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En busca de una respuesta por YamiYo

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Notas del capitulo:

Este capitulo sera.... algo distinto e.e bueno siempre son distintos mis cap xD 

¿Ustedes creen que la ira pueda controlar a una persona y lentamente volverla en alguien insensible?

Bueno veremos. muajaja xD

La inocencia protege un alma, si abres los ojos seras feliz de lo que ves?

Quien sabe.

Me inspire en una daga antigua que vi en una exposicion owo era hermosa, fue como si pudiera ver el pasado xD 

Lo siento por mi exageracion pero tenia ganas de contarselos.

Disfruten el capitulo.

-Haber tonto ‘Kura’ tú crees que en verdad vas a vencerme. –decia entre risas luego cambiando a una mirada frívola. Ese castaño nunca más me superara.

.........................................................

El peliceniza se fue.

-¿Por qué tanto odio? Kura tu sabes que la hizo así. -decía tristemente el tricolor.

-No lo sé. -respondía entrando a un ambiente melancólico. Aun recuerdo cuando éramos niños y sonreía como un ángel.

-No te pongas a recordar, eso no nos ayudara. -decía Atem

-Lo sé, cuando se fue de la reunión me susurro al oído, luego vendrás tú. -dijo Bakura mientras un escalofrió se apoderaba de su espalda.

-Pero ¿su enojo no es solo conmigo? ella cada vez es más macabra y misteriosa. -dijo el tricolor intentando calmarlo

-Ese Marik le dio la idea. -dijo Atem inconscientemente haciendo que la mirada de Bakura se pusiera entre furiosa y triste

-Así que fue el pelicenizo...jaja …ya verá como le costara.. -reía Bakura con una sonrisa escalofriante.

El albino se dirigía a la habitación de su hermana, se había olvidado de Ryo ,Atem, Yugi y hasta de la propia Kisara. Solo tenía ojos y mente para la venganza, dulce y sangrienta venganza.

Los tricolores tenían sus mentes, en otros asuntos, en otro lado; pero el dulce ojiverde intentaba calmar a su novio.

-Kura no pienses hacer ninguna estupidez. -dijo Ryo jalándole el brazo. (Rara vez Ryo decía palabras así, debe ser algo serio)

-Ryo no es ninguna broma no permitiré que ese asqueroso bicho siga pudriendo a mi hermana, yo la salvare. -respondió cogiendo su brazo y tirándolo al piso para luego continuar con su camino

El albino quedo postrado en el suelo ya no quería ver lo que su amado haría le daba miedo verlo con sangre en sus manos. El miedo se apodero del, tan fuerte fue, que cuando se rindió quedo dormido en el suelo y un rubio lo vio.

Mientras tanto en la habitación de Kisara...

-Es hora de mi paga joven Kisara. -dijo lujuriosamente.

-Si Marik lose tenias que ser hombre. -dijo arrogantemente mientras se acercaba a el quitándole la camisa.

-Eres tan hermosa. -dijo para luego besar su cuello.

Las pisadas de Bakura se hacían más cercanas pero los dos cuerpos no dejaban de acercarse hasta que de un grito el albino los interrumpió.

-Kisara. -dijo sin aun haber visto la escena.

En verdad esto no se lo esperaban como acto de reflejo se taparon con las sabanas mientras el duque intentaba asemejar la situación.

-Hermano que haces aquí. -dijo con voz temblorosa fingiendo inocencia.

-Venia en busca de cumplir una tarea, he venido a salvarte de ese desgraciado de Marik. -dijo fríamente Bakura.

-Desgraciado yo. -dijo el pelicenizo saliendo de entre las sabanas con una media sonrisa.

Este gesto le provoco asco al albino, al pensar lo que estaban a punto de hacer o...ya hicieron.

-Como te atreves a tocar a mi hermana. -dijo tirándolo de la cama, si está desnudo.

-Crees que soy tan malo como para no prevenir una situación así. -dijo entre risas moviendo su brazo debajo de la cama hasta coger una pequeña y fina daga para luego ponerla sobre su cara. En realidad no me esperaba tu llegada, pensé que sería Atem.

-Ese tricolor también tiene ira en su sangre pero yo soy más astuto, si quiero la vida de mi hermana tendré que hacer el trabajo sucio yo solo. -dijo sacando su daga de su pierna (Oh si todos tienen dagas*-*)

Una escena tan grande pero Kisara no se quedaba atrás ella llevaba unos pequeños y afilados dardos, cada dardo tenia una pequeña cinta que decía cual era su función, la blanca era somnífera, la roja era veneno y la verde era un simple dardo, también preparada para algún acontecimiento. Pero ella disfrutaba viendo a su albino y pálido hermano pelear contra su amante, de piel bronceada y pelos color cenizo, una pelea de ojos violetas, ojos nobles.

La chica de pelos blancos azulados solo reía y disfrutaba sus amenazas y miradas.

El albino lamio su daga provocando algo de tensión, y de un momento a otro la pequeña y fina arma de el moreno estaba en posición vertical y un como inclinada sobre la cara del albino, este no hizo ningun gesto de dolor, más bien reía la sangre del albino manchaba su pecho mientras la ya gastada daga del joven Bakura atravesaba casi la intercepción del hombro justo debajo de la articulación (Entre la axila y el hombro espero que entiendan :C). El moreno teñía su cuerpo de rojo y cerraba los ojos ahogándose en dolor.

Al ver que la situación no iba tan bien como esperaba, Kisara cogió rápidamente dos de sus dardos blancos y se los tiro

-Estúpido Marik... tengo sueño. -dijo Bakura mientras su cuerpo caía encima del otro.

-Cállate yo también dormiré una siesta. -dijo cerrando los ojos.

Los dos cuerpos quedaron dormidos rapidamente.

-Él aun no puede morir, tonto Marik no debió jugar tanto. -dijo Kisara mientras pensaba que hacer con los cuerpos.

En tanto en otro lado del castillo.

-Señor Kaiba, necesito ayuda. -dijo tímidamente un rubio con cabeza gacha.

-Que le pasa... disculpe no se su nombre. -dijo el castaño intentando ser cortes.

-Yo me llamo Jonouchi pero digame Joey por favor. -dijo dejando ver sus ámbares ojos.

-Como quiera joven Joey, que necesitaba. -dijo mirando de reojo su cuerpo.

Moviéndose nervioso al ver como la penetrante mirada del ojiazul seguía cada parte de su cuerpo, encamino al investigador al pasillo donde se encontraba Ryo durmiendo y con una notable marca roja en su brazo.

-Yo pasaba comúnmente por aquí para hablar con el duque sobre los posibles acontecimientos y me tope con el joven sirviente de Bakura tirado, no sé qué debo hacer el joven Bakura nunca se separa de él. -dijo en tono preocupado opacando un poco sus ojos.

-Ayúdeme a llevarlo con uno de los doctores de la casa parece que se lastimo. -dijo mientras cogieron el débil cuerpo del albino, que por más que los sintió se encontraba muy cansado por las situaciones.

El joven rubio que tendría aproximadamente unos 18 o 19 años se quedo acompañando a Ryo y Seto fue en busca de Bakura al no encontrarlo fue a la habitación de los tricolores.

En un sillón se encontraba meditando Yugi (Ustedes habrán pensado que iba a ser Atem pero no) y en la gran cama dormía Atem como un pequeño niño mimado. El tricolor que se encontraba despierto veía la ventana y se preguntaba como será el siguiente amanecer, en cambio Atem se encontraba dormido ocupándose de los mismos asuntos, supongo, en sus sueños.

El castaño toco la puerta con puño cerrado tres veces y luego escucho una fina voz decir las palabras, adelante.

Kaiba paso al cuarto y al ver la situación se acerco sutilmente a el tricolor despierto diciendo en voz muy baja el estado del albino, las palabras entraron a sus oídos provocando en sus ojos preocupación. Con amabilidad Yugi le pidió que se retirara y que en unos momentos ira.

-Amor, despierta Ryo al parecer se desmayo. -dijo mientras movía su cuerpo y el se metía más profundo en la cama.

-Tengo sueño deja más quiero ver lo que le sucede a esa niña. -dijo mientras cogía una almohada para ponérsela en la cabeza.

-"¿De qué niña hablara?" -pensó Yugi recordando un mal presentimiento de hace unos días cuando estaba en la cabaña.

-Pobre niña pensé que se salvaria pero no al parecer quedo herida. -decía Atem mientras se levantaba y rascaba sus ojos.

-Al fin despiertas tenemos que ir a ver a Ryo parece que se desmayo. -dijo el tricolor para luego recibir una miraba dulce y un beso pequeño por parte de su compañero.

-El debe estar bien no te preocupes, odio verte angustiado. -dijo mientras se ponía una bata blanca hasta los tobillos.

Los tricolores ya vestidos se dirigieron hacia la habitación donde se encontraría Ryo, el albino estaba profundamente dormido, Yugi al ver la marca roja de su brazo empezó a pensar cuál era su origen. Mientras Atem hablaba con el médico para saber sobre su condición, el cual le decía que solo estaba muy agotado, al parecer no se habria desmayado sino simplemente se durmió.

-Yugi, el doctor dice que solo necesita descansar, nadie encuentra a Bakura hay que esperar en la mañana. -dijo sentándose en un sofá. Ven aquí por si se despierta.

-Ok, tienes razón. -respondía sentándose junto a él y acomodando su cabeza sobre su pecho.

-Descansa bien amor. -dijo dándole un pequeño beso en la cabeza.

-Tu también. -respondió entre susurros, para luego quedar dormido.

Al poco tiempo, luego de haber observado la puerta a esperar que llegara Bakura a salvar a su único amor, todo sin efecto. Atem se rindió cayo dormido.

A la mañana siguiente en los ojos de amatistas y abriendose un tono rojizo se apodero de él. (Yo creo que no son del todo rojizos xD juzguenme) Moviendo los cabellos de Yugi para despertarlo, el pequeño abre sus grandes ojos y le regala una tierna mirada.

-Despierta dormilon. -dijo mientras cogia sus piernas para cargarlo.

-Atem sueltame, hay que ver a Ryo. -dijo volteando su mirada hacia la cama donde aun se encontraba el albino.

-Esta dormido, que tal si vamos a mi cuarto y disfrutamos un nuevo amanecer. -decia en un tono muy seductor.

-Oye no estamos para esos dias. -dijo intentando bajar de su agarre.

-Al menos dame un beso, voy a desayunar y a buscar a Bakura pero primero mi beso. -dijo haciendo su puchero.

-A tu edad y tan mimado amor. -dijo Yugi.

Juntaron sus cuerpos en un abrazo y sus labios se unieron, el mayor, astutamente, mordio el labio inferior del mayor para que su boca se abriera ,asi explorar su cavida. Una danza hubo en sus bocas pero el aire empezo a faltar y en un hilo de saliva se separaron.

-Ustedes nunca pierden el tiempo. -dijo el albino riendo un poco.

Yugi al escuchar esas palabras sus mejillas volvieron a de un pequeño color rojo, mientras los ojos de Atem se veian sorprendidos.

Pero...¿Que le sucedio a Marik y Bakura?

La sangre se habia secado, y dos cuerpos estaban pegados. Bakura empezo a abrir los ojos, que quedaron impactados al ver la posicion en la que se encontraba.

-Argh... -dijo el moreno.

-Hay Marik como terminamos en esta inapropiada posicion. -decia el albino algo adolorido por dormir asi.

Los ojos de Marik se abrieron a mas no poder y un sonrojo se apodero de su rostro pero para hacer el asunto menos sexual decidio decir.

-No sabia que te gustara tanto. -dijo con una sonrisa picara.

-Jajaja ¿tu gustarme? -dijo en tono burlon para luego añadir. Al menos yo no sigo con la daga en el cuerpo.

-Callate y levantate deberias ver que afuera hay una pequeña revolucion y si no te preocupas por tu vida todos aqui moriran, incluyendo a tu amado. -reia el pelicenizo.

El albino reacciono y se fue de la habitacion en donde se encontraban, que era nada mas ni nada menos que el baño del cuarto de Marik. Kisara los habia llevado ahi mientras habian dormido, en un momento de enojo Bakura coge su daga y la saca de un golpe del cuerpo de Marik del cual se oye un quejido.

-Me voy, pero no te olvides, que tus dias estan contados. -dijo pisando su herida.

-Arghhh...como digas tonto. -respondio Marik.

Mientras tanto en el comedor...

-Hijo te quería contar que posiblemente en estos días seremos atacados, por el alza de impuestos, tienes que tener cuidado. -dijo el conde añadiendo. Tú y tus amigos.

Atem no respondió solo veía como el té entraba en la taza que le servía la sirvienta, escucho atentamente las palabras de su padre y vio como el duque y el hablaban seriamente. La puerta se abrió y la silueta bien formada del albino se asomaba.

-¿Bakura quien te hizo esa herida en el rostro? -pregunto el padre de este quitándole la palabra a los otros.

-Padre no hay tiempo para preguntas, nos tenemos que preparar, hoy día a las 4pm los aldeanos harán el primer movimiento. -dijo el albino fríamente.

Notas finales:

Que les parecio les gusta ver como el amor intenta pelear contra la ira. 

A veces gana, a veces pierde, que pasara e.e

Seto: Ese tal Joey era misterioso.

Joey:no soy misterioso, tu eres un acosador.

Seto: Todo el mundo cree que soy un acosador D:

Yo: Otoo-san no eres un acosador, solo muy observador xD

Seto: no debias decircelo , la gente no sabe de ti.

Yo: me adoptaste igual que tu padrasto a ti xD

Seto: Si me senti inutil al perder en matematicas contra ti

Yo: soy increible *-* despide a los lectores de mi parte.

Seto: Bueno gracias por haberse dado el gusto de leer este fic, apreciamos comentarios, opiniones, dudas y criticas. Que hayan tenido un buen san valentin. Las amo a todas xD ok lo ultimo no.

Cuidense y Besos nos vemos la proxima.


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