Un viaje agotador había acabado con las pocas energías que le quedaban a Camus, sentía que su cuerpo no le respondía como debía y su mente definitivamente no le permitía coordinar muchas ideas. Estas eran claras consecuencias de pasar días sin dormir y comer nada más que lo mínimo posible, pero sobre todo era el dolor en su corazón y en su alma lo que lo mantenía en ese estado. Su aspecto físico no era muy bueno, estaba delgado, desalineado y unas ojeras se dejaban notar bajos sus hermosos ojos ¿era posible que en tan poco tiempo su vida y su mundo hayan cambiado tanto?
Salió del aeropuerto tomo un taxi y en veinte minutos llego a su departamento, abrió la puerta parecía que realizar cualquier acción le costaba el triple de esfuerzo. Dejo su equipaje en un costado y fue directo al sillón que se encontraba a solo unos pasos, se recostó dispuesto a descansar y se quedó dormido en el instante que su cabeza se apoyó en este.
Paso mucho tiempo hasta que escucho unos pasos y se despertó sobresaltado, frente a él estaba shun, parpadeo varias veces para asegurarse que estaba despierto, esa mirada tan dulce, tan cariñosa, parecía decirle te amo con tan solo mirarlo, dejaron pasar unos minutos así, simplemente observándose el uno al otro.
Shun fue el primero en hablar.
-¿Porque haces esto Camus?
El de ojos azules tardó en reaccionar, no lograba comprender, sus bellos ojos se llenaron de lágrimas y no pudo decir nada. Shun se arrodillo frente a el puso ambas manos en sus mejillas y se acercó lentamente para besarlo. El corazón de Camus latía fuertemente, intensifico el beso como si fuera el ultimo que podría darle, luego lo abrazo posesivamente como si alguien quisiera quitárselo y lloro aún más, sus lágrimas comenzaron a caer sobre shun quien también trataba de aferrarse a el fuertemente.
-Te amo Shun, te amo con todo mi corazón mi alma y todo mi ser, por favor no te vayas, no me dejes…
Shun se alejó un poco para mirarlo a los ojos, el también lloraba.
-No puedo quedarme, sabes que te amo y para mí también es muy difícil, pero no puedo permanecer acá…
-No puedes esperar que me quede sin hacer nada mientras tú te alejas de mí, no tengo la capacidad para perderte, no concibo la vida sin ti.
-Por favor intenta comprender, ninguno de los dos esperaba que esto sucediera pero sucedió, lo último que quiero es que sufras.
-Entonces no me dejes, no lo hagas, tú lo eres todo para mí.
-Eso no es cierto, no me hagas esto más difícil… recuerdas cuando nos conocimos? yo pasaba por un momento difícil y tú me dijiste que no importaba cuán difícil fuera una situación, que aunque creyéramos que no teníamos nada para aferrarnos debíamos seguir adelante, que es necesario seguir a pesar de todo…
Flashback
Primer día en ese continente, África, era la primera vez que Camus, un hermoso periodista llegaba a Malí, había viajado con un par de colegas hasta allí para escribir sobre la situación de ese país tan pobre; de vez en cuando a las personas les parecía interesante leer que es lo que sucede en sitios como ese, donde la realidad es más dura de lo que se pueden imaginar. Él y sus compañeros se instalaron en Bamako la capital de Malí, solo permanecerían unos días y se dividirían a distintas regiones para buscar sus noticias. Al segundo día se levantó y se dirigió junto a un compañero a un pequeño pueblo que se encontraba a varios kilómetros donde se habían oído rumores de que acababan de llegar grupos de ayuda de distintos países para repartir mercadería. Definitivamente estar allí era conocer un mundo distinto, veía con sus propios ojos el estado en el que esas personas Vivian el día a día, cuan distinta era esa realidad a la de él, quien había elegido su profesión por gusto propio y no necesitaba el dinero, pues su familia era muy acaudalada y el como único hijo había heredado todo, pudo tranquilamente vivir su vida sin tener que trabajar disfrutando de los lujos, pero realmente lo que buscaba era darle un sentido a su existencia.
En tres horas llegaron al pueblo al que se dirigían, bajaron de la camioneta que los había llevado hasta allí, había una gran conmoción y estaba lleno de soldados con banderas del país del que provenían en sus trajes, ellos comenzaban a organizar a las personas para poder repartir los alimentos. Era impactante la cantidad de niños semi desnudos que corrían para tratar de conseguir algunas cosas. Camus se separó de su colega para recorrer un poco el lugar, dio varias vueltas. No se había percatado que mientras él estaba agachado anotando cosas en su libreta, delante de él había un joven sacando fotos ambos estaban absortos en lo que hacían, por lo cual Camus se chocó con él.
-Le pido disculpas- dijo sin perder el tiempo
-No se preocupe- respondió el joven con el que se había chocado, mientras se daba la vuelta ni bien sintió que alguien había impactado en su espalda.
Camus abrió ampliamente sus ojos cuando vio el rostro de aquel joven, era muy hermoso, tenía un aspecto algo aniñado, pelo verde que caía un poco más abajo de sus hombros y unos espectaculares ojos verdes que lo impactaron profundamente.
-Me llamo shun- le dijo y le alcanzó su mano.
-Mi nombre es Camus, nuevamente te pido disculpas por el choque, venia distraído.
-No hay problema, eres periodista cierto?
-Si, lo soy, como lo sabes?
-Bueno siempre que envían ayuda de algún lugar a acá, aparecen periodistas para escribir sus noticias. Yo soy fotógrafo, me gusta sobre todo la fotografía artística pero también envió mis imágenes a distintos diarios del mundo.
- nuestros trabajos se parecen un poco.
-Con la diferencia que tu probablemente te iras en unos días y yo permaneceré acá.
-Vives aquí?
-Si Bamako y vengo aquí casi todos los días, doy clases de matemáticas en una escuela.
-Vaya eso es realmente sorprendente y lo que haces es muy bueno, pero no eres de acá o sí?
-No, soy japonés hace un año que vivo aquí, vine buscando poder brindar mi ayuda a quienes lo necesitaran y bueno aquí hace falta mucha ayuda, por lo que decidí quedarme. Pero dime, de donde eres tú?
-Yo soy francés, llegue ayer, debo escribir algunas noticias sobre la situación de este país. Comparado con lo que haces tú no es nada, pues no sé hasta qué punto ayudo realmente a alguien.
-Bueno pero es tu trabajo, la difusión es importante, mientras los medios no se aprovechen descaradamente del sufrimiento ajeno, pueden brindar mucha ayuda.
-Creo que tienes razón, ha sido un placer conocerte Shun, lástima que ya tengo que irme, pero me estoy hospedando en el centro de Bamako con unos compañeros, te gustaría ir a tomar algo más tarde para continuar conversando?
-También me agrado conocerte Camus y si me agradaría salir contigo más tarde, dime donde te hospedas y yo te busco.
-Mira esta es la tarjeta del hotel, te parece a las 19:30?
-Si, entonces nos vemos más tarde, hasta luego.
-Adiós Shun.
Se despidieron, Camus debía partir hacia otro lugar para continuar con su trabajo, por lo que empezó a buscar a su compañero; pero antes se volvió a mirar a quien acababa de conocer, ese joven lo había dejado totalmente sorprendido, venirse a vivir a este país tan diferente al suyo solo para brindar ayuda a esas personas; eso era realmente increíble y demostraba que era muy bondadoso, además de inteligente y bello.
Más tarde, Camus terminaba de arreglarse ya casi eran las 19:30, no podía explicar porque pero no había dejado de pensar todo el día en Shun. El teléfono de la habitación sonó, le comentaron que alguien lo buscaba, bajo rápidamente allí ya estaba parado aquel muchacho esperándolo.
Hola
Hola Camus, que tal estuvo tu día?
Un poco agotador a decir verdad, recorrimos varios sitios, pero mejor vayamos por un trago y continuamos, quieres?
Claro, mi auto está afuera.
Fueron a un bar, hablaron animadamente hasta que Camus le pregunto a shun sobre su familia.
-Tengo un hermano, llamado ikki, ambos somos muy distintos y nuestros padres siempre fueron muy exigentes en nuestra educación, ellos querían que yo estudiara medicina o arquitectura, ikki siempre fue el hijo preferido, él es abogado y muy exitoso, yo decidí irme de mi casa, la verdad ya no me sentía bien allí, con el único que mantengo comunicación es con mi hermano. Es algo muy difícil que tus padres no te acepten como sos, incluso llegue a pensar que no quería vivir.
Camus tomo su mano y la aferro fuertemente pues los ojos verdes de su compañero empezaban a llenarse de lágrimas, luego le dijo:
-Shun no importa cuán difícil sea una situación, aunque creas que no hay nada a que aferrarte debes seguir adelante, es necesario seguir a pesar de todo, te sorprendería saber cuan fuerte eres realmente.
- Gracias Camus.
Ambos se hicieron muy amigos y durante los cinco días que siguieron compartieron muchas anécdotas y contaron prácticamente todo sobre sus vidas, Camus acompaño a Shun en su trabajo, pues no solo daba clases a los niños sino que también ayudaba en un comedor, de echo ayudaba en todo lo que pudiera; el francés estaba encantado, embelesado con ese joven, su personalidad encantadora y la dedicación que ponía en ayudar a quien pudiera simplemente lo maravillaba, si, se había enamorado de él, era el ser más puro y bueno que hubiera pensado conocer, pero tan solo le quedaba un día y debía partir de allí.
Por su parte shun que se encontraba en su departamento miraba por la ventana, no podía evitar pensar en que Camus se iría mañana, desde que lo conoció se sintió atraído por él, u hombre con gran belleza, con una imponente presencia, con modales tan refinados, educado y que parecía comprenderlo como nadie, si tal vez hubiera más tiempo para estar con él, no deseaba que se fuera.
A la mañana siguiente Shun se levantó, se arregló rápidamente y manejo hasta el hotel de Camus. Espero en la recepción al francés que bajo un tanto sorprendido por el horario, se saludaron y fueron a la cafetería que estaba enfrente. Shun estaba nervioso, algo que su compañero noto inmediatamente.
-Tranquilo shun dime que sucede, creí que almorzaríamos juntos, me has sorprendido.
-Sí, lo sé, pero me gustaría decirte algo, aunque me cuesta un poco.
-Bueno también hay algo que quiero decirte, quieres que lo haga primero? El más joven simplemente asistió.
-Veras por mi trabajo he tenido la oportunidad de conocer a todo tipo de personas, grandes figuras conocidas y que son muy respetadas, pero nunca ninguna causo algo en mí como lo que tú causaste, eres una persona increíble, con un corazón maravilloso, que está comprometido con una causa tan noble en esta vida que me has dejado deslumbrado. Estoy enamorado de ti Shun y no puedo explicar como en tan poco tiempo sucedió esto, pero así es, te amo, sé que suena como una locura, pero no puedo irme sin decírtelo.
Realmente esto estaba pasando, Camus estaba diciendo que lo amaba? Se suponía que él iba a confesarle sus sentimientos pero se le adelanto, no podía créelo.
-Camus yo…
-Si no quieres decir nada lo entenderé, no hace falta que…
-Camus, también te amo… y si vine a buscarte tan temprano fue precisamente porque no podía esperar más para decírtelo.
El de ojos azules se acercó y lo beso dulcemente, luego miro a shun, este se agacho sin mirarlo.
-Te iras?
-No podría irme después de haberte conocido - shun levanto la cabeza y sus ojos empezaron a brillar, ahora fue el quien lo abrazo y lo beso.
Así fue como ambos enlazaron sus vidas , el francés se quedó en Malí, compraron un departamento y se fueron a vivir juntos, Camus se las arregló para trabajar desde allí haciéndose cargo de todas las noticias que sucedían en ese país; pero también compartía las actividades de shun, ambos destinaron gran parte de su tiempo y dinero para ayudar a los demás y eso los hacia felices, después de un año juntos, se casaron, de la forma más sencillamente posible y con amigos que los acompañaban, no necesitaban nada más para ser felices. Por tres años más fueron las personas más felices del mundo, pero nada dura para siempre.
Un día Camus se encontraba en el comedor junto con los niños cuando llego un amigo, su rostro estaba completamente abrumado, se dio cuenta que algo realmente grave había pasado; decidió dirigirse fuera del salón donde estaban los niños para poder hablar con él.
-Que sucedió porque tienes esa cara?
-shun está en el hospital, le dispararon.
-Camus palideció por completo.
-Llévame con él!
Los dos salieron corriendo hacia el auto el francés estaba tan nervioso que su amigo tuvo que conducir.
-Como sucedió? que es lo que paso? shun debía sacar unas fotos.
-Sí y él acompañaba a un grupo de personas que también debían hacer un par de fotos, mientras iban en el camino un grupo de guerrilleros apareció y dispararon al automóvil, tres de las personas que iban en el auto de Shun murieron, él y su acompañante quedaron heridos de gravedad.
Cuando llegaron al hospital, les informaron que el paciente estaba siendo intervenido quirúrgicamente, Camus corrió hasta donde le realizaban la intervención, obviamente tuvo que esperar. Estaba como loco, miles de ideas cruzaban por su cabeza sus piernas le temblaban y sentía un dolor horrible en el pecho. Ya habían llegado varios de sus amigos pero no había quien pudiera calmarlo.
Después de unas horas salió el primer médico, pregunto por algún familiar del paciente.
-Soy el esposo de Shun, Camus Gautier.
-Señor Gautier lamento informarle que su esposo acaba de fallecer, llego aquí en muy graves condiciones hicimos lo que pudimos, lo lamento.
No daba crédito a lo que sus oídos acababan de escuchar, Parecía que su corazón se detenía, era esto cierto? No, debía ser una horrorosa pesadilla, esto no podía estar pasando, cayo de rodillas golpeo sus puños contra el suelo, grito su nombre varias veces, las lágrimas bañaron su rostro, sentía un dolor desgarrador, su mundo se hacía pedazos.
Fue el fin de su felicidad, a partir de allí, nada más tenía sentido, absolutamente nada, ni el hecho que ikki se puso como loco cuando le aviso lo sucedido, borro de un soplo su vida en ese país, de aquella manera extraña e inesperada en que había comenzado, así también acababa; simplemente hiso los arreglos necesarios para trasladar el cuerpo de shun a su país natal, cuando llegaron a Japón todo sucedió muy rápido por lo que volvió inmediatamente a Francia donde residía antes de que su viaje a África iniciara.
Fin del flashback
-Claro que recuerdo…