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Serenata Tapatía por Laurence

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Notas del capitulo:

Le agradesco a Yayana el ayudarme a crear este capitulo con sus ideas, anecdotas... y publicarlo por publicarlo talcual lo he escrito, con sus notas y faltas de ortografia XD, antes de irse a la escuela.

Este capitulo esta dedicado para Valkiria quien antier estuvo muy triste y porque quiero que sonrias onee chan. Tuve que pedirle algunas ideas y anecdotas a Nana onee chan, me costo muchas regañadas por mis faltas de ortografia y otras tantas de algo que ya se me olvido pero aqui esta la actualizacion solo para ti :D

Eran las once y media de la noche cuando un grito rompió el silencio nocturno. La abuela llamaba a gritos a Tranquilino quien llego rápidamente a donde estaba la anciana, después de decirle que tomarían lista, el joven saco del bolsillo de su pantalón un pequeño cuaderno y un lápiz para después subir junto a doña Luisa al segundo piso.

La abuela abrió el primer cuarto y encontró a Shaka cepillando su larga cabellera -¡Buenas noches hijito, que descanses! – dijo la anciana muy sonriente, después de que Shaka respondió el saludo se volvió a tranquilino y le dijo seria – Uno menos, vamos a ver a mis angelitos – Dijo lo ultimo con ironía.

Shura observaba muy atento el televisor un programa llamado 6 toros 6, un programa de televisión sobre toros y toreros que transmitían por el canal siete. La abuela entro a la puerta, pero el español ni cuenta se dio por estar viendo la tele hasta que la abuela se la desconecto - ¡Con un demonio! Es la repetición de la repetición y ¿todavía no te cansas de verlo? – Dijo la abuela bastante enojada – ¡Duérmete de una vez Santiago o mañana vas a saber lo que es amar a Dios en tierra de indios! – Dijo la abuela amenazándolo con su bastón.

- En India la mayor parte de la población no conoce nuestra religión abuela y veneran a varios dioses, además Shaka es indio – Dijo Shura con la mirada desviada a la derecha y arriba como reflexionando.

- ¡Hindú tarado no indio! ¡¿Ya ni eso sabes?! ¡Mira mejor duérmete de una vez condenado que cuando amanezca vas a saber quién es Sara Luisa Alejandra García Santana viuda de Negrete Sifuentes! – Espeto enojada.

- ¡Pos mi abuela ¿Qué no?! Jajajaja – Dijo el pelinegro pasándose de listo.

La abuela empuño su bastón y de un solo movimiento rompió la pantalla de la televisión que estaba a su lado, se acercó peligrosamente a Shura pronunciando tranquila y pausadamente su nombre completo  – Luis Santiago Heriberto Ulises Rafael Antonio Bermúdez Negrete García – La abuela sonreía socarronamente mientras pronuncia aquella infinidad de nombres en un tono catalogado por sus nietos como peligroso. Shura tembló al escuchar su nombre completo y comenzó a retroceder lentamente, cuando la abuela estuvo a unos pasos de donde se encontraba sentado, el español se incorporó de un salto y con otro más cruzo la cama. Doña Luisa perseguía al ex caballero de capricornio el cual como un niño intentaba por todos los medios escapar de aquella a quien consideraba una madre más que una abuela mientras esta no paraba de gritarle que dormiría calientito.

Shura logro salir al pasillo y se escondió detrás de tranquilo quien intentaba escapar también de la ira de doña Alejandra, la abuela estuvo a punto de darles lo prometido cuando a su izquierda una sábana con vida propia avanzaba por el corredor, - ¡Un fantasma! – Grito Manuel quien se había asomado al pasillo para ver el porqué del alboroto mientras que Shura palidecía del susto. La abuela puso su bastón en la punta de la sabana que arrastraba por el piso haciendo que esta cayera por completo sobre los mosaicos del piso, la abuela camino hasta un peli celeste que abrazaba una almohada y cuando estuvo frente de él le dijo: - ¡¿Y ora tú?! ¿Qué haces despierto a estas horas? – Grito mientras sacaba un puro de la bolsa de su mandil y lo encendía.

- No puedo dormir y pensé que – Fue lo único que pudo decir cuando la abuela lo interrumpió.

- Y querías ir a ver si podías dormir con Julián – Espeto la abuela el mismo pensamiento que no pudo decir Afrodita. – Pero eso no se va poder… ¡Que Julián ni que la tiznada, camínale a su cuarto y si tiene tanto miedo reza un Padre Nuestro o un Ave María! – Grito la abuela recuperando el humor de antes.

- ¡No me los sé! – Dijo el sueco haciendo un puchero.

- ¡Usted váyase a su cuarto y al rato voy yo para enseñarle como se reza! – Grito la abuela con el puro en la mano.

Después de que doña Luisa blandeo su bastón cual si fuese una espada tanto tranquilino como el resto de los presentes, incluido Manuel se fueron corriendo a meterse bajo las cobijas. Cuando llego al cuarto de Damián encontró a este dormido profundamente, sobre la cama estaban regadas varias fotografías de cuando los nietos de la abuela eran pequeños; fotografías en las que Shura aparecia junto a él y al reto de sus hermanos, en otras estaba presente Ángelo con mirada fría en algunas pero en otras muy sonriente. En las ultimas fotografías que le fueron tomadas a Shura se le veía triste pero decidido, en unas aparecia con Shion y Afroditas pues ellos dos se habían quedado a vivir un año en la vieja casa del centro, en otras aparecía con la abuela, otras con sus hermanos pero tres fotografías faltaban… una de ellas donde aparecía doña Luisa y sus cuatro nietos, la segunda era también una foto familiar pero en ella aparecían Ángelo y afrodita y la última donde Shura estaba sentado en el borde la fuente con un pequeño bebe en brazos y con la más hermosa de sus sonrisas y de sus miradas. Aquel bebe era Julián, cuando tenía muy poco tiempo de nacido, sus ojitos se veían de un color negro verdoso y sus cabellos tan negros como la noche, en aquellos días tenía un gran parecido con el español y a pesar de que siempre llevo consigo esas tres fotos la última era la que más atesoraba.

La abuela conmovida por aquella visión acaricio con ternura los rubios cabellos de Damián, de sus ojos brotaban lagrimas que no lograban ser detenidas por los lentes mientras guardaba una a una las fotografías en una cajita de madera para después apagar la luz al jardín. Solo ella y el mayor de sus nietos sabían lo que sentían, aquellos años de ausencia, las carencias, los problemas, toda una vida vivida por aquella viejecita tan noble y recia. Doña Luisa camino por el pasillo del segundo piso, a unos pasos del cuarto de Julián escucho el sonido característico de las trompetas y violines tan conocidos por todos en la región y rápidamente entro al cuarto del menor de sus nietos.

 En la cama del castaño un bulto se escondía entre las cobijas, la abuela lo toco con el bastón pero no hubo respuesta entonces tiro un poco de la cobija y no encontró el rostro de juli por lo que enojada quito la cobija de la cama de un tirón mientras los músicos seguían entonando las primeras notas de su canción. Unas almohadas y cojines habían sido cuidadosamente acomodados para que la anciana creyera que lo que estaba bajo la sabana era su nieto sin embargo la viejecita logro identificar la canción y al observar la cajita sobre las almohadas no pudo si no comenzar a llorar a mares por la emoción.

Aquella cajita forrada de azul y con un moño metálico tenía la leyenda ¡Feliz cumpleaños Mamá! El pequeño Julián se había escapado no sin antes dejarle el regalo a la abuela en medio de una de sus tantas puntadas como lo hacía siempre y por si eso fuera poco en la puerta de entrada el mariachi le tocaba las mañanitas - ¡Sinvergüenza, bandido, canalla, desobediente, hijo de toda tu madre! – Decía la abuela observando a su nieto y la hermosa serenata desde el balcón de este último, el cual sonreía con satisfacción -¡Gracias! ¡Muchas gracias hijito! – Dijo la abuela llorando y con la voz entrecorta.

Las puertas fueron abiertas por tranquilo, los músicos ingresaron por el corredor y se instalaron en la pequeña plazoleta a la mitad de la casa tocado una hermosa serenata. Los músicos tocaban alrededor de la fuente, el joven de ojos color vino cantaba la famosa serenata tapatía para después seguir con el val inmortal de la abuela haciendo llorar a más de uno con el vals Alejandra que todos sus nietos cantaron a coro.

 Mientras el mariachi tocaba Dios Nunca Muere, Julián le indico a la abuela que le tenía un regalo en el comedor, ambos cruzaron la plazoleta y llegaron al pequeño comedor de la cocina. El lugar estaba completamente oscuro pero una diminuta vela llamo la atención de la abuela, parecía como si florara en medio de la oscuridad, curiosa camino lentamente en medio de la oscuridad cuando de repente el muchacho de ojos carmesí encendió la luz del comedor…

 

 

Buon compleanno nonna! – Dijo un joven peli azul con un gran ramo de rosas parado al lado de la mesa, donde un pequeño pastel se encontraba aun con la velita prendía.

Notas finales:

Aquien no sepa:

*Las mañanitas es una cancion como el happy birthday y existen diferentes versiones:

https://www.youtube.com/watch?v=6XmSbeBtXhQ mañanitas mexicanas 

https://www.youtube.com/watch?v=zShuBz7y0-I mañanitas tapatias.

*La serenata tapatia es esta:

https://www.youtube.com/watch?v=lrYHbEVvX3s

*Este es el vals alejandra y les agrego la letra y la version de orquesta tambien:

https://www.youtube.com/watch?v=I_Hx69ICaFY

https://www.youtube.com/watch?v=1DL1jM2lcx0

https://www.youtube.com/watch?v=6h4a_gl4ilE

http://www.almademexico.com.mx/valsale.htm


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