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Hyung, ya soy un adulto por Matildespitzenberger

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Notas del fanfic:

Mi primer Hunhan, espero lo disfruten

En el pequeño departamento  había un ambiente extraño, incómodo y frío. Si bien se habían reunido para celebrar al recién graduado, Luhan sentía que algo lo separaba de su novio… y eso no le gustaba.

 

Cuando estas situaciones incómodas aparecían, sentía con más fuerza la diferencia de edad entre ambos, ¿Será que él prefiere jugar video juegos o leer algún comic con argumento ficticio, en vez de tener una pequeña comida acompañada de una copa de vino?

 

-Iré a la cocina por más aperitivos- se excusó rápidamente sobre pasado por el silencio sepulcral que había, escondiendo su rostro entre los platos, volvió a la cocina suspirando sonoramente.

 

¿Qué debía hacer para quitar esa incomodidad de su cuerpo y en la del chico?.

 

Por otro lado el festejado, batallaba con sus manos, que por la fuerza que presionaba sus nudillos ya se estaban poniendo blancos y la respiración no se regularizaba. Esos ejercicios de relajación… no funcionaban.

 

Y estar con su hyung luego de haber tenido una serie de sueños mojados, tampoco ayudaba mucho, si bien lo estuvo evitando los últimos días y agradecido además por el trabajo que su novio tuvo en la editorial, pudo relajar algo sus pensamientos pero ahora que lo veía con la polera que él le había comprado cuando cumplieron un año de novios aparte que se le veía tan bien, más esos jeans entallados… definitivamente no le estaban facilitando las cosas.

 

Estaba consciente que el ambiente no era el mejor, aunque tuviese alcohol en la sangre no podía controlar las ganas que tenía de lanzarse encima del mayor y devorar los labios que se habían vuelto carmín luego del segundo sorbo de vino, haciéndole  a su autocontrol una burla que tanto le ofendió que llevaba cerca de diez minutos sin poder aflojar la presión de sus manos.

 

“Rayos” pensó.

 

Luego de preparar más aperitivos y aún estando en la cocina, reprochablemente bebió otra copa de vino al seco para relajarse un poco, rió ante su estado… ¿Siendo un año novios, no sabía cómo quitar esta incomodidad? Resultaba gracioso pero aún así no dejaba de doler…

 

¿Será que ya nada es como antes?

 

Sehun ya no se ve nervioso ante su presencia y hace meses el rubor de sus pronunciados pómulos se dejó de ver…

 

¿Será que ya no sentía nada por él?

 

Ese silencio, esa distancia y esa forma de presionar sus manos, eran signo de que no estaba a gusto con su presencia, con sus atenciones y quizás hasta con su afecto.

 

¿Será por culpa de su tedioso trabajo?

 

O

 

¿Será por culpa de la maldita diferencia de edad?

 

-¿Hyung?- le llamó el muchacho ingresando de pronto a la cocina asustándolo por su pronta intromisión.

 

-Ah, Sehun-ah. Lo siento, me distraje un poco- habló tan rápido como su mente se lo permitió y tomó los platos devuelta al comedor seguido por el muchacho.

 

Devuelta a la escena anterior, sentados un poco separados uno del otro. Luhan se sirvió un poco más de vino y de paso al muchacho, quien se sorprendió por aquel acto.

 

-¿Hyung, quieres emborracharme?- preguntó juguetón.

 

-No sería la primera vez que lo haces- le siguió agradecido por aquel respiro. Mientras reían cómplices por la última borrachera del menor, antes de cumplir la edad reglamentada.

 

-De todas maneras, está delicioso. Mi padre compró la otra vez uno que no puedo pronunciar y que era muy amargo- comentó tomando su copa, aliviado por sentirse algo más cómodo.

 

-¿Tú padre compró vino y te dejó beber?- preguntó sorprendido por el relato que implicaba al estricto padre del menor.

 

-Claro, ya soy un adulto- se justificó algo ofendido.

 

Y ahí estaba el error, ¿Cuándo se dará cuenta que Sehun no es el niño que conoció hace tres años en aquella tienda de té?. Sino que ahora era todo un hombre, hecho y derecho, futuro estudiante de la facultad de matemáticas de la universidad de Seúl y empleador de su amigo Minseok, el cual  había abierto un restaurant.

 

“Ya eres todo un hombre…” pensó en doble sentido golpeándose mentalmente por el cambio de actitud que estaba teniendo. Mirar fijamente a los ojos y luego los labios de su novio no era correcto, menos estando medio borracho; tampoco era para tanto.

 

Y tan rápido como la comodidad había llegado se fue, dejando a ambos sin más actos que continuar bebiendo de aquel vino chileno.

 

-Hyung…- le llamó el menor algo dudoso- ¿Tú aún me ves como un niño?- preguntó directo sintiéndose algo herido de pronto, porque la sorpresa en el rostro de su novio, tenía tallado un “sí”.

 

-Bueno… yo…- articuló penosamente algo acalorado por sus palabras y por culpa de aquel vino extranjero; si como no.

 

Lo próximo que sintió fue el calor de los labios del menor sobre los suyos, demandando agresivamente que respondiera a su caricia.

 

Su copa de vino cayó a la alfombra y poco le importó, ahora tenía otros problemas aún mejores. Sehun seguía devorándolo con prisa mientras lo tomaba por la cintura, en un acto de reflejo que lo dejó mareado lo posicionó sobre su regazo, disfrutando aún más su cercanía.

 

Luhan batallándose entre la cordura y el placer, se juzgaba así mismo por estarse violando a su novio cuatro años menor que él pero regocijándose en lo bien que besaba teniendo tan poca experiencia; espera, ¿No era él el que te estaba violando?.

 

Por otro lado, Sehun estaba cegado en algo que hace mucho tiempo debió haber hecho. Ya era más que obvio que Luhan no daría el primer paso, no quería ser su primera vez y no porque no quisiera simplemente, sino porque al principio su relación estuvo marcada por la inseguridad de su parte, que creía que llegar a tal punto sería un trauma para el menor confundido.

 

Pero eso ya no era el caso, en ese año se dio cuenta lo mucho que le encantaba estar en los brazos de aquel chico con piel de porcelana y lo mucho que se le antojaba, tanto para el gusto como para el tacto y ahora siendo un graduado, un ADULTO. No iba a restringirse más.

 

-Sehun… de-detente- escuchó decir a su hyung. Pero el menor no iba a dar brazo a torcer, por lo que prisionero de su curiosidad y teniendo su boca libre bajó hasta el largo cuello del mayor degustando como tantas veces lo imaginó y de paso dejarlo callado de una buena vez.

 

¿Dónde había aprendido Sehun a besar?

 

Como sea lo estaba disfrutando y por Dios que se sentía bien, aunque sus manos fueran inexpertas sabían que partes tocar y que otras apretar. La ropa ya le era un estorbo y no era por culpa del vino, no señor.

 

-Sehun, es-espera…- como pudo se lo quitó de encima y este gruñó notoriamente.

 

-¿Qué?-preguntó molesto.

-¿Tú… tú realmente, quieres esto…?- preguntó preocupado de que solo fuera un arrebato de tanto vino; no fueron más de dos copas, que había tomado.

 

Como era de esperarse no dijo nada, solo se levantó alzando su cuerpo junto con él y antes de que pudiera entristecerse por la repentina distancia y frialdad, el menor ya lo llevaba arrastras hasta su habitación.

 

-Ya no lo aguanto más- le susurró al oído luego de haberlo aventado a la cama.

 

Fue lo que necesitó para dejarse de monólogos y juicios que ni él se las creía, solo le quedaba disfrutar de aquello.

 

Los besos no pararon, ni siquiera cuando salvajemente se quitaban la ropa y la tiraban rabiosamente en cualquier parte de la habitación pero el aventón llegó hasta ahí, el menor por un momento se quedó paralizado y el sonrojo que Luhan tanto extrañaba volvía con más fuerza.

 

-¿Sehun?-preguntó inquieto.

 

-Yo, no…- trató de hablar- Ayúdame- dijo por fin.

 

Se golpeó mentalmente por creer que por muy adulto que Sehun fuera supiera que hacer en un momento como este y como si de un acto reflejo se tratase, tomó la mano del menor y la llevó hasta su miembro que por sobre la tela insinuó que frotase.

 

Cuando se sintió algo más cómodo con su acción se dedicó a observar como el rostro de su hyung se desfiguraba del placer y como poco a poco la piel de su cuello y clavículas se veían más apetitosas.

 

Degustó hasta dejar marcas, mientras su mano atrevida se adentró para tocar con mejor precisión el miembro de su novio comenzando un ritmo tan frenético que Luhan lo detuvo.

 

-Me harás acabar- le explicó ante la dudosa mirada del menor.

 

Como pudo volteó al chico posicionando sus piernas entre sus caderas frotando descuidadamente sus miembros gimiendo al compás, Sehun no perdió el tiempo y volvió a besar los labios de su novio proclamándolos como suyos, mientras Luhan se preparaba para devolverle al chico el favor.

 

Batallando un poco más, dejó los labios del menos para bajar a gusto marcando un camino, entre su cuello y sus pronunciadas caderas, haciendo sufrir al menor con tal lentitud; rió entre besos. Depositando al final, uno casto beso sobre la tela que cubría el bien despertado miembro de su novio.

 

Sin dejarlo esperar más se la quitó de un arrebato posicionándose frente a él…

 

-¿Hyung… no harás…?- no alcanzó a formular la pregunta cuando Luhan ya comenzaba a degustar de su extensión, tuvo que recostarse y cubrir su boca ante los gritos que quizás prontamente saldrían si su Hyung continuaba con tal ritmo.

 

 El mayor se enternecía con el esfuerzo que hacía el chico por cubrir sus gemidos pero malvada y descaradamente aumentó el ritmo para escucharlo aposta, logrando que se le escapara su nombre más de alguna vez.

 

Sin dejar que el muchacho acabara lo dejó tranquilo para que este regulara su respiración y los pequeños temblores que lo asechaban, mirándolo tímidamente, sonrió volviendo a cubrir su rostro.

 

-No lo hagas- le pidió quitando sus manos de su rostro- Esta bien- le tranquilizo.

 

El chico no dijo nada, solo le miró profundamente y mordiendo su labio inferior con deseo volvió a atacar sus labios, el mayor lo aprovechó para cambiar la posición, Sehun sentado tomando firmemente sus caderas mientras en sus piernas hacían  un acercamiento lo más intimo posible.

 

-Sehun-ah…- llamó de pronto indicándole que era tiempo de continuar, su cuerpo indudablemente se tensó- Tranquilo, te ayudaré- le tranquilizó rápidamente para no perder la firmeza que había logrado hasta ahora.

 

Guió una de las manos del chico hasta su boca y seductoramente lamió  primero un solo dedo, toda su extensión, ingresando uno por uno a esa cavidad simulando ser otra, cuando notó que el chico volvió a concentrarse guió la mano hasta su retaguardia.

 

-De a uno- le indicó al sentir uno de los dedos en su entrada.

 

Al escucharle gemir un poco temió por su vida, nunca había conversado de este tema con su Hyung, ni como mera posibilidad, ahora en medio de todo y volviendo su vista a la cara desfigurada de su hyung, sabía que no debía retroceder.

 

Ingresó un segundo dedo y tal como leyó en internet, movió cuan tijera dentro del cuerpo de su novio mientras este simulaba cabalgarlo intentando que encontrara el punto exacto. Al tercero, se detuvo, su Hyung respiraba entre cortado y no se movía, luego de un par de suspiros le indicó volver a su tarea, un poco más confiado y notando el dolor del mayor atinó a distraerlo un poco, con besos y mordidas. Cuando aumentó el ritmo de sus dedos rozó el punto que andaba buscando y al notar el repentino cambio en la voz del mayor estimuló un poco más hasta que le indicó el siguiente paso.

 

Recobrando un poco su conciencia, tomó el miembro de su novio hasta su entrada. Llevando su ritmo, sin apartar la mirada de los ojos de su amante, bajó cuanto y cuando pudo hasta que el menor se derritió por su calidez.

 

Sintiendo la estrechez y calidez de su novio, se aferró como pudo de su espalda, gimiendo entre cortado por la experiencia, trató de observar la media sonrisa que el mayor le regalaba.

 

Había llegado a este punto y no se arrepentía para nada.

 

El ritmo aumentó y de ambos solo se oían sus nombres, gemidos entre cortados en besos que nunca terminaban y mordidas de pertenencia, la locura del climax los alcanzaba y para aumentar el placer, Sehun atendió el miembro de su novio siguiendo el mismo compás que esté, cuando el momento llegó, procuró guardar la expresión de placer del mayor y sus palabras al aire, para luego recogerlo entre sus brazos y depositarlo en la cama.    

 

Luhan antes de caer dormido, entrelazó sus piernas junto con las del menor  y lo besó tiernamente.

 

-No, ya eres todo un adulto- le dijo entre risas.

 

-Eso creí- sentenció complacido de que su Hyung, por fin se halla dado cuenta. 

 

 

 

Notas finales:

Lo disfrutaron? espero que si :)


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