Imágenes volvieron a aparecer en la mente de Atem....
-Sangre y risas. Una voz sonaba pero su subconsciente no permitirá que descubra quien es. -
-Pégale a ese esclavo, no permitas que vuelva a tocar la casa en su vida. -decía la voz.
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El conde no sabía porque pero estaba animado por el fragmento de memoria, o eso creía
-¿De qué sonríes? .-pregunto Ryo muy curioso.
-Yo estoy sonriendo. Estoy aterrado. -le respondió el tricolor muy extrañado de sí mismo.
-Eres perturbador. -dijo el más pequeño de todos, Yugi.
-Me ofendes un poco. -respondió Atem.
-Bueno, quieres algo del restaurante. -dijo Yugi, haciendo su trabajo de mesero.
-Bakura, mejor vamos a la villa, mañana ya venimos a degustar algo. -decía con una mirada frívola.
-Hasta pronto. -dijo Bakura sacándole una sonrisa a Ryo y algo parecido a Yugi.
En la villa................
-Bakura necesito que me cuentes más de cuando éramos niños, te juro que no recuerdo nada. -dijo Atem sentado en un sofá
-Atem, Atem, no sé cómo decirte que desde que a esos dos los botaron no fui a tu casa por 4 años. -dijo el albino.
-Mejor relájate, en un mes te casaras con mi hermana.(Yo: Oh :O Kisara es tu hermana) Ella si debe poder contarte algo. –seguía hablando el albino saliendo de la habitación. Descansa
-Gracias.-dijo cerrando los ojos.
Volviendo a los extraños sueños de Atem .................
-Atem, amo ayúdenos, por favor. -gritaban la voz de el pequeño Yugi. Prometiste protegernos.
-¿No somos amigos? -gritaba Ryo.
-Ustedes molestaron a mi padre merecen ser castigados. -dijo una voz diferente
Las imágenes empezaron a salir. No puede ser, la persona que dijo eso, fui yo.
-Padre, no quiero volver a verlos. -dijo Atem con sonrisa macabra.
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-Nooo. -grito el conde que estaba siendo levantado por Bakura.
-Jajaja, tu cara, debiste verla. -dijo el albino riendo.
-Los vi, los vi Bakura, yo le pedí a mi padre que los golpeara. -respondió el tricolor asustado de sí.
O.O No podía creerlo.
-Pero... -dijo el albino. No tiene sentido, si hasta te caía mas Yugi que yo.
No hubo más conversación, se dirigieron al restaurante, como pensaron la noche pasada. A degustar.
-Buen día jóvenes. -dijo Yugi dirigiéndolos a una mesa. ¿Que desean?
-Un mouse de fresa y un café. -dijo Bakura.
-Un té. -dijo Atem intentando alargar la conversación (Yo: Lo estás haciendo muy mal).Yugi, luego puedes venir con Ryo a conversar un rato.
-Si es una petición de un cliente la cumpliré. -respondió. Cuando tengamos un receso, vendré.
Después de un par horas de conversar, los jóvenes "nobles”, por decirlo así, se cansaron de esperar y miraban insistentemente a Yugi .Hasta que el mesero se harto.
-Dejen de mirarme! -grito Yugi y al ver que había llamado la atención de todos se sonrojo como un tomate causando que se pusiera nervioso y se resbalara hacia adelante.
-Cuidado. -grito Bakura.
Atem se paro para ayudarlo, lo cogió por detrás con un brazo. Las chicas de la tienda se pusieron celosas y algunas se sonrojaron (Yo: son todas unas fujoshis xD)
-¿Estás bien Yugi?. -preguntaba Atem preocupado.
-Si, deberías soltarme estamos haciendo una escena y un mal entendido. -dijo Yugi con un leve sonrojo.
-Tienes razón. -Atem soltándolo. ¿Ya podemos hablar?
-En 10 minutos. -dijo Yugi muy nervioso
-Ok. -dijo con una sonrisa.
Atem volvió a sentarse, y las miradas seguían en él.
-Oye Atem tu sí que sabes armar escenas. -reía sin disimular el albino.
-Bakura! ¿Tanto así?. -empezó a preguntar el tricolor.
-Sí, viste el sonrojo de Yugi, no solo atraes mujeres sino algunos hombres. -dijo en tono bajo.
-Ya deja de joder, solo quiero arreglar las cosas con ellos. -dijo Atem
La conversación termino y Bakura estaba completamente distraído viendo desde lejos a Ryo cocinar, pensando en el pasado, en pocos momentos su mente empezó a verlo diferente, algo mas sexual.
-¿Que viste? Estas rojo. -le pregunto Atem.
-¿Cómo? -se tapo la cara con sus manos para que no viera su sonrojo.
Y los dos empleados llegaron y se sentaron en frente.
-Bueno chicos de que desean hablar. -pregunto Ryo ofreciéndoles una tierna sonrisa.
-Ryo eres tan dulce. -dijo Bakura.
-Kura... -dijo lentamente el ojiverde muy sorprendido.
-Wiiiu. -dijo Atem. Mejor hay que dejarlos solos Yugi.
-Jaja tienes razón tienen un tiempo sin verse. -respondió Yugi olvidando el pánico que tuvo ayer.
Los albinos se quedaron charlando bien y los tricolores salieron del restaurante hacia un arbol para que no les cayera el sol,sol de las doce.
-Yugi, me gustaría recordar todo el tiempo que estuvimos juntos. -dijo el conde.
-Señor conde, Atem, a mi no me agradaría que recuerde todo. -dijo algo triste Yugi.
-Cuando miras tristemente, me haces sentir culpable. -dijo Atem empujándolo hacia el arbol.
-¿Que estas haciendo? -miro sus ojos llenos de deseo.
No dijo nada solo lo beso. Los ojos de Yugi estaban completamente abiertos, y una joven mujer los vio.
-Te bese. -dijo Yugi.
-Pero es verdad que antes lo he hecho. -pregunto
-Si... -dijo mirando abajo por vergüenza. Atem una chica nos está viendo.
-Oh creo que esto no saldrá bien. -respondió llevándolo al trabajo. Sera mejor que vuelvas al trabajo.
Lo dejo, pero los albinos ya estaban en eso, Bakura no quería estar solo y empezó a ayudar a Ryo en su trabajo.
-Eso no va ahí. -decía Ryo. Déjame hacer la comida.
-Pero soy un inútil. -dijo Bakura agregando una mirada picara. Mejor te llevo conmigo, yo me aburro mucho, estoy solo.
-Kura tengo que seguir trabajando, ya llegaron los tricolores, ve a hablar con Atem. -dijo Ryo.
-Como quieras, luego tendremos un día más divertido. -dice agregando una risa.
Bakura se fue a la mesa en donde se encontraban los tricolores.
-Amigos parece que les fue bastante bien. –dijo el albino. El jefe no se molesto por tu tardanza
-¿Qué jefe? –pregunto Atem. Ahora el trabajara para mí
-¡Cuando dije eso! -dijo Yugi aterrado. Tu padre me matara.
-Yo te protegeré. –decía el conde
-En esas palabras no confio, lo siento pero no lo puedo aceptar. –dijo Yugi volviendo al trabajo.
-Atem, no te preocupes, no es su culpa estar aterrado, sino tuya. –le dijo el albino recordando lo que le dijo Ryo.
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-Bueno no se porque Atem no recuerde lo que paso, en verdad es espeluznante, la imagen aunque es mejor que sepa la verdad algún día la tendrá que saber. –dijo Ryo
-Gracias por tu confianza Ryo. –dijo el albino.
-De nada. –sonrió.
(Lo contare como relato,como dialogo es muy grande e.e)
Así empezó. Yugi y Atem estaban conversando mientras tú te estabas alistando para una cena. Atem le empezó a decir a Yugi para jugar y como sabes nosotros éramos nada más que empleados, si tus padres se enteraban posiblemente no saldríamos vivos. Yugi lo manda a buscarte y fue corriendo yo me lo tope antes de que se cayera y se le rompiera los jarrones encima.
Entonces el niño Atem lloraba de dolor, un par de pedazo se habían incrustado en sus manos. Lo ayudamos pero cuando sus padre nos vio con sangre y sobre el, solo nos arrastro a un cuarto y llevo a Atem con el,creo que tu viste eso, no importa. Ahi fue cuando la mirada de tu amigo cambio, se puso sonriente y reía diciendo.
-Jaja pagaran por haberme hecho eso. –reia fuertemente, nunca entendí como podía ser tan cruel.
Yo y Yugi rogábamos para que parara pero Atem quería vernos sufrir. Con el paño que lo limpiamos lo enjuago sobre nosotros. Fue un doloroso día, traumático para ser específicos pero se ve que el joven ha cambiado, al menos con amigos como tú se puede.
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-Si supiera lo mucho que he hecho sufrir no diría cosas como esas. –penso Bakura.
-¿Mia?. –pregunto Atem.
Para ese entonces Yugi ya se habría ido a trabajar.
-Si tuya, pero te lo explico cuando lleguemos a tu casa. –dijo angustiado Bakura.
-Como quieras, igual me lo dirás. –dijo el tricolor saliendo de el restaurante.