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EXO-INCEPTION por Ire-Rei

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Notas del capitulo:

Sé que dije que saldrían ya todos los personajes pero al final no XD salen unos cuantos más, en el siguiente se conocerán todos por fin!!

 

Espero que os guste...!

Kai y Luhan recorrían las calles de París con un poco de urgencia, aunque admirando la belleza y el encanto que siempre caracterizaba a esa ciudad. La torre Eiffel les saludaba relativamente cerca, y al fondo la Basílica del Sagrado Corazón vigilaba toda la ciudad desde el pequeño monte. El líder del equipo le pidió a su compañero que se quedara en el hotel para descansar mientras él iba a ver a la persona por la cual estaban allí, y que después se dirigiera a un taller que había alquilado y empezara a prepararlo todo para las pruebas. Le entregó unas llaves y se marchó.

 

El moreno se dirigió con rapidez hacia la Universidad de La Sorbona y cruzó la entrada veloz entre los estudiantes que por allí paseaban después de clase. Cuando llegó al despacho que buscaba no encontró a nadie dentro, así que fue a preguntar con su mejor francés a la secretaria del departamento dónde se encontraba la persona que buscaba. Le indicó un camino y por fin encontró el aula. Se asomó por el pequeño cristal de la puerta. Allí estaba, sentado en la mesa del profesor corrigiendo unos exámenes.

-Nunca te gustó tu despacho, ¿eh? – Preguntó entrando sin llamar a aquel hombre de mediana edad, con el pelo un poco canoso y el rostro envejecido. El aludido alzó la mirada y le vio sentado en una de las bancas.

-¿No es un riesgo que estés aquí?

-No te preocupes, no me va a pasar nada. He traído esto para que se lo des a mamá… - Dijo Kai cuando se levantó, entregándole una bolsa con un regalo dentro.

-Hace falta más que un regalo para que convenzas a tu madre de que todavía tiene un hijo.

-Estoy haciendo lo que tú me enseñaste.

-Jamás te enseñé a ser un ladrón. – Le contradijo su padre con dureza.

-Está bien, simplemente me enseñaste a entrar en la mente de los demás. Pero después de lo que ha pasado no me quedan muchas formas legítimas de usar esa habilidad.

Su padre le miró seriamente. No sabía qué pensar. No le gustaba el estilo de vida que llevaba su hijo pero no tenía otro remedio que aguantarse y callar. Ya era mayorcito para saber qué hacer y qué no. Era su vida.

-¿Qué haces aquí, Jongin? – Preguntó al fin.

-Creo que sé cómo volver a casa. Es un trabajo para gente muy poderosa que es posible que puedan resolver lo de mis cargos para siempre. Pero necesito tu ayuda.

-Así que has venido a corromper a uno de mis mejores alumnos… - Rió de forma irónica.

-Sabes lo que ofrezco y yo no les obligo, son ellos los que terminan accediendo. – Se excusó el moreno.

-Ya, dinero.

-No es sólo dinero, es la oportunidad de construir edificios, catedrales, ciudades enteras. Construir lugares que jamás han existido y que no podrían existir en el mundo real.

-Así que quieres que te presente a alguien que te acompañe en tus fantasías.

-Ellos no entran en el sueño, sólo diseñan los niveles y se los enseñan a los soñadores, nada más. – Se defendió Kai.

-Entonces, ¿por qué no los diseñas tú? Sabes perfectamente cómo hacerlo.

-No puedo… - Suspiró Kai resignado. – Kyungsoo no me dejaría.

Su padre cerró los ojos lentamente y se apoyó en la mesa, suspirando.

-Vuelve a la realidad, Jongin. Por favor.

-¿La realidad? La realidad es que este trabajo, este último trabajo – recalcó – es mi billete de vuelta a casa. Si tuviera otra forma de hacerlo créeme, no estaría aquí. – Kai quedó en silencio y su padre volvió a recostarse en el sillón, sin saber qué contestar. – Necesito un arquitecto que sea tan bueno como lo era yo. – El hombre mayor bajó la mirada, lo pensó un momento y volvió a alzar el rostro para sonreírle levemente.

-Tengo a alguien mejor.

 

 

 

 

-¡Sehun! – Llamó el padre de Kai a un chico que bajaba las escaleras en ese momento. Kai y él le estaban esperando en el rellano de la facultad. El chico era un joven que parecía de su misma edad, alto y tenía el cabello castaño no muy largo pero tampoco corto. Además era coreano, igual que él, lo que facilitaría las cosas y sobre todo la comunicación. Su expresión era un poco perdida y Kai llegó a desconfiar si ese chico sería de verdad el mejor estudiante de arquitectura de la facultad tal y como su padre afirmaba. Le veía cierto aire despistado. Sehun se acercó corriendo y confundido. – Me gustaría presentarte al señor Kim.

Kai le tendió la mano y ambos la estrecharon en forma de saludo.

-Tiene una oferta de trabajo para ti. – Explicó el mayor.

-¿Unas prácticas? – Preguntó Sehun confundido.

-No exactamente… - Dijo el moreno. – Vamos, ven conmigo fuera. Te lo explicaré.

 

 

 

 

Los dos chicos salieron a la calle y dieron un paseo prácticamente en silencio hasta llegar a uno de los puentes menos transitados del río Sena, donde Kai podría hablar con sinceridad con él chico sin que nadie les interrumpiera ni se enterara de nada.

-Primero, me gustaría hacerte una prueba.

-¿No me va a hablar antes del trabajo?

-Por favor, no me hables de usted. Seguramente tengamos la misma edad. – Sonrió Kai. – Llámame Kai, es mi sobrenombre. Y no, no puedo hablarte del trabajo hasta que no sepa si eres el adecuado para hacerlo.

Sehun refunfuñó entre dientes por lo soberbio que parecía.

-¿Y eso por qué?

-Porque no es estrictamente legal. – Le informó con naturalidad. Sehun abrió los ojos y por un momento pensó en salir corriendo de allí, ¿qué iba a proponerle aquel chico desconocido? Aunque si su profesor preferido se lo había presentado tendría que confiar en él, ¿no? Kai sacó un papel de su chaqueta y un boli. – Tienes dos minutos para diseñar un laberinto que se resuelva en un minuto.

Sehun, confundido, cogió el folio doblado y empezó rápidamente a diseñar uno. Cuando terminó se lo entregó a Kai y éste tardó cinco segundos en resolverlo.

-No me vale, haz otro. – Sehun frunció el ceño y volvió a dibujar. – Para. – Le ordenó Kai. Se lo quitó de las manos y volvió a resolverlo con rapidez. El moreno negó con la cabeza. – Dame algo mejor… - Sehun, enfadado, le arrebató el folio con brusquedad y se concentró más que antes en el diseño, cambiando completamente la forma. La expresión de Kai cambió al ver lo que estaba dibujando en ese momento y cuando el chico terminó intentó resolverlo pero era imposible. No sabía cómo era. Sehun sonrió para sus adentros triunfante. – Esto ya es otra cosa…

 

 

 

 

 

Luhan llegó al taller que Kai le había indicado y empezó a prepararlo todo: unas camillas para poder dormir, el maletín de la anestesia, todo lo necesario para tener un sueño placentero, como él bromeaba siempre. Pronto llegaría Kai con el nuevo arquitecto y todo tenía que estar a punto.

 

***

 

-Dicen que sólo empleamos una pequeña fracción del verdadero potencial del cerebro, pero eso es cuando estamos despiertos. – Le explicaba Kai a Sehun mientras tomaban un café en la terraza de una típica cafetería parisina. – Cuando soñamos la mente es capaz de cualquier cosa.

-¿Por ejemplo?

-Imagina que diseñas un edificio. Conscientemente creas cada elemento pero a veces parece que se crean solos. No sé si me explico…

-Sí. – Contestó Sehun interesado en lo que le contaba. – Como si los descubrieras. Pura inspiración.

-Bien, pues en un sueño la mente hace eso continuamente. Nosotros percibimos nuestro mundo y lo creamos simultáneamente, la mente lo hace tan bien que ni sabemos que estamos soñando. Eso nos permite entrar justo en mitad de ese proceso.

-¿Cómo?

-Con la parte creativa y ahí es donde entras tú. Tú creas el mundo del sueño, nosotros colocamos al sujeto en ese sueño y él lo llena con su subconsciente.

-Pero, ¿cómo podría conocer suficientes detalles para que él crea que está en el mundo real?

-Los sueños nos parecen reales mientras los tenemos, ¿no? Sólo cuando nos despertamos nos damos cuenta de que algo no cuadra. Deja que te haga una pregunta. – Sehun se incorporó en la silla atento. – Nunca recuerdas el principio de un sueño, ¿verdad? Simplemente estás ahí de repente sin saber cómo has llegado. – Sehun entrecerró los ojos y asintió con la cabeza. Eso que decía Kai era verdad. – Dime, ¿cómo has llegado ahí?

-Acabamos de venir de… - Sehun se interrumpió a sí mismo, iba a señalar en una dirección pero de repente se dio cuenta de que no recordaba cómo había llegado. Miró a Kai sorprendido y éste le sonrió.

-Piénsalo Sehun, ¿cómo has llegado aquí? ¿Dónde estás ahora?

Sehun miró a su alrededor. La ciudad parecía la de siempre, las personas hablaban y caminaban, los coches y motos corrían por las calles y nada parecía extraño.

-No puede ser… ¿Estamos soñando? – Preguntó sin poder creerlo.

-En realidad estás en medio del taller durmiendo. Es tu primera clase de sueños compartidos. – Le explicó el moreno guiñándole un ojo. Sehun se inquietó mirando a todas partes pero Kai intentó calmarle. – Tranquilo…

La taza de café empezó a vibrar al igual que el suelo. Sehun horrorizado miró hacia abajo, hacia la taza y después a Kai que parecía observarle tranquilo, como si ese horrible terremoto no estuviera sucediendo en ese momento. De repente todo empezó a explotar. Las diversas frutas y verduras de los puestecillos callejeros que las vendían empezaron a volar por los aires, un montón de papeles y cartones revoloteaban, los balcones de los edificios estallaban. Incluso el suelo empezó a levantarse y los ventanales de la cafetería se rompieron, lanzando cristales por todas partes. Un pequeño cristal rozó la mejilla de Sehun haciéndole un leve corte.

-¡Au! – Exclamó el chico asustado y se llevó la mano a la cara, viendo que tenía sangre. Aterrado miró a Kai. - ¡Si sólo es un sueño, ¿por qué…?! – No pudo terminar de hablar, una silla le golpeó de forma violenta la cabeza.

 

***

 

De repente Sehun despertó en el taller sobresaltado, escuchando de fondo aquella peculiar canción.

-Porque nunca es sólo un sueño y cortarte la cara duele, aunque estés soñando. – Dijo Kai que estaba sentado frente a él.

-Por eso el Ejército desarrolló el programa de “Sueños compartidos” para que los soldados se dispararan y apuñalaran dentro del sueño, y despertaran. – Terminó por decir Luhan con una sonrisa. Sehun se quedó mirándole embobado y el rubio le levantó las cejas de forma graciosa. Desde que había llegado hacía unos minutos le había parecido una persona encantadora. Cuando por fin reaccionó hizo la pregunta que rondaba su mente.

-¿Y cómo se involucraron los arquitectos?

-Bueno… Alguien tenía que diseñar el sueño, ¿no? – Dijo Kai simplemente. – Luhan, danos otros cinco minutos.

-¿Qué? ¿Cinco minutos? – Preguntó Sehun extrañado mientras Luhan volvía a preparar la anestesia. – ¡Llevaríamos hablando cerca de una hora!

-En un sueño la mente trabaja más rápido, así que el tiempo pasa más despacio. – Contestó Kai.

-Cinco minutos reales equivalen a una hora en el sueño. – Le explicó Luhan de nuevo sonriente dirigiéndose al maletín, siendo perseguido por la mirada de Sehun que seguía ensimismado con su sonrisa.

-Veamos que puedes hacer en cinco minutos… - Le retó Kai, tumbándose ambos de nuevo y sumiéndose en un profundo sueño conforme la anestesia hacía efecto…

 

***

 

Kai y Sehun paseaban por una larga calle:

-Los elementos básicos están: la librería, la cafetería… - Empezó a explicar Kai.

-¿Y las personas?

-Son proyecciones de mi subconsciente.

-¿Por qué del tuyo?

-Porque tú eres el soñador y tú construyes este mundo, yo soy el sujeto y mi mente lo puebla. – Sehun escuchaba atentamente para comprender todo aquello. – Si hablas con las personas estarás hablando literalmente con mi subconsciente, es una de las formas que tenemos de extraer información.

-¿Hay más formas?

-Sí, creando algo seguro como una caja fuerte o una cárcel, la mente lo llena de información que intenta proteger.

-Ya, y tú irrumpes y la robas. – Dijo Sehun.

-Más o menos. – Sonrió Kai orgulloso.

-¿Y qué ocurre cuando se trastocan las leyes físicas…? – Preguntó Sehun curioso, parando en seco y concentrándose en un punto al frente. De repente la calle empezó a levantarse, doblándose por la mitad lentamente hasta que prácticamente los edificios quedaron enfrentados unos sobre los otros, como una imagen especular. Sehun, admirado, observó su creación viendo cómo ahora el cielo se había convertido en una calle igual a la que pisaba, cómo los coches circulaban bocabajo y las personas andaban sin atender a la ley de la gravedad. – Guau…

Kai le miró un poco inseguro. No debía hacer tantos cambios tan raros en la ciudad. Siguieron andando hacia delante y Sehun empezó a notar que las personas se quedaban mirándole de una forma extraña.

-¿Por qué me miran todos? – Preguntó mirando hacia todas partes. Todas y cada una de las personas le miraban fijamente conforme se las cruzaba.

-Porque mi subconsciente nota que alguien extraño está creando este mundo, cuantos más cambios realices peor. Sienten la naturaleza extraña y atacan.

-¿Nos van a atacar?

-No…no. – Sonrió irónico Kai y habló entre dientes para que el otro chico no le escuchara. – Sólo a ti…

Sehun siguió con la marcha y a cada paso que daba iba creando más cosas. Un puente, unas columnas, unas escaleras…

-Es genial todo, pero te repito que no deberías hacer tantos cambios… - Perseguía a Sehun desde atrás y vio cómo una persona chocaba con él de forma violenta.

-¡Eh! Dile a tu subconsciente que se tranquilice. – Se quejó Sehun frotándose el hombro.

-Es mi subconsciente, no puedo controlarlo.

Sehun hizo caso omiso y siguió el paseo. De repente le surgió una idea y creó un bonito y largo puente. Kai estaba maravillado con el poder que tenía el chico, nunca hubiera imaginado que iba a ser tan bueno. Pero, entonces, su cara se transformó. Unas visiones se recrearon en su mente: él y Kyungsoo abrazados en ese puente, riendo, besándose mientras observaban el río Sena.

-Un momento, este puente existe, ¿verdad?

-Sí, lo cruzo todos los días para ir a la Universidad. – Explicó Sehun contento.

-¡No hagas eso! – Le exclamó a voces, ya que Sehun empezaba a andar cada vez más rápido y se alejaba de él. Kai aceleró el paso. – Nunca recrees a partir de tus recuerdos, siempre crea lugares nuevos.

-Pero uno dibuja a partir de lo que conoce, ¿no?

-Sólo detalles: un banco, una farola, nunca zonas enteras.

-¿Por qué no?

-Porque crear un sueño a partir de lugares reales puede hacerte perder la noción de qué es real y qué no lo es. – Siguió Kai que empezaba a mosquearse mucho.

-¿Es lo que te pasó a ti? – Se burló Sehun, pero entonces Kai bastante enfadado le alcanzó y le dio un tironazo del brazo.

-Eh, escúchame. Esto no tiene nada que ver conmigo, ¿vale?

-Ya, por eso necesitas que construya yo tus sueños, ¿no? – Rió, pero la risa se le borró rápido del rostro cuando sintió que alguien le agarraba por detrás. - ¡Eh! – Varias personas se acercaron más a Sehun agarrándole de los brazos, del cuello, de la cintura.

-¡Eh! ¡Dejadle! – Exclamó Kai intentando separar a toda esa gente de Sehun que seguía gritando asustado.

-¡No! ¡Soltadme! – Estaba muy angustiado intentando zafarse del agarre justo cuando vio a un chico acercarse aceleradamente entre la multitud con un cuchillo en la mano.

-¡Kyungsoo! ¡No! – Gritó Kai. - ¡No!

-¡Despiértame, joder!

-¡Kyungsoo! – Volvió a llamarle Kai, pero éste clavó la afilada hoja del cuchillo en el centro del pecho de Sehun.

 

***

 

Sehun volvió a despertar en el taller muy agitado y sintiendo una sensación extraña como si de verdad le hubieran acuchillado hacía un momento.

-¡Eh! ¡Mírame! ¿Estás bien? – Luhan estaba arrodillado a su lado agarrándole por los hombros y zarandeándole preocupado. Sehun respiraba agitadamente y se llevó una mano al pecho, comprobando que no tenía ni un rasguño. - ¿Estás bien? – Repitió Luhan asustado y sin saber por qué sintió la necesidad de abrazarle fuertemente. Sehun se aferró a él y suspiró. Su calidez le calmó un poco.

-¿Por…por qué no me despertaba? – Preguntó el chico separándose del abrazo un poco sonrojado.

-Porque aún quedaba tiempo en el reloj, y si queda tiempo no puedes despertarte a no ser que mueras. – Explicó Luhan sacándole la aguja de la anestesia de la muñeca y escondiendo el rostro con una leve sonrisa. Ese abrazo le había gustado demasiado.

-¡Necesitará un tótem! – Bramó Kai enfadado levantándose de su camilla rápidamente y perdiéndose por un pasillo.

-¿Un tótem? ¿Qué es eso? – Sehun estaba confuso.

-Un tótem es… - Intentó explicarle Luhan, pero el joven le interrumpió.

-¡Menudo subconsciente tienes Kai! – Gritó Sehun recobrando el aire. - ¡Y él es un encanto!

-Aaah… - Luhan sonrió divertido. – Veo que ya has conocido a su amado Kyungsoo.

-¿Es su novio? – Preguntó Sehun sorprendido.

-Sí. Bueno… – Luhan cambió de tema rápido, sosteniendo aún su mano después de haberle quitado la aguja. Pero ninguno de los dos se sentía incómodo por aquello. – Un tótem es un objeto pequeño, que tenga suficiente peso y puedas llevar en el bolsillo sin que nadie se entere. Tiene que ser algo especial como este dado cargado. – El rubio sacó de su bolsillo un pequeño dado y se lo mostró. Sehun fue a cogerlo pero el chico se lo retiró rápido de delante. – No, no. No puedes tocarlo, si no, no serviría. Sólo yo conozco su peso. Así cuando veas tu tótem sabrás sin ninguna duda que no estás en el sueño.

 

Mientras tanto, Kai cogía su pequeña peonza y le giró sobre la mesa observándola con atención. La peonza rodaba sin parar. Finalmente perdió el equilibrio y cayó, dejando al moreno mucho más tranquilo…

 

-Mira, no sé si no te das cuenta o no quieres hacerlo. – Le dijo Sehun a Luhan un poco nervioso y soltando su mano. – Pero Kai tiene serios problemas que ha enterrado ahí en sus sueños y no pienso abrirle mi mente a una persona así. – El joven no dijo nada más, cogió su abrigo y salió del taller corriendo.

Luhan, un poco triste, se dio la vuelta y se encontró a Kai saliendo de la habitación.

-Volverá, ya lo verás. – Dijo tranquilamente. – Nunca había visto a nadie pillarlo tan rápido, la realidad le sabrá a poco ahora. – Kai cogió también su chaqueta.

-¿Dónde vas ahora?

-Tengo que ver a Chanyeol y Baekhyun.

-Pero están en Mombassa, y eso es territorio de Doosan Engineering. Hay muchos más ladrones para elegir.

-No necesitamos ladrones… Necesitamos falsificadores.

 

*MOMBASSA*

 

Chanyeol y Baekhyun se encontraban jugando a una partida de póker junto a otros hombres. Lo tenían todo controlado para terminar ganando, siempre se guardaban un as bajo la manga. Literalmente.

-¿Otra partida ganada? – Escucharon una voz a sus espaldas. Era Kai. Los dos chicos se sonrieron y dieron por finalizada la mano, llevándose el bote. – Os invito a una copa.

-Vale, pero pagas tú. – Sonrió Chanyeol levantándose junto al otro, que le agarró por la cintura y fueron a otra mesa.

-¿Y bien? ¿A qué viene esta agradable visita? – Preguntó Baekhyun dándole un sorbo a su copa.

-Origen. – Dijo Kai. – Antes de que me digáis que es imposible, dejad que…

-No. No es imposible. – Le interrumpió Baekhyun.

-Sólo que es difícil de cojones. – Siguió hablando Chanyeol.

-Interesante. – Sonrió Kai. – Porque Luhan no para de repetir que es imposible.

-¿Todavía trabajas con ése? – Preguntó Baekhyun con una sonrisita.

-Bueno, es bueno en lo suyo…

-Oh sí, es el mejor. – Contestó Chanyeol con un poco de ironía. – Pero no tiene imaginación.

-No tanta como vosotros, desde luego… Decidme, ¿lo habéis hecho alguna vez?

-Lo intentamos, teníamos la idea en su sitio pero no arraigó. – Explicó Baekhyun desconsolado por la misión fallada.

-¿Os faltó profundidad? – Preguntó Kai.

-No se trata de profundidad. Es sólo que depende mucho de los prejuicios del sujeto. – Chanyeol bebió de su vaso. – ¿Cuál es la idea?

-Conseguir que el heredero de una empresa disuelva la compañía de su padre.

-Bien, habría que empezar con lo más básico. – Dijo el más alto.

-Que es… - Incitó el moreno a que siguieran hablando.

-La relación con su padre. – Respondió Baekhyun. Kai sonrió satisfecho, sabía que Chanyeol y Baekhyun eran los mejores en esto y no se arrepentía de haberles pedido ayuda. - ¿Tienes químico?

-No. Aún no.

-Vale… Conocemos a un tío, Minseok. – Chanyeol rió meneando la cabeza. – Es un crack, formula sus propias versiones de los compuestos.

-¿Por qué no me lleváis a verle?

-Cuando no lleves escolta… - Baekhyun señaló disimuladamente a un hombre trajeado que les observaba desde lejos. – El de la barra.

-Mierda, es de Doosan Engineering. La cagué en su encargo y le han puesto precio a mi cabeza, aunque no sé si me quieren vivo o muerto.

-Depende de si dispara o no. – Bromeó Chanyeol y Kai le miró irónico.

-Distraedle y nos vemos en media hora aquí abajo, será del último sitio que sospechen. – Explicó Kai mientras los otros dos asentían y se levantaban.

 

-¡Hombre! ¡Cliff! ¡Cliff Barks! No puedo creerlo… – Exclamó Chanyeol con los brazos abiertos mientras Baekhyun le seguía haciendo también como que lo conocía. El hombre del traje se puso nervioso e intentó mirar al fondo, pero no podía ver a Kai bien con aquel chico tan alto delante. Sin embargo, el moreno ya había aprovechado para saltar por una ventana que, con suerte, no estaba a demasiada altura y no se hizo daño, empezando a correr con todas sus fuerzas.

-No, se equivoca, yo no soy… - Empezó a decir inquieto y se escabulló corriendo hacia la puerta del bar para perseguir a Kai.

-¿No? Vaya… - Dijo Baekhyun riendo y Chanyeol le sonrió también, pasándole un brazo por los hombros y atrayéndole hacia sí. Le dio un beso en la frente y salieron del bar tranquilamente.

Notas finales:

Ojalá os haya gustado!!! :D:D:D en el próximo capi más amor, lo prometo XD <3333333333333333

P.D: porfi un review no hace mal a nadie (?) XD sólo por saber si está gustando...<3

 

Mi twitter es: www.twitter.com/setaene


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