otra mano se deslizó por mi cadera hasta mis glúteos, estrujando uno con fuerza. Gemí contra su boca y me aferré a sus hombros, aunque trataba de separarme. Su boca devoraba la mía con fuerza y desesperación, y eso me confundía aún más; hice acopio de todas mis fuerzas para separarme, pero era difícil, por lo que corrí la cara a un lado, frunciendo los labios. Me miró con los ojos entrecerrados, un tanto desconcertado.

 -B-Basta… por favor… solo, basta…- sollocé. Estaba desesperado y totalmente confuso. Me sentía herido de orgullo y de corazón. ¿Por qué me besaba así? ¿Era un simple juego para él? ¿Yo aquí debatiéndome entre qué significaban mis sentimientos y él solo jugaba conmigo, molestándome aún más?

-No puedo- volvió a tirar de mi para besarme nuevamente- No puedo Chen…

-¿Por qué? ¿Te diviertes fastidiándome? ¿Es eso?- lo empujé por los hombros con toda mi fuerza del momento, soltándome de su agarre y tambaleándome un poco, al borde las lágrimas por la frustración- ¿¡Te divierte jugar conmigo, verdad!?- le lancé una mirada de furia tremenda, para que comprendiera  cómo me sentía, a pesar de que eso sería imposible para un tipo como él.

  Su única respuesta fue dejar escapar una leve risa inocente, no de burla, solo inocente. Me enfureció aún más, ¿se estaba burlando de mí acaso?

 

-Me gustas.

 

Mis ojos adquirieron el diámetro de dos platos al oír aquello y me dejó sin habla.

 

-¿Qué?- mi voz se quebró al hablar, apenas si pude decir esa palabra.

 

 Si antes estaba confuso, ahora estaba verdaderamente perdido.

 

-Me gustas, Chen.

 

 Parpadeé varias veces al oírlo cerciorarlo de esa forma tan confiada e intensa, intentando controlar las lágrimas que me escocían los ojos. No. Era mentira. No podía ser verdad. Se había dedicado en mis dieciocho años de vida a molestarme y frustrarme incansablemente, por lo que esto, sin duda alguna, era otro de sus trucos. Pero… ¿por qué me dolía tanto que así fuera?

 -Estas bromeando… ¡deja de bromear!- rugí, alejándome aún más mientras mis ojos comenzaban a gotear incansablemente. Estaba harto de ese tipo y de sus chistes de mal gusto, estaba harto de sentirme así de confuso, estaba harto de todo. Todo lo relacionado con Zhang Yixing. Lo odiaba, y más aún ahora que había caído en la cuenta de que me había enamorado irremediablemente de él.

 -No estoy bromeando- se sentó en la orilla de mi cama, dejando escapar un largo suspiro- ¿Crees que me confesaría tan a la ligera?

-Nunca te he oído decir nada más que bromas- respondí cortante, aún entre lágrimas- ¡Lo único que haces es molestarme absolutamente todo el tiempo, y disfrutas de ello! ¿¡Y encima crees que soy tan idiota como para no darme cuenta que te estás burlando de mí de nuevo!?- lo miré, mi rostro estaba deformado por la rabia y las lágrimas, mientras que el suyo me miraba calmo, escuchando todo lo que decía. Al final, volvió a suspirar y se puso de pie nuevamente, acercándose para quedar frente a mí.

-Estas equivocado. Muy- llevó su mano izquierda hasta mi mejilla, limpiando con el pulgar las lágrimas que se escurrían por mi piel- ¿Crees que si me gustas haría todo lo posible para que me odiaras? Bobo- eliminó nuevamente la distancia que nos separaba y me estrujó en un fuerte abrazo- Es mi forma de que te fijes en mi.

  Mi cara de consternación no tenía precio, y más aún si le sumaban las lágrimas y los gimoteos. Me quedé inmóvil entre sus brazos con el corazón a mil.

 -Enserio me gustas, Chen. Todo este tiempo me has gustado.

  Las lágrimas recorrían mi rostro sin control. Mi mente, a pesar de estar en blanco, no podía dejar de pensar en todo aquello que me estaba diciendo; mi corazón latía desbocadamente, y estaba seguro que hasta Lay era consciente de aquello. Crucé mis brazos por su torso y lo abracé con fuerza como él, mientras hundía mi rostro entre su cuello y su hombro, acallando un poco mis sollozos.

 

 Después de tanto tiempo renegando y sufriendo, ¿no me vendría mal un poco de amor, no?

 

-También me gustas, Lay. Demasiado.

 

 Después de tanto tiempo… ya era hora de que me enamorara, ¿no?

Notas finales:

¡Pulululú~! Después de más de no se cuantos días, he llegado con el one shot en mis manos. No estoy muy acostumbrada a hacer one shots porque siempre siento que hay cosas que me quedan incompletas o que lo tengo que resolver muy rápido... y eso (?).

Me enamoré un poquito del ChenLay, solo un poquito :c *micorazónsiguesiendodelChenTao*

Como bien dije al comienzo, este one shot está dedicado especialmente a K BL, quien me pidió esta pareja~ Gracias por leerme, por siempre dejar tus bonitos reviews y por darme tu apoyo tan azucarado y nutelloso ;w; -se pone ghei- <3

Bueno, espero que les haya gustado c: Saben que siempre las críticas e ideas son bien recibidas~

¡Muchas gracias por leer!


PD: sigan mi otra historia Sugarless ♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).