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EXO-INCEPTION por Ire-Rei

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Notas del capitulo:

El previo a la misión, ojalá os guste~~~~~ <3

Los dos chicos se sentaron en un banco de un parque cercano al edificio. El sol pegaba fuerte pues eran las horas de la tarde más calurosas, pero era agradable. Luhan subió su pierna derecha y la flexionó sobre el banco, girándose hacia ese mismo lado donde estaba Sehun mirando al cielo.

 

-Dentro de poco empezará todo. – Dijo Luhan de repente.

 

-Ya… - Sehun bajó la vista y le miró. Ahora lo veía todo un poco oscuro después de haber estado tanto rato mirando hacia la claridad.

 

-¿No vendrás con nosotros?

 

-Kai no quiere. Dice que es mejor que el arquitecto no entre en el sueño para que sus proyecciones no afecten la misión, porque conocerían cualquier rincón secreto. Iré en el avión pero sólo vigilaré.

 

-Y tiene razón. Pero no puedo evitar querer que vengas con nosotros. – Reconoció el rubio mirando hacia abajo y jugando con los cordones de sus zapatos. – Ojalá pudieras venir. No sé… Me voy a sentir un poco solo sin ti. Te voy a echar de menos.

 

El corazón de Sehun comenzó a latir de forma desorbitada y suspiró de forma silenciosa tratando de calmar sus nervios.

 

-Yo también… Yo también te echaré de menos, aunque para mí sólo sean unas horas. – Declaró el menor sonriendo tímidamente. Luhan sonrió y se acercó mucho más a él, de forma que su pierna flexionada descansaba prácticamente sobre el muslo del otro chico. Pasó uno de sus brazos por detrás de Sehun y apoyó su mejilla en el hombro de éste, haciendo caricias en círculos con su mano por el otro hombro más alejado.

 

-Ten cuidado allí, por favor.

 

-Siempre lo tengo. – Luhan dibujó una sonrisa emocionado por las palabras del chico. – Pero esta vez tendré aún más cuidado por ti. – El rubio cogió una de las manos de Sehun y sintió su calidez. El menor la agarró bien fuerte, como si no quisiera soltar esa mano nunca. – ¿Puedo pedirte una cosa? Por favor…

 

-Lo que sea. – Contestó. Luhan alzó la cabeza, sin dejar de rodearle por detrás y Sehun se volvió para mirarle. Sus rostros estaban muy cerca, podían sentir la respiración del otro a tan pocos centímetros…

 

-Cuando el avión aterrice, seguiremos viéndonos.

 

Sehun sonrió, bajó la mirada avergonzado y volvió a alzarla.

 

-Ya lo daba por hecho. – Respondió el castaño. Luhan alzó el brazo con el que le rodeaba y acarició su suave pelo con delicadeza, acercándose lentamente hasta él para besarle en la mejilla con dulzura. Sehun notó un cosquilleo y cerró los ojos, sintiendo la suavidad de aquellos labios.

 

Cuando Luhan se separó, Sehun vio cómo éste empezaba a ruborizarse un poco después de lo que había hecho y, decidido, soltó su mano para ser esta vez él quien le rodeara por detrás y lo estrechara hacia él, obligando al rubio a posar su cabeza en su pecho. Y así permanecieron unos minutos más, disfrutando del momento y la quietud del parque hasta que tuvieron que volver al taller.

 

 

 

 

 

 

 

Esa misma noche, Sehun volvió al taller para recoger algunas cosas que había dejado allí. Cuando entró vio una luz encendida y se acercó sabiendo quién se encontraba allí con seguridad. Ya llevaba un par de noches encontrándose a Kai profundamente dormido y sedado, y Minseok al lado vigilándole. Todas esas veces se preguntaba si Kai estaría soñando para reencontrarse con Kyungsoo, pues no veía la necesidad de usar aquel dichoso maletín todas las noches. Para su sorpresa esa noche Minseok no estaba y sólo Kai reposaba en una camilla, con el brazo estirado mientras el líquido anestésico entraba por su vena. En un impulso Sehun soltó sus cosas y fue corriendo hacia allí, se recostó en la camilla de al lado y él mismo se pinchó con el suero, cerrando los ojos poco a poco y sintiendo su cuerpo cada vez más pesado…

 

 

 

 

 

***

 

 

 

 

 

Sehun se encontraba en un ascensor que viajaba hacia abajo y cuya puerta era una simple reja. El primer piso por el que pasó parecía una habitación de una niña. El chico estaba nervioso, no sabía si debería haberse metido allí pero la curiosidad le comía por dentro y saber que Kai estaba mal y podía entorpecer las cosas le tenía preocupado. Cuando llegó al segundo piso hacia abajo se encontró una escena que le dejó helado. Era un salón de una casa y al fondo podía ver a Kyungsoo sentado frente a Kai agarrando sus manos con fuerza. Los dos eran ajenos a la presencia de Sehun.

 

-Sabes dónde encontrarme, sabes lo que tienes que hacer. – Le decía el chico de grandes ojos mientras le acariciaba con ternura. - ¿Te acuerdas cuando me pediste que me casara contigo?

 

-Claro que sí… - Contestó el moreno acercándose a él, quedando a escasos centímetros de su rostro.

 

-Me dijiste que tenías un sueño. – Kyungsoo sonrió con cariño.

 

-Que envejeceríamos juntos. – Kai observó los labios de su chico, acercándose lentamente y fundiéndose ambos en un suave beso, moviendo sus labios con agilidad contra los del otro mientras Kyungsoo rodeaba con sus brazos su cuello y Kai le acariciaba el cabello con ternura. El mayor suspiró entre besos, disfrutando del momento hasta que de repente miró hacia un lado y vio a Sehun observándoles desde el ascensor. Sus ojos se abrieron con fuerza y se separó bruscamente de Kai, el cual miró en la misma dirección y comprendió lo que ocurría.

 

-¿Qué coño haces aquí? – Preguntó enfadado mientras se levantaba y corría hasta el ascensor. Abrió la reja con violencia y volvió a cerrarla, marcando un botón de los doce que había y empezando a ascender la máquina mientras Kyungsoo se quedaba solo.

 

-Quería saber qué clase de experimentos realizabas cada noche. – Explicó Sehun manteniéndose firme y sin querer verse intimidado.

 

-Esto no tiene nada que ver contigo y ya te lo dije una vez.

 

-Claro que tiene que ver conmigo, me has pedido que comparta sueños contigo.

 

-Estos no. Estos son MIS sueños. – Recalcó Kai intentando controlar su tono de voz. Entonces llegaron al último piso: se trataba de una playa. Sehun vio a lo lejos a Kyungsoo sentado en la arena, disfrutando del sol.

 

-¿Por qué te haces esto?

 

-Es la única forma que tengo de soñar.

 

-¿Tan importante es soñar? – Preguntó Sehun sin entender nada.

 

-En mis sueños aún seguimos juntos. – Contestó Kai con tristeza. Volvió a marcar otro botón y el ascensor se puso en marcha de nuevo, bajando esta vez. Sehun se quedó mirando cómo se encendían los botoncitos piso por piso conforme pasaban y empezó a atar cabos.

 

-Un momento…esto no son sólo sueños. ¡Son recuerdos! – Exclamó alarmado. – Y me dijiste que nunca construyera a partir de recuerdos.

 

-Ya sé que lo hice.

 

-Intentas mantenerle con vida porque no puedes dejarle marchar. – Seguía diciendo Sehun que más que hablarle al que tenía al lado parecía que pensara en voz alta.

 

-No lo entiendes, son recuerdos que lamento, recuerdos que debo cambiar. – Explicaba Kai convenciéndose a sí mismo.

 

-¿Y qué es lo que lamentas…? – Sehun acercó su dedo a la planta baja pero Kai le detuvo agarrándole fuertemente de la muñeca.

 

-Mira… Sólo hay una cosa que tienes que entender acerca de mí. – Llegaron a un piso y Kai salió del ascensor, seguido por Sehun.

 

-¿Ésta es tu casa?

 

-Sí. De Kyungsoo y mía.

 

-¿Y dónde está ahora?

 

-Ya nos ha dejado. – Llegaron a un comedor y Kai visualizó la escena de aquel recuerdo, el más doloroso. – Mi madre se estaba quedando allí para apoyarme después de todo lo que había pasado y estaba en el patio regando las flores. Mi abogado vino a decirme que tenía que irme ya, que era demasiado tarde. No pude despedirme de ella… Y por muchas veces que sueñe con este momento nunca puedo hablarle, nunca. La echo tanto de menos… Si quiero volver a verle la cara tengo que volver a casa… – Sehun, asustado, empezó a andar hacia atrás hacia el ascensor cada vez más rápido hasta que salió corriendo. - …en el mundo real.

 

Pero Sehun ya había corrido lo suficiente para cerrar la puerta del ascensor y pulsar otro botón aleatorio. Kai no pudo alcanzarle, ya había empezado a andar. El ascensor pasó por un piso donde el menor vio unas vías y un tren pasar a toda velocidad. Después llegó a lo que parecía una habitación de un hotel y paró. El chico abrió la reja y salió con lentitud, nervioso y dudando, con miedo por lo que podría encontrarse allí. La habitación estaba desordenada, los muebles por los suelos, las sillas tiradas y una ventana abierta completamente por donde entraba una fría brisa. Parecía que hubieran saqueado la habitación. Sin querer, Sehun pisó una copa de cristal que había en el suelo, llamando la atención de la persona que allí se encontraba sentada en un sofá: Kyungsoo.

 

Sehun se quedó blanco al verle.

 

-¿Qué haces tú aquí? – Le preguntó enfadado.

 

-Me llamo…

 

-Sé quién eres. ¿Qué haces aquí? – Volvió a preguntar.

 

-Sólo intento entender… - Empezó a decir dubitativo y trabándose las palabras.

 

-¿Tú qué vas a entender? – Kyungsoo se levantó y se acercó a él. - ¿Sabes lo que es amar a alguien? ¿Ser su mitad en todo?

 

-No. – Contestó con miedo.

 

-A ver si entiendes esto. – La penetrante mirada de Kyungsoo estaba dejando al menor muy asustado. – Estás esperando un tren, un tren que te llevará muy lejos. Sabes dónde quieres que ese tren te lleve, pero no dónde te va a llevar. Pero no te importa… ¿Cómo puede no importarte dónde te lleve ese tren? – Preguntó levantándole una ceja mientras cogía una botella de cristal del suelo que estaba rota.

 

-Porque estaréis juntos. – Contestó Kai desde el ascensor. Al chico le había dado tiempo a perseguir a Sehun hasta allí.

 

-¿Cómo has podido traerle aquí, Jongin? – Dijo Kyungsoo con tranquilidad.

 

-¿Qué es este sitio, Kai? – Preguntó Sehun temblando de miedo.

 

-Es una suite donde pasábamos nuestros aniversarios…

 

-¿Y qué pasó aquí? – Volvió a preguntar el menor con miedo a la respuesta. Entonces Kyungsoo corrió hacia ellos con la botella en la mano y Kai agarró rápidamente a Sehun metiéndole en el ascensor y cerrando la reja.

 

-¡¡Me lo prometiste!! ¡Me lo prometiste! – Empezó a gritar Kyungsoo desesperado dando golpes contra la reja. – ¡Me dijiste que estaríamos juntos! ¡Me dijiste que envejeceríamos juntos! – Seguía gritando como si hubiera perdido la cabeza, zarandeando las rejas y empezando a llorar.

 

-¡Lo siento, Kyungsoo! ¡¡Volveré a por ti, te lo prometo!! – Gritó Kai asustado, dándole a un botón del ascensor que empezó a subir de nuevo. El chico miró hacia abajo, desde donde Kyungsoo le observaba con lágrimas en los ojos pero con el rostro enfadado y respirando agitadamente.

 

 

 

 

 

***

 

 

 

 

 

De repente Sehun despertó en el taller. Se quitó la anestesia y vio a Kai a su lado despertando también.

 

-¿Crees…crees que puedes construir una cárcel con tus recuerdos y encerrarle? – Preguntó el menor escéptico. Kai se incorporó serio. - ¿De verdad crees que vas a retenerle ahí? – El moreno miró hacia el suelo, sin saber qué contestar.

 

-¡Es la hora! – Exclamó Chen de repente. Estaba entrando en el taller junto a Luhan. Un haz de luz se colaba por la rendija de la puerta, estaba amaneciendo. – Zhang Hongli acaba de morir en Londres. Su entierro será este jueves en Seúl.

 

-Y Yixing acompañará a su cadáver el martes, tenemos que ponernos en marcha.

 

-De acuerdo… - Respondió Kai todavía un poco descolocado. Luhan miró extrañado a los dos, ¿qué hacían allí toda la noche?

 

-Kai, iré contigo. – Le dijo Sehun.

 

-No, ya te dije que tú sólo construías y que el arquitecto no podía entrar en el sueño.

 

-Escucha, el equipo necesita a alguien que entienda a lo que te enfrentas. – Chen se quedó mirando intentando averiguar sobre qué cuchicheaban aquellos dos mientras Luhan ordenaba unos papeles. – No tengo que ser yo si no quieres, pero tendrás que enseñarle a Luhan lo que yo acabo de ver… - Kai empezó a meter sus cosas en una bolsa de viaje mirando de reojo a Sehun.

 

-Necesitaré otro asiento en la cabina. – Terminó por decir en voz alta dirigiéndose a Chen, sonriendo Sehun de forma triunfal al conseguir su propósito. Realmente le preocupaba lo que pudiera pasar si Kyungsoo decidía meterse en sus planes…

 

 

 

 

 

 

 

Ese mismo martes, Chen y Kai se encontraban en el aeropuerto de Londres-Heathrow, observando el avión en el que se subirían en unos momentos a través de una gran cristalera.

 

-Si me subo a ese avión y no cumples el trato, cuando aterricé iré a la cárcel de por vida. – Afirmó el moreno muy serio. Aquello no era precisamente un juego.

 

-Completa el trabajo. Una sola llamada desde el avión y te aseguro que no habrá problemas con inmigración… - Chen le sonrió convencido y se alejó de allí para embarcar.

 

Al igual que él el resto del equipo, que simulaban viajar solos o por parejas como si no se conocieran entre ellos, se dirigían hacia la puerta de embarque donde una azafata empezaba ya a pedir los pasaportes y los billetes de avión.

 

-¿Estás nervioso? – Le preguntó Wufan a Zitao mientras hacían cola.

 

-Nunca me pongo nervioso. – Contestó muy seguro de sí mismo.

 

-Y me encanta eso de ti… - Le susurró al oído el más alto sonriéndole una vez se separó, notando cómo el más pequeño sonreía tímido y le daba un codazo cariñoso.

 

-Ah… Cada vez noto que sobro más. – Comentó Suho que estaba tras ellos. Wufan no pudo evitar reír.

 

-No sobras, capullo. Eres el único de los tres con dos dedos de frente, sólo contigo podemos ser el trío perfecto e imbatible. – Contestó el menor convencido.

 

-Ya… - Dijo el chico haciéndose el ofendido todavía pero bromeando porque sabía que sus dos amigos le decían la verdad. Hasta ahora nadie había conseguido ganarles y triunfaban en todos los trabajos para los que los contrataban, y los tres estaban siempre muy unidos. Sólo esperaba que en este trabajo tampoco hubiera cabida para el fallo.

 

 

 

 

 

Una vez dentro del avión todos empezaron a acomodarse y a guardar su equipaje de mano en los cajones que había arriba. Chanyeol vio que se acercaba Yixing a lo lejos, por lo que se puso en medio del pasillo para quitarse la chaqueta y así entorpecer el paso del chino que chocó contra él.

 

-Vaya, perdone.

 

-Nada, no es nada. – Sonrió educadamente Yixing mientras tomaba asiento justo delante de Kai. Pero de lo que el pobre chico no se había dado cuenta era de que Chanyeol le había robado el pasaporte en un movimiento rápido. Por alguna razón era de los mejores ladrones de todo el mundo. Chanyeol, que se sentaba detrás del líder, le pasó la pequeña libreta y éste esperó hasta que el avión despegara y se apagara la luz de “Abrochado del cinturón” para comenzar la conversación.

 

-Disculpe, creo que esto es suyo, se le debe haber caído. – Kai se incorporó hacia delante y le acercó el pasaporte. Yixing frunció el ceño preguntándose cómo habría podido caerse si lo llevaba en el bolsillo.

 

-Gr-gracias… - Lo guardó de nuevo cuidadosamente en el bolsillo de su chaqueta.

 

-¿Desean algo para beber? – Preguntó una azafata.

 

-Sí, agua por favor. – Pidió el moreno.

 

-Yo también. – Añadió el mayor.

 

-Perdone de nuevo, pero no he podido evitar fijarme, ¿no será usted hijo del gran Zhang  Hongli? – Volvió a la carga Kai.

 

-Sí, es…era mi padre. – Sonrió el chico.

 

-Lo siento mucho, era una gran fuente de inspiración para todos.

 

-Aquí tienen su agua. – Dijo la azafata que se acercaba con dos vasos llenos hasta arriba en una bandeja.

 

-Gracias. – Kai cogió el vaso y aprovechó que Yixing miraba por la ventana para derramar unos polvitos en su vaso. – Tome, brindemos por su padre. – Yixing agarró el vaso agradecido y lo alzó levemente. – Que descanse en paz.

 

Kai bebió entrecerrando los ojos y fijándose cómo el chino empezaba a beber. En unos minutos estaría profundamente dormido.

 

 

 

 

 

Yixing dormitaba plácidamente y Kai le hizo un gesto a la azafata. Ésta cerró las cortinas y sacó de un mueble cerrado con llave el maletín de la anestesia, lo colocó en el centro del pasillo de la cabina de primera clase y todos y cada uno de los del equipo cogieron una de las agujas y estiraron la vía de plástico hasta su asiento. Kai se encargó de colocársela a Yixing con cautela para que no quedara mucha marca al quitarla después.

 

A pesar de lo preparado que estaba todo no podían remediar sentir unos nervios irrefrenables, y los más inexpertos, como Sehun, Chen y Minseok, tenían un poco de miedo al no saber lo que se encontrarían allí, en aquel mundo paralelo. El químico bebió del champán que le habían dado minutos atrás para calmar los nervios y suspiró profundamente. La azafata se agachó frente al maletín y miró a todos.

 

Zitao, Wufan, Suho, Chanyeol, Baekhyun, Chen, Minseok, Luhan, Sehun y, por último, Kai. Éste asintió lentamente con su cabeza y la mujer pulsó el botón del centro que abría la vía para que líquido empezara a correr por los tubitos hasta los cuerpos de todos los presentes que sintieron una gran relajación de forma instantánea, entregándose de forma casi inmediata a los brazos de Morfeo…

 

 

 

Todo empezaba ahora.

Notas finales:

Pues listo! En el próximo capítulo ya estarán soñando con unicornios NUNCA MEJOR DICHO XD okno, chiste malo (...)

 

Gracias a todos por leer y por comentar :) en especial a @Baekkiepuppy que siempre está ahí *-* MUCHAS GRACIAS GUAPA!!

 

Nos vemos en el siguiente~~~

 

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