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"Don't be too late... Again" por mayucita

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Notas del fanfic:

Desde hace mucho tiempo planeaba este fanfic. Al leer el de Gongju me quedaba con ganas de más historia.

Ella me dio permiso de seguirlo, y espero que sea de su total agrado, tanto de ella, como de ustedes.

Lean y opinen, por favor. 

 

Notas del capitulo:

El primer capitulo,  me costo algo de trabajo escribirlo... Soy demasiado perfeccionista...

Espero que les guste... amo este trio, Kai, Baek y SuHo... Mis favoritos de EXO.

El regreso a Corea, el regreso a sus vidas reales, lejos de ese cuarto oculto....

El tiempo dejo de ser su aliado, se transformó en un verdugo. Se hizo escaso, lejano, fugaz, se iba aún más rápido de lo habitual, o simplemente, la atención que le prestaba  había sido más de la que le brindaba de costumbre.  El fin de semana siguiente al  viaje había sido finito, ahora no recordaba China con muy buenas imágenes, solo humillación. Una vergüenza inmesa sentía  su cuerpo en ese país lo había marcado.

 

-En el colegio  no conozco a ninguno de ustedes…-al parecer, el moreno tenía la costumbre de ver a la nada por largos lapsus de tiempo.- lo que paso en China, se queda en China, nos perdimos y nada más…

 

Las últimas palabras que soltó Kai, retumbaron una y otra vez en su cabeza, desde ese taxi no se volvieron a decir nada, no dialogaron ni siquiera en petición de la hora. Cuando fueron con sus respectivos amigos, cuando oyeron el sermón de los profesores cuidadores; no se dijeron ni una sola silaba más. Fue como si, el inocente Baek Hyun solo hubiera sido usado.  Como si el evento de la noche fuera más que un sueño demasiado real para nuestro estelar, pero irreal para los secundarios.

Y ahora estaba ahí, enfrente de la reja de su colegio, pensando si debía entrar. Volando por su mente cientos de ideas respecto a cómo debía comportarse con los dueños de su virginidad. Por parte de Jong In  era más que seguro que ni lo miraría al pasar, pero con Myeon era diferente, él no era tan vil, tenía al menos un poco de consideración al menor.

Con un largo suspiro, esperaba tomar valor. Apretando las correas de su mochila intentaría sentirse aferrado a algo, no se dejaría derrumbar por algo que quería olvidar. Deseaba olvidar a China, ese hotel barato, esos increíbles orgasmos, las caricias suaves y amorosas por parte de Myeon, y las bestiales de Kai. Sería un inicio, el inicio del olvido.

-¡Baek!-el grito profundo proveniente de su espalda lo despertó e hizo temblar, su amigo Chan Yeol venia corriendo a él, con su amplia y animosa sonrisa. Con él se sentiría mucho más seguro.- ¡Espérame!

Como si lo creyera capaz de entrar sin él después de verle, no lo dejaría nunca. Chan Yeol, su mejor y único amigo, el único que le cuidaba y al único que realmente le importaba.   Y lo más importante, el único que sabía su secreto del viaje, a nadie más le había contado, era obvio que su era el mejor y digno de recibir la exclusividad de su secreto.

-¡Muévete Chan Yeol, llegaremos tarde!

Con unas leves palmadas en su hombro le recibió su amigo, alcanzándolo hasta la entrada, caminando a empujones por su parte.  La mañana no será tan pesada a como esperaba, él tiempo se haría más ligero con su amigo.

-¿Por qué no quisiste ir al cine este fin de semana? Cuando llegamos de China, Hye Lim tenía muchas ganas de ir, llevo a sus primas-adoraba ver como su amigo se inclinaba para hablar más directo, la diferencia de estatura es demasiado evidente.

-No tuve ánimos…-con su suspiro se notó que aún le pesaba el evento del viaje.

-Basta pequeño…-le rodeo sus hombros con su brazo, zarandeándolo un poco en muestra de afecto- has caso lo que dijo el oscuro ese, lo que paso en China, se quedó en China… fue divertido, ¿No es así? – Por más que la sonrisa de Chan Yeol se enfocara en él, no lograba animarse como era lo habitual.

-Creo, que lo fue…-procuraba el mismo engañarse con esas palabras, subiendo las escaleras que lo dirigían a su salón, de manera mecánica. – aun así Channie, me siento humillado, usado. –se había detenido para hablar con desprecio, frunciendo el ceño.

-Tranquilo… es algo pasajero, tu primera vez no debe de marcarte tanto…-las frías manos de Chan Yeol le acariciaban sus mejillas, con esos largos dedos, que se congelaban.

-Lo dijo el chico que lo perdió de la manera más cursi, con su novia…-bufo de mala gana, mirando a todos lados menos a los ojos de su amigo- ni quiera me considero homosexual…-susurra moviéndose de nuevo retomando el rumbo.

-Eso es diferente, yo lo planee, lo tuyo es… ¡INESPERADO! –soltó ese grito a la mitad del pasillo, sacudiendo los brazos de arriba abajo, intentando alcanzar a su ya amigo que le adelantaba por veinte pasos.

-¡Calla, Chan Yeol y camina!-con pasos de mala gana, no veía al frente porque los comentarios de su mejor amigo no ayudaban en ningún aspecto. – Esto apesta…

Intentaba subir los nuevos escalones para por fin llegar a su aula, y con la poca concentración que tenía, al levantar la mirada no se esperaba chocar con ese muchacho de piel clara y cálida sonrisa, que marcaba su andar elegante con el resto de sus amigos. Él en el medio, Myeon estaba justo en el centro de sus compañeros que reían amables, con presencia. Era el grupo de amigos más elegantes del instituto, y el que más sobresalía era SuHo, o eso es lo que creía.

No tuvo tiempo de ocultarse o de correr en otra dirección, se había quedado sugestionado de ver a uno de sus dueños, como él lo veía. No reacciono, solo se quedó ahí. Con su boca abierta como decoración final al notar que Myeon le estaba hablando.

- ¿Baek Hyun?-reacciono al ver a los dedos danzantes de su mayor que andaban de un lado a otro frente a sus ojos. - ¿Estas bien? –su agradable sonrisa le había despertado.

-¡Sí! – Dio un sacudón a todo su cuerpo para despabilarse- ¡Todo está en orden! – no entendía porque su voz salió tan alta, tanto que asusto al muchacho de frente, que se había perdido ya de sus amigos.  

-¿Seguro? ¿No te sientes mal?-analizando su rostro.- Te debes de haber desvelado, se te han marcado un poco las ojeras.

De manera automática el menor se  pasaba la yema de sus dedos por la zona que tenía manchas, incluso sentía que sus parpados se hincharon. Lo más curioso es que ni él mismo lo había notado al verse al espejo antes de salir.

-Sí, no dormí muy bien- no tenía firmeza frente a ese ángel guardián, no podía, mirarle a los ojos era algo impensable. – Pero no es preocupante, estaré bien, no tengo nada.

-Debes dormir todas tus horas, y come bien el almuerzo.- esa sonrisa no era para nada de esta tierra. La forma de sus pómulos se levantó con ternura, opacándose por los delicados hoyuelos que se formaban en ella.

Su encuentro fue breve, y aun así demasiado impresionante para Baek Hyun. No sabía si debía hablar, si tenía algo que decir, los pensamientos no salían, simplemente se perdió hasta que escucho la campana.

-¡Oh! Es hora de que me vaya, espero verte luego, dongsaeng- y como llego, se marchó, igual de rápido pero sin dejar de mirar atrás avanzando por el pasillo, agitando su mano insistente por la respuesta de Baek, que lo hizo demasiado bajo.

Se quedó viendo fijamente al pasillo que ya estaba vacío, en donde solo su amigo Chan Yeol se acercaba, con su mirada confundida intentan interpretar la de su amigo, que se descarrío del mundo real.

-De verdad, eso te marco…-la gruesa voz del menor lo había hecho regresar, algo incómodo por su desagradable comentario.

-¡¿Cómo no querías que me marcara?! –Marcaba el paso irritado al subir los escalones- ¡Fue mi primera vez!  ¡LA PRIMERA, MALDITA SEA!

El hecho de ver al mayor en ese estado de humor, entretenía a Chan Yeol, sacarlo de sus cabales era demasiado sencillo, y más cuando estaba en su trance de apenado, jamás entendería porque era un momento realmente divertido. Iban a unos cuantos escalones de distancia mientras doblaban para tomar las siguientes escaleras, y a Baek no le importaba que fuera hablando en represalia aunque pareciera que estaba solo.

Su clase de lengua inglesa aun no empezaba, la maestra iba a sus espaldas, así que tenía tiempo de sermonear cómodamente a su mejor amigo en los asientos compartidos, en un tono bajo para que las intimidades no fueran relucidas. No quería que sus compañeros tuvieran más razones para tratarlo como el chico raro. 

Todo pasó demasiado rápido y había aprendido a dejar todos sus problemas por un lado y la concentración en clase, era bueno en esas cosas. Ignoro todo, se concentró en las materias, tomo apunte, y nada más le invadió su cabeza. Aparte, con esa habilidad, el tiempo se iba mucho más rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya era la hora del almuerzo.

-¡Comida! –el trote (por que no era otro el nombre que tenía el paso veloz del más alto) rumbo a la cafetería. –Muero de hambre…-se colgaba de los hombros de su amigo que pacíficamente, y también hambriento lo acompañaría a la cafetería.

A diferencia de las cafeterías de otras escuelas, esta tenía un agradable orden y cómodo ambiente. Se pueden escuchar  demasiados murmullos de todos los que decidían pasar su almuerzo lejos de sus aulas o en el jardín.

Al sentarse en el comedor con sus amigos sintió una pesadez, alguien le observaba. ¿Quién lo podría estar viendo? Miraba a todos lados buscando ese par de ojos que lo vigilaban tan arduamente. A la derecha, chicas y chicos que parecían notarlo indiferente, a la izquierda, se repetía lo mismo. Por la física esperada no podía voltear a sus espaldas, pero la respuesta no estaba detrás, estaba justamente frente a él, un par de ojos castaños entrecerrados  fijamente en su persona. Esa mirada bien conocida, un menor con mirada poderosa, Kim Jong In.

Mantuvieron el contacto visual por un buen rato. Sus manos comenzaron a sudar, temblaban sus palillos con su comida, intentaba dejar de verlo pero no podía hacerlo. Se volteaba para esquivarlo, y el menor no lo ignoraba, su vista parecía que se había pegado a su mayor. No volvió a levantar la mirada por la intimidación, volteaba a todos lados manteniéndose bajo, reía con los ojos cerrados y al momento que decido volver a verle, él ya se había ido con su grupo de amigos. Después del acoso, desaparecer como un dongsaeg irrespetuoso.

Primero decía que no debían de tomarlo en cuenta y actúa totalmente contradictorio a lo que salía de su boca. Kai no parecía querer ignorarlo. Y lo comprobó nuevamente, a la hora de regresar a clase.

-¿Qué le habrá visto a ese chico?-venía hablando su amigo, bastante ensuciaste de regreso a su clase.

-¿Qué se ven los chicos entre sí?-susurra cansado, frunciendo su ceño un tanto molesto.

-Oye, es normal…creo- la forma en que se rascaba la nuca apenado, y curioso con la boca medio abierta. Esa boca solo indicaba que tenía más palabras que sacar, aunque se habían atorado ahí adentro.

Curioso, algo tenso, viendo a todos lados con sus ojos un poco más abiertos de lo usual, su simple mirada tan abierta era lo que le estaba delatando, Chan Yeol, era demasiado obvio cuando no se sentía seguro de decir algo.

-Ya pregunta…-le pregunto con cansancio recargado en la puerta de su aula el más pequeño.

-¿Yo?-su voz temblaba por el simple hecho de haber sido descubierto-  Yo no dije nada Baek Hyunnie

-Pero querias hacerlo, pregúntalo…-estaban ellos dos en el pasillo, aun su clase no empezaba por lo que la jungla que tenían por compañeros de clase los ignorarían un buen rato. – Puedes preguntar… -rodo los ojos, recargándose con pereza en el marco metálico.

-¿Cuándo los ves, no sientes nada? –Con su voz gruesa y masculina, esquivaba la firme mirada de su mejor amigo con gran agilidad, moviendo sus dedos nervioso dentro de sus bolsillos.- ¿Hacerlo con un chico?

-Sí, vergüenza, es lo que más siento al verles…-su expresión se llenó de pesar, sus finos ojos se clavaron en el piso, hablando como si vagara por sus recuerdos.

-Con Kai, parece que eso es lo que pasa…pero, con SuHo-la risa cómplice del más alto, era demasiado macabra en ocasiones por como lograba transformar sus rasgos faciales. – él es diferente. ¿Con Hyung fue diferente? No me has dado demasiados detalles de cómo fue, como lo hicieron… -a no ser  que se tratara de una alucinación del mayor, vio como las mejillas del de enfrente se tornaron rojas.

-¡¿Qué detalles quieres saber?! –lo comenzaba a sacar de sus casillas con preguntas tan directas. Su diestra le comenzó a dar leves golpes en el brazo- ¡Eso no te importa, tonto! 

A su compañero solo parecía que le daban risa sus golpes, que esquivaba sin ningún problema, dando alegres saltos por el pasillo en reversa.

-¡Claro que sí! ¡¿Fueron rudos?! ¡¿Ambos entraron en ti?! – sin parar de hacer sus piernas rebotar en cortos saltos para él, pero largos para el más bajito.

Como pudo, tomo al menor por su codo, apretando de el para que se detuviera. Manteniendo un contacto visual retándolo; dejándole claro que esos comentarios no eran los prudentes que se debían decir en voz alta.

-Deja ya eso Chan Yeol…-viendo a todos lados, verificando que estuvieran solos tanto en presencia como de atención de sus compañeros de otros grupos. – Solo, fue algo que paso…

De nuevo venia el pesar a su cuerpo, ese pesar que le hacía bajar sus ojos. La culpa que le erizaba los bellos, lo que producía que su corazón se encogiera sintiendo como si alguien lo estrujara en su puño. Tristeza, no puede describirse en una palabra mejor. Tristeza es lo que le invadía profundamente.

-Iré al baño Chan Yeol… Dile a la maestra por favor.

-Es-espera, voy contigo…Baek Hyung…

No lo espero, ni siquiera lo escucho, se marchó rumbo al baño de hombres intentando relajarse iría solo, alejándose de la insistente curiosidad de su pequeño e inquieto amigo.

Y el destino no parecía quererle mucho, aumentando sus pesares y confusiones, le torturaba con la persona que se topó en el baño. El alto moreno estaba lavándose las manos, concentrado en su tarea hasta que vio atravesó del espejo Baek Hyun que entraba agresivo. Ambos clavaron sus miradas mutuamente, encajando sus ojos con agresividad.

No se despegaron, con los lentos movimientos de Kai enderezándose de esos lavamos blancos, sacudiendo los restos de agua que quedaron en sus manos. Las muecas que hacían sus carnosos labios demostraban el desagrado al ver al más pequeño, formando una cara como si se asqueara de verle.

“No lo conoces, Baek Hyun, no lo conoces” intento hacer su mejor paso firme rumbo a los mingitorios, pero sus pasos no eran ignorados. La atenta vigilancia de ese moreno que no parecía dispuesto a marcharse, al contrario, se había recargado cálidamente en el lavamanos para poder ver mejor a nuestro estelar.

Sentía lo mismo como en la cafetería, su mirada casi animal encima de él. El semblante de Kai, lo hacía ver como si se encontrara en casería, y Baek Hyun fuera la cena perfecta. No se dejó flaquear, no le presto importancia a su insistente vista, actuó como si no estuviera ahí. Pero hasta que sus manos tuvieron que ser lavadas, cuando sus vellos se erizaron. La vista ya se había perdido al frente, y la voz gruesa y masculina de Jong In retumbo en sus oídos, como si fuera un profundo eco dramático.

-Hyung… ¿Eres bueno en calculo, cierto?

Y un seguro y confiado Kai veía de frente a un asustado y asombrado Baek Hyun, que dejaba el agua limpia caer por sus manos. 

Notas finales:

¿Les gusto? Espero que sí, quiero en estos momentos mucho este nuevo bebé mio!

~ Estoy escribiendo el capitulo dos, aun tengo vacaciones; no demorare.

Dios, me muero de frio en mis piesitos :c 

 

SeeYa! ;3


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