C A P I T U L O 2
Ya he llorado todo lo que mi alma pudo desechar de lágrimas. Sin embargo, el corazón aun me dolía y mi mente me destrozaba recordando ese horrible recuerdo. Era tan fuerte esto que ni siquiera pude concentrarme en lo que mi mama me había pedido mi mama. Ni siquiera cuanto tiempo he estado en el súper. Lo único que reinaba en mi era el recuerdo doloroso de ver a mi linda hermana a manos de esa mujer. Esa mujer que me arrebato el amor de mi hermana. Ese amor que tanto quiero y deseo.
Sin muchas ganas, empecé a comprar las cosas que mi mama me había pedido y salí rápido del súper. Vi que el cielo estaba oscuro, así que me di cuenta que era de noche. Había estado una eternidad. Tenia que regresar enseguida. Aun así, ni me moleste en acelerar el paso sino que hacia lo contrario aun sabiendo que recibiría unos buenos retos por llegar muy tarde.
Cuando llegue, solo me encontré las caras de mi padres enojados y de mi hermana…en el fondo mirándome con preocupación. Mi mama ni bien vio mi rostro, me regaño severamente porque a tendría que haber vuelto hace mucho y por mi culpa no pudo cocinar nada. Mi papa me dio otro discurso igualito que al de mi mama. Pero ni me concentre en su aburrido discurso. Mi foco de atención se iba a mi hermana. Ella solo estaba ahí sentada, tomando un vaso de agua tranquila como si nada de esto hubiera pasado. Verla así de tranquila e indiferente me puso de muy mal humor.
Después del discurso de mis padres, solo me dispuse a dejar las cosas y a decirle buenas noches a todos. Pensé que me detendrían pero ninguno de los tres, al parecer, se les cruzo la idea. Ni bien llegue a mi cuarto me dispuse a dormir. Sin embargo, no he cerrado ningún ojo. La verdad que no podía dormir por más que lo quisiera.
Después de un rato, vi que la puerta de mi cuarto se abría y de ahí salia mi hermana dispuesta a entrar. Ni bien la reconocí, me hice la dormida para no hablar con ella. Enseguida pude sentir un poco de presión en un lado de mi cama. Seguramente que era mi hermana que se había sentado en mi cama. Luego ella, tal vez para comprobar que yo estaba realmente dormida, me sacudió con su mano fuertemente pero yo, por supuesto, no hice nada, fingí que dormía como un angelito. Ella suspiro resignada y se levanto. Pude sentir unos pequeños ruidos en mi cuarto y supuse que era mi hermana que se estaba cambiando para irse a dormir.
Cuando no oí más ruidos, me di vuelta para ver si mi hermana se había dormido y lo estaba, al menos eso creía. Me levante dispuesta a abandonar la habitación. No quería dormir en el mismo lugar que mi hermana. Era doloroso. Pero cuando abrí la puerta, pude oír un pequeño ruido proveniente de la cama de mi hermana. Vi que estaba levantada y que parecía mirarme aunque no podía saber si era cierto porque estaba oscuro para notarlo.
-A donde vas Victoria?-la duda de que si me vio desapareció. Era seguro que me había visto.
No le conteste. Hice de cuenta que no la oí y seguí con mi plan. Abrí la puerta y me fui de mi cuarto. Baje las escaleras sigilosamente y me fui a la sala de estar. Me acomode en el grande y cómodo sillón que había ahí y prendí la tele. Empecé a hacer un poco de zapping pero no encontraba nada interesante para mirar. Apague la tele y prendí el reproductor de música. Tal vez la música me relajara un poco y me permitiría dormir. Pero las radios pasaban canciones igual de interesantes como lo que había en la televison. Me dispuse para apagar la radio pero me di cuenta que alguien lo estaba haciendo por mi.
Mi hermana estaba enfrente de mí apretando el botón de apagado del reproductor de música. Podía notar en su cara que estaba molesta, muy molesta. Jamás la vi así de esa manera.
-Me queres decir que te pasa que andas así?-dijo gritando furiosa.
Eso me sorprendió pero seguí actuando indiferente como si no me hubiera dado cuenta de su presencia. La ignore y prendí la tele como si nadie estuviera conmigo. Al parecer eso hizo enojar aun más a mi hermana. Se escuchaban los fuertes pasos que daba. Pude ver que se acercaba al televisor. Por un momento pensé que iba a tirar la televisión pero por supuesto eso era muy exagerado. Enojada saco todos los cables que estaban conectados al televisor lo que hizo que el televisor, por supuesto, se apagara. Luego se acerco a mí.
-Ahora podemos hablar bien?-me dijo.
-Lo siento-dije yo mirándola fríamente-No se para que estas acá. Tu y yo no tenemos nada de que hablar.
Mi hermana me vio. Su cara de enojo desapareció por completo para transformarse en una cara triste directamente al borde del llanto. Ella no esta acostumbrada a que la trate con frialdad ya que yo nunca la trate de esa manera. Me dolía por dentro verla así por mi culpa pero no me salía tratarle de otra forma.
-Porque estas así?-la seguí mirando fríamente-no tienes motivo para estar de esa manera.
-Porque esa frialdad?- me dijo con la voz entrecortada- Que te paso?? Acaso fui yo?-empezó a llorar.
Verla así ocasiono en mi una sensación horrible de culpa y tristeza. Yo sabía que esto pasaría, yo sabia que ella lloraría y yo me iba a sentir mal por ello entonces por que actuaba de esa manera? Acaso ella tiene la culpa de lo que sucedió antes? Claro que no. Yo era la única que no quería ver la realidad y me descargaba con ella como si ella fuera la culpable de todo cuando todo esto era solo un enredo mío. Solo por amarla tanto.
Aunque sabía esto, no estaba dispuesta bajo ningún concepto que ella viera mis verdaderos sentimientos. Haría lo que fuera para que ella no se diera cuenta de lo que me pasaba por dentro aun si eso fuera lastimarla.
-Que yo no te evito-dije enojada-Y deja de llorar. Pareces una pendeja llorona. Me tenes harta.
-Tu no eres mi hermana-dijo mi hermana llorando aun mas que antes-mi hermana nunca me diría eso.
-Pues lo siento. Soy tu hermana-dije yo enojada y a la vez muriéndome por dentro por hacerla llorar-Y claro que yo no soy así. Yo estaba muy tranquila acá pero vos viniste acá con suposiciones absurdas y llorando como una tonta y no me quedo otra cosa que contestarte así. Así que si no tenes otra cosa que decir sugiero que te vayas.
Mi hermana me miro sorprendida. Era seguro que no se esperaba algo así de mí. Se quedo viendo unos segundos llorando aun.
-Esta bien.
Me miro con enojo por un rato y, luego se fue corriendo mientras que oía el ruido de su llanto que se hacia cada vez mas leve hasta que oí la puerta, seguramente la de mi habitación, cerrarse muy fuerte.
Un profundo silencio se adueñó de mi casa. Viendo la hora, me acurruque en el sillón e intente dormir. En ese momento, mi orgullo había desaparecido por completo y ahora dominaba en mí un horrible dolor en el pecho seguido de incontrolables y numerosas lágrimas.
-Señorita Victoria…
-No mama. No me quiero levantar.
-Señorita Victoria….
-No mama. Voy mas tarde. No hay clases a la mañana.
-Señorita Victoria…
-Te dije que no me jodas mama
-Señorita Victoria-sentí un pequeño golpe en mi cabeza.
-Dios mama no te digo que tengo clases mas tar….-dije levantándome fastidiada de que me estuvieran molestando.
Un millón de risas acompañaron mi despertar. No entendía el porque de las risas y de quienes provenían. Hasta que una voz conocida me hizo darme cuenta de donde estaba parada. Era la de mi mejor amiga, Antonella.
-Victoria…estas en el colegio-dijo ella riéndose.
Ahí me di cuenta de lo que había hecho. Me había quedado dormida en el colegio. Me puse colorada debido a que me di cuenta que además había hablado dormida. Mis compañeros se reían en mi cara, tan intensamente que lo único que quería era desaparecer. Era mucha la vergüenza que sentía. Pensé que no había peor castigo que eso aunque creo que hable muy apresuradamente.
Vi en frente mío, la cara más enojada que había visto en mis diecisiete años. Mi profesora me miraba con una furia tan notable que sentí algo de miedo. Nunca la vi tan enojada. Se acerco más a mí y me dio un golpe en la cabeza. No fue fuerte pero tampoco tan suave. Me toque la parte en donde me había golpeado sorprendida de que me golpeara.
-No quiere que le traiga el desayuno también?-dijo la profesora burlona aunque enojada. Todos se rieron.
-No es necesario-dije yo estirándome dando un gran bostezo-ya desayune.
Por alguna razón todos se rieron aunque no entendí el porque de sus risas. Tampoco entendí porque la cara de la profesora se ponía más roja y tampoco entendí porque aparecí en frente de la directora del colegio. Estaba sentada enfrente de mi directora mientras escuchaba a mi profesora enojadísima contándole a mi directora lo que yo había hecho en su clase. Pude notar enseguida que la directora se estaba fastidiando de la charla, lo que me dio algo de risa.
-Ok señorita tranquila déjeme a la alumna conmigo y veremos su situación-dijo echando un suspiro.
Mi profesora satisfecha, me sonrío y educadamente, salio de la oficina de la directora. Yo me quede mirando a mi directora con un poco de nervios. Mi directora era una persona seria que era de castigar severo a los que no cumplían las normas del colegio y yo sabia que de esta no iba a salvarme.
Mi directora se levanto, vi que buscaba algo entre unas carpetas que se encontraban en un fichero cerca de su escritorio. Agarro unos cuantos papeles. Luego se sentó y empezó a escribir algo en ellos. Se hizo un gran silencio. Me puse más nerviosa que antes. Porque no hablaba de lo que hecho? Si me iba a poner un castigo que me lo pusiera ya.
-Señorita Victoria García verdad?-dijo la directora de repente mirándome.
-S…si-dije yo enseguida de los nervios.
La directora agarro unos papeles y me los dio. Yo los agarre sin entender porque me los daba. Leí un poco para ver de qué se trataban. Era un trabajo mío de hace mucho de literatura que nunca me entregaron…hasta ahora.
-Me lo dejaron hace tiempo pero no me acorde de devolvérselo hasta que la vi-me dijo la directora-disculpe por la demora.
La mire sin entender. Todo bien pero y mi castigo? Que le pasaba que no me decía nada sobre el incidente que ocasione? Quería preguntar pero no me animaba. Tenía miedo de que se volviera peor.
-jeje tranquila esta bien-dije con una sonrisa nerviosa.
Me miro por un momento y luego se levanto y abrió la puerta de su oficina. Luego me miro de vuelta. Realmente no entendía absolutamente nada de lo que pasaba. Porque abría la puerta? Quería que me fuera o algo asi?
-Seguramente preguntaras porque actúo así. No te creas que no me olvide del asunto por el cual viniste pero la verdad que para mi es muy tonto venir para que me digan esas cosas. No digo que dormir en el colegio este bien pero tu profesora exagero las cosas como si le hubieras faltado la atención o algo así y esas cosas no las banco así que tranquila te puedes ir.
La mire muy sorprendida. Por lo general, quedarse dormida en el colegio esta mal visto y es motivo de una sanción importante. Es demasiado raro que una directora te diga que te puedes olvidar de todo eso y aun mas ella, una directoria seria y severa. Realmente no lo podía entender pero no pude evitar sentir una enorme alegría por eso.
-Gracias-solo pude decir. La directora me miro con una sonrisa. Eso me sorprendió.
-De nada -me dijo antes de cerrar la puerta.
Libere un gran suspiro de alivio seguido de una gran sonrisa. Realmente me había salvado.
Estaba caminando hacia mi curso ya mas relajada pero en el camino, en el fondo vi a una persona venir hacia mí. Sin tomarle mucha importancia seguí caminando. Cuando llegue a una cierta distancia pude reconocer esa persona enseguida: Mi hermana. Enseguida, mi mente recordó todo lo que había pasado con ella ayer; de lo fría que fui con ella y de lo dolida que, seguramente, la deje. Mientras recordaba eso, no me daba cuenta de que cada vez nos estábamos acercándonos más hasta que, finalmente, estuvimos frente a frente. Ella me miro fijamente. Pude ver que era una mirada triste algo que me hizo sentir mal.
-Hola-me dijo fríamente.
-Hola-solo pude decir.
El silencio se adueño del momento enseguida. Me di cuenta que el ambiente estaba muy tenso y todo por mi culpa. Estaba arrepentida de lo que había hecho. Ella no se merecía que la haya tratado así. Ella me miro con la misma mirada de antes. De instinto, quise abrazarla para que no me mirara así pero, por supuesto, ella me lo esquivo.
-Quiero hablar. Se puede? O no queres hablar con una “pendeja llorona”?-dijo ella enojada.
No sabia que contestar a eso. La verdad eso solo aumento la culpa que tenia desde ayer. Solo me hacia sentir peor. Quería llorar. Suena exagerado, lo se pero todo lo que hiciera hacer sufrir a mi hermana me ponía mal y mas cuando era yo la causante de su dolor.
-S...si puedo…-dije con la voz entrecortada nerviosa.
-Después del colegio te espero-dijo antes de irse de mi lado. Mire su figura mientras se iba hasta que desapareció. Una pequeña lagrima broto de mi pero me la seque en seguida y, tratando de olvidar todo, me dirigí para mi curso.
Cuando llegue, todos mis compañeros dirigieron sus miradas hacia mí y empezaron a cuchichear entre ellos. Mi profesora también se me quedo viendo sorprendida seguramente de lo rápido que volví. Sin prestar atención a las miradas, me senté en mi pupitre y luego me quede mirando a mi profesora a la cual le dedique una sonrisa burlona. Me miro con enojo y luego siguió con la clase normalmente.
-Que te paso?-me pregunto Antonella, mi mejor amiga.
-A que no sabes!-le dije emocionada-de lo que me salve…- una voz molesta me interrumpió. Era la voz de mi profesora.
-Victoria no me hagas llevarte de nuevo a la dirección. De seguro no querrás un castigo mayor no?-me miro burlonamente. La odiaba. Nunca me había agradado pero hoy se había ganado mi odio. Sin embargo, esta vez le iba a hacer caso. No quería meterme en mas problemas.
-No profesora claro que no-dije yo largando un suspiro enorme de disgusto.
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Ni bien sonó el timbre del recreo agarre a mi amiga de la mano y me la lleve hacia el patio. Nos sentamos en un rincón y empeze a contarle todo lo que me había pasado con la directora, que al final no me había castigado ni nada. Anto me miro con una cara de “ es en serio lo que me decís?”. Me hizo gracia su cara y me reí.
-No puedo creer eso-dijo mi amiga-es increíble. La verdad cuando te vi te mire con una cara de “tan temprano?” Siempre que hay un lío, la mina te retiene un gran tiempo, llama a tus padres y todo. Te salio todo genial. Una suerte.
-Si lo se. Fue genial-dije yo emocionada-Pero que mal lo que hice. Quedarme dormida. Jamás lo hice.
-Jaja lo se. Pero que gracioso fue. El lío que hiciste fue genial. Como me reía yo y los demás y aun nos seguíamos riendo después de que la mina te llevo con la directora. Jajaja después de esto saque una conclusión.
-Que conclusión?-le pregunte interesada
-Que dormida sos más divertida que despierta-dijo Anto riéndose.
-Jajaja que mala sos-le dije riéndome del comentario-es que estaba muy cansada y no me di cuenta siquiera que estaba en el colegio.
-Que raro vos que seas así. Cada día me digo donde quedo esa chica que era más tranquila, que no armaba líos, que era más atenta en el colegio…
-Esa chica se murió hace mucho tiempo-dije yo riéndome-Ya lo deberías saber.
-Claro que lo se-dijo ella sonriente-Antes eras tan fácil de dominar.
Me reí de vuelta. La verdad me encantaba hablar con ella. Siempre se la pasaba burlándome y eso me gustaba. Me divertía mucho con ella.
-Y porque no pudiste dormir?-me dijo cambiando de repente de tema. Mi risa paro de inmediato y mi cara se puso triste.
-Y por quien va a hacer?-le dije yo sabiendo que ella conocía la respuesta. Ella era la única de mis amigos que conocía mis verdaderos sentimientos hacia mi hermana. Fue a la única que tuve valor de decirle todo. Es muy difícil decirle algo así a una persona. Te tratarían de loca, enferma o cosas así pero ella jamás me trato así. Al contrario, ella me apoya en esto. Ella es el primer consuelo que tengo cuando sufro dolores por mi querida hermana. Realmente es una amiga muy valiosa para mí.
-Ahora que paso con Ludmila?-me dijo ella interesada pero preocupada a la vez.
-Ah amiga. Me siento tan mal por ella.
-Porque? Le paso algo grave?-me pregunto preocupada. Le negué con la cabeza.
-A ella no le paso nada por suerte.
-Entonces?
-Es que me pelee con ella-dije triste
-Y eso porque?-me dijo preocupada-Que
paso?
-Descubrí que mi hermana tiene una novia-dije conteniendo el dolor que tenia.
Mi amiga me miro. Yo estaba a punto de derrumbarme. No podía evitarlo. Al parecer mi amiga se dio cuenta de mi dolor porque me agarro las manos y me miro triste y preocupada.
-Le conteste mal. Actúe fríamente y la hice sentirse mal. Pero no pude disculparme. No podía permitir que descubriera el dolor que tenia por dentro pero lo empeore todo. Me siento horrible. No dormí en toda la noche sintiéndome culpable de todo. La evite para venir al colegio. Todo me salio mal. Me debe estar odiando-empeze a llorar.
Sentí el calido abrazo de mi amiga, que trataba de consolarme. Yo la abraze pero seguía llorando. Nos soltamos. Ella agarro mis manos.
-Ah amiga. Si lo se que armaste un lío gigantesco con tu hermana. Se que vos estas dolida y que ella también lo esta pero no creo que te odie solo esta ofendida porque no se espero ese repentino comportamiento tuyo.
-Ya lo se-dije con la voz entrecortada por el llanto-pero no podía contestarle de otra forma. Si actuaba como siempre acabaría diciendo que estoy enamorada de ella. No podía decirle eso. Seguramente acabaría rechazada. No podría aceptar su rechazo. Me moriría.
Mi amiga acaricio mi cabeza y me abrazo. Aunque no me diera solución alguna a mi problema se que por lo menos contaba con su apoyo. Que no estaría sola.
-Viti-ella me decía así. Era un apodo cariñoso que ella me puso-perdón por no ser de ayuda. No se que decirte. Realmente no sirvo para ayudarte. Nunca pude.
La abraze. No me gustaba que dijera esas cosas. Claro que me ayudaba y mucho. Con su abrazo y su apoyo me sentía siempre mejor que antes.
-Anto no digas esas cosas-le dije-Vos me ayudas muchísimo. Siempre estas cuando lo necesito. Siempre cuento con tu apoyo, tu ayuda y todo lo que puedas de ti. Realmente aprecio eso. Eres mi mejor amiga y así va a hacer.
-Gracias-se soltó del abrazo y me sonrío. Yo le devolví la sonrisa.
El timbre sonó. Ambas nos levantamos del piso y nos fuimos hacia nuestro curso. Mientras caminamos, Anto me contó algo interesante.
-Ah Cuando te fuiste recuerdo que la profesora había dicho que vendría una nueva chica para nuestro curso.
-En serio?-le dije yo interesada-Pero ahora? Es mayo-dije extrañada. No era normal que chicos vinieran para esta época al colegio. Al menos eso siempre creí yo.
-No dijo mucho solo dijo que era una chica y que vendría hoy.
-Ah genial-dije yo emocionada-solo espero que nos llevemos bien.
-Yo también lo espero-dijo Anto-o que no me quiera matar por lo menos o violar.
-Jajaja no seas tonta –le dije yo riéndome mientras subíamos las escaleras-Quien te violaría a vos??
-Pero yo soy muy sexy es que vos me tenés envidia-me dijo ella de burla
-Si claro-le dije yo-vos solo eres una farsante.
-En tus sueños. Yo soy belleza pura-nos reímos las dos.
Después de una dura subida de escaleras, llegamos a nuestro curso. Por suerte no llego el profesor pero un gran alboroto se armo en una parte del salón. Un gran grupo de personas estaba alrededor de, creo que, de alguien que estaba sentado ahí en el centro. Anto y yo nos acercamos intrigadas por tanto lío que se hizo.
Un horrible escalofrío recorrió mi cuerpo. Fue una sensación espantosamente familiar. Todo el alboroto era por una persona, por una persona que conocía muy bien. Una persona que odiaba con todo mi corazón. La que me había quitado lo más preciado de mi vida: Era Valentina, la novia de mi hermana.
-La que te parió-dije furiosa al reconocerla. Que rayos hacia aquí?
De repente, vi como el círculo de personas se abría y de ahí salía Valentina sonriente y feliz dirigiéndose hacia mí. Tenia ganas de desaparecer. No quería hablar con ella, no quería saber nada con ella. Mucho dolor me había causado y verla solo hacia aumentar ese dolor.
-Hola Victoria!-me dijo emocionada-No creía verte aquí! Que sos de este curso?
La verdad que en estos momentos tenía ganas de darle una trompada en la cara. Su emoción me ponía de muy mal humor. Sin embargo, pero no podía hacer eso. Tenia que fingir cordialidad por lo menos.
-Ah si-le dije yo- Yo tampoco esperaba verte aquí. Que haces acá?
-Pues yo iba a empezar en abril pero fue un tremendo lío por los papeles y la inscripción y todo entonces recién entre hoy. A partir de ahora soy alumna de este colegio en este curso. No es genial?!
Lo que acabo de decir me sonó igual que una patada en el estomago. Genial? Como eso iba a ser eso genial? Ahora se supone que tengo que ver a esta todos los días? Se supone que tengo que a partir de ahora tenia que fingir un supuesto compañerismo con ella todos los días cuando en verdad tenía mas ganas de que desapareciera de la faz de la tierra?
-Si es genial-dije mostrando una sonrisa fingida-espero que te adaptes bien a esto.
-Si yo también espero-dijo alegre-espero contar con tu ayuda. Sos la única que conozco aquí-me sonrío-Voy a saludar a los demás. Después hablamos Victoria- y se fue.
Ni bien se dio vuelta, mi sonrisa fingida se convirtió en un tremendo odio que se reflejo en mi mirada. Valentina empezó a hablar con un grupo de chicas. Por un momento, se volteo para verme. Mi mirada de odio siguió igual que antes pero al parecer, como paso la otra vez, no se dio cuenta de nada y me saludo como si fuésemos las mejores amigas. Eso me enojo aun más.
-Viti, Quien es esa chica?-me pregunto Anto intrigada-al parecer la conoces.
-La novia de mi hermana-dije enseguida
-Queeee?-dijo sorprendida
Ni siquiera escuche lo que dijo mi amiga. En mi interior invadía muchos sentimientos pero el que domino por completo mi ser fue el preocupante pensamiento de no saber que iba a pasar a partir de ahora en adelante.
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