Y las voces empezaron a sonar...
¿Quien dice amistad? quiero verte ayudar a tu amigo en al agonía, en la soledad, cuando no sepan que hacer.
Verano, la época más torturante de todas. Calor, fastidio, fatiga.
Ves tu amigo te espera ,sabes cuánto te está esperando, te cuento que está solo, puede que este llorando mientras tú te preocupas por si mañana saldrá el sol más fuerte, el piensa si te podrá ver, solo para ver la sonrisa de alguien que le alegre el día. ¿No quisieras sonreír junto a él?
Sabes cuándo lo veas posiblemente sea la persona más feliz de todas, esa persona ama tu compañía, esa persona es muy sensible pero se destruye lentamente, no quieres ser gentil?.
Hey se que me escuchas... no olvides mis palabras.
-Gritos-
-Ayuda, ayuda, ayuda conde ayúdeme. -decía un voz cercana pero atrofiada
-Donde estas misteriosa voz, ¿Como te puedo ayudar?.-respondía el conde.
-No pensé que fuera capaz de dejar mi cuerpo en esta sangre, ni siquiera es mía. -seguía diciendo la voz de un niño que rogaba.
-No prometiste que nada ni nadie nos separarías. -decía otra voz que se lleno de odio, parecía la anterior voz pero más grave. Sabía que eras igual a los demás.
-¿Pero quién eres? ¿Cómo puedes decir eso?.-decía el conde con una voz suspirante. Lo siento...
-Estas seguro, aun no recuerdas todo lo que nos hiciste, al menos deberías tener dignidad. -decía la voz alejándose. Al menos algo de dignidad.
-Explícame, no quiero que termine así. -decía triste el conde, a nadie le hace feliz que alguien sufra o no?
-Ya no hay nada que hacer...-dijo la voz casi extinta.
Se levanta del sueño.....
-Despierte joven conde. -decía un joven rubia al lado abrazándolo.
Espérense que había pasado ayer, quién era yo. Era el hijo del conde de Luxemburgo, tengo 20 años, creo. La gente me llama conde por más de que mi padre siga vivo, dicen que tengo aura más dominante. Según las señoritas soy un don juan, aunque solo deseen sexo. Pero me siento culpable que habrá significado ese sueño.
-Buenos días señorita, disfruto la noche?.-decía pícaramente volviendo a la realidad.
-Hay conde mío como no disfrutarlo con usted. -respondió colocándose encima.
-Es muy temprano como para continuar.-dijo algo disgustado el joven quitando a la rubia de encima.
-Hay como quieras. -se estaba vistiendo con un vestido largo y verde.
-Puta.-susurro inconscientemente.
-Dijo algo conde.-se preguntaba la jovencita.
-No.-respondió mientras la mujer salía de la habitación.
Pensando en quien será el alma que estaba hablando.
-Creo que lo conozco.-susurra para sí mismo. Como quisiera poder haber visto su rostro. No recuerdo bien a alguien de mi infancia solo a mi prometida Kisara.(Yo:igualita a la de el anime )
-Intentas recordarme. -decía nuevamente la voz.
-Pensé que solamente estabas en un sueño.-dijo el conde
-Un sueño? es que aun no entiendes, que te haremos.-se preguntaba añadiendo un tono macabro. Ese pelo es tan especial, me dio ganas de cortarlo.rie.
-¿Por qué me tienes tanto odio, acaso he hecho algo que pueda herirte?.-se oía decir seriamente.
-Shhh no digas mas hasta que no puedas decir mi nombre. Por favor no digas mas.- esfumándose.
Rayos a este paso no conseguiré nada, más bien conseguiré rencor. Una imagen paso por su mente.
Los asistentes de cocineros, sí un terrible desde ahí ya no veo mucho a mi primo, Bakura. Como es que ahora sí recuerdo ese fragmento.
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-Amigos hay que jugar afuera. -decía el próximamente conde en una edad aproximada de 6 años.
-Amo, yo y mi compañero, Ryo no podemos salir. -decía el niño que se encontraba todo sucio, no se podía distinguir ni el color de los cabellos de ese chico solo lo reconocía por sus lindos ojos amatistas parecidos a los suyos.
-Ryo, tu si puedes no?.-preguntaba el albino que lo miraba insistentemente, este se llamaba Bakura. Quien seria hijo de el hijo de el duque.
-Señoría(Yo pd:asi se le llaman a los hijos de condes y duques ,eso creo e.e) lo siento. -respondió el otro chico que igualmente estaba sucio pero su cabello se veia algo mas limpio, sus ojos verdes aun mostraban su hermosura.(Yo:Ryo originalmente tenia ojos verdes si no miren yu gi oh shadows games xD)
Los asistentes de cocina, Ryo y Yugi. Los habían mandado a lavar unos platos, los cuales estaban llevando para entregarlos mientras los hijos de los dueños de casa seguían preguntado.
-Atem, vámonos ellos no quieren nada.-dijo el albino que estaba vestido elegantemente porque en una hora tendrían una cena.
-Kura yo quiero jugar con ellos. -decía yo triste volteándome por última vez.
-Lo siento amo.-miraba el llamado Yugi.En otra ocasión podremos jugar con ustedes, aunque no creo que a sus padres les agrade la idea.
Al escuchar las palabras "en otra ocasión" el niño salto de emoción. Haciendo que el de el frente se le cayeran todos los platos.
Este sonido reboto en todas las paredes de la casa, haciendo que el conde y el duque se molestaran tanto que hasta salieron de sus ocupaciones a ver lo que pasaba. Ocupaciones administrativas/políticas.
El conde se encontró con esta imagen. Su hijo con un paño lleno de sangre tocando a Yugi el pecho, al invitado Bakura estaba aterrado con pedazos de porcelana en las manos .Los dos sirvientes, estaban sangrando y limpiando a sus amigos, al intentar eso el conde quien estaba furioso al haber malinterpretado esta visión, no supo como reaccionar y como hombre desesperado les empezó a gritar y golpear.
-Como se atreven a poner una de sus sucias manos sobre mi hijo e invitado. -decía el conde, un hombre de pelo rojo con rayones negros. Ya verán sirvientes desgraciados. Les empezó a pegar mientras se oían crueles risas.
-Padre, no le pegues es mi culpa.-lloraba un tricolor de rodillas
-Para colmo les has hecho creer que es su culpa. Ya veras, te arrepentirás de haberlo hecho.-grito el conde llevándolos arrastrados afuera.
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-Espera estúpida mente ¿qué paso después?.-se preguntaba Atem que fue interrumpido por la entrada de su criada.
-Joven venga tiene invitados hoy día. -decía una señora, ya de edad, aproximada 54 con pelo negro con algunas canas y ojos azules.
-Pero Lydia. -así su berrinche, nunca podía evitarlo esa señora lo había criado desde que tiene memoria.
-Venga usted no me reniega. -decía mientras se le soltó una risa a la señora.
-Bueno, bueno. -decía mientras se paraba.
-Venga aquí esta su ropa. -dijo, la ropa era , un saco negro con bordes rojos, liviano, seguido de una camisa roja con bordados blancos al igual que su pantalón y unas medias largas hasta la rodilla .Básicamente todos vestían así pero obviamente de diferentes colores.
-Ok.-dijo vistiéndose.
Después de la aburrida reunión con el duque y su hijo. Salió a tomar aire dirigiéndose a la plaza, por suerte que sus padres estaban distraídos con los invitados.
En la pileta mirando como el día se volvía noche un mechón rubio se mueve con el viento desviando la mirada encontrándose con un alvino de ojos oscuros (Yo: este si sería como el de el yu gi oh que todos conocen)
-Que se te ofrece, mi viejo amigo. -decía el tricolor mirándolo con algo de intriga.
-No quiero sonar afeminado ni nada pero, quisiera saber lo que soñaste hoy. -decía Bakura con cara de preocupación.
-Como lo sabes.-dijo mientras sus ojos se abrían como si hubieran visto a un fantasma. Los viste también?!
-Si. -respondió. Yugi y Ryo, deben estar vivos, tú debes saberlo tu padre los golpeo enfrente tuyo el mío me saco de tu casa.
Como le iba a decir que no se acordaba de casi nada de su infancia. Estaba tan nervioso que grito.
-No lo sé! -el tricolor haciendo un pequeño escándalo y atrayendo las miradas.
-Como te vas a olvidar de algo así.Ni yo lo haria. -decia el albino cogiendo al tricolor del brazo para no dar mas escandalo. Vamonos de aqui a tu villa.
-Bueno si quieres... -respondio el amatista con un brillo rojizo al ver ese cabello.
-No puede ser,esa forma,se parece al cabello de Yugi.-susurraba Atem impidiendo que Bakura lo llevara al lugar destinado.
-¿Yugi?. -dijo asombrado.¿En verdad es él?-dirigiendose a un restaurante.
-En que lo puedo ayudar. -volteo un joven tricolor sonriendo y inclinandose un poco por respeto,luego se levanto y al ver quienes eran se quedo congelado.
-Ryo,los hijos de el conde y el duque estan aqui. -grito llamando a su compañero de trabajo.
El albino de ojos verdes se dirige a la puerta y al verlos sus ojos se abrieron mirando a los jovenes
-Atem..Bakura..que hacen aqui. -preguntaba el ojiverede tartamudeando muy nervioso.
-Chicos en verdad son ustedes,no me lo creo,nunca habia visto el verdadero color de sus cabellos. -dijo Bakura asombrado.
-Hay! los encontramos y nosotros pensando en ustedes. -salto de emoción a abrazarlos ,Atem
En la mente de los dos trabajadores,Bakura no nos protegio pero Atem¿es que acaso no recuerda que paso la ultima que nos vimos?