Kai apuntaba con su fusil de francotirador desde una alta montaña hacia una base militar donde podía ver a varios hombres haciendo guardia en las afueras. La claridad del ambiente casi les cegaba pues el paisaje estaba completamente nevado. Por ello, todos iban uniformados con un traje especial para la nieve y unos esquís.
-¿Kai? ¿Qué hay ahí abajo? – Preguntó Sehun que se encontraba a su lado.
-La verdad que queremos que Yixing descubra.
***
Luhan se había quedado solo en el hotel. En la habitación estaban los cuerpos de sus compañeros, de Yixing y de Laiwu dormitando.
En ese momento la habitación tembló, seguramente por algo que estuviera ocurriendo en el primer nivel. Minseok debía de estar teniendo dificultades allí arriba en la furgoneta.
El joven decidió no perder un segundo más, cerró el maletín de la anestesia y salió del dormitorio en busca de los explosivos.
En el pasillo se encontró con uno de los hombres encargados de la seguridad de Yixing, pero disimuló al pasar por su lado evitando mirarle a los ojos. Sin embargo esta vez no hubo tanta suerte, pues aquel individuo decidió seguirle.
El chino se dio cuenta de que alguien le pisaba los talones, así que aceleró el paso y se escondió tras una columna del corredor, esperando a su oponente quien al llegar a su nivel fue atacado por el rubio, quitándole la pistola y forcejeando con él sin darse cuenta de que otro más se acercaba a ellos también pistola en mano.
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En el primer nivel, Minseok empezaba a tener problemas. La seguridad se le echaba encima y no paraban de dispararle desde coches y motos que le perseguían, contestando él también con balas cada vez que podía, pero era inevitable perder el control del coche de vez en cuando provocando el movimiento de sus compañeros y del hotel del segundo nivel.
Los coches que le perseguían le obligaban a ir dando bandazos de un lado a otro, frenando de golpe en ocasiones cuando se le cruzaban coches y tenía que parar de inmediato para no chocar contra ellos.
Cuando pudo escapar un poco de las calles céntricas de la ciudad, aceleró lo más que pudo para huir por una carretera más solitaria que le llevaría al puente, aunque aun así no podía librarse de aquellos que le acosaban. Uno de los coches consiguió alcanzarle posicionándose a su lado y empezó a empujarle contra el guardarraíl, con tan mala suerte que éste llegó a su fin y la furgoneta perdió el equilibrio, volcándose cuesta abajo por una pequeña pendiente y dando sucesivas vueltas de campana que le hicieron a Minseok temer por lo que supondría aquello en el segundo nivel y, lo que era peor, temer por sus vidas.
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Efectivamente, la acción de la furgoneta dando vueltas de campana supuso que todo el hotel también comenzara a dar vueltas, lo que a Luhan le vino demasiado mal justo en ese momento en que no podía quitarse de encima a aquellos hombres que le atacaban. El rubio sintió cómo el pasillo cambiaba su gravedad de forma vertical, teniendo que sujetarse con fuerza de un saliente de la pared para no caer. Por suerte, uno de los hombres no tuvo tanta suerte y cayó al vacío, golpeándose con fuerza contra la puerta del ascensor y quedando sin sentido.
La gravedad del hotel iba cambiando de forma que el rubio y el de seguridad peleaban dando vueltas, chocando contra las paredes, contra el techo, dándose puñetazos a la vez que rodaban. En un momento en que la gravedad caía hacia una de las paredes, una de las puertas se abrió cayendo ambos dentro de una habitación donde seguían luchando e intentando hacerse con la pistola que se había colado dentro junto a ellos. Luhan las estaba pasando canutas para poder tomar el control pero un movimiento acertado hizo que llegara antes hacia la pistola y pudiera disparar a aquel hombre de lleno en el corazón.
El rubio, respirando aceleradamente por el esfuerzo, se puso en pie sobre el suelo con cuidado y permaneció unos segundos atento por si todo volvía a moverse. Pero por fin la gravedad había vuelto a la normalidad.
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La furgoneta había caído con suerte de pie, y Minseok resopló repetidas veces recobrando el aliento y empezando a reír como un tonto.
-Uf… ¿Habéis visto? – Se dio la vuelta y observó a todos durmiendo sin problema. – Bien, bien… - Canturreó sintiéndose estúpido por hablar solo, metiendo la primera marcha y volviendo a retomar camino hacia el puente por el que tendría que estrellar la furgoneta hacia el mar.
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-Bien, necesito que acompañéis a Yixing hasta la base y os coléis dentro sin que os vean. – Empezó a explicar Kai cuando se reunión con su equipo.
-Chanyeol y Baekhyun pueden ir. – Propuso Wufan. – Nosotros tres iremos por otro sitio para despistar a los armados.
-Yo también puedo ayudar. – Dijo Chen. Kai le miró receloso, pero pensó que si no hacía algo se quedaría solo y se perdería, cosa que no le convenía en su estado, ya que él y Sehun tenían que tomar otro camino.
-Está bien, pero ten cuidado.
Chen asintió y empezó a toser con dolor, escupiendo unas gotas de sangre en la nieve. Baekhyun le miró preocupado y palmeó su espalda, mirándole con ánimo una vez el empresario había vuelto a erguirse.
-Yixing, llevas un equipo de sonido y voz, al igual que todos. Nos comunicaremos por ahí, no os lo quitéis. Bien, ¡separémonos! – Exclamó Kai poniéndose las gafas de esquiar bien y los tres grupos tomaron cada uno un rumbo diferente.
Cuando estuvieron lo suficientemente lejos los unos de los otros, Suho disparó una bengala al cielo que llamó la atención del ejército quienes se dieron cuenta de que iban a ser atacados:
-¡Activad la alarma! – Exclamó uno de ellos. - ¡Vamos!
-¡Moveos! – Gritó otro mientras se posicionaba en un puesto de tiro con un fusil y observaba por la mirilla los alrededores, pendiente de cualquier movimiento sospechoso.
Muchos otros hombres cogieron unas motos de nieve para rastrear las inmediaciones mientras otros se disponían en las afueras de la base militar, rifle en mano, también observando con detenimiento.
***
Minseok por fin había llegado al puente con tan mala suerte que uno de los coches le había seguido hasta allí. A pesar de la distancia que había entre ellos, el conductor no paraba de disparar contra la furgoneta y Minseok no conseguía acertar a darle debido a la lejanía. Desesperado y temiendo por salir mal parado, decidió que había llegado el momento de la patada.
-A tomar por culo. – Murmuró cogiendo los auriculares y poniéndoselos a Luhan, dueño del sueño del segundo nivel, y activando la música.
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Luhan se dirigía corriendo hacia la otra habitación donde tenían guardados los explosivos cuando escuchó el característico principio de “Sherlock”.
-Mierda Minseok… Es demasiado pronto.
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-Kai, ¿escuchas eso? – Dijo Wufan a través del sistema comunicador. – Llevo veinte minutos escuchándolo, creía que era el viento pero…
-Sí, es la música.
-¿Y qué hacemos? – Preguntó Tao angustiado, pues ni siquiera les había dado tiempo a llegar a la base y ya era la hora de la patada.
-Darnos prisa… - Kai suspiró tratando de mantener la calma. – Veamos, la furgoneta tardará diez segundos en caer al mar, eso le dará a Luhan tres minutos, y a nosotros…
-Sesenta. – Contestó Sehun a su lado.
-¿Podrán llegar a la base en una hora? – Preguntó a su compañero.
-No lo sé…
-¡Pues tienen que hacerlo! Tiene que haber una ruta más directa. – Kai trató de pensar lo más rápido que pudo. - ¡Tao! ¡Tao!
Pero Tao no podía contestar en ese momento. Wufan, Suho y él iban cuesta abajo a toda velocidad con los esquís, esquivando árboles y ramas a la vez que eran atacados por todoterrenos y hombres que les perseguían tras ellos también subidos a unos esquís. Los tres chicos disparaban cada vez que podían y sorteaban las balas con una agilidad impresionante, librándose de ser cazados por una de ellas, hecho que complicaría aún más las cosas.
-Mierda, Sehun.
-Kai, ¡está diseñado en forma de laberinto tal y como me dijiste que hiciera!
-¡Lo sé! A ver, estamos en el sueño de Tao. ¿Ha añadido él algo?
-No creo que deba decírtelo Kai, si conoces el diseño puede que Kyungsoo…
-¡No tenemos tiempo para eso! – Gritó Kai con todas sus fuerzas. - ¡Dime si ha añadido algo! – Sehun frunció el ceño y cedió, arriesgándose a arruinarlo todo.
-Un sistema de ventilación que sirve de atajo.
-Bien. Pues explícaselo a Chanyeol, Baekhyun y Chen para que lleven a Yixing por ahí.
Sehun se puso en contacto con los chicos que en ese momento descendían por la montaña con unos arneses. Era uno de los caminos más cortos por el que se podría llegar a la base, y además estaba bastante alejado de la ruta por la que Suho, Tao y Wufan llevaban al ejército para distraerlo.
***
Minseok metió la marca atrás y dejando en el aire un chirrido de ruedas espantoso, chocó contra la valla del puente destrozándola por completo, lo que ocasionó estragos en el resto de niveles…
***
En el tercer nivel, un alud de nieve empezó a caer por la montaña por la que descendían los cuatro chicos, amenazando con llevárselos por delante si no se daban prisa.
Al darse cuenta, todos dejaron soltar los arneses y la cuerda empezó a correr rápidamente, sus cuerpos bajaban apresuradamente por acción de la gravedad y sin nada que les retuviera, chocando a veces contra las duras piedras de la montaña hasta que finalmente todos soltaron el agarre y rodaron por la ladera nevada casi cien metros más.
Por suerte, el alud no les había alcanzado, aunque todos estaban destrozados en el suelo y casi sin poder ponerse en pie.
-¡Joder! – Exclamó Yixing poniéndose en pie como podía y jadeando sin fuerzas. - ¿No podíais haber soñado con una puta playa?
-Mierda, mierda, mierda. – Murmuraba Chanyeol dando patadas al aire. - ¡¡¡Kai!!!
-Dime. – Se oyó al otro lado de la línea.
-Hemos llegado tarde a la patada, ¿verdad?
-Me temo que sí.
-¿Y qué coño haremos ahora? – Preguntó Baekhyun abriendo sus ojos de forma desorbitada.
-Esperar a la siguiente patada. – Dijo mordiéndose el labio por el poco tiempo que les quedaba.
-¿Cuál es ésa? – Preguntó Chen.
-La que habrá cuando la furgoneta llegue al agua. Ésta sólo ha sido el choque y la falta de gravedad al estrellarse contra la valla del puente. Todavía tenemos un poco de tiempo, es lo bueno de tener dos patadas. – Explicó el moreno. – Lo malo es que Luhan debe tener las cosas chungas ahí arriba…
***
En el segundo nivel, la colisión de la furgoneta contra la valla había empujado a Luhan por los aires hacia delante, y al estar el vehículo en esos momentos en caída libre hacia el agua había provocado que la gravedad desapareciera en el segundo nivel.
Ahora el rubio tenía más problema para moverse, pues iba prácticamente “nadando” por los aires y todavía tenía que atar todos los cuerpos de sus amigos y llevarlos al ascensor para, ya allí, detonar los explosivos en la segunda patada.
Luhan llegó hasta la habitación donde anteriormente guardaron los cartuchos y, una vez los recogió, volvió a salir flotando por los aires. Movía los brazos desesperado por la lentitud con la que se movía debido a las condiciones, pero en menos de lo que pensaba volvió a la habitación.
Una vez entró se encontró a los cuerpos dormidos flotando también, y con un cable de un teléfono del hotel que habían guardado para aquel momento, empezó a reunir como pudo un cuerpo con otro, deslizando el cable entre ellos con cuidado y lo más rápido que podía para hacerlo bien pero tampoco perder mucho tiempo. Enseguida tuvo los ocho cuerpos atados, como si fueran un paquete, y los sacó de la habitación para llevarlos al ascensor.
Por fin todo estaba llegando a su fin.
***
-¡Rápido! ¡Media vuelta! ¡Hacia la base! – Escuchó Wufan gritar a los hombres que le atacaban, dejando de recibir disparos y viendo cómo todos se alejaban en dirección contraria. Las motos de nieve y un todoterreno, en el que iban agarrados varios hombres con cuerdas, se volvían hacia la base militar.
-Algo no va bien. – Dijo por el interfono. – Van hacia allí, como si lo supieran.
-¡Danos más tiempo! – Exclamó Kai.
-Está bien, ¡vamos! – Alentó a los otros dos y empezaron a perseguir a los hombres que se alejaban con rapidez, alcanzando como pudieron dos motos de nieve y atacando a los conductores para hacerse con ellas.
Suho se subió en una y Wufan y Tao lo hicieron en otra.
-Agárrate fuerte. – Le dijo el más alto, y puso en marcha la moto.
En pocos segundos habían alcanzado el todoterreno militar, derribando a todos los hombres que iban atados.
-¡Atacadles! – Escuchó Suho que decían.
-Mal día para vosotros… - Sonrió y lanzó a uno de los hombres que iba en el vehículo un dispositivo, el cual cayó entre sus piernas.
Una mirada de horror cruzó el rostro de aquel hombre cuando vio de lo que se trataba, y sin tiempo a reaccionar el todoterreno voló por los aires.
Chen, Baekhyun, Chanyeol y Yixing habían llegado a la base militar sin que nadie les viera. Se dirigieron a una de las salidas del sistema de ventilación que Sehun les había indicado, y allí Chanyeol sacó una pequeña bomba lo suficientemente potente como para abrir un hueco y que pudieran colarse.
Una vez estalló, todos entraron con cuidado de no llamar mucho la atención, andando por dentro de los grandes tubos de ventilación. Chen empezó a toser cada vez más fuerte, alertando a todos.
-¿Cómo está? – Preguntó Yixing preocupado agarrándole por los hombros. Chen negó con la cabeza y continuó andando como pudo hasta que llegaron a la reja que separaba el sistema de ventilación con la sala central.
Kai y Sehun habían llegado a la base militar y disparaban con sus rifles uno a uno a los hombres que estaban en los puestos de guardia vigilando los alrededores. Entraron a una de las torres y subieron hasta lo más alto, desde donde podían disparar a cualquiera que se acercara a la otra torre, donde se encontraba la cámara acorazada y donde estaban los chicos.
-Estamos aquí. – Dijo Yixing al micrófono.
-Bien, tened cuidado. Intentan entrar. – Advirtió el moreno disparando hacia uno de los militares.
Yixing abrió con cuidado la reja que comunicaba el sistema de ventilación con el interior y salió con cuidado. Baekhyun y Chanyeol decidieron quedarse allí cuidando de Chen que ya casi no podía andar, por lo que Yixing tendría que entrar solo.
Al fin y al cabo, aquello estaba preparado para él, y sólo él debía entrar.
Poco a poco iba acercándose ante la cámara acorazada, siempre vigilado por Kai desde la otra torre por la mirilla de su fusil a través de la ventana por si alguien intentaba atacar al chino. Yixing recordaba perfectamente aquellos números que tenía que pulsar para abrirla e intentaba estar tranquilo, pero no podía evitar que su corazón latiera descontrolado sin saber qué encontraría allí dentro.
De repente, Kai vio a alguien descender desde el techo con una cuerda.
-Mierda, hay alguien ahí.
-¡Yixing! ¡Sal! ¡Es una trampa! – Gritó Sehun por el pequeño micrófono.
-Vamos, baja un poco más… - Murmuró Kai quien intentaba apuntar al intruso, pero al ver sólo sus piernas no podía fijar bien el disparo. Tenía que esperar a que pusiera pies en el suelo para poder apuntar mejor hacia el cuerpo del desconocido que intentaba atacar a Yixing, pero cuando el intruso bajó completamente fue incapaz de disparar.
Era Kyungsoo.
Sehun palideció y se temió lo peor, más aún cuando vio la expresión del moreno totalmente en shock.
-Kai, no. Él no es real, no lo es.
-¿Cómo lo sabes…?
-Es una proyección, joder. ¡Yixing es real! ¡Él no! – Exclamó Sehun perdiendo los nervios.
Pero Kai era incapaz de disparar, allí estaba él. No podía dispararle. Simplemente, no podía.
-Hola. – Dijo Kyungsoo. Yixing, asustado al oír una voz desconocida, se dio la vuelta alarmado pero no tuvo tiempo de reaccionar.
Kyungsoo le disparó en el centro del corazón.
Yixing había muerto.