Era una oscura noche, de ese sábado, donde la niebla daba un clima tétrico a las calles de Inglaterra, y yo esperaba, apollado contra la pared, de una calle de paredes rotas. ¿Qué esperaba? Pues a que callese en ese exacto lugar, el humano ignaro que moriría, y debería recolectar su alma. Estaba mirando el cielo algo cansado, pues llevaba esperando algo de tiempo. Por suerte, o por desgracia, lo ví,era un joven ebrio, saliendo de un bar de baja clase, junto con una mujer. Era tan desagradable de ver como un pedazo de excremento.
-¿Qué te creés mejor que yo? ¡No toques a mi esposa!- decía el hombre, todo desaliñado.
-Ayúdenme, ¡este hombre está loco!- decía la mujer mientras corría, hasta ser alcanzada por el ebrio. Entonces otro hombre salió del bar, y protegiendo a su mujer, le encajó una apuñalada en el pecho. Este cayó, y la pareja huyó. Me había acercado al hombre, tirado en medio de la calle, y lo miré fijamente. Aún no estaba acostumbrado a recoger almas, era una de mis primeras veces.
Lo veía retocerse, mientras se iba tiñendo de lágrimas y sangre.
-Ayúdame-dijo el ebrio, con pocas fuerzas.
-Un Shinigami..debe hacer su trabajo de forma fría y rápida. No he de tener emociones que tapen mi camino.- Y con esa frase, atravesé mi guadaña en el pecho del hombre, la guadaña de principiante. Desgraciadamente, me vi manchado de sangre, y luego de recojer su alma, enfurecido, contuve el aliento.
-Ja, ja-oí desde lo alto del techo del bar,viendo una silueta en contraste a la luna, donde solo pude ver la gran sonrisa que poseía-te ves tan atractivo cuando estás cubierto del rojo tinte de la sangre.- No era nadie mas que Grell.
-¿Sutcliff? ¿Qué hacés acá? Hoy debes hacer trabajo escrito, no estabas autorizado a recoger almas-
-Como si quisieras recogerlas- dijo mientras pegaba un salto, y apoyaba sus brazos en mis hombros, hasta llegar al suelo- Sólo vine a ver-te-a-tí ♥.-
-Sutcliff, alejése de mi, por favor- gruñí mientras lo alejaba de mi rostro, intentando no descargar mi ira.
-Oh, vamos mi Will, ¿no vas a hacerlo?-
-¿Eh? ¿Qué cosa?-
-Ya sabes, llenarme mi cuerpo con esa hermosa sensación, tan ardiente y fría, tan fuerte y melosa...- su voz poseía un tono orgásmico, algo erótico....Argh, que inmundo.
-No sé de qué hablas-
-Ya sabés...Quiero... que me golpeés- me susurró al oido.
-¿Eh?- Con mi mano empujé su rostro y lo alejé de mi,mientras me volteaba- Aleja tu mente masoquista de mí-
-Oh~ ¿por qué?-
-Nnn...no podemos tener peleas si no es en el campo de entrenamiento, por ahora-
-¿Qué? ¡No nos dieron estas hermosas gafas por nada! Ya somos grandes, no tienes que avergonzarte-
-No es vergüenza, debo seguir las reglas-
-Ay, eres muy cruel- tan solo dijo eso, y se abalanzó sobre mí,y me besó.
-¿Qué hacés?-dije, haciendo leves empujones para sacármelo de encima, aunque eran intentos fallidos.
-Si no quieres darme dolor, entonces yo te daré a-mor-♥ -
-P...por favor, no hagas estas bromas, Sutcliff- cada intento era vano...aún si me parecía una persona asquerosa, no sé por qué...de algún modo no quería que me soltase, tal vez po eso no me soltaba...
Grell me había empujado hacia la pared de la calle, que seguía desértica. Había apoyado su cuerpo contra el mío, y podía sentirlo...todo. Sus besos eran muy apasionados, y sin que me diese cuenta, había abierto mis labios, y había dejado que me penetrase con su lengua en mí...ella, acariciaba mi interior, y de algún modo, sentí que eramos uno... era algo muy extraño...Se detuvo y me vio a los ojos. Su sonrisa que siempre me parecía burlona, ahora, la veía como si fuese de alegría, una célebre emoción silenciosa. Sin que me diese cuenta, estaba ruborizado.
-Oh, tu mejillas rojizas, son tan hermosas...- dijo mientras me abrazaba. Esto ya era una vergüenza, no podía demostrar debilidad, para nada. Así que lo aparté de mí, de una buena vez.
-Vuelve al trabajo Sutcliff, no me hagas repetirlo-
-¿Ah, sí? ¿Y si no quiero qué?- Tomó mis caderas y las apoyó contra las suyas...y entonces sentí...su erección...-no eres mi superior, así que, ¿por qué tan solo no callas, y te dejas llevar?- Sus manos habían traspasado mi ropa, y acariciaban mis muslos. La sensación del beso, ahora estaba en mi cuerpo, y antes de que pudiese sonar un gemido mío, Sutcliff, me había besado apasionadamente, sumergiendo mis gemidos en su boca, sintiéndolos en su interior.
-¿Te gusta William?¿Mmh?- Permanecí en silencio, hasta q sentí un pellizco,y de nuevo, antes de decir nada, volvió a besarme. Sus manos se pasaron hacia adelante, y empezó a acariciar mi miembro. Entonces sentí una sensación de placer mayor- Dime, no has hecho esto antes, ¿Verdad?-
-...Sutcliff...-
- La próxima vez vas a tener que defenderte, sino voy a seguir siendo así de malo contigo- Soltó una pequeña risita.
-...Has cambiado desde el día que te conocí...-
-Y...tu no Will. Ya te he dicho antes, si quieres ser un buen Shinigami, deberás mostrar más responsabilidad, no te dejes pisotear, ¡Pisotéa a otros!- Se empezó alejar de mí.-Bueno,ahora será mejor volver, si no van a descubrirme,jaja-¡Bye-Bye Will ♥!-
Lo ví alejarse de mi, y que había sentido un aire frío me había golpeado el pecho...Y desde entonces supe que... me sentía atraido a él, y gracias a él, sabía como atraerlo.