Al parecer estaba sobre una nube.... Si, era una nube, una hermosa nube de color blanco que sentía que si abría la boca bien grande seguramente podría comérsela. Lo intento.
Abrió la boca tan grande que mas de la mitad de la nube le entro de un solo bocado en ella, pero algo pasaba, por que aunque se la estaba comiendo y podía sentir el sabor a algodón de azúcar, el tamaño de la nube no había disminuido, en verdad se la estaba comiendo? O estaba soñando, si, seguramente estaba soñando, por que el no podía volar sobre las nubes y mucho menos comerse una, asomo la cabeza para abajo, pero no vio nada, no había nada ahí mas que la tierra muy lejana, se preguntaba si estaba en invierno por que había mucha nieve pero nada que indicara donde estaba o que pasaba. Volteo a la izquierda y solo pudo ver nubes, muchas nubes de colores, de todos los colores del arco iris en realidad. Pero nada mas que eso, entonces volteo hacia la derecha y encontró mas nubes de colores, ahí estaba el azul, el morado, el amarillo (una nube muy bonita en verdad), el verde, el naranja, y al fondo, algo lejos de el había un rosa muy bonito. No rosa pastel, si no un rosa casi fucsia.... Pero no tan fuerte.
Al ver que su nube se acercaba cada vez mas a la otra pudo distinguir a alguien montado sobre ella.
Al principio pensó que era una linda niña de pelo color oro y largo, pudo ver una deslumbrante sonrisa asomarse en los labios rosados de esa hermosa niña... Sus ojos color cafés le sonreían y el sintió una gran alegría cuando esa hermosa niña le sonrió y guiño el ojo derecho.
Se cubrió los ojos con las manos y sonrió tan tontamente que se sonrojo de pena...
Suspiro y espero que su nube avanzara mas hasta llegar casi a tocar la otra nube. Fue entonces cuando se dio cuenta que no era una niña. Que en realidad era un niño. Un hermoso niño de cabello rubio y corto, de ojos cafés tan hermosos que no podía dejar de verlos y de unos labios tan rosas que se le antojaban morderlo para ver si no eran de algodón de azúcar. Su sonrisa se hizo tan grande que le dolían los labios.
Ese hermoso niño en cuanto vio su propia nube tan cerca de la de él se puso en una posicion rara, como gateando, agarro vuelo y se le avento a los brazo. Y el solo pudo abrir sus propios brazos para recibirlo con una hermosa y plena sonrisa de felicidad.
-Massuuuu~
Pudo escuchar a lo lejos que lo llamaban.
-Massuuuuu~
Sonrió y volteo a ver al niño entre sus brazos. Este le sonrió y se apreto mas en su pecho. Seguía escuchando que lo llamaban a lo lejos.
-Massu~ vamos, ya es hora~
Lentamente abrió los ojos... Por que esa voz se le hacia mas cercana y hermosa...
Unos enormes ojos cafés lo estaban viendo desde arriba. Sonrió por que sintió una enorme paz al verlos sonreír.
-Buenos días-Le dijo al dueño de esa sonrisa tan bonita.
-Buenos días amor-Le dio un beso tierno de buenos días.
-Tesshi, durmamos mas.-Lo jalo y lo pego a su regazo para seguir durmiendo. Y soñar con ese angelito sobre la nube.
-No podemos, tenemos ensayo y tu querrás comer bien antes de irnos verdad?-Podía sentir la respiración de su ángel sobre su regazo.
-Solo cinco minutos.
-Mh... Esta bien-Y se acomodo sobre el.
Le beso la cabeza gentilmente y volteo a la ventana. Una hermosa lluvia de nieve caía al otro lado de ella inundando las calles de blanco.