-Cuando tengas miedo o te sientas solo, piensa en mi voz.-dijo Atem cogiendo fuertemente su mano.
..................................................Capitulo 15
-Vamos...-dijo Ryou cogiendo fuertemente la mano de Yugi y Bakura.
-¿Juntos hasta la muerte? -pregunto dudoso Yugi
-Juntos. -respondieron al unisonó saliendo escoltados por el par de generales que anteriormente los acompañaba.
Los aldeanos los recibieron con insultos y tirándoles monedas.
-¿Tanto las deseaban? -preguntaba uno con la voz llena de ira- Pues tómenlo, será lo último que hagan.
La gente los seguía insultando hasta que en un momento entre susurros la gente discutía sobre los acompañantes.
-Y esos tres, deben ser su par de sirvientes....
-¿Pero ellos no son controlados? Acaso... ¿vinieron por su cuenta?
-Mira andan agarrados de las manos... ¿serán?
Las personas cambiaban sus rostros, ahora además de odio mostraban asco. Tanto tiempo pasaron mirarlos que el que tenía un mayor temperamento decidió admitirlo.
-Sí, algún problema que yo lo amo ¿afecta tu rendimiento? ¿Te pagan menos por eso? O es que acaso tienes tan poco respeto. -dijo Bakura de sobremanera y abrazo a Ryou. - No pienso llevar el secreto a la tumba.
-Kura....- susurraba el menor mientras una lágrima surcaba por su mejilla- ¿Por qué duele tanto la verdad?
-Vamos, al menos quiero una muerte digna. -dijo Atem mirando al cielo- . Yo se que nadie quiere morir sin dignidad.
-Yami...no actúes así...no hay nada que hacer. -decía Yugi en voz baja para que solo él lo pudiera oír.
-Joey...ignóralos, es lo único que se puede hacer en este momento. -decía suavemente Seto mirando al rubio con delicadeza.
No había nada que hacer, era verdad. Caminaron hasta que el líder de la revolución el cual alzo la voz.
-Miren mis compañeros, aquí están los desgraciados por los cuales sufrieron tanto nuestros parientes, morían de hambre mientras ellos se ahogaban en lujos. -decía el general.
-Mi señor, encontramos a una persona más dentro del castillo. -dijo uno de los capitanes del líder trayendo arrastrada a Kisara.
-Miren que tenemos a la duquesa, la señorita Kisara, creo que ella será la primera en morir por querer huir de la verdad. -dijo el líder siendo apoyado por los campesinos.
-Como quiera señor, si mi dulce hermano esta junto a mí esto será hermoso. -contesto Kisara.
Las risas eran descontroladas. Risas sin sentido, risas llenas de odio.
-¿Vamos a la guillotina? -dijo el capitán con indiferencia.
-Pueblo, abran sus oídos, ustedes los mataran, como ellos mataron cruelmente a sus parientes de hambre. -decía al que habian declarado líder.- "Lo que no saben es que me llevare a unos para que me sirvan de esclavos"
-Sí. -contestaba el pueblo al unisonó.
Hacia un lado gritaban- Maten a la golfa primero.
Al otro extremo- Primero a los homosexuales.
Los ojos de los nobles y compañía perdían esperanzas...parecían que no esperaban nada.
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-"Si, se lo que pasa después" -pensaba Atem.- "Pero si eso es verdad ¿por qué sigo vivo?"
El tricolor golpea el suelo fuertemente, dejando salpicar el agua de drenaje que había allí.
-Yo los vi... vi su sufrimiento y agonía. -susurraba el tricolor- . Todos sufrían y yo no hice nada por protegerlos, no pude hacer nada. Los primeros asesinados fueron Seto y Joey, todo fue tan rápido con la guillotina... Bakura y yo les tapamos los ojos a nuestros novios.
Intento levantarse, pero fue un intento en vano, se resbalaba.
-Luego de que trajeron nuevamente a Kisara, que posiblemente fue violada, los tres albinos fueron apedreados. -dijo entre sollozos- . Yugi quería correr a ayudar a su amigo de toda la vida, y solo lo vio sufrir. Bakura lo protegió hasta que su cuerpo cedió, fue ahí cuando Ryou dio un grito y se tapo con el cuerpo sin vida del otro, para esto Kisara ya estaría muerta. No sé como fue el final porque el capitán me trajo con Yugi al castillo.
La vista no lo ayudaba en nada. Solo divisaba ciertas tonalidades del gris.
-Ahí ese líder nos trajo al castillo, pero en qué lugar estoy precisamente. -dijo con la garganta seca.- ¿Para que recordé eso?
-Seguro, porque me necesitas, tontito. -dijo la voz de Yugi, pero su tono era crudo.
-En eso tienes razón, pero te mataron primero. -dijo Atem mientras una lagrima rodaba por su mejilla.
-Y también me violaron primero. -dijo con ira la voz de Yugi
-Pero si estás muerto ¿Quién eres en realidad? -pregunto Atem a esa voz.
-Te diré. Soy tus recuerdos, soy tu conciencia. -le dijo sutilmente. -Como solo quieres huir y nunca olvidarme... te estancaste bloqueando tu propia memoria.
-Y que ganaría con eso -decía Atem intentando remojarse sus secos labios.
-No morir... -dijo Yugi.
-Igual estoy solo... -susurraba tristemente.
En unos momentos de silencio el tricolor quería entender cómo es que seguía vivo. A lo lejos unos pasos se oyeron y abrieron la celda en donde se encontraba.
-Atem ¿estás vivo? –pregunto una voz familiar.
-¡Marik! ¿Marik? –decía Atem sin lograr entender la situación.
-Al parecer si lo estas. –dijo el peli cenizo acercándose al tricolor con una vela. -Vamos, sé que no tienes los mejores ánimos ni nada parecido, pero el que te encerró ha huido.
-¿El que mato y violo a Yugi está muerto? –pregunto el de ojos rubíes.
-Sí, esa es la realidad, vas a salir, debes tener hambre y frio. –dijo el de tez morena.
-Y a donde iré… -le decía el tricolor.
-A donde quieras. –decía Marik colocándole la mano para que se levantara. – ¿Vamos?
-Marik…. Me harías un favor. –le interrogo Atem al otro.
-Depende, ¿Qué quieres? –pregunto Marik
-Dime que paso, dime que está sucediendo afuera. –dijo el tricolor.
-Veras, después de la locura esa, la monarquía cayó y están viviendo una época catastrófica. –Dijo triste- Ahora, como dijo mi tío, están pagando sus consecuencias.
-Entonces si salimos nos mataran. –decía curioso el tricolor terminando de pararse.
-Es lo más probable, pero hay comida para un día más. –comento Marik.
-Entonces, me voy... –dijo Atem caminando lentamente. - Hasta pronto Marik.
El peli cenizo dejo que saliera, sabía que era lo que él deseaba. Sabía que era lo que él buscaba.