Después de la carrera nos dispusimos a disfrutar de la noche, la música se hacía presente en nuestros oídos y los desafíos en hip hop no tardaron en aparecer; las coreografías eran muy buenas y también la recompensa. A decir verdad yo no era muy bueno bailando creo que nací con dos pies izquierdo, pero eso no me limitaba para decir que grupo era mejor en el baile. Muy pronto a la fiesta se unió el alcohol, Bom y unos amigos habían ido a comprar vodka, por lo cual comenzamos a beber. A decir verdad no pensé que el niño de papi fuera a tomar aquello pues no era vodka fina, si bien no era tan corriente no creo que su paladar exigente se lo permitiera.
Pero valla sorpresa que me dio cuando vi que tomaba sin ningún problema, aunque a decir verdad creo que era la primera vez que tomaba alcohol pues solo con unas cuantas copas ya estaba mareado. Sin darme cuenta la noche siguió su curso entre risas, tragos de vodka, olor a gasolina y el ambiente de fiesta. Vi mi reloj y ya marcaban las 2:00 am vi como Ji también veía su reloj y continuaba observando como bailaban. Por impulso tome su mano haciendo que su cuerpo girara a mi dirección y camine haciendo que él me siguiera. Caminamos unos metros más hasta que lo lleve a un lugar donde no había tanto ruido, quería molestarlo sin duda pero también quería estar con él.
-Creo que ya es demasiado tarde para que un niño de papi este despierto.- le decía burlándome, verlo en ese estado era algo divertido. Vi que rápidamente se incorporó para que no notara que ya estaba mareado por los tragos que había tomado.
-Felicidades por haber ganado.- me decía agachando su cara
-Gracias, ¿Sabes? Creo que te juzgue mal niño de papi.- le decía mostrándole una sonrisa.
A decir verdad aquel niño que conocí días atrás no se parecía en nada al que hoy tenía enfrente de mí, era totalmente distinto. Hasta tengo la intensión de protegerlo y no sé el ¿Por qué?
-Y yo a ti TOP.- me contestaba.
-Ya hasta me empiezas a caer bien.- le respondía
-Tu…tú también me caes bien….- le contestaba – pero me gustas aún más…
¿Qué? ¿Estaba escuchando bien? ¿Había dicho que le gustaba? ¿Esto no puede ser posible? Mi mente se había tornado un caos, un remolino de preguntas sin respuestas, no podía dar crédito a lo que mis oídos habían escuchado. ¡NO! Me respondía mentalmente esto no era verdad.
-Vamos Ji, te llevare a tu casa, creo que ya estás muy borracho y empiezas a decir incoherencias.- le decía comenzando a caminar hacia donde se encontraban los demás.
-¡No! ¡No quiero que me lle…lleves a mi casa!- me decía tomando mi mano haciendo que detuviera el paso.
-Vamos niño de papi… si omma y appa se enteran de que tomaste y que no estás en tu cama te regañaran y creme que…- no pude terminar la fase unos labios habían apresado los míos haciendo contacto que por inercia hicieron que cerrara mis ojos y unos brazos habían rodeado mi cuello haciendo que nuestros cuerpos se pegaran aún más.
Lo único que pude hacer fue poner mis manos en la cintura de aquel cuerpo y pegarlo aún más al mío, de un momento a otro estaba explorando la cavidad bucal contraria, haciendo que de esta salieran pequeños gemidos ahogados entre los besos. Después de eso mi mente reacciono haciendo que abriera los ojos de golpe encontrándome la cara de… no podía creerlo era Ji, rápidamente empuje su cuerpo separándonos.
-¿Qué…que significa esto?- le preguntaba haciendo que Ji se sonrojara y mordiera sus labios por lo que minutos atrás había pasado.
-Yo…yo…- balbuceaba.
-Creo que estas muy borracho…ven vamos te voy a dejar a tu casa.- le decía caminando y escuchando los pasos que me seguían.
Mi corazón estaba muy acelerado y mi respiración estaba entre cortada ¿Qué me está pasando con Ji? ¿Por qué correspondí a aquel beso? ¿Por qué mi corazón y mi cuerpo pedían más? Mi mente de nueva cuenta se tornaba con preguntas pero ninguna de ellas tenía una respuesta. Llegamos a donde se encontraban los demás, me acerque a Bom y le dije que regresaba que iba a dejar a Ji, Bom asintió. Caminamos unos metros más hasta llegar a donde se encontraba la motocicleta.
-Ven vámonos.- le decía dándole el casco para que se lo pusiera.
-Gra…gracias.- me decía tomando el casco y colocándoselo.
Me subí a la motocicleta, encendí el motor y me coloque el casco. Acto seguido Ji se subió, pero esta vez no sentí sus brazos rodear mi torso, por lo cual voltee y divise que estaba sostenido de la parte de atrás de la motocicleta.
-¿Listo?- le dije pues era la única palabra coherente que podía pronunciar en aquel momento.
-Si.- me contestaba. Poniendo en marcha la moto.
En el trayecto del camino se formó un silencio incomodo, mi mente estaba atascada de preguntas sin respuestas, pero de lo que si estaba seguro es que esto no tenía que haber pasado. Escuche motocicletas acercándose lo que me saco de mis pensamientos. Aquellas motocicletas nos habían acorralado, algo me decía que no era buena señal.
Sentí que Ji se abrazó a mí al incrementar la velocidad, para poder salir de aquel círculo que se había formado por aquellos motociclistas, pero era inútil apenas quería arrebasarlos me cerraban el camino haciendo que enfrenara de golpe por lo cual Ji empezó a asustarse.
-Tranquilo, saldremos.- le decía tratando de calmarlo a lo que él solo se pegó más a mi cuerpo.
Acelere de nueva cuenta esta vez logrando esquivar la motocicleta y saliendo de aquel círculo, acelere a todo lo que daba la motocicleta yo solo escuchaba los sollozos de Ji, vi por el retrovisor y venían tras nosotros.
-¡MALDITA SEA!- gritaba pues ellos no estaban buscando nada bueno.
-¡TOP! ¡TOP! ¡PARA!- me gritaba Ji.
-¡JI AGARRATE FUERTE! ¡TE PROMETO QUE NO TE PASARA NADA!- le decía mientras se aferraba aún más a mí.
Uno de los motociclistas comenzó a pegar la llanta delantera de su moto a la llanta trasera de la mía, chocando con ella.
-¡PAREN! ¡PAREN! ¡POR FAVOR!- gritaba Ji, seguramente llorando por lo que estaba ocurriendo.
Uno de ellos se adelantó poniéndose enfrente del camino a lo cual tuve que enfrenar haciendo para la máquina.
Uno a uno comenzaron a bajar de las moto, nos habían acorralado al parecer eran unos diez… hasta que reconocí a alguien.
-¿Cómo estas TOP?- decía bajando de su moto, rápidamente reconocí su voz.
-¿Qué mierda quieres Seven?- le decía soltándome de Ji y bajando de la moto.
-¡Pero valla, si vienes acompañado!- me decía con una sonrisa burlona, rápidamente me quite el casco.
-Quédate atrás de mí, no pasara nada. Lo prometo.- le decía dirigiéndome a Ji quien estaba a un lado mío, mientras se quitaba el casco el tambien.
-Déjate de juegos Seven ¿Qué quieres?- le enfrentaba.
-TOP, amigo ¿Que es esa forma de hablarme? No, no, no eres muy mal educado.- me decía riéndose con todo y sus compinches.
-¿Qué quieres? No respondiste a mi pregunta.- le decía, mientras este avanzaba hacia nosotros.
-TOP.- decía Ji, rápidamente le tome la mano con la cual rodeaba mi cintura, para así poder calmarlo.
-¿A poco son novios? – decía acercándose aún más.
-Si así fuera ¿Hay algún problema?- contestaba a su pregunta.
-Pues tu novio me fastidio la noche de ayer y bueno tiene que pagar aunque sea el novio del gran TOP.- me decía.
-No te acerques, te lo advierto.- le decía
-Uy ¿Me estas amenazando?- decía dando dos pasos más al frente a lo cual Ji estaba totalmente abrazado a mi.
-Yo nunca he amenazado, porque las amenazas no se cumplen. Te estoy advirtiendo.- le decía apretando la mano de Ji.
-Uy, no se te hace que te estás haciendo el valiente ¿Te has dado cuenta que estas rodeado?- me decía riéndose burlonamente.
-Si lo se pues es la única forma en la que puedes.- le decía.
Uno de sus compinches se había adelantado a la acción y pateo mi motocicleta.
-¡¡Eres un maldito imbécil!!- me decía su compinche acercándose a mí y escupiéndome.
-¿Qué harás TOP?- decía otro compinche de Seven
-Si TOP ¿Qué harás, no están tus amigos para defenderte?- decía Seven carcajeándose.
Dos de sus compinches se acercaron separándome de Ji mientras Seven me daba un puñetazo en la cara, lo que hizo que me tumbara en el suelo.
-¡SUELTENME! ¡SUELTENME!- gritaba Ji, rápidamente me incorpore y me fui contra Seven, soltándole un puño con toda mi fuerza en su cara, haciendo también que callera al suelo escupiendo su sangre en él. Rápidamente corrí a donde estaba Ji.
-Suéltenlo o no respondo.- les decía, uno de ellos se me abalanzo pero lo esquive dándole una patada en las piernas haciendo que callera. Los demás se me abalanzaron y me sujetaron.
-¡Eres un pobre pendejo!- decía Seven comenzando a golpearme como él quiso.
-¡BASTA! ¡BASTA! ¡DEJENLO!- escuchaba a Ji como les gritaba, alce mi vista encontrándome con la de él.
-¡POR FAVOR DEJENLO! Él no tiene la culpa, si quieres golpéame a mi.- decía zafándose del agarre de los que lo tenían sujetado.
-¡Valla! El niño tiene agallas.- le decía acercándose a él.
-¡De…deja…déjalo…Seven! – le decía, siendo callado por un puñetazo en el estómago por uno de sus compinches.
-Vámonos, dejemos a los tortolitos disfrutar la noche.- decía Seven haciendo un ademan de que se subieran a las motos, por lo cual me tiraron al suelo.
-Nos veremos pronto TOP.- me decía subiendo a su moto, poniéndose el casco y emprendiendo su camino.
Rápidamente Ji corrió a mí tumbándose a un lado mío, llorando y abrazándome.
-¡Perdóname, por favor perdóname!- me decía llorando y poniendo sus manos en mi cara, la cual estaba toda ensangrentada e hinchada por los golpes.
-Tran…qui…lo…Ji.- le decía abrazándolo para que supiera que estaba bien.
-¡¡No, no digas eso!! ¡¡Mírate como te dejaron y todo por mi puta culpa!! ¡¡En verdad lo siento mucho!!- me decía llorando aún más.
-Ya…Ji no te preocupes.- le decía secando sus lágrimas con mis pulgares, a lo que él solo se limitó a aferrarse aún más a mí.
-Vámonos.- le decía levantándome como pude, la verdad es que no quería preocupar a Ji, así que saque fuerzas de quien sabe dónde para hacerlo.
Me dirigí a la motocicleta y la levante con todo y los cascos, ante la preocupante mirada de Ji que seguía mis movimientos con una cara de total miedo y preocupación.
-Vamos, su…sube.- le decía.
-¿Seguro que puedes conducir en este estado?- me cuestionaba.
-Cla…claro…vamos te… llevare a…tu casa.- le respondía.
Con mucha fuerza de voluntad encendí la motocicleta y partimos a la casa de Ji, sentí como unas temerosas manos se colaban por mi torso, si bien el contacto hacia que doliese sus manos era como medicina en ese momento, aquel contacto cálido que desprendían era como un analgésico como una dosis de anestesia que estaba borrando mi dolor.
A los pocos minutos llegamos a su casa, vi como el guardia de seguridad abrió el zaguán dando paso a entrar. Avance de nuevo por aquella casa y me estacione en la entrada que conducía al interior de esta. Las manos cálidas poco a poco se iban alejando de mi piel y sentí como Ji bajaba de la motocicleta.
-Entra, te curare las heridas.- me decía extendiéndome la mano, me saque el casco como pude con ayuda de Ji y avanzamos al interior de su casa.
Iba yo a sentarme en la sala como la noche anterior, pero sentí un leve jalón dándome a entender que ahí no seria.
-Ven vamos a mi recamara para que te acuestes y descanses mientras yo te limpio y curo las heridas.- me decía conduciéndome a las escaleras.
Lentamente comenzamos el ascenso de estas, siempre con la ayuda de Ji, pues no podía subir por mí mismo. Terminamos el ascenso y nos dirigimos a su recamara, la cual abrió y me dirigió en su interior colocándome en una amplia cama.
-Vamos te ayudare a sacarte los tenis, para que puedas descansar.- me decía
-No…no es necesario…mejor me voy.- contestaba.
-Nada de eso anda, dame tu pie.- me decía a lo cual por instinto lo extendí, él se encontraba hincado sacándome los tenis con mucho cuidado.
-Listo acuéstate en lo que voy por el botiquín.- me decía a lo cual me recosté.
Llegando Ji comenzó a limpiar mis heridas de nueva cuenta, me extendió un vaso de agua y me dio una pastilla para que se me quitara el dolor, coloco ungüentos, curitas y gasas para proteger las heridas y que no se infectaran.
-Listo.- decía acabando de curarme.
-Gra…gracias.- le decía, levantándome de la cama para irme.
-¿Qué haces? No puedes irte así.- me decía empujándome para que no me levantara, pero en eso Ji callo sobre mi cuerpo, quedando a pocos centímetros su cara de la mía.
Tenerlo tan cerca había echo que recordase lo que paso cuando estábamos en las carreras, haciendo que mi corazón de nueva cuenta se acelerara...